Agricultura de conservación

Diversificación de especies

Rotación de cultivos

La rotación de cultivos no solo es necesaria para proporcionar una “dieta” variada a los microorganismos del suelo, sino también porque, al arraigar en diferentes profundidades edáficas, los cultivos pueden explorar diferentes capas del suelo en busca de nutrientes. Los nutrientes que se han lixiviado a capas más profundas y ya no están disponibles para el cultivo comercial pueden ser “reciclados” por los cultivos en rotación. De este modo los cultivos de rotación funcionan como bombas biológicas. Además, la diversidad de cultivos en rotación genera una flora y fauna edáfica diversa, ya que las raíces segregan diferentes sustancias orgánicas que atraen diferentes tipos de bacterias y hongos, que a su vez desempeñan una importante función en la transformación de estas sustancias en nutrientes disponibles para las plantas. La rotación de cultivos tiene también una importante función fitosanitaria, puesto que previene la transmisión de enfermedades y plagas específicas de un cultivo al cultivo siguiente por vía de los residuos de la cosecha.

Efectos de la rotación de cultivos:

  • Mayor diversidad en la producción vegetal y, por consiguiente, en la nutrición humana y animal.
  • Reducción y menor riesgo de infestaciones por plagas y malezas.
  • Mayor distribución de conductos o bioporos creados por diversas raíces (diferentes formas, tamaños y profundidades).
  • Mejor distribución del agua y los nutrientes a través del perfil del suelo.
  • Exploración de las diferentes capas del perfil edáfico por parte de las raíces de las distintas especies vegetales en busca de nutrientes y agua, lo que se traduce en un mayor uso de los nutrientes y el agua disponibles.
  • Incremento de la fijación del nitrógeno a través de determinados simbiontes de la biota planta-suelo, y un mejor equilibrio de N/P/K, tanto de fuentes orgánicas como minerales.
  • Aumento en la formación de humus.

Medios y prácticas:

  • Diseño y aplicación de rotaciones de cultivos de acuerdo con los diferentes objetivos: producción de alimentos y forraje (granos, hojas, tallos), producción de residuos, control de malezas y plagas, absorción de nutrientes y mezcla biológica o cultivo subsuperficial, etc.
  • Uso de semillas adecuadas y/o mejoradas para la obtención de altos rendimientos así como una elevada producción de residuos de las partes aéreas y subterráneas, según las condiciones del clima y el suelo.