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1. INTRODUCCION

Interacciones entre los mamíferos marinos y las actividades pesqueras.

1.1 Antecedentes del problema

En 1972, el Comité de Pesca de la FAO (COFI), ante la preocupación existente por algunas poblaciones de mamíferos marinos y su explotación, recomendó que el Comité Asesor de la FAO sobre Investigaciones de los Recursos Marinos (CAIRM) procediera a estudiar el problema. Como parte de dicho estudio, el CAIRM organizó en 1976 una reunión en Bergen, en la que, entre otros, se presentaron algunos documentos que ponían de relieve la importancia de las interacciones entre el hombre y los mamíferos marinos en el sector de la pesca.

Por esta misma época (1973), la Comisión Ballenera Internacional (IWC) decidió establecer un subcomité sobre los cetáceos menores y en 1974 se celebró en Montreal una reunión de la IWC para estudiar los problemas de esos cetáceos. También en este caso, varios de los documentos presentados a la reunión mencionaban el problema específico de las interacciones entre los mamíferos marinos y las actividades pesqueras.

A mediados de los años setenta, la matanza selectiva de delfines en la isla Iki y la controversia que ello suscitó movió al Subcomité de la IWC sobre los cetáceos menores a examinar directamente esta cuestión y otras análogas y en 1976 se puso por primera vez en el programa de una reunión del Subcomité el problema de las interacciones entre los mamíferos marinos y la pesca. Posteriormente, la Comisión acordó pedir a los estados miembros que facilitaran información directamente relacionada con esta cuestión. En los años siguientes, la creciente atención concedida a este problema movió a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos (UICN) a organizar en 1981 una reunión en la Jolla (California) para examinar concretamente las interacciones entre los mamíferos marinos y las actividades pesqueras e intentar determinar su naturaleza.

1.2 Reunión de la Jolla

Para la reunión se prepararon, como material de base, varios documentos sobre el tema y se presentaron en total 22 documentos de trabajo que fueron examinados por un grupo de expertos invitados. En el informe de dicha reunión se clasificaron las interacciones en cinco tipos diferentes: daños causados por los mamíferos marinos a los artes de pesca; daños a las capturas; daños (o muerte) sufridos por los mamíferos marinos a causa de las operaciones pesqueras (estos tres tipos de interacciones pueden denominarse “interacciones operacionales”); trasmisión de parásitos de los mamíferos marinos, como huéspedes intermedios, a especies ícticas de importancia comercial e interacciones de depredación. En el presente informe se examinarán en detalle todas esas formas de interacción.

1.3 Resumen de los diversos tipos de interacción

Interacciones operacionales.

Las interacciones operacionales, cualquiera que sea su tipo, dependen del tipo de arte de pesca que se utilice, de la ecología y comportamiento de los mamíferos marinos en cuestión y de las especies de peces que se capturen. Algunos tipos de artes están más expuestos que otros a ser dañados por los mamíferos marinos y algunos de ellos causan más daños a estos últimos que otros. De igual modo, las pesquerías de algunos tipos de peces no afectan en absoluto a los mamíferos marinos, mientras en el caso de otros tipos de peces se produce una estrecha interrelación entre los mamíferos marinos y las actividades de pesca. Por ejemplo, como los mamíferos pasan más tiempo cerca de la superficie del mar que en el fondo, es más probable que se capturen accidentalmente mamíferos marinos con redes de cerco de jareta que con redes de arrastre de fondo. De igual modo, es más probable que peces como los salmones, que se agrupan regularmente en determinadas zonas, atraigan a los mamíferos marinos y provoquen así conflictos con los artes, mientras no es tan fácil que se produzca esa situación con peces más solitarios, como los tiburones.

Tipos de artes

Las diversas categorías de artes han sido descritas por Nédélec (1982), a cuya clasificación nos atendremos aquí. El autor define las 11 categorías de arte siguientes:

  1. Redes de cerco: redes que capturan los peces rodeándolos por los lados y por debajo, evitando así que escapen por debajo de la red. Con frecuencia se trata de redes muy grandes (por ejemplo, algunas redes de cerco de jareta) y a menudo se producen capturas accidentales de mamíferos marinos, que no pueden escapar rehuyendo la red por debajo. En las redes atuneras de cerco, algunos delfines sufren un “síncope y caen sobre el fondo de la red, donde se enredan y perecen ahogados. Como en estas redes quedan acorralados peces en gran número y en concentraciones elevadas y, además, están abiertas por la superficie, algunos mamíferos marinos, en particular los lobos marinos de dos pelos afro-australianos, aprovechan la ocasión para saltar por encima de la línea de flotadores e introducirse así en la masa de peces acorralados.

