9. La función de la investigación
en la seguridad alimentaria y
el desarrollo agrícola a nivel mundial

Documentos ténicos de referencia
© FAO, 1996


1. Introducción 

1.1 La seguridad alimentaria concierne a las personas, a nuestra capacidad de producir alimentos para nosotros, para nuestros vecinos y para los mercados nacional y mundial. Se trata de que toda persona tenga acceso económico y físico a los alimentos y de que éstos puedan utilizarse debidamente para una nutrición suficiente. La investigación es parte del mecanismo mundial que permite que nuestros conocimientos actuales y nuestra capacidad intelectual se sitúen en un contexto tal que puedan generar nuevos conocimientos de interés. La investigación al servicio de la seguridad alimentaria requiere que el ingenio humano se aplique al doble empeño de producir alimentos y hacerlos accesibles.

1.2 Este doble empeño es una empresa formidable. En los próximos 30 años se prevé que la población mundial aumente en 2 600 millones de personas, el 97 por ciento de las cuales vivirán en el mundo en desarrollo. Los mayores aumentos demográficos absolutos tendrán lugar en Asia (1 500 millones) y los menores en América Latina y el Caribe (230 millones) (ECOSOC, 1995). Según las proyecciones, no habrá nuevos progresos significativos en el descenso del número de pobres, tras dos decenios de progreso. No obstante, aunque las cifras absolutas cambiarán poco, las estimaciones por regiones indican grandes cambios (véase el Cuadro 1).

1.3 Hoy día, la mayor proporción de pobreza se encuentra en Asia meridional, donde cerca del 50 por ciento de la población está por debajo del umbral de pobreza, siguiendo el 19 por ciento en el Africa subsahariana, el 15 por ciento en Asia oriental y el 10 por ciento en América Latina y el Caribe. Sin embargo, se prevé que la pobreza se elevará al 40 por ciento en Africa, que tendrá entonces el 27 por ciento de los pobres del mundo en desarrollo. De la población rural procede más del 75 por ciento de los pobres en muchos países subsaharianos y de Asia meridional. Los pobres urbanos son una ligera mayoría en América Latina, aunque los más pobres de los pobres se encuentran aún en zonas rurales. Los estudios sobre la pobreza rural identifican como grupos más vulnerables en este sector a los pequeños agricultores, los que no tienen tierras, las mujeres, los pastores nómadas, los pescadores artesanales, los grupos étnicos indígenas y las personas desplazadas.

Cuadro 1: Numero de personas por debajo del umbral de pobreza, años 1990 y 2000

1.4 Dado el crecimiento de la población y de los ingresos, se prevé que la demanda en el mercado de cereales y productos ganaderos crecerá mucho más velozmente en los países en desarrollo que en los desarrollados (IIPA, 1995). Se estima que la demanda media per cápita de cereales de consumo humano en los países en desarrollo crecerá en un 0,4 por ciento anual entre 1990 y 2020, y la demanda de productos ganaderos en un 1,5 por ciento, lo que supone un incremento análogo en la demanda de cereales forrajeros.

1.5 La población urbana en los países en desarrollo crecerá según las proyecciones en un 4,6 por ciento anual, llegando al 43 por ciento de la población en el año 2025 (ECOSOC, 1995). Esta tendencia acentuará los problemas de suministro y distribución de alimentos. Los ingresos de ciertos sectores de la población urbana crecen rápidamente, con la mayor demanda consiguiente de fuentes más caras y diversificadas de hidratos de carbono, tales como cereales de alta calidad en lugar de raíces y tubérculos, así como productos ganaderos, pescado, productos hortícolas y forestales (especias). Sin embargo, la mayoría de la población urbana de casi todos los países en desarrollo seguirá teniendo un poder adquisitivo limitado, lo que requiere el suministro de alimentos baratos fáciles de conservar y de preparación razonablemente práctica.

1.6 Aunque en general se conviene en que el crecimiento demográfico y los mayores ingresos elevarán la demanda mundial de alimentos en 2025 hasta más del doble de la producción actual (Mc Calla, 1994) hay opiniones diversas sobre la capacidad de movilizar recursos para responder a esa demanda. Unas estimaciones convencionales dan una esperanza razonable de que eso podrá lograrse a nivel mundial sin subidas de precios, mientras que según otras estimaciones eso sólo puede resultar de la explotación del capital natural, es decir a expensas de la producción futura. Por añadidura, parece claro que ciertas regiones –en especial el Africa subsahariana– tendrán dificultad en cubrir sus necesidades alimentarias tanto de cultivos como de productos ganaderos, pesqueros o forestales. Estas previsiones anuncian una presión alcista sobre los precios regionales de los alimentos, oscureciendo en cierta medida las perspectivas de crecimiento de los ingresos.

1.7 Aunque hay bastante congruencia entre las diversas estimaciones de la demanda, las de la oferta de alimentos varían notablemente. Todas las estimaciones se basan en la hipótesis de que continuarán los adelantos tecnológicos y el apoyo a la investigación para aumentar la producción alimentaria. En el presente estudio se examina esta hipótesis.


2. El historial de la investigación agrícola

2.1 La ciencia y la tecnología, mediante inversiones en investigación agronómica, han contribuido brillantemente al crecimiento del sector agrícola en muchas partes del mundo en desarrollo. Desde mediados del decenio de 1960, la producción mundial de alimentos ha aumentado en el 80 por ciento, correspondiendo más de la mitad del aumento a los países en desarrollo. El crecimiento agrícola, gracias a la adopción de tecnologías modernas, ha contribuido a aumentar la seguridad alimentaria y a mitigar la pobreza en el mundo en desarrollo.

2.2 Es preciso investigar con miras a liberar a los menesterosos y desfavorecidos de las garras de la miseria y del hambre. Hay una nueva apreciación del papel de la agricultura y la investigación para mitigar la pobreza. Para los paradigmas anteriores, la pobreza y los pobres estaban lejos de la investigación y eran más bien una cuestión de desarrollo. Según la actual manera de ver, más global, la agricultura es un factor importante para estimular el crecimiento y por lo tanto la investigación es un instrumento importante para llegar a los pobres. Se ha llegado así a una percepción más clara del impacto de la pobreza sobre los recursos naturales y el medio ambiente, como se revela en la idea del desarrollo sostenible.

2.3En los últimos cuarenta años ha habido importantes aumentos del rendimiento de los principales cereales de consumo humano en todo el mundo. Los rendimientos del maíz, el arroz y el trigo casi se duplicaron en el período de 1960 a 1994 (Cuadro 2), lo que se debe en gran medida al cultivo de variedades mejoradas, el riego, los fertilizantes y una serie de tecnologías avanzadas de gestión de cultivos y recursos, muchas de las cuales contribuyeron a la Revolución Verde1. La introducción de variedades de crecimiento rápido ha contribuido a aumentar la producción de alimentos y ha dado más rentabilidad a los recursos costosos utilizados por los agricultores pobres, mientras que las tecnologías de gestión de cultivos y recursos han mejorado la sostenibilidad del medio ambiente y de los recursos. El cultivo de tierras menos favorables, posibilitado por las nuevas variedades de plantas (por ejemplo, variedades resistentes a la sequía) ha contribuido también a elevar la producción de alimentos (Plucknett, 1993). Tampoco hay que olvidar que las innovaciones de la industria química han permitido reducir el precio de los fertilizantes y otros productos agroquímicos, aun cuando las fluctuaciones en el precio mundial del petróleo influyan sobre el precio pagado por los agricultores. Análogamente, las inversiones en infraestructura de riego han equivalido a subvenciones masivas a la agricultura de regadío. Con insumos más baratos, los costos de producción han descendido y se ha estimulado la producción.

2.4 Los rápidos progresos de la productividad han hecho descender, en general, los costos de los alimentos y han mejorado la seguridad alimentaria, sobre todo en los sectores vulnerables de la sociedad. Los pobres urbanos se han beneficiado bastante de esta tendencia. En el caso de los Estados Unidos, por ejemplo, sin los progresos de la productividad logrados desde los años cincuenta, los consumidores estarían ahora pagando unos 100 000 millones de dólares anuales más por sus alimentos (USDA, 1994). La mayor productividad ha contenido también la transformación de bosques, pastizales y marismas en tierras de cultivo. Tweeten (1994), por ejemplo, estima que en los Estados Unidos el uso de la tecnología de 1950 en lugar de la actual requeriría más del doble de tierras para alcanzar el mismo nivel de producción.

Cuadro 2: Rendimiento medio de arroz, trigo y maiz, por region, 1960 y 1994

2.5 También en los países en desarrollo la investigación agronómica ha desempeñado un papel importante en el mejoramiento de la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza y la promoción de un desarrollo económico de amplia base. Las ofertas tecnológicas de la Revolución Verde fueron el resultado de intensas investigaciones. Los amplios efectos de la investigación agronómica sobre los pobres de los países en desarrollo se reflejan en varios indicadores importantes de la seguridad alimentaria y el desarrollo económico, a saber:

2.6 La investigación agronómica ha tenido efectos positivos sobre el medio ambiente, gracias en especial al aumento de la productividad que ha permitido reducir los cultivos en zonas marginales. En la India, por ejemplo, con las tecnologías de los años sesenta los agricultores habrían necesitado casi 60 millones de hectáreas de tierras adicionales para producir la cantidad de trigo que hoy se consume (GCIAI, 1995a).

2.7 La investigación agronómica ha ayudado también a reducir el uso de insumos químicos innecesarios. No obstante, la investigación sobre cuestiones ambientales y uso y conservación de los recursos naturales es más reciente, y sus efectos están apenas empezando a sentirse. Un sector que está bastante avanzado es el del control integrado de las plagas (CIP), cuyos resultados son notablemente favorables. Los programas de CIP en varios países asiáticos han reducido mucho el uso de plaguicidas y han elevado los rendimientos del arroz (IRRI, 1995). Un estudio reciente del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) concluye que los cultivadores de frijoles en las regiones andinas de Colombia, Ecuador y Perú pueden reducir el uso de insecticidas en el 70 por ciento sin disminuir los rendimientos (IIPA, 1996). El CIP ha alcanzado resultados prometedores en la lucha contra el gorgojo de la papa en Perú y en muchos otros países. En torno a la investigación se han aplicado a menudo otros resultados de investigaciones en ciencias biológicas y sociales, por ejemplo mediante los principios de la Escuela Agrícola de la FAO adoptados en Asia sudoriental.

2.8 Incluso en tierras de secano menos controladas, más diversas y expuestas a riesgos, la investigación agronómica ha tenido éxitos notables. Variedades mejoradas de cereales, mandioca, sorgo y caupí son corrientes en los países en desarrollo y han tenido efectos notables sobre la producción de alimentos, tanto para el mercado como para el consumo propio. Los cultivos de secano con variedades de cereales de alto rendimiento superan de hecho a los de regadío (Byerlee, 1993). No obstante, la productividad agrícola en algunas de estas tierras difíciles no ha seguido el ritmo del crecimiento de la población, y los recursos naturales están bajo la presión creciente de cantidades cada vez mayores de pobres.

2.9 La investigación agronómica ha contribuido notablemente al bienestar de productores y consumidores elevando la productividad. Las inversiones en este sector han hecho posibles los grandes avances tecnológicos que han promovido una mayor seguridad alimentaria en todo el mundo. Sin ellas, los mayores costos de los alimentos habrían causado mayor inseguridad alimentaria para las poblaciones con bajo poder adquisitivo. De igual modo, sin inversiones suficientes para investigación en el futuro, quedaría gravemente amenazado el proceso de consecución de la seguridad alimentaria, mitigación de la pobreza y desarrollo económico.

