FAO en Colombia

¿Cómo se alimenta Nariño? Estudio será la base para el ordenamiento productivo del departamento

28/05/2019

Con 2.545 encuestas en 40 municipios de Nariño e incluso plazas de mercado del Valle del CaucaCauca, Huila, Caquetá y Ecuador, el departamento cuenta hoy con un instrumento para articular a todos los actores del territorio a favor de un sistema alimentario sostenible. Un insumo clave que contribuirá a la planificación del territorio. 

Si se hiciera la pregunta ¿de dónde proviene el plátano que consumen los nariñenses? Teniendo en cuenta las bondades de este departamento con acceso al mar pacífico, atravesado por la cordillera de los Andes y lindando con la Amazonía, probablemente la respuesta obvia sería 100% del mismo departamento, pues un territorio que cuenta con todo tipo de temperaturas tendría innumerables posibilidades para autoabastecerse de este alimento, sin embargo, no es así. Casi la mitad del plátano que es consumido en Nariño proviene de Putumayo, el país vecino de Ecuador, Quindío, Valle del Cauca y Cauca. 

El estudio llevado a cabo en el marco de un convenio de cooperación entre la Gobernación de Nariño y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO buscó evaluar cuán eficiente y sostenible es el sistema agroalimentario de abastecimiento del departamento. ¿Cómo acceden los nariñenses a los alimentos de su canasta básica alimentaria?, ¿cuál es su procedencia?, ¿quiénes son los actores involucrados?, ¿cuál es la participación de la agricultura familiar en el abastecimiento del territorio? son algunas de las preguntas que responde este análisis. 

Una investigación que invita a mirar en lo local las oportunidades de un sistema agroalimentario territorial en capacidad de fortalecer los vínculos y relaciones que se construyen entre productores y consumidores con el mismo territorio; acortar las distancias con alimentos que, traídos desde el mismo departamento, tendrían menos posibilidad de desperdiciarse y llegar de mejor calidad a manos del consumidor; de favorecer la participación de la agricultura campesina, familiar y comunitaria brindándoles acceso a un mercado estable. Una mirada en contraposición a los modelos agroalimentarios predominantes, desconectados de los territorios. 

Así, desde que el alimento sale de las manos del agricultor hasta el consumidor, el estudio analizó las relaciones e interacciones entre todos los actores que participan de cada una de las etapas de la cadena agroalimentaria del departamento: organizaciones de agricultura familiar y empresas agropecuarias, transportistas y distribuidores, agroindustrias y comerciantes de todo tipo fueron los actores entrevistados. A la muestra se agregaron también plazas de mercado ubicadas en Buenaventura y Candelaria, Valle del Cauca; Popayán, Cauca; Pitalito, Huila; Florencia, Caquetá; y Tulcán y Lago Agrio, Ecuador, cuya participación fue identificada como relevante en la cadena. 

Oportunidades del Pacto por Colombia en Nariño: Algunos resultados del estudio 

Uno de los objetivos del Pacto por la productividad y la equidad en la región pacífico establece potencializar el desarrollo productivo según las vocaciones propias de los diferentes territorios. Para aportar a este propósito el estudio de abastecimiento agroalimentario de Nariño se configura como un instrumento clave para el ordenamiento de la producción agropecuaria del departamento. Visibiliza ventanas de oportunidad para lograr un mercado agropecuario más competitivo y sostenible desde una mirada local. 

Entre los resultados del estudio se encuentra que los alimentos de la canasta básica alimentaria que mayormente demanda Nariño de los mercados externos son el arroz (79,6%), el plátano (49%), el maíz (35%), la carne de res (29%), la cebolla (9%) y el tomate (8%). El origen: (de fuera del país) principalmente de Ecuador, seguido por Perú de donde llega la cebolla y hasta Canadá, en lo que respecta al maíz; (del interior del país) Putumayo, Huila, Quindío, Tolima, Valle del Cauca, Cauca y Caquetá.  Muchos de ellos rubros que pueden ser abastecidos en su totalidad por el propio departamento. 

Aunque el 73% de las Organizaciones de Agricultura Familiar venden sus productos localmente, tan sólo el 4% de los comerciantes del departamento tiene convenios con estas, debido a, según las encuestas, no encontrar en ellas disponibilidad de los productos que requieren, desconocer las organizaciones de productores existentes en el municipio y debido a precios de compra. Un panorama que visibiliza la necesidad de optimizar la oferta en función de la demanda, en donde esquemas de agricultura por contrato como a los que apuesta el Gobierno Nacional en el Pacto por el Emprendimiento y la Productividad, adquieren mayor relevancia. 

Sumado a lo anterior, en lo que se refiere a mercados institucionales de compras públicas de alimentos, compras que realiza el Estado a través de sus diversas instituciones y programas departamentales para proveer la alimentación de hospitales, escuelas, centros carcelarios, bases militares, entre otros, la participación de las Organizaciones de Agricultura Familiar como proveedoras directas de estos mercados en Nariño es tan sólo del 3,5% y de los comerciantes es del 5,2%. Otra oportunidad para conectar a productores con un mercado que ofrece certezas en términos de recursos y bienes requeridos, con una oferta local de alimentos frescos, diversificados y culturalmente aceptados en las dietas de su población. 

Finalmente, el estudio arroja un resultado propicio para fomentar una Juventud Naranja Rural en Nariño que lidere un sector agropecuario competitivo, pues la participación de los jóvenes en emprendimientos agropecuarios es bastante reducidaaun cuando es la principal vocación productiva del departamento. Son menores de 28 años, sólo el 8% de los integrantes de las Organizaciones de Agricultura Familiar y tan sólo el 18% de los empleados de las agroindustrias. 

Como en Nariño, los departamentos de Antioquia y Putumayo también han desarrollado estudios de sus sistemas agroalimentarios en alianza con FAO. La falta de información de los mercados en los territorios son la causa de la ineficiencia de los sistemas de abastecimiento que se expresan en cadenas de suministro extensas en distancia y en actores, así como en pérdidas económicas enormes para los departamentos.   

Procurar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios es garantizar la seguridad alimentaria actual y futura y el abastecimiento con una oferta estable, diversa, inocua y de calidad de alimentos para todos, especialmente para los más vulnerables, al tiempo que se articulan y conectan eficientemente a los territorios y a los productores con los mercados. Es una apuesta en la que todos ganan.

 

*¿Interesado en formarse en estos temas? Lo invitamos a acceder a los cursos de autoaprendizaje del Núcleo de Capacitación en Políticas Públicas de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe:

Hacia la promoción de Sistemas agroalimentarios inclusivos: Mecanismos y programas de adquisición de alimentos de la Agricultura familiar.

Políticas Públicas para la Inclusión de la Agricultura Familiar en los Sistemas de Cadenas de Valor

 

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Mónica Castaño Carvajal
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