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CAPÍTULO III
TERCERA ETAPA: PROPUESTA DE MEJORA DE LA INFORMACIÓN EXISTENTE

Cada sistema de información que sea de interés para la seguridad alimentaria debe ser objeto de un análisis metódico y de propuestas de mejoras técnicas. La ayuda y la mejora aportadas a estos sistemas deben respetar absolutamente la estructura propia de los mismos. La asistencia técnica se apoyará en los miembros del GTM correspondientes, cuyos responsables nacionales respectivos son miembros influyentes, con frecuencia que ocupan puestos de liderazgo. Todos los miembros de los GTM, y no sólo los responsables de los sistemas estadísticos, participarán en el proceso de mejora técnica de la obtención y el tratamiento de los datos con objeto de garantizar la cohesión global de la creación del sistema puesto que cada uno debe comprender este proceso y colaborar en él. Además, esta participación ampliada de los miembros de los GTM es fundamental para la sostenibilidad, ya que los responsables nacionales pueden ser transferidos rápidamente a otros cargos. Conviene entonces que un importante número de altos responsables participe en este proceso de perfeccionamiento técnico.

1. SISTEMA DE SEGUIMIENTO DE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA Y PREVISIÓN DE LAS COSECHAS

Los diferentes sistemas de seguimiento existentes se presentaron en forma sucinta en la Primera Parte del manual (Capítulo III, Sección 1). Los sistemas de seguimiento de la producción agrícola existen en todos los países, a diversos niveles de desarrollo, por lo cual muchos de ellos necesitan mejoras para poder cumplir con su función, tanto en la obtención como en el tratamiento de datos. Conviene observar que el seguimiento de la producción agrícola debería tener en cuenta todos los productos alimentarios básicos: cultivos alimentarios, y productos pecuarios o pesqueros. En la práctica se ve que sólo los productos alimentarios se benefician con un seguimiento lo que se explica por motivos tanto de comodidad como de intereses comerciales.

En la mejora del seguimiento de la producción alimentaria uno de los primeros puntos que debe tenerse en cuenta es que la diversidad del entorno agroclimático puede llevar a adoptar métodos muy diferentes. En efecto, mientras en las zonas semiáridas la producción agrícola se limita a un número restringido de cultivos y que la productividad de los cultivos alimentarios, incluso la pecuaria, dependen fundamentalmente del balance hídrico, no ocurre lo mismo en las zonas más húmedas, en las que la ganadería es mucho menos importante y la producción agrícola depende de muchos más factores.

  • La pluviometría no representa ya el factor de limitación que recae ahora en la energía solar;


  • Los principales cultivos son variados y abarcan una amplia gama de plantas de ciclo estacional (maíz, sorgo, maní, frijoles, caupí [seco], batata), anual (yautía, taro [colocasia], ñames) y multianual (yuca, bananas/plátanos)1;


  • Los principales elementos de rendimiento dependen entonces de:


  • Así pues, la primera dificultad importante a la que se enfrenta el análisis de los datos de seguimiento de una producción alimentaria es la necesidad de conocer las condiciones ambientales de la misma.

    Otro elemento primordial es, por supuesto, la posibilidad de disponer de datos estadísticos correctos y fiables (incluso para los cultivos asociados). Con frecuencia la media de rendimiento y las producciones publicadas representan las medias "administrativas", efectuadas en una gran diversidad de sistemas de producción y poco representativas de los cultivos alimentarios. Los servicios nacionales de estadísticas agrícolas con frecuencia tienen que enfrentarse a problemas técnicos y financieros, y la muestra analizada suele ser insuficiente para representar en forma aceptable a todas las explotaciones agrícolas.

    1.1 Los datos

    En el seguimiento de la producción de cultivos alimentarios conviene hacer una diferencia entre los datos utilizados para las clasificaciones básicas necesarias para el mismo: aquellos usados para las clasificaciones básicas y aquellos empleados para el seguimiento de la campaña agrícola.

    La clasificación del territorio en zonas agroecológicas y la caracterización de cada zona según los datos disponibles (suelo: calidad, fertilidad; datos meteorológicos: temperatura, humedad, balance hídrico, etc.) y los sistemas de producción dominantes, representan una fase preliminar. Se pueden tener clasificaciones climáticas, basadas en series históricas de datos meteorológicos (la más frecuente es la pluviometría), mapas de suelos, mapas de tipos de vegetación o incluso de zonas ganaderas. El refinamiento de los detalles de estos mapas es muy variable pero representa a veces la única base de estudio de los análisis territoriales. Estas clasificaciones se mantienen invariables hasta que una nueva metodología permite un análisis más preciso.

    Ejemplo

    En Camerún la zona meridional está subdividida en cuatro zonas agroecológicas (ZAE) en función de las condiciones agroclimáticas y fitogeográficas cuyas principales características se mencionan a continuación.

    ZAE

    Vegetación

    Altitud

    Pluviometría

    Nº de días de lluvia/año

    Nº de meses >100 mm

    Mesetas altas de Adamaoua

    Sabana sudano-guineana

    900-1.400

    Monomodal1.500 mm

    110-150

    7

    Meseta del Sur de Camerún

    Bosque mixto y sabana derivada

    500-800

    Bimodal1.400-1.600

    125-175

    7-9

    Tierras bajas costeras

    Bosque perenne

    0-500

    Monomodal> 2.000 mm

    180-240

    9-12

    Mesetas altas del Oeste

    Sabana de altura

    750-2.000

    Monomodal> 1.750 mm

    175-220

    7-9

    Un análisis más detallado permite determinar dentro de las ZAE cierto número de "ámbitos de producción agrícola" en función de las condiciones de suelo y clima específicas y de las principales producciones agrícolas alimentarias y perennes obtenidas.

    El mapa de Benin, que figura en continuación, brinda otro ejemplo del uso de zonas agroecológicas.

    Las divisiones en zonas representan uno de los elementos básicos previos al proceso de seguimiento de la producción agrícola. Luego los rendimientos de los principales cultivos están muy vinculados a diversos factores que se pueden resumir así:

    La información sobre el seguimiento de la campaña es recopilada, elaborada, o ambos, por los servicios interesados (estadísticas, extensión, proyectos, etc.) a través de sus redes de campo, sus agentes de distrito, y sus oficinas descentralizadas. Evidentemente los principales factores que condicionan la producción y, determinan la información necesaria para su seguimiento, varían en función de la zona agroecológica. Mientras que en las zonas más áridas (precipitaciones inferiores a 700/800 mm por año), el balance hídrico permite una estimación aceptable de los rendimientos cerealeros (por ejemplo, sorgo, maíz, mijo), este factor no desempeña más que un papel secundario a la hora de determinar el rendimiento de los principales cultivos en las zonas sudaneanas y tropicales. Así pues, en estas zonas la información sobre el estado fitosanitario de los cultivos es más importantes que la pluviometría, cuyos excesos pueden, por el contrario, tener consecuencias nefastas en la producción. Los datos sobre el desarrollo fenológico de los cultivos, aportados por los responsables del seguimiento agrícola o los extensionistas, completan así los datos necesarios.

    Hacia el final de la campaña agrícola el aspecto de la previsión de cosechas, indispensable para el tablero de instrumentos del SISAAT, se apoya a la vez en las estadísticas históricas, en la estimación de los rendimientos, los datos sobre las superficies sembradas con cereales, y en el conocimiento de las producciones por cultivos y por unidad administrativa. Aunque las unidades administrativas no sean homogéneas desde el punto de vista de los criterios de divisiones en zonas antes mencionados, sirven en general de referencia para la evaluación de las cosechas ya que a ese nivel se dispone de datos estadísticos y están identificadas las necesidades en materia de ayuda.

    El proceso de seguimiento selectivo de las principales producciones de cultivos alimentarios y de las previsiones de las cosechas varía mucho de un país a otro pero, en general, se basa en la combinación de las técnicas siguientes:

    1. Estimación de las superficies sembradas con cereales para cada sistema de producción:

    2. Estimación de los rendimientos en función de:

    3. Producción media familiar agrícola en cada ámbito de producción, en función de datos cuantitativos (en medidas locales) y cualitativos.

    4. Extrapolación de las producciones a nivel provincial y nacional a partir de las constantes de extrapolación (calculadas).

    El cuadro siguiente resume el conjunto de factores mencionados y los elementos necesarios para caracterizar las zonas de producción.

    Factores

    Elementos necesarios para su caracterización

    Zona agroecológica y ámbito de producción agrícola, incluidas las condiciones climáticas específicas ordinarias (pluviometría, temperatura) y extraordinarias (riesgo de tornados, granizo, incendios al final de la estación seca), combinadas con un nivel medio de fertilidad del suelo.

    - pluviometría total y distribución, sobre todo al inicio y al final de la estación
    - temperaturas medias, mínimas, humedad relativa
    - tipo de suelo

    Asociación típica de cultivos y técnicas de cultivo: variedades, fecha de plantación, asociación y densidades respectivas de las especies, fertilización, cuidados.

    Técnicas de producción:
    - asociación de cultivos (preparación del suelo correspondiente)
    - variedades utilizadas, ciclos de producción
    - tiempos de plantación y replantación (plazos, atrasos) y duración de la temporada
    - insumos utilizados, abonos, productos fitosanitarios
    - cuidados (limpieza, etc.)
    - período de cosecha (periódica, continua, final)

    Incidencia de las enfermedades y las plagas asociada a las condiciones agroclimáticas del ámbito de producción, a las variedades y las técnicas de producción (asociación, fertilización, protección, etc.)

    Frecuencia e incidencia de las enfermedades y los insectos dañinos (factor asociado particularmente a las condiciones climáticas, variedades, prácticas de cultivo).

