El sector ganadero es el que hace la contribución mayor al sustento de los somalíes: más del 65 por ciento de la población forma parte, de una u otra manera, de la industria. Las exportaciones de ganado y sus productos representa, en años normales, el 80 por ciento de las exportaciones.

La caída del gobierno de Somalia en 1991 produjo un debilitamiento de la administración pública del país que tuvo repercusiones graves en el sector pecuario.

Durante esa época de inestabilidad las instituciones somalíes se resintieron y entre ellas las instituciones de enseñanza. Ello tuvo como consecuencia un declive de la profesión de veterinario y pocos jóvenes fueron capaces de sacar adelante la profesión.

Para retener a los pocos veterinarios que permanecieron en el país y paliar la falta de oportunidades en el sector público, la comunidad internacional apoyó la creación de Asociaciones de Profesionales Ganaderos. Estas asociaciones ofrecían a los veterinarios la posibilidad de recibir formaciones y ofrecer privadamente sus servicios.

Durante este período, se interrumpieron los procedimientos formales de certificación de inocuidad del ganado de exportación y Somalia se encontró ante la imposibilidad de demostrar la salud de su cabaña. Como consecuencia, en el año 2000, los Estados del Golfo, encabezados por Arabia Saudita, impusieron un embargo a las importaciones de ganado proveniente de Somalia para prevenir la difusión de la Fiebre del valle del Rift. Ello acarreó graves consecuencias para un sector cuyo valor de exportaciones anuales alcanzaba los 200 millones de dólares anuales.

Restablecimiento de los servicios e instituciones en Somalia

La FAO ha trabajado con diversos socios para restablecer los servicios veterinarios, reconstruir sus sistemas e instituciones y restablecer la confianza internacional en Somalia como exportador de ganado.

Esto lo hemos afrontado tratando de marcar una estrategia de fortalecimiento de capacidades en varios niveles que se concentrara en el fortalecimiento de las capacidades tanto individuales como institucionales para crear un entorno que, con el tiempo, pueda restablecer la credibilidad de Somalia como exportador de ganado.

Una de las virtudes del programa fue que los proyectos crecían gradualmente, a medida que el tiempo avanzaba, aprovechando los puntos fuertes de los socios y permitiendo que los proyectos se fueran desarrollando paulatinamente, en consonancia con las oportunidades que se iban presentando.

Escuela Técnica Veterinaria Sheikh del IGAD

En 2001, Terra Nuova, en colaboración con AU-IBAR y con la financiación de la UE, creó un instituto de formación llamado Escuela Técnica Veterinaria Sheikh de Somalilandia (posteriormente adoptado por el IGAD y rebautizado ISTVS (por las siglas en inglés de Escuela Técnica Veterinaria del IGAD). Para garantizar la calidad y su reconocimiento, la escuela emprendió una estrecha colaboración con la Universidad Makerere, una de las universidades señeras de África, que le ofreció asistencia académica y garantías de calidad.

La FAO asistió en este proceso financiando formaciones profesionales cortas y continuadas para los alumnos de la escuela.

La escuela ISTVS tenía como objetivo la creación de un foro dentro del cual jóvenes profesionales pudieran calificarse como veterinarios. Las primeras actividades de formación en la escuela empezaron en 2004 y su primer grupo se graduó en 2007. La Escuela sigue creciendo y ya tiene más de 130 titulados de los que el 85 por ciento están empleados. Sus graduados son reconocidos en toda la región y sus diplomas están certificados por el mismo órgano de acreditación de la Universidad Makerere en Uganda.

Programa de control de enfermedades

Amén de esto y en colaboración con las Asociaciones de Profesionales Ganaderos de Somalia, la FAO y sus socios han establecido un programa de control de enfermedades en toda Somalia para garantizar la salud de los animales haciéndolos aptos para exportación. Esto incluye un programa de vigilancia para controlar la emergencia de brotes de fiebre del valle del Rift y posteriormente un programa de vacunación a gran escala para prevenir la peste de los pequeños rumiantes.

El programa de inmunización fue emprendido inicialmente con los gobiernos de Somalilandia y Putlandia. La FAO fortaleció las capacidades del ministerio de Ganadería y mediante una formación rigurosa y una asistencia técnica permanente el ministerio asumió todas las etapas del programa. El éxito del programa hizo que luego fuera replicado en otras zonas de Somalia.

Esta forma de poner en marcha el programa de control de enfermedades permitió que los actores nacionales asumieran plenamente el programa. Ello fue clave para garantizar su sostenibilidad.