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5.  DEBATE Y CONCLUSIONES

En la sección introductoria de este documento manifestamos nuestra intención de evaluar este sistema de concesión teniendo en cuenta los dos beneficios potenciales que Christy (1983) opina que pueden obtenerse con los derechos de uso territorial en la pesca, o sea, TURF. Estos son el potencial para (1) aumentar la eficacia económica de la utilización del recurso en la forma de rentas positivas y (2) mejorar el bienestar de las comunidades pesqueras.

Contestar el segundo punto es algo más problemático. Si bien es cierto que la mayoría de las comunidades utilizan los ingresos obtenidos con la concesión para salarios de los empleados municipales que supuestamente prestan servicios a la comunidad considerada en conjunto, los recogedores de alevines, la mayor parte de los cuales son pescadores que trabajan a tiempo parcial, se ven afectados de dos maneras. En primer lugar, considerados como grupo, los recogedores de alevines reciben un precio por sus capturas que es inferior al que podrían haber obtenido si no hubiera concesionarios, sin embargo, ésto se compensa por una reducción en sus gastos medios porque la competencia reducida de otros recogedores contribuye a aumentar las capturas medias por unidad de esfuerzo. Los recogedores de alevines constituyen un grupo heterogéneo con distintos gastos medios de operación, y los que tienen mayores costos de oportunidad se dedicarán en otros lugares a empleos alternativos. Los niveles reducidos de empleo en estas actividades serán compensados por los aumentos en otros sectores que absorben a los recogedores que dejan su trabajo.

Símbolo Precio medio 1976
 Sin ponderarPonderado
Poly Precio recibido por recogedores no cooperativosP 22,6P 20,6
Tri Precio recibido por recogedores cooperativos   35,8   30,7
Square Precio recibido por los concesionarios   62,3   41,1
Figura 3

Figura 3  Precios de los alevines: Provincia Antique 1976–77 Fuente: Smith (1981) con permiso del editor

Cuadro 3

Ingresos y gastos de los recogedores de alevines, 1976
 Total parcialTotal
 (P)(P)
Ingresos de la venta de alevines:  
Alevines de sabalote (promedio 38 200 alevines por familia al precio medio de P 21,9/000)
837,0 
Alevines que no son de sabalote (camarones)
 25,0 
Ingresos totales: 862,0
Gastos de explotación:  
Derechos no municipales
  1,2 
Tarifa de vehículos
  6,4 
Reparación del equipo de recogida
  5,5 
Varios (combustible para bancas y para linternas, reparación de bancas)
 16,5a 
Bolsas de plástico y materiales para atar
  0,5 
 30,1 
Depreciación:  
Equipo de recogida
50,2 
Banca
  12,4a 
Cubetas/cubos
18,7 
Varios (por ejemplo, linternas)
  4,0 
 85,3 
Gastos totales: 115,4
Ingresos netos (ingresos totales menos gastos totales): 746,6
Número medio de días-hombre familiares dedicados a la recogida
 133,6
Ingresos medios por día-hombreb
    5,60

a  Sólo un 2 % de los recogedores de alevines utilizaron bancas (canoas) en sus actividades

b  Incluye los ingresos de las inversiones de los recogedores

Fuente: Smith (1981a) con permiso del editor

Símbolo Precio medio 1976
 Sin ponderarPonderado
Poly Precio recibido por los recogedoresP 21,6P 21,1
Tri Precio recibido por los concesionarios (interregional)   41,4   42,1
Square Precio pagado por los piscicultores locales   62,6   63,2
Figura 4

Figura 4  Precios de los alevines: Ciudad de Cagayan de Oro 1976–77 Fuente: Smith (1981) con permiso del editor

Cuadro 4

Gastos e ingresos del concesionario 1976
 Total parcialTotal
 (P)(P)
INGRESOS:  
Ventas de alevines de sabalote (promedio 4 201 000 alevines a P 52,73 por millar)a
221530
 
Ventas de alevines de camarones
3851
 
Valor de los alevines de sabalote conservados para propio uso
5214
 
Ingreso total
 
230595
COSTE DE ARTICULOS VENDIDOS:
 
 
Alevines de sabalote (4 193 000 a P 26,66 por millar)a
111788
 
Alevines de camarón
2164
113952
Ingreso neto:
 