    Prioridad concedida a los cultivos alimentarios o comerciales de producción familiar o a otras actividades que afectan la disponibilidad de la mano de obra, en ciertas épocas del año, y prioridades de los productores según los ingresos esperados.

    - presencia y superficies
    - elementos y factores de producción característicos de estos cultivos

    EJEMPLO DE CAMERÚN

    En el marco de la previsión de cosechas, el mandato del SISAAT fue limitado a las principales producciones agrícolas, cuya incidencia en la seguridad alimentaria parece fundamental3; para Camerún meridional se escogieron los siguientes productos:

    • Tubérculos: yuca, yautía/taro (colocasia), ñame + batatas, papas;
    • Cereales: maíz y sorgo;
    • Leguminosas: maní, frijol, soja y caupí (seco) (Vigna unguiculata);
    Plátano y banana.

    En cada zona agroecológica se tomará en consideración el conjunto de cultivos alimentarios principales según el esquema siguiente:

     

    Adamaoua

    Meseta del Sur

    Tierras bajas costeras

    Mesetas altas

    Cultivos principales

    Yuca
    Maíz
    Sorgo
    Maní

    Plátano/banana
    Yuca
    Yautía/taro (colocasia)
    Maní
    Maíz

    Plátano/banana
    Yuca
    Yautía/taro (colocasia)
    Maíz

    Maíz
    Yautía/taro (colocasia)
    Plátano
    Frijoles/caupí (seco)

    Cultivos secundarios4

    Ñame
    Batata

    Ñame

    Ñame
    Maní

    Yuca
    Ñame
    Batatas

    La yuca, el plátano y las bananas son especies cuyos ciclos de cultivo se prolongan durante dos años, incluso más. Se considera que la yuca es un cultivo de cosecha continua mientras que el plátano/banana es una planta de cosecha periódica. Las otras raíces y tubérculos tropicales (yautía, taro [colocasia], ñame, etc.) son cultivos anuales cuya cosecha dura un período más limitado, comprendido generalmente en una única campaña agrícola5. Todos los demás cultivos, incluidos la batata y la papa, se consideran cultivos estacionales.

    1.2 Análisis de los datos

    Como se mencionó anteriormente, los servicios de agricultura, meteorología, extensión, protección vegetal, ganadería, hidráulica y otros, tienen por costumbre aportar datos que se refieren a sus propios ámbitos de competencia. Dichos servicios pueden analizar también sus datos ya que, en general, disponen de un buen conocimiento histórico y sociológico local y una buena experiencia de campo. El GTM de seguimiento de la producción agrícola (SPA) es la instancia institucional en la que se deben realizar periódicamente dichos análisis, como parte de un intercambio y aprovechamiento común de la información a través de concertación entre los servicios nacionales, y la sociedad civil, y es también la instancia de redacción de boletines y otros medios de difusión de la información. El GTM debería ser responsable también de los pronósticos de cosechas que, por ejemplo, en el Sahel deben elaborarse dos veces por año: en noviembre (provisorio) y en marzo (definitivo) para los cultivos anuales de la zona norte. Los cuadros de agrohidrometeorología preparados cada diez días son útiles también para el GTM/SPA.

    Las principales técnicas de análisis se presentan a continuación en forma sintética.

  • Análisis climatológicos
  • Los análisis climatológicos sobre series históricas sirven de referencia para evaluar las condiciones meteorológicas del año en curso. Los modelos de simulación, incluso aplicados a condiciones difíciles (falta de datos, pocas estaciones, etc.) pueden suministrar una representación de los efectos de las condiciones meteorológicas en el ciclo de cultivos. Permiten además prever "escenarios" útiles para la determinación de un intervalo de variabilidad del rendimiento para el año en curso con una probabilidad aceptable.

  • Análisis por balance hídrico (simplificado6)
  • Como la mayor parte de los métodos de previsión, el enfoque que preconiza la FAO se estructura en función del balance hídrico7. Con base en una serie de parámetros se calculan las necesidades totales de agua, así como el déficit o el excedente de agua con respecto a la pluviometría y a la evapotranspiración real (ETr). Las ETr estimadas para cada año se calibran, es decir, les pone en relación por regresión con los rendimientos aportados por las estadísticas agrícolas.

    Este enfoque simplificado, basado en la pluviometría, permite estimar los rendimientos de los cultivos, en particular los cereales en zonas secas. Sin embargo, se adoptaron modificaciones para permitir una mejora progresiva de los rendimientos del sistema, en particular mediante el uso de:

    Este enfoque ya se ha puesto en práctica con carácter experimental en los diferentes servicios meteorológicos utilizando diversos programas. Sin embargo, se han encontrado numerosos problemas asociados a la falta de personal capacitado para el calibrado y el refinamiento de la relación de regresión de los diferentes cultivos, teniendo en cuenta las situaciones edafológicas y los ámbitos de producción.

    Previsión de las cosechas

    Las producciones se calculan multiplicando la superficie sembrada por la estimación de los rendimientos. Importa entonces, en primer lugar, estimar dichos rendimientos. La fiabilidad de esa estimación depende de los cuidados aportados en la fase de calibrado y de la experiencia del personal encargado de los análisis. Los modelos dan a veces resultados de rendimientos en forma de índices que habrá que transformar en datos más comprensibles (kilogramos por hectárea), utilizando datos históricos de rendimiento, publicados por los servicios estadísticos, para cada cultivo y unidad administrativa. La fiabilidad de los datos estadísticos reviste una importancia capital en la medida en que afecta directamente las estimaciones de rendimiento. Esta fiabilidad está vinculada al número y la representatividad de las explotaciones tomadas como muestra (generalmente demasiado limitadas) y al cuidado del personal encargado de las mediciones y el recuento sobre el terreno.

    Además, para las previsiones de producción, es necesario estimar las superficies sembradas o plantadas. Dicha estimación, con frecuencia imprecisa, suelen obtenerla los agentes de campo de los servicios descentralizados del Ministerio de Agricultura extrapolando al conjunto de la unidad administrativa las superficies tomadas como muestra. La identificación de los indicadores "sustitutivos" de la superficie sembrada sigue siendo objeto de estudio e investigación en varios institutos y en distintos países.

  • Análisis de las imágenes satelitales
  • Las imágenes satelitales se utilizan mucho en las zonas secas. Se trata generalmente de imágenes de los satélites NOAA8 y Meteosat9. Los altos funcionarios deben formarse en el análisis de esas imágenes y utilizar el material adecuado. La integración de imágenes satelitales en el análisis global se basa en las opciones técnicas siguientes:

    Varias instituciones elaboraron metodologías para el seguimiento de la campaña agrícola en la zona seca (en particular la FAO, el Centro AGRHYMET de Niamey, el CSE de Dakar, el Centro Común de Investigación [JRC] de la Comunidad Europea12). Los productos que se utilizan hoy con más frecuencia en el seguimiento de las campañas son el NDVI (eventualmente el perfil temporal para las zonas dadas) y la estimación de las lluvias de Meteosat. Por falta de medios y de información adecuada del personal superior, por lo general no son los servicios nacionales quienes efectúan esas elaboraciones.

    1.3 Limitaciones

    Las metodologías presentadas pueden aplicarse a zonas comprendidas típicamente entre las regiones semiáridas y las regiones subhúmedas de África, pero estos principios de análisis se aplican también a otras zonas tropicales de África, Asia y América Latina. Las limitaciones técnicas y funcionales de estas regiones pueden resumirse así:

    1.4 Propuesta de mejora de los sistemas existentes de seguimiento de la producción

    1.4.1 En la organización

  • Facilitar la continuidad de las actividades, sobre todo durante la campaña agrícola. Exige la concertación y la cooperación intersectoriales a todos los niveles, lo que constituye uno de los principales motivos de la eficacia y la viabilidad del SPA;


  • Proceder a la instalación de un SPA por aproximaciones sucesivas, a través de las fases de:


  • Reforzar la dimensión meteorológica, agronómica (extensión e investigación) o fitosanitária del trabajo de los GTM, según las necesidades.


  • 1.4.2 A nivel técnico

  • Las diferentes técnicas mencionadas para el seguimiento de la producción de cultivos alimentarios y la previsión de las cosechas deben utilizarse en forma integrada, ya que ninguna de ellas basta para dar una estimación fiable de la evolución de la campaña agrícola. Esta integración demuestra ser más importante puesto que el SPA interviene en un dispositivo de ayuda a la adopción de decisiones. Esto se aplica para el análisis "coyuntural" pero también para los análisis "estructurales", la clasificación, la delimitación de zonas, etc., basados en los datos históricos.


  • El refinado de los límites y las características de los ámbitos de producción identificados debe efectuarse gradualmente con la cooperación de los servicios de agricultura, investigación agrícola y otros interlocutores interesados, según el país y en función de las encuestas pertinentes de rutina realizadas por las secciones locales de encuestas y estadísticas.


  • En cuanto a la producción agrícola, la evolución continua debida a la respuesta dinámica de la población campesina a las condiciones específicas en las que actúan, ocasiona en general la diversificación y la "extensificación" de los sistemas de producción agrícola. En algunos casos, no obstante, se observa también su identificación, principalmente en las zonas donde la presión demográfica es mayor. Esta intensificación pretendía sobre todo mejorar los sistemas locales, en particular el uso de las estrategias técnicas con bajos niveles de insumos externos, que utilizan por ejemplo los métodos de producción y de protección integrada.


