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ANÁLISIS POR REGIONES


1. Pacifico sur
2. Asia oriental
3. Europa
4. América Latina y el Caribe
5. América del Norte
6. Cercano Oriente y Africa del Norte
7. Asia meridional y sudoriental
8. Africa subsahariana


1. Pacifico sur1

Esta región comprende el océano Pacífico occidental y central, y se extiende desde Australia, en el oeste, hasta las islas Pitcairn, en el este. Forman parte de ella 16 Estados independientes así como territorios dependientes de Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos. Australia y Nueva Zelandia son países desarrollados, y el resto está formado por pequeños Estados o territorios insulares en desarrollo. Las principales áreas de pesca son el océano Pacífico sudoccidental y central, y el océano Indico oriental.

Aunque la región representa sólo aproximadamente el 2 por ciento2 del total de la producción pesquera mundial, el sector de la pesca desempeña - junto con el turismo - un papel decisivo en las economías de los Estados y territorios del Pacífico sur. Los recursos de las pesquerías continentales y de altura de la región se aprovechan como fuente de alimentación para la venta en los mercados nacionales y para la exportación. El Pacífico sur tiene uno de los caladeros de atún más ricos del mundo, y las exportaciones pesqueras de la región son casi exclusivamente de túnidos. El consumo de pescado para fines alimentarios es relativamente elevado en la región, donde el promedio del suministro es de 20 kg per cápita al año (equivalente de peso en vivo). Si se excluyen Australia y Nueva Zelandia, el promedio de algunos pequeños Estados insulares en desarrollo sería probablemente dos veces más elevado3.

RECURSOS Y PRODUCCION

Pesca marina

El total de la producción interna de la pesca marina de la región en 1994 fue de 769 000 toneladas, que representaron casi el 90 por ciento de la producción total de pescado. Casi otro millón de toneladas de atún es capturado anualmente por flotas extranjeras. Durante los años ochenta y primeros noventa, la producción regional creció mucho más que el promedio mundial, pero ha disminuido en los últimos años debido sobre todo a la reestructuración de las pesquerías comerciales australianas y a un cambio de los regímenes de ordenación en Nueva Zelandia. El grueso del total de desembarques procede de la zona pesquera del océano Pacífico sudoccidental, y las capturas son efectuadas sobre todo por Nueva Zelandia. Australia pesca también en el océano Indico oriental y las capturas de los pequeños Estados insulares en desarrollo son efectuadas fundamentalmente en el océano Pacífico centro-occidental.

Figura 30 Producción pesquera regional y en porcentaje de la producción mundial

En los pequeños Estados insulares en desarrollo, los principales tipos de pesquerías se distinguen por la estructura de explotación y la forma en que se administran. En lo que respecta a las pesquerías industriales, los túnidos continúan siendo el objetivo principal, y varias flotas de pesca que faenan en aguas distantes procedentes de varios países de fuera de la región participan también mediante acuerdos de acceso. Del total aproximado de 1 millón de toneladas que suman las capturas anuales, las flotas nacionales de las islas del Pacífico sólo realizan el 6,5 por ciento. Las pesquerías costeras en pequeña escala se dividen entre las que se dedican sobre todo a los productos de exportación y las que pescan para el consumo interno. La producción para la exportación comprende productos de elevado valor para segmentos específicos del mercado, por ejemplo, cohombros de mar, pargo y conchas de nácar. Hay muy poca interacción entre las pesquerías destinadas a la exportación y la producción pesquera nacional, y las especies exportadas no suelen formar parte de la alimentación local tradicional. No obstante, las especies exportadas se retienen alguna vez en el país con destino a la industria turística local. Las especies consumidas localmente son los crustáceos, peces de arrecife y especies pelágicas como los túnidos, el pez espada, etc.

En todas las islas del Pacífico, generalmente se sabe poco sobre el volumen de las capturas correspondientes a la pesca costera y sobre el estado de las poblaciones: la clasificación de las exportaciones es con frecuencia confusa, la evaluación de poblaciones ícticas costeras es prácticamente inexistente y la mayor parte de la información utilizada para la toma de decisiones es de origen casual. Los pequeños Estados insulares en desarrollo están preocupados por el impacto de la pesca de altura efectuada por las flotas extranjeras en la región; aproximadamente el 20 por ciento de la región del Pacífico sur corresponde a zonas de alta mar situadas entre las zonas económicas exclusivas (ZEE) de los Estados y territorios insulares.

En los Estados y territorios insulares del Pacífico, la tecnología de la pesca industrial ha sido de nivel intermedio. La falta de mano de obra capacitada y de la infraestructura necesaria como base para la realización de las complejas operaciones de la pesca industrial es característica de la mayor parte de los Estados y territorios de la región. Las flotas extranjeras que faenan en el Pacífico sur están supervisadas por el Foro para el Pacífico sur, y se han puesto en marcha varias iniciativas de conservación y ordenación de esas flotas, en particular el establecimiento de un máximo regional sobre el número de buques con redes de cerco autorizados a faenar en la zona. En la pesca costera, se observan problemas localizados de excedente de capacidad, particularmente en torno a los atolones y arrecifes. El principal desafío que se presenta a los Estados y territorios de la región es lograr un aprovechamiento sostenible de los recursos al mismo tiempo que se consiguen los máximos beneficios socioeconómicos.

En Estados desarrollados, como Australia y Nueva Zelandia, la tecnología y la infraestructura pesquera son avanzadas y están en consonancia con una industria pesquera moderna. Estos dos Estados se encuentran a la cabeza de las pesquerías mundiales en lo que se refiere a la tecnología de arrastre en aguas profundas. En las pesquerías próximas a la costa, para la captura y el diseño de las pequeñas embarcaciones se utiliza una tecnología sumamente avanzada. En muchos casos, se cuenta también con el complemento de un reducido sector de pequeñas embarcaciones de recreo, que requiere tecnologías y servicios semejantes. Entre las capturas australianas figura una variedad bastante grande de especies entre las que destacan por su importancia las vieiras, la langosta y el reloj anaranjado. Las capturas de Nueva Zelandia han estado dominadas últimamente por la merluza de cola, así como por el calamar, el jurel y el chicharro y el reloj anaranjado. En varias poblaciones se han observado signos de sobrepesca. En ambos países, la ordenación del exceso de capacidad no constituye un tema especialmente controvertido. Las flotas se han reducido, en particular la flota del camarón en el golfo de Carpentaria de Australia, que como consecuencia de un riguroso proceso de ordenación ha descendido desde 292 buques en 1977 a 125 en 1993.

Pesca en aguas continentales

Debido a la abundancia de recursos de agua dulce, las actividades de pesca continental sólo adquieren un volumen significativo en las grandes masas de tierra de la región (Australia, Nueva Zelandia y Papua Nueva Guinea). En Australia y Nueva Zelandia, la pesca continental es valorada como recurso para actividades recreativas y no como fuente de seguridad alimentaria. En las zonas elevadas de Papua Nueva Guinea, por el contrario, la pesca continental es muy importante debido a las dificultades de acceso a las zonas costeras marinas y a la limitada producción de proteína animal de otra procedencia. Algunos pequeños Estados insulares en desarrollo tienen también un volumen considerable de pesca continental, así como pesquerías especializadas. El total de las capturas de la pesca continental en la región del Pacífico sur en 1994 fue de 25 102 toneladas. Se encuentran en la región anguilas de río, percas gigantes, moluscos y crustáceos de agua dulce, tilapias y gobios. Algunos salmónidos, como la trucha arco iris, son frecuentes en la pesca deportiva que se practica en las aguas continentales de Australia y Nueva Zelandia.

En los datos sobre la pesca continental no se incluyen las pesquerías deportivas y recreativas, cuyo volumen es importante en las zonas desarrolladas, como Australia y Nueva Zelandia. Aunque los datos sobre la pesca recreativa en el conjunto de Australia son limitados, parece que en la actualidad es la principal fuente de capturas de varias especies ícticas frecuentes en los estuarios. El crecimiento de la pesca recreativa en Australia, y en otros lugares, podría llevar a una intensificación del conflicto entre los grupos de usuarios y a una mayor explotación de unos recursos limitados.

Figura 31 Utilización de pescado y suministro alimentario

Figura 32 Importaciones y exportaciones pesqueras (incluido el comercio intrarregional)

N.B. Las estadísticas de la FAO sobre el comercio comienzan en 1976

Acuicultura

La producción de la acuicultura ha aumentado notablemente, pasando de unas 20 000 t en 1984 a casi 75 000 t en 1994, debido sobre todo al crecimiento de esta actividad en Nueva Zelandia y en Australia. Si se excluyen estos dos principales productores, el resto de los Estados y territorios del Pacífico aportó nada más que 2 500 t en 1994. En lo que se refiere a las distintas especies, el principal aumento correspondió al cultivo de mejillón en Nueva Zelandia, que pasó de 9 800 t en 1984 a 47 000 t en 1994. Otros aumentos significativos y rápidos se han observado en el cultivo del salmón en Nueva Zelandia y de salmón del Atlántico en Australia. Las ostras y las ostras perlíferas son también especies importantes. La mayor parte de la producción acuícola procede de la acuicultura costera, aunque las posibilidades de desarrollo de la acuicultura de agua dulce podrían ser considerables en los países de mayor extensión.

Productos y mercados

Menos en Australia y Nueva Zelandia, el pescado es una fuente cultural y nutricionalmente importante de alimentos en la región. En las islas del Pacífico, y en la mayor parte de los Estados y territorios, una proporción elevada del suministro de proteína animal procede del pescado; dicha proporción alcanza un máximo del 69 por ciento en Kiribati, y en casi todos los Estados es superior al 25 por ciento. No obstante, el consumo efectivo de pescado es difícil de estimar debido a la limitación de las estadísticas y a la falta de conocimiento sobre la parte correspondiente a las capturas familiares no registradas. Las cifras del suministro per cápita de pescado para fines alimentarios facilitadas por la FAO infravaloran probablemente el consumo global. Dichas cifras han acusado una tendencia constante al alza a lo largo de los años y pueden llegar hasta un máximo de 100 kg/persona/año (equivalente de peso en vivo) en Tokelau. El promedio del conjunto de la región fue de 20 kg por persona en 1994, pero si se tienen en cuenta únicamente los países insulares - con exclusión de Australia y Nueva Zelandia - la media es al menos dos veces más elevada.

Figura 33 Producción pesquera por categorías de especies

Figura 34 Importaciones y exportaciones pesqueras por principales países comerciantes en 1994

Las exportaciones pesqueras de la región están integradas casi en su totalidad por túnidos, que es el principal recurso en proceso de desarrollo en el Pacífico sur. Las industrias conserveras de Fiji, Islas Salomón y Samoa Americana exportan túnidos a precios ligeramente más elevados que sus homólogos del Asia sudoriental, pero los dos primeros países gozan en el mercado de la Unión Europea (UE) de las ventajas ofrecidas por su condición de países de Asia, el Caribe y el Pacífico (ACP)4. Las exportaciones de productos pesqueros de Australia y Nueva Zelandia están siendo estimuladas por un sector de la elaboración del pescado muy moderno orientado a la exportación de productos de elevado valor.

POLITICAS Y ORDENACION PESQUERAS

La mayor parte de las administraciones nacionales de pesca en las islas del Pacífico son pequeñas y frágiles, y cuentan con escaso personal técnico. Los gobiernos conceden máxima prioridad a las políticas encaminadas al fortalecimiento institucional y desarrollo de la capacidad, debido a la importancia de las pesquerías en esos países. En los primeros años noventa se adoptaron medidas para reestructurar las administraciones pesqueras nacionales en Australia, Nueva Zelandia y Papua Nueva Guinea. En estos tres países se establecieron organismos con características semicomerciales. Gracias a ellos se ha conseguido fomentar la participación del sector privado en la administración de la pesca, en particular sus contribuciones financieras a los costos de administración e investigación.

El desarrollo socioeconómico de muchos Estados y territorios insulares del Pacífico sur está estrechamente vinculado a la evolución de las pesquerías regionales. Por ello, en los programas de desarrollo se incluyen planes para fortalecer la participación en el sector de la pesca. Además, por razones de seguridad económica, los Estados y territorios del Pacífico sur conceden prioridad al desarrollo de las industrias nacionales (flotas y sector de la elaboración), ya que consideran que la industria nacional les permite un mayor grado de control sobre el sector. El alto nivel de participación de buques extranjeros en las pesquerías del atún se considera una solución intermedia, y los Estados y territorios aspiran a ordenar ellos mismos sus recursos pesqueros. Las islas del Pacífico tienen como objetivo aumentar los ingresos derivados de la concesión de licencias hasta alcanzar un nivel de rentabilidad financiera de la explotación de sus recursos. Se trata también de diversificar las actividades en el sector de la pesca, alentando el establecimiento de nuevas industrias e integrando más estrechamente el sector de la pesca en el creciente sector turístico, y promoviendo la pesca y la acuicultura continental.

La cooperación regional en el sector de la pesca en el Pacífico sur está bien arraigada y constituye un elemento fundamental de la política exterior de esos países. Los Estados reconocen que si actúan por separado son débiles, ya que son pequeños y pueden ser fácilmente manipulados en los asuntos pesqueros. Fue ese convencimiento lo que llevó al establecimiento, en 1989, del Organismo de Pesca del Foro para el Pacífico Sur (FFA), cuyo cometido es ayudar a sus Estados miembros a coordinar las políticas y actividades pesqueras5. El Programa Regional del Pacífico sur para el Medio Ambiente (SPREP) ayuda a los países miembros a eliminar los efectos negativos de las actividades humanas sobre las pesquerías en las zonas costeras, y, en lo que respecta a los peces de arrecife y de laguna, el Programa de Pesca Costera de la Comisión del Pacífico Sur se propone lograr una mayor armonización de las políticas nacionales. La Comisión del Pacífico Sur compila también datos sobre la pesca y realiza evaluaciones científicas en apoyo de la labor de conservación y ordenación del FFA. Además, después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, los Estados insulares independientes aunaron su capacidad efectiva de ordenación de la pesca del atún quizá en mayor medida que ninguna otra región. Los Estados insulares del Pacífico, que carecen en general de capacidad de pesca en aguas distantes, han adoptado una actitud más orientada a la conservación que a la explotación de las especies altamente migratorias.

En Australia y Nueva Zelandia, la mayor parte de las pesquerías se ordenan mediante licencias o contingentes, y se supervisa la importación de buques del exterior; por ello, el tamaño de la flota es el más indicado para la explotación de los recursos. A ello contribuye la participación del sector en la ordenación de las pesquerías. La reducción de la flota se ha conseguido mediante la recompra de las licencias existentes. En Nueva Zelandia, la introducción de sistemas de contingentes transferibles ha frenado el ritmo de la expansión pesquera y provocado una racionalización de las pesquerías. Tanto en Australia como en Nueva Zelandia, los contingentes transferibles han contribuido a aumentar la eficiencia económica dentro del sector pesquero.

El problema de los descartes de las capturas incidentales es motivo de preocupación en la pesca de arrastre, pero el problema sólo se da en la pesca del camarón en el golfo de Papua, donde las capturas incidentales suman entre el 80 y el 90 por ciento del total, y, recientemente, en la pesca experimental de la vieira en Lagon Nord frente a Nueva Caledonia (Recuadro 6).

Muchos recursos acuáticos costeros y continentales han disminuido como consecuencia de la sobrepesca y de la degradación del hábitat. Entre las iniciativas adoptadas para cambiar esa situación se incluyen la construcción de arrecifes artificiales, actividades de repoblación, mejora de los hábitats e introducción de especies exóticas. Los entornos acuáticos se han visto sometidos a fuertes presiones y se han degradado como consecuencia del fuerte crecimiento demográfico (Recuadro 7).

PERSPECTIVAS

El pescado y los productos pesqueros continuarán desempeñando una función social y económica fundamental en el Pacífico sur. El pescado destinado al consumo humano seguirá siendo la fuente más importante de proteína animal para muchas comunidades de las islas del Pacífico y, en particular, para las comunidades menos favorecidas de la región. El sector pesquero será uno de los principales vehículos para promover el desarrollo económico en el Pacífico sur y, en algunos Estados y territorios, este sector será el motor principal del desarrollo económico.


RECUADRO 6
Los descartes en el Pacífico sur

En sus pesquerías artesanales y de subsistencia, los habitantes de las islas del Pacífico desechan o devuelven al mar una parte muy pequeña de sus capturas, excepto cuando se trata de peces «tabú» (como la rémora o tiburón en algunas islas) o cuando se sabe que transmiten la ciguaterao alguna otra toxina. Del pescado que se consume como alimento, hay también una tasa muy elevada de recuperación del material comestible; sólo se descartan los huesos, escamas, agallas y parte de las vísceras. Las conchas de los moluscos (con excepción del nácar) y el cefalotórax de los crustáceos se consideran normalmente como desechos, y los yacimientos de estos desechos son la fuente principal de información arqueológica sobre las poblaciones insulares del Pacífico.

Los descartes de las subcapturas son un tema digno de consideración en el caso de la pesca con palangre del atún blanco en aguas distantes y, en menor medida, las pesquerías del listado y rabil con redes de cerco. Los palangreros pequeños que efectúan breves expediciones desde los puertos de las islas del Pacífico descartan sólo los tiburones, e incluso en ese caso lo hacen en menor escala conforme aumenta la demanda. Todos los peces no comerciables capturados en las pesquerías del atún con caña y línea en las islas del Pacífico son transportados a casa por la tripulación o, hasta hace pocos años en Fiji, se entregaban a las aldeas costeras para compensar el acceso a la pesca con carnada.

Las pesquerías de arrastre, que generan abundantes capturas incidentales, sólo se dan, en el golfo de Papua (camarón) recientemente en Lagon Nord frente a Nueva Caledonia (vieira). Las capturas incidentales de la pesquería de arrastre del camarón en el golfo de Papua representan entre el 80 y el 90 por ciento del total de las capturas, mientras que la pesquería de arrastre de la vieira en Nueva Caledonia es todavía experimental (es probable que la mayor parte de las capturas incidentales sean comercializables). Los substratos de aguas superficiales de las islas del Pacífico tienen demasiados corales en el fondo para permitir la pesca de arrastre, y en los substratos abisales no se ha identificado ninguna pesquería (si se exceptúan yacimientos muy localizados de coral precioso).

Fuente: Comisión del Pacífico Sur, 1996.


RECUADRO 7
Desarrollo y rehabilitación de las pesquerías continentales

Los recursos acuáticos costeros y continentales de la región han disminuido como consecuencia de la sobrepesca y de la degradación del hábitat en torno a las zonas urbanas o industriales. La sobrepesca en las zonas costeras y lagunas ha constituido un problema importante en casi todos los Estados y territorios del Pacífico sur. Los esfuerzos por aumentar la producción o la rentabilidad de las pesquerías costeras y continentales han adquirido formas muy diversas: construcción de arrecifes artificiales, repoblación de masas de agua y zonas de arrecifes costeros, mejora de los hábitats e introducción de especies exóticas. En Australia se han introducido unas 30 especies acuáticas exóticas, y en Nueva Zelandia 20. En Papua Nueva Guinea se han introducido más de 30 especies y se ha repoblado el río Sepik con peces exóticos. Los Estados insulares más pequeños han transferido o introducido la tilapia (Oreochromisspp.), el Trochus niloticusy el Turbo spp. Se ha tomado conciencia de los posibles peligros que pueden presentar algunas introducciones y se han adoptado medidas legislativas o directrices para regular el uso de especies exóticas.

