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Para alcaldes, responsables de las ciudades planificadores urbanos

La seguridad alimentaria depende de un ingreso disponible, de los hábitos alimentarios y de los precios que los consumidores urbanos deben pagar para obtener los alimentos en condiciones higiénicas.

Ustedes gobiernan o planifican ciudades que se han expandido en tamaño. Muchas tienen millones de habitantes. La población urbana de los países latinoamericanos se está expandiendo rápidamente (véase el Cuadro 1).

Los residentes de las ciudades a las que Ustedes sirven necesitan trabajo, alimentos, carreteras, albergues, hospitales, escuelas. Ellos esperan en un futuro mejor.

Algunas ciudades, como por ejemplo Cochabamba y Ciudad de Guatemala, enfrentan tasas de pobreza superiores al 50 por ciento. Los residentes pobres por lo general viven en los suburbios cercanos, con poca infraestructura, servicios y equipamiento.

Los pobres deben superar el reto de alimentarse a sí mismos. Esas dificultades provocan crecientes niveles de mendicidad y de vendedores ambulantes. Incluso la amenaza de disturbios puede existir por el dilema de acceder a los alimentos.

Una significativa cantidad de la producción de alimentos tiene lugar dentro de algunas ciudades (producción alimentaria urbana) o en su periferia (producción alimentaria periurbana). Esos productores locales por lo general carecen de tierras aptas, agua e insumos adecuados.

A consecuencia de los recientes programas de liberalización económica, los productos alimenticios son ahora comercializados por el sector privado. Pero las carreteras, mercados, mataderos, seguridad, servicios, así como también condiciones de vida saludables e higiénicas, permisos, regulaciones, procedimientos para resolver conflictos y las facilidades de crédito no han evolucionado al mismo ritmo.

Las condiciones y prácticas no higiénicas, a lo largo de toda la cadena alimentaria, son una gran fuente de contaminación de los alimentos.

La salud de los consumidores está en peligro por el consumo de carne y productos cárnicos no inspeccionados. El aire, el agua y el suelo son a su vez contaminados por el inadecuado uso de productos químicos y desechos de la ciudad. Las emisiones de los vehículos aumentan este peligro.

Consecuentemente, los costos de producción y de distribución de alimentos son, por lo general, más altos de lo que deberían ser. Los costos elevados y la incertidumbre generada por intervenciones arbitrarias de algunos gobiernos, limitan la inversión privada.

Las ciudades necesitan más alimentos

Para satisfacer las necesidades de los habitantes urbanos, se necesitan crecientes cantidades y variedades de alimentos frescos y procesados (véanse los Cuadros 2 y 3). Esto, a su vez, requiere:

  • administrar el uso de la tierra para conservar suelos aptos en áreas urbanas y periurbanas, para lograr una producción de alimentos eficiente y sustentable;
  • medidas para proteger la salud humana y evitar la contaminación del ambiente;
  • adecuado abastecimiento de agua, en cantidad y calidad, para la producción y el procesamiento de alimentos y para bebida;
  • adecuada provisión de leña, para el procesamiento y la cocción de los alimentos;
  • apropiadas facilidades de estacionamiento, carga y descarga para un creciente número de vehículos que transportan alimentos;
  • más mercados mayoristas y mataderos, localizados fuera del centro de las ciudades, que dispongan de adecuado equipamiento y de administración profesional;
  • mercados al por menor de fácil acceso, adecuadamente equipados y bien administrados, particularmente en áreas de bajos ingresos;
  • servicios para mercados espontáneos;
  • mercados para el productor, comerciantes itinerantes y asociaciones de minoristas, en distritos de bajos ingresos;
  • inversión privada en tiendas de abarrotes, mejoramiento de los mercados, transporte, etc.;
  • adecuados acuerdos para manejar las crecientes cantidades de desechos de los mercados;
  • información de mercado para mejorar las decisiones sobre producción y mercadeo;
  • mejores métodos de embalaje y manipulación, para reducir las pérdidas de los alimentos;
  • regulaciones simples, coherentes y bien entendidas sobre oferta y mercadeo de alimentos.



Cuadro 1 Estimación de la población urbana adicional por ano en países seleccionados

Brasil

2 087 000

México

1 233 000

Venezuela

358 000

Guatemala

196 000

Ecuador

169 000

República Dominicana

100 000

Fuente: Datos de Habitat (1998) elaborados por el autor.
Las ciudades necesitan más alimentos que deben ser producidos o importados, transportados hacia las ciudades y distribuidos dentro de las áreas urbanas.