  • Además de los boletines agrohidrometeorológicos cada diez días, cuya presentación cartográfica de la información esenciale facilitaría radicalmente la lectura, el GTM del seguimiento de cultivos alimentarios y de previsión de cosechas debería contribuir también en forma significativa a:


  • 1.4.3 Seguimiento de los productos de la pesca y producciones pecuarias

    Como se ha visto anteriormente, las cifras relativas al consumo alimentario por habitante y a las disponibilidades totales no tienen en cuenta con frecuencia los productos pecuarios y pesqueros. Estos elementos se integran a veces en la determinación de la alimentación básica y en el seguimiento de los grupos vulnerables pero, en la mayor parte de los casos, los sistemas de seguimiento de la producción agrícola sólo consideran las producciones de cultivos alimentarios (y con frecuencia incluso sólo las cerealeras). Conviene entonces asegurarse que todos los productos mencionados en la lista de alimentos básicos de la población (véase la Primera Etapa) hayan sido bien incluidos en el sistema de seguimiento de la producción agrícola, tanto en la recolección como en el análisis de los datos.

    En tanto el seguimiento de las producciones de cultivos alimentarios se suele limitar, sobre todo en la zona seca, a un seguimiento de la campaña agrícola que permite anticipar la producción esperada, el seguimiento de la producción animal (ganado, leche, huevos, aves, pesca, etc.) es más complejo debido a la continuidad de estas producciones y a su dispersión.

    El seguimiento de las disponibilidades de pescado puede ser posible cuando el seguimiento de las capturas está garantizado por las autoridades nacionales (Secretaría de Pesca, por ejemplo) y cuando se conoce la producción de la acuicultura, importante en algunas zonas.

    El seguimiento de la producción de origen animal suele utilizar indicadores indirectos: seguimiento de los pastizales, de las intervenciones veterinarias (vacunaciones, sacrificios oficiales), de la producción lechera a través de algunos datos de comercialización, etc. Lo más difícil de conocer sigue siendo el consumo de subsistencia de estos productos y, por ello, suele considerarse que ciertos nómadas trashumantes de las zonas semidesérticas sufren de hambre crónica dado que se alimentan sobre todo de leche y de carne (a veces también de dátiles, un producto del que tampoco hay seguimiento) una gran parte del año. Algunos países realizaron encuestas, parciales o nacionales, sobre la estimación de la producción pecuaria en estabulación y en crianza libre, y los servicios veterinarios (los encargados del seguimiento de dicha producción) disponen de estimaciones obtenidas del resultado de esas encuestas.

    El seguimiento de la producción pecuaria y pesquera es indispensable para el seguimiento de la producción agrícola y el GTM/SPA debe establecer, recurriendo a todos los medios posibles, una base de datos, incluso aproximativa, sobre el seguimiento de estas producciones. Estas estimaciones sólo pueden surgir de concertaciones periódicas con los responsables de las mismas, tanto a nivel nacional como provincial o local. Como se vio en el Capítulo A2, es posible prever importantes variaciones en la producción pecuaria a partir de los indicadores indirectos. Estos últimos deben compararse no obstante con los datos más precisos posibles sobre la situación de la producción pecuaria y de los productos derivados (productos lácteos o huevos, por ejemplo) en cada una de las provincias.

    Las poblaciones cuya alimentación se basa en gran parte en la caza y la recolección suelen erróneamente considerarse, como desnutridas ya que se carece de informaciones de las cantidades de los productos consumidos. Una estimación incluso aproximativa de esas recolecciones resulta entonces indispensable para el seguimiento de la producción agrícola.

    2. SISTEMA DE INFORMACIÓN SOBRE LOS MERCADOS, LAS EXISTENCIAS Y LA COMERCIALIZACIÓN15

    La FAO realizó una evaluación de los SIM sobre este tema en todos sus Estados Miembros. El resultado mostró que si numerosos países disponían de un SIM de algún tipo, los servicios que brindaban no permitían dar a los agricultores y a los negociantes informaciones pertinentes desde el punto de vista comercial. Se notan lagunas en la recopilación, la incompetencia de los servicios públicos responsables y, en su conjunto, una escasez de recursos. Los SIM, con frecuencia creados por los donantes, se han vuelto imposibles de administrar luego de la partida de aquéllos. En el momento de la creación de un SIM se suele tender a prever servicios demasiado complicados y cuya gestión resultará luego difícil.

    Al concebir un SIM se debe tener en cuenta en primer lugar la utilidad comercial y la viabilidad. Así pues hay que elaborar una lista detallada de las necesidades de todos los que participan en el sistema de comercialización y adaptar el SIM a los recursos disponibles, y su ampliación sólo se preverá cuando los fondos adicionales necesarios se obtengan a largo plazo16.

    Un SIM debe ser "transparente" y ofrecer a todos una buena idea de las principales tendencias de las cotizaciones y los precios, aportando al mismo tiempo una serie de informaciones complementarias útiles sobre la comercialización y las existencias. Sin embargo sería ilusorio pensar que la información pudiese limitar las fluctuaciones de los precios y permitir una transparencia perfecta. Los operadores encargados de la comercialización deberán entonces tomar siempre las decisiones a partir de datos más o menos imperfectos.

    La regla fundamental es partir de un SIM de dimensiones reducidas que se desarrollará luego en función de los recursos disponibles. De esta forma, basándose en el análisis del sistema de comercialización, se puede convenir al inicio tener un SIM que sólo dé las cotizaciones aplicadas en los mercados más importantes y ampliar luego estos datos a los precios aplicados en los otros mercados al por mayor y los mercados concentradores. La presencia de un donante puede falsear este enfoque al proponer un SIM desmesurado con respecto a las capacidades nacionales. Los beneficiarios tendrán dificultades en rechazarlo porque es tentador aprovechar inmediatamente y al máximo de una ayuda que corre el riesgo de faltar en el futuro si se procede por etapas.

    2.1 Estructura institucional del SIM

    Ante todo hay que analizar la capacidad del país de hacer funcionar un SIM, tanto desde el punto de vista técnico como financiero. La organización institucional debe analizarse detenidamente, sin descuidar el potencial que representa para el sector privado.

    Según los países, se ofrecen diversas posibilidades satisfactorias de estructuras institucionales para el SIM.

    2.2 Los datos

    En primer lugar conviene efectuar un análisis pormenorizado del sistema de comercialización nacional con objeto de evaluar las necesidades en materia de información de cada uno de los participantes en el sistema (agricultores, negociantes, intermediarios, exportadores, minoristas, consumidores, administración, etc.). Este análisis permitiría conocer:

    El seguimiento de los mercados

    Los principales factores que hay que tener en cuenta al seleccionar los datos del seguimiento de los mercados son los siguientes:

    Ejemplos

    El SIM de Tanzanía comenzó por recopilar los precios de 27 productos en 45 centros pero la mayoría no se utilizó nunca. El SIM de Ghana se basó en el acopio de datos sobre los precios en más de 100 mercados pero el Ministerio de Agricultura lo interrumpió, por falta de fondos y de formación del personal de campo, mientras que el SIM sigue empleado aún más de 100 personas a tiempo completo.

    Cuando son muchos los mercados que se deben tener en cuenta, el SIM se enfrenta al problema de la gestión de una cantidad demasiado grande de información. Los sueldos que deben pagarse son demasiados y la formación del personal y el mantenimiento del sistema no pueden garantizarse por faltar los fondos necesarios.

    El almacenamiento de productos

    Un buen SIM debería tener una idea precisa de los sistemas de almacenamiento disponibles a todo lo largo de la cadena y de su utilización. Todas las existencias (almacenamiento familiar en la explotación agrícola, almacenamiento en las aldeas como bancos de cereales, por ejemplo, las diferentes existencias comerciales, las existencias nacionales de seguridad, etc., deben analizarse y es necesario crear un sistema de evaluación del valor de su contenido. Además, para cada tipo de almacenamiento hay que tener una buena estimación del porcentaje de pérdida de los productos almacenados.

    Las importaciones y las exportaciones

    El SIM necesita acuerdos precisos con los servicios aduaneros, los puertos y los servicios oficiales de autorización de las importaciones y las exportaciones de productos alimentarios básicos para evaluar el estado general del suministro nacional y las potencialidades de evolución a corto o mediano plazo. En algunos países es posible obtener a nivel provincial una estimación de la circulación de productos alimentarios (incluidos los productos pecuarios) debido a los controles administrativos internos efectuados con objeto de cobrar una tasa de transporte.

    La creación de un SIM debe cumplir además con los requisitos siguientes:

    Ejemplo del funcionamiento global de un SIM

    El SIM privado de Sudáfrica

    Agritel es un servicio de información administrado por particulares que suministra informaciones sobre los mercados mayoristas y sobre once grandes mataderos de Sudáfrica. Se ponen en la computadora las cotizaciones y se registran todas las transacciones (en precio y en volumen). Agritel recibe cotidianamente estas informaciones que elabora luego para presentarlas en el formato mejor adaptado para los usuarios. El servicio global prestado abarca tanto los precios como los volúmenes intercambiados de todos los productos, sus variedades, sus categorías, su dimensión y su envasado.

    Agritel tiene aproximadamente 400 usuarios que pagan un abono mensual que va de 28 a 38 dólares, según el número de servicios y de cotizaciones solicitados. Sus usuarios son productores, envasadores, intermediarios, carniceros, mayoristas, comisionistas y responsables de los mercados. Pueden también tener acceso a la red telemática nacional (red Beltel). Este acceso puede hacerse a partir de una terminal alquilada a Beltel, o a través de una computadora PC y de un módem. La llamada a la red Beltel es gratuita.

    El servicio ofrecido por Agritel incluye un menú fácil de utilizar. Brinda la información siguiente sobre las cotizaciones del día y de la víspera para cada plaza:

    • precio más alto y volumen vendido a dicho precio;
    • precio medio ponderado del día;
    • precio más bajo y volumen vendido a ese precio;
    • volumen vendido entre el precio medio y el precio del día más elevado así como el precio medio ponderado de esas transacciones;
    • volumen vendido entre el precio medio y el precio del día más bajo;
    • volumen ofrecido al inicio de la jornada;
    • cantidad total vendida en la jornada;
    • volumen no vendido y pasado para el día siguiente.