Muchas especies de moluscos comercialmente importantes están expuestas a sobreexplotación debido a la lentitud con que se multiplican y a la facilidad de su captura. La almeja gigante y sus familiares (Tridacna spp. e Hipposus hipposus) han sido clasificadas como especies en peligro por la Unión Mundial para la Naturaleza en muchas de las islas. Se han intentado proyectos de repoblación y trasplante de especies de almejas gigantes (Tridacnidea) y de tróquidos en la Gran Berrera de Australia, en las islas Cook, en la Polinesia francesa, en los Estados Federados de Micronesia y otras islas del Pacífico. Los mayores criaderos para el desarrollo de la Tridacna son el Centro de Acuicultura Costera de las Islas Salomón, el Centro Micronesio de Fomento de la Maricultura en Palau y la Universidad de James Cook en Australia. El Turbo spp. se ha introducido en la Polinesia francesa desde Vanuatu y se está examinando la posibilidad de transferirlo a otras zonas dentro de la región, para la repoblación de los arrecifes de coral con ejemplares jóvenes cultivados en criaderos.

Los arrecifes artificiales se han utilizado también para incrementar la diversidad de los hábitats y aumentar o agrupar las especies de peces y crustáceos en zonas como Australia meridional y Queensland. Aprovechando neumáticos usados y buques abandonados, los arrecifes artificiales han permitido aumentar las capturas del submarinismo y la pesca deportiva.

Fuente: Comisión del Pacífico Sur, 1996.

Los recursos pesqueros de la región son capaces de atender una demanda futura de pescado algo mayor que la actual, aunque se tendrán que consumir cantidades crecientes de especies pelágicas, particularmente en las zonas urbanas y en otros lugares con fuerte concentración demográfica. Los sistemas de comercialización y distribución deberán mejorar para poder transportar el pescado con mayor rapidez y eficiencia tanto entre los distintos Estados y territorios de la región como dentro de cada uno de ellos. La promoción de pesquerías sostenibles y la aplicación de acuerdos regionales y nacionales para garantizar que los recursos pesqueros se utilicen en forma racional constituyen importantes problemas de política económica y social, y se está intentando resolver el problema de la sobrepesca de los recursos pesqueros. Una regulación eficaz y sostenible de las pesquerías costeras y de alta mar es imprescindible para la seguridad alimentaria y socioeconómica a largo plazo.

Las posibilidades de desarrollo de la acuicultura varían entre las distintas subregiones. Existen problemas físicos, biotécnicos, económicos, e institucionales que perturban su desarrollo, aunque existen posibilidades para aumentar, en forma selectiva y cuidadosa, la producción de la acuicultura para fines alimentarios y económicos.

En lo que respecta al comercio, Australia y Nueva Zelandia son exportadoras de productos especializados al Japón, Estados Unidos y Europa. Las exportaciones han aumentado en los últimos años, sobre todo en lo que respecta a los productos pesqueros de Nueva Zelandia (por ejemplo, mejillones), y se prevé que esta tendencia se prolongará en el futuro; el pronóstico sobre las exportaciones de peces y mariscos de Nueva Zelandia y - en menor medida - Australia es favorable, siempre que se apliquen prácticas acertadas de ordenación de las especies de aguas profundas, por ejemplo, el reloj anaranjado, que son de lento crecimiento.

En los pequeños Estados insulares en desarrollo, se prevé una contracción de las importaciones de pescado y un pequeño aumento de las exportaciones, principalmente de atún. El atún fresco utilizable para sashimi se transporta ya por vía aérea al mercado japonés, pero la distancia y otros problemas continuarán dificultando el acceso a este lucrativo mercado. Papua Nueva Guinea podría convertirse en importante exportadora de atún en conserva con destino al mercado europeo, una vez que su industria conservera esté en pleno funcionamiento. La ventaja de la industria de Papua Nueva Guinea es que está próxima a los recursos y que la calidad del atún es excelente.

Notas

1 El presente examen está basado en el estudio preparado por el Grupo de acción interdepartamental de la FAO bajo la dirección de D. Doulman, Dirección de Políticas y Planificación Pesqueras, Servicio de Instituciones Internacionales y Enlace, y en información proporcionada por T. Adams, Sección de Ordenación y Evaluación de Recursos, Programa de pesquerías costeras de la Comisión del Pacífico Sur, Noumea, Nueva Caledonia.

2 Incluida la pesca efectuada por flotas extranjeras.

3 No se dispone de estadísticas precisas sobre el suministro de pescado en las islas del Pacífico.

4 La UE tiene un acuerdo comercial con 69 países. No obstante, con el nuevo Acuerdo general sobre aranceles aduaneros y comercio/Organización Mundial del Comercio (GATT/OMC), los privilegios se irán reduciendo gradualmente (véase también el Recuadro 22, pág. 103).

5 Los miembros del FFA son Australia, los Estados Federados de Micronesia, Fiji, Kiribati, Islas Cook, Islas Marshall, Islas Salomón, Nauru, Niue, Nueva Zelandia, Palau, Papua Nueva Guinea, Samoa, Tonga, Tuvalu y Vanuatu.

2. Asia oriental1

Esta región comprende las jurisdicciones de las aguas marinas y continentales de los siguientes Estados: Hong Kong, Macao, Mongolia, República de Corea, República Popular de China, República Popular Democrática de Corea, zona costera oriental de la Federación de Rusia. (las pesquerías de la Federación de Rusia aparecen resumidas en el análisis sobre Europa, pág. 64), y Taiwan (Provincia de China). El presente examen se concentrará en los países más importantes desde punto de vista de la pesca: Japón, la República de Corea y la República Popular de China, aun cuando las cifras regionales presentadas abarcan todos los países, salvo indicación en contrario. Los mares de esta región son el océano Pacífico noroccidental, incluido el mar del Japón, el mar de China oriental y el mar Amarillo.

La producción pesquera es una actividad económica importante en los países ribereños del Asia oriental. Esta región es una de las mayores productoras mundiales de pescado, con un volumen total de 36,6 millones de toneladas en 19942. El mar de China oriental, el mar Amarillo, el mar del Japón y las aguas de altura al este del Japón se encuentran entre las aguas más intensamente explotadas del mundo, y la producción de la acuicultura representó más del 70 por ciento del volumen total mundial. El consumo de pescado es, por lo general, elevado, superior al consumo de carne en algunos de los países; el suministro anual medio de pescado para consumo humano directo es de 21 kg per cápita (equivalente de peso en vivo). La región mantiene activas relaciones comerciales en el mercado internacional, y es importadora neta de pescado y productos pesqueros (tanto en volumen como en valor).

RECURSOS Y PRODUCCION

Pesca marina

Los desembarques de la pesca marina efectuados por las flotas locales del Pacífico noroccidental alcanzaron un total de 22,6 millones de toneladas en 1994. Además, se capturaron también 1,9 millones de toneladas en otras aguas marinas. El país con mayor volumen de producción pesquera es China, seguida del Japón y de la República de Corea.

Las pesquerías del mar de China oriental son por lo general en pequeña escala, aunque se utilizan también arrastreros de gran tamaño. Las principales especies capturadas son el atún, la caballa, camarón, sabalote, den-tones, corviñones y moluscos y crustáceos de distintos tipos. Los recursos demersales del mar Amarillo son explotados desde hace años por arrastreros de China, la República de Corea, la República Popular Democrática de Corea y el Japón. Los principales recursos son los dentones, corviñones, pez lagarto, camarones, peces sable, jureles, calamares y platijas. Todas las especies están sobreexplotadas, y las capturas de las especies particularmente valiosas han descendido recientemente. El mar del Japón tiene una gran variedad de especies pelágicas y demersales, en particular, arenque, sardina, colín de Alaska, caballa y atún común, pero estos recursos han sido objeto de un proceso gradual de sobreexplotación. La pesca del calamar se lleva a cabo en la parte central del mar, la del salmón en aguas poco profundas, y la de crustáceos en las partes más profundas. Este mar se encuentra fuertemente explotado por flotas de Japón, la Federación de Rusia, la República de Corea y la República Popular Democrática de Corea.

El total de la producción marina de la región ha disminuido en los últimos años, aunque los desembarques de 1994 representaron un ligero aumento con respecto del año anterior. El descenso se debe sobre todo a la disminución de los desembarques de especies pelágicas, en particular de sardina japonesa; no obstante, ese declive no parece estar relacionado con las actividades de pesca sino más bien con los cambios que se producen con periodicidad decenal en el entorno marino (Recuadro 8). El volumen de otros recursos es bajo, debido a la fuerte explotación, sobre todo del colín de Alaska.

Figura 35 Producción pesquera regional y en porcentaje de la producción mundial

Las dos mayores flotas de la región son la japonesa y la de la República de Corea, con 2 423 y 1 012 embarcaciones, respectivamente, de más de 100 toneladas de registro bruto (TRB) en 1994. Ese mismo año, la flota china tenía 253 embarcaciones de más de 100 TRB. En la República de Corea, la industria pesquera tropieza con dificultades debido al aumento de los costos de la mano de obra y al agotamiento de los recursos marinos y, en algunas pesquerías, por ejemplo la de la anchoa con red barredera y la del colín de Alaska, se han conseguido altos niveles de automatización. Además, el Gobierno tiene intención de ajustar la capacidad de pesca en aguas nacionales reduciendo el tonelaje total 137 000 TRB para el año 2004. Durante los últimos años, el tonelaje total ha aumentado algo a pesar de la reducción del número de embarcaciones3. En el Japón, el número de buques descendió también durante los años noventa, junto con el número de pescadores y empresas dedicadas a la pesca. En China, la capacidad de pesca en aguas nacionales ha aumentado mucho más que la producción. Por ejemplo, la potencia total de los buques de pesca chinos que faenan en el mar de China oriental se ha multiplicado por 7,6 entre los años sesenta y los primeros noventa, mientras que las capturas sólo se han multiplicado por 2,6.

La fuerte explotación de la mayor parte de los recursos de las pesquerías nacionales marinas en aguas chinas y el naciente mercado de consumo han dado impulso al desarrollo de la flota de pesca en aguas distantes, introducida por primera vez en 1985. La República de Corea y Taiwan realizan la mayor parte de sus capturas en aguas locales pero recientemente han ampliado sus actividades también a aguas distantes. En 1995, los desembarques de la flota de la República de Corea en aguas distantes ascendieron a 0,9 millones de toneladas.

Las capturas japonesas en alta mar descendieron de 2,1 millones de toneladas en 1970 a 0,9 millones de toneladas en 1993, y se prevé que disminuyan todavía más en la medida en que las compañías pesqueras japonesas encuentren dificultades para competir con el pescado y los productos pesqueros importados.


RECUADRO 8
La pesquería de la sardina japonesa

La mayor fluctuación de un recurso en esta región ha sido la registrada por la sardina (Sardinops melanostictus)en el Pacífico noroccidental, frente al Japón. Esta pesquería creció rápidamente en el decenio de 1930 hasta convertirse en la pesquería de una sola especie más grande del mundo en esa época. En los primeros años cuarenta, la población se hundió bruscamente y se mantuvo en niveles sumamente bajos durante tres decenios. Luego, a mitad de los años setenta, se multiplicó considerablemente, lo que hizo posible que en los años ochenta se llegara a un máximo de capturas (5,4 millones de toneladas en 1988) tres veces superior al máximo anterior al hundimiento de los años cuarenta. En la actualidad, esta población está atravesando una fase de rápido descenso por segunda vez, tras haber sido objeto de pesca intensiva durante un largo período. En 1994 se desembarcaron menos de 1,3 millones de toneladas (sobre todo en el Japón, pero también en China y en la República de Corea. Hasta 1996, no había signos de recuperación; la población continuaba disminuyendo y se encuentra ahora en un nivel muy bajo. Aunque los niveles de desove de la anchoa japonesa fueron elevados durante los últimos años, la incorporación de ejemplares jóvenes fue muy baja. Por ello, los investigadores japoneses están convencidos de que las fluctuaciones de la abundancia de la sardina no son resultado de la sobrepesca sino más bien de cambios climáticos, que han influido de forma negativa en la reproducción durante los últimos años.

No se ha llegado a comprender todavía la relación entre variación climática y reproducción. Parece que hay cierta sincronía entre las series plurianuales - positivas o negativas - de reproducción en muchas de las grandes poblaciones ícticas en partes muy alejadas del Pacífico, así como en varios otros océanos del mundo. Otras poblaciones ícticas de suma importancia cuya evolución es simétrica - en forma paralela o inversa - a la de la sardina japonesa en esa escala cronológica de muchos años son las sardinas que se encuentran frente a las costas de América del Sur occidental y de Africa sudoccidental, la anchoveta del Perú, el colín de Alaska y varias especies de salmón en el Pacífico septentrional. Esos períodos de crecimiento o disminución de la población están, a su vez, relacionados con varios índices climáticos, entre ellos la temperatura media mundial, el índice El Niño y la oscilación meridional, etc., lo que ha llevado a la conclusión de que las expansiones y contracciones de las poblaciones pueden ser consecuencia de la variabilidad climática (véase también el Recuadro 13, pág. 74)

Pesca en agua continentales

La producción de las pesquerías de captura de agua dulce en esta región continúa estando dominada por China, que generó más de 1 millón de toneladas del total regional de 1,4 millones de toneladas en 1994. La degradación ambiental, unida a la sobrepesca, ha influido en las pesquerías de captura de todos los grandes ríos chinos, sobre todo en los tramos situados aguas abajo de las grandes fuentes de contaminación. Ello ha provocado una reducción significativa de los rendimientos y la pérdida de muchas especies comercialmente valiosas. En contraste con la contribución cada vez menor de las pesquerías fluviales, se están consiguiendo rendimientos mayores gracias a la explotación intensiva de los embalses y lagos naturales, mediante prácticas mejoradas de repoblación, fertilización, lucha contra las especies no deseadas, modificación del hábitat e ingeniería ambiental de las masas de agua.

Acuicultura

El total de la producción acuícola regional fue de 18,4 millones de toneladas, con un valor de 22 800 millones de dólares EE.UU. en 1994, lo que representa el 73 y el 57 por ciento del total de la producción mundial, respectivamente. Durante el período 1984-94, este subsector registró una tasa de crecimiento anual compuesto del 10 y del 11 por ciento (en volumen y valor, respectivamente).

China es, con gran diferencia, el principal país productor, ya que representa por sí sola más del 60 por ciento de la producción acuícola mundial: 15,4 millones de toneladas en 1994. La producción de peces de aleta se concentra en China, donde se cultiva con bajas densidades de población dentro de sistemas semiintensivos y de policultivo en estanques. Las principales especies cultivadas son los ciprínidos, por ejemplo, la carpa plateada, la carpa herbívora y, más recientemente, la tilapia.

El sistema de producción de China contrasta fuertemente con el de la producción de peces de aleta en el Japón, donde se reduce casi exclusivamente a las especies diadromas y marinas carnívoras de elevado valor, cultivadas en sistemas intensivos. Las dos principales especies son la seriola y el besugo. Las plantas acuáticas constituyen el segundo grupo más importante, por peso y por valor. Se producen también moluscos y crustáceos. Además, en el Japón se practica la piscicultura con corrales de pesca, en la que se producen unas 80 especies (incluidas las que ahora están en fase de desarrollo técnico). Las principales son la dorada, el falso halibut del Japón, el langostino japonés, la jaiba de manchas blancas, la oreja marina y el erizo.

Un tema de importancia creciente para el desarrollo futuro de la acuicultura en la región es el de la contaminación ambiental (Recuadro 9).

PRODUCTOS Y MERCADOS

El consumo de pescado en la región es muy elevado, en comparación con el de otros países; la media anual del suministro regional de pescado para consumo humano directo es de 21 kg por persona (equivalente de peso en vivo) y el pescado representa aproximadamente una cuarta parte del total de la ingestión de proteínas animales. Sobre todo en el Japón, la tradición de comer pescado está muy arraigada aun cuando las generaciones más jóvenes tienden ahora a comer más carne que antes. El suministro de pescado para consumo humano per cápita es de más de 70 kg/año. Aunque se prefiere el pescado fresco, la demanda está diversificada e incluye una parte cada vez mayor de productos elaborados tanto tradicionales como nuevos. En la actualidad, unos dos tercios de la producción pesquera se utilizan como materia prima para la industria de elaboración. Se están racionalizando tanto la pesca como las industrias elaboradoras, y las operaciones se están trasladando cada vez más a países extranjeros mediante empresas en común y otros mecanismos, debido a los menores costos de la mano de obra y al acceso preferencial a la materia prima.

Durante el último decenio, las importaciones han aumentado de forma considerable y el comercio internacional de la región tiene como principal centro el Japón, primer importador mundial de pescado y productos pesqueros. Aproximadamente una tercera parte del comercio pesquero mundial tiene como destino el Japón (en lo que al valor se refiere), y las importaciones japonesas de productos pesqueros se multiplicaron por cuatro en el decenio anterior a 1994. Las principales importaciones fueron el camarón, el atún fresco y congelado, el cangrejo y el salmón (en valor) y el camarón y el atún (en volumen).

Figura 36 Utilización de pescado y suministro

Figura 37 Importaciones y exportaciones pesqueras (incluido el comercio intrarregional)

N.B. Las estadísticas de la FAO sobre el comercio comienzan en 1976

Las estadísticas relativas a la República de Corea y Hong Kong revelan que el suministro per cápita de pescado para consumo humano es de unos 50-55 kg al año. En la República de Corea, el pescado capturado se prefiere al cultivado, y el pescado fresco a los productos elaborados. El número de centros de elaboración del país está aumentando4. El país es gran importador y exportador. En el pasado, los elevados derechos han protegido la industria pesquera frente a las importaciones de cefalópodos y otros productos pesqueros y en consecuencia, el precio del calamar era uno de los más altos del mundo. En 1995 se liberalizaron más de 300 productos, y abrirá por completo su mercado a los productos pesqueros en 1997.

En China, el valor mediano del suministro per cápita fue de 10 kg en 1990, pero el consumo ha aumentado probablemente de forma significativa desde entonces. No obstante, se dan importantes discrepancias dentro del país; en las zonas meridionales, sobre todo en la provincia de Guangdong, el promedio es de 43 kg, mientras que en las regiones aisladas del noreste es insignificante. La demanda interna se atiende en gran parte con la producción de estanques de agua dulce, sobre todo varias especies de carpa; en 1993, más de la mitad de la producción de pescado de China se obtuvo de la piscicultura. El aumento actual de los ingresos en China está creando oportunidades de mercado para las importaciones de pescado. Una de las principales importaciones pesqueras en la actualidad es el colín de Alaska procedente de la Federación de Rusia, que se elabora y reexporta a los Estados Unidos y a Alemania. El camarón se importa también para la elaboración y reexportación a los Estados Unidos. contaminación


RECUADRO 9
Cuestiones ambientales en la acuicultura

Los factores ambientales continúan siendo decisivos para el desarrollo de la acuicultura en la región. Los productores de camarón de China sufrieron recientemente pérdidas de la producción debido a brotes de enfermedades como consecuencia de la mala calidad del agua y de los suelos de sus estanques, que provocaron problemas a las poblaciones cultivadas, la introducción de patógenos y la elevada densidad de los centros de producción en algunos lugares. La tendencia a la intensificación en el aprovechamiento de los recursos y en la producción es cada vez más patente en la acuicultura de agua dulce de China, lo que hace que aumenten las preocupaciones por el vertido inminente de desechos.

