Durante los meses de abril y mayo de 2018, el Programa Conjunto de Planes de Adaptación Agropecuarios FAO-PNUD (NAP-Ag) facilitó cuatro diálogos en las ciudades colombianas de Montería (Córdoba), Ibagué (Tolima), Valledupar (Cesar) y Manizales (Caldas). Los diálogos son pasos esenciales para actualizar la Estrategia de Adaptación de Colombia al Cambio Climático en la Agricultura, y han sido cruciales para compartir e intercambiar ideas y experiencias sobre la adaptación al cambio climático en el sector agrícola en cuatro regiones de Colombia.

Un total de 104 participantes tomaron parte en los diálogos, entre los que se encontraban representantes de asociaciones de productores agrícolas y pescadores locales, instituciones departamentales como CVS, Cortolima, Corpocesar y Corpocaldas, representantes de gobiernos locales, gremios agrícolas como Fedearroz, Serviarroz, Fedecafé, organizaciones ganaderas, centros de investigación como Corpoica, y representantes académicos como la Universidad de Caldas.

Los participantes discutieron los efectos del cambio climático en la producción y los medios de subsistencia de los agricultores, así como las experiencias en torno al desarrollo y la apropiación de medidas y acciones para enfrentar los desafíos de un clima cambiante. Además, hubo discusiones cruciales sobre las barreras y oportunidades que los productores están experimentando en sus vidas diarias, especialmente en lo que se refiere a las estrategias para desarrollar capacidad de adaptación.

Tres horizontes

El equipo de NAP-Ag utilizó la metodología Three Horizons, desarrollada por Bill Sharpe y Anthony Hodgson, y fortalecida y diseminada por la red mundial 3HUni, cuyo objetivo común es co-crear un futuro viable para todos. Esta metodología permitió al equipo de NAP-Ag Colombia dialogar y mapear las percepciones sobre:

(a) ¿Cuáles son las experiencias de los productores sobre el cambio climático y sus desafíos para mantener sus medios de vida (Horizonte 1);

(b) El futuro emergente o el sistema imaginado a partir del cual los productores pueden identificar elementos de aliento e inspiración para sustentar sus medios de subsistencia (Horizon 3);

(c) La naturaleza de las tensiones y dilemas entre las visiones del futuro (Horizonte 3) y la realidad actual (Horizonte 1). Durante este momento los participantes fueron capaces de reconocer procesos sutiles de cambio, formas de trabajo innovadoras, estrategias de adaptación que les permiten navegar entre la realidad actual y un futuro más sostenible (Horizon 2). Este punto fue crucial para las estrategias de pensamiento y co-creación para fortalecer la capacidad de adaptación de los productores.

A lo largo de los diálogos, los participantes reconocieron los impactos económicos de los eventos climáticos extremos, así como los cambios climáticos más graduales. También expresaron su preocupación por las pérdidas materiales, ecosistémicas y culturales que están experimentando en sus territorios.

Los participantes estuvieron de acuerdo con la urgencia de la formulación del plan nacional de adaptación para el sector agrícola en Colombia. Sin embargo, los productores expresaron cautela con respecto a los desafíos que las instituciones colombianas tienen en la implementación de planes a nivel local. Creen que uno de los desafíos importantes de Colombia es la capacidad institucional para ir más allá de la idea de "el plan" y llevarlo a acciones reales para promover e implementar opciones y estrategias reales para desarrollar la resiliencia dentro del sector agrícola.

Del mismo modo, los productores pidieron más información local sobre los riesgos climáticos y sus riesgos y vulnerabilidades económicos relacionados. Desde una perspectiva más estructural, expresaron la urgencia de repensar las formas de desarrollo agrícola, educación, distribución de alimentos, acceso a la tierra, sistemas financieros y créditos agrícolas para un futuro más sostenible y equitativo. La participación de las personas en estos diálogos fue valiosa y generosa, principalmente cuando compartieron detalles sobre prácticas locales que están fortaleciendo la capacidad de adaptación de los productores agrícolas. Estos diálogos para el Programa NAP-Ag fueron una gran oportunidad para abrir espacios seguros para identificar ideas esenciales para el diseño y la formulación del plan nacional de adaptación para el sector agrícola.


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