El cambio climático pone en peligro el suministro de bienes y servicios del ecosistema derivados de los bosques y los árboles esenciales para los medios de vida y la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental y el desarrollo nacional.

La silvicultura climáticamente inteligente requiere la aplicación extendida de los principios la gestión forestal sostenible (SFM, siglas en inglés), que provee una base fundamental para la mitigación del cambio climático y su adaptación al mismo). Integrando el cambio climático en las políticas y prácticas forestales se posibilita la identificación de sinergias y la gestión de compensaciones con otros objetivos de la gestión forestal.

La CSA en el sector forestal conlleva el diseño de acciones de adaptación dirigidas a las comunidades y sectores de la población más vulnerables (p.ej. indígenas, mujeres, mayores) y a los distintos sistemas forestales (p.ej. de zonas secas, montañosos, costeros).