Aunque publicado bajo un solo nombre, este libro es el producto del trabajo de muchas personas. Los conocimientos se han adquirido no sólo por los científicos que trabajan en el tema como problema académico, sino también gracias a los pescadores que confían en su ingenio para adquirir sus alimentos. Durante los viajes realizados a muchos ríos del mundo y sobre sus aguas, me he beneficiado de la amistad y la cooperación de muchas personas que trabajan directamente en las pesquerías aquí descritas, con quienes tengo una enorme deuda. Los científicos y los administradores de pesquerías de muchos países han contribuido considerablemente a este trabajo en reuniones técnicas de varios tipos, incluidos los grupos de trabajo de los órganos regionales de pesca de la FAO relativos a las aguas continentales. En el acopio y la interpretación de esa información me han estimulado enormemente mis colegas del Departamento de Pesca de la FAO, sin cuya ayuda y aliento difícilmente habría terminado la obra. Hay que agradecer particularmente, a este respecto, las muchas horas que una serie de secretarios y secretarias han dedicado a la preparación material del libro.