    Además de la información sobre las ventas del día, los usuarios pueden consultar los archivos utilizando un programa informático de gráficos suministrado gratuitamente por Agritel a sus principales clientes.

    2.3 Análisis de los datos y difusión de la información

    El tratamiento de los datos debe ser simple. Hay que vigilar de cerca a los especialistas en informática ya que, con mucha frecuencia, tienden a concebir sistemas que sólo ellos pueden entender. Los estudios de preparación deben prever la posibilidad de una extensión futura del SIM pero hay que evitar a toda costa la complejidad. Los usuarios deben poder usarlo fácilmente, y todos los días, y estar en condiciones de resolver los problemas, si surgen.

    El factor "tiempo" exige que se preste especial atención a la concepción de los sistemas de tratamiento de datos tomados de los mercados con el fin de permitir comparaciones cotidianas, semanales y mensuales válidas, entre las distintas épocas y los distintos mercados.

    El principal problema sigue siendo la seguridad de la información. Hay que proteger absolutamente los programas y las bases de datos y hacer periódicamente salvaguardias para evitar que se los borre o modifique por accidente, así como poner un sistema de bloqueo y contraseñas que impidan el acceso a quienes no están autorizados. Los datos, por el contrario, son difíciles de proteger ya que deben manipularse constantemente de una hoja a otra o de una dependencia a otra. También es difícil comprobarlos automáticamente en el momento de su introducción.

    El medio utilizado para difundir la información debe ser bien conocido de los usuarios del SIM. Ante todo, hay que tener mucho cuidado en la presentación de la información y utilizar gráficos lo más posible. Por radio, la lectura de largas listas de precios resulta fastidiosa y por ello hay que limitarse a los productos más importantes cuyos precios están sujetos a importantes fluctuaciones. Se pueden publicar en la prensa escrita información más completa. En las emisiones radiofónicas habría que intercalar algunos comentarios sobre las condiciones de los mercados y, eventualmente, de las oportunidades que ofrecen pero el prologar la duración de la emisión aumenta los costos. Por último, huelga decirlo, los precios deben difundirse en la lengua hablada por los usuarios.

    Cuando un SIM comienza a utilizar la radiodifusión, deben consagrarse una o dos emisiones preliminares a la presentación del servicio y a las explicaciones necesarias para la comprensión de los precios difundidos. Este tipo de emisión debería repetirse periódicamente. En los últimos años la FAO elaboró material didáctico destinado a los extensionistas con el objeto de ayudarles a conocer bien las cuestiones de comercialización.

    Ejemplo del SIM de Zambia

    Antes los precios cobrados y la demanda registrada en los mercados se difundían de tres formas (difusión semanal por radio, boletines semanales y carteles para el público) con suertes muy diversas. Debido a la falta de pago de otros servicios del Ministerio, la emisora radiofónica se negó a seguir difundiendo la información; la distribución semanal de los boletines se hizo imposible debido a un aumento de las tarifas postales del 40%; los carteles, por su parte, fueron ignorados por los agricultores. Estos problemas por fin se solucionaron: la información se vuelve a difundir por radio y se publica dos veces por semana en un diario de tirada nacional. En cuanto al boletín, se ha vuelto a distribuir gracias al patrocinio de un banco local. Su viabilidad dependerá en el futuro de su capacidad de atraer patrocinadores y, sobre todo, de conservarlos.

    Los responsables nacionales se han dado cuenta de que una simple publicación de las cotizaciones y los precios no basta. Los agricultores deben poder interpretar los datos y conocer las salidas potenciales para sus productos. Por ello, el Ministerio (con la asistencia de la FAO) intentó lanzar un nuevo boletín provincial que da a los agricultores las coordenadas de los negociantes que compran, y trata de hacer hincapié en la mejora de las existencias en la explotación agrícola, lo que parece presentar un interés cada vez mayor, ahora que los agricultores ya no tienen salidas inmediatas después de la cosecha.



  • AGRIMARKET
  • El soporte lógico FAO-AgriMarket fue concebido por la FAO para ayudar a los gobiernos a crear sistemas de publicación de precios agrícolas, llamados SIM, y mejorar la gestión de los sistemas existentes. AgriMarket reduce el tiempo y los esfuerzos que demanda la gestión de gran cantidad de datos y aumenta la precisión con la cual se efectúan las operaciones. La utilización del programa permite aumentar y acelerar la transmisión de información a todos los agentes económicos interesados por el mercado y debería ayudar así a aumentar la transparencia de este último. El programa puede usarse también para la información relativa a los precios y las cantidades de insumos agrícolas.

    AgriMarket fue concebido utilizando el sistema de gestión de bases de datos "ACCESS". Su empleo se basa en menús muy simples. Está concebido para permitir seguir hasta 891 productos en 90 mercados distintos y los datos pueden introducirse cada día o cada semana. Las funciones de comprobación y validación de los datos permiten establecer gamas de precios previstas para cada producto en cada mercado e impiden registrar precios fuera de ellas. La conversión de unidades de medida locales en unidades estándares se incorporó en el programa, lo que ahorra tiempo eliminando los errores de cálculo. Se pueden obtener informes o un panorama de la situación para un período diario, semanal, mensual o trimestral. La creación de los informes es modulable, lo que permite obtener la información de toda o una parte de los mercados o de los productos y en períodos diferentes.

    AgriMarket contiene también utilitarios para la gestión de las bases de datos, la gestión corriente de los discos y los ficheros, y la transferencia de datos. Se han incluido funciones de gestión de bases de datos para salvaguardar y restaurar los archivos, indizar las bases de datos y proceder al archivado. La transferencia de datos entre AgriMarket y otras bases de datos, hojas de cálculo o programas de gráficos, se hace posible gracias a las funciones de importación y exportación de datos. Así pueden transferirse los datos a otros soportes lógicos con objeto de analizarlos de forma más sofisticada o para preparar gráficos. Asimismo, los datos ya existentes en los sistemas informatizados de información sobre los mercados pueden importarse a AgriMarket, sin que esta conversión implique una pérdida de información.

    Un sistema simple de publicidad directa se incorporó también al soporte lógico. Permite guardar el rastro de todas las personas a quienes se envía habitualmente información sobre el mercado y obtener etiquetas con la dirección.

    En el programa se incluyeron funciones de seguridad con miras a desalentar el acceso ilícito a las bases de datos y evitar la realización de operaciones potencialmente destructoras para el usuario con poca experiencia. El conjunto del soporte lógico está protegido con contraseñas, el nivel de acceso más elevado se reserva para el gestor del sistema, encargado de dar acceso al sistema a los otros usuarios. Las funciones de gestión permiten a los usuarios cambiar su contraseña y obtener un resumen de la situación del sistema.

    Una característica muy útil del soporte lógico es la posibilidad de usarlo en el modo "aprendizaje". Éste permite tener acceso a las bases de datos completamente separadas de aquellas que contienen los datos reales. Se pueden pues prever sesiones de formación en paralelo con la utilización en modo normal, concebida para la manipulación de datos reales. Una guía de empleo acompaña el soporte lógico. Lo esencial de la guía se refiere al establecimiento de un sistema informatizado en una oficina de comercialización ficticia utilizando el programa AgriMarket. La guía procede paso a paso, explicando el cifrado de los datos y la preparación de las máscaras de introducción de los datos antes de pasar a la explicación misma de la utilización del programa. Este enfoque por estudio de caso es eficaz sobre todo porque los nuevos usuarios pueden trabajar a partir de datos contenidos en la guía cuando usan el programa en el modo aprendizaje.

  • Otros sistemas de gestión y tratamiento de datos SIM
  • Para manipular la información, si no se utiliza Agrimarket, se recomienda emplear un soporte lógico comercial de base de datos relacional (Access o Paradox, por ejemplo). Este tipo de soporte lógico permite un acceso directo a los datos controlado con bastante rigidez y autoriza rutinas para la entrada de datos con dispositivos de verificación. Así se pueden organizar ficheros que permitan extraer los datos necesarios automáticamente (por producto, por mercado o por período de tiempo), para limitar las manipulaciones. La utilización de un base de datos exige no obstante un tiempo inicial de organización más importante y personal mejor preparado que una simple hoja de cálculo.

    En resumen, el tratamiento de los datos está sometido al principio según el cual la solución más simple es también con frecuencia la mejor. Hay que evitar a toda costa que los especialistas en informática conciban sistemas que sólo ellos puedan entender. Además, los estudios de concepción deben prever la posibilidad de una ampliación futura del SIM pero hay que evitar absolutamente la complejidad para que los usuarios puedan utilizarlo fácilmente y resolver los problemas eventuales.

    2.4 Principales problemas del SIM

    Los principales problemas a los que se enfrenta el buen funcionamiento del SIM son los siguientes:

  • Costos de la información
  • Duplicación de tareas
  • A veces hay duplicación de tareas entre los diversos servicios que recopilan las cotizaciones a nivel nacional y que las difunden luego por intermedio de diferentes boletines. Esto puede crear cierta confusión, en particular cuando se publican cotizaciones diferentes que no son coherentes entre sí. En Camboya, a comienzos de 1996, los precios de los productos agrícolas los registraban el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Comercio, el Servicio Estadístico encargado de la determinación del índice de los precios al por menor y una radio local (que era la única en dirigirse a los agricultores y a los negociantes).

  • Interferencias políticas u otras
  • Dificultades de previsión
  • Problemas de informatización
  • 3. SISTEMA DE SEGUIMIENTO DE LOS GRUPOS VULNERABLES

    Según la definición del SICIAV17, las víctimas de la inseguridad alimentaria son personas cuyo consumo de alimentos es inferior al aporte energético mínimo, al igual que aquellos que presenten síntomas físicos debidos a carencias energéticas y nutricionales resultantes de una alimentación desequilibrada o inadecuada, o de una incapacidad fisiológica para utilizar eficazmente los alimentos debido a una infección o a una enfermedad. Los grupos vulnerables a esta inseguridad alimentaria, como se ha visto en el Capítulo 1 de la Segunda Parte, deben ser identificados y su seguimiento debe efectuarse con precisión.