  2. Redes de tiro: el procedimiento de captura consiste en cercar una extensión de agua con redes muy largas y empujar luego a los peces hacia el lugar de captura, a menudo haciendo que entretanto queden entredados. Uno de los artes más comunes de este tipo es la red de cerco de playa, que de ordinario se maniobra desde tierra, en aguas poco profundas, calándola desde una embarcación y arrastrándola luego hacia la costa de modo que actúe como una barrera para impedir que escapen los peces que han quedado encerrados. Con redes de este tipo se capturan a veces mamíferos marinos costeros que se alimentan en aguas poco profundas, como Tursiops sp., que quedan enredados junto con los peces que habitan esas aguas.

  3. Redes de arrastre: estas redes están constituidas por un cuerpo en forma de cono, cerrado por un copo o saco en el que se concentran los peces. Pueden ser de fondo, pelágicas o de superficie y se maniobran desde una o dos embarcaciones. Se conocen casos de mamíferos marinos capturados en redes de arrastre de fondo, probablemente mientras se alimentaban de peces encerrados en ellas, y en redes de arrastre de superficie, quizás también, aunque no es seguro, mientras estaban alimentándose.

  4. Rastras: aparejos que se emplean para rastrear sobre el fondo, usualmente para recoger moluscos sésiles. La apertura que conduce a la red colectora no es, de ordinario, muy grande y sería raro que mamíferos marinos quedaran atrapados.

  5. Redes izadas: redes que se calan de manera que queden horizontalmente debajo del agua, hasta que los peces, atraidos por una luz o por cebo, se coloquen encima de la red. Se procede entonces a halarla fuera del agua por diversos medios, capturando así a los peces que se hallaban encima de ella. Se trata normalmente de redes relativamente pequeñas, que de ordinario no crearán interacciones operacionales con los mamíferos marinos.

  6. Redes de caída: redes que capturan los peces cayendo sobre ellos. Se trata generalmente de artes pequeños y operados a mano, que se lanzan o se dejan caer, y se utilizan en aguas poco profundas. Es raro que con esas redes puedan capturarse inintencionalmente mamíferos marinos, a menos que se trate de animales muy pequeños o que la operación tenga lugar en aguas cenagosas.

  7. Redes de enmalle y de enredo: los peces quedan enmallados o enredados en los paños de la red, que pueden utilizarse en la superficie, entre dos aguas o en el fondo, según la relación plomos/flotadores. Las redes de enmalle llevan en general un solo paño de red, mientras las redes atramallads llevan tres paños, con objeto de enredar a los peces en vez de enmallarlos. En algunas partes del océano (por ejemplo en el norte del Pacífico, para la pesca de salmón) estas redes se calan a menudo en andanas muy largas y es frecuente que en ellas queden enredados mamíferos marinos. El tipo de red utilizado puede ser muy importante para determinar los efectos de este tipo de artes en determinados mamíferos marinos. Puede ser más probable, por ejemplo, que algunas especies de mamíferos se enreden y mueran ahogados en redes de enmalle pelágicas que en redes de superficie, dado que en estas últimas los animales pueden seguir respirando. Es más probable además que los mamíferos marinos queden enredados en redes sintéticas (siempre que no se trate de redes simplemente de enmalle) que en redes de fibra natural, dado que las primeras son muy resistentes y duraders y, a diferencia de las de fibra natural, resultan muy difíciles de romper para un animal que haya quedado enganchado; además, eventuales fragmentos que se hayan desprendido pueden quedar flotando en el mar por un tiempo considerable. La economía relativa que representa el uso de estas redes ha hecho que su uso se haya difundido mucho.

