FAO en Bolivia

Productores del altiplano acceden a tecnología para evitar la degradación de los suelos

16/09/2019

Agricultores familiares del altiplano sur y norte de Bolivia acceden a tecnología que evitar la excesiva remoción del suelo en labores agrícolas. Maquinaria de siembra directa y sembradoras manuales fueron entregadas a productores de quinua, con el objetivo de promover progresivamente el uso de herramientas de Agricultura de Conservación.

En una iniciativa conjunta del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), una sembradora directa, acoplada a un tractor, comenzó las pruebas en el altiplano paceño, donde uno de los productos agrícolas más importantes es la quinua. En tanto, productores quinueros de la región intersalar también accedieron a sembradoras manuales, que insertan las semillas de quinua en el suelo sin removerlo.

Uno de los problemas asociados a la producción de quinua es la degradación de suelos, por lo que la FAO en Bolivia propone implementar la Agricultura de Conservación con tecnificación para alcanzar los más altos niveles productivos y, lo que es fundamental, aplicando prácticas que frenen la desertificación y la sequía.

La siembra directa es el sistema productivo que, a diferencia de la labranza, no destruye la cobertura del suelo permitiendo que idealmente toda la superficie se encuentre protegida por cobertura vegetal. Para esto se requiere de herramienta y maquinaria específica, con la que ya se ha iniciado un proceso de prueba y adaptación de parte de los agricultores.

Esta propuesta impulsada por la FAO reduce significativamente los riesgos del cambio climático, aumenta la producción de alimentos sin impacto negativo en la tierra e implica la introducción de conceptos novedosos, como el de la Agricultura de Conservación, con tecnologías modernas.

“La Agricultura de Conservación aumenta la producción de alimentos de forma sostenible. Levanta a los campesinos de subsistencia de la pobreza, facilitando mayores ingresos y evitando que migren a otras regiones o países. A la vez, reduce los riesgos climáticos y da un mejor trato a la Madre Tierra”, explica el Representante de la FAO en Bolivia, Theodor Friedrich, uno de los expertos que existe en el mundo sobre el tema.

La sembradora manual ya fue utilizada en la plantación de hortalizas. Actualmente se hacen pruebas con una modificación hecha para la siembra de quinua, que incorpora un dosificador específico para la semilla del grano, dijo Oscar Mendoza, consultor de la FAO.

El técnico explicó que esta iniciativa llegará a cerca de 15 municipios en el altiplano norte, centro y sur, lo que significa alrededor de tres mil productores beneficiarios.

La práctica de la Agricultura de Conservación incluye la siembra de coberturas, tanto de especies nativas como introducidas, por ejemplo, la cebada, nabo silvestre, y otras que resisten bajas temperaturas y requieren poca cantidad de agua, dijo Mendoza. “La idea es que estos cultivos puedan proteger el suelo a manera de alfombra, lo que evita la erosión eólica, mejora la infiltración del agua en el suelo, reduce la evaporación y por tanto la salinidad y, a través de las raíces, promueve el desarrollo de la microbiología del suelo”.