Rendimientos de la investigación agronómica

2.10 Los rendimientos de la investigación agronómica han sido impresionantes y suelen estimarse en el orden del 20 al 190 por ciento en los países en desarrollo (Cuadro 3). La comparación entre productos indica que el rendimiento de la investigación sobre el maíz ha sido muy alto, con el 191 por ciento en Sudamérica y del 78 al 91 por ciento en México. Respecto al arroz en la India e Indonesia, los rendimientos de la investigación son del 60 al 65 por ciento. En cuanto al trigo, pasan del 50 por ciento en los países en desarrollo (Cuadro 3). Incluso para los cultivos menores, como el caupí, las inversiones en investigación han dado unos buenos réditos del 60 al 80 por ciento. Estas tasas elevadas indican que los beneficios de las inversiones justifican cumplidamente los costos de las investigaciones.

Cuadro 3: Rendimientos de la investigacion agronomica en los paises en desarrollo

2.11 Varios estudios han intentado mostrar los efectos de la investigación agronómica sobre varios indicadores de seguridad alimentaria. Rosegrant, Agcaoili y Perez (1995) indican que si los donantes internacionales suprimiesen toda financiación de la investigación agronómica nacional e internacional, la producción de cereales de consumo humano bajaría en un 10 por ciento y el número de niños desnutridos aumentaría en 50 millones (32 por ciento) en los países en desarrollo. Por el contrario, si los donantes elevaran su financiación en el 50 por ciento, la producción cerealera aumentaría en el 40 por ciento y el número de niños desnutridos descendería en 46 millones (30 por ciento).

2.12 La investigación agronómica internacional ha cambiado con el tiempo. Inicialmente se orientaba hacia la producción, centrándose en el mejoramiento de los cultivos mediante tecnologías de la semilla que dieron lugar a mayores montones de arroz y trigo, aunque con tasas de adopción desiguales. Ello dio paso a otra fase centrada en la investigación de los factores limitativos en las pequeñas explotaciones, ampliando el análisis al medio humano-ecológico al que debían adaptarse las tecnologías. Este más amplio contexto analítico, junto al impacto social de la creciente degradación ambiental, llevaron a prestar más atención a los recursos naturales y en especial a su conservación. Por último, reconociendo que la sostenibilidad de los recursos naturales no podía promoverse independientemente de los intereses de los pobres o contra ellos, y en particular los de los pobres rurales, la atención se está orientando hacia los vínculos entre pobreza, medio ambiente y agricultura, siendo la mitigación de la pobreza el nexo central entre producción agrícola y degradación ambiental.

2.13 Con las actuales tasas de crecimiento demográfico, los países en desarrollo verán menguar las superficies de tierras cultivables por persona y reducirse el acceso a los bosques, pastizales y recursos pesqueros. En Asia, por ejemplo, se prevé que la actual proporción de 0,15 hectáreas de tierra agrícola per cápita bajará a sólo 0,09 hectáreas en 2025 (GCIAI, 1995a). Aunque muchos se preocupan por la degradación de esta menguante base de tierras, hay pocos estudios cuantitativos sobre el efecto de la degradación sobre la producción, en especial en los países en desarrollo, y los que existen ofrecen predicciones muy diversas.

2.14 También el agua es un bien cada vez más codiciado. Se ha observado que la agricultura en el mundo en desarrollo utiliza alrededor del 70 por ciento del agua dulce disponible y es al parecer responsable de una parte importante de lo que se considera despilfarro y contaminación del agua. Como ocurre con los suelos, hay poca información objetiva sobre lo que es el uso eficiente del agua y la manera de mejorarlo.

2.15 Estas incertidumbres sobre la amplitud y las causas del mal uso de la tierra y del agua y sus efectos sobre la agricultura, la salud y otros sectores, pueden proceder de unos análisis que recalcan las desviaciones respecto al estado natural. No obstante, está tomando cuerpo la idea de que el uso productivo de la tierra y del agua no es algo intrínseco a los ecosistemas, sino que depende de cualidades biofísicas latentes en interacción con decisiones humanas (Turner y Benjamin, 1994). Hay que saber quién toma decisiones sobre el uso de esos recursos, y comprender el por qué y el cómo. Las interpretaciones de tales decisiones y sus efectos pueden ser muy diferentes tanto según los diversos usuarios como según que se basen en conocimientos indígenas o científicos.

2.16 En este debate es esencial que, en tiempos de restricciones financieras, los financiadores de la investigación agronómica se percaten de que hay varios caminos potencialmente conducentes a la producción de alimentos. Los réditos de las inversiones en investigación variarán según el contexto productivo en que se apliquen, según la probabilidad de éxito en ese contexto y según los valores económicos, sociales y ambientales asignados a la posible aplicación de los resultados de la investigación.

2.17 Si consideramos que el objetivo de la investigación (definida en un contexto de sostenibilidad) es la productividad de la agricultura, podemos concebir cuatro enfoques posibles:

2.18 Aunque las estadísticas disponibles no facilitan la obtención de cifras exactas, hay razones para creer que de los 800 millones que padecen inseguridad alimentaria, aproximadamente la mitad viven en tierras de alto potencial y la otra mitad en tierras de bajo potencial.


3. Implicaciones para la financiación y las reformas institucionales

Tendencias recientes en la financiación de la investigación agronómica

3.1 El mayor problema con que ha tropezado el sistema público de investigación en los últimos años ha sido el descenso y la inestabilidad de los niveles de financiación. Tras haber crecido notablemente en los años sesenta y setenta, las inversiones en investigación agronómica se moderaron en los ochenta y no se modificaron en los noventa.

3.2 Las inversiones internacionales en investigación agronómica, principalmente de fuentes multilaterales y bilaterales, también han menguado en los ochenta y noventa a causa de la austeridad presupuestaria de los países desarrollados. El descenso de las inversiones en investigación agronómica refleja una orientación más general de menor apoyo a la agricultura. Los compromisos multilaterales en el sector agrícola se redujeron en el 50 por ciento entre 1986 y 1993, mientras que la asistencia bilateral descendió en el 20 por ciento (FAO, 1995b).

3.3 El Banco Mundial se ha convertido en una fuente importante de financiación externa para la investigación agronómica. Esta tendencia es inquietante, porque el Banco Mundial no deja de ser una institución financiera mayorista. El Banco Mundial no dispone de los recursos humanos que necesita una institución externa para apoyar los cambios institucionales complejos y profundos que se precisan. El proceso de desarrollo institucional e investigación científica requiere un planteamiento cuidadoso y una amplia interacción en cuestiones científicas e institucionales.

3.4 Los Sistemas Nacionales de Investigaciones Agronómicas (SNIA) en los países en desarrollo necesitan financiación y tropiezan con una escasez general de recursos en sus presupuestos operativos, lo que con frecuencia limita mucho la productividad potencial de los investigadores. Los gastos reales por investigador disminuyeron considerablemente en los años ochenta en todas las regiones en desarrollo. La intensidad de la investigación permanece ahora en alrededor del 0,5 por ciento o menos en la mayoría de los países en desarrollo; en cambio, los niveles de los países desarrollados varían entre el 2 y el 4 por ciento (Cuadro 4).

3.5 La incertidumbre reinante sobre la estabilidad de la financiación por los donantes plantea un problema adicional para el sistema público de investigación, pues hace muy difícil la planificación y la formulación de programas a plazo medio. La financiación condicional, o las promesas de apoyo financiero vinculado a actividades de investigación específicas y separadas, hacen que el programa de investigación se guíe por las posibilidades de obtener fondos más bien que por un orden coherente de prioridades. Si se trata de programas internacionales, esto puede dar lugar a distorsiones y cambios oportunistas en los programas de trabajo según las preferencias de los donantes, lo que obstaculiza la prosecución seria de unas prioridades de investigación a largo plazo determinadas por sus propias condiciones intrínsecas.

 

Cuadro 4: Gastos en investigacion agronomica, indices de intensidad de la investigacion agronomica y gastos por investigador en varias regiones, 1961-1991

3.6 La financiación de los sistemas públicos de investigación ha sido objeto de políticas ambiguas por diversas razones. Las presiones para reducir los presupuestos, la fatiga de los donantes con los proyectos de agricultura y alimentación, el escepticismo de los políticos sobre la capacidad de la investigación para resolver los problemas del sector agrícola en los países en desarrollo y la complacencia respecto a la situación alimentaria mundial son factores que han contribuido al descenso de las partidas presupuestarias para los sistemas de investigación. La baja de los precios internacionales de los productos agrícolas (al menos hasta hace muy poco) y los conflictos entre los problemas agrícolas y ambientales han hecho también que declive el interés político por la agricultura. El hecho de que la producción excesiva y las disputas sobre subvenciones hayan sido las principales cuestiones de política agrícola interior en muchos países donantes industrializados ha hecho a menudo que el interés público se desvíe de los apremiantes imperativos de la seguridad alimentaria en los países en desarrollo.

3.7 Aunque en el pasado los donantes hayan apoyado en medida encomiable la investigación agronómica, el largo intervalo entre la formación de la capacidad investigadora y los efectos reales de la investigación significa que los donantes tal vez consideren que no reciben réditos suficientes de sus inversiones y no se sientan por lo tanto incentivados para seguir pagando. Sin embargo, el debido apoyo a los SNIA de los países en desarrollo para que utilicen su capacidad de investigación actual y recién adquirida y actúen como vínculos locales esenciales para la adaptación y transferencia de tecnología serán un elemento importante para promover la seguridad alimentaria mundial.

3.8 La movilización de los ministros de agricultura en apoyo de la investigación internacional sobre bienes públicos agrícolas mediante la renovación del sistema del GCIAI, en la Declaración de Lucerna de febrero de 1995, constituye un importante punto de partida para ampliar el diálogo incluyendo en último término a los ministros de hacienda y los jefes de estado. La Cumbre Mundial sobre la Alimentación ofrece una oportunidad para subrayar la importancia de los necesarios compromisos políticos y financieros nacionales y regionales. Este sería un medio importante para llamar la atención sobre las inversiones en investigación.

3.9 En los países desarrollados, la agricultura moderna se ha beneficiado mucho de inversiones privadas en investigación. Los orígenes de la investigación agronómica están en parte en las industrias químicas, por ejemplo la de fertilizantes. También en la protección fitosanitaria, el sector veterinario, la mecanización, la fitogenética y la mejora genética de aves de corral y cerdos, la industria privada ha desempeñado un importante papel para el crecimiento y la eficiencia de las industrias agrícolas. Asimismo la elaboración de alimentos ha sido objeto de intensas investigaciones privadas, con repercusiones considerables para la producción agrícola. La mayor liberalización de las economías de los países desarrollados ha realzado el papel que el sector privado está llamado a desempeñar en la investigación agronómica a medida que se reduce el sector público. También ha adquirido importancia el sector privado de algunos países en desarrollo, en particular en Asia y América Latina, centrándose en fertilizantes, protección fitosanitaria, veterinaria, fitogenética y mecanización, así como en cultivos comerciales y productos de exportación. Las medidas liberalizadoras en las economías de los países en desarrollo plantearán también graves problemas de equilibrio entre investigación agronómica pública y privada, en particular para los alimentos básicos, fundamentales para los hambrientos. Los círculos internacionales parecen convenir en que gran parte de la investigación sobre cultivos alimentarios importantes debe permanecer y permanecerá en el sector público.