Los problemas ambientales de las prácticas acuícolas costeras en Hong Kong, Japón y la República de Corea están relacionados sobre todo con la elevada densidad de las jaulas y balsas en lugares con intercambio limitado del agua. Muchos acuicultores de la región están sufriendo los efectos de la creciente contaminación acuática provocada por otras actividades. Las plantas productoras de crustáceos y moluscos de la República de Corea, por ejemplo, se ven afectadas por floraciones de algas, que provocan a veces anoxia en las aguas profundas y contaminación de los productos por toxinas. La creciente contaminación de ríos, lagos y embalses de China está causando considerables pérdidas económicas a los piscicultores y pescadores. Los problemas ambientales del desarrollo de la acuicultura están siendo objeto de atención en los países interesados, y se han emprendido numerosas iniciativas para conseguir un desarrollo más sostenible del sector.

Fuentes: ADB/NACA. 1996. Aquaculture sustainability action plan. Regional study and workshop on aquaculture sustainability and the environment (RETA5534).Banco Asiático de Desarrollo y Red de centros de acuicultura de Asia y el Pacífico. NIACIA. Bangkok. 21 págs.; Bagarinao, T.U. y Flores E.E.C., eds. 1995. Towards sustainable aquaculture in Southeast Asia and Japan. Proceedings of the Seminar-Workshop on Aquaculture Development in Southeast Asia, 26-28 de julio de 1994. Iloilo, Filipinas. SEAFDEC Aquaculture Department. 254 págs.; FAO/NACA. 1995. Regional study and workshop on the environmental assessment and management of aquaculture development in Asia-Pacific. NACA Environment and Aquaculture Development Series No. 1. FAO y Network of Aquaculture Centres in Asia-Pacific. Bangkok, NACA. 492 págs

POLITICAS Y ORDENACION PESQUERAS

El limitado intercambio entre las aguas océanicas y los mares de Asia oriental hace a éstos sensibles a los cambios ambientales tanto naturales como de origen humano. En la República de Corea los complejos industriales situados en las proximidades de las zonas costeras y el aumento de la entrada de aguas residuales procedentes de zonas urbanas están provocando daños en los caladeros próximos a la costa. Además, los proyectos de recuperación de tierras están reduciendo el espacio terrestre para actividades relacionadas con la pesca, y se ha producido por hidrocarburos y mareas rojas en el sur5.

En esta región se efectúan más de un tercio de los desembarques mundiales de pescado, lo que significa que produce aproximadamente esa misma cantidad de capturas incidentales. No obstante, la proporción de las capturas incidentales descartadas es probablemente inferior, sobre todo en China; en cualquier caso, hay muy poca información detallada sobre este tema.

Los problemas de esta región relacionados con las pesquerías internacionales han sido objeto de acuerdos de pesca bilaterales, como los concertados entre el Japón y la República de Corea y entre el Japón y la República Popular de China. La Federación de Rusia ha establecido una zona económica exclusiva (ZEE); otro tanto ha hecho Japón en su costa oriental, pero esta ZEE no se aplica a China ni a Corea. En esta región son evidentes los esfuerzos por evitar controversias innecesarias sobre superposiciones jurisdiccionales marítimas. La cooperación regional (con excepción de Taiwan, Provincia de China) se lleva a cabo a través de la Comisión de Pesca para Asia-Pacífico (CPAP), organismo regional de pesca recientemente reconstituido bajo el patrocinio de la FAO. De la misma manera, los Estados ribereños (con excepción de la República Popular Democrática de Corea) han ingresado como miembros en el Grupo de Trabajo de Pesca de Cooperación Económica Asia-Pacífico (CEAP).

En la República de Corea, en 1995 se enmendó la Ley de pesca para introducir los nuevos planes de ordenación internacional e incorporar las disposiciones pertinentes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y otras normas internacionales relacionadas con la pesca. En respuesta a la creciente reglamentación de la alta mar y al deterioro de los recursos de las aguas situadas en torno a la República de Corea, el Gobierno inició en 1994 un proyecto de reestructuración de la pesca para reducir el número de embarcaciones. Además, para resolver el problema de la degradación ambiental, el Gobierno ha designado un número de «zonas de conservación de los recursos pesqueros» e intensificado sus actividades de investigación sobre asuntos relacionados con la contaminación6.

El Japón tiene un sistema singular y muy completo de ordenación de las pesquerías. Las costeras y continentales están reguladas por cooperativas mediante un sistema de derechos de pesca; las pesquerías de alta mar y en aguas distantes se regulan mediante licencias. La Ley de pesca y la Ley de protección de los recursos pesqueros constituyen la base jurídica para la ordenación de la pesca, y conceden gran autoridad al Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca, así como a los gobernadores de las provincias. En el futuro, se prevé que la ordenación de la pesca se orientará ante todo a la producción de las especies de alto valor, la utilización de técnicas de ordenación tradicionales (regulación del esfuerzo o las capturas, áreas o períodos vedados), una ordenación basada en la comunidad y planteamientos innovadores que permitan recuperar los espacios que han sufrido daños ambientales y de esa manera mejorar los hábitats, el crecimiento y el reclutamiento de las especies de alto valor preferidas. Se hará hincapié en la ordenación conjunta y la cooperación regional, y cabría prever la introducción de algunas ZEE. El Japón adoptará probablemente una concepción más integrada de todo el sector de la pesca y elaboración, conforme se vayan haciendo más patentes y firmes los vínculos entre los mercados, el comercio y los recursos.

Figura 38 Producción pesquera por categorías de especies

Figura 39 Importaciones y exportaciones pesqueras por principales países comerciantes en 1994

China ha adoptado un planteamiento pragmático para el desarrollo de las instituciones y organismos de pesca, y está desarrollando sus capacidades de gestión. Este proceso se ve respaldado por la adopción de disposiciones jurídicas pertinentes, como la Ley de pesca y los reglamentos para la conservación y propagación de los recursos pesqueros. China parece tropezar con los mismos problemas de ordenación de la pesca y las zonas costeras que otros países de la región, en particular la necesidad de crear oportunidades alternativas de empleo para los pescadores de aguas costeras, la competencia intersectorial, la contaminación del medio y la destrucción de los hábitats. Además, dada la mayor autonomía de los gobiernos provinciales, habrá de fortalecer la coordinación interprovincial para resolver los conflictos sobre los recursos compartidos y la degradación ambiental.

PERSPECTIVAS

El consumo de pescado en la región deberá mantenerse elevado e incluso aumentar en algunas zonas (tanto en volumen como en cifras per cápita) en paralelo con el crecimiento demográfico y el mayor poder adquisitivo de los consumidores.

La excepción puede ser el Japón, donde el consumo de pescado es ya elevado y el crecimiento demográfico casi nulo. No obstante, la composición del consumo de pescado japonés continuará desplazándose hacia productos de mayor valor, lo que significaría también un mayor mercado para los productos listos para el consumo o distribuidos en cadenas de restauración rápida. La complejidad de los hábitos de consumo tiene importantes repercusiones en las estrategias de producción interna, que deben orientarse hacia tipos de productos en que los productores nacionales disponen de una clara ventaja competitiva con respeto de los abastecedores extranjeros, por ejemplo, los productos de la maricultura que pueden comercializarse como peces criados en libertad y no como productos cultivados. La maricultura será la forma de cultivo preferida para los peces de escama. Por ello, el desarrollo futuro de las pesquerías en el Japón estará orientado por factores de mercado, sobre todo la capacidad de la industria nacional de competir con los abastecedores extranjeros. No es probable que las pesquerías extranjeras crezcan de forma significativa en los próximos decenios. En cambio, es probable que los pequeños aumentos de producción conseguidos con la piscicultura y maricultura se contrarresten con un nuevo descenso de las flotas de aguas distantes, pero el país continuará dependiendo de las importaciones para atender su gran demanda de productos pesqueros. déficit

Las pautas del consumo son semejantes en la República de Corea, que actualmente está liberalizando su reglamentación sobre el comercio de productos pesqueros y cuyas importaciones aumentarán en el futuro. Al mismo tiempo, el país continúa siendo un gran exportador. En lo que respecta a la producción interna, se concede prioridad al aprovechamiento de los caladeros nacionales mediante la construcción de arrecifes artificiales y liberación de alevines. La acuicultura está adquiriendo también mayor importancia como fuente de productos pesqueros7.

En China, la prolongación de un rápido crecimiento económico y la expansión de la producción pesquera permitirán un nuevo aumento del consumo per cápita. Son bastantes las posibilidades de crecimiento de la acuicultura de agua dulce, sobre todo mediante la rehabilitación de los estanques y la utilización de las zonas anegadas y las inmensas superficies de los arrozales. El creciente número de piscifactorías permitirá hacer realidad ese potencial. La pesca de captura marina tradicional no parece ofrecer oportunidades significativas de crecimiento. Los recursos pesqueros costeros deben ser objeto de ordenación, y el aumento futuro de los desembarques dependerá de la pesca en aguas distantes. Se prevé que el fuerte crecimiento económico genere un poder adquisitivo suficiente para saldar con importaciones el posible de los suministros con respecto de la demanda.

Notas

1 El presente examen está basado en el estudio preparado por el Grupo de acción interdepartamental de la FAO bajo la dirección de J. Cortez, Dirección de Políticas y Planificación Pesqueras, Servicio de Instituciones Internacionales y de Enlace.

2 Se incluyen la pesca en aguas distantes llevada a cabo por flotas de la región y las capturas de la flota polaca en esta zona.

3 National Fisheries University of Pusan. 1996. Fisheries country profile. Pusan, República de Corea.

4 National Fisheries University of Pusan, op. cit.

5 Ibid.

6 Ibid.

7 Ibid.

3. Europa1

Esta región abarca dos grupos principales de países: 1. Los países industrializados europeos que integran la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), es decir, el Espacio Económico Europeo (EEE), así como Malta, Andorra y Mónaco; 2. las antiguas economías de planificación centralizada - o países en transición - de Europa central y oriental, incluida la Federación de Rusia y las demás repúblicas de la ex URSS. Los mares principales que rodean a los países de la región son el Atlántico nororiental (incluidos el mar del Norte, mar Báltico, mar de Noruega y mar de Barents), el mar Negro, el mar Mediterráneo y el Pacífico noroccidental (mar de Bering y mar de Ojotsk).

La producción de pescado es importante para muchos países de la región, en particular en cuanto fuente de divisas en los países en transición y como fuente de empleo para las comunidades costeras. Las flotas regionales producen el 16 por ciento del volumen de la producción pesquera mundial, a saber, 17,2 millones de toneladas. El consumo de pescado per cápita varía desde niveles más bien elevados en algunos países mediterráneos y nórdicos, donde los suministros de pescado para consumo humano alcanzan niveles de más de 30 kg/año (equivalente de peso en vivo), y sólo 10-15 kg/año en algunos de los países en transición y sin salida al mar. La región es importadora neta, tanto en lo que respecta al valor como al volumen.

RECURSOS Y PRODUCCION

Pesca marina

El total de las capturas marinas de la región ascendió a 15,3 millones de toneladas en 19942. Las flotas de los países industrializados capturaron aproximadamente el 70 por ciento de este total. La producción de la subregión occidental está dominada por las capturas del Atlántico nororiental, donde el arenque, lanzón, capelán, bacalao, caballa, sardina, espadín, jurel, bacaladilla y colín figuran entre las principales especies comerciales. Más al norte, en el mar Artico nororiental y en el mar de Barents así como en las zonas de pesca situadas en aguas de Islandia y de las Islas Feroe, las especies pesqueras más importantes son el bacalao y el capelán, junto con el arenque, el abadejo y el carbonero. En el mar Báltico se pesca bacalao, arenque, espadín y salmón. importante

Figura 40 Producción pesquera regional y en porcentaje de la producción mundial

Muchas poblaciones demersales de peces de fondo se han explotado de forma intensiva durante los últimos decenios y se considera que algunas de las poblaciones han rebasado los límites biológicos de seguridad. Por lo general, se han visto menos afectados los recursos de pequeñas especies pelágicas. La contaminación ha provocado también el deterioro ambiental en algunas zonas costeras del Atlántico norte. En lo que respecta al salmón del mar Báltico, las poblaciones naturales están amenazadas por las enfermedades y por la competencia de las poblaciones cultivadas (Recuadro 10). En el Mediterráneo, la mayor parte de las poblaciones demersales están también o totalmente explotadas o sobreexplotadas. Por consiguiente, además de pescar en aguas próximas, las flotas de la UE buscan posibilidades de acceso a las ZEE de otros países para sus buques que faenan en aguas distantes, y recientemente ha aumentado la asignación de fondos presupuestarios para los acuerdos de acceso3. También Islandia y Noruega realizan actividades de pesca al amparo de varios acuerdos bilaterales.

Las principales zonas de pesca de la subregión oriental son el mar de Ojotsk y el mar de Bering, en el océano Pacífico septentrional. La especie más en el océano Pacífico septentrional es el colín deAlaska, aun cuando los desembarques de 1994, con un volumen total de 2,0 millones de toneladas, fueron únicamente la mitad de los de 1986. La pesca efectuada por las flotas de los países en transición se realiza también en el mar de Barents, principalmente a cargo de buques rusos que pescan bacalao, y en el mar Báltico, por Estonia, Lituania, Letonia y la Federación de Rusia.

El total de las capturas en el mar Negro descendió desde 913 000 a 277 000 t entre 1988 y 19924, pero se han recuperado en parte, alcanzando las 511 000 t en 1994. La razón de ese descenso parece ser un cambio en el ecosistema provocado por una combinación de pesca incontrolada e intensa, la aportación de nutrientes procedentes de ríos y zonas litorales y la introducción de especies exóticas.

La tecnología de las flotas de los países industrializados es muy elevada y se ha producido una sustitución parcial de los buques con gran intensidad de mano de obra a embarcaciones con mayor concentración de capital. Las inversiones destinadas a la pesca demersal han disminuido por lo general en los últimos tiempos, y se han orientado más bien hacia la pesca pelágica y el sector de la elaboración. Las pesquerías europeas se caracterizan por un exceso de capacidad; un estudio reciente de la UE, es preciso reducir un 40 por ciento el total de la capacidad de la flota para acomodar ésta a los recursos pesqueros realmente disponibles5.

La producción marina de las antiguas economías de planificación centralizada y de la ex Unión Soviética (subregión oriental) descendió desde aproximadamente 10 millones t/año al comienzo de los años ochenta a sólo 4,5 millones de toneladas en 1994. La nación con mayor volumen de pesca, la Federación de Rusia, representó 3,5 millones de toneladas del total de 1994. El brusco descenso se debe a la reducción de las actividades de pesca en aguas distintas; la ex Unión Soviética, Polonia, Rumania y Bulgaria tenían en el pasado grandes flotas de pesca en aguas distantes. En 1983, el 40 por ciento de la producción de estos países se obtenía gracias a esas flotas. En 1993, la parte relativa había descendido al 20 por ciento. Las flotas de los países en transición se han quedado por lo general anticuadas y necesitan una modernización urgente. La Federación de Rusia comenzó un ambicioso programa de renovación de la flota en 1994 y se observan ciertas señales de recuperación; Rusia y Polonia aumentaron sus capturas aproximadamente un 20 por ciento en 1995.


RECUADRO 10
Poblaciones naturales de salmón del mar Báltico

Hay una mayor incidencia de enfermedades entre los peces en las zonas del fondo y próximas a las desembocaduras de los ríos donde se observa un proceso de agotamiento del oxígeno, pero se trata de un fenómeno de escala demasiado reducida para que influya en las poblaciones ícticas más importantes desde el punto de vista económico. No obstante, una excepción es el salmón en el mar Báltico. El llamado síndrome M74 está provocando una mortalidad masiva en las poblaciones de alevines de salmón, de las que sólo logra sobrevivir un pequeño porcentaje, lo que significa que los ejemplares adultos que llegan a los ríos para desovar tienen que ser más numerosos que anteriormente a fin de mantener el número de la clase anual en un nivel medio. El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) recomienda, por lo tanto, el cierre total de las pesquerías del Báltico que capturan salmón natural. Las causas del síndrome M74 no son conocidas, pero parecen estar asociadas con compuestos organoclorados presentes en la hembra del salmón; también intervienen factores nutricionales. La dificultad de proteger al salmón natural reside en que el salmón cultivado, si no se captura, puede inundar los ríos donde habitan los salmones naturales. El salmón cultivado constituye entre el 80 y el 90 por ciento del total de la biomasa de salmón en el mar Báltico y frecuentemente está mezclado con el salmón natural en los caladeros.

Fuente: CIEM. 1996. Report of the ICES Advisory Committee on Fishery Management, 1995. ICES Cooperative Research Report.


Pesca en aguas continentales

La producción de la pesca de captura procedente de aguas continentales de la región ha disminuido casi un 50 por ciento durante el último decenio, habiendo descendido desde 820 000 t en 1984 a 420 000 t en 1994. Las principales especies son la trucha arco iris, el espadín del mar de Azov y la carpa común. No obstante, conviene recordar que los datos oficiales sobre las pesquerías de captura en aguas continentales pueden estar en muchos casos infravalorados. La producción derivada de las pesquerías de subsistencia y con fines recreativos casi nunca se refleja debidamente en las estadísticas, y es probable que la producción de esos sectores desempeñe un papel importante como fuente de suministro alimentario en los países en transición. No obstante, las capturas comerciales han disminuido debido a los cambios políticos y al hundimiento de la infraestructura y sistemas de distribución en las antiguas economías de planificación centralizada. La contaminación, los proyectos de infraestructura y la competencia de otros sectores por los recursos hídricos han tenido también efectos negativos en la producción pesquera. Todos los países de la subregión oriental realizaron en el pasado programas de repoblación y fertilización con el fin de fomentar la pesca de captura. En la Federación de Rusia todavía se conceden subvenciones para esta actividad, pero parece que la práctica se ha interrumpido en otros países debido a las dificultades económicas asociadas al período de transición.

En los países industrializados, la ordenación de las aguas continentales tiene como principal objetivo la pesca deportiva; la pesca comercial es de carácter secundario, excepto en los grandes lagos. La repoblación de especies como la trucha arco iris, las leyes contra la contaminación y los programas de rehabilitación son componentes frecuentes de los programas de ordenación de estas pesquerías.

Acuicultura

En 1994, la producción acuícola regional representó el 6 y el 10 por ciento, en cantidad y valor, respectivamente, del total de la producción mundial. En 1994, se produjeron 1,5 millones de toneladas con un valor de 3 800 millones de dólares EE.UU., de las que 1,3 millones de toneladas correspondieron a los países industrializados y 195 000 t a las economías en transición. En los primeros, aproximadamente la mitad de la producción es de moluscos6, y el segundo componente más importante es el de los peces diádromos, es decir, el salmón y la trucha arco iris. De hecho, el sector de la acuicultura ha experimentado una revolución debido al éxito, en particular, del cultivo del salmón.

