FAO en Cuba

Naciones Unidas acompaña acciones nacionales para disminuir obesidad y sobrepeso

Foto: Liliana Jiménez OPS/OMS
14/02/2017

Visibilizar el vínculo entre salud alimentaria y agricultura sostenible y sensibilizar sobre cómo más soberanía alimentaria conducirá a una alimentación más sana y segura, fueron los temas que centraron los debates del panel “Obesidad y sobrepeso. Un problema de América Latina y el Caribe”, convocado por las Representaciones de la OPS/OMS y FAO en Cuba y la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), en el contexto de la Feria del Libro de La Habana.

En sintonía con el Objetivo de Desarrollo Sostenible No. 2 “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”, el panel abordó la tendencia al sobrepeso y la obesidad en América Latina y el Caribe, incluyendo Cuba, como reveló el último Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de la región correspondiente al año 2016.

La Dra. Santa Jiménez, del Centro de Nutrición e Higiene de los Alimentos, del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología (INHEM), explicó que la obesidad es una de las principales enfermedades no declaradas y se ha convertido en un problema global, el cual requiere de estrategias locales para su control, en tanto muchos hogares presentan la doble carga de morbilidad de desnutrición y sobrealimentación.

Al respecto, Jiménez comentó que hace falta intervenir en el problema de manera integral, desde la embarazada, incluyendo las edades más tempranas, con acciones en el ámbito escolar, en la familia y también en el espacio comunitario. Específicamente, llamó a implementar las guías alimentarias, a estimular la actividad física desde la niñez y a incrementar la disponibilidad de frutas y vegetales, con atención en la tendencia de los precios de estos productos de cara a los consumidores.

La experta precisó que es imprescindible realizar campañas públicas para educar sobre nutrición saludable y el vínculo entre las enfermedades crónicas no transmisibles y el sobrepeso.

“No es un problema trivial”, agregó la Dra. Jiménez, a la par que recomendó agilizar políticas públicas que promuevan marcos legislativos y regulatorios para el control, por ejemplo, de los azúcares, a la par que recordaba que Naciones Unidas ha declarado el periodo 2016-2025 como decenio de acción sobre la nutrición.

Por su parte, el Representante de la FAO en Cuba, Dr. Theodor Friedrich, abundó sobre cómo en América Latina, con los avances en materia de reducción del hambre y la desnutrición, también avanzan la obesidad y el sobrepeso. Expuso que cerca del 58 % de los habitantes de la región vive con sobrepeso (360 millones de personas), mientras que la obesidad afecta a 140 millones de personas, el 23% de la población regional. En el caso de Cuba también es notable la prevalencia de sobrepeso, con un 59 %, en tanto la obesidad alcanza ya un 25%.

Para el Dr. Friedrich es imprescindible comprender que una agricultura sostenible puede influir en la salud alimentaria. Cuando existen cadenas de valor muy largas para los productos agrícolas, la tendencia es a importar alimentos, generalmente procesados, que no tienen en muchos casos calidad desde el punto de vista nutricional.

Celebró que el Programa Nacional de Agricultura Urbana y Suburbana ha tenido un efecto en el incremento del consumo de vegetales en Cuba, pero todavía existe una ingestión alta de azúcares y grasas. “Así, en la medida en que tengamos más soberanía alimentaria, comeremos de manera más balanceada, sana y segura”, valoró.

Durante el debate, Esteban Llorach, de la UNEAC, recomendó hacer alianzas con las revistas juveniles y los historietistas para llevar los conocimientos relacionados con la nutrición a los niños y jóvenes de manera atractiva.

El Representante de la FAO consideró que no solo hay que ofrecer información, sino hacer acciones prácticas. Puso el ejemplo de Las Terrazas, donde el restaurante vegetariano El Romero trabaja con un círculo de interés integrado por niños, quienes aprenden a consumir vegetales y con eso se interviene en la creación de un gusto, pues no se puede olvidar los aspectos culturales de la alimentación.

Por su parte, Fermín Quiñonez, director general de la Asociación Cubana de Naciones Unidas, dijo que el enfoque cubano para combatir la obesidad no es nuevo, pero que a veces no están todos los recursos para sistematizar en el tiempo una visión integradora y multidisciplinaria. Así, enfatizó en el reto de aunar la labor de organismos como el Ministerio de Educación, de Salud o de la Agricultura, con los proyectos sociales comunitarios y los centros de comunicación para accionar en la meta de lograr una alimentación más responsable. (Iramis Alonso FAO/Cuba)