4. El entorno científico

4.1 Según las estimaciones económicas, los réditos financieros y sociales de las inversiones en investigación agronómica siguen siendo elevados. Aunque se debate hoy sobre las metodologías de esas estimaciones y es posible que sean algo excesivas, hay coincidencia en que son bastante elevadas para aceptar que la investigación agronómica es una excelente inversión. Pese a estar esto documentado, no han aumentado las inversiones en investigación agronómica. Pero prescindir de inversiones muy rentables como las de la investigación agronómica no parece aconsejable para naciones que se esfuerzan por mitigar la pobreza y la inseguridad alimentaria.

4.2 En lo tocante a las medidas tomadas por los diversos países en los últimos diez años, el apoyo del sector público a la agricultura y a la investigación agronómica ha menguado en términos reales prácticamente en todas partes (Pinstrup-Andersen, 1995b). Los países desarrollados han reducido la proporción de fondos públicos destinados a esas actividades, y los aumentos nominales en algunos presupuestos han quedado más que contrarrestados por la inflación. Por su parte, los organismos de asistencia al desarrollo también han recortado su apoyo a la agricultura en los países en desarrollo. Las mismas tendencias se manifiestan en casi todos los países en desarrollo.

4.3 Como compensación parcial de estos efectos, ha habido aumentos en algunos campos de investigación en el sector privado. Aun así, las inversiones en la investigación sobre bienes públicos han decaído notablemente en el mundo. Por otro lado, tal vez el mayor motivo de optimismo sea la aparición de agrupaciones regionales de investigadores nacionales que prometen reforzar los organismos de investigación en los países en desarrollo, y que encauzarán además los recursos procedentes de centros internacionales. Dentro de los grupos regionales, se reconoce cada vez más el papel de las ONG en la difusión de información, la adopción de la perspectiva del usuario en la investigación aplicada y el fortalecimiento de la acción comunitaria, que es importante para la gestión de los recursos naturales.

Perspectivas de la ciencia

4.4 Para que la investigación pueda resolver el problema de la seguridad alimentaria, hay que examinar sus bases científicas. La investigación agronómica ha estado a menudo en vanguardia de las ciencias biológicas, estadísticas y sociales, abriendo camino para las aplicaciones en otros sectores. Algunos de los nombres más ilustres de la ciencia han estado estrechamente asociados a la agricultura: Gregor Mendel, R.A. Fischer, Paul Samuelson y muchos otros. Hoy en día, la investigación agronómica puede hallar gran parte de su inspiración tanto en los progresos de las ciencias naturales y biológicas como en las ciencias sociales aplicadas, y se han producido conjunciones útiles de las que la agricultura puede salir beneficiada. ¿Adónde nos llevará la investigación agronómica en los próximos decenios, y en qué se basarán nuestros esfuerzos en pos de la seguridad alimentaria? Hay algunas perspectivas estimulantes que requieren nuestra atención.

4.5 La cartografía de genomas (con instrumentos de la biología molecular y métodos de la biometría para sintetizar conceptos de genética clásica) se reconoce como un enfoque valioso para el mejoramiento del germoplasma. Actualmente se realizan estudios de genética de cereales y cartografía física en Estados Unidos, Europa y Japón. Uno de los notables descubrimientos de estas actividades es que los órdenes de secuencias del ADN en los genomas de arroz, maíz, trigo, cebada, centeno, sorgo y mijo menor son muy similares. Pese a que estas especies han permanecido aisladas por millones de años de evolución separada, sus genomas han retenido unos genes situados en una misma línea. La consecuencia práctica es que los conocimientos sobre el arroz pueden utilizarse, por ejemplo, para la mejora genética del trigo. El arroz tiene un genoma muy pequeño (cualquiera de los genomas componentes del trigo es 15 veces mayor) por lo que es más fácil encontrar genes en un cartograma del arroz que en uno del trigo. En la práctica, puede escudriñarse el cartograma del arroz en busca de genes comercialmente importantes y, una vez encontrado, el gene equivalente puede localizarse en la sección correspondiente del cartograma del trigo. El mismo método puede seguirse para la mejora genética de otros cereales: la genética del arroz, por ejemplo, puede aplicarse al maíz o al sorgo.

4.6 Se dispone ya de resultados de investigaciones que apuntan a la misma analogía en los genomas de las leguminosas. Por lo tanto, principios como los utilizados para los cereales podrán aplicarse pronto, por ejemplo, al Phaseolus (habichuelas o frijoles), la Vigna (caupí) o la Lens (lenteja). Además, aun sin identidad de líneas, el cartograma del genoma humano es útil para localizar genes en los cartogramas de animales domésticos.

4.7 La cartografía detallada de genomas ofrece también otras posibilidades, especialmente respecto a los genes que afectan a caracteres cuantitativos o resistencia a la enfermedad. Los lugares de rasgos cuantitativos (LRC) son genes que contribuyen a la expresión de caracteres que varían continuamente, como rendimiento o altura. Estos genes se localizan en los cartogramas, y se identifican sus alelos positivos (aumento) y negativos (disminución). La acumulación en una sola línea genética vegetal o animal de los LRC de rendimiento positivos elevará el potencial de rendimiento de la línea. Los resultados de este proceso están empezando a percibirse en algunos cultivos básicos.

4.8 Cuando dos o más genes ofrecen resistencia a la misma raza de una enfermedad, no suele ser posible reconocer si hay uno o más genes resistentes. Pero identificando los genes con marcadores pueden seleccionarse genotipos en los que se han acumulado varios genes. La presencia de más de un gene resistente impedirá que la resistencia se quiebre mediante un simple cambio genético que dé virulencia al agente patógeno. La resistencia se hará así más duradera.

4.9 La tecnología del ácido nucleico impulsará también la investigación sobre microbiología del suelo. Puede determinarse en cualquier suelo la composición de la población de microorganismos, lo que permitirá precisar mejor la manera de tratar los suelos para mejorar la productividad sin poner en peligro la sostenibilidad de tales recursos naturales.

4.10 En los últimos diez años se han suscitado grandes esperanzas de que los cultivos transgénicos, en los que se hayan introducido genes ajenos, beneficiarían notablemente a los agricultores de los países en desarrollo. Se espera que las modificaciones genéticas beneficien de dos maneras: elevarán la productividad aumentando la resistencia a las enfermedades y a los insectos, lo cual a su vez producirá otro beneficio ambiental, el de disminuir el uso de productos químicos de protección. Sin embargo, los intentos de explotar los organismos modificados genéticamente (OMG) se han visto limitados principalmente por la debida precaución de los gobiernos en el establecimiento de normas que rijan las condiciones en que pueden liberarse los OMG. Es indudable que estas cuestiones son importantes y que hay que respetar tanto la seguridad biológica como la ética. No obstante, es razonable esperar que en el futuro inmediato más países quitarán trabas a la agricultura.

4.11 Las consecuencias de los OMG para la agricultura no pueden predecirse con exactitud, pero se impone la precaución porque no se sabe bastante del fenómeno llamado silencio de los genes. Cuando un gene introducido queda silenciado, aunque siga estando presente en el genoma del organismo receptor, no es explícito. El silencio suele darse cuando el gene introducido tiene un producto similar al de un gene del receptor. La información de que se dispone sobre producción y uso de organismos transgénicos tendrá que tener en cuenta el silencio de los genes.

4.12 En cuanto a la gestión de los recursos naturales, las opciones sobre uso de las tierras2 son resultado de complicados procesos decisorios que tienen en cuenta las informaciones sobre suelos, climas, vegetación, situación, infraestructura, usos potenciales, mercados y recursos económicos disponibles. Los adelantos en la formación y aplicación de las técnicas de sistemas de información geográfica (SIG) influirán sobre la comprensión y la gestión futuras de los procesos relacionados con el uso de los recursos naturales para la agricultura, la silvicultura y la pesca. Los sistemas de información geográfica son programas informáticos que facilitan los instrumentos para manipular y presentar datos espaciales. Además de mapas informáticos, los SIG aceptan, organizan, analizan estadísticamente y presentan diversos tipos de datos espaciales con una referencia digital a un sistema común de coordenadas. Como cada conjunto de datos se agrupa en un calco, pueden producirse por combinación nuevos conjuntos de datos, lo que permite al investigador observar las interacciones y facilita el desarrollo de un método interdisciplinario de producción ecológica en la investigación de las cuestiones de soste-nibilidad.

4.13 El renovado interés por la gestión de los recursos naturales requiere una mayor expansión del marco conceptual que integra datos, información y conocimientos sobre investigación de los usos de las tierras para la agricultura, la silvicultura y la pesca. Los científicos han utilizado convencionalmente sistemas de producción como núcleos para tal integración, compartiendo entre sí la información. Pero la cooperación entre instituciones con un programa común de investigación podría ser mejor mediante vinculaciones entre sus procesos de tratamiento de la información, que serían entonces una parte explícita del proceso de investigación.

4.14 La investigación en ciencias sociales ofrece también nuevas posibilidades. Hay nuevas ideas prometedoras sobre el desarrollo y el papel de las instituciones en materias como las propiedades comunales. Los conceptos relativos a la evaluación de recursos reforzarán los trabajos sobre gestión de recursos naturales, lo mismo que los nuevos trabajos en favor de la investigación participativa.

4.15 Con referencia al progreso de la investigación hay dos temas particulares que ofrecen oportunidades pero que también imponen limitaciones a la ciencia agrícola: los derechos de propiedad intelectual y el impacto de las tecnologías de información.

Derechos de propiedad intelectual

4.16 Gracias a los derechos de propiedad intelectual, un inventor puede utilizar en exclusiva su invento durante cierto período de tiempo. La ampliación de estos derechos para incluir plantas y animales ha contribuido al crecimiento de la investigación del sector privado en fitogenética y biotecnología en los últimos años. En los Estados Unidos, por ejemplo, las inversiones privadas en investigación fitogenética pasaron de menos de 25 millones de dólares en 1960 a más de 470 millones en 1994 (Fuglie, Klotz y Gill, 1996). El sector privado posee más del 80 por ciento de las nuevas variedades de plantas (Ibid). Es probable que los últimos adelantos en biotecnología acrecienten la participación del sector privado en el desarrollo de tecnologías agrícolas que podrán facilitarse al público mediante pago.

4.17 No obstante, entre los científicos y los administradores de la investigación de los países en desarrollo cunde la inquietud respecto a los derechos de propiedad intelectual de los recursos genéticos. Estos derechos podrían retardar la transferencia de variedades mejoradas de cultivos y animales a los países en desarrollo pobres que no pueden comprar la tecnología y a los países en que los derechos de propiedad intelectual no se aplican estrictamente por razones políticas. Estos progresos tecnológicos, junto a las reformas de los mercados, acentuarán probablemente el desnivel económico entre los países con capacidad para comprar nuevas variedades fitogenéticas y tecnologías del sector privado y los que no tienen tal capacidad.

4.18 La feliz conclusión de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Recursos Fitogenéticos organizada por la FAO en Leipzig, Alemania, en junio de 1996 promete un consenso más general sobre estas cuestiones en el futuro.

Tecnología de la información

4.19 A medida que los sistemas de producción se hacen más complejos con la introducción de nuevas tecnologías, los conocimientos y las informaciones ganan en importancia como recursos. Quienes tienen acceso a la información y pueden entenderla tienen una ventaja comparativa para la elección de las tecnologías adecuadas y la reducción de los costos. La información es importantísima en la gestión de recursos limitados como el agua, cuando éstos escasean y crece la demanda. Los modernos sistemas de comunicación (televisión, radio, teléfono, fax e Internet) ayudan a superar las barreras físicas y burocráticas para la difusión de los resultados de las investigaciones y aceleran el intercambio de información entre científicos, y entre éstos y administradores.