    A nivel institucional, el GTM de seguimiento de los grupos vulnerables se apoya en general en los responsables (públicos, privados, ONG, etc.) de los problemas sociales pero, para poder funcionar perfectamente, debe colaborar estrechamente con el GTM del seguimiento nutricional (véase el capítulo siguiente). De esta manera, en algunos países los SISAAT prefirieron, por motivos de eficacia, no tener más que un único GTM-SAN/SGR que incluyera al mismo tiempo el seguimiento de los grupos expuestos a riesgos (o vulnerables) y el seguimiento nutricional. Sin embargo, en aras de la claridad mantendremos en el presente manual los dos GTM.

    3.1 Determinación de los grupos expuestos a riesgos o vulnerables a la inseguridad alimentaria

    La síntesis del estudio básico de un SISAAT (Segunda Parte, Capítulo I, Sección 6) debería permitir determinar los principales grupos expuestos a riesgos de inseguridad alimentaria a partir de la información precisa aportada por este análisis pero, sobre todo, por un proceso sumamente participativo (y, si es posible, descentralizado) de debates centrados en el problema, tendente a definir progresivamente dichos grupos. Cada representante de los diferentes GTM conoce una parte del problema, debido a que cada uno concede mayor importancia a aspectos diferentes de la seguridad alimentaria (producción, ingresos, salud, etc.) pero también a que cada uno dispone sólo de parte de la información. Así pues, los servicios sociales nacionales y las ONG con frecuencia disponen de informaciones diferentes sobre la distribución de los grupos vulnerables al igual que los especialistas que trabajan sobre el terreno y aquellos que lo hacen a nivel central, y el enfoque y los datos de los economistas no son los mismos que los de los sociólogos y los técnicos, etc.

    El cuadro que sirve de ejemplo de síntesis participativa en el Cap. B16 constituye una base indispensable para el consenso general. A partir de este cuadro básico el GTM de seguimiento de los grupos expuestos a riesgos deberá estudiar más a fondo la información sobre los mismos, en particular en los siguientes aspectos:

    Este enfoque, menos clásico que otros y más difícil de utilizar (metodología cualitativa, enfoque participativo), demostrará ser útil para determinar los grupos socioculturales y religiosos y sus características alimentarias específicas.

    3.2 Los datos

    Los datos de seguimiento de los grupos expuestos a riesgos dependen del seguimiento de la vulnerabilidad, es decir de las causas de la inseguridad alimentaria: las que reflejan las cantidades y la calidad de los alimentos disponibles en los hogares, por un lado, y, por otro, el acceso físico y económico a los alimentos. Estos indicadores serán los datos de los recursos familiares, presupuestos, consumo, etc. Este tipo de variable suele ser dinámica y difícil de conocer.

    El seguimiento de estas personas se desglosa en distintos tipos:

    Seguimiento económico y social de la población propiamente dicha ingresos, desplazamientos, hábitos de consumo, estructuras familiares, etc.). Este ámbito incluye en particular el seguimiento de la pobreza, lo que constituye el principal obstáculo para el acceso económico a los alimentos.

    Seguimiento de los problemas específicos del acceso físico de estas personas a la alimentación debido a la distancia (a los mercados, por ejemplo), los tipos de productos disponibles localmente (inadecuación de la oferta a la demanda), los costos de los transportes urbanos hacia los mercados alternativos, etc.

    Seguimiento de las estrategias de adaptación utilizadas por las poblaciones marginales frente al grave riesgo de inseguridad alimentaria (véase más adelante la Sección 3, punto 2.3). Ese seguimiento es indispensable sobre todo para la previsión de las situaciones de escasez de alimentos a nivel familiar.

    3.2.1. Seguimiento de la pobreza

    El PNB por habitante es un indicador muy global (en general, anual) que permite establecer ciertas comparaciones entre los países. Tiene límites ya que ignora la distribución de los ingresos dentro de la población y, en consecuencia, el alcance de la gravedad de la pobreza así como todas las demás causas del desenlace que no sean los ingresos.

    En las Naciones Unidas se prefieren utilizar en general indicadores más complejos, a veces sintéticos como el IDH18 (índice de desarrollo humano) que tiene en cuenta los ingresos, la educación y la salud.

    La selección de los indicadores de pobreza no es fácil, sobre todo porque hay que basarse en datos fácilmente obtenibles, pertinentes y fiables. Se suele utilizar el ingreso total (integrando el consumo de subsistencia), los gastos totales y el valor del consumo de los alimentos de los hogares durante un período dado. En general se define un ingreso total mínimo por debajo del cual se considera que una familia está en la pobreza. Ese mínimo puede calcularse para una región o para una aldea dada. Lo mismo ocurre para los gastos totales. Para calcular el consumo de alimentos de un hogar se busca el valor mínimo de una ración alimentaria, de conformidad con los hábitos de consumo locales, y que satisfaga las necesidades mínimas en calorías de una persona por día (véase la segunda parte en él capitulo 1, el análisis de la cantidad mínima de alimentos). Todas las personas cuyo consumo es inferior a este valor mínimo pueden considerarse desnutridas. Evidentemente cuando los datos corresponden a una población local muy bien determinada es posible tener mejor en cuenta los factores locales y esta referencia resulta entonces más aceptable como indicador del umbral de pobreza. Como cada indicador presenta ventajas e inconvenientes, se suelen usar simultáneamente varios (baterías de indicadores), cada uno de los cuales presenta uno de los aspectos de la vulnerabilidad. Así pues, si varios indicadores convergen en las mismas familias, no hay ninguna duda sobre su pobreza.

    Actualmente se trata de tener en cuenta otra dimensión de los problemas complejos de la pobreza. Los estudios han demostrado que, para el mismo nivel de indicadores económicos y sociales, algunas familias pueden encontrar respuestas mientras que otras se ven aplastadas por el peso de los problemas. Se puede intentar explicar este fenómeno haciendo hincapié en la capacidad de las primeras en aprovechar la solidaridad (familiar o comunitaria) que hace que, dadas las condiciones, su situación resulte "soportable". En otras palabras, se benefician con un capital de solidaridad mientras que otras, aunque estén clasificadas dentro de indicadores económicos y sociales parecidos, serán consideradas más pobres aún y sufrirán los horrores de la exclusión. El concepto de "capital social" fue propuesto por diversas teorías y se están realizando intentos para traducir este fenómeno en indicadores, que puedan medirse a pesar de ser fundamentalmente cualitativos.

    A estas alturas, y salvo para algunos indicadores parciales o sintéticos que hayan sido objeto de una amplia recopilación (ingresos, IDH, índice de escolarización, cobertura médica, etc.), se dispone de más estudios de casos que de series aprovechables de bases de datos. Sin embargo, la multiplicación de los ejemplos permite aprovecharlos ya en algunos países. Se podría hacer un esfuerzo adicional en los SISAAT para transformar esas dimensiones complejas en puntos de referencia.

    Algunos de estos indicadores de seguimiento económico y social de la población más vulnerable también son de primerísima importancia para el GTM de seguimiento nutricional y, como se mencionó anteriormente, es indispensable que los dos GTM (SAN y SGR) se pongan de acuerdo sobre el seguimiento de estas variables. Se trata principalmente de datos relativos a:

    En este sentido los indicadores que parecen reflejar mejor el consumo energético familiar, tanto en zonas urbanas como rurales, son los gastos o los recursos totales per cápita, la relación de la dependencia familiar y el número de alimentos básicos utilizados, etc.

    3.2.2 Seguimiento del acceso físico a los suministros

    El seguimiento de los problemas específicos del acceso físico de estas personas a la alimentación está vinculado, como ya se ha visto, a criterios como:

    El GTM deberá pues dedicar el tiempo necesario a analizar estos criterios específicamente para cada grupo vulnerable y determinar, para cada uno de esos criterios, los datos cuyo seguimiento efectuará, en general a largo plazo (un dato anual puede bastar para algunos indicadores). Suele ser interesante comprobar sistemáticamente la variación de estos datos cuando las condiciones particulares aparecen en el sector económico o social, por ejemplo, en función de la privatización de los transportes, de una evaluación o de modificaciones acaecidas en la política social del país, etc.

    3.2.3 Seguimiento de las estrategias de adaptación

    El conocimiento de las estrategias de adaptación utilizadas por las familias para prevenir la insuficiencia alimentaria (coping strategies) es indispensable y debería integrarse en el análisis básico de la seguridad alimentaria19. El seguimiento de la aplicación de estas estrategias permite comprender la percepción que tienen estas familias de su propia inseguridad alimentaria. Cuando estiman que corren el riesgo de que les falten alimentos a un plazo más o menos largo, aplican una de estas estrategias. Los indicadores que se desprenden de ellas son indirectos, con frecuencia más cualitativos que cuantitativos, que pueden dar una idea clara de la evolución previsible de la situación pero que exigen un buen conocimiento de los grupos llamados "vulnerables" y de los riesgos que éstos consideran como más graves para su familia20.

    La secuencia y el carácter de estas estrategias de adaptación difieren considerablemente de una población a otra en función de los sistemas de subsistencia y, dentro de un mismo sistema, en función del perfil socioeconómico, la etnia, la religión, etc. (véase el ejemplo nigeriano que figura a continuación). En los países que se enfrentan regularmente a la escasez de alimentos, la población adopta estrategias de adaptación complejas y específicas y que pueden a veces hacer más compleja la previsión y la prevención de tales situaciones. Además, no hay dos casos iguales: las causas subyacentes, la secuencia de los acontecimientos y las condiciones de una familia frente a la escasez son siempre diferentes. Una buena comprensión de la vulnerabilidad de los sistemas de subsistencia de los hogares a nivel local es fundamental pues para determinar los indicadores de seguimiento de los grupos expuestos a riesgos.