En la parte oriental de la región, la producción total se redujo a la mitad entre 1991 y 1992 debido a dificultades económicas y sociales cuando se produjo el desmoronamiento del sistema de planificación centralizada. El declive se hizo notar especialmente en los países de la ex Unión Soviética; la producción se mantuvo más estable en Hungría, Polonia y la ex Checoslovaquia. El cultivo de la carpa (china y común) y de otros ciprínidos es el más habitual aun cuando se está introduciendo la producción de especies de elevado valor y podría preverse un nuevo cambio cuando se recuperen los niveles de producción.

PRODUCTOS Y MERCADOS

Casi todos los países industrializados europeos tienen algún tipo de actividad de elaboración, a saber, industrias conserveras, ahumado, congelación u otra forma de curado del pescado. Existe también un sector dedicado a la producción de harina de pescado. La producción de alimentos preparados es el sector de más rápido crecimiento en la industria de elaboración del pescado de la UE, y los grandes vendedores participan activamente en la introducción de nuevos productos en el mercado. Existe también una tendencia hacia un mayor consumo de pescado fresco y refrigerado, y los supermercados están ocupando una parte cada vez mayor de las ventas.

Figura 41 Utilización de pescado y suministro

Figura 42 Importaciones y exportaciones pesqueras (incluido el comercio intrarregional)

N.B. Las estadísticas de la FAO sobre el comercio comienzan en 1976

En los países en transición, el sector de la elaboración necesita ser modernizado y atraer nuevas inversiones. Durante la era soviética, algunos de los países y repúblicas ribereños tenían un importante sector de la elaboración, por ejemplo Estonia, Letonia y Lituania, del que hoy sólo se utiliza una parte debido al descenso del suministro de materia prima. La distribución del pescado y los productos pesqueros era llevada a cabo por grandes compañías de propiedad estatal que no lograron sobrevivir a la transición. No se ha conseguido todavía sustituir completamente el antiguo sistema, pero están apareciendo nuevas empresas privadas de distribución y cadenas de supermercados - gracias al establecimiento de empresas conjuntas - junto con una infraestructura de venta al por mayor. Algunas de las instalaciones de elaboración se han modernizado y consiguen productos de valor añadido que reúnen las normas de la UE para la exportación. Sólo Polonia cuenta todavía con importantes medios de elaboración en el mar; el pescado es congelado a bordo de los buques que faenan en aguas distantes y se exporta sobre todo a la UE.

El consumo de pescado varía mucho en las distintas subregiones y países. En el conjunto de la región, el suministro medio per cápita de pescado para fines alimentarios era de 17 kg (equivalente de peso en vivo) en 1994. En cambio, en los países industrializados el suministro medio era de aproximadamente 22,5 kg/año, aunque se observaban marcadas discrepancias. Por ejemplo, en Islandia el suministro medio de pescado por persona y año es de más de 90 kg, mientras que en Albania, Bosnia, Croacia y la República Federativa Yugoslava es de menos de 2,0 kg. En términos generales la opinión de los consumidores sobre el pescado es positiva y la demanda de estos productos aumentará probablemente en el futuro. Este volumen no puede atenderse con la producción local, por lo que esta zona es importadora neta de productos pesqueros. En la UE, el pescado es la segunda partida más importante en lo que se refiere a la importación de alimentos. Por el contrario, algunos miembros de la UE-12 representaban el 20 por ciento de las exportaciones mundiales de pescado en 1994; en esa cifra se incluye el valor del comercio intrarregional.

Figura 43 Producción pesquera por categorías de especies

Figura 44 Importaciones y exportaciones pesqueras por principales países comerciantes en 1994

Se registra en la región la presión ejercida por los consumidores sobre la industria pesquera en defensa de los objetivos ambientales. Entre las iniciativas en ese sentido cabe señalar las mejoras en la ordenación marina como consecuencia del ecoetiquetado de los productos promovido por Unilever/Fondo Mundial para la Naturaleza, el acuerdo alcanzado por Unilever y Sainsbury de no utilizar el aceite de pescado procedente de la pesca industrial, la propuesta de prohibir las importaciones de camarón cultivado en Suecia y las leyes sobre envasado introducidas en Alemania.

En los países en transición, el consumo de pescado ha descendido recientemente de forma alarmante debido a la falta de suministros; en la Federación de Rusia el consumo per cápita bajó de 29 kg a 9 kg anuales entre 1989 y 1993. En relación con el comercio, las pautas tradicionales de importación y exportación han cambiado completamente en los últimos años. Europa oriental y las repúblicas de la ex URSS exportan más especies de alto valor con el fin de generar divisas. Las especies de fondo, como el colín de Alaska y el bacalao se encuentran entre los productos más comunes. Al mismo tiempo, se importan productos de bajo valor, y la dependencia de este comercio ha aumentado desde que la producción local ha disminuido. La región es importadora neta de pescado en cuanto a volumen, pero el valor de las exportaciones superó al de las importaciones en 1,2 millones de dólares EE.UU. en 1994.


RECUADRO 11
La nueva Política Pesquera Común de la Unión Europea

La Política Pesquera Común (PPC) de la UE entró en vigor en 1983. Desde entonces se ha ido desarrollando y adaptando para acomodarse a los acontecimientos internacionales y a los cambios registrados dentro de la UE. La PPC comprende el acceso a los recursos, la conservación de las poblaciones ícticas y la supervisión de las actividades pesqueras, en lo que respecta a la producción, así como la comercialización de los productos pesqueros y la investigación. Un componente importante es el elemento de políticas estructurales. Los principales programas son el Instrumento financiero para el asesoramiento sobre la pesca (FIFG) y PESCA, que es una iniciativa de la Comunidad. Desde 1993, estas medidas estructurales se han integrado en el sistema de fondos estructurales de la UE (el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el Fondo Social Europeo).

El FIFG cuenta con un presupuesto de aproximadamente 2 600 millones de Unidades Monetarias Europeas (ECU) para el período 1994-99 (basado en una Europa de 12 miembros) y puede ayudar a financiar los siguientes componentes:

· ajuste del esfuerzo de pesca (concesión de primas para la retirada permanente y para la creación de empresas conjuntas y mixtas);

· reducción de la flota y modernización de las embarcaciones;

· ayuda para la inversión en acuicultura y establecimiento de zonas marinas costeras, instalaciones portuarias de pesca y elaboración y comercialización de los productos. Se concederá prioridad a las medidas que traten de mejorar la calidad, las condiciones higiénicas, el impacto ambiental y los instrumentos estadísticos;

· otras medidas, como la promoción y búsqueda de nuevos mercados, medidas aplicadas por el sector pesquero (por ejemplo, gestión de los contingentes de pesca por una organización de productores) o retiradas temporales.

PESCA es una iniciativa cuya finalidad ha sido, ayudar a las zonas geográficas que dependen de la pesca. Tiene los siguientes objetivos:

· permitir al sector pesquero realizar con eficacia su proceso de transformación y facilitar asistencia en el marco del Objetivo 5a del Fondo Estructural;

· ayudar a resolver las repercusiones sociales y económicas, concediendo ayuda para la recapacitación y la diversificación de las empresas del sector;

· contribuir a la diversificación de las regiones costeras interesadas, mediante planes de expansión del empleo.

Además, en ciertas circunstancias, el FIFG puede contribuir al financiamiento de planes nacionales de jubilación anticipada de los pescadores.

En 1992, en el marco de los programas multianuales de orientación (MAGP), se aprobaron nuevos objetivos de reducciones de capacidad de la flota para cada uno de los Estados miembros de la UE, en los que se hizo hincapié en la disminución gradual de la capacidad de pesca - sin perjuicio de la modernización de las unidades pesqueras - con el fin de mejorar las condiciones de seguridad y la conservación del pescado a bordo, lo que permitiría establecer condiciones más adecuadas para mejorar la rentabilidad de las unidades supervivientes. El objetivo de los MAGP es reducir el esfuerzo de pesca, no más tarde de 1996, un 20 por ciento en lo que respecta al tonelaje bruto de registro y la fuerza motriz (kW).

Fuente: Comisión Europea. 1995. Structural policy to assist fisheries and aquaculture. Santiago de Compostela, España. Dirección General XIV Pesca

POLITICAS Y ORDENACION PESQUERAS

En las nuevas repúblicas de la ex Unión Soviética, las administraciones pesqueras son entidades gubernamentales de creación reciente, ya que en el pasado estas funciones estaban centralizadas en Moscú. Durante los años de la transición, la estructura administrativa ha sufrido varios cambios y es posible que tenga que registrar todavía nuevas modificaciones, por ejemplo, para atender la necesidad de fortalecer la capacidad socioeconómica. Si bien existen excelentes naturalistas, por lo general escasean los sociólogos calificados. Además, es preciso introducir o restablecer el concepto de planificación sectorial. Hasta ahora, las políticas pesqueras se han concentrado en el mantenimiento del acceso a los caladeros en aguas distantes, mejorar la ordenación de la pesca en las zonas nacionales y, en su caso, armonizar la legislación nacional con la de la UE. Se ha procurado reestructurar y privatizar el sector de la pesca en todos los países, pero muchas veces se han presentado obstáculos, entre ellos las elevadas tasas de interés.

En la UE existe una Política Pesquera Común (PPC), paralela a la Política Agrícola Común (PAC), «con normas comunes para todos los países miembros de la Comunidad Europea (CE) en relación con todos los aspectos de la industria pesquera, desde el mar al consumidor»7 (Recuadro 11).

Existen en la región varios sistemas de ordenación de la pesca. La Política Pesquera Común de la UE utiliza un sistema de capturas totales permisibles (CTP) y de asignación de contingentes, complementados con medidas técnicas. En el mar Báltico las CTP y las asignaciones de contingentes nacionales son aprobados por la Comisión Internacional de Pesca del Mar Báltico (IBSFC) siguiendo las indicaciones del CIEM, que también ofrece asesoramiento en otros lugares del Atlántico nororiental. En el Mediterráneo, los distintos países establecen sus propias políticas nacionales, que difieren entre sí, aun cuando la UE coordina las políticas nacionales de sus miembros con asesoramiento del Consejo General de Pesca del Mediterráneo (CGPM). La ordenación consiste en controles de licencias y subvenciones al sector más que en el control de los contingentes. Es escasa la información sobre la situación real de las poblaciones. En el mar Negro no se efectúa ningún control ni de los contingentes ni del esfuerzo de pesca, y hay una considerable sobre capitalización de la flota. Actualmente se está negociando entre los Estados ribereños un nuevo convenio relativo a una Comisión del Mar Negro.

Los descartes constituyen un grave problema en la región. El Pacífico noroccidental tiene el volumen más alto de descartes del mundo, estimado en 9,1 millones de toneladas, seguido por el Atlántico nororiental, con 3,7 millones de toneladas. En el Atlántico, el fenómeno parece ser en parte consecuencia de la ordenación de especies únicas mediante contingentes en pesquerías que son realmente de especies mixtas, lo que alienta las prácticas altamente selectivas y de descarte, que en algunos casos representan el 50 por ciento de las capturas demersales, aunque la ausencia de observadores a bordo de los buques comerciales hace difícil la cuantificación. Noruega, uno de los principales países pesqueros de la zona, ha introducido una política contra los descartes (Recuadro 12). En el Mediterráneo y en el mar Negro estos problemas son menos agudos, si se exceptúa el caso de la pesca con redes de enmalle en gran escala, que todavía se practica a pesar de la prohibición de las Naciones Unidas. detallados

Otros problemas con que se enfrentan las organizaciones y que se reflejan en los acuerdos de ordenación de la pesca en el Atlántico nororiental son la contaminación, las deficiencias de información y los problemas de imposición de las normas. El Grupo de Acción para el Mar del Norte8 ha emprendido uno de los estudios más jamás realizados sobre la situación en que se encuentra un ecosistema marino y formulado recomendaciones para la elaboración de una estrategia que proteja las especies y los hábitats9.

Un problema importante son los «desembarques fantasmas», es decir, los desembarques no registrados efectuados para evitar las restricciones impuestas por los contingentes. Entre las medidas adoptadas figura un más estricto seguimiento, control y vigilancia de las embarcaciones, y la UE tiene intención de efectuar, después de las capturas, nuevas auditorías de los libros de a bordo y los documentos de venta.

Los métodos tradicionales de ordenación basados en la limitación de las capturas no han reducido la mortalidad de los peces en el Atlántico nororiental. Una reducción importante de la capacidad de flota así como una utilización más amplia del control del esfuerzo de pesca directo, tal como se está planteando actualmente la UE, podría resultar más eficaz.


RECUADRO 12
Política noruega para la eliminación de los descartes

En 1983, Noruega introdujo una nueva Ley sobre los descartes en la pesca marina. En dicha legislación se afirmaba que es razonable devolver los peces al mar si pueden sobrevivir. Evidentemente, se trataría de una excepción; en la mayor parte de los casos, los peces capturados estarían muertos o moribundos o morirían después de ser devueltos al mar. Como este tipo de descarte es un desperdicio de valiosos recursos marinos, se prohibió por completo el descarte de todas las especies económicamente valiosas. Esta política de conservación hizo de Noruega la pionera en este sector y le mereció el apoyo de la Federación de Rusia, con la que comparte importantes poblaciones ícticas en el mar de Barents. Además, Canadá, Islandia y las Islas Feroe introdujeron políticas semejantes en sus respectivas zonas de 200 millas, tomando como ejemplo el modelo noruego.
La prohibición de descartes y la obligación jurídica de desembarcar todas las capturas tienen como objetivo garantizar una ordenación racional de las poblaciones y la aplicación de los contingentes convenidos. La prohibición de descartes es difícil de imponer sin un seguimiento constante de todas las operaciones pesqueras. Para superar los problemas de descarte de ejemplares jóvenes y habida cuenta de que se explotan de hecho pesquerías con especies diversas, la prohibición de descartes se ha complementado con otras medidas de conservación, como los cierres temporales de las áreas de pesca y una mayor selectividad de los artes. En resumen, esta política ha contribuido positivamente a una mejor explotación de los recursos marinos.

Fuente: Correspondencia dirigida a la FAO por la Dirección Noruega de Pesca, 1996.

PERSPECTIVAS

Es probable que la demanda de pescado aumente en el futuro, dada la aceptación del pescado como alimento en la parte occidental de la región y la recuperación de los anteriores niveles de consumo en el este. No obstante, para una recuperación rápida, se necesitarían suministros de productos poco costosos.

La producción pesquera en los países en transición, en particular en la Federación de Rusia, deberá dejar de disminuir en breve plazo y comenzar a recuperarse con lentitud. Una industria pesquera revitalizada tendrá un carácter muy diferente al de los años ochenta; es probable que el sector de la pesca en aguas distantes sólo represente una parte secundaria y que, en cambio, se haga hincapié en un mejor aprovechamiento de los recursos en las aguas nacionales. Un programa acertado de reestructuración incluiría una renovación de las flotas - como se ha comenzado a hacer ya en la Federación de Rusia - y una reducción del exceso de capacidad en el sector pesquero.

Las perspectivas futuras de la pesca en lo que se refiere a los países industrializados dependen fundamentalmente de la eficacia de la ordenación de la pesca en el Atlántico nororiental. La eliminación del exceso de capacidad y un control más directo de los esfuerzos de pesca podrían ser dos componentes de un plan encaminado a mejorar la ordenación.

Los recursos pesqueros continentales están ya considerablemente explotados, y su orientación principal es una transición de la producción de alimentos a las actividades recreativas. Con una ordenación más acertada de las aguas continentales - especialmente en los países en transición - se podría conseguir aumentar la producción de pescado destinado a la alimentación.

Aunque la producción acuícola puede aumentar en Europa occidental, es probable que tropiece con la limitada disponibilidad de espacio, la competencia por recursos acuáticos, los controles ambientales más estrictos y las importaciones más baratas de otras regiones. Dados los posibles mercados en los países industrializados, es probable que la producción acuícola de los países en transición se diversifique en favor del cultivo de especies de valor más elevado, como el salmón y las anguilas.

El comercio de productos pesqueros ha continuado creciendo, aunque con ritmo más lento, en los tres últimos años. Con el fin de atender la demanda futura, el conjunto de la región continuará siendo importador neto de pescado.

Notas

1 El presente examen está basado en el estudio preparado por el Grupo de acción inter departamental de la FAO bajo la dirección de R. Grainger, Dependencia de Información, Datos y Estadísticas de Pesca.

2 Se incluye la producción de la pesca en aguas distantes.

3 Fishing News International. 1996. Review of Europe’s fishing deal.

4 Se trata del total de las capturas realizadas en el mar Negro, con inclusión de las capturas efectuadas por países de fuera de la región.

5 Informe del Grupo de expertos independientes encargados de asesorar a la Comisión Europea sobre la Cuarta generación de programas multianuales de orientación (1996).

6 En los moluscos sólo se consume el 10 por ciento del peso bruto; la mayor parte del volumen de la producción corresponde al caparazón.

7 Comisión Europea. 1994. The new Common Fisheries Policy. Dirección General XIV Pesca. Luxemburgo.

8 Los miembros del Grupo son los ocho países del mar del Norte - Bélgica, Dinamarca, Francia, Países Bajos, Alemania, Noruega, Suecia y Reino Unido - así como los representantes pertinentes de la Comisión Europea.

9 North Sea Task Force. 1993. North Sea Quality Status Report 1993.

4. América Latina y el Caribe1

Esta región comprende el continente de América del Sur, América Central y México y los Estados y territorios insulares del Caribe. La región está rodeada por las aguas australes del Atlántico y el Pacífico y comprende también los mares semicerrados del golfo de México y el mar Caribe.

La producción pesquera de América Latina y el Caribe alcanzó en 1994 el nivel sin precedentes de 24 millones de toneladas, que representaron el 22 por ciento del total mundial. Las pequeñas especies pelágicas son aproximadamente el 75 por ciento del total de las capturas. La contribución del sector a la economía se concentró en las zonas rurales costeras, donde constituye la fuente principal - y muchas veces exclusiva - de empleo e ingreso. Aescala nacional, su papel es secundario. El consumo de pescado con fines alimentarios ha sido menor que el promedio mundial, con un suministro per cápita de 9 kg al año (equivalente de peso en vivo). Los países de América Latina son grandes exportadores de pescado y productos pesqueros y representan el 11 por ciento de las exportaciones mundiales, siendo Chile el mayor exportador neto. Las principales exportaciones son el camarón y la harina de pescado.

Figura 45 Producción pesquera regional y en porcentaje de la producción mundial

RECURSOS Y PRODUCCION

Pesca marina

El total de los desembarques marinos en la región ascendió a 23,1 millones de toneladas en 1994, el 85 por ciento de los cuales procedía del Pacífico sudoriental, donde las capturas alcanzaron un nuevo récord en 1994. El total de la producción sigue estando dominado por la anchoveta del Perú, y las fluctuaciones en el volumen total se deben a la variabilidad de esta especie. Las capturas de las pesquerías de anchoveta descendieron vertiginosamente en los años setenta, pasando de 13,1 millones de toneladas en 1970 a 1,7 millones de toneladas en 1973, y de nuevo a sólo 94 000 t en 1984. Desde entonces, las poblaciones se han recuperado y los desembarques han alcanzado en 1994 un total de 11,9 millones de toneladas. Si bien la fuerte actividad pesquera contribuyó decisivamente a ese hundimiento, el cambio climático asociado a la corriente de El Niño fue también una causa fundamental de la disminución de la multiplicación de las poblaciones (Recuadro 13). Aunque las dos subpoblaciones principales de anchoveta del Perú están en la actualidad completamente explotadas, son necesarias medidas estrictas de seguimiento y vigilancia para evitar la sobrepesca.

