Página PrécedenteÍndicePágina Sucesiva

Capítulo 5
Determinación de los servicios a transferir

RESUMEN

En una fase temprana del proceso de planificación, los planificadores y los agentes implicados deberían enfrentarse a la cuestión de los servicios de gestión a transferir. Esta cuestión tiene tres partes: 1) ¿Qué servicios deberían ser transferidos?, 2) ¿Qué servicios se deberían mantener en el gobierno? y 3) ¿Qué otros servicios se deberían suministrar? El presente capítulo da algunas orientaciones para enfrentarse a dichas cuestiones.

La gestión se puede transferir para el sistema de riego completo o sólo en ciertos niveles. Un sistema sencillo podría estar gestionado por diferentes organizaciones. Un ejemplo de ésto sería la denominada "gestión conjunta" de los sistemas de riego, donde una agencia gubernamental gestiona los canales principales y secundarios y las asociaciones de agricultores gestionan los canales de distribución y de finca.

La experiencia en los sistemas de riego duraderos y gestionados localmente muestra que existen cuatro tipo de funciones básicas e inseparables, que deberían ser manejadas por una entidad que esté encargada de suministrar el servicio de aguas. Éstas son: operación, mantenimiento, financiación y resolución de disputas.

El servicio a transferir debería ser definido claramente, de forma que sea medible (cuando sea posible) y entendido por el proveedor del servicio de aguas y el usuario. El servicio básico de aguas es el suministro de agua y/o evacuación del exceso de agua. Las definiciones de servicio podrían incluir también objetivos sobre la calidad del agua, el uso doméstico, etc.

La experiencia muestra que las AUA se convierten a menudo en multifuncionales cuando se trata de riego a pequeña escala. En grandes sistemas de riego, el entorno más exigente podría requerir que la entidad se centre en el servicio de aguas exclusivamente, mientras que otras organizaciones se encargan de los servicios agrícolas. A través de una planificación estratégica efectiva, la TGR puede representar una excelente oportunidad para modernizar la finalidad y los objetivos del servicio de aguas, además de transferir la responsabilidad del suministro de agua.

La revisión previa de las deficiencias en la gestión del riego debería proporcionar a los planificadores una idea acertada sobre los principales problemas de la gestión y en qué niveles se producen. El paso siguiente sería determinar:

Estas cuestiones se tratan a continuación.

¿A qué nivel hidráulico se debería transferir la gestión?

A continuación se citan las cuestiones principales para determinar a qué nivel hidráulico se debería transferir la gestión:

FIGURA 2
Funciones del servicio de aguas en la cuenca hidrológica y el sistema de riego

El agua puede ser gestionada en el ámbito de la cuenca hidrológica, de la red del canal principal, secundario, terciario del sistema de riego, en las fincas o en el sistema de drenaje. La Figura 2 identifica las funciones del servicio de gestión que se llevan a cabo en los diferentes niveles hidráulicos, desde la cuenca del río hasta el drenaje. Debería existir una clara definición de los servicios a suministrar en cada tramo hidráulico. El paso de un tramo al siguiente es el punto en el que una organización situada aguas arriba suministra un servicio a la situada aguas abajo, que a su vez suministra otro servicio a los niveles situados aguas abajo. La Tabla 3 muestra ejemplos de estructuras y funciones que se pueden encontrar en cada uno de los tramos.

Una organización puede ser responsable de suministrar un servicio de aguas de un nivel al sucesivo, o incluso entre niveles. El límite entre dos niveles es el lugar más lógico para establecer la frontera entre dos organizaciones. Los planificadores deberían tener en cuenta la forma en la cual se relacionan entre sí los diferentes niveles. No se puede asumir que el mal funcionamiento en un nivel se deba fundamentalmente a una mala gestión en dicho nivel. Podría ser también la lógica respuesta a una mala gestión en los niveles situados aguas arriba. Los planificadores deberían identificar los niveles en los cuales se presentan los problemas y hasta qué niveles se transmiten dichos problemas. De esta forma, se puede determinar en qué niveles debería tener lugar la reforma y cuál debería ser el límite entre la agencia pública y el PSA local. La "superficie servida" es la superficie con riego y drenaje que se beneficia de un servicio de aguas a un determinado nivel hidráulico (por ejemplo, la superficie servida por un canal terciario).

