FAO en Bolivia

Familias del intersalar boliviano diversifican su alimentación con la producción orgánica de verduras y hortalizas

Mujeres productoras en un invernadero de Salinas de Garci Mendoza.
20/09/2016

Agricultores familiares de los municipios de Salinas de Garci Mendoza y Colcha K, una de las regiones más desérticas de Bolivia, diversificaron su alimentación con verduras y hortalizas producidas orgánicamente en carpas solares o invernaderos, e incrementaron sus ingresos con la venta de sus productos.

Más de 500 productores fueron capacitados para el manejo de 40 carpas construidas por el proyecto “Sistema Agroalimentario Integrado Quinua/Camélidos. Promoción de la Agricultura Familiar Comunitaria en el Altiplano Boliviano”, coordinado entre el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Cooperación Italiana.

El proyecto se desarrolló en 45 comunidades de Colcha K (Potosí) y Salinas de Garci Mendoza (Oruro), con el involucramiento de 6.896 familias agricultoras.

En días pasados, una misión de la FAO visitó Salinas de Garci Mendoza para mostrar resultados del proyecto al nuevo director de la Cooperación Italiana, Vincenzo Oddo. El Representante de la FAO en Bolivia, Crispim Moreira, destacó entonces el compromiso de las autoridades municipales, de los productores y técnicos, algunos de los cuales son ahora funcionarios de las alcaldías o han sido absorbidos por las asociaciones de productores, permitiendo dar continuidad al trabajo.

El señor Oddo pudo aproximarse a la forma en que esta iniciativa ha cambiado la vida de las familias de la región. “Estoy agradecido de conocer vuestros productos, sus métodos de trabajo y espero que podamos trabajar juntos en el futuro”, dijo.

Además de las carpas solares/invernaderos, el proyecto entregó numerosos bienes y servicios, abarcando desde la semilla hasta el consumo, pasando por la producción, transformación, comercialización, investigación, gestión de riesgos frente al cambio climático con diálogo de saberes locales y alimentación complementaria escolar.

De ese modo permitió la territorialización de seis leyes favorables a la agricultura familiar comunitaria y contribuyó a los Objetivos Estratégicos de la FAO de incentivar una agricultura más productiva y sostenible, reducir la pobreza rural, propiciar sistemas agrícolas y alimentarios inclusivos y eficientes, e incrementar la resiliencia de los medios de vida ante las amenazas y crisis.

“Ahora nuestros hijos producen betarraga, lechuga, acelga, toda clase de verduras y hortalizas en las carpas escolares. Antes no conocíamos, poco llegaba (a la región), ahora comemos y también vendemos para seguir produciendo”, dijo Emilia Villca, de la comunidad Lía (Salinas de Garci Mendoza), que mostró los productos de un invernadero escolar a la misión de la FAO y la Cooperación Italiana.

Del encuentro también participaron organizaciones transformadoras de quinua y fibra de camélidos; se hizo un recorrido por la planta de la Asociación de Productores de Quinua Salinas (APQUISA) que provee la Alimentación Complementaria Escolar a 80 unidades educativas de la región; y se visitó el Banco de Semillas Municipal implementado con el apoyo del proyecto.

En la ocasión, la FAO hizo entrega de la donación de un vehículo a la Alcaldía de Salinas de Garci Mendoza, con el objetivo de apoyar la coordinación con las comunidades, cuya ubicación es dispersa.