116643
GASTOS:  
Fijos:
 
 
Derecho de concesión
56184
 
Otros permisos/impuestos/licencias
76
 
Relaciones públicas de concesión
439
 
Gastos totales fijos: 56699
Explotación:  
Viajes de negocios
2 969
 
Piensos (huevos)
45
 
Repuesto de oxígeno
141
 
Bolsas de plástico
1044
 
Bolsas pandan
528
 
Materiales para amarrar
57
 
Alquiler de vehículos
599
 
Alquiler de bancas
601
 
Fletes
4 229
 
Permiso de transporte BFAR (factura auxiliar)
189
 
Ingresos de contenedores vacíos
590
 
Alquiler oficina/almacén
209
 
Comunicaciones
217
 
Servicios públicos (electricidad/agua)
36
 
Querosene/gasolina/aceite
1 017
 
Representación/impuestos oficiosos
1 149
 
Regalos para los recogedores
409
 
Reparación de equipo
1 796
 
Deudas
7 193
 
Varios (suministros de oficina, alimentos y alquiler de equipo)
1425
 
Mano de obra de comisión
15498
 
Mano de obra ocasional (salario diario)
243
 
Mano de obra asalariada (salario mensual)
3496
 
Intereses
2 962
 
Gastos totales de explotación: 46641
DEPRECIACION:  
Aparejos de recogida (redes)
1 464
 
Embarcaciones (bancas)
434
 
Equipo de recogida diverso
242
 
Equipo y contenedores de almacenamiento
733
 
Materiales de transporte
537
 
Vehículos
889
 
Edificios (almacenes, oficinas)
666
 
Depreciación total: 4 965
Costes totales: 108305
INGRESOS NETOS: (Ingreso neto menos costes totales)  
Representa los réditos del capital del concesionario, mano de obra (82 días-hombre), mano de obra familiar sin pagar (27 días-hombre), administración y riesgos
 8338b
Ingresos netos como porcentaje de ventas
 3,6%

a  Es práctica aceptada de los vendedores (incluidos los recogedores de alevines), dar a los compradores “gratuitamente” un número determinado de alevines. Forma parte del proceso de negociación (aunque frecuentemente impuesto por los concesionarios) con los recogedores de alevines que, generalmente, tienen que facilitar a los concesionarios una bonificación automática que llega hasta el 20 % y éstos a su vez conceden otra también automática promedia del 10 % a sus compradores. Así, el concesionario paga a los recogedores las 1 000 unidades de alevines pero efectivamente recibe 1 200 unidades. La finalidad de esta concesión automática o “pasobra”, como se denomina, es dar una bonificación anticipada para contrarrestar la mortalidad prevista que se produce durante la fase siguiente en la cadena de comercialización. No obstante, la mortalidad media acertada de los alevines, mientras están en posesión de los concesionarios, sólo fue del 5,8 %, cifra considerablemente inferior a la del 20 % concedida por los recogedores. Incluso después de concertar la “pasobra” que los concesionarios dan a los compradores, aquéllos pueden vender una porción de los alevines “libres” que adquieren de los recogedores y, en consecuencia, por término medio venden mayores cantidades de las que compran

b  De los 27 concesionarios a partir de los cuales se acopiaron datos completos sobre costes e ingresos, 17 experimentaron pérdidas en 1976 y 10 tuvieron ingresos netos positivos

Fuente: Smith (1981) con permiso del editor

Conviene destacar que este equilibrio resultante en el marco laboral no tendrá repercusiones en los bajos ingresos medios existentes si hay algunas oportunidades de empleo en la economía rural en la vecindad de los caladeros de alevines (esto supone que la inmovilidad laboral limita las oportunidades de empleo en la economía rural). Sin embargo, el acceso libre a un caladero de alevines no hará rico a ninguno, porque todos los ingresos para la mano de obra que son superiores al coste de oportunidad social de ésta se disiparán con los crecientes esfuerzos de recogida por parte de los nuevos participantes que se verán atraídos por la existencia de estos ingresos superiores. En consecuencia, el acceso libre no crea riqueza, sino que más bien hace que la municipalidad empeore. La única forma de aumentar los ingresos procedentes de la recogida de alevines a largo plazo es mediante la generación de empleo en otros sectores, de tal forma que el coste de oportunidad social de la mano de obra aumente (véase Smith, 1981; y Panayotou, 1983 para conocer más acerca de este argumento). En tanto en cuanto se mantenga la naturaleza de acceso libre de la recogida de alevines y se disipen las rentas del recurso, este sector no podrá aumentar el costo de oportunidad social y, en consecuencia, los ingresos de la mano de obra de la economía rural de la cual forma parte la recogida de alevines.