4.20 Las fuentes públicas de información están perdiendo terreno frente a las privadas, lo cual también tiene consecuencias para la seguridad alimentaria de los países con y sin acceso a la información. En algunos países en desarrollo (p.ej. Argentina, Brasil, India y Filipinas), los proveedores privados de insumos, que pueden beneficiarse de sistemas de comunicación avanzados, están siendo una importante fuente de información para los agricultores. En el futuro, los sistemas tecnológicos mundiales tendrán que utilizar estos sistemas privados de información para una transferencia más eficiente de la tecnología.

4.21 Aunque el costo de las tecnologías de información haya bajado, los países en desarrollo no tienen aún la infraestructura física necesaria para utilizarlas debidamente. Los países en desarrollo necesitan aumentar las inversiones en infraestructura (teléfonos, electricidad, carreteras asfaltadas y educación) para beneficiarse de los adelantos en las tecnologías de la información.

4.22 En este contexto, la formación de instituciones electrónicas (Hart, 1994) en torno a programas específicos de investigación podría facilitar el desarrollo de asociaciones regionales y mundiales según se prevé en el proceso de renovación del GCIAI. Estas instituciones virtuales actuarían como intermediarios, utilizando activamente los recursos de información electrónica disponibles (p.ej. bases de datos conectadas mediante relaciones cliente/servidor) y servicios de apoyo (por ejemplo, correo electrónico, servidores de nombres, conferencias electrónicas) para poner en contacto las instituciones reales. Su papel es promover la capacidad asociativa, ayudando a las instituciones a encontrarse unas a otras y seleccionando los servicios electrónicos idóneos y los anfitriones adecuados conectados a las redes apropiadas.


5. El programa de investigación agrícola para el próximo decenio

5.1 En este capítulo (basado sobre todo en los documentos del GCIAI, 1996a, b y c) se esbozan las prioridades probables de investigación para productos importantes directamente vinculados a la seguridad alimentaria y para otros elementos que engloban a las ciencias sociales y naturales en el programa general y más amplio de investigación para la seguridad alimentaria.

Cultivos

5.2 Los cultivos vegetales y sus productos aportan alrededor del 52 por ciento del valor total de la producción de la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca en los países en desarrollo. En Asia el porcentaje es el 59 por ciento, en el Africa subsahariana el 41 por ciento, en América Latina y el Caribe el 42 por ciento y en el Cercano Oriente y Africa del Norte alrededor del 51 por ciento.

Cereales

Arroz

5.3 Es el cultivo más importante del mundo por su contribución a la dieta y por el valor de su producción. De los 146 millones de hectáreas cultivadas en todo el mundo en 1994, unos 142 millones correspondían a países en desarrollo, con una producción de 506 millones de arroz cáscara. Asia va en cabeza de la producción, con el 93 por ciento del arroz producido en los países en desarrollo. Sólo alrededor del 4 por ciento de la producción mundial de arroz es objeto de comercio internacional.

5.4 Si continúan las tendencias anteriores de la demanda, la producción mundial de arroz tendrá que aumentar en el 21 por ciento en 2005 y en el 65 por ciento en 2025 (1,7 por ciento anual). Esta demanda creciente requerirá un esfuerzo conjunto de investigación para seguir desarrollando mejores tecnologías de producción. La revolución verde en el arroz indica que el rédito de las inversiones en investigación arrocera en los últimos 30 años puede llegar por lo menos al 80 por ciento. Durante este período, las nuevas variedades de arroz hicieron posible un aumento de la producción suficiente para alimentar a 600 millones más de personas (IRRI, 1990). Para salir al paso del problema de los rendimientos estacionarios o incluso menguantes observados ahora en algunas partes de Asia sudoriental habrá que hacer nuevos esfuerzos en investigación sobre mantenimiento, así como para elevar el rendimiento. No obstante, para atender a la demanda creciente habrá que prestar también atención a otros sistemas de cultivo del arroz (arroz superficial de secano, arroz de aguas profundas y flotante y arroz de montaña).

5.5 El futuro de la investigación arrocera encierra problemas y oportunidades estimulantes. La nueva arquitectura vegetal y el desarrollo de arroz híbrido y la apomixis son adelantos clave cuyos efectos se notarán probablemente en los próximos veinte años. La investigación arrocera aspira a contribuir en buena medida a objetivos ecológicos como la protección de los bosques tropicales y la reducción del uso de productos agroquímicos, así como a proporcionar alimento, aplicándose al desarrollo de mejores acervos genéticos de arroz y a la gestión integrada de cultivos.

Trigo

5.6 Después del arroz, el trigo es la fuente de alimentación más importante en el mundo en desarrollo, aportando a las dietas más calorías que todos los otros cereales juntos. Tiene mayor contenido en proteínas que casi todos los demás cereales.

5.7 En 1992/94, los países en desarrollo produjeron el 45 por ciento del trigo mundial (551 millones de toneladas) y sus cultivos de trigo ocupaban el 46 por ciento de los trigales mundiales (219 millones de hectáreas). Entre el 50 y el 70 por ciento de las variedades mejoradas de trigo utilizadas durante los últimos 30 años se han basado en cruzamientos realizados por el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y del Trigo (CIMMYT), de México. Las inversiones en investigaciones sobre el trigo han sido muy rentables, pero se precisan nuevos esfuerzos para sostener los mayores rendimientos alcanzados. Hay nuevas oportunidades para importantes adelantos en la resistencia a las enfermedades mediante la nueva ciencia sobre cruzamientos amplios.

Maíz

5.8 El maíz es el tercero de los cultivos alimentarios, tras el arroz y el trigo, por su aporte calórico y por el valor de la producción. En el trienio 1992-1994, los países en desarrollo produjeron un promedio estimado en el 43 por ciento de la producción mundial (522 millones de toneladas) con unos cultivos de unos 84 millones de hectáreas (el 66 por ciento de la superficie total cultivada de maíz). El cultivo se extiende a todas las regiones en desarrollo.

5.9 Cuando se utiliza para consumo humano, el maíz es una fuente importante de calorías para los pobres. Es muy frecuente en los sistemas mixtos de cultivos de la agricultura de subsistencia. El potencial de aumento del rendimiento es muy alto. Las limitaciones principales son las malas condiciones ambientales (en particular la sequía), las enfermedades y las plagas de insectos, la insuficiencia de nutrientes (especialmente nitrógeno y fósforo) y los bajos niveles de insumos externos. Se requieren variedades mejoradas de polinización abierta e híbridos, según las necesidades locales y la eficiencia de los productores nacionales de semillas. En las tierras bajas tropicales, el desarrollo de variedades mejores y de prácticas más avanzadas de gestión en atención a las necesidades de los agricultores contribuirá considerablemente a elevar la producción. En el Africa subsahariana, las bajas tasas de fertilizantes y la mala gestión son actualmente un obstáculo mayor que la no disponibilidad de variedades de alto rendimiento. En Africa oriental y meridional, donde hay amplias extensiones de tierras altas y bajas aptas para la producción de maíz, la adopción de una tecnología adecuada para los pequeños agricultores es excepcionalmente rentable.

Cebada

5.10 La cebada es el cuarto cereal en importancia. Se cultiva en unos 70 millones de hectáreas y la producción mundial es de 160 millones de toneladas. A los países en desarrollo corresponde alrededor del 18 por ciento (26 millones de toneladas) de la producción mundial y el 25 por ciento (18,5 millones de hectáreas) de la superficie cultivada. En la mayoría de los países en desarrollo la cebada es un cultivo típico de agricultores pobres y de entornos hostiles. En Tíbet, en Etiopía y en los Andes se cultiva en laderas montañosas a más altura que otros cereales. En muchas partes de Africa del Norte, Cercano Oriente, Afganistán, Pakistán, Eritrea y Yemen es generalmente el único cultivo de secano posible, de manera que ni la superficie ni la producción reflejan la importancia real del cultivo.

5.11 El objetivo para el futuro es consolidar los logros anteriores y desarrollar una nueva metodología con participación de los agricultores en la selección genética como manera de explotar la adaptación específica y de superar los obstáculos que se oponen a la transferencia de tecnología.

Sorgo

5.12 Alrededor del 70 por ciento de la producción mundial de sorgo (60,9 millones de toneladas) y el 90 por ciento de su superficie de cultivo (43,5 millones de hectáreas) corresponden a las regiones en desarrollo. El sorgo es un cultivo extendido en las tierras tropicales bajas semiáridas con lluvias de verano, donde tiene especial importancia, junto con el mijo, como alimento básico de millones de pobladores muy pobres de zonas expuestas a la sequía y con alto riesgo. En Africa occidental, el sorgo es una cosecha importante en las zonas subhúmedas, donde se intercala con el mijo, el maíz y el caupí. Es también un cultivo importante en las zonas de altitud media de Etiopía y de Africa oriental y meridional. La demanda de sorgo tiende a tener una elasticidad negativa, pues suele sustituirse por otros alimentos cuando lo permiten los ingresos. En muchas zonas, los tallos y las hojas, utilizados como forraje, combustible y material de construcción, son tan importantes o más que el grano.

5.13 Las principales limitaciones para la producción de sorgo según las investigaciones son la sequía y las tensiones bióticas. La investigación para mejorar las variedades ha de proponerse principalmente ampliar la base de materiales genéticos. Los principales objetivos son variedades e híbridos bivalentes con alto rendimiento tanto de grano como de forraje. Se incluyen los híbridos de sorgo para forraje, ya que el uso del sorgo para alimentación del ganado aumenta rápidamente en zonas de Asia y América Latina. Otra orientación de la investigación son las modalidades de gestión que mitiguen las mismas tensiones bióticas y abióticas y su integración en programas de gestión adaptados a los pequeños agricultores de las zonas tropicales semiáridas.

Mijo

5.14 En Asia y Africa subsahariana, el mijo perla es el cultivo de secano más importante en las tierras bajas de las zonas tropicales y subtropicales semiáridas con lluvias de verano, donde es un alimento básico junto con el sorgo (en Africa subsahariana) o el trigo (en Asia). El mijo perla da alimento a algunos de los países más pobres del mundo. Produce grano y piensos en condiciones de mucho calor y sequedad y en suelos demasiado pobres para el sorgo y el maíz. Su paja es un alimento valioso para el ganado en esos sistemas agrícolas.

5.15 Como algunos países combinan sus estadísticas de sorgo y mijo, los datos sobre el mijo no son seguros, especialmente en el Africa subsahariana. Parece que el mijo se recoge de unos 34 millones de hectáreas anualmente en los países en desarrollo. En el Africa occidental semiárida aporta alrededor de la mitad de la ingesta calórica diaria y un tercio de las proteínas para la población local.

5.16 El mildiú velloso es la más importante enfermedad del mijo en el mundo y es objeto de intensas investigaciones. Los barrenadores de los tallos causan cuantiosas pérdidas cada año en el Africa subsahariana. La selección de variedades genéticas resistentes ha resultado difícil. Se han probado trampas de feromonas que han sido eficaces en ocho países de Africa occidental. Se espera extender el uso de estas trampas en 1997.

Raíces, tubérculos, banana y plátano

Mandioca

5.17 La mandioca es un alimento importante en Africa, sobre todo en zonas tropicales húmedas y subhúmedas. Es también importante en partes de Asia y América Latina y el Caribe. Además de las raíces, en Africa, se comen las hojas como verdura en algunas partes del Africa subsahariana y constituyen una fuente barata y rica de proteínas y vitaminas A y B. Es principalmente un cultivo de pequeños agricultores, para los que constituye una fuente importante de ingresos y de alimentación. Tolera suelos de baja fertilidad, sequía, y puede dejarse en la tierra como reserva alimentaria durante largos períodos. Es uno de los 15 productos agrícolas más importantes de los países en desarrollo respecto al valor de la producción, y el más importante en el Africa sub.-sahariana.