La gestión se puede transferir para el sistema de riego completo o sólo en ciertos niveles. Un sistema sencillo podría estar gestionado por diferentes organizaciones. Un ejemplo de ésto sería la denominada "gestión conjunta" de los sistemas de riego, donde una agencia gubernamental gestiona los canales principales y secundarios y las asociaciones de agricultores gestionan los canales de distribución y de finca.

La gestión conjunta (entre el gobierno y las asociaciones de agricultores) ha sido el enfoque seguido en algunos estados en la India, Sri Lanka e Indonesia, donde la agencia del gobierno y las asociaciones de agricultores son responsables de la gestión de los sistemas de riego en diferentes niveles. Las decisiones de importancia, como las relacionadas con las alternativas de cultivo o la rotación del riego son, en principio, realizadas de forma conjunta entre los funcionarios del gobierno y los representantes de los agricultores. En los sistemas de riego medianos y grandes en Sri Lanka, los "comités de gestión conjunta" se encuentran en el canal principal y de distribución para tomar las decisiones clave en la gestión. En los grandes sistemas de riego en México, el gobierno gestiona generalmente la toma y el canal principal, mientras que las asociaciones de usuarios del agua gestionan los canales de distribución y de finca. Los representantes de ambas partes se coordinan entre el nivel del canal principal y el de la red de distribución.

Otro ejemplo de la gestión conjunta es la planicie del norte de China, donde los distritos de riego públicos tienen acuerdos para entregar cantidades específicas de agua a las tomas de los canales principales o de distribución. La gestión del agua, el mantenimiento y las alternativas de cultivo aguas abajo de dichas tomas son responsabilidad de los usuarios o de las poblaciones.

TABLA 3
Funciones del servicio y tramos hidráulicos

Tramos hidráulicos

Tipos de estructuras

Función del servicio de aguas

Desde la cuenca del río hasta el sistema de riego

Azud o bocatoma, bomba, toma

Toma del agua

Desde el canal principal a los secundarios

Azud o bocatoma, aforadores, compuertas, vertederos, reguladores

Transporte

Desde el canal de distribución a los canales terciarios

Tomas fijas, compuertas

Entrega

De los campos al sistema de drenaje

Drenes abiertos o enterrados

Evacuación

¿Cuáles son los servicios básicos y de apoyo que deberían ser transferidos?

La experiencia en los sistemas de riego duraderos y gestionados localmente muestra que existen cuatro tipo de funciones básicas e inseparables que deberían ser manejadas por una entidad que esté encargada de suministrar el servicio de aguas:

La primera función es la operación. Ésta incluye las siguientes tareas:

La segunda función es el mantenimiento, cuyos expertos están normalmente de acuerdo en que esté basado en los requisitos y limitaciones de la operación. Por tanto, la entidad que gestiona la operación debería también gestionar el mantenimiento.

En tercer lugar, la experiencia muestra también que para que una organización tenga el incentivo para alcanzar una eficiencia y responsabilidad frente a sus clientes, debería ser principalmente responsable de su propia financiación cuya mayor parte o su totalidad, debería provenir de las tarifas de riego que pagan sus clientes. Ésto no quiere decir que los subsidios debiliten el PSA, sino que la financiación externa no debería ser la fuente principal de ingresos.

La cuarta función, que también parece ser inseparable del servicio básico, es la resolución de disputas. Las organizaciones de riego locales, efectivas y sostenibles, pueden necesitar tener el poder, los mecanismos de resolución de conflictos y las sanciones para resolver, de una forma rápida, las disputas relativas al agua u otras materias relacionadas. Sólo se recurrirá a una autoridad superior en casos excepcionales.

Estas cuatro funciones constituyen la base del servicio de aguas. Otras funciones de apoyo, como la compra de insumos agrícolas, el control de la elección de los cultivos, la movilización de fuentes adicionales de ingreso y el procesado de productos agrícolas, podrían ser otras responsabilidades de la entidad proveedora de servicios. Las ventajas y desventajas de añadir estas funciones secundarias se discuten en el siguiente apartado.