Otras poblaciones de pequeñas especies pelágicas, como la sardina y el jurel de Chile y la caballa comenzaron a crecer cuando se produjo el colapso de la pesquería de la anchoveta del Perú; las dos primeras especies constituyen ahora importantes componentes de la producción en esa área. No obstante, se considera que la sardina está totalmente explotada e incluso sobreexplotada en parte de su zona geográfica de distribución.

En el Atlántico sudoccidental, la producción ha aumentado recientemente. Las especies dominantes son la pota y la merluza, seguidas de la lubina, congrio y otras especies demersales. Se pescan también calamares, camarones, langostas y cangrejos, además de algunas pequeñas especies pelágicas como la sardinela y la anchoveta argentina. Hasta el decenio de 1980, esta área era una de las pocas zonas del mundo con un gran potencial de expansión. Desde entonces, se han establecido varias pesquerías industrializadas de gran alcance. En consecuencia, la mayor parte de las poblaciones ícticas están en la actualidad totalmente explotadas, y algunas de ellas han estado incluso sobreexplotadas en los últimos años.

En la zona del Atlántico centro-occidental, la mayor parte de las pesquerías pelágicas, incluidas las agujas, atunes y peces espada, están totalmente explotadas o sobreexplotadas. Existe preocupación por los peces de aleta, en particular tiburones y rayas, y muchas especies de peces de arrecife que han estado totalmente explotadas o sobreexplotadas, como ha ocurrido con el cobo rosado. En el Pacífico centro-oriental, la producción pesquera ha disminuido a pesar de un ligero aumento entre 1993 y 1994. El descenso más pronunciado desde mediados de los años ochenta ha correspondido a las pesquería de sardina y anchoa de California, descenso que ha influido negativamente en los niveles de producción de México. La producción de atunes y otras grandes especies pelágicas ha aumentado también ligeramente durante los 20 últimos años. Las gambas y camarones son objeto de pesquerías importantes en toda la zona.

En el pasado, la región de América Latina dependía de las importaciones de tecnología de construcción naval y artes de pesca, pero recientemente se ha intensificado la transferencia de tecnología de explotación pesquera procedente de Europa septentrional, en particular. Actualmente, los astilleros regionales pueden construir y adaptar buques de pesca de gran calidad, y los fabricantes locales pueden producir todo tipo de artes de pesca y maquinaria para el manejo de los artes. Esta transferencia se refleja en los grandes y modernos cerqueros construidos por los astilleros tanto del Perú como de Chile. En la parte austral del Pacífico, la pesca de pequeñas especies pelágicas con redes de cerco es una operación en muy gran escala cuyo objetivo es suministrar materia prima para las fábricas de harina y aceite de pescado. En el norte, es más habitual la pesca del camarón con arrastreros. En la costa del Atlántico, los principales métodos de captura varían desde la pesca de arrastre de camarón y especies demersales con buques de tamaño medio en la región que se encuentra al norte del río Amazonas, hasta las actividades de arrastre en mayor escala en aguas intermedias y del fondo realizadas por grandes arrastreros de popa congeladores al sur del río de la Plata. Además, hay una pesquería estacional con artes de cerco orientada a la captura de pequeñas especies pelágicas en el Brasil meridional, e importantes pesquerías del atún con redes de cerco en Venezuela. La pesca con palangre se practica también en toda la costa.


RECUADRO 13
Repercusiones ambientales sobre las pesquerías marinas y el fenómeno de El Niño

La región de América Latina y el Caribe, en particular la costa occidental de las Américas, parece expuesta a los efectos provocados por los cambios ambientales en las poblaciones ícticas marinas. Con periodicidad decenal se producen en la cuenca del Pacífico grandes fluctuaciones que han repercutido gravemente en la abundancia global y la producción total de pequeñas especies pelágicas, así como de otras poblaciones.
El efecto ambiental de El Niño es particularmente importante; en 1972-73 contribuyó al hundimiento de la pesquería de la anchoveta del Perú, y en 1982-83 redujo la abundancia de peces y la producción efectiva en toda la zona del Pacífico. Han sufrido los efectos todas las especies ícticas. Además, los cambios en la distribución global y abundancia local de calamares, túnidos, camarones costeros, merluzas y una variedad relativamente amplia de especies observadas en las costas americanas tanto del Pacífico como del Atlántico podrían estar relacionados con las oscilaciones de El Niño en aguas situadas más al sur.
Otros ejemplos de los efectos ambientales son el avance de las aguas antárticas hacia el Atlántico sudoccidental, los huracanes y tifones en el Caribe y otros cambios de las condiciones ambientales que se registran más o menos cada decenio.
Es necesario hacer algo para mejorar los sistemas de previsión de dichos cambios, tanto con el fin de reducir los efectos negativos sobre las pesquerías como de aprovechar algunos de los efectos positivos que esos cambios podrían aportar.

Fuente: FAO. 1994. Review of the state of world marine fishery resources. Fisheries Technical Paper No. 335. Roma.

En los pequeños Estados insulares del Caribe las pesquerías son fundamentalmente en pequeña escala y artesanales, y utilizan artes de pesca pasivos, como anzuelos y líneas, redes de enmalle y nasas y trampas. En la mayor parte de los casos las embarcaciones artesanales se han construido tradicionalmente para la captura de recursos demersales y crustáceos que se encuentran próximos a las islas.

Según los datos de los Servicios de información marítima de la Lloyd, la flota de América Latina ha aumentado a un ritmo anual de aproximadamente el 5 por ciento en el último decenio. Incluso sin contar los registros abiertos de embarcaciones de Panamá y Honduras, se ha producido un aumento en el número de grandes embarcaciones de la región. El Registro de Navegación de la Lloyd revela un total de 3 156 embarcaciones con una tonelaje superior a 100 TRB registradas en la región en 1995, frente a las 2 238 de 19852. Esta expansión de la flota de pesca industrial ha obligado a plantearse el problema del excedente de capacidad de pesca, incluso en varias pesquerías de calamar tropical y merluza.

Pesca en aguas continentales

Después del rápido crecimiento de la producción de la pesca continental hasta 1987, en que el total de las capturas regionales alcanzó las 580 000 t, las capturas se estabilizaron o incluso descendieron hasta unas 450 000 t en 1991. En 1994, el total de las capturas fue de unas 500 000 t, cifra muy inferior al rendimiento potencial de las aguas continentales de la región y a la producción registrada en áreas semejantes de los trópicos en Africa y Asia. Ello puede deberse en parte a deficiencias estadísticas (por lo general, no se registran los datos correspondientes a las actividades deportivas y de subsistencia), pero lo más probable es que la razón principal sea una productividad generalmente baja.

Las pesquerías continentales se concentran en zonas próximas a los grandes cursos de agua. Aunque el nivel de explotación es bajo, algunas regiones presentan signos de sobrepesca. Por otra parte, los efectos de la sobrepesca se han visto agravados por la degradación ambiental. Tres grandes sistemas de explotación caracterizan a la región: en el sur, es decir, en Argentina, Chile y partes de Brasil, las pesquerías comerciales han estado normalmente cerradas y los recursos se reservan ahora fundamentalmente para actividades deportivas y de subsistencia; en la parte central, las pesquerías comerciales en los ríos y embalses son menos intensivas; en el norte, sobre todo en el polígono seco de Brasil, en Cuba y en México, la tendencia dominante hacia una ordenación intensiva de los embalses mediante actividades de repoblación y de introducción de especies ha hecho posible que dichas zonas hayan sido las de más alto crecimiento en los últimos años.

La mayor parte de las islas del Caribe no tienen aguas continentales de importancia, y por consiguiente las pesquerías continentales son prácticamente inexistentes.

Acuicultura

En 1994, el total de la producción acuícola alcanzó las 472 000 t, es decir, aproximadamente el 2 y el 5 por ciento del volumen y valor de la producción mundial, respectivamente. La acuicultura contribuye en forma semejante a la producción pesquera regional, y se concentra fundamentalmente en seis países. El cultivo del camarón ha aumentado muy rápidamente y en 1994 representaba más del 80 por ciento del valor total de la producción regional. El cultivo del salmón también se ha desarrollado, aunque de forma casi exclusiva en Chile. No obstante, los márgenes de beneficio de ambas especies han ido disminuyendo. Se practica también el cultivo de moluscos y peces de agua dulce, por ejemplo, tilapia, trucha y carpas.

Figura 46 Utilización de pescado y suministro alimentario

Figura 47 Importaciones y exportaciones pesqueras (incluido el comercio intrarregional)

N.B. Las estadísticas de la FAO sobre el comercio comienzan en 1976

La acuicultura industrial orientada a la exportación ha aumentado de forma significativa y todavía ofrece moderadas posibilidades de crecimiento. Finalmente, la acuicultura orientada a la producción de bajo costo ha alcanzado sólo un ligero desarrollo.

PRODUCTOS Y MERCADOS

Los niveles de consumo de pescado varían mucho de unos países a otros, así como dentro de ellos. El promedio regional del suministro alimentario de pescado per cápita es de aproximadamente 9 kg al año (equivalente de peso en vivo), cifra muy inferior al promedio mundial de aproximadamente 13 kg. No obstante, el consumo ha aumentado ligeramente en los últimos decenios. En el caso de aproximadamente el 5 por ciento del total de la población, a saber, los habitantes de las islas del Caribe de habla inglesa así como en Chile, los suministros anuales per cápita son de 30 kg. Por el contrario, la mayor parte de los países de América Central sólo alcanzan niveles de 5 kg/año. Por ello, la contribución de los productos pesqueros a los suministros de proteína animal es menos importante en América Latina que en muchos otros países en desarrollo, pero el pescado constituye un artículo alimentario fundamental en algunas comunidades locales.

La abundancia de pequeñas especies pelágicas constituye la base de una industria de fabricación de harina y extracción de aceite de pescado en América Latina, donde más de dos tercios del total de las capturas se orientan a la obtención de productos no alimenticios. Los principales son la harina y el aceite de pescado utilizados como pienso en la ganadería, cría de aves de corral y acuicultura. Chile, Perú y, en menor medida, el Ecuador, utilizan el grueso de la materia prima destinada a la producción de harina de pescado. Otros usos no alimentarios, por ejemplo, como cebo y como alimento para animales de compañía, no representan una parte considerable de la producción pesquera. Desde hace tiempo se está intentando reducir la cantidad utilizada para la producción de harina de pescado y encontrar usos alternativos para el consumo humano directo. Hasta ahora no se ha alcanzado la viabilidad económica, debido al uso competitivo como materia prima para la harina de pescado y la resistencia a invertir en creación de mercados.

La disposición de las capturas para el consumo humano directo revela la importancia del pescado fresco, que representa más del 50 por ciento, y el pescado congelado y en conserva, a cada uno de los cuales corresponde aproximadamente el 20 por ciento. El aprovechamiento de los suministros de pescado por tipo de elaboración ha seguido pautas históricas determinadas por los recursos disponibles y las fuerzas de mercado, en particular la demanda internacional. Aunque todavía predomina el mercado internacional, este sector parece ahora más interesado en adaptar rápidamente las tecnologías recientes a las tendencias positivas del mercado interno. El aprovechamiento del pescado varía en las distintas subregiones, y en el Caribe, por ejemplo, depende de las necesidades del turismo.

Los países de América Latina son grandes exportadores de pescado y productos pesqueros, representando el 11 por ciento de las exportaciones mundiales. Equipados de modernas instalaciones de elaboración, pueden fabricar productos higiénicos y sanos que responden a las normas internacionales. Las principales exportaciones son el camarón y la harina de pescado. Chile y el Perú dominan el mercado mundial de harina de pescado, y sus exportaciones se destinan fundamentalmente al mercado asiático, mientras que México y el Ecuador son exportadores de camarón. La mayor parte de las exportaciones latinoamericanas de camarón van al mercado estadounidense; sólo recientemente los exportadores de camarón del Ecuador consiguieron introducirse en el mercado europeo. Mientras que la industria de exportación de camarón mexicana está todavía dominada por el camarón natural, el Ecuador exporta casi exclusivamente productos derivados del camarón cultivado. El atún ha sido también tradicionalmente una de las principales exportaciones pesqueras. No obstante, la adopción por el gobierno de los Estados Unidos de una política de protección de los delfines en 1991 creó graves problemas para las pesquerías del atún en América Latina.

En lo que respecta a las importaciones, América Latina representa únicamente el 2 por ciento del total mundial. El comercio intrarregional es también muy limitado.

Figura 48 Producción pesquera por categorías de especies

Figura 49 Importaciones y exportaciones pesqueras por principales países comerciantes en 1994

POLITICAS Y ORDENACION PESQUERAS

En la mayor parte de los países, la política pesquera ha estado influenciada por las políticas macroeconómicas que forman parte de los programas de estabilización. Entre las medidas cabe citar la privatización de las unidades de producción, la promoción del comercio exterior, la reducción o eliminación de incentivos económicos y la incentivación de la inversión extranjera. Estas políticas han tenido también como objetivo agilizar las estructuras administrativas y técnicas de las actividades públicas. En el período de transición, de investigación y ordenación han sufrido cambios positivos en lo que respecta a las funciones, asignación presupuestaria y personal. Latina

En la mayor parte de los países pesqueros de la región existen disposiciones jurídicas para regular y limitar el acceso a las principales pesquerías, planes de concesión de licencias que regulan o limitan el número total de embarcaciones, pescadores, artes, fuerza motriz acumulada u otras unidades de capacidad de pesca que pueden entrar en la mayor parte de las grandes pesquerías. En consecuencia, las pesquerías que se consideraban totalmente explotadas se encuentran en teoría en un régimen de acceso cerrado, lo que significa que ningún nuevo pescador puede entrar en ellas si no es en sustitución de otro anterior. Algunos países tienen también sistemas de contingentes para asignar el acceso a los recursos, lo que permite mantener la capacidad de pesca bajo control. Los regímenes de contingentes transferibles no se aplican en ningún país de la región. No obstante, algunos países están examinando la posibilidad de introducirlos en algunas pesquerías después de evaluar los factores técnicos y socioeconómicos implicados.

La legislación orientada a controlar la capacidad de pesca no siempre ha demostrado ser eficaz. La ausencia de prácticas de vigilancia e imposición y una actitud demasiado tolerante podrían haber contribuido al exceso de capacidad de pesca en algunas pesquerías muy rentables.

La estructura institucional de cooperación, gestión y ordenación del sector de la pesca está integrada por varios organismos regionales. Estos difieren entre sí, total o parcialmente, en lo que se refiere a su índole jurídica, composición, zona de competencia, mandato y cobertura geográfica. Dos de ellos son organismos de la FAO, a saber, la Comisión de Pesca para el Atlántico Centro-Occidental (COPACO) y la Comisión de Pesca Continental para América (COPESCAL); el resto son organismos intergubernamentales: la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO), la Comunidad del Caribe (CARICOM), la Comisión Permanente del Pacífico Sur (CPPS) y la Organización Latinoamericana de Desarrollo Pesquero (OLDEPESCA).

Las pesquerías latinoamericanas representan por lo general un porcentaje más bien pequeño del volumen total de descartes, estimado en el 5 por ciento. Esta cifra relativamente baja se debe sobre todo al gran volumen de los desembarques peruanos y chilenos de especies para la producción de harina de pescado, que suelen tener un volumen muy bajo o nulo de descartes. Estos dos países desembarcaron 18,6 millones de toneladas de sardinas, anchoveta y jureles sobre todo para la industria de la harina de pescado, lo que reduce el resto de las capturas de la zona a menos de 4,8 millones de toneladas (Recuadro 14).

La degradación de la zona costera está reduciendo el potencial de pesca en muchos lugares, en particular en las pesquerías en pequeña escala. Esas pesquerías continúan desempeñando un papel fundamental como suministro de alimentos y fuente de empleo en las zonas costeras marginales. Por ello, varios países están adoptando medidas de ordenación integrada de las zonas costeras, como alternativa a otros planes de ordenación de los recursos.

PERSPECTIVAS

El consumo de pescado ha aumentado de forma gradual en los veinte últimos años y es probable que esta tendencia continúe en el futuro. Habida cuenta del crecimiento demográfico y económico, se estima que la demanda se incrementará en 2 a 3 millones de toneladas para el año 2010.

Podría conseguirse un aumento de los suministros mediante la reducción de los descartes y de las pérdidas posteriores a la captura; o la utilización de pequeñas especies pelágicas para el consumo directo, pero ello deberá hacerse en función de la viabilidad económica, tecnológica y comercial. En lo que respecta al aumento de los desembarques, las especies comerciales se encuentran por lo general en un estado avanzado de explotación y habrá que mejorar la ordenación para atender la demanda futura. La producción de pescado en la región fluctuará de acuerdo con la variabilidad de la abundancia de las poblaciones de pequeñas especies pelágicas.

Las tendencias actuales de la producción pesquera continental se intensificarán, probablemente, en el futuro. En Argentina, Chile y algunas zonas del Brasil, se confirmará la tendencia al cierre de las pesquerías para la explotación comercial y a reservarlas para actividades recreativas y de subsistencia. En la parte central, las pesquerías comerciales en los ríos y embalses seguirán teniendo bajos niveles de productividad. En el norte, y en particular en el polígono seco del Brasil, en Cuba y en México, se prevé que continúe la tendencia hacia una ordenación más intensiva de los embalses mediante actividades de repoblación e introducción de especies. Será posible aumentar la producción, siempre que se adopten prácticas esmeradas de ordenación y de fomento de los embalses.

La acuicultura industrial orientada a la exportación ha aumentado de forma significativa en la región y tiene todavía algunas posibilidades de crecimiento. Otros tipos de acuicultura, como las pesquerías en estanques situados en embalses, el cultivo de peces de agua dulce o el de moluscos y plantas acuáticas han crecido menos de lo previsto. El potencial de la acuicultura regional no sólo se basa en los recursos disponibles (agua, tierra, costas, temperatura, agricultura), sino también en el marco institucional vigente, medios de investigación y capacidad empresarial. La mayor parte de los problemas que provocan el lento crecimiento de la acuicultura están relacionados con esos factores. Una consecuencia importante es que la acuicultura de orientación social y la destinada a los productos de bajo valor para sectores sociales de ingreso bajo han adquirido poco desarrollo. Se deberán introducir aún medidas para aprovechar las actuales posibilidades de explotación de estos tipos de producción acuícola.