5.18 Las investigaciones deben orientarse en el futuro hacia la tecnología después de la recolección, la calidad de las raíces para diversos usos entre ellos piensos y fines industriales, la lucha contra plagas y enfermedades y, en menor medida, la producción de follaje para el consumo como verdura. Estas cuestiones siguen siendo de alta prioridad. Además, la evaluación del mercado de mandioca debe apuntar oportunidades de productos mejorados o nuevos basados en la mandioca. Esta información será útil para intervenciones tecnológicas, favoreciendo la transformación gradual de la mandioca como cultivo de subsistencia hacia un producto para el mercado.

Papa (patata)

5.19 Aproximadamente el 30 por ciento (unos 89 millones de toneladas) de la cosecha mundial de papas se produce hoy en los países en desarrollo, principalmente por pequeños agricultores, en comparación con sólo el 15 por ciento hace veinte años. Es un cultivo con fuerte densidad de mano de obra. Su valor nutritivo (incluida la vitamina C) es elevado, y es particularmente útil como fuente de energía y proteínas y como alimento de destete. Puede tener altos rendimientos, la demanda crece rápidamente siendo positivamente elástica a los ingresos cuando éstos son bajos, y tiene un alto valor como cultivo comercial.

5.20 Las principales dificultades para elevar la producción son sus elevados costos, varias enfermedades y plagas, el carácter perecedero del producto almacenado y la dificultad de obtener variedades adaptadas a temperaturas más altas. Como en el caso de otras raíces y tubérculos, la capacidad nacional de investigación sobre la papa era generalmente débil al comienzo de las actividades del GCIAI.

5.21 La investigación sobre la papa ha dado buenos resultados, y la selección genética ha facilitado ya notables mejoras en las cosechas de los países en desarrollo. La virología de la papa ha avanzado mucho, y el movimiento seguro de germoplasma es ya una realidad. La adopción de variedades mejoradas se demora a menudo por la falta de sistemas nacionales de siembra o multiplicación. Para incrementar la producción en el futuro se requiere un esfuerzo coordinado para conseguir una resistencia más duradera de la planta al añublo tardío de la papa.

Boniato

5.22 El boniato o batata se cultiva mucho actualmente como alimento básico en los países en desarrollo fuera de América tropical, de donde la planta es originaria. Aunque las estadísticas de producción de boniato están dominadas por China (el mayor productor del mundo, con alrededor del 80 por ciento), se cultiva también en muchos países pequeños con niveles de ingresos muy bajos. El boniato se adapta bien a las tierras bajas tropicales calientes y su producción es relativamente buena en suelos buenos aun con bajos insumos.

5.23 Se ha investigado muy poco sobre el boniato. Aunque los rendimientos actuales en el Africa subsahariana son sólo de un promedio de 6 toneladas/hectárea, su elevado rendimiento potencial ha sido demostrado por las investigaciones del GCIAI en esa región, que han llevado a variedades que pueden producir más de 40 toneladas por hectárea en 4 meses, si el cultivo es en la estación húmeda.

5.24 Las plagas y enfermedades, como el gorgojo del boniato, el barrenador de los tallos, los virus y los organismos micoplasmáticos son los principales enemigos de la producción. El control integrado de plagas (CIP), incluido el uso de filtros de transparencia, parece prometedor para el futuro.

Ñame

5.25 Esta planta se cultiva en todas las zonas tropicales y en partes de las subtropicales y templadas. Es importante en el Africa subsahariana, en el Pacífico y en las islas del Caribe. La producción mundial estimada es de 28,1 millones de toneladas, correspondiendo el 95 por ciento al Africa subsahariana.

5.26 El ñame es el alimento preferido y una base para la seguridad alimentaria en algunos países del Africa subsahariana. La producción se ve limitada por varias enfermedades y plagas. Los nematodos causan graves daños tanto en los campos como en el producto almacenado. También causan pérdidas después de la recolección las podredumbres debidas a hongos, bacterias e insectos, así como la aceleración de la respiración y la germinación cuando los tubérculos salen del letargo. La investigación internacional sobre el ñame es limitada y bastante reciente.

Banana y plátano

5.27 La banana y el plátano son alimentos básicos para millones de personas en los países en desarrollo. Alrededor del 90 por ciento de la producción procede de pequeñas explotaciones y se consume localmente. Sólo el 10 por ciento, principalmente procedente de plantaciones comerciales en América Latina y el Caribe, entra en el comercio mundial. Por el valor bruto de la producción, la banana y el plátano ocupan el octavo lugar, tras el arroz, la leche, la carne de vacuno, el trigo, el maíz, la soja y el cacahuete.

5.28 La producción de banana y plátano está bajo la amenaza de plagas y enfermedades que han aumentado en los últimos 15 años. Entre ellas están la sigatoka negra de las hojas, la languidez Fusarium (enfermedad de Panamá), el gorgojo de la banana, una combinación de nematodos parásitos de las plantas y varias enfermedades víricas (copa arracimada del banano, mosaico bananero, raya del banano y otras). La sigatoka negra causa graves necrosis en las hojas con una merma notable del rendimiento de los frutos.

5.29 El plátano y la banana suelen considerarse incapaces de mejora genética por su naturaleza triploide que da lugar a una esterilidad casi completa. Sin embargo, en los últimos años el sistema del GCIAI y otros programas regionales de mejoramiento de la banana y el plátano han hecho progresos excelentes obteniendo híbridos resistentes a la sigatoka negra, mejores rendimientos y una calidad aceptable del fruto. Además, la investigación en biotecnología celular y diagnóstico de virus ha conseguido suministrar germoplasma
mejorado en la escala necesaria para producir efectos en las pequeñas
explotaciones.

Legumbres

Garbanzo

5.30 Las noticias más antiguas sobre cultivo del garbanzo proceden de Turquía, desde donde se supone que se extendió el cultivo a todo el mundo. Generalmente se cultiva en pequeñas explotaciones tanto para consumo propio como para el mercado. Los granos se utilizan enteros, sin vaina, o en forma de harina. Los brotes y las semillas verdes pueden utilizarse como verdura. En 1994, la producción mundial fue de 7,9 millones de toneladas obtenidas de 10,2 millones de hectáreas de cultivos, correspondiendo el 97 por ciento a países en desarrollo. En el trienio 1992-1994, Asia aportó como promedio el 76 por ciento de la producción. Las principales dificultades con que tropieza la producción son la vulnerabilidad a las enfermedades de las especies locales, las malas condiciones ambientales, la sequía, las enfermedades, las plagas y la mala gestión de los cultivos. Los esfuerzos del GCIAI han producido ya resultados notables, en especial la combinación de resistencia al añublo y la tolerancia a las heladas.

Caupí

5.31 El caupí se cultiva mucho en las regiones cálidas semiáridas y subhúmedas del Africa subsahariana y es localmente importante en las islas del Caribe, Brasil, RDP de Yemen, el subcontinente indio y Asia sudoriental.

5.32 El caupí suele ser un cultivo de subsistencia y se combina con el maíz, el sorgo, el mijo y la mandioca. Los rendimientos medios en los países en desarrollo son de 240 kg/ha. Sin embargo, las mejores variedades de duración corta a media hasta ahora obtenidas pueden producir de 2 500 a 3 000 kg/ha en los campos de las estaciones de investigación, y las variedades de corta duración pueden superar los 2 000 kg/ha en 60 a 90 días. Los obstáculos principales que frenan los rendimientos son tres plagas de insectos: la carcoma de la flor, el barrenador de la vaina Maruca y la chinche de la vaina. En el germoplasma del caupí se han encontrado sólo bajos niveles de resistencia a cada una de estas tres plagas de insectos.

5.33 En 1994-95 se puso a punto un método eficiente para regenerar y producir plantas de caupí transformadas. Este importante avance de la investigación ha hecho muy probable que puedan lograrse nuevos progresos notables desarrollando variedades de caupí con buenos niveles de resistencia a aquellas tres plagas. Además, los progresos de la investigación sobre control biológico de la carcoma de la flor mediante sus enemigos naturales indican que esta tecnología puede ser también viable. Las investigaciones futuras tratarán de desarrollar variedades para esas áreas ecológicas, combinando la resistencia a la sequía y el calor con la mayor eficiencia en el uso de fosfatos.

Haba común

5.34 El haba común es un cultivo de primavera en regiones templadas y de invierno en regiones subtropicales con inviernos suaves. Se cultiva en tierras altas en las regiones tropicales y subtropicales. Hay dos grupos principales: tipos de semilla pequeña, que se encuentran en Afganistán, Egipto, Sudán, Etiopía y Eritrea, y tipos de semilla grande, que existen en otras partes de Asia occidental y Africa del Norte.

5.35 Es un cultivo de rotación importante en sistemas agrícolas con bajos insumos monetarios por su alta capacidad de fijación de nitrógeno biológico (120 por N/ha) y sus efectos benéficos residuales para ulteriores cultivos de cereales. Los obstáculos para la producción son: enfermedades, la hierba parásita orobanca, las plagas en el campo y en almacén, la mala gestión de los cultivos y la salinidad del suelo en algunas zonas. La investigación ha sido escasa en los últimos años, y hay necesidad de reorientarla hacia este cultivo.

Lenteja

5.36 La producción mundial de lenteja crece rápidamente, habiéndose elevado en un 110 por ciento desde 1,3 millones de toneladas en el período 1979-81 a 2,8 millones de toneladas en 1992-94, gracias a un aumento del 50 por ciento en la superficie cultivada, que ha llegado a 3,38 millones de hectáreas, y a un aumento de la productividad del 38 por ciento, desde 600 kg/ha hasta 820 kg/ha. En los países en desarrollo está el 87 por ciento de la superficie mundial de cultivo de la lenteja. Las principales regiones productoras están en Asia.

5.37 La importancia de la lenteja radica en su consumo como legumbre y también para pienso de pequeños rumiantes. En las zonas más secas de Asia occidental y Norte de Africa la lenteja es un componente básico de los sistemas agrícolas tradicionales en que se integran la cebada, los pequeños rumiantes y la lenteja. Las tareas pendientes para la investigación son el desarrollo de variedades de corta duración y de cultivares de invierno más duros. El marchitamiento vascular es la enfermedad más importante de la lenteja, y actualmente se está promoviendo la resistencia para eliminar la enfermedad. Para reducir los daños del gorgojo Sitona a los nódulos de la lenteja, la ingeniería genética está estudiando la transferencia a las raíces de la planta de un gene productor de toxinas.

Phaseolus vulgaris

5.38 La habichuela común (judía, alubia, frijol, frejol, poroto) es la legumbre de consumo humano más importante del mundo. Se cultiva en dos formas, secas o verdes (las vainas verdes se consumen como legumbres). La producción mundial de habichuelas secas se estima en 18 millones de toneladas anuales, con un valor de mercado de 10 700 millones de dólares.

