FAO en Argentina

Artesanía y diseño, herramientas para la soberanía económica de las mujeres

20/09/2016

Marcela Duhalde es diseñadora de indumentaria y trabaja desde 2012 en el Área de Diseño y Valor Agregado a la Producción Artesanal del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria). 

Inicialmente Marcela realizó un trabajo en la agencia de Extensión Rural Seclantás en Salta durante 4 años con la marca colectiva CUM de las Comunidades Unidas de Molinos, una organización comunitaria campesina e indígena de Salta cuyo objetivo es construir una vida digna en el campo. En esta nota, Marcela nos explica cómo la actividad artesanal es el único ingreso monetario con el que cuentan muchas mujeres rurales.

¿Qué es la organización CUM? 

La organización de segundo grado CUM (Comunidades Unidas de Molinos) nuclea a 16 comunidades campesinas y de pueblos originarios en el Valle Calchaquí de la provincia de Salta. En 2001 estas comunidades comenzaron a trabajar junto al equipo técnico territorial, conformado por profesionales de INTA y la ONG Red Valles de Altura. 

¿Cuál es la finalidad de la organización y qué necesidades atiende? 

Damos respuesta a necesidades básicas como el acceso al agua para consumo y riego, o la eliminación de letrinas. Trabajamos contra la alta mortalidad del ganado y mejoramos las condiciones de comercialización de sus productos agroalimentarios. 

¿Dónde se comercializan los productos de CUM?

Actualmente la marca colectiva CUM comercializa sus productos a través de intermediarios en las ciudades de Salta y Buenos Aires. Las comunidades se preparan para la apertura de su propio local en la capital de su provincia para acceder al turismo que la visita de manera directa, superando la estacionalidad de las ferias en las que venden la mayor parte de su producción. 

¿Cuándo y por qué decidiste unirte a la CUM?

En 2011, con el diseñador Claudio Plotkin, decidí incorporarme al equipo técnico para agregar valor a las artesanías mediante el diseño como herramienta de observación estratégica de los procesos productivos en su contexto social, económico y cultural. Se pretende innovar productiva y organizacionalmente para optimizar el uso de los saberes y recursos locales para contribuir a la instalación de capacidades nuevas y empoderar a las artesanas y artesanos en la autogestión de su exquisita producción artesanal. 

¿Cuál era la situación de las mujeres campesinas dentro de la organización?

Las mujeres de las comunidades campesinas que integran la organización de segundo grado CUM no percibían ingresos económicos por las tareas que realizaban. 

¿Qué trabajos realizaban las mujeres y en qué medida queda invisibilizado su trabajo?

Sus artesanías, principalmente el hilado de oveja, eran intercambiadas por mercadería de primera necesidad a intermediarios locales con un precio frente al cual no tenían ningún poder de negociación. Si bien las mujeres son las que crían el ganado menor, realizan la esquila de las ovejas, e hilan con huso la fibra, todas estas actividades quedan invisibilizadas detrás del trabajo del tejido en telar criollo que realizan los hombres. 

¿Qué beneficios aportó el uso de la artesanía a las mujeres?

El desarrollo de nuevas artesanías como el tejido con dos agujas, permitió que el proceso de transformación de la fibra quedara íntegramente entre las mujeres, en muchos casos en una sola, lo que generaba un ingreso muy superior a cualquier otra actividad. 

La aplicación del diseño a la artesanía resultó la clave del éxito para empoderarlas ¿no? 

La incorporación de diseño a los productos permitió a las mujeres acceder al mercado urbano y mejorar exponencialmente los precios. Esta línea de trabajo hizo que las artesanas adquirieran un rol más activo en la toma de decisiones en el seno de sus familias, sus comunidades y la organización intercomunitaria. 

El diseño de nuevas artesanías se convirtió en el mejor aliado para el empoderamiento de las mujeres campesinas, ¿no es así? 

La artesanía es una herramienta de independencia y soberanía económica y en el resto de las áreas del desarrollo humano. Este trabajo de incorporación de herramientas de diseño a la artesanía pretende empoderar a los artesanos ubicar los productos en el mercado de forma más justa. Las artesanas el 95% son mujeres, las personas que trabajamos en la organización CUM. En nuestro caso, las mujeres no tenían ingresos económicos individuales. Fue muy importante el trabajo de la artesanía, fue importante el diseño tuvieron más ingresos, disparó las ventas, pasaron a tener otro rol en la toma de decisiones tanto a nivel familiar, comunitario.

¿El acceso al trabajo y una mayor seguridad económica contribuyó a que las mujeres más jóvenes se sintieran más motivadas para volver a estudiar?

Las mujeres más jóvenes, que habían perdido la continuidad en el proceso de aprendizaje generacional, comenzaron a acercarse a las escuelas campesinas de artesanías atraídas por la posibilidad de trabajo y la novedad de los productos que veían hacer a sus madres y abuelas. Dicha continuidad se encontraba enrarecida por la baja remuneración del trabajo artesanal, que se reflejaba en la escasa valoración simbólica de la producción textil entre las propias comunidades.

Links de interés

Comunidades Unidas de Molinas - CUM

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Resumen campaña /Flickr FAO Argentina