Los servicios a transferir deberían ser definidos claramente, de forma que sean medibles (cuando sea posible) y entendidos por el proveedor del servicio de aguas y el usuario. Ésto podría parecer obvio, pero en la práctica rara vez se realiza, bien sea por las agencias públicas (que generalmente están orientadas hacia un procedimiento administrativo más que hacia unos objetivos orientados a unos resultados) o por las organizaciones de agricultores (que también suelen estar poco acostumbradas a formular objetivos precisos). Ya que la TGR se dirige a mejorar la responsabilidad, se considera crucial que se defina claramente el servicio del agua pretendido de forma previa a la transferencia.

Para el suministro de agua, una definición clara del servicio básico debería incluir los siguientes elementos:

se suministrará agua y/o evacuará el exceso de agua.

Se deberían también definir los límites entre la superficie con servicio de riego y el conjunto de usuarios servidos. Ésto podría ser necesario cuando se incorporan a la nueva superficie de servicio de riego, después de la transferencia, los denominados "intrusos" (por ejemplo los usuarios de pozos), que no estaban inicialmente incluidos en la superficie de diseño, o los usuarios indirectos del servicio.

Las definiciones de servicio podrían incluir también objetivos sobre la calidad del agua, el uso doméstico, etc. Después de definir el servicio básico, los planificadores deberían identificar cuáles son las otras funciones principales del servicio que son inseparables del servicio básico y, por tanto, deberían ser gestionadas por la misma entidad.

La entidad que suministrará los servicios puede ser la organización de usuarios (a través de sus propios miembros) o un PSA contratado. En la práctica, el PSA suele estar compuesto por profesionales y técnicos contratados para llevar a cabo los servicios básicos anteriormente descritos.

¿Existen otros servicios que la AUA pueda suministrar?

Existe un número de funciones de apoyo secundarias que podrían ser gestionadas directamente por el PSA, bajo la supervisión de la AUA. A veces, las organizaciones ya transferidas asumen funciones secundarias. Algunos ejemplos son:

A continuación se citan algunas de las razones por las que los PSA podrían decidir involucrarse en estas funciones secundarias:

A continuación se citan algunas de las razones por las que el PSA podría elegir no participar en estas funciones secundarias:

La experiencia en diferentes países de Asia y América Latina muestra que las AUA se convierten a menudo en multifuncionales cuando se trata de riego a pequeña escala. Este caso es más raro cuando se trata de grandes superficies de servicio. En los grandes sistemas de riego, el entorno de gestión más exigente podría requerir que se centre en el servicio de aguas una sola entidad, mientras que otras entidades se ocupan de los otros servicios agrícolas.

Existe otra cuestión, cada vez más importante, en la cual están cambiando las organizaciones de gestión del riego y que podría requerir un cambio fundamental en la forma en la que se gestionan los sistemas de riego después de la transferencia. En muchos países en desarrollo, la mayor parte de los sistemas de riego públicos fueron originalmente diseñados y construidos exclusivamente con fines agrícolas. Durante las pasadas tres décadas, el incremento de la población, la diversificación económica y la creciente escasez de agua han supuesto que las personas utilicen a menudo los sistemas de riego para diferentes usos, incluyendo el lavado de la ropa, el baño, el abastecimiento del ganado, la recreación, el uso industrial, la generación de energía e incluso, el suministro de agua a la población.

En aquellos lugares donde los sistemas de riego están siendo utilizados para usos múltiples, los nuevos PSA podrían necesitar redefinir las funciones del servicio de aguas para incorporar dichos servicios en la gestión del sistema. Dichas demandas no se pueden ignorar y la AUA se tendrá que organizar para representar las necesidades de los diferentes agentes implicados. Ésto podría significar que las mujeres que utilizan el agua para uso doméstico y otros usos, los ganaderos, los usuarios industriales, etc. estuvieran representados en la organización. A través de una planificación estratégica efectiva, la TGR puede representar una excelente oportunidad para modernizar la finalidad y los objetivos del servicio de aguas.

Top Of PageÍndicePágina Sucesiva