5.39 La investigación para mejorar la productividad de la habichuela en América Latina y Africa ha consistido principalmente en los esfuerzos del sector público para la selección genética. El sector privado muestra poco interés por esta producción fuera de Argentina, Brasil y Estados Unidos. La investigación internacional sobre la habichuela en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) se ha concentrado tradicionalmente en la resistencia a enfermedades y plagas y más recientemente en la tolerancia a la sequía y la baja fertilidad del suelo y la elevación del rendimiento. Hay perspectivas de progresos en materia de resistencia a las enfermedades y superación del techo de rendimiento. Se ha llegado a un mejor conocimiento de los acervos genéticos y de nuevos tipos de plantas más idóneos para la recolección con máquinas.

Guandú

5.40 El guandú se cultiva mucho por agricultores de subsistencia en las regiones tropicales calientes semiáridas y subhúmedas. A menudo crece en suelos pobres y con pocos insumos. Es un alimento importante en la India, y es popular en partes de Africa oriental y América Central. Las semillas se usan enteras, peladas o en forma de harina; y en el Caribe y América Latina las semillas verdes y las vainas se consumen como legumbre. El tallo leñoso es útil para leña, para techos y vallados, y las hojas aportan nitrógeno al suelo.

5.41 Tradicionalmente el guandú es un cultivo de larga duración, pero las variedades de corta duración obtenidas por el Instituto Internacional de Investigación de Cultivos para las Zonas Tropicales Semiáridas (ICRISAT) en colaboración con el Servicio Nacional de Investigación Agronómica de la India han impulsado un aumento del 15 por ciento en la superficie sembrada en los últimos cinco años. Este germoplasma está empezando también a aplicarse en Asia fuera de la India, así como en Africa meridional y oriental y América Latina.

Soja

5.42 Cultivada originalmente en China, la soja está extendida actualmente por toda Asia oriental y sudoriental, las Américas (sobre todo Brasil y Estados Unidos) y en mucho menor medida por el Africa subsahariana y Asia occidental. En el Hemisferio Norte, su cultivo se extiende ahora desde las regiones tropicales hasta 52ºN. El principal objetivo de la investigación futura sobre este cultivo es conseguir variedades que contribuyan al máximo a la productividad y la sostenibilidad de los sistemas agrícolas basados en cereales de las sabanas húmedas de Africa. Las principales características que se trata de mejorar son la capacidad de causar una germinación suicida de la semilla de Striga hermonthica, la fijación del nitrógeno y la eficiencia en el uso de fósforo. Se investigarán los sistemas de cultivo para desarrollar tecnologías adecuadas para aumentar la productividad y la sostenibilidad, lo que incluye la resistencia a las plagas, enfermedades y rotura de las vainas.

Plantas oleaginosas

Nuez de coco

5.43 El cocotero es un árbol pantropical, que crece en unos 9,3 millones de hectáreas en 82 países. Muchos de los países productores son islas pequeñas de los océanos Pacífico e Indico, y también del Caribe. Para ellos, el coco es no sólo su producto de subsistencia primario, sino su única exportación significativa generadora de ingresos. Difícilmente puede haber un cultivo que sustituya al coco en esos países. El cocotero es el principal componente arbóreo en varios sistemas agroforestales en todo el mundo, aunque su amplio uso en huertos familiares no se refleja probablemente en las estadísticas oficiales de producción.

5.44 Las prioridades actuales de la red internacional de investigación sobre el coco (COGENT) son: establecimiento de una base de datos internacionales de recursos genéticos del coco para promover la difusión de datos sobre recursos genéticos; recogida de germoplasma en zonas amenazadas por la erosión genética y para rellenar vacíos en colecciones nacionales; conservación en bancos de genes nacionales y regionales; evaluación del germoplasma para identificar variedades adecuadas para los agricultores; desarrollo de otros métodos complementarios de conservación y de métodos moleculares para comprobar la diversidad genética y promover el movimiento de germoplasma sin riesgo. En el futuro, las prioridades de la investigación serán: aplicación de los resultados de la investigación para promover una comprobación eficiente de la diversidad genética, movimiento de germoplasma sin riesgo, y conservación e intercambio efectivos.

Cacahuete

5.45 Los cultivos de cacahuete se extienden a unos 21,7 millones de hectáreas en el mundo, de los cuales 13,8 millones están en Asia (India 8,4 millones; China 3,6 millones), 6,8 millones en el Africa subsahariana y 0,5 millones en América Central y del Sur. El cacahuete se adapta a una amplia gama de condiciones ambientales en zonas situadas entre 40ºS y 40ºN del ecuador. Los principales obstáculos para la productividad en Asia y Africa son las enfermedades y las plagas de insectos, la imprevisibilidad e irregularidad de las lluvias, la baja fertilidad del suelo, la falta de prácticas agronómicas modernas y de tecnología de producción, la falta de cultivares tecnológicos adaptados a las condiciones locales, los bajos insumos financieros y la falta de aperos y material adecuados para las pequeñas explotaciones, así como de infraestructura para suministrar las semillas de calidad de los cultivares mejorados actualmente disponibles. La contaminación con aflatoxina en el campo y durante el almacenaje reduce el valor comercial del producto. Las enfermedades foliares y virales, la contaminación con aflatoxina, las plagas de nematodos en las hojas y en el suelo, la sequía y la baja fertilidad del suelo son objetivos prioritarios de la investigación dentro de los sistemas de producción de las zonas tropicales semiáridas.

Legumbres

5.46 En los países en desarrollo se cultivan muchas legumbres, que varían mucho de un lugar a otro, ya que las fuertes preferencias sociales determinan la elección de las especies. Las legumbres son una valiosa fuente de ingresos para los productores próximos a las grandes zonas urbanas. En conjunto, tienen un rendimiento elevado y se adaptan bien al pequeño comercio si los mercados están cercanos, y a las operaciones en gran escala cuando mejora la infraestructura y se dispone de transportes y frigoríficos. Los consumidores, independientemente del nivel de ingresos, las necesitan y prefieren como alimentos complementarios, y se prevé que la demanda crecerá en los países en desarrollo en un 3,4 por ciento anual en los años noventa.

5.47 Hay muchas posibilidades de mejoramiento de las variedades. La deficiente comercialización es también un obstáculo, dado el carácter perecedero de muchas legumbres. Unos aumentos moderados de la producción pueden dar lugar a excesos temporales de la oferta, y en muchas zonas la investigación necesita ampliar el período de producción.

Forrajes forestales

5.48 Gramíneas y legumbres son productos intermedios que contribuyen directamente a la producción ganadera e indirectamente a un uso más sostenible de la tierra. Sirven también para algo más que para piensos. Está muy extendido el uso de legumbres como capa de cobertura de la tierra en plantaciones de árboles y frutales, como abono verde en barbechos naturales para mejorar el suelo y para reducir las malas hierbas. Algunas gramíneas y legumbres se utilizan como barreras contra la erosión del suelo. Los pastizales se utilizan en rotación con los cultivos para mejorar las propiedades biológicas, químicas y físicas del suelo además de alimentar al ganado.

5.49 La investigación se orienta actualmente hacia la determinación de componentes forrajeros para sistemas agroecológicos específicos en América Latina y Asia sudoriental donde se ha comprobado una demanda, por ejemplo cobertura de la tierra en cultivos arbóreos, legumbres para mejorar los barbechos en laderas, pastizales de corta duración para sistemas agropecuarios, paja tanto para pienso en la estación seca como para otros fines y legumbres para sistemas de cultivo intensivo.

Ganado y aves de corral

5.50 El ganado y las aves de corral y sus productos contribuyen con alrededor del 29 por ciento al valor total de la producción agropecuaria, forestal y de la pesca en los países en desarrollo. En el Africa subsahariana la proporción es el 19 por ciento, en Asia el 28 por ciento, en Asia occidental y Africa del Norte el 35 por ciento y en América Latina y el Caribe el 38 por ciento. No obstante, estas cifras subestiman la importante contribución que a menudo aporta el ganado a los cultivos en forma de fuerza animal y estiércol.

5.51 Los productos animales son las únicas fuentes seguras de vitaminas B y D, de cinc y de hierro. La carne y la leche son productos muy elásticos a los ingresos, aumentando su consumo con los ingresos y con la urbanización. Dado el crecimiento económico y los progresos tecnológicos en los países en desarrollo, cabe esperar que aumente la contribución de la cría de animales a la producción agrícola.

5.52 El ganado vacuno es especialmente importante en América Latina y el Caribe, así como en las zonas tropicales calientes semiáridas y frías del Africa subsahariana y la India (para leche). El ganado lanar y/o caprino es importante en Asia occidental y Africa del Norte, Africa oriental y meridional, Africa occidental semiárida y América del Sur templada. Aunque los pequeños rumiantes aportan sólo una pequeña parte de la producción mundial de carne y leche, la presentación no desglosada de los datos oculta su importancia en algunas regiones. Se calcula que aportan el 30 por ciento de la carne consumida en Asia occidental y Africa del Norte y el 20 por ciento de la consumida en el Africa Subsahariana. Los pequeños rumiantes generan también importantes ingresos monetarios.

5.53 El valor de la producción de ganado y aves de corral en la región subsahariana se reparte en leche 26 por ciento, carne de vacuno 37 por ciento, carne de ovino y caprino 14 por ciento, carne de cerdo 5 por ciento y aves de corral 8 por ciento. Durante los veinte último años los aumentos de la producción se han debido en gran medida a la expansión de los rebaños, más bien que a una mejor productividad de los animales. Los animales domésticos contribuyen a la viabilidad económica y la sostenibilidad de los sistemas agropecuarios. Diversifican la producción y las opciones de gestión, elevan la producción total y los ingresos de la explotación, dan empleo durante todo el año y dan seguridad en tiempos de escasez. Las ventas de productos animales proporcionan fondos para comprar insumos agrícolas muy necesarios y para financiar inversiones agrícolas. El ganado constituye a menudo la principal reserva de capital de las granjas familiares.

5.54 Entre el ganado doméstico, los rumiantes tienen especial importancia porque convierten en productos comestibles los restos de cultivos, subproductos, hierbas y otra biomasa que no sirve de alimento humano directo. Los rumiantes son el único medio práctico de utilizar extensas superficies de praderas naturales en regiones en que unas lluvias escasas, inseguras o estacionalmente limitadas junto con unos suelos ácidos pobres, o con lo accidentado del terreno, hacen inviables los cultivos. En las regiones agrícolas, la fuerza animal eleva la productividad y el estiércol enriquece el suelo. Además, los rumiantes dan a los agricultores el incentivo económico necesario para cultivar forrajes fijadores de nitrógeno y mantener pastizales en rotación con los cultivos, lo que reduce la erosión, conserva la humedad del suelo y realza su fertilidad. La clave para promover estos aspectos positivos de la producción ganadera es una buena orientación de las políticas y de la gestión. Las políticas conducentes a la expansión de los pastizales han ido a menudo unidas a la deforestación en América Latina y el Caribe.

5.55 Las aves de corral y los cerdos constituyen casi la mitad del valor monetario y nutritivo de los animales de las explotaciones agropecuarias en los países en desarrollo. Los datos de Asia y América Latina y el Caribe indican que, al aumentar la demanda de carne de pollo y de cerdo, se adoptan sistemas de producción más intensiva, aplicándose en ellos con rapidez y eficiencia la tecnología de los países desarrollados y de otros países en desarrollo. Tanto la avicultura como la porcicultura se benefician también considerablemente de la investigación del sector privado. El yac, el búfalo doméstico, el camello y el dromedario, la alpaca y la llama y el reno han sido objeto de escasas investigaciones.