Cuadro 2 Estimación del consumo de alimentos en ciudades seleccionadas (en miles de toneladas)


Año 2000

Año 2010

Belem

769

986

Ciudad de Guatemala

297

462

Lima

3 015

3 760

Managua

309

453

Maracaibo

672

874

Port-au-Prince

441

685

Santiago de los Caballeros

366

463

Fuente: Datos de FAO (2000) elaborados por el autor, usando datos sobre consumo promedio nacional.
Hay una continua expansión urbana en muchos de sus países, con implicaciones para el futuro de la seguridad alimentaria.

Se producen, transportan y distribuyen más y más alimentos a las áreas urbanas (véanse los Cuadros 2 y 3). La demanda de tierras para construcción, industria e infraestructura, compite con la producción alimentaria dentro y alrededor de las ciudades.

A menos que se realicen grandes inversiones para incrementar la producción de alimentos, el futuro abastecimiento se originará probablemente en áreas cada vez más distantes. Los alimentos pueden entonces llegar a los consumidores urbanos a precios más altos. El acceso a los alimentos podría estar limitado para un gran número de habitantes de la ciudad.

¿Un adecuado abastecimiento de agua - en cantidad y calidad - será disponible para la producción y el procesamiento de alimentos, y para bebida?

¿La actual infraestructura de mataderos, mercados y transporte, será suficiente para el procesamiento y la distribución de crecientes cantidades de alimentos?

¿Quién proveerá la capacidad adicional, equipamiento y servicios necesarios, si las presentes condiciones no promueven la inversión privada?

Las actividades de abastecimiento y distribución de alimentos mal planificadas interfieren con el agua, suelo y bosques. ¿Qué problemas adicionales pueden esperarse del impacto sobre el ambiente?

¡Todo esto debe preocuparles!

Tal vez, muchos de Ustedes asignan una prioridad relativamente baja a la superación de los problemas de abastecimiento y distribución de alimentos en sus ciudades.

Las responsabilidades no definidas entre las agencias gubernamentales y el inadecuado diálogo con los usuarios de los mercados, son responsables de muchos de esos problemas. Sin embargo, la causa principal ha sido la insuficiente comprensión de:

Existe una creciente preocupación sobre la necesidad de que las alcaldías y demás autoridades locales - regionales, metropolitanas, municipales y otras instituciones gubernamentales locales, directamente relacionadas con el desarrollo urbano - desempeñen un papel proactivo y coordinador para aliviar la inseguridad alimentaria urbana, como lo confirman las Declaraciones de Medellín y Barcelona, que se presentan en la pág. 6.

Los grupos urbanos más vulnerables son:
los desempleados, los nuevos migrantes, las madres solteras con hijos a carga, los pensionados, los discapacitados o las personas mayores que carecen de apoyo familiar, los indígenas, las minorías étnicas, los trabajadores del sector formal que reciben ingresos decrecientes o inestables y quienes dependen de las «saturadas» actividades del sector informal.

Producción alimentaria urbana y periurbana

La producción alimentaria urbana y periurbana puede contribuir al (véase también el Anexo 5):

  • abastecimiento local de alimentos frescos y nutritivos (carne de pollo y de pequeños rumiantes, frutas, vegetales, productos lácteos);
  • alivio de la pobreza y una mejora de la seguridad alimentaria mediante el consumo de productos cultivados directamente, generación de empleo e ingresos;
  • manejo ambiental eficiente a través del uso productivo de desechos orgánicos como fertilizantes;
  • uso productivo de espacios abiertos, adecuados y no utilizados, que contribuyan a la biodiversidad y al manejo de cuencas.


La salud de las ciudades empieza con la cadena alimentaria.

Los huertos urbanos proporcionan alimentos frescos y baratos para el autoconsumo, pero éstos pueden ser fuentes de riesgos para la salud.

Foto: PGU.

Salud pública y temas ambientales

Desventajas que se presentan cuando no existe una buena planificación, gestión, inspección e información:

  • los alimentos, la tierra y el agua pueden ser contaminados por el uso de aguas negras, desechos sólidos y productos químicos utilizados para la producción de alimentos;
  • la congestión del tráfico, contaminación del aire y ruido alrededor de los mercados pueden aumentar debido a la inadecuada infraestructura vial;
  • los riesgos para la salud y la contaminación del agua, suelo y aire serán mayores, debido a las crecientes cantidades de desechos provenientes de plantas procesadoras, mercados, mataderos, empaques plásticos y por la quema de desechos;
  • los alimentos pueden ser contaminados como consecuencia del insuficiente equipamiento de los mercados (abastecimiento de agua, drenaje, servicios higiénicos y alcantarillado);
  • los bosques serán progresivamente talados debido a la expansión urbana y a la necesidad de leña para cocinar los alimentos.


