Agricultura de conservación

En esta sección se proporciona información sobre la aplicación práctica de los principios de protección del suelo y agricultura que ahorra recursos en diversos países y regiones.

Lesotho

En Lesotho, los agricultores de subsistencia han logrado impulsar los rendimientos agrícolas y aumentar la producción alimentaria mediante la adopción de técnicas de agricultura de conservación. La práctica utilizada, adaptada a las condiciones locales y conocida como likoti, contribuye asimismo a combatir la erosión del suelo y a mejorar la fertilidad. Desde mediados de la década de 1970, el rendimiento del cultivo de maíz ha caído desde una media de 1 400 kg por hectárea a la cifra actual de 450-500 kg/ha en la mayoría de los distritos. A pesar de su mal rendimiento, la agricultura sigue siendo una fuente principal de sustento para la gran mayoría de hogares que practican la agricultura de subsistencia. En el marco de una iniciativa de la FAO, se hizo un seguimiento de dos submuestras de poblaciones (117 agricultores practicantes de técnicas de agricultura de conservación y 112 agricultores “convencionales”, en total, 229) a través de una encuesta por hogares llevada a cabo en las llanuras occidentales y en las tierras altas sudorientales de Lesotho.

La ONG local Growing Nations introdujo primero la práctica likoti en Tebellong (una difícil zona montañosa en las tierras altas sudorientales del distrito de Qacha’s Nek). Se estableció un sistema de cuencas de siembra adaptado a las condiciones locales y se empezó a promocionar con el nombre en sesotho de likoti, que significa “agujeros”. Desde 2002, esta práctica ha suscitado el interés de otras organizaciones no gubernamentales y organizaciones internacionales, entre ellas, la Cruz Roja alemana, la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que han apoyado su propagación por todo el país. El método likoti consiste en cavar hoyos de unos 15 × 30 cm de diámetro y 15 a 20 cm de profundidad (o más pequeños) en una cuadrícula de 75 × 75 cm. En cada cuenca se coloca una pequeña cantidad de fertilizante (inorgánico u orgánico) y semillas (el número depende de la densidad de siembra deseada) y se cubre con tierra. Además, los agricultores deben dejar suficientes residuos de cultivos sobre el campo a modo de recubrimiento orgánico, y deben practicar asimismo la rotación de cultivos o el cultivo intercalado. La temporada siguiente, los agricultores deben sembrar en los mismos hoyos sin remover la tierra. Aunque la técnica likoti se empleó inicialmente en la producción de maíz y frijoles, algunos agricultores innovadores la han utilizado para producir otros cultivos como girasol, sorgo, patata y tomate.

El análisis de los datos de la encuesta reveló que la adopción de la técnica likoti ha aportado ventajas significativas en comparación con las prácticas de labranza tradicionales. Las más importantes son:

  • Aumento de la productividad agrícola debido a una mayor eficiencia en el uso de insumos y otros recursos.
  • Mayor sostenibilidad ambiental debido a una mejora de la estructura del suelo y un aumento de la fertilidad.
  • Mayor sostenibilidad social debido a la accesibilidad de la tecnología para todas las clases sociales, incluidas las más vulnerables

Los beneficios socioeconómicos y ambientales ayudan a los hogares pobres a rehabilitar y fortalecer su base principal de subsistencia, y en última instancia ayudan a las comunidades rurales a crear un sistema de resiliencia frente a la pobreza generalizada y el aumento de la vulnerabilidad que padece el país.

Al comparar el valor de la producción con los costos de los insumos se comprobó que los agricultores que habían producido maíz con la técnica likoti en Qacha’s Nek obtuvieron beneficios, mientras que los que habían utilizado el arado obtuvieron pérdidas. En Butha-Buthe, el promedio de los beneficios obtenidos por los agricultores que adoptaron técnicas de agricultura de conservación duplicó el obtenido por los agricultores que emplearon tracción animal, y casi cuadruplicó el obtenido por los agricultores que utilizaron tractores.

Los resultados demuestran que recibir una formación adecuada es un requisito previo fundamental para la correcta adopción de la técnica likoti. No obstante, la formación es más efectiva cuando los formadores promueven una verdadera participación y cuando el capital social entre los agricultores es más sólido. Otros factores determinantes importantes para la adopción de esta técnica son el nivel de educación y los incentivos económicos proporcionados a los hogares vulnerables. Por lo tanto, un mayor apoyo normativo e institucional en todos estos ámbitos contribuiría a superar los obstáculos culturales y en materia de recursos que limitan el potencial de aprovechamiento pleno de la técnica likoti, y que en última instancia entorpece que se siga extendiendo a todo el país.