Fortalecimiento de capacidades

Inversiones responsables en agricultura: plasmar los principios en la acción

16/08/2016

El aumento de las inversiones responsables en la agricultura es un medio fundamental para poner fin a la hambruna y la pobreza. Lo cierto es que la erradicación sostenible de la pobreza para el año 2030 se estima que necesitará una inversión adicional de 267.000 millones de dólares anuales en zonas rurales y urbanas y en protección social (SOFA 2015). Además, según el Banco Mundial, el crecimiento del PIB en la agricultura tiene el doble de eficacia en la reducción de la pobreza que el crecimiento del PIB en otros sectores (Banco Mundial, 2008).

Los datos demuestran que, de hecho, hasta mediados de los años 2000, las inversiones en la agricultura disminuyeron. Aunque desde entonces esa tendencia se ha invertido, en lo que respecta a ciertas formas de inversión, existe una necesidad urgente de aumentar aun más las inversiones públicas y privadas en agricultura, silvicultura, pesca y sistemas alimentarios.

Al mismo tiempo, somos conscientes de que más no significa, necesariamente mejor. Algunas inversiones han tenido una incidencia negativa en las comunidades locales y el medio ambiente y no han resultado ser sostenibles en el largo plazo. Realizadas de modo irresponsable, las compras de tierra en gran escala pueden, por ejemplo, infringir los derechos de las personas y afectar sus medios de sustento.

Por lo tanto, no sólo es necesario aumentar las inversiones agrícolas, sino también garantizar la calidad de las mismas, para que sus rendimientos sean sostenibles en el largo plazo al tiempo que protegen los derechos de las personas, sus medios de sustento y el medio ambiente.

Definir los principios de las inversiones agrícolas responsables

Para abordar esta tarea, los miembros del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) negociaron durante dos años la articulación de un conjunto de principios orientativos para que las partes interesadas puedan aumentar y mejorar sus inversiones en la agricultura y los sistemas alimentarios.

En 2014, el CSA aprobó unos Principios para la inversión responsable en la agricultura y los sistemas alimentarios (IAR-CSA). Los diez principios, que abarcan diversos temas, desde el respeto de los derechos de tenencia de la tierra hasta la promoción de una rendición de cuentas, están dirigidos a las partes interesadas (gobiernos, inversores, comunidades, etc.) para garantizar que las inversiones en las que participen sean sostenibles y contribuyan al desarrollo.

Apoyar a los países a plasmar los Principios en la acción

La FAO ha tomado la iniciativa de asistir a los países a plasmar los Principios IAR-CSA en la acción. Su función es aumentar el nivel de conocimiento de los principios IAR-CSA entre las partes interesadas y fortalecer las capacidades del país en la aplicación de los mismos.

El enfoque que sigue la FAO es comenzar adquiriendo una sólida comprensión de las capacidades existentes y las capacidades necesarias por las partes interesadas para aplicar los principios IAR-CSA. Desde diciembre de 2015 la FAO ha realizado cinco talleres de evaluación de capacidades con representantes de gobiernos, del sector privado y de la sociedad civil.

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