RECUADRO 14
Las capturas incidentales en América del Sur y Central

La pesca del camarón es un caso notorio de abundantes descartes de peces de fondo y tortugas capturados incidentalmente. Como muchos de los descartes son de ejemplares jóvenes, la abundancia y sostenibilidad de esas poblaciones están en peligro. Las pesquerías del camarón en Brasil y México constituyen buenos ejemplos de las medidas que se pueden adoptar para evitar el problema. Se introdujeron arrastres múltiples con reductores más afilados, lo que hizo posible una mayor selectividad y eficiencia. Las capturas incidentales se redujeron un 18 por ciento, y las capturas de camarón aumentaron un 5 por ciento. No obstante, continúan utilizándose sistemas de arrastre tradicionales en las pesquerías costeras, donde las capturas incidentales se destinan al consumo humano.

Las capturas incidentales de los arrastreros de camarón son calificadas por el Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos como la principal causa de origen humano de mortalidad de las tortugas. Las capturas de tortugas se pueden reducir un 97 por ciento utilizando dispositivos apropiados. A raíz de una prohibición estadounidense de importar camarón de los países que no utilizan tales dispositivos, países como México y Venezuela decidieron exigir la utilización de los mismos en 1993. Las capturas de delfines en las pesquerías del atún del Pacífico tropical oriental son asimismo motivo de preocupación. Desde los primeros años setenta, las poblaciones parecen haberse estabilizado debido a los esfuerzos desplegados por reducir las capturas incidentales: capacitación de los patrones en la aplicación de técnicas más selectivas, adopción de dispositivos para ayudar a los delfines a salir de las redes e introducción de las correspondientes modificaciones de los artes. El Programa Internacional de Conservación del Delfín ha contribuido también a conservar las poblaciones, y en los Estados Unidos se alienta la importación de atún procedente de países que participan en ese programa.

El problema del descarte de las capturas incidentales y su repercusión en otras poblaciones deben ser objeto de medidas especiales. Es preciso introducir con urgencia artes y prácticas de pesca que garanticen el aprovechamiento sostenible de los recursos en beneficio de las personas que viven de la pesca y de las generaciones futuras.

Fuente: FAO. 1994. A global assessment of fisheries by-catch and discards. FAO Fisheries Technical Paper No. 339, Roma.

Los países con abundante consumo directo de pescado, particularmente en el Caribe, continuarán dependiendo de las importaciones, aunque una mejor ordenación de sus recursos y la explotación de las grandes especies pelágicas podrían reducir algo el costo total de las importaciones. Al mismo tiempo, otros alimentos pueden sustituir en parte al pescado.

Dada la fuerte influencia de la demanda internacional, tanto en el volumen como en el valor unitario, y la orientación del sector regional de la exportación hacia los mercados externos, el valor de las exportaciones de pescado deberá continuar creciendo. Una condición importante es que las políticas macroeconómicas y sectoriales ayuden a mantener la competitividad de los productos regionales. La tendencia a conseguir más productos de valor añadido, en vez de limitarse a vender materia prima para el sector de la elaboración, se mantendrá probablemente en los años próximos. Las medidas relacionadas con el comercio y el medio ambiente podrían ocasionar problemas económicos en algunos sectores de la industria pesquera, como ha ocurrido en los casos de los conflictos atún-delfín y camarón-tortugas.

Notas

1 Este examen está basado en el estudio preparado por el Grupo de acción interdepartamental de la FAO bajo la dirección de A. Gumy, Dirección de Políticas y Planificación Pesqueras, Servicio de Planificación y Desarrollo.

2 Si se excluyen las flotas de Honduras y Panamá, las cifras correspondientes son 2 152 en 1995 y 1 787 en 1985.

5. América del Norte1

Esta región comprende Canadá, Groenlandia y los Estados Unidos (excluidas las islas del Caribe y del Pacífico sur pero incluidas Bermuda y San Pedro y Miquelón así como Alaska), y las zonas de pesca adyacentes del Pacífico noroccidental y el Atlántico central y Pacífico nororiental. El presente examen se centra especialmente en el Canadá y los Estados Unidos.

Con una producción total de 7,1 millones de toneladas en 1994, esta región aporta aproximadamente el 6 por ciento de las capturas mundiales. Los desembarques comerciales marinos han fluctuado algo durante el pasado decenio, y las capturas del Atlántico norte han disminuido. La acuicultura y la pesca deportiva revelan un crecimiento más constante. El consumo medio de pescado para fines alimentarios es de 22-23 kg per cápita al año (equivalente de peso en vivo) y se ha mantenido más bien estable durante los últimos años. Los Estados Unidos en particular, pero también el Canadá, son grandes importadores y exportadores de pescado y productos pesqueros. En Groenlandia, el pescado representa más del 90 por ciento del valor total de las exportaciones.

RECURSOS Y PRODUCCION

Pesca marina

Figura 50 Producción pesquera regional y en porcentaje de la producción mundial

En 1994, el volumen de las capturas marinas de la región de América del Norte alcanzó un total de 6,5 millones de toneladas, lo que representó un ligero descenso con respecto del volumen de 1993 pero un aumento sobre 1992. La producción ha sido fluctuante después de una fuerte tendencia ascendente de unos 20 años, hasta 1990, en que los desembarques regionales alcanzaron un máximo de 7,2 millones de toneladas. La razón principal de este estancamiento reciente es la sobre explotación de las principales poblaciones de los bancos de pesca comerciales en algunas zonas donde las pesquerías están ahora cerradas o sujetas a restricciones. Por ejemplo, en el Atlántico norte, el bacalao, que solía representar la mayor parte de los desembarques, ha sido objeto de una moratoria en aguas situadas frente a las costas nororientales del Canadá, por lo que representa sólo una pequeña parte de los anteriores valores de producción. Además, esas restricciones han provocado cambios económicos en muchas comunidades de la zona, cuyos medios de vida dependían por completo de las capturas marinas.

Por otra parte, las principales poblaciones pelágicas, a saber el arenque y la caballa, parecen encontrarse en una situación mucho más favorable, excepto en zonas localizadas. Los recursos de camarón, cangrejo de las nieves y langosta son también abundantes, y se estima que el camarón quizá haya sufrido una depredación menor desde el hundimiento de las poblaciones de bacalao en algunas zonas.

En el Pacífico norte, las especies más importantes son el colín de Alaska, el bacalao del Pacífico, el arenque, la limanda japonesa, la merluza del Pacífico norte, los túnidos y los salmones. El colín de Alaska es, con gran diferencia, la especie más importante, habiendo representado el 40 por ciento del volumen de las capturas del Pacífico en 1994. Las especies que se consideran totalmente explotadas son el bacalao del Pacífico (golfo de Alaska), el halibut del Pacífico, el bacalao negro, las poblaciones de peces de fondo situadas frente a la costa del Pacífico de los Estados Unidos y el merlán del Pacífico. La situación de los recursos de salmón varía considerablemente según los lugares; la mayor parte de las poblaciones están totalmente explotadas y las de salmón real y salmón plateado están sobreexplotadas.

Los peces planos distintos del halibut son abundantes y están insuficientemente explotados en el mar de Bering y en el golfo de Alaska, debido a las restricciones sobre las capturas incidentales aplicadas a otras especies capturadas en el mismo arte. El jurel está también insuficientemente explotado. Aunque la abundancia de arenque del Pacífico acusa grandes diferencias, la tendencia es hacia unos niveles de población bastante aceptables.

Las flotas regionales se caracterizan por su alta tecnología. El exceso de capacidad es un problema importante para los Estados Unidos y el Canadá, y ambos países han puesto en marcha programas para resolverlo. Durante 1995, los Estados Unidos emprendieron dos programas regionales para reducir el esfuerzo de pesca. En el Atlántico noroccidental, se está reduciendo la capacidad de captura de los peces de fondo mediante el desguace de embarcaciones y la recuperación de las licencias concedidas. En el Pacífico nororiental, se están retirando centenares de licencias de pesca de salmón. Se están estableciendo centros de asistencia familiar para la pesca como complemento de los programas de recuperación de barcos y permisos.

En el Canadá, hay exceso de capacidad de captura en las flotas nacionales de ambas costas, aunque gran parte de la flota dedicada a la captura de peces de fondo del Atlántico ha estado inactiva y ha sufrido importantes recortes en los últimos años. En la región atlántica, en 1994 se puso en marcha un programa de retirada de licencias para la pesca de peces de fondo. Además, en 1995 se dio a conocer un plan de jubilación anticipada para los pescadores, y hay un plan de retirada de licencias de pesca de salmón del Pacífico.

Pesca en aguas continentales

En las pesquerías continentales las capturas de la pesca comercial en pequeña escala están disminuyendo de forma constante, desplazadas por el constante desarrollo de la pesca deportiva. El volumen de capturas conseguido por ésta en aguas dulces de los Estados Unidos supera ampliamente el de las capturas comerciales de toda América del Norte. La ayuda federal a la restauración de la pesca deportiva es considerable, y en 1995 siete organismos federales interesados en la administración adoptaron varias medidas para elaborar programas de pesca deportiva. También en las regiones centrales y árticas del Canadá la pesca deportiva supera a la producción comercial en las pesquerías de captura en agua dulce. El total de las capturas comerciales en 1994 fue de 71 000 t.

Figura 51 Utilización de pescado y suministro alimentario

Figura 52 Importaciones y exportaciones pesqueras (incluido el comercio intrarregional)

N.B. Las estadísticas de la FAO sobre el comercio comienzan en 1976

Acuicultura

En América del Norte la acuicultura es una actividad diversificada, que comprende peces marinos y de agua dulce, crustáceos, moluscos y plantas. En el Canadá se crían especies de aguas frías, como el salmón, la trucha y los moluscos. En los Estados Unidos, las principales especies son el bagre, los ostiones, la trucha arco iris, el salmón y el cangrejo. El crecimiento de algunas especies ha sido especialmente rápido, por ejemplo, la tilapia y el camarón. Por término medio, la acuicultura de los Estados Unidos creció aproximadamente un 2 por ciento al año durante el decenio anterior a 1994, mientras que en el Canadá fue del 20 por ciento. En lo que respecta al valor, la acuicultura canadiense alcanzará un cuarto del valor de las pesquerías comerciales no más tarde del año 2000. El total de la producción acuícola regional alcanzó casi las 500 000 t en 1994.

PRODUCTOS Y MERCADOS

El consumo de pescado en América del Norte pasó de 14,7 kg por persona en 1970 a casi 22 kg en los últimos años ochenta, y se ha mantenido prácticamente estable desde entonces. Los precios reales han aumentado en comparación con los de los productos cárnicos, y existe una tendencia hacia un mayor consumo de pescado y productos pesqueros y un desplazamiento de la demanda en favor de éstos con respecto de la carne roja. Los productos pesqueros más populares son el atún, sobre todo en conserva, el camarón, colín, bacalao, salmón, bagre, peces planos, almejas, cangrejos y vieiras. En los Estados Unidos han influido en la opinión de los consumidores y en la demanda de pescado y productos pesqueros un mayor reconocimiento de los beneficios de su consumo para la salud, la preocupación por la inocuidad del pescado y sus productos y los problemas del medio ambiente marino así como la protección de los mamíferos marinos, en particular delfines y ballenas, tortugas de mar y especies amenazadas o en peligro (Recuadro 15).


RECUADRO 15
Medio ambiente y conservación de los recursos

En América del Norte, existe un fuerte interés de la opinión pública y de los consumidores por la conservación de los recursos y la protección del medio ambiente, lo cual influye tanto en la pesca como en la acuicultura. En los Estados Unidos ello se refleja en muchas disposiciones normativas del Gobierno encaminadas a proteger el medio ambiente acuático y su biodiversidad. Dentro de esas medidas legislativas cabe citar la Ley de protección de las especies en peligro, la Ley de protección de los mamíferos marinos, la Ley de protección de las pesquerías costeras y la propuesta de Ley de pesca (Proyecto de ley C-115), todas las cuales tienen como objetivo la protección y conservación de las especies y de sus hábitats. Algunos grupos promueven la protección del medio ambiente ejerciendo presión sobre el comercio internacional con el fin de influir en los métodos de pesca y artes utilizados. Ello se ha traducido, por ejemplo, en la obligación de reducir las importaciones de algunas especias ícticas si no se capturan con artes y métodos que respondan a determinadas condiciones. Esas estipulaciones no se basan necesariamente en pruebas científicas, por lo que podrían ser rechazadas en virtud de lo dispuesto en algunas normas del comercio internacional.

Fuente: United States Department of Commerce, 1995. Our living oceans. Report on the Status of United States Living Marine Resources.

Lo mismo que ocurre con el sub-sector de la pesca, el sector de la elaboración se caracteriza por su gran desarrollo técnico. Se han registrado progresos en las técnicas de transporte, distribución y congelación, y la duración de los peces vivos y del pescado fresco es ahora mayor, lo que permite ampliar el comercio de estos tipos de productos lejos de los mercados locales. Por ello, la mayor parte de los desembarques internos se consumen como productos frescos o congelados, y se observa una tendencia a aumentar la parte de los productos acuícolas frescos y congelados en el consumo, en particular de bagre y salmón. Por el contrario, muchas de las pesquerías naturales tradicionales han registrado descensos en el consumo per cápita: bacalao, peces planos, almejas y vieiras. Con respecto a los productos en conserva, el consumo ha aumentado más bien poco desde 1970, lo que refleja una orientación del consumidor hacia productos pesqueros más caros. Como consecuencia de las mejoras introducidas en el sistema de distribución, cada vez es más fácil adquirir pescado fresco, crustáceos y moluscos en los centros urbanos durante todo el año. Se estima que, en los Estados Unidos, el 70 por ciento del gasto en crustáceos y moluscos está asociado a las compras de servicios alimentarios; los de precio más alto suelen consumirse en restaurantes, y se prevé que continúe esta tendencia al consumo fuera de casa.

Estados Unidos es uno de los principales importadores y exportadores de pescado; Canadá figura entre los mayores exportadores mundiales. Estados Unidos es el segundo importador, después del Japón; en 1994 sus importaciones alcanzaron un valor de 6 600 millones de dólares EE.UU. El camarón constituye más de un tercio de las importaciones, y los principales abastecedores son el Ecuador y Tailandia. Son también abundantes las importaciones de filetes y bloques de peces de fondo, sobre todo de la Federación de Rusia y China. Las exportaciones estadounidenses sumaron un total de 3 100 millones de dólares EE.UU. en ese mismo año, y el grueso de las mismas correspondió al salmón y peces de fondo del Pacífico2. El Canadá, en 1994 exportó pescado por continentales, valor de más de 2 000 millones de dólares EE.UU. Los principales mercados de las exportaciones canadienses son los Estados Unidos, el Japón y la UE. Groenlandia exportó en 1994 productos pesqueros por valor de 266 millones de dólares EE.UU. El pescado representa más del 90 por ciento del total de las exportaciones de la isla3.

POLITICAS Y ORDENACION PESQUERAS

Las pesquerías estadounidenses están administradas por la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera a través del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas, y por los ocho consejos regionales de ordenación de la pesca. Los organismos federales y estatales administran las pesquerías y los consejos regionales son responsables de la ordenación de los recursos marinos en sus respectivas zonas de jurisdicción.

En el Canadá, la jurisdicción federal de la pesca es competencia del Departamento de Pesca y Océanos, cuyos objetivos de ordenación son conservar y proteger los recursos y, en colaboración con los usuarios comerciales, aborígenes y deportivos, garantizar la sostenibilidad de la pesca y de la industria pesquera. El Departamento ejerce también jurisdicción en lo tocante a los recursos continentales; la zona más importante es la región central y ártica, que contiene aproximadamente el 67 por ciento del agua dulce del Canadá y siete de los mayores lagos del mundo.

La pérdida o degradación del hábitat es quizá el problema más grave con que se enfrenta el sector pesquero de la región. En el Pacífico noroccidental (Estados Unidos) y en la Columbia Británica (Canadá), según las estimaciones se ha perdido el 80 por ciento del hábitat de desove y fluvial que servía de sostén a los bancos de salmón del Pacífico y truchas. Las técnicas más utilizadas para reconstruir las pesquerías de captura son la repoblación y el apoyo a las actividades piscícolas, la construcción de arrecifes artificiales, el establecimiento de reservas acuáticas o zonas protegidas y la restauración de hábitats. Las piscifactorías son ahora muy numerosas y cada año se liberan miles de millones de ejemplares jóvenes. No obstante, aunque los gobiernos federales de los Estados Unidos y el Canadá han aprobado un conjunto de medidas protectoras del medio ambiente, los intereses socioeconómicos y políticos influyen muchas veces en la aplicación e imposición de esas medidas.

Las actuales políticas nacionales relativas a la conservación y ordenación de la pesca en los Estados Unidos están basadas en planes de ordenación pesquera elaborados mediante consultas con los organismos gubernamentales, los grupos de interés público y de usuarios y las organizaciones internacionales interesadas en esta materia. Casi todas las pesquerías federales están sometidas al control del acceso (licencias y permisos). Hasta la fecha, sólo se han puesto en marcha tres sistemas de contingentes transferibles individuales en algunas pesquerías, que harán posible una considerable reducción de los buques de pesca. Se han introducido programas cuyo objetivo es reducir el excedente de capacidad de pesca. El desarrollo tecnológico de los Estados Unidos ha estado condicionado recientemente por consideraciones ecológicas y comerciales. Se han registrado algunos avances en la selectividad de los artes de pesca, y se prevé que la demanda de productos de valor añadido permita obtener mejoras en el sector de las actividades posteriores a la captura. Además, se está elaborando un programa de inspección obligatoria del pescado y los productos pesqueros.

En la costa atlántica del Canadá, la ordenación tiene en cuenta las recomendaciones del Consejo de conservación de los recursos pesqueros, creado para aunar los conocimientos de pescadores, industriales y científicos en un esfuerzo común por orientar las actividades de pesca en el Atlántico. Algo semejante se ha hecho en la región del Pacífico. Además de imponer moratorias para varias especies, los organismos de ordenación canadienses obligan a las flotas a presentar planes de conservación de las capturas antes de cada temporada de pesca. Para resolver el problema del exceso de capacidad, se observa una preferencia por las asignaciones a las empresas, los contingentes transferibles individuales, los contingentes individuales y los contingentes comunitarios.

Figura 53 Producción pesquera por categorías de especies

Figura 54 Importaciones y exportaciones pesqueras por principales países comerciantes en 1994

Algunas medidas de ordenación de varias zonas y especies figuran entre las recomendaciones de las organizaciones y acuerdos de pesca en que participan el Canadá y los Estados Unidos, en particular, la Organización de Pesquerías del Atlántico Norte (NAFO), la Organización para la Conservación del Atún del Norte del Atlántico (NASCO), la Comisión del Salmón del Pacífico, la Comisión de Peces Anadromos del Pacífico Septentrional y la Comisión Internacional del Hipogloso en el Pacífico. El Canadá y los Estados Unidos cooperan en la ordenación de las especies altamente migratorias y las poblaciones transzonales a través de estas organizaciones regionales de pesca. Ambos países tienen también reglamentos referentes al desarrollo de la acuicultura.


