FAO en Cuba

La agricultura de conservación incrementa resistencia de los sistemas agrícolas

Foto: Alberto Medina Cruz (Tomada de www.uci.cu)
27/05/2015

En alrededor de 157 millones de hectáreas se aplican hoy experiencias de agricultura de conservación, con fines productivos y de sostenibilidad, expresó  el Doctor Theodor Friedrich, representante en La Habana de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en conferencia impartida en la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana.

"En el mundo predomina aún la agricultura de alto consumo, pero es necesario transitar a un nuevo paradigma para poder aumentar la productividad con manejo racional de los recursos naturales", dijo el diplomático en su presentación Concepto y funcionamiento de la Agricultura de conservación.

El Sr. Friedrich significó que la intensificación sostenible de la agricultura aprovecha procesos naturales para mayor producción y reduce la huella de impacto ambiental por debajo de la capacidad de recuperación del entorno.

En este mismo sentido agregó que se habla también de la Agricultura climáticamente nteligente, que aumenta la resistencia de los sistemas agrícolas, reduce la vulnerabilidad de los agricultores y facilita la adaptación a climas extremos.

Entre otros elementos el Representante de la FAO en la Isla recalcó que si logramos despertar más curiosidad en las personas y mayor confianza para entrar en esa agricultura, podremos avanzar más.

Se trata, en esencia, de incorporar progresivamente un grupo de técnicas y prácticas agrarias encaminadas a mejorar, conservar y hacer un uso más eficiente de los recursos naturales, mediante el manejo adecuado del suelo, agua, agentes biológicos e insumos externos.

Válida para todos los cultivos y con alternativas que permiten emplear desde la siembra manual y la tracción animal, hasta el uso adecuado de equipos y maquinarias, esa agricultura le concede alto valor a la sabiduría campesina bien combinada con la ciencia, alerta contra el uso nocivo de la labranza mecánica, busca reducir la erosión, degradación y contaminación, aumentar la biodiversidad e incrementar los rendimientos y volúmenes productivos, sin perjuicio para el medio ambiente, finalizó Friedrich.