Durante dos días se analizaron nuevas experiencias de riego, la participación público-privada y las contribuciones tecnológicas aplicadas al riego.

El encuentro organizado  por CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), la Unidad para el Cambio Rural (UCAR) del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina; y el Departamento General de Irrigación (DGI) de Mendoza, reunió a más de 450 asistentes, de los cuales 80 provenían de distintas provincias argentinas; 16 expositores, siete procedentes de países latinoamericanos, y dos de España. Además se destacó la presencia de estudiantes de la Tecnicatura Superior en Gestión de Recursos Hídricos que promueve el DGI. 

El encuentro fue difundido vía live streaming al resto de Latinoamérica y España a través de las web oficiales de la CAF, y el portal español especializado iAgua. Esta transmisión fue posible a partir de una alianza estratégica con el canal público de Mendoza, Acequia, quién brindó el soporte técnico. De esta manera fue posible que más de 1.000 usuarios pudieran seguir las jornadas en vivo a través de internet.

La creciente demanda de alimentos y los limitados recursos hídricos para su producción, fue uno de los principales tópicos que atravesaron la jornada.

En este sentido  se destacó que América Latina posee el 15% del territorio y un tercio de los recursos hídricos del mundo, por lo cual la mejor relación entre el sector público – privado, la eficiencia en la gestión de los recursos, el involucramiento de los productores y la modernización tecnológica de los sistemas hídricos, son los pilares  de cara a los desafíos que se presentarán en las próximas décadas.

La inversión en infraestructura y su sustentabilidad también fue abordada por los expositores. Las experiencias en Perú en la concesión de los proyectos Olmos, Chavimochic y Majes – Siguas y la de la zona regable del Canal de Navarra.

En este sentido, Jorge Neme, titular de PROSAP (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales)  afirmó que "70% de nuestro territorio es árido o semiárido con potencial productivo, siempre y cuando en esos territorios podamos ejecutar políticas públicas con respecto a los recursos humanos e infraestructura”, afirmó. Y agregó que "Mendoza tuvo 500 millones de dólares de inversión en reconstrucción de infraestructura y, luego de varios años de emergencia hídrica, podemos decir orgullosos que no le faltó agua a un solo productor".

En cuanto a la modernización del sistema, Irrigación presentó su Modelo de Indicadores de Distribución Operativa, lo que implica la medición en tiempo real de caudales, la telemetría aplicada a la medición de la humedad intrafinca y pluviómetros. 

Para la eficiencia en la gestión de los recursos hídricos, la Oficial y Apoyo Técnico a la Coordinación Subregional de América del Sur de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ( FAO ), Pilar Román, caracterizó el uso de las aguas residuales como fuente alternativa de riego, y Francesc Hernández, de España, en el marco de la viabilidad de nuevos proyectos, puso en relevancia este tipo de aguas para ser destinada en forma exclusiva a la agricultura.

Como conclusión, José Luis Álvarez, titular del Departamento General de Irrigación, se mostró conforme con el nivel de los expositores y la asistencia de público durante los dos días de la jornada. Además, rescató la importancia de la buena administración y uso del recurso hídrico, ya que “regar es generar trabajo” afirmó. 

La primera jornada

Durante las presentaciones iniciales Luis Loyola, Oficial de Apoyo a las Inversiones de FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ), afirmó en su presentación sobre el “Potencial de Riego de la Argentina” que el aumento en la demanda de alimentos, el incremento en los precios de los alimentos y el impacto de estos últimos sobre el cambio climático brindan oportunidades para el incremento de la productividad de la agricultura irrigada. “Argentina cuenta con un contexto favorable en relación a los recursos naturales, para incrementar el riego como herramienta eficiente para la intensificación sostenible de la producción agrícola”, señaló.

Con respecto a las principales conclusiones del trabajo, Loyola dijo que el potencial de riego de la Argentina, según el informe, es de 6,1 millones de hectáreas (alrededor de 29.780 millones de U$D). 

El estudio propone una herramienta multicriterio para alcanzar esta meta, que es un mecanismo estructurado que sistematiza la información recopilada para identificar estrategias de acción que posibiliten la planificación de acciones y mecanismos orientados a incrementar e intensificar sosteniblemente la producción de la agricultura irrigada en la Argentina. 

Por su parte, José Luis Álvarez, en la apertura de las Jornadas destacó el  valor del riego en la región y citó algunas de las acciones que están llevando adelante en Irrigación para “cumplir las metas establecidas en su plan estratégico Agua 2020”.  En ese sentido Jorge Neme destacó el trabajo coordinado de ambas instituciones para mantener el riego durante las emergencias hídricas que se vienen sucediendo en los últimos años en la zona.