RECUADRO 16
Plan del NMFS sobre las capturas incidentales

El Servicio Nacional de Pesquerías Marinas (NMFS) de los Estados Unidos ha diseñado un plan decenal que permitirá patrocinar investigaciones sobre las capturas incidentales e iniciativas de ordenación. Con este plan se persigue obtener datos sobre las capturas incidentales para identificar las pesquerías en que éstas son significativas; evaluar los efectos biológicos, económicos, sociales y ecológicos de la reducción de las capturas incidentales así como su magnitud y características; orientar las iniciativas de conservación. El plan incluirá la recomendación de algunas prioridades, procedimientos para alcanzar los objetivos aprobados, un calendario de ejecución y métodos para la supervisión y evaluación de las alternativas seleccionadas. El Comité de asesoramiento sobre la pesca marina (MAFC), adscrito al NMFS, está examinando las soluciones a más largo plazo al problema de las capturas incidentales y ha considerado la modificación del diseño de los artes de pesca, el desarrollo de la maricultura en las pesquerías con poblaciones naturales que son objeto de pesca intensiva, técnicas de ordenación y de supervisión y enfoques guiados por el mercado que se han aplicado con buenos resultados en Alaska.

Fuente: Correspondencia dirigida a la FAO por el Servicio de Pesca del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, 1996.

Existen asimismo reglamentos y acuerdos regionales relativos a las capturas incidentales, y los descartes son relativamente escasos en la mayor parte de las especies, tanto en el Atlántico noroccidental como en el Pacífico nororiental. El problema continúa siendo objeto de atención y, por ejemplo, en los Estados Unidos el Servicio Nacional de Pesquerías (NMFS) está preparando un plan decenal de investigación y ordenación (Recuadro 16).

PERSPECTIVAS

La demanda futura de pescado y productos pesqueros en América del Norte dependerá por un lado, de la opinión, cada vez más extendida, de que el pescado es un alimento sano y, por el otro, de las preocupaciones sanitarias y ambientales. Es difícil cuantificar la repercusión de los diferentes problemas en las pautas de consumo, pero se prevé un aumento de la demanda de pescado y productos pesqueros en el futuro. Cabría esperar también una orientación hacia el pescado de valor más elevado.

En las pesquerías marinas de captura se ha llegado a un nivel de producción prácticamente estable, en que las poblaciones ícticas comerciales están totalmente explotadas o sobreexplotadas. El acceso libre así como las medidas tradicionales de ordenación se consideran insuficientes, y se está confirmando una tendencia hacia nuevos sistemas de asignación y conservación de los recursos, más orientados hacia la privatización y la participación directa de la industria privada en las actividades de supervisión. No obstante, es todavía demasiado pronto para prever las consecuencias futuras sobre los niveles de producción y la composición de las capturas.

Las pocas poblaciones insuficientemente explotadas, sobre todo pequeñas especies pelágicas, no parecen tener un mercado inmediato. El aumento de la producción procederá fundamentalmente de la acuicultura. Si se prolongan las tendencias del pasado, esta evolución mantendrá un fuerte componente tecnológico y deberá prestarse atención a los problemas ambientales.

Se podrían incrementar los suministros aumentando las importaciones, lo que ofrecería a los países en desarrollo con una acuicultura en crecimiento, en particular en el Asia sudoriental, la posibilidad de aumentar las exportaciones a América del Norte. Los Estados Unidos continuarán importando un gran volumen de productos pesqueros. Los aspectos ambientales y de control de calidad influirán en las importaciones y en la estructura del consumo en la región.

Notas

1 El presente examen está basado en el estudio preparado por el Grupo de acción inter-departamental de la FAO bajo la dirección de M. Lizárraga, Dirección de Políticas y Planificación Pesqueras, Servicio de Instituciones Internacionales y Enlace.

2 United States Department of Commerce. 1995. Fisheries of the United States 1994. Current Fishery Statistics No. 9400. Silver Spring, MD, Estados Unidos.

3 Danmarks Statistik. 1996. External Trade of Denmark 1994. Copenhague.

6. Cercano Oriente y Africa del Norte1

Esta región se extiende desde la costa atlántica de Marruecos, y la costa mediterránea de Africa del Norte (con exclusión de Malta pero incluido Chipre), hasta la costa del Mediterráneo oriental y Turquía así como Egipto, Jordania y los países de la península Arábiga (que limita con el mar Rojo, el golfo de Adén, el golfo de Omán y el mar Arábigo), y los países de Asia central. Otras importantes masas de agua de la región son el mar Negro (también incluido en el examen sobre Europa y Rusia), el mar Caspio y el mar de Aral.

Ningún país de la región depende en forma considerable del pescado y los productos pesqueros en cuanto base de la economía. Las pesquerías son diversificadas: desde las basadas en los recursos relativamente abundantes de la costa atlántica de Marruecos, a las pesquerías costeras y continentales de recursos relativamente escasos. El total de la producción sumó 2,8 millones de toneladas en 1994, de los que más de una cuarta parte correspondieron a Marruecos. El consumo de pescado con fines alimentarios varía mucho en toda la región y es bajo con respecto de la carne. En el Yemen, el suministro es de 40 kg per cápita; el consumo per cápita más bajo corresponde a Afganistán, con 0,1 kg (equivalente de peso en vivo). En general, la región no ocupa un lugar importante en el comercio internacional de pescado y productos pesqueros.

RECURSOS Y PRODUCCION

Pesca marina

Figura 55 Producción pesquera regional y en porcentaje de la producción mundial

En 1994, después de varios años de capturas poco abundantes, el total de las capturas marinas en la región ascendió a 2,2 millones de toneladas, lo que significa que se alcanzó casi el nivel récord de 1988. Marruecos es el país con recursos pesqueros más abundantes, ya que tiene costa tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo. El Atlántico centro-oriental aporta aproximadamente un tercio del total de la producción marina de la región. Entre las especies de valor elevado que constituyen el objetivo de actividades pesqueras figuran los cefalópodos, la merluza, el besugo y los crustáceos. Hay también importantes recursos de pequeñas especies pelágicas, como la sardina, caballa, jurel y la sardinela, entre los que destaca por su importancia la sardina. Las pesquerías de cefalópodos y demersales están sobreexplotadas y se considera necesario reducir el esfuerzo de pesca. Algunos de los recursos de pequeñas especies pelágicas se encuentran en mejor situación, en particular las poblaciones de sardinela compartidas con Mauritania en el sur.

El Mediterráneo oriental ofrece pocas posibilidades de aumentar los desembarques procedentes de la pesca de captura. En conjunto, no parece probable que haya quedado ninguna población insuficientemente explotada en el Mediterráneo, aunque algunas poblaciones de pequeñas especies pelágicas pueden aumentar repentinamente de vez en cuando, quizá debido a condiciones ambientales temporales. Se encuentran bancos abundantes para la pesca de arrastre en el golfo de Gabes, en Túnez, el golfo de Siria, en Libia, y frente al delta del Nilo, en Egipto. Las principales especies mediterráneas son las sardinas, anchoas y jureles. Las capturas procedentes del mar Negro disminuyeron fuertemente hace algunos años, en particular los desembarques de anchoa en Turquía. Ese declive se debió a la sobrepesca, a la contaminación y a la introducción de especies exóticas.

Los recursos pesqueros de los principales mares de la zona no abundantes, son pero constituyen una fuente de empleo para los pescadores costeros locales. Hay considerables recursos mesopelágicos que podrían explotarse en el mar Arábigo frente a Omán, Irán y Pakistán, pero la viabilidad comercial de dichas operaciones no es nada segura. No obstante, las poblaciones comercialmente valiosas en aguas de países de Arabia Saudita Oriental, Bahrein, Qatar y los Emiratos Arabes Unidos están totalmente explotadas, y hay estimaciones del potencial del mar Rojo. En lo que respecta a los arrecifes de coral y las comunidades pesqueras marinas a ellos asociadas, los recursos suelen ser vulnerables a la sobrepesca. Entre las especies comerciales importantes explotadas cabe señalar el camarón y la langosta de la India.

En toda la zona, las pesquerías están amenazadas por la degradación ambiental debida a los derrames de petróleo y la escorrentía industrial, urbana y agrícola. La contaminación de ctenóforos que devastó el ecosistema del mar Negro se ha extendido ahora por el Mediterráneo nororiental. Las capturas incidentales de los arrastreros dedicados a la pesca de camarón y los consiguientes descartes constituyen un grave problema en aguas de Kuwait, Irán, Arabia Saudita y Bahrein, y pueden representar hasta el 95 por ciento de las capturas, es decir, unas 35 000 t en 1994. La situación es todavía más preocupante en las pesquerías de arrastre de cefalópodos y en las de crustáceos y merluza frente a las costas de Africa noroccidental, donde el volumen de las capturas incidentales se aproxima a las 350 000 t.

En la mayor parte de los países es difícil estimar la situación de las poblaciones, por falta de reconocimientos, y supervisar el esfuerzo de pesca. Sólo se pueden formular deducciones basadas en las tendencias de las capturas. Si las capturas han disminuido, ello se debe a la sobrepesca más que a la reducción del esfuerzo de pesca. Ha aparecido un problema de exceso de capacidad de pesca en el Mediterráneo meridional como consecuencia de los planes de expansión de la flota en Libia y el traslado de parte de la flota de la anchoa del mar Negro turco a aguas turcas en el Mediterráneo. Recientemente, algunos gobiernos han reducido la disponibilidad de donaciones y préstamos de inversión en condiciones favorables con el fin de desacelerar la tasa de capitalización. A pesar de ello, los buques son de tecnología cada vez más avanzada, con modernos instrumentos de navegación, artes y técnicas de manipulación. No obstante, los enormes buques que faenan en aguas distantes no se ven con tanta frecuencia como antes, debido en particular a la reestructuración de las flotas en los países de Europa oriental. En Marruecos, el nuevo acuerdo de acceso concertado con la UE prevé la entrada de un reducido número de embarcaciones. En consecuencia, Marruecos espera modernizar su flota costera para aprovechar la reducción del esfuerzo de pesca extranjero en su zona de pesca; y quizá se desincentive la realización de nuevas inversiones en la pesquería de cefalópodos, ya sobrecapitalizada.

Figura 56 Utilización de pescado y suministro alimentario

Figura 57 Importaciones y exportaciones pesqueras (incluido el comercio intrarregional)

N.B. Las estadísticas de la FAO sobre el comercio comienzan en 1976

Pesca en aguas continentales

El total de la producción en aguas continentales sumó en esta región 452 000 t en 1994. A Egipto corresponde una cuarta parte del volumen total, gracias a sus pesquerías en el río Nilo y el lago Nasser. En Iraq, Irán, Turquía e Israel los recursos de la pesca continental de captura son también considerables.

En el mar Caspio, primera fuente de recursos de pesca marina en Irán, las principales especies explotadas son el esturión, el sábalo y la carpa plateada, pero hay también pequeñas especies pelágicas, como la kilka. Un motivo de preocupación es la situación de las poblaciones de esturión, intensamente explotadas desde hace tiempo. La zona ha sufrido también un proceso de degradación ambiental durante los últimos decenios, tanto por factores climáticos como por las actividades humanas. Las poblaciones de esturión se están manteniendo gracias a los programas de cría, y parece que las pequeñas especies pelágicas están poco explotadas (Recuadro 17).

En Asia central la construcción de presas en los ríos, la creación de embalses y la progresiva degradación ambiental del mar de Aral han impedido una ordenación racional de las pesquerías. La profundidad del mar de Aral se ha reducido de forma significativa y en 1982 se interrumpieron todas las actividades de pesca comercial (Recuadro 18).

Acuicultura

En 1994 el valor de la producción acuícola de la región fue sólo el 2 por ciento del total mundial, y el peso sólo el 0,6 por ciento: un total de 148 000 t con un valor de 875 millones de dólares EE.UU. Seis países representan aproximadamente el 90 por ciento de la producción, integrada casi en su totalidad por peces de aleta; las principales especies cultivadas son la carpa común, la tilapia del Nilo y la carpa plateada. El resto, muy pequeño, corresponde a los moluscos y crustáceos.


RECUADRO 17:
Las pesquerías iraníes en el mar Caspio

El mar Caspio está aquejado por una fuerte contaminación y por problemas ambientales que representan una amenaza para los recursos marinos. Los recursos pesqueros han sufrido también los efectos de una pesca intensiva, que ha resultado especialmente nociva para las poblaciones de esturión. Este mar constituye una de las principales áreas de pesca del Irán, que recientemente ha aprobado un plan para mejorar la situación de los recursos pesqueros, uno de cuyos objetivos es aumentar la producción de esturión.

Con este fin, Irán estableció un amplio programa de criaderos y ha concertado acuerdos internacionales con los países vecinos a fin de determinar la distribución de las capturas y combatir la pesca furtiva. Además, la pesca de macabí con redes de enmalle se está eliminando gradualmente mediante un plan de recompra de licencias, ya que las capturas incidentales de esturiónson importantes en esta pesquería. A los pescadores desplazados por esas medidas se les anima a que utilicen artes de playa y participen en las pesquerías de kilka, en las que no se producen capturas incidentales de esturión. Es posible aumentar la producción de kilka y las capturas sostenibles podrían duplicarse si se abren nuevos caladeros. La kilka es un pez de gran volumen y escaso valor utilizado para la producción de harina y en menor medida para consumo humano. Algunos ejemplares se utilizan ya en conserva y en paquetes congelados para el consumo doméstico.

Fuente: FAO. 1996. The formulation, evaluation and implementation of fisheries management practices in the Islamic Republic of Iran. TCP Technical Report (restricted),FI:TCP/IRA/4559. Roma.



RECUADRO 18:
La cuenca del mar de Aral

El mar de Aral se alimenta de dos grandes ríos:el Amu-Darya y el Sur-Darya. Desde 1960, el mar de Aral ha sufrido un proceso de desecación; se ha vaciado no solamente por causas climáticas, como la serie de años de sequía en el decenio de 1970, sino también como consecuencia de la desviación del agua de sus dos ríos tributarios para actividades de riego.

En la región hay una larga tradición de agricultura de regadío, pero el aprovechamiento del agua se intensificó significativamente después de 1960. En la cuenca del Amu-Darya, la superficie regada aumentó un 37 por ciento entre 1961 y 1980, lo que obligó a destinar recursos adicionales y a aumentar el consumo de agua un 80 por ciento. Además, se ha desviado agua hacia el canal de Karakum, también para riego. Aproximadamente al mismo tiempo, la superficie de tierra regada de la cuenca del Sur-Darya creció un 31 por ciento y el correspondiente consumo de agua un 22 por ciento. Con el fin de ordenar estos sistemas de riego, se construyeron embalses y se ampliaron las redes de canales. El agua de vuelta se utilizó también para favorecer la escorrentía de las aguas fluviales. Por otra parte, se había registrado también un incremento de la salinidad, particularmente en los años secos, pero los niveles de salinidad aumentaron considerablemente en los ríos y embalses de almacenamiento de agua a raíz de la introducción del nuevo régimen.

La mayor utilización de agua para actividades de riego en las cuencas del Sur-Darya y Amu-Darya ha tenido efectos desastrosos en los deltas fluviales así como en el mar de Aral. Las poblaciones ícticas han sufrido esos efectos y se ha observado una fuerte reducción en los hábitats de desove y cría. Muchos pequeños lagos del delta han desaparecido y la superficie del mar de Aral se ha contraído. Este mar ha dejado de tener importancia en lo que se refiere a la pesca; en 1982 se interrumpió por completo toda actividad de pesca comercial. Con la desaparición de los peces, se perdieron también 60 000 puestos de trabajo, lo que representó un desastre social y económico para las comunidades locales.

En 1993, se firmó un acuerdo multinacional entre los cinco Estados de la cuenca de captación del mar de Aral: Kazakstán, República Kirguisa, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, con el fin de mejorar la ordenación de los recursos hídricos. No obstante, dados los problemas económicos y políticos que aquejan actualmente a los países de la región, ha resultado difícil hacer realidad un plan de rescate.

Fuentes: FAO. 1995. Indo-Pacific Fishery Commission: Papers contributed to the Regional symposium on sustainable development of inland fisheries under environmental constraints. 5. Case Study 2: The Aral Sea catchment. T. Petr y M. Morris, eds. Bangkok, 19-21 de octubre de 1994. FAO Fisheries Report No. 512 Suppl.; People and the Planet Magazine. 1995. Requiem for a dying sea. Vol. 4 No. 2.

Figura 58 Producción pesquera por categorías de especies

Figura 59 Importaciones y exportaciones pesqueras por principales países comerciantes en 1994

En lo que respecta a la producción en agua dulce, los principales sistemas están basados en el cultivo de diversas combinaciones de especies de peces herbívoros y omnívoros. Dichos sistemas se caracterizan por un nivel entre bajo y moderado de insumos de producción (sistemas extensivos y semiextensivos), de procedencia local. En Egipto, que representa el 26 por ciento del volumen total de producción, el cultivo de la carpa se practica en los arrozales. El cultivo de peces marinos se realiza sobre todo en sistemas de cultivo intensivo, por ejemplo con jaulas colocadas cerca de la costa, y, en menor medida, en canales y lagunas costeras; estos sistemas utilizan sólo piensos para la acuicultura nutricionalmente completos, con elevado contenido de harina y aceite de pescado. En resumen, la producción acuícola ha continuado creciendo muy por encima de la tasa mundial, y las posibilidades de expansión son más bien favorables. Además, en algunos países, la acuicultura efectúa una valiosa aportación a la producción pesquera general: el 70 por ciento en Israel, el 50 por ciento en la República Arabe Siria y el 17 por ciento en Egipto.

PRODUCTOS Y MERCADOS

El consumo de pescado en el Cercano Oriente y Africa del Norte varía enormemente entre las distintas subregiones y países, e incluso dentro de cada país. Por ejemplo, el consumo de pescado en Afganistán es uno de los más bajos del mundo, con un suministro de pescado para fines alimentarios de 0,1 kg por persona y año (equivalente de peso en vivo), mientras que en Adén (Yemen) la cifra correspondiente es de 40 kg/persona/año. El suministro medio per cápita en la región es de sólo 5 kg al año. No obstante, en torno al Mediterráneo, el pescado es un alimento tradicional preparado de muchas maneras y con un lugar predominante en la cocina. Pero incluso en el Mediterráneo, las pequeñas especies pelágicas, por ejemplo las sardinas, no gozan de la misma aceptación que los peces demersales, como el besugo, o los grandes peces pelágicos, como el pez espada. Entre las pequeñas especies pelágicas, las anchoas suelen tener más demanda que las sardinas.

El pescado se consume en general fresco, sobre todo cuando se trata de especies demersales, cefalópodos y moluscos y crustáceos. Las pequeñas especies pelágicas mediterráneas, como las sardinas y anchoas se consumen frescas, en conserva o en salazón; el atún, sobre todo en conserva. En Yemen y Omán, las pequeñas especies pelágicas se secan también en la playa y luego se destinan a la alimentación animal, y en Marruecos e Irán se utilizan también para producir harina y aceite de pescado. En Marruecos las conservas de sardinas se producen desde tiempos de la primera guerra mundial, y este sector continúa contribuyendo en forma significativa a la economía del país. Los abundantes recursos de pequeñas especies mesopelágicas (4 cm de longitud) en el mar Arábigo no se explotan todavía comercialmente, pero ha comenzado la pesca de exploración con buques de Omán e Irán; el objetivo es la producción de harina de pescado.