Esta conclusión nos lleva a una segunda posible solución para aumentar los ingresos o beneficios de los recogedores de alevines mediante pagos de transferencia a su favor. La mayoría de las comunidades pesqueras ribereñas se componen de poblados pesqueros y no pesqueros. En la medida en que un sector primario de la municipalidad queda diversificado, parte o la mayoría de los ingresos obtenidos con la actividad pesquera mediante los derechos de concesión pueden utilizarse en beneficio de los hogares no pesqueros. El grado en que esto sucede depende de la decisión de los funcionarios municipales relativa a los pagos de transferencia y asignación del presupuesto municipal que es evidentemente parte de una decisión política con consideraciones de equidad. Se podría argüir, indudablemente, que como las comunidades dedicadas a la recogida de alevines pueden beneficiarse de la autoridad municipal y de los servicios posibles con el derecho de concesión, están en mejores condiciones económicas que cuando las rentas del recurso se disipan en condiciones de acceso libre. Sin embargo, los ingresos obtenidos con la concesión de alevines no benefician necesariamente a las comunidades pesqueras en relación con otras que no lo sean, porque depende de las decisiones de asignación presupuestaria que tome la municipalidad.

La cuestión fundamental es ¿quién el propietario del recurso? de acuerdo con el derecho filipino, en los derechos de uso territorial para la recogida de alevines de sabalote, evidentemente es la municipalidad la propietaria y, en consecuencia, obtiene las rentas del recurso. Los otros participantes en el sistema - concesionarios y recogedores de alevines - sólo obtienen sus costes de oportunidad social. Como se admite que los recogedores no obtienen ningún beneficio especial del sistema de concesión, se ha argumentado que este sistema debería suprimirse (Deanon, Ganaden y Llorca, 1974). Como estos argumentos se basan en el supuesto sin fundamento de que los concesionarios se hacen ricos con este sistema, ignoran los beneficios que se derivan para las municipalidades.

Una segunda propuesta ocasionalmente presentada, es formar cooperativas de recogedores de alevines y permitirles que administren la concesión. Durante mediados de los años setenta hasta finales del mismo decenio, en realidad, una cooperativa se dedicó a administrar los caladeros de alevines de San José en Antique, mediante un derecho de concesión reducido establecido por la municipalidad. Los mayores precios que recibieron los recogedores que son miembros de la cooperativa pueden observarse en la Figura 3. Estos mayores precios fueron posibles porque la municipalidad en cuestión “compartió” la propiedad del recurso con los recogedores, aceptando unos derechos de concesión más bajos de los que probablemente hubieran regido en el marco de la licitación pública (véase el Cuadro 1). Por desgracia, esta cooperativa ya no existe, como consecuencia de una mala administración. Más recientemente, otros dos caladeros de alevines en Antique (Laua-an y Belison) han sido concedidos a cooperativas. Ambos fueron concedidos después de una licitación pública frente a postores privados y ambos han obtenido los fondos para su derecho de concesión del programa de subsistencia Kilusang Kabuhayan y Kuanlaran (KKK) del gobierno nacional.

Por desgracia, las expectativas para estas cooperativas pueden ser demasiado altas. Si una cooperativa debe licitar competitivamente para obtener una concesión, no se puede predecir que tenga más éxito que los concesionarios privados en lo relativo a aumentar el bienestar de los recogedores de alevines, porque la renta del recurso todavía se acumulará en la municipalidad que es la propietaria del recurso. La cooperativa puede lograr ciertos ahorros de costes, particularmente si los costes normativos son inferiores a los que hubieran tenido los concesionarios privados tratando de ejecutar sus derechos de monopsonio.

En conclusión, el sistema de concesión parece capaz de producir mayores rentas del recurso pero sólo podrá aumentar el bienestar de los recogedores de alevines si se puede compartir la propiedad del recurso con las municipalidades. Este “reparto” podría ser en forma de derechos de concesión subvencionados para las cooperativas de recogedores o una mayor proporción de los ingresos de la concesión invertidos por las municipalidades en poblados para la recogida de alevines y en otros no dedicados a este fin.


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