    Ejemplo de análisis de las estrategias de adaptación

    Secuencia temporal de las respuestas de las familias rurales vulnerables
    ante una situación de escasez de alimentos en Nigeria

    Cronología de las Estrategias alternativas en situaciones de escasez de alimentos por orden:

    • Ajuste de la producción pecuaria y de cultivos alimentarios
    • Cambio en el régimen alimentario
    • Utilización de los alimentos en situaciones de hambre
    • Cereales pedidos prestados a los familiares
    • Mano de obra/trabajo por cuenta de otros
    • Venta del ganado menor
    • Dinero o cereales pedidos prestados
    • Venta del material de producción
    • Hipoteca de las tierras cultivables
    • Venta de las tierras cultivables
    • Migración
    • etc.

    Los indicadores directos o indirectos que corresponden a estas estrategias son los que deberá encontrar el GTM/SGR en función de los datos ya disponibles en los sistemas estadísticos existentes o en las instituciones, las ONG o los proyectos.

    El seguimiento de la aparición de estos comportamientos (indicadores indirectos puntuales o batería de indicadores indirectos) puede brindar buenos indicios de alerta temprana de una crisis alimentaria probable. Aunque en general no sea demasiado costoso su seguimiento, dichos indicadores exigen a pesar de todo un buen análisis previo para adaptarse perfectamente a los grupos humanos que se quieren estudiar. Además deben ser el fruto de una cooperación eficaz de todos los participantes que trabajan en las zonas de riesgo puesto que funcionan con frecuencia más como "alarmas" que como datos regulares de seguimiento. Cabe notar también que estos indicadores indirectos deberán modificarse en función de la adaptación de sus estrategias por parte de la propia población pero también de la evolución de los medios de seguimiento, tanto a nivel del conocimiento de datos objeto del seguimiento como de los medios de conocer estos fenómenos o de transmitir los datos. Hace falta pues que los responsables del GTM examinen periódicamente la pertinencia de estos indicadores para cada población afectada y los adapten en consecuencia.

    3.3 Seguimiento de la vulnerabilidad en situación de escasez de alimentos

    En situaciones de escasez de alimentos, hacen falta diferentes informaciones, en cada etapa, en función del nivel de agravamiento, de los "solicitantes" de información (ONG, organización de ayuda alimentaria, gobierno, asociaciones de consumidores, responsables del PMI, comerciantes, etc.) y del nivel de decisión en cuestión. El GTM/SGR deberá estar listo para suministrar la información necesaria en el momento de las crisis y haber integrado, desde el momento de su creación, los datos necesarios para dicho seguimiento en su propia base de datos. Estas situaciones se deben principalmente a una drástica reducción en el acceso a los alimentos por motivos diversos. Las familias, según sus hábitos alimentarios, sociales, su grado de monetarización, etc., reaccionan en forma muy diferente. Un buen conocimiento de las estrategias de cada uno de los grupos expuestos a riesgos será muy importante para los decisores en caso de escasez de alimentos. Podrán utilizarlos al mismo tiempo como indicadores de la gravedad de la situación y para escoger una ayuda, concediendo más importancia, por ejemplo, a la asistencia a los grupos humanos más afectados de conformidad con sus propias estrategias de adaptación.

    4. ESTRATEGIA DE SEGUIMIENTO ALIMENTARIO Y NUTRICIONAL

    Como ya se ha visto anteriormente, las personas que sufren de desnutrición son aquellas cuyo consumo alimentario es inadecuado o insuficiente, o ambos, y cuya utilización biológica de los nutrientes se ve muy afectada por un estado de salud particular, o por ambos al mismo tiempo. Esto corresponde a los aspectos "acceso" y "utilización biológica" de la seguridad alimentaria. El consumo alimentario a nivel familiar es función de los alimentos disponibles y de su distribución en el seno de la familia. Además, un entorno sanitario desfavorable y malas condiciones socioeconómicas impiden a las familias más pobres utilizar en forma óptima los alimentos disponibles y causan elevados índices de infección. De esta manera, la disponibilidad alimentaria a nivel familiar21 es una condición necesaria pero no suficiente para la prevención de la desnutrición. En efecto, se reconoce que los factores socioculturales desempeñan un papel fundamental en la utilización de los alimentos disponibles. Entre estos factores (religiosos, étnicos, etc.) se pueden mencionar en particular: las tipologías alimentarias, las prácticas de alimentación de los niños (en particular en el momento del destete), la distribución alimentaria intrafamiliar al igual que las estrategias de adaptación a la inseguridad alimentaria, etc.

    Los SAN se concibieron principalmente para el seguimiento a largo plazo del consumo alimentario, la verificación de si resulta satisfactorio y, en caso negativo, la ejecución de programas destinados a mejorarlo. Dichos programas pueden referirse a la nutrición directamente (educación nutricional, distribución de complementos alimentarios en los PMI) o indirectamente (lucha contra las enfermedades infantojuveniles, programas de vacunación). Por definición, la malnutrición es un fenómeno dinámico y no estático. Los SAN deben hacer gala de gran flexibilidad para "adaptar" los indicadores de seguimiento en función del contexto específico y de la evolución rápida de los sistemas alimentarios. Así pues la rapidísima urbanización de la población en los países en desarrollo ocasiona una evolución del consumo y de la distribución de alimentos en el seno familiar. Este contexto específico es determinante a la hora de elegir los indicadores de seguimiento del SAN.

    4.1 El marco institucional y la creación de un SAN

    Como los datos principales de que se ocupa son de tipo sanitario y nutricional, el SAN se encuentra con frecuencia en el Ministerio de Salud, lo que permite usar las estructuras descentralizadas del mismo (PMI22, agentes primarios de salud, etc.), para el acopio de datos primarios, y los medios de sus servicios estadísticos para su tratamiento, y obtener así fácilmente los datos sanitarios. En algunos países, no obstante, existen institutos de nutrición, separados del Ministerio de Salud, que a veces dependen del Ministerio de Bienestar Social o que gozan de independencia, siendo más o menos paraestatales. En cualquier caso, el vínculo con las estructuras de salud es siempre muy importante, por un lado, porque los datos de salud y nutrición están con frecuencia interrelacionados, en particular en lo que hace a los niños, y, por otro, porque los médicos y los otros agentes de salud desempeñan un papel importante en la educación y el seguimiento nutricional de la población.

    Para crear un SAN, hace falta ante todo, en el marco de un trabajo participativo (de preferencia en el seno de un GTM/SAN), constituir una base conceptual común de los problemas de malnutrición existente y de sus causas. Dicha base deberá entonces ser objeto de debate y aceptación por todos los agentes del SAN, a todos los niveles. Permitirá determinar el nivel en que las autoridades nacionales actuarán sobre las causas para modificar o mejorar, o ambos, la situación nutricional (o la inseguridad alimentaria, o ambas) a través de decisiones políticas, técnicas o la creación de programas de intervención.

    Las etapas de la creación de un sistema de seguimiento alimentario y nutricional (SAN) son las siguientes:

    Un sistema que ha demostrado su eficacia en diferentes países es el del seguimiento ascendente, que empieza en la base y se dirige hacia arriba (bottom-up). Se basa en equipos especializados que pertenecen a organizaciones no gubernamentales, activas en diferentes regiones de un país (cuya metodología común permite la comparación de los resultados), y en un sistema central de control continuo de la calidad de los datos.

    En el cuadro siguiente se ilustra la secuencia temporal de los componentes del SAN en Etiopía, cuyo objetivo era obtener informaciones sobre:

    Esquema de las diferentes etapas funcionales del SAN en Etiopía

     

    Año 1

    Año 2

    Año 3

    Año 4

    Año 5

    a) Aspecto principal: terreno

    X

    -

    -

    X

    -

    b) Análisis básico

    X

    -

    -

    X

    -

    c) Análisis detallado

    -

    X

    X

    -

    X

    Aspectos específicos

    -

    X

    X

    -

    X

    d) Evaluaciones rápidas en zonas rurales

    -

    X

    X

    -

    X

    Encuestas pormenorizadas

    ---------- según las necesidades ----------

    a. Descripción de la distribución geográfica y socioeconómica de la malnutrición.
    b. Análisis de causalidad que utiliza tabulaciones y modelos estadísticos más sofisticados.
    c. El objetivo es ahondar en los problemas específicos determinados en el aspecto principal. Estos aspectos pueden referirse a regiones o a grupos socioeconómicos vulnerables o incluso a características específicas (prácticas de alimentación infantil).
    d. Parecidos a las características específicas pero utilizando metodologías de encuestas cuantitativas menos engorrosas.

    Sin embargo, un método como éste debe garantizar la coherencia de las metodologías utilizadas para permitir comparaciones fiables entre las distintas encuestas.

    4.2 Los datos

    Para obtener un marco previo hay que analizar toda la información disponible sobre los problemas nutricionales existentes (su importancia, su distribución geográfica y por grupos socioeconómicos, su periodicidad, al igual que los factores socioeconómicos subyacentes). Una parte de este trabajo es útil para los estudios básicos del SISAAT (Segunda Parte, Capítulo I) y puede ser abordada con mayor detalle por el GTM/SAN en colaboración con el GTM/SGR.