5.56 Las escaseces estacionales y el bajo valor nutritivo de los piensos son los obstáculos técnicos más frecuentes de la ganadería en los países en desarrollo. En Africa, los estudios indican que tanto para los sistemas ganaderos pastorales como para los de aldea en diversas zonas agroecológicas, la intensidad de la producción ganadera está íntimamente relacionada con la intensidad de las actividades humanas, y en mucho menor medida con la distribución de los pastizales naturales (Wint y Bourn, 1994). Estas conclusiones sugieren que los sistemas ganaderos tienden a depender menos de la disponibilidad de extensos pastizales y que la producción ganadera tiende a relacionarse más estrechamente con los recursos de piensos más seguros asociados a la proximidad de asentamientos humanos y agua.

5.57 Aunque los pastos y los forrajes siguen siendo los más importantes alimentos de los animales en el mundo en desarrollo, su suministro crece a un ritmo demasiado lento para responder a la demanda creciente de productos ganaderos. Se precisan pues una integración más estrecha del ganado en los sistemas agrícolas, el establecimiento de forrajes mejorados, incluidos arbustos y árboles, y de instalaciones procesadoras locales para la mejor utilización de los subproductos agrícolas, con objeto de compensar el uso creciente de cereales forrajeros importados promovido por la producción intensiva de rumiantes y la expansión de la producción avícola y porcina.

5.58 Sólo unas pocas especies animales y gran número de razas especiales se utilizan para producir carne, leche y pieles, y como animales de tiro, en diversos contextos. En la diversidad genética contenida en esas razas está la llave de futuros mejoramientos en la eficiencia de la producción pecuaria. EL GCIAI, junto con la FAO, está desempeñando un papel de vanguardia en la conservación, el mejoramiento y la utilización de los recursos fitogenéticos y los progresos de la biología molecular para abrir nuevas posibilidades de superar los éxitos logrados con la selección genética. Análogas posibilidades pueden surgir en el mundo animal, aplicando los progresos alcanzados en la cartografía genética a la identificación de genes determinantes de características importantes de los animales domésticos con miras a aumentar su productividad. Además, dado el muy elevado costo de conservación del germoplasma animal, el GCIAI puede desempeñar un papel clave elaborando metodologías para determinar qué recursos merecen conservarse.

5.59 En los países en desarrollo, las enfermedades principales pueden agruparse en tres categorías: i) las principalmente virales, como la glosopeda; ii) los parásitos transmitidos por vectores (por ejemplo, tripanosomiasis), contra los que pueden existir medios de lucha pero no se aplican; y iii) las enfermedades de intensificación (por ejemplo, mastitis). La principal enfermedad limitadora de la producción en Africa sigue siendo la tripanosomiasis, la única enfermedad que excluye la introducción de ganado no tolerante sin algunas medidas preventivas. A diferencia de Africa, América Latina está libre de grandes enfermedades bovinas, con la excepción de la glosopeda. Asia está también libre de problemas graves por enfermedades infecciosas de ganado vacuno o búfalos.

5.60 Las enfermedades de transmisión vectorial y los parásitos internos siguen siendo dos de los más importantes enemigos de la salud animal en los países en desarrollo. Entre las primeras, las más graves son la tripanosomiasis transmitida por la mosca tsetsé, que es un gran problema en extensas zonas del Africa subsahariana, y una forma de theileriosis, la fiebre de la Costa Oriental, que causa estragos en Africa oriental y meridional. Aunque la mayor parte del ganado indígena posee alguna resistencia natural a las garrapatas y las enfermedades que éstas transmiten, las variedades exóticas de Bos taurus son muy vulnerables. Los progresos que se hacen en la comprensión de la biología de estas enfermedades, los mecanismos naturales de defensa de las especies indígenas y los nuevos métodos de vacuna ofrecen una base para desarrollar mejores métodos de lucha contra otras enfermedades del ganado económicamente importantes en todo el mundo.

5.61 El GCIAI ha especificado los siguientes campos en que podría centrarse la investigación en el próximo decenio. Los campos para la investigación mundial incluyen:

Un campo para la investigación mundial y por regiones ecológicas incluye:

Silvicultura y agrosilvicultura

5.62 Los bosques tropicales cubren tan sólo la séptima parte de la superficie de los continentes e islas del planeta, pero su importancia es mayor que la que parece deducirse de este hecho. Además de madera, los bosques proporcionan muchos productos no madereros como alimentos y bebidas, fibras, resinas, materiales de construcción, forraje, artículos ornamentales, medicamentos y combustible. Más importantes son sus servicios en beneficio del medio ambiente, como protección de cuencas fluviales, regulación del clima, protección y mejoramiento de los suelos, y hábitat de plantas y animales silvestres. También se derivan de los bosques tropicales muy diversos beneficios culturales, espirituales y recreativos. Son componentes importantes de la economía mundial del carbono y reserva de tal vez la mitad de todas las especies de seres vivientes.

5.63 Las inversiones en investigaciones forestales y los recursos humanos disponibles para ellas en los países en desarrollo son insuficientes tanto en comparación con el sector agrícola como en atención al valor de los bienes y servicios obtenidos de los bosques. El sistema del GCIAI, por medio del Centro Internacional de Investigaciones Forestales (CIFOR), ha propuesto que la investigación forestal pública se centre en:

5.64 Una forma de investigación forestal consiste en desarrollar prácticas agroforestales que estabilicen el lado agrícola del margen forestal integrando los árboles en las tierras de cultivo para la producción de madera y productos forestales no madereros. Las explotaciones agroforestales en varios estratos, como se estilan en Asia sudoriental, son el ejemplo último de tales sistemas, pero es poco lo que se ha investigado para desarrollar tales sistemas en otros lugares tropicales. Hasta ahora, se sabe poco de la forma en que estas explotaciones agroforestales con estratos múltiples, que son una alternativa atractiva a la agricultura de corta y quema, diversifican los sistemas agroecológicos y favorecen la biodiversidad, separan el carbono, o influyen sobre las emisiones de gases que crean el efecto invernadero o sobre los vertidos. Tampoco se sabe mucho de los beneficios económicos y sociales de estos sistemas en cuanto a generación de ingresos, seguridad alimentaria y capacidad para mitigar la pobreza y diversificar los ingresos. Faltan también investigaciones sobre los métodos para mejorar los sistemas agroforestales integrando los árboles en los sistemas agrícolas de manera que dé lugar a un mosaico de usos de la tierra tanto en la granja como en el conjunto del paisaje. De esta manera puede asegurarse la productividad de los sistemas, mejorando además su estabilidad ecológica y económica. El mejoramiento genético de las especies arbóreas agroforestales para aumentar la gama de productos forestales madereros y no madereros debería incrementar a largo plazo los rendimientos económicos generales por unidad de terreno, promoviendo así mejoramientos en la infraestructura comercial e incentivando los cultivos arbóreos. Las ganancias potenciales en este sector son elevadas, ya que hasta la fecha es poco lo que se ha hecho para mejorar las especies agroforestales. Es preciso también continuar las investigaciones para desarrollar alternativas a las prácticas de cultivo de corta y quema.

Pesca

5.65 La pesca ocupa un lugar importante en la producción de alimentos, la generación de ingresos y la oferta de trabajo en los países en desarrollo. Según el Centro Internacional para la Ordenación de los Recursos Acuáticos Vivos (ICLARM), el número de pescadores de plena dedicación en los países en desarrollo se ha calculado en 12,9 millones, de los cuales el 80 por ciento viven en Asia, el 12 por ciento en el Africa Subsahariana, el 6 por ciento en América Latina y el Caribe y el 2 por ciento en el Cercano Oriente y Africa del Norte.

5.66 Hay además muchos millones de pescadores ocasionales. El agua cubre el 70 por ciento de la superficie terrestre, y el total de productos acuáticos asciende a 95 millones de toneladas anuales, de los cuales el 79 por ciento en forma de peces, el 5 por ciento crustáceos, el 9 por ciento moluscos y el 7 por ciento algas. El pescado y los productos pesqueros aportan el 20 por ciento de las proteínas animales y el 4 por ciento de las proteínas alimentarias en los países en desarrollo, pero estos promedios ocultan el hecho de que en varios países los porcentajes son por lo menos el doble de altos. El valor total bruto de la producción pesquera mundial es de casi 25 000 millones de dólares anuales, de los cuales el 52 por ciento procede de la pesca marina, el 18 por ciento de la pesca en aguas interiores, el 16 por ciento de la piscicultura en aguas interiores y el 14 por ciento de la maricultura. El pescado constituye el 5,6 por ciento del valor total de la producción agropecuaria, forestal y pesquera.

5.67 La producción acuática mundial ha crecido enormemente en los últimos veinte años. El 16 por ciento de ella procede de la acuicultura, y por su valor el porcentaje asciende al 29 por ciento. La acuicultura es a la pesca lo que la agricultura y la ganadería son a la recolección de frutos silvestres y a la caza. Las prioridades para los temas de investigación en acuicultura deben basarse en los principios siguientes.

5.68 Pese a su evidente fragilidad, la base de recursos para la acuicultura en el mundo en desarrollo se entiende todavía mal. La investigación de casi todos los recursos pesqueros tropicales es todavía rudimentaria, aunque la capacidad investigadora nacional está tratando de cumplir su cometido. Entre las necesidades prioritarias de investigación están la recopilación económica de datos, en especial sobre recursos pesqueros, el desarrollo de la acuicultura y la biodiversidad, la adopción de un enfoque global, la integración de las investigaciones biológicas con las de ciencias sociales, la exploración de las consecuencias de las zonas protegidas, el estudio del potencial de la acuicultura y sus relaciones con el medio ambiente, la aplicación de la selección genética a las especies de la acuicultura, la superación de la degradación del medio acuático y el análisis de los efectos de las investigaciones. Varios otros temas, como la mejor manipulación del pescado y el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la acuicultura, son también importantes.

Enfoques integrados

5.69 Aunque las investigaciones por productos seguirán siendo importantes en la ciencia agrícola en los próximos diez a veinte años, no hay duda de que algunos de los temas fundamentales son decisivos para la contribución de la investigación a la seguridad alimentaria:

5.70 El sistema del GCIAI ha definido temas específicos de investigación sobre los suelos y las aguas que son comunes a muchas investigaciones sobre productos y que requieren una renovada atención (CGIAR/TAC, 1996b):

5.71 Al revisar la investigación sobre políticas y administración, (CGIAR/TAC, 1996c). hizo hincapié en la adaptación de la investigación agronómica a las nuevas realidades económicas, en las que las palabras clave son liberalización económica y democratización. La interacción de los sectores público y privado y una mayor participación popular en la formulación de los programas de investigación son elementos esenciales para ello.

5.72 Todos estos elementos abogan por una revisión de los programas nacionales e internacionales de investigación. Hay que admitir la necesidad de ofrecer resultados para amplios sectores de agricultores pobres que no tienen acceso a los insumos que, por ejemplo, hicieron posible la Revolución Verde. El mayor interés por el medio ambiente y el uso sostenible de los recursos naturales invitan a reforzar la investigación en el sentido del uso óptimo de la tierra y del agua sin abusar de insumos externos como fertilizantes, plaguicidas, herbicidas, sistemas de regadío y tractores. Los consumidores piden cada vez más productos ecológicos, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo. Una investigación que permita aumentar la producción cuando no se disponga de insumos externos o no se desee utilizarlos es un complemento necesario de los programas más tradicionales de investigación para elevar la producción alimentaria.