El mandato de Ustedes es el propósito de esta guía. Su contenido pretende apoyar a Ustedes y a los especialistas en salud pública, ambiente, agua y agroforestería en la formulación de políticas urbanas sobre abastecimiento y distribución de alimentos. El objetivo es facilitar el derecho a obtener adecuados alimentos para todos.

Ustedes pueden lograr esto con pocos recursos adicionales. En muchos casos, se trata de hacer mejor lo que ya están haciendo.

Se necesita una correcta comprensión de las condiciones locales, combinada con una visión a futuro de sus ciudades, y la aplicación de un método interdisciplinario, multisectorial y participativo para lograr soluciones eficaces. La participación directa del sector privado en la toma de decisiones y en su implementación es un requisito esencial para obtener un impacto sustentable.

La FAO puede suministrarles la necesaria asistencia técnica.

Cuadro 3 Estimación para el año 2010 del crecimiento del tráfico para el transporte de alimentos hacia ciudades seleccionadas


Camionadas de 10 toneladas

Belem

29 800

Ciudad de Guatemala

22 900

Lima

100 100

Managua

19 900

Maracaibo

27 600

Port-au-Prince

32 300

Santiago de los Caballeros

13 100

Fuente: Datos de FAO (2000) elaborados por el autor usando datos sobre consumo promedio nacional, año base: 2000.

Perfil socioeconómico de los barrios pobres de Maracaibo, Venezuela

Maracaibo presenta el índice de población asentado en zonas de hábitat precario más elevado entre las ciudades importantes de Venezuela (70 por ciento de una población de 1 461 013 habitantes). En 1998, sus barrios pobres presentaban las siguientes características:

  • alta tasa de desempleo con más de 70 por ciento de la población economicamente activa ubicada en el sector informal;
  • las familias tienen bajos ingresos nensuales (entre 150-300 de dólares EE.UU.);
  • por ser Maracaibo una ciudad limítrofe, estos barrios son receptores de un flujo migratorio importante compuesto en su mayoría por población indígena o extranjera (principalmente colombiana) en condición de ilegalidad;
  • el 18 por ciento de la población no está servida por acueductos y el 97 por ciento presenta deficiencias en este servicio;
  • el 50 por ciento de la población no esta servida por alcantarillado y sólo el 25 por ciento tiene servicio de aseo urbano;
  • sólo por las principales rutas del transporte público se han construido aceras y brocales dentro de los barrios; estos están deteriorados por las condiciones climáticas de la ciudad y el reducido presupuesto municipal para el mantenimiento de los mismos;
  • predomina el «rancho» (vivienda improvisada de lata y cartón) y la vivienda mixta (construcciones de bloques y de hojas de zinc).

Las condiciones mencionadas son típicas de muchas ciudades de los países latinoamericanos.

Fuente: PGU-ALC/HABITAT/PNUD, 2000.

Declaración de Medellín

«Incrementar el acceso de todos los consumidores, en particular de los de menores recursos, a una alimentación sana, a través de programas participativos e intersectoriales, que fortalezcan la eficacia del sector productivo y comercial, para la provisión de alimentos a menor costo y la creación de empleo.»

DECLARACIÓN DE LOS ALCALDES Y
FUNCIONARIOS MUNICIPALES DE SALUD
DE LOS PAÍSES DE LAS AMÉRICAS
REUNIDOS EN EL
3ER CONGRESO DE LAS AMÉRICAS DE
MUNICÍPIOS Y COMUNIDADES SALUDABLES,
MEDELLÍN, COLOMBIA,
8-12 DE MARZO DE 1999.

Declaración de Barcelona

«Nosotros reconocemos la importancia de garantizar la alimentación para las circunscripciones con rentas bajas en los países en desarollo como objetivo principal de las políticas y programas de desarrollo local, siguiendo la línea de las conclusiones tomadas en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, celebrada en Roma en 1996.»

DECLARACIÓN DE LOS ALCALDES,
REPRESENTANTES DE LAS CIUDADES
Y DE LOS GOBIERNOS LOCALES
DE TODO EL MUNDO
REUNIDOS EN EL
340 CONGRESO MUNDIAL DE LA
UNIÓN INTERNACIONAL DE
PODERES/AUTORIDADES LOCALES (IULA),
BARCELONA, ESPAÑA,
20-24 DE MARZO DE 1999.

Las áreas urbanas y periurbanas pueden ser una fuente de alimentos frescos para las ciudades... pero se requiere la preservación de terrenos aptos para la producción.


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