    Los servicios nacionales de salud en general conocen las principales carencias energéticas y proteicas, crónicas o agudas, y las carencias de micronutrientes. De hecho, la malnutrición no afecta a todas las personas que componen la población con la misma intensidad ni por los mismos motivos. Los problemas más frecuentes de malnutrición se refieren a aquella proteicoenergética y las carencias de micronutrientes (vitamina A, hierro y yodo, sobre todo; a veces, de otros). Hay que determinar también si estos problemas son agudos o crónicos, lo que influirá entre otras cosas, en la elección de los indicadores de seguimiento (antropométrico, en particular). En el caso de la malnutrición proteicoenergética aguda, por ejemplo, se recomiendan los indicadores que permiten seguir la evolución del peso de los individuos en función de la estatura.

    Se constata también la presencia de problemas asociados a la utilización biológica de los alimentos debidos a los métodos culinarios, a las formas de consumo, a la distribución de los alimentos en la familia y al estado de salud de los individuos. Estos problemas dependen en gran medida del entorno sociocultural (hábitos y prohibiciones alimentarias) y sanitario (agua potable y estado de las estructuras sanitarias).

    Para organizar la base de datos de un SAN, es necesario conocer los datos que se introducen periódicamente sobre el estado nutricional y de adaptarlos luego, si es necesario23. Este trabajo sobre el seguimiento nutricional debería haberse realizado ya en el momento en que un SAN funciona en el país, y si no ha sido el caso, un GTM/SAN se encargará de realizarlo con carácter prioritario.

  • Los datos relativos a la malnutrición familiar se suelen clasificar en dos categorías: los indicadores causales y los indicadores de la situación.


  • Los indicadores de la situación utilizan las medidas antropométricas para apreciar el crecimiento de los niños y evaluar así su estado nutricional (peso-edad, altura-edad, peso-altura, peso inferior al normal al nacer) al igual que las tasas de morbilidad y de mortalidad. Estos datos cambian con relativa lentitud y ofrecen la ventaja de reflejar, con una única medida (estática opuesta a la dinámica), las condiciones pasadas de la alimentación de la población. Debido a esto no permiten reflejar la evolución a corto plazo del estado nutricional ni pueden utilizarse directamente como indicador de previsión y de alerta aunque la pérdida de peso de los niños pequeños sirve a veces de indicador de alerta, e incluso de seguimiento, de situaciones hambre.


  • Para la prevención y la alerta los indicadores escogidos deben ser simples, rápidos de obtener, adaptables (o flexibles) y su costo de registro informatizado debe ser bajo. Sobre todo tienen que ser fiables, es decir, reflejar la evolución de la situación nutricional de los grupos humanos estudiados. La degradación evidente del estado nutricional puede seguirse a través de indicadores puramente cuantitativos, como el indicador de peso-altura, o el del perímetro del antebrazo (MUAC24), que pueden efectuarse muy simplemente.


  • Los principales indicadores utilizados generalmente en los SAN se presentan en el cuadro 2 que figura a continuación.

    Ejemplo: indicadores SAN según el nivel de elaboración

    Ámbito

    Indicadores

    Nivel
    C = Central
    I = Intermedio
    P = Periférico

    Estadísticas demográficas y sanitarias

    Número de personas que componen la familia

    C

       
     

    Índice de dependencia familiar25

    C

       
     

    Porcentaje de lactantes con peso inferior al normal al nacer <2 500 gr.

    C

       
     

    Índice de mortalidad infantojuvenil y materna

         
     

    Índice de morbilidad y mortalidad debidos a las principales enfermedades infecciosas

    C
    C

    I
    I

    P
    P

     

    Índice de disponibilidad y acceso a los servicios de salud

         
     

    Índice de vacunación (BCG, DCT, antipoliomelítica oral y contra el sarampión) en los niños de menos de un año

         

    Agua y medio ambiente sanitario

    Índice de disponibilidad y acceso al agua potable

    C

     

    P

     

    Índice de disponibilidad y acceso a las instalaciones sanitarias adecuadas

    C

     

    P

    Estado nutricional

    Índice de peso-edad, altura-edad y peso-altura <-2 en los niños de menos de 5 años

    C
    C

    I
    I

    P
    P

     

    Índice de altura-edad bajo en los niños en edad escolar

    C

     

    P

     

    Porcentaje de índices de masa corporal inferiores a 18,5 kg/cm² en los adultos

    C
    C

     

    P
    P

     

    Índice de las principales carencias en micronutrientes (hierro, yodo y vitamina A)

         

    Consumo de alimentos26

    Cantidades ingeridas de los principales grupos de alimentos

    C

     

    P

     

    Nivel de gastos alimentarios familiares y consumo de subsistencia

    C

     

    P

     

    Gastos totales familiares por persona y número de comidas al día

         
     

    Número de meses de reservas alimentarias familiares (dependen de los sistemas de producción de cultivos alimentarios)

       

    P

     

    Cantidad de los principales alimentos

       

    P

    Responsabilidad y prácticas alimentarias

    Prácticas alimentarias/niños (lactancia)

       

    P

     

    Prácticas de higiene y salud

       

    P

     

    Distribución de alimentos a nivel familiar

       

    P

    Fuente: Artículo de L. Haddad y E. Kennedy (1994), - Food Policy. vol. 19 (3) pp. 329-343.

    La lista definitiva de indicadores de un sistema SAN depende de la situación específica del país y debería determinarse en forma participativa con las comunidades y los responsables a todos niveles. Estos indicadores tienen en cuenta los principales alimentos consumidos por las familias, la región, el índice de dependencia y el número de personas que forman la familia, la vivienda, la morbilidad, el índice de vacunación, la edad de destete, la disponibilidad y el acceso al agua potable, y el estado de las instalaciones sanitarias. Los indicadores utilizados deberán codificarse perfectamente y presentarse en forma sintética para facilitar su interpretación.

    La combinación de las diferentes fuentes de datos (denominadas con frecuencia en este manual "proveedores de información") puede permitir establecer un sistema de seguimiento más fiable en las zonas expuestas a la inseguridad alimentaria. Por ejemplo, a veces resulta interesante asociar los datos de tipo administrativo (escuelas, dispensarios) a aquellos de muestreos en grupos aleatorios efectuados entre las familias más vulnerables. La primera fuente aporta una serie temporal básica sobre el estado nutricional mientras que la segunda es más sensible a los cambios del estado nutricional y, en particular, al indicador de la relación peso-altura (emaciación) y a los signos clínicos de carencias nutricionales. Estas encuestas hechas entre las familias sólo se necesitarán cuando los indicadores causales hayan dado la alerta para una zona determinada.

    En Bangladesh, el estado nutricional de los niños es objeto de un seguimiento periódico (cada dos meses, incluso con mayor frecuencia durante los períodos más difíciles), que se agrega a la vigilancia de los indicadores usuales, propios de la salud, y al seguimiento socioeconómico. Dicho seguimiento se realiza a partir de sitios de vigilancia ubicados en las regiones expuestas a riesgos, ha demostrado ser un instrumento válido para la previsión, la evaluación y la coordinación de las respuestas a las situaciones de escasez de alimentos provocadas por las catástrofes naturales27.

    4.3 Tratamiento de los datos

    Es posible analizar y presentar los datos en diferentes formas además de las tabulaciones de resultados. La medición de los índices de crecimiento de los indicadores sensibles puede combinarse con los umbrales de gravedad y funcionar así como una alarma que desencadena la alerta. En Etiopía, dentro del marco de un sistema más complejo de alerta, una caída en la relación peso-altura media (por debajo del 90% del de la población de referencia) sirve de "alarma" para iniciar las intervenciones precoces en una región (cuadros 3 y 4). Las encuestas nutricionales suelen servir para justificar o rehusar las intervenciones de ayuda o de asistencia nutricional. Sin embargo, los valores umbrales son específicos a cada país o a cada zona homogénea y a los problemas nutricionales que allí prevalecen. Dichos umbrales con frecuencia son refutados y deben ser objeto de estudios más pormenorizados. En efecto, los trabajos recientes realizados sobre los datos en Etiopía demostraron que la mortalidad infantil aumenta mucho antes que la relación "peso-altura media" se acerque al umbral del 90% de la población de referencia, y las intervenciones deben iniciarse antes de alcanzar ese umbral. Los datos sobre el estado nutricional de los niños de corta edad no bastan por sí solos y deben completarse con otros indicadores, como los indicadores sobre el estado nutricional de los adultos y sobre la situación sanitaria de la población.

    CUADRO 3. Criterios para determinar el estado nutricional de la población - Sistema de alerta temprana etíope

    CUADRO 4. Resultados de un seguimiento nutricional en Menzna Gishe

    Porcentaje de la población por encima de 90% de la relación media peso/altura

    Porcentaje de la población por debajo de 90% de la relación media peso/altura

    Estado

       

    Porcentaje de la población cuya relación peso/altura excede el 90% de la relación media

    > 95
    94-90
    89-80
    < 80

    < 5
    6-10
    11-20
    > 20

    Bueno
    Satisfactorio
    Mediocre
    Grave

     

    Diciembre 1992
    Febrero 1993
    Abril 1993
    Junio 1993

    94,5
    94,5
    93,7
    92,8

    La elección de los medios de difusión de la información del SAN y la frecuencia de la misma son muy importantes. En general se recomienda combinar diversas estrategias (periódicos, vídeo, movilización social, educación y formación). En la mayoría de los casos la información se presenta como boletines periódicos, informes y mapas que ilustran la distribución geográfica de la malnutrición en el país. La presentación cartográfica suscitó gran interés estos últimos años debido, sobre todo, a su eficacia pedagógica. Instrumentos más eficaces como los sistemas de información geográfica (SIG)28 se están estudiando actualmente pero su aplicación al ámbito de la malnutrición parece complicada debido a los problemas inherentes a la nutrición y a la falta de formación adecuada de los responsables en materia de salud en lo que hace a este ámbito específico del tratamiento de datos. En efecto, la salud y la malnutrición son fenómenos dinámicos continuos que se adaptan difícilmente a clasificaciones rígidas.

