A través de un intercambio de experiencias, mujeres pescadoras de distintos países del Caribe comparten ideas de innovación y equidad de género.

La FAO promueve que mujeres y hombres gocen de los mismos derechos y oportunidades. 

El reconocimiento del papel de la mujer en la seguridad alimentaria, empleo decente, bienestar de las comunidades marino costeras, conservación de los recursos pesqueros y aporte a la economía familiar, propicia el intercambio de experiencias de 8 mujeres del Caribe y de Costa Rica, en pesquerías de pequeña escala.

 “Esperamos que esta Cooperación Sur – Sur Triangular, entre Costa Rica, el Caribe y la FAO, sea efectiva, para que puedan aportar y aprender de estas experiencias para lograr impulsar a más mujeres a participar en organizaciones pesqueras que promuevan esta importante labor”, comentó Octavio Ramírez, Coordinador Residente de la FAO en Costa Rica.

 Representantes de Belice, Barbados, St. Kitts and Nevis y Grenada visitarán las comunidades marino costeras de Tárcoles, Chomes y Limón para reforzar el proceso de empoderamiento personal, económico y organizativo de las mujeres en la pesca y así replicar estas experiencias, en sus respectivos países. A su vez, las líderes de Tárcoles, Chomes y Limón, recibirán de las mujeres del Caribe su visión e ideas innovadoras.

 Gustavo Meneses, Presidente Ejecutivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), enfatizó que desde los Gobiernos es importante impulsar el desarrollo y el posicionamiento de la voz de la mujer para lograr alcanzar con éxito los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

 Dentro de las actividades principales de este encuentro las visitantes conocerán la Cooperativa Molusqueras de Chomes R.L. (CoopeMolus-Chomes), compuesta por un grupo de 40 mujeres, dedicadas a la extracción de moluscos en una comunidad que ha demostrado un buen nivel organizativo a favor de sus derechos, la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.

 El hito histórico de las mujeres de la Comunidad de Chomes

 En el 2016 las mujeres molusqueras de Chomes, presentaron ante el Gobierno de Costa Rica un plan participativo de aprovechamiento del recurso del molusco en el manglar, con el propósito de obtener un reconocimiento de sus derechos, empleo decente y acceso a un seguro social.

 “Costa Rica es un ejemplo en la lucha por los derechos de las mujeres pescadoras, mediante la implementación de las directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala, lo que ha fortalecido e impulsado el admirable trabajo de las mujeres de la comunidad en Chomes”, destacó Susana Siar, Oficial de la Industria Pesquera de la FAO en Roma.

 Estas mujeres han sido apoyadas por el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), la Cooperativa Autogestionaria de Servicios Profesionales para la Solidaridad Social (COOPESOLIDAR R.L.), organizaciones de la sociedad civil y el Proyecto de Gestión y Ordenamiento Sostenible de la Captura Incidental de las Pesquerías de Arrastre en América Latina y el Caribe (REBYC-II-LAC), el cual cuenta con el apoyo técnico de la FAO.

 Según el Presidente Ejecutivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura, el Gobierno rescata el valioso papel de la mujer en el desarrollo del país, debido a que es un eje transversal de la política que se ejecuta a través de todas las instituciones públicas.

 Por medio de este intercambio se va a generar una retroalimentación que aportará mejoras en los programas, proyectos y políticas de pesca en pequeña escala con enfoque de género y gobernanza.

 El reto de promover la igualdad de género en el sector pesquero

 El trabajo de las mujeres en las pesquerías de pequeña escala contribuye al mantenimiento de la pesca artesanal, la seguridad alimentaria, el bienestar de las comunidades y la erradicación del hambre y la pobreza.

 Según la FAO, tanto las mujeres como los hombres deben gozar de los mismos derechos, contar con las mismas condiciones de trabajo y remuneración económica a fin de garantizar que sus intereses y necesidades estén adecuadamente protegidos y satisfechos.

 A pesar de que Costa Rica es líder en la defensa de equidad de género en América Latina, todavía hay muchas mujeres costarricenses que se dedican a la pesca y reciben menor salario que los hombres, reflejando una brecha de género que afecta el ingreso económico de la mujer y su familia.

 Las directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala (DPPE), constituyen el primer instrumento acordado a nivel internacional dedicado íntegramente al sector pesquero artesanal.

 En las DPPE, se enfatizan los derechos de las mujeres, con el firme propósito de alcanzar la igualdad de género en el contexto de las pesquerías de pequeña escala. En el capítulo de equidad, se establece que la incorporación de la perspectiva de género debe ser parte integral de las estrategias de desarrollo de pesca artesanal. También, señala que las estrategias requieren enfoques diferentes en diversos contextos culturales y deben cuestionar las prácticas discriminatorias contra las mujeres.

 Según las directrices, los Estados deben garantizar que las mujeres participen en los procesos de toma de decisiones y puedan acceder a recursos físicos y de capital para desarrollar su propio emprendimiento, con el objetivo de satisfacer sus necesidades y aspiraciones.