FAO en Cuba

Enfrentar la sequía con manejo sostenible del agua y el suelo

Foto: @FAOCuba/Marianna Stori
24/03/2017

“No vamos a resolver los problemas con el abasto y gestión del agua si no vemos de conjunto el problema del suelo”, declaró el Representante de la FAO en Cuba, Dr. Friedrich a propósito de su conferencia “Recursos hídricos. El papel del manejo sostenible de tierras”, durante el evento internacional Cubagua 2017 celebrado en La Habana.

El también experto en Agricultura de Conservación comentó que el balance hídrico está en peligro, debido a las afectaciones en los niveles del manto freático, lo cual tiene que ver no solo con la reducción de las precipitaciones sino con las altas pérdidas de agua por escorrentía y evaporación, por un enfoque agrícola y del riego inadecuados.

Este fenómeno es similar a lo que ocurre en el resto del mundo. En China, el 70 por ciento de la contaminación tiene que ver con la agricultura y estudios realizados en la prensa Itaipú en Brasil han permitido comprobar que el aumento de los nitratos y fosfatos en el agua coincide con los períodos más intensos de labranza.

El Dr. Friedrich comentó que una buena gestión del recurso en la agricultura implica necesariamente dejar a un lado la labranza del suelo. “En los suelos arados se pierden los macroporos que conectan la superficie con el acuífero y con este se hace casi imposible la infiltración del agua. Como resultado se incrementa la escorrentía superficial del agua. Así, se pierde agua, se pierde suelo e insumos”, dijo.

También explicó que en el cultivo del arroz los problemas se agravan porque el fangueo destruye toda la estructura del suelo, sella el subsuelo con lo cual el acuífero no puede recargarse. De manera adicional, la descomposición de la materia en condiciones anaeróbicas provoca la emisión de gas metano.

Al referirse a las respuestas convencionales a estas problemáticas, el Dr. Friedrich dijo que en el caso de las terrazas o barreras vivas aunque retienen el suelo no resuelven la pérdida de agua; las represas de captación por su parte impiden las inundaciones y captan la lluvia pero no rellenan los acuíferos y en el caso de los pozos de infiltración, que funcionan con la escorrentía superficial, conllevan un gran peligro porque el agua puede llegar contaminada.

La respuesta ideal, aseguró el Representante de la FAO en Cuba es la tecnología que aporta la Agricultura de Conservación. Un suelo no labrado, cubierto y donde hay diversidad de cultivos, ya sea por rotación o asociación, mantiene intactos los macroporos por donde el agua llega hasta el manto freático, después de filtrarse por el proceso biológico natural, al estilo de lo que ocurre en los bosques.  Así se reduce la evaporación, la salinización y se incrementa la adaptación a la sequía.

“La solución de los problemas con los recursos hídricos no será posible sin un manejo sostenible de suelos” concluyó. (Iramis Alonso Porro/FAOCuba)