6. La investigación agronómica como prioridad

Necesidad permanente de la investigación agronómica

6.1 Una agricultura más productiva es imprescindible para alcanzar una mayor seguridad alimentaria y para aliviar la pobreza. Con una previsión de aumento de la población mundial en 88 millones anuales en los próximos diez años, los alimentos adicionales necesarios tendrán que conseguirse mediante una mayor productividad de los recursos disponibles. Aunque actualmente el principal uso de los recursos terrestres, hídricos y biológicos del mundo es el agrícola3, la mayor presión demográfica hará que esos recursos sean más disputados. El margen de expansión de las tierras cultivables es muy limitado y se prevé que crecerá la demanda de agua dulce por obra del rápido crecimiento de la población urbana y de la industrialización. Según las proyecciones realizadas por el IRRI, la mayoría de los países asiáticos tendrán graves problemas de disponibilidad de agua hacia 2025 (IRRI, 1995)

6.2 La investigación agronómica tendrá que orientarse en el futuro hacia las tecnologías de producción que aprovechen al máximo los beneficios de los recursos naturales disponibles, sin dejar de protegerlos y restaurarlos al mismo tiempo para su uso futuro. La investigación debe tomar también en consideración las necesidades de los pobres que viven de la agricultura, en particular en las zonas de escaso potencial donde será más difícil elevar la productividad y la ordenación de los escasos recursos naturales será más problemática. Es importante mejorar mediante la investigación la sostenibilidad de los recursos forestales, no sólo por su papel en la conservación del medio ambiente y la biodiversidad, sino también porque unos 350 millones de personas, la mayoría muy pobres, dependen de los bosques para su subsistencia. La ordenación y el uso de los recursos naturales para elevar la productividad y para la conservación de la base de recursos requerirán nuevas tecnologías y estrategias de base científica.

6.3 Las impresionantes contribuciones anteriores de la ciencia y la tecnología para satisfacer las necesidades alimentarias fueron posibles gracias a las inversiones en investigación agronómica. Los progresos futuros sólo se realizarán si se continúan o aumentan tales inversiones, para hacer frente a nuevos y más amplios problemas. La investigación debe proporcionar tecnologías para mantener el ritmo de progreso realizado hasta hoy y elevar aún más la producción, pero debe hacerlo dentro de un contexto de conservación de los recursos de los que depende la agricultura y de protección del medio ambiente natural contra los posibles efectos nocivos derivados de la intensificación agrícola. La creación de tecnologías baratas es también esencial para aumentar los ingresos de los pobres rurales y ofrecerles puestos de trabajo.

6.4 Dentro de este marco, es preciso que los aumentos en la producción de alimentos se consigan a bajo costo, dado el gran número de pobres urbanos y el elevado porcentaje de pobres rurales cuyos ingresos proceden de fuentes no agrícolas y que gastan en alimentos una alta proporción de sus ingresos. Para ello es imprescindible introducir mejoramientos tecnológicos que reduzcan los costos y sean ambientalmente sostenibles. Sin mayores investigaciones para mejorar la eficiencia de los recursos de la tierra y del agua, es probable que decaiga la productividad de los principales cultivos alimentarios, que suban los precios y que los segmentos más pobres de la sociedad padezcan los efectos.

6.5 Recientemente, varios factores confluyen para hacer posibles unos cambios tecnológicos y de políticas que podrían repercutir ampliamente sobre la pobreza rural y urbana y la seguridad alimentaria, a saber:

Preparación del programa de investigación

6.6 Para sacar provecho de esos nuevos factores y acentuar su impacto sobre la agronomía, es preciso definir y articular claramente el programa de investigación. Una conjunción de reformas del mercado, liberalizaciones comerciales, mayor interés por la sostenibilidad de los recursos y del medio ambiente, y un sector privado más activo están imponiendo nuevas prioridades de investigación en los países desarrollados y en desarrollo. Se insta a los científicos a que amplíen su programa de investigación para prestar más atención a la mitigación de la pobreza, la ordenación del medio ambiente y de los recursos, la protección de la biodiversidad y el análisis de políticas.

6.7 Las interpelaciones a que ha de responder la investigación agronómica y que determinan el programa mundial de investigación pueden resumirse en tres preguntas:

6.8 La capacidad de la investigación agronómica para responder a estas preguntas dependerá de las opciones en cuanto a inversiones y estrategias para la investigación, que son responsabilidad de los gobiernos y de las instituciones de los países desarrollados y en desarrollo y que condicionan el programa de investigación. Este programa debe incluir las perspectivas sociales y culturales vinculadas a la agricultura y a la seguridad alimentaria en los países en desarrollo. En particular, la investigación socioeconómica es importante para entender el comportamiento de las unidades familiares y los factores que lo condicionan.

6.9 En el pasado, la investigación produjo sus grandes efectos mediante la mejora de las variedades. En el futuro, la mejora de variedades debe seguir estimulando el crecimiento de la productividad potencial y la resistencia a las plagas y a la presión abiótica. Las nuevas biotecnologías prometen acelerar y mejorar la eficiencia de las técnicas tradicionales de mejora genética. Otros aspectos de particular importancia para este programa son la ordenación de cultivos y de recursos naturales para mejorar la eficiencia de los insumos, proteger los recursos naturales y organizar sistemas de producción más sostenibles. La investigación sobre políticas a nivel nacional e internacional debe definir y marcar las prioridades de los programas de investigación y hacer ver a las autoridades responsables la importancia de la investigación agronómica para resolver los problemas nacionales de la seguridad alimentaria y la pobreza.

Biotecnología

6.10 Los modernos adelantos de las ciencias biológicas tienen consecuencias notables para el programa de investigación agronómica. La biotecnología, en particular la ingeniería genética de plantas y animales para responder a necesidades específicas, es muy prometedora respecto al aumento de la productividad y la conservación de los recursos naturales. Plantas y animales que utilizan el agua con más eficiencia, que crecen en condiciones muy adversas, que resisten a plagas y enfermedades y que utilizan menos insumos tienen enormes posibilidades de contribuir a la sostenibilidad de los sistemas de producción agrícola y prefiguran la gama de posibilidades que pueden realizarse mediante la biotecnología. La ingeniería de los agentes biológicos de control es otro ejemplo con muchas aplicaciones potenciales a los problemas de la producción agrícola. No obstante, el programa de investigación debe ocuparse también de los temas preocupantes en la biotecnología. La biose-guridad de los organismos manipulados es un tema que ha de tratarse con precaución mediante un análisis científico adecuado de los tipos de riesgo que suscitan esos organismos. Los derechos de propiedad intelectual y los derechos de poseer y disponer de recursos genéticos son otras cuestiones básicas que hay que tratar. Suscitan difíciles problemas políticos, que se complican con la aparición de muchos actores privados, y que hay que resolver para aprovechar al máximo los beneficios potenciales de la biotecnología en la investigación agronómica.

Ordenación de recursos naturales

6.11 Los costos ambientales del aumento de la productividad agrícola deben examinarse ahora mediante una investigación detenida sobre la ordenación de los recursos naturales suelo, agua, plantas y animales para su uso agrícola. Una ordenación efectiva del suelo y del agua es esencial para la sostenibilidad futura de la producción alimentaria. Para incrementar la productividad de la agricultura de regadío, las estrategias de ordenación del suelo y del agua deben ser más eficientes. No es probable un aumento de los suministros de agua por almacenamiento o movimiento. Al aumentar la demanda urbana e industrial de agua4, es cada vez más imperativo el uso eficiente del agua en la agricultura, así como la necesidad de reducir toda contaminación potencial de las reservas de agua mediante prácticas de producción agrícola dentro y fuera de las granjas. La investigación debe contribuir a mejorar los regadíos y a desarrollar una tecnología protectora y conservadora del suelo y del agua. En suma, hay que poner a punto unas tecnologías y estrategias efectivas para aumentar la eficiencia en el uso de los recursos.

6.12 Los recursos biológicos ofrecen también amplio campo para las investigaciones. Las variedades vegetales y animales de alto rendimiento fueron determinantes para los anteriores aumentos de la productividad y lo seguirán siendo en el futuro. Pero la diversidad biológica, que ofrece la variabilidad genética necesaria para obtener nuevas variedades y razas, declina a un ritmo alarmante. Este descenso pone en peligro la disponibilidad del germoplasma necesario para resolver los problemas futuros de productividad, medio ambiente, enfermedades y plagas. Gran parte de esta diversidad se encuentra en los campos y prados de los agricultores en forma de razas y variedades indígenas. El programa de investigación debe buscar las tecnologías adecuadas para conservar, mantener y utilizar esos recursos, así como los de las especies no domesticadas emparentadas. Pero el programa debe ir más lejos y estudiar toda una serie de interacciones, positivas y negativas, entre biodiversidad y prácticas agrícolas. Entran aquí la tecnología para responder a la mayor demanda de alimentos sin extender la agricultura a zonas ricas en biodiversidad; las tecnologías de ordenación sostenible para tierras comunales como pastizales y bosques; los sistemas agrícolas que conservan la diversidad dentro del propio sistema; y la búsqueda de estrategias de conservación y sistemas de conocimientos basados en una recta comprensión de las necesidades de los hogares que viven del ecosistema y en los conocimientos indígenas de los recursos existentes.

Análisis de políticas

6.13 En la mayoría de los países en desarrollo es preciso un estudio de las políticas. Las decisiones de las autoridades se basan a menudo en una documentación inadecuada de los detalles de las situaciones y en un conocimiento insuficiente de las consecuencias futuras probables de las decisiones que se proponen. Además, para que una política sea sostenible ha de ser comprendida, aceptada y apoyada por la sociedad. Esto no puede ocurrir sin un debate a fondo. Incumbe a la investigación la importante misión de promover ese debate con la debida información.

6.14 La investigación sobre políticas debe concienciar al público y a las autoridades responsables sobre las consecuencias de unas políticas de precios descaminadas que promueven un uso ineficiente de los insumos (por ejemplo, despilfarro de agua para regadíos y de fertilizantes a causa de las subvenciones) y conducen a sistemas de cultivo insostenibles (por ejemplo, monocultivos por unos elevados precios subvencionados). La investigación sobre políticas agronómicas debe estar atenta a los conflictos reales o supuestos entre intereses agrícolas y ecológicos. Un análisis de la demanda para explicar las consecuencias de las subidas de precios de los alimentos sobre los consumidores pobres urbanos y rurales contribuiría a ganar el apoyo del público para la investigación agronómica.

6.15 Dado que las prácticas observadas son el resultado total de muchas decisiones tomadas por numerosas familias de agricultores, la investigación sobre políticas debe esforzarse por comprender bien las decisiones tomadas en los hogares, para lo que es preciso recoger amplias series de datos. Además, esta investigación en un marco internacional permitirá a las autoridades responsables de los países en desarrollo comparar los efectos de diversas políticas. Los centros internacionales de investigación están en buena situación para facilitar colaboraciones entre países para esta investigación sobre políticas.

Investigación socioeconómica

6.16 Una extensa investigación socioeconómica es necesaria para entender la interacción y la interdependencia de los hogares con los recursos naturales. La presión demográfica y la falta de tecnologías agrícolas adecuadas, entre otros factores, reducen la capacidad de los pobres para sustentarse con la base de recursos naturales. La investigación debe tener en cuenta a las personas cuyo comportamiento colectivo afecta a la sostenibilidad de los recursos naturales.

Cont.

Notas

1 Véase el documento No 6 de esta misma serie, titulado Enseñanzas de la revolución verde: hacia una nueva revolución verde.

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2 Por «tierras» se entiende aquí todos los recursos naturales contenidos en la superficie de la tierra: suelo, terreno, agua y clima.

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3 Véase el documento No 4 de esta misma serie, titulado Necesidades de alimentos y crecimiento de la población.

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4 Véase en el documento No 7 de esta misma serie, titulado Producción de alimentos: función decisiva del agua.

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