Las estrategias para garantizar la seguridad alimentaria en barrios paceños, en un contexto de COVID-19, fueron analizadas en el octavo webinar del ciclo #DiálogosONUBolivia, que organiza la Oficina de la Coordinadora Residente de Naciones Unidas.

La experiencia de la FAO de más de 10 años en la implementación de programas, proyectos y herramientas para asegurar la disponibilidad de alimentos sanos y saludables en las urbes fue compartida por el Representante de la FAO en Bolivia, Theodor Friedrich, y el técnico Ronald Quispe.

El conversatorio dio a conocer el proyecto “Barrios precarios, seguridad alimentaria y COVID-19 en la región metropolitana de La Paz”, que lleva adelante ONU-Habitat y Fundación Alternativas, con el objetivo de desarrollar y fortalecer experiencias urbanas de producción de alimentos.

“El proyecto pretende desarrollar herramientas para el diseño y aplicación de planes de contingencia que garanticen la seguridad alimentaria en áreas urbanas”, explicó Sergio Blanco, coordinador de ONU-Habitat en Bolivia.

Una de las estrategias que ha probado ser efectiva en situaciones de normalidad, pero también en situaciones críticas es la Agricultura Urbana y Periurbana, una política del Estado Plurinacional de Bolivia que tiene experiencias exitosas en urbes de los departamentos de La Paz, Chuquisaca, Oruro, Pando, Cochabamba y Potosí, donde la FAO trabajó bajo un enfoque estratégico de seguridad alimentaria y reducción de la pobreza para familias campesinas migrantes.

Esto fue destacado por María Teresa Nogales, directora de Fundación Alternativas.

La Agricultura Urbana y Periurbana logró transformar la vida de cientos de familias de escasos recursos, aprovechando espacios como los patios traseros de las viviendas o terrenos aledaños, motivando el consumo de alimentos sanos en familias de escasos recursos, diversificando sus economías y generando nichos de mercado para productos orgánicos y nutritivos.