  8. Trampas: pueden ser grandes o pequeñas, sujetas con estacas o colgadas de boyas, de mimbre o de paño de red, y de ordinario se utilizan sólo en aguas poco profundas. Las trampas pequeñas de mimbre o de metal, como las que se utilizan en los arrecifes, plantean pocos problemas para los mamíferos marinos, pero las redes caladas grandes (redes fijas), los garlitos o los biturones, pueden representar un problema. Es posible que los mamíferos marinos penetren en esas redes persiguiendo a los peces, causen daños a los artes y/o a las capturas, y queden eventualmente atrapados en ellas.

  9. Anzuelos y líneas: este tipo de artes incluye líneas de mano, líneas con caña, palangres (muchos anzuelos en una línea) o curricanes (líneas remolcadas por una embarcación cerca de la superficie). Estos tipos de arte atraen a los mamíferos marinos, ya que les permiten obtener fácilmente peces heridos de talla media o grande. Es raro que los mamíferos mismos queden capturados en esos artes, pero algunas especies causan frecuentemente molestias y daños a los pescadores en muchas zonas del mundo, llevándose peces ya capturados o dañándolos.

  10. Artefactos de herir y aferrar: entre ellos figuran lanzas, flechas, pinchos, horcas, tenazas y arpones. La única acción de esos artes sobre los mamíferos marinos tiene lugar probablamente en la explotación directa de esos animales, cuando se utilizan arpones y lanzas para capturarlos.

  11. Máquinas de recolectar: pertenecen a este tipo las bombas y dragas mecánicas, que extraen peces o moluscos sacándolos directamente del agua. No pertenecen a este tipo de artes las bombas utilizadas en las pesquerías con redes de cerco de jareta y otros tipos de redes. Estos artes pueden utilizarse sólo en circunstancias especiales y para pocas especies, cuando es posible atraerlas directamente a la bomba o puede contarse con que permanezcan en el mismo lugar mientras se procede a su explotación (por ejemplo, algunos moluscos y crustáceos). No es probable que haya muchos casos de interacción operacional entre artes de este tipo y mamíferos marinos.

El tipo de arte utilizado no es el único aspecto de la operación pesquera del que depende la naturaleza o amplitud de las interacciones operacionales con los mamíferos marinos. Puede ser también importante la zona en que se realice la pesca - aguas poco profundas o profundas - especialmente para determinar qué especies de mamíferos pueden resultar afectadas. También el volumen de la pesquería influirá en la amplitud de eventuales interacciones, y cuando la interacción se refiera a un mamífero marino que se alimente de las mismas especies que se capturen en la pesquería, es evidente que la naturaleza de esa especie de peces será también importante.

Tipos de peces - tipos de mamíferos marinos
Muchos factores del comportamiento y la ecología de los mamíferos marinos y de sus presas pueden influir en la amplitud de las interacciones operacionales. En general, esos factores pueden dividirse en dos grupos. En primer lugar, el hábitat de los mamíferos marinos y de los peces puede ser un elemento importante. En el caso de una población de peces de bajura, es poco probable que se produzca alguna interacción entre la pesquería correspondiente y una población de mamíferos marinos que vivan a media altura. De igual modo, en una pesquería demersal es menos probable que se produzcan interacciones con mamíferos marinos que sean fundamentalmente pelágicos que con mamíferos que se alimenten de peces demersales, y análogamente, es poco probable que en una pesquería de peces de arrecife resulten afectados mamíferos marinos que vivan en alta mar. Pueden hacerse asimismo otras distinciones entre el hábitat de los mamíferos marinos y el de las poblaciones de peces que aumenten o reduzcan la probabilidad de que se produzcan conflictos con los artes.

En segundo lugar, la disponibilidad de peces puede influir en el grado de interacción operacional entre las actividades pesqueras y los mamíferos marinos y ello puede ser importante para determinar qué tipo de pesca se practica y cómo esa actividad afecta a los mamíferos marinos. Por ejemplo, la pesca de peces pelágicos que vivan en cardúmenes se hará probablemente con redes de cerco o redes de arrastre de superficie, mientras en el caso de peces demersales grandes que vivan solos y dispersos es más probable que la pesca se haga con trampas o con anzuelo y línea, lo que influirá en las eventuales interacciones entre los artes y las especies de mamíferos marinos.