    4.4. El SAN en la gestión de la escasez de alimentos

    En la prevención de las situaciones de escasez de alimentos el SAN puede ser un instrumento de análisis de las causas de la reducción del consumo de alimentos o del aumento de la malnutrición para favorecer así la instauración de mecanismo o intervenciones tendentes a impedir la aparición de estos problemas o a disminuir sus efectos en la población.

    El empleo de indicadores causales, como instrumentos que permiten dar la alerta temprana, es controvertido. Muchos objetan también la utilización de indicadores del estado nutricional en la previsión puesto que sólo reflejan un problema nutricional ya existente. A pesar de su escaso poder de previsión estos indicadores pueden utilizarse en situaciones de emergencia para coordinar y evaluar las actividades de intervención en el seguimiento de una situación de escasez de alimentos al igual que para atribuir las ayudas alimentarias a los grupos más vulnerables. En Etiopía, por ejemplo, los datos de seguimiento nutricional de los niños proceden de encuestas por muestras aleatorias únicamente en las regiones en las que se señalaron riesgos sugeridos por otros indicadores (rendimiento agrícola, tamaño de la cabaña, etc.). Los datos de nutrición se utilizan entonces para corroborar y precisar más las previsiones.

    La utilidad de los datos nutricionales en las operaciones de socorro y rehabilitación es menos controvertida que las actividades asociadas a la alerta rápida y la prevención. Estos datos sirven para seleccionar a los beneficiarios y brindan una estimación del número de personas afectadas. Permiten establecer prioridades entre las zonas afectadas y determinar el tipo de asistencia requerida y su duración. Por último, los datos sobre el estado nutricional se utilizan sobre todo para evaluar el efecto del socorro aportado en los programas de rehabilitación.

    En situaciones de emergencia el riesgo de mortalidad relativo entre los grupos de edad varía en un mismo lugar en función de las circunstancias y de la época. Algunos resultados muestran, en efecto, que aunque los índices de mortalidad infantojuvenil sean más elevados, los niños de más de 5 años de edad y los adultos se ven a veces más afectados que los niños de corta edad, generalmente objeto de seguimiento. Así pues con frecuencia es necesario ampliar el seguimiento nutricional a todos los grupos de la población utilizando métodos basados en la antropometría para definir mejor la situación de estrés de la población. Otro ejemplo es el de las poblaciones nómadas las que, durante las grandes sequías, alimentan mejor a sus hijos, en detrimento de los adultos. En este caso la antropometría infantil refleja mal la crisis. Para comprender el estado nutricional de estos otros grupos de edad se recomienda adoptar una metodología de encuestas con muestras aleatorias, incluido un aspecto relativo a la nutrición. Para el estado antropométrico de los adultos es simple y fiable usar el índice de masa corporal [IMC = peso(kg)/altura² (m)].

    Para la prevención y la alerta temprana, los indicadores nutricionales escogidos deben ser simples (para evitar errores y para que todos los agentes participantes a todos los niveles del sistema puedan entenderlos), rápidos de obtener y adaptables o flexibles (puesto que las situaciones objeto de estos seguimientos son dinámicas). Ademas el costo de su obtención debe ser bajo. Por último, y sobre todo, es necesario que estos indicadores, directos o indirectos, complejos o simples, sean fiables, es decir, que reflejen la evolución de la situación nutricional de la población estudiada.

    5. SISTEMAS DE SEGUIMIENTO DE LA AYUDA Y LA ASISTENCIA ALIMENTARIAS DIRECTAS

    5.1 El seguimiento de las ayudas

    La ayuda alimentaria contribuye a la seguridad alimentaria de los hogares, a muy corto plazo, a través de distribuciones gratuitas o de ventas subvencionadas de alimentos básicos en situaciones de escasez; a más largo plazo, cuando permite, por ejemplo, aumentar la producción de cultivos alimentarios o crear talleres de producción o pequeñas fábricas, gracias a programas de alimentos a cambio de trabajo. También puede incitar a la escolarización (comedores escolares) y la formación, o favorecer la mejora de la salud de los más pobres (raciones en los hospitales, por ejemplo).

    Para el seguimiento de la ayuda y la asistencia alimentarias es necesario conocer el proceso desde tres puntos de vista diferentes:

    Los datos que permitirán adoptar las decisiones relativas a la asignación de la ayuda alimentaria en particular:

    Los datos asociados a la operación de ayuda alimentaria, es decir, la importación o la compra local de productos destinados a la distribución a los beneficiarios;

    Los datos que permitirán evaluar la repercusión de las operaciones de ayuda alimentaria sobre el estado nutricional de los grupos vulnerables.

    Una base de datos específica sobre las ayudas alimentarias suele resumirse en el seguimiento histórico de las ayudas distribuidas, los criterios de distribución y los productos distribuidos. En teoría, los datos asociados a la gestión de la ayuda y la asistencia alimentarias a todo lo largo del proceso, desde la importación o las compras locales a la distribución a los beneficiarios, deberían integrarse en el SIM. Desgraciadamente, ocurre que los donantes o el gobierno, o ambos al mismo tiempo, prefieren cierta opacidad con respecto a la información vinculada a esta gestión ya que representa un poder determinado en un país con riesgo de sufrir de escasez de alimentos. Las importaciones deberían integrarse al seguimiento de todas las importaciones alimentarias básicas. también deberían conocerse los datos de transporte y almacenamiento así como los criterios de distribución decididos en el Comité Nacional de Seguridad Alimentaria y el CNSA (o su equivalente), con total transparencia. El seguimiento de las distribuciones de alimentos debería efectuarlo los comités provinciales (CPSA), los que deberían garantizar su control en función de las decisiones adoptadas en el CNSA.

    En la actualidad no se dispone aún de un estudio claro y preciso sobre las principales medidas que se adoptarán para mejorar el seguimiento de las operaciones de ayuda alimentaria, en particular para seleccionar los indicadores clave objeto del seguimiento. En algunos países se decidió crear un GTM específico para la ayuda y la asistencia alimentarias y una base de datos específica de seguimiento de dichos datos (como en el Chad). Sin embargo, la creación de dicho GTM, y de una base de datos como ésta en el SISAAT, implica que los detentores de información específica de este proceso (donantes, el PMA y otros organismos internacionales, responsables nacionales, transportistas privados y las ONG seleccionadas para la distribución de las ayudas, etc.) acepten suministrar a tiempo, y sin manipulación, una lista de datos fiables al GTM, el que entonces podría controlarlas e introducirlas en la base de datos del SISAAT.

    La evaluación de la repercusión de las operaciones de ayuda alimentaria en la seguridad alimentaria de los grupos de beneficiarios podrían hacerla fácilmente los miembros de la secretaría del CNSA (incluidos los responsables del SISAAT y los encargados de los GTM), si hubiera una buena base de datos de seguimiento de dichas ayudas. Sabemos, no obstante, que la ayuda y la asistencia alimentarias pueden tener graves efectos perversos en la producción, la comercialización o el consumo de la población, y en particular de la más pobre. El CNSA y los Comités Provinciales deberían de vez en cuando poder realizar estudios específicos sobre las consecuencias a mediano plazo, en particular sobre los efectos perversos. Es obvio que las ayudas de tipo "triangular", es decir, las que se basan en las compras regionales (o locales) de productos alimentarios básicos tienen una incidencia negativa menor en los mercados pero se comprueba que, por interés o comodidad, las entidades nacionales y los donantes tienen tendencia a privilegiar las ayudas importadas, con frecuencia ofrecidas por los países donantes.

    La elaboración de enfoques participativos y la instauración de un diálogo constructivo con las personas necesitadas al igual que el fortalecimiento de los vínculos entre los distintos sistemas de seguimiento de la ayuda y la asistencia alimentarias (el ACV del PMA, el FEWS-NET, el sistema de seguimiento del UNICEF, etc.) permitirían mejorar mucho el seguimiento de este ámbito tan sensible.

    5.2 La instauración de un sistema de seguimiento en situación de emergencia

    En situación de emergencia es muy difícil obtener la información sobre la seguridad alimentaria de la población. En particular, en los casos de emergencias "complejas"29, cuyo número aumenta desde hace algunos años, las capacidades institucionales y la experiencia técnica disponibles están ausentes y se observa una pérdida con frecuencia considerable de información básica en el momento que es más urgente disponer de ellas. Dichas información resulta indispensable en particular para poder estimar:

    Estas informaciones deben suministrarse muy rápidamente a los decisores (principalmente la comunidad internacional y los gobiernos). Por el momento no existe ningún "modelo" claro de SISAAT en situación de emergencia. Se está reflexionando para tratar de aprovechar lo aprendido con las diversas experiencias pasadas; no obstante, es posible dar algunas características simples y concretas de un SISAAT en situación de emergencia.

    Debe concebirse de forma tal que permita coordinar las diferentes iniciativas existentes en el ámbito de la información sobre la seguridad alimentaria (basado en lo existente).

    Debe basarse fundamentalmente en quienes están presentes sobre el terreno (estructuras y recursos humanos) sin crear una estructura de gestión pesada para el gobierno.

    Análisis rápidos de la situación de la producción y de la comercialización de los productos alimentarios básicos al igual que del estado nutricional de la población más afectada. Pueden hacerse utilizando metodologías de encuestas rápidas. Los indicadores para el seguimiento de la situación de emergencia se desprenderán de dichos análisis llamados "seguimiento de vigilancia". Deben ser simples, es decir, proceder de una información fácil de obtener y de elaborar.

    El producto principal de un SISAAT en situación de emergencia será un resumen regular de los resultados del seguimiento de estos indicadores y de su importancia así como los resultados de las encuestas de seguimiento de las campañas agrícolas, de los seguimientos sanitarios y de los datos de la ayuda y la asistencia alimentarias de emergencia.

    La información obtenida en estas condiciones puede carecer de precisión y de rigor científico.



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