Factores como los mencionados pueden ser importantes para determinar el tipo de arte utilizado en una pesquería y el tipo de interacción operacional con los mamíferos marinos, pero pueden ser aún más importantes para determinar la naturaleza de las interacciones entre especies (interacción biológica), de que se tratará brevemente a continuación.

Interacciones entre especies
La transmisión de parásitos es un tipo de interacción entre los mamíferos marinos y los peces a la que se ha prestado relativamente menos atención que a otros tipos de interacciones. Se sabe que algunos parásitos de los peces transcurren parte de su ciclo vital en los mamíferos marinos; los peces resultan luego infectados, y su valor comercial disminuye considerablemente. El ejemplo más notable es el del parásito del bacalao Porrocaecum decipiens, que se halla también en la foca gris.

Las interacciones de depredación pueden dividirse en cinco categorías:

  1. puede resultar imposible que poblaciones agotadas de mamíferos se recuperen debido a la intensa explotación de las especies que les sirven de alimentos;

  2. poblaciones de mamíferos no agotadas pueden verse amenazadas por una explotación excesiva de las especies de que se alimentan;

  3. el aumento de la depredación por parte de poblaciones de mamíferos en fase de recuperación puede representar una amenaza inicial para poblaciones de peces ya explotadas;

  4. la presencia de poblaciones abundantes de mamíferos puede amenazar la expansión de una nueva pesquería o la existencia misma de una población intensamente explotada;

  5. los cambios en el volumen de la población de mamíferos marinos pueden afectar indirectamente a la dinámica de población de la especie explotada.

En todos estos casos, la amenaza que los mamíferos marinos representan para la pesca, o viceversa, puede ser “directa”, cuando ambos tienen una “presa” común, o “indirecta”, por intermedio de una tercera especie de que se alimenten tanto los mamíferos como algunos peces de importancia comercial.

1.4 Finalidad de este estudio

El presente estudio tiene por objeto preparar un catálogo lo más completo posible de todas las interacciones conocidas e intentar individuar otras interacciones potenciales, teniendo en cuenta las repercusiones generales que esas interacciones pueden tener en las pesquerías o en las poblaciones de mamíferos marinos. Con tal fin se presenta un breve resumen de la distribución y hábitos alimentarios de las 114 especies existentes de mamíferos marinos, seguido de un estudio de cada una de las áreas marinas del mundo, en el que se enumeran las especies de mamíferos presentes y se indican brevemente las principales pesquerías y las interacciones conocidas y potenciales. Para terminar, se intentará sacar algunas conclusiones generales.

1.5 Notas al texto

  1. Especies descritas
    En el texto se examinarán todas las especies de cetáceos, sirénidos y pinnípedos aún existentes, haciendo mención además de una especie de fócido que se supone está extinguida. Por razones de integridad y de conveniencia se han incluido aquellas especies de los grupos mencionados que viven total o parcialmente en aguas dulces, dado que, taxonómicamente, pertenecen a un orden o familia típicamente marinos.

    Otras especies, como las “nutrias marinas”, que son fundamentalmente de agua dulce pero viven también en ambientes marinos, se han excluido por la razón inversa.

  2. Taxonomía
    Para la descripción de las especies se ha seguido la taxonomía de las autoridades siguientes: Cetacea - descripciones de la IWC, incluida la lista de cetáceos menores actualmente reconocidos, facilitada por el Subcomité sobre los cetáceos menores (IWC, 1977) con algunas modificaciones secundarias hechas posteriormente. Sirenia y Pinnípedos - descripciones contenidas en los informes FAO/CAIRM de la Reunión sobre mamíferos marinos celebrada en Bergen en 1976 y en los volúmenes “Mammals in the Sea”. Los nombres de los peces se han tomado, siempre que ha sido posible, del Anuario Estadístico de Pesca de la FAO - Capturas y desembarques (FAO, 1983).

  3. Distribución
    A la descripción de cada especie sigue una lista de las áreas estadísticas de la FAO en las que se ha registrado su presencia. Cuando los números de las áreas van entre paréntesis, quiere decir que la presencia es dudosa o no se ha confirmado.

  4. Areas estadísticas
    Las áreas estadísticas son las utilizadas por la FAO para definir las principales áreas de pesca del mundo, tal como se describen en el Anuario Estadístico de Pesca de la FAO. La distribución de esas áreas puede verse en el mapa de la página 234.


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