La región no contribuye mayormente al comercio pesquero internacional. No obstante, Marruecos es un importante exportador que deberá aumentar sus exportaciones en la medida en que crezca la demanda europea de especies de elevado valor y se desarrolle su propia flota. Su sector de elaboración de la sardina ha incorporado las últimas tecnologías para hacer posible una producción competitiva a precios mundiales. Otros países exportan ante todo pescado de precio elevado, junto con algunos cefalópodos y crustáceos, a los mercados europeos y al Japón. Varios países tienen un comercio, modesto pero en crecimiento, de pescado fresco y congelado con Europa, y un comercio intrarregional con Arabia Saudita, Israel, Bahrein, Qatar y los Emiratos Arabes Unidos.

POLITICAS Y ORDENACION PESQUERAS

La pesca ocupa un lugar secundario en la mayor parte de los países de esta región, y las administraciones pesqueras nacionales suelen ser pequeñas. Como se requiere una mayor eficiencia, se están reduciendo algunos de esos organismos administrativos, lo que significa una contracción del personal y de los fondos disponibles en apoyo de ese sector. En muchos países, el sector privado ha asumido el papel principal desempeñado antes por la administración nacional. Así ocurre especialmente en las actividades de extensión, en que la venta de documentos técnicos y las actividades de apoyo de los fabricantes de artes y motores representan una ayuda vital para los pescadores.

Los países de la ex Unión Soviética en Asia central han tenido que hacer grandes esfuerzos por adaptarse a la transición, y algunas de las actividades se han privatizado, por ejemplo las piscifactorías y criaderos, puertos, flotas y compañías comerciales.

En general, los gobiernos han adoptado pocas decisiones firmes de conservación y ordenación, y sólo algunos países han fijado límites con respecto del esfuerzo de pesca o las capturas de diferentes especies. Además, en muchos casos, las medidas de ordenación adoptadas no se llevan luego a la práctica. En la región existe la prohibición total de la pesca de arrastre decretada por los Emiratos Arabes Unidos y su autorización únicamente durante algunos períodos en el Irán; se han fijado tamaños mínimos para las mallas de las redes; se ha protegido la pesca artesanal mediante la creación de una zona costera en la que está prohibida la pesca industrial; se han establecido temporadas de veda de la pesca, y se ha controlado el esfuerzo.

Dada la presión creciente ejercida sobre las poblaciones, algunos gobiernos han reducido la disponibilidad de donaciones y préstamos en condiciones favorables para la inversión, y se han adoptado medidas para controlar el exceso de capacidad de pesca: por ejemplo, Túnez ha retirado todo apoyo a la inversión en nuevas embarcaciones destinadas expresamente a faenar en la pesquería sobreexplotada del golfo de Gabes, y el Gobierno del Irán ha emprendido un programa de reducción de la flota después de prohibir la pesca de arrastre y ha aprobado un plan de ordenación de la pesca en el mar Caspio (Recuadro 17). No obstante, la mayor parte de los gobiernos no gravan el combustible utilizado en las operaciones de pesca, y otros llegan a suministrar combustible a precios inferiores a los mundiales, además de conceder subvenciones de alcance muy amplio, si bien la tendencia actual es a reducir las subvenciones públicas.

Los organismos regionales de pesca de la FAO abarcan la mayor parte de las áreas de pesca de esta región, con excepción de las pesquerías continentales del Asia central. Dichos organismos son la Comisión de Pesca para el océano Indico, el Consejo General de Pesca del Mediterráneo y el Comité de Pesca para el Atlántico Centro-Oriental (CPACO). El CPACO será utilizado para fines científicos y administrativos por la Conferencia Ministerial sobre la cooperación pesquera entre los Estados africanos ribereños del océano Atlántico.

PERSPECTIVAS

Suponiendo que el consumo de pescado en la región se mantenga relativamente bajo en comparación con los niveles mundiales, al menos hasta el año 2010, se podrá atender un pequeño aumento de la demanda incrementando ligeramente los desembarques regionales, si no se desvían hacia la exportación. Los factores que contribuirán a un posible aumento del consumo en algunos países de Africa del Norte son la expansión económica y el desarrollo del turismo. Marruecos registrará, probablemente, un fuerte aumento del consumo conforme se vayan expandiendo la economía y el sector de la pesca. El consumo de pescado en los países del Cercano Oriente continuará siendo relativamente escaso. Los suministros de pescado no contribuyen en forma sustancial, ni se prevé que lo hagan en el futuro, a la seguridad alimentaria de esta subregión, pero no obstante el pescado constituye una importante fuente alternativa de alimentos.

Las mejoras introducidas en la ordenación deberán permitir aumentar las capturas de algunas especies explotadas en forma intensiva, ya que el resultado será una reducción del esfuerzo de pesca; en particular, los recursos de pequeñas especies pelágicas deberán formar la base de un aumento de los desembarques en toda la región. La aguas atlánticas de Marruecos ofrecen buenas posibilidades de satisfacer la creciente demanda de pescado y productos pesqueros. Las sardinas en conserva se venden en todo el mundo, incluso a grupos de bajos ingresos, y contribuyen a la seguridad alimentaria. Hay también abundantes poblaciones de especies mesopelágicas frente a las costas de Yemen, Omán, Pakistán e Irán. Deberán introducirse métodos poco costosos de captura y elaboración de esas poblaciones. En la subregión del Cercano Oriente, la acuicultura representa la principal oportunidad de aumentar el suministro de pescado y deberá expandirse en las zonas protegidas y lagunas de la costa norteafricana.

Entre los futuros problemas que habrá que resolver para conseguir un mayor desarrollo de la acuicultura regional figura la competencia de otros intereses por los limitados recursos de agua dulce, lugares idóneos e ingredientes para los piensos. Se observa una falta de planificación del desarrollo intersectorial, en particular entre la agricultura y la acuicultura. Los países que tropiezan con esas limitaciones se están orientado hacia la práctica de la acuicultura en las actuales aguas continentales y zonas costeras marinas para evitar la utilización de tierra de cultivo. En la acuicultura marina, la saturación del mercado y el descenso de los precios han estimulado una mayor eficiencia en la producción y la diversificación de las especies cultivadas. provocado

La expansión del mercado europeo de pescado de valor elevado ha en Marruecos la constitución de numerosas empresas pesqueras en pequeña escala, así como un aumento de la inversión en instalaciones terrestres de elaboración, manipulación y distribución. Esta tendencia podría prolongarse en el tiempo. No obstante, el comercio futuro con Europa podría verse dificultado como consecuencia de la entrada en vigor de los reglamentos de control sanitario de la UE, ya que los países necesitarán tiempo para adaptarse a los nuevos requisitos.

7. Asia meridional y sudoriental1

Esta región comprende los países de Asia meridional y sudoriental, desde el Pakistán al oeste, hasta Indonesia, al este. Las principales áreas de pesca de estos países son la parte septentrional del océano Indico, incluido el golfo de Bengala y el mar Arábigo, el mar de la China meridional, así como la parte centro-occidental del océano Pacífico.

Asia meridional y sudoriental comprende algunas de las aguas con mayor producción pesquera del mundo. El total de la producción regional de pescado fue de 19,5 millones de toneladas en 1994, es decir el 27 por ciento de las capturas mundiales. Según las estimaciones, más de 10 millones de personas están empleadas en la pesca. El consumo de pescado con fines alimentarios varía considerablemente entre las diferentes subregiones y países, con suministros per cápita especialmente elevados en las partes costeras del Asia sudoriental y consumo mucho menor en las regiones continentales septentrionales de Asia meridional. Por término medio, los suministros de pescado per cápita fueron de 9 kg en 1994 (equivalente de peso en vivo). El comercio pesquero se ha ampliado de forma significativa en la región durante el pasado decenio, y Tailandia es la mayor exportadora mundial de pescado y productos pesqueros.

RECURSOS Y PRODUCCION

Pesca marina

El total de las capturas marinas en Asia meridional y sudoriental aumentó de forma constante entre 1984 y 1994, pasando de 9,1 millones a 13,4 millones de toneladas, lo que representa una tasa compuesta de crecimiento anual del 3,9 por ciento. En los países con mayor producción pesquera - India, Indonesia, Tailandia y Filipinas - la producción total representó más del 73 por ciento de la producción regional total. En esta región, las pequeñas especies pelágicas son más importantes para los suministros alimentarios que en ninguna otra región. En 1994 representaron algo menos de un tercio de los desembarques, seguidas por las especies demersales (16 por ciento) y el atún (10 por ciento). Aunque las capturas de camarones Penaeus representa menos del 10 por ciento del peso total, es con diferencia el grupo de especies más valioso de cuantos se explotan. Los cefalópodos constituyen en la actualidad sólo una pequeña parte del total de las capturas, pero la producción ha aumentado de forma significativa, a un ritmo anual del 11 por ciento durante los diez últimos años.

En 1994, el 64 por ciento de la producción marina (es decir, 7,9 millones de toneladas) procedía del Pacífico centro-occidental. Entre las especies principales figuran macarelas, sardinelas, túnidos, pargos, camarones y caballas. Otros 3,7 millones de toneladas se capturaron en el océano Indico oriental, y 2,4 millones de toneladas en el océano Indico occidental, donde predominan la caballa, sábalo, camarón y sardinela aceitera. No obstante, muchos desembarques regionales se clasifican como no identificados en las estadísticas sobre pesca.

Las poblaciones ícticas más conocidas han alcanzado niveles próximos a la total explotación. Las especies demersales costeras han estado por lo general fuertemente explotadas, mientras que los recursos de altura no han sido objeto de una pesca tan intensiva. La falta de estadísticas sobre esfuerzo y captura dificulta la evaluación de esas poblaciones. No obstante, parece que las poblaciones de pequeñas especies pelágicas están todavía menos explotadas en determinadas aguas. La mayor parte de las poblaciones de camarón Penaeusparecen estar totalmente explotadas o incluso agotadas. Las de túnidos varían, pero en muchos lugares están totalmente explotadas. Los rendimientos de los cefalópodos podrían continuar aumentando en el futuro, ya que parece que su aprovechamiento hasta ahora ha sido sólo moderado.

Figura 60 Producción pesquera regional y en porcentaje de la producción mundial

Se utiliza una gran variedad de métodos y artes de pesca. Los países de la región suman un total de 1,3 millones de embarcaciones de pesca, en su mayoría pequeños botes tradicionales que utilizan artes sencillos junto a la costa o en los ríos y llanuras aluviales. Los buques con cubierta y motor incorporado son 99 300, con un tonelaje total de 1,37 millones de TRB. Entre 1984 y 1992, hubo un aumento moderado del número de embarcaciones, y un crecimiento algo más rápido del tonelaje total. Disminuyó el número de embarcaciones muy pequeñas y, por consiguiente, está aumentando la inversión por pescador.

El desarrollo de las flotas nacionales significa que los países extranjeros tienden a pescar cada vez menos en la región. No obstante, la pesca en aguas distantes por países desarrollados es más bien común en aguas regionales, sobre todo en el caso del atún.

Tailandia, en particular, captura gran cantidad de pescado fuera de la región.

Pesca en aguas continentales

La producción regional procedente de las pesquerías en aguas continentales aumentó ligeramente entre 1984 y 1994, pasando de 2,2 a 2,3 millones de toneladas. Aproximadamente una cuarta parte del total de las capturas procede de las extensas pesquerías continentales de Bangladesh, donde la producción alcanzó las 570 000 t en 1994. Algunos países han emprendido recientemente amplios programas de repoblación, y el aumento de la producción de peces de agua dulce en Bangladesh se debe en parte a la ordenación de las pesquerías. India e Indonesia tienen considerables recursos para la pesca continental y, entre las dos, representan otro 35 por ciento de la producción regional. Todas las capturas de Laos, Bhután y Nepal, países sin litoral, así como la mayor parte de los suministros de pescado de Camboya proceden de aguas continentales. Además, como las estadísticas de muchos países sobre capturas en aguas continentales no incluyen la pesca de subsistencia, es posible que el total de las cifras de producción y la importancia relativa de los peces de agua dulce en los suministros alimentarios estén infravalorados. En Tailandia, se estima que el consumo directo por los pescadores y sus familias puede representar hasta el 25 por ciento de las capturas registradas.

Acuicultura

El total de la producción acuícola de la región se ha multiplicado por 2,4 entre 1984 (1,8 millones de toneladas) y 1994 (4,4 millones de toneladas, incluidas las plantas acuáticas). El aumento del valor durante ese mismo período fue todavía más importante: se pasó de 1 570 millones a 9 240 millones de dólares EE.UU. La aportación regional a la producción de la acuicultura mundial fue un 17 por ciento del volumen y un 23 por ciento del valor. En cuanto al volumen, los principales productores fueron India, Filipinas, Indonesia y Tailandia. Los peces de escama son el grupo de especies más importante, en cuanto al volumen, seguidos de los crustáceos, las plantas acuáticas y los moluscos. Los crustáceos representaron más del 50 por ciento del valor total en 1994.

En 1994 el total de la producción de peces de escama cultivados fue de 3 millones de toneladas, procedentes sobre todo de la pesca en agua dulce. El grueso de la producción de agua dulce es un policultivo dentro de los sistemas tradicionales semiintensivos mediante estanques, lo que representa una fuente de alimentos de bajo precio para el consumo doméstico masivo, sobre todo en la India. Las principales especies cultivadas pertenecen a la familia de los ciprínidos, en particular, diversos tipos de carpa. Otras especies se cultivan en recintos y jaulas, por ejemplo, la tilapia, o en estanques costeros, por ejemplo, el sabalote.

El cultivo de camarón ha crecido mucho durante el pasado decenio y la producción de 1994 alcanzó las 692 000 t. Esta región aporta el 75 por ciento del total de la producción mundial de camarón cultivado, y el langostino jumbo es la especie cultivada más difundida. Los grandes productores son Tailandia e Indonesia. En varios lugares de la región el entorno costero ha sufrido los efectos de la rápida expansión del cultivo del camarón (Recuadro 19).

Figura 61 Utilización de pescado y suministro alimentario

Figura 62 Importaciones y exportaciones pesqueras (incluido el comercio intrarregional)

N.B. Las estadísticas de la FAO sobre el comercio comienzan en 1976


RECUADRO 19
El cultivo del camarón y el medio ambiente

El rápido crecimiento y expansión del cultivo del camarón, impulsado por la elevada rentabilidad y la demanda de consumidores en situación desahogada, ha representado para los países en desarrollo de la región una fuente considerable de ingresos de divisas. No obstante, la expansión ha ido acompañada de problemas ambientales. En particular, la expansión de las zonas ocupadas por estanques para el cultivo del camarón ha contribuido, a la destrucción de manglares, sometidos ya a presión por otros factores. Muchos centros de cultivo del camarón se han construido en zonas libres de manglares o donde los manglares habían desaparecido anteriormente por otras razones.

Entre los grandes problemas ambientales cabe mencionar la salinización de las aguas subterráneas y de la tierra agrícola, la menor abundancia de larvas de camarón debido a la recolección de crías naturales, y la contaminación debida a los vertidos de las piscifactorías productoras de camarón concentradas en zonas con aguas costeras poco renovadas, lo que provoca la contaminación de las aguas circundantes y brotes de enfermedades en los camarones. Si bien la información disponible sobre los efectos ambientales ha aumentado, no se ha llegado a estudiar cabalmente el alcance y gravedad de esos efectos. La imagen de la acuicultura en general podría deteriorarse como consecuencia de las prácticas irresponsables de algunos empresarios que han causado una grave degradación ambiental y perturbación social.

La sostenibilidad a largo plazo del cultivo del camarón se está examinando a escala nacional e internacional. Muchos gobiernos, representantes del sector privado, organizaciones internacionales y ONG promueven ahora prácticas aceptables desde el punto de vista ambiental y social. Se ha promovido la intensificación ambientalmente ordenada y sostenible de los sistemas de cultivo extensivos tradicionales, de manera que se integre la producción del camarón con la silvicultura, y la elaboración de políticas y medidas jurídicas.

Fuentes: ADB/NACA. 1996. Aquaculture sustainability action plan. Regional study and workshop on aquaculture sustainability and the environment (RETa 5534).Banco Asiático de Desarrollo (ADB) y Red de centros de acuicultura de Asia y el Pacífico (NACA). Bangkok, NACA. 21 págs.; FAO. 1995. Código de conducta para la pesca responsable. Roma. 48 págs.; FAO/NACA. 1995. Regional Study and Workshop on the Environmental Assessment and Management of Aquaculture Development in Asia-Pacific. NACA Environment and Aquaculture Development Series No. 1. NACA, Bangkok. 492 págs.

PRODUCTOS Y MERCADOS

El consumo de pescado varía mucho dentro de esta región; es relativamente elevado en las zonas costeras y en los grandes centros urbanos, sobre todo en la parte oriental de la región. En Singapur y en Filipinas, los suministros medios per cápita de pescado para consumo humano directo son de unos 36 kg anuales (equivalente de peso en vivo), en Malasia casi 30 kg y en Tailandia unos 25 kg. Las Maldivas tienen el suministro de pescado anual más alto del mundo, 126 kg por persona. Por el contrario, en la India, el país más poblado, la cifra correspondiente es de sólo 4 kg, y el promedio de toda la región es de sólo unos 9 kg. No obstante, conviene recordar que las pautas de consumo de la India varían de forma significativa, y en algunas comunidades costeras el pescado es parte importante de la alimentación.

Aunque la mitad del pescado desembarcado se comercializa en fresco, la venta de pescado congelado cada vez es mayor. El aprovechamiento del pescado se caracteriza también por la mayor producción de una gran variedad de preparados o productos de valor añadido, tanto para los mercados nacionales como internacionales. Los centros de elaboración de Tailandia producen todavía langostino tigre congelado en bloques, pero muchos de ellos producen camarón pelado y rebozado, y utilizan materia prima importada de países como Nueva Zelandia, India y los Estados Unidos, cuando los suministros locales no son suficientes. Se elaboran también productos de pescado picado, incluido el surimi, muy consumidos en la región. El pescado curado, por ejemplo, seco o salado, sobre todo de pequeñas especies pelágicas, es también importante. El pescado en conserva es un producto de gran aceptación, y se produce en Tailandia, Indonesia y Filipinas. La industria conservera de Tailandia utiliza materia prima importada, sobre todo listado, y reexporta los productos finales. De hecho, en esta región cada vez es mayor el número de centros de elaboración que recurren a las importaciones de materia prima.

Las pérdidas posteriores a la captura se han reducido notablemente en los últimos años debido a las mejoras introducidas en la infraestructura de desembarque, almacenamiento, transporte y comercialización. No obstante, en algunas pesquerías se registran todavía considerables pérdidas estacionales de valor. Las pérdidas asociadas al exceso de suministros se orientan cada vez más a la producción de piensos para la acuicultura.

El crecimiento económico y las políticas de libre comercio han dado lugar a una significativa expansión del comercio pesquero durante el pasado decenio. Algunos países, sobre todo los nuevos miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Malasia, Filipinas y la India, están bajando actualmente sus aranceles de conformidad con los resultados de la Ronda Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). El porcentaje de capturas destinado al comercio internacional ha aumentado de forma constante, y desde 1993 Tailandia es el principal exportador de pescado y productos pesqueros. Después de Tailandia, los mayores exportadores de la región son Indonesia y la India. Si se exceptúa Singapur, todos los países de la región eran exportadores netos, en cifras relativas al valor. El camarón y el atún congelado representan la mayor parte de los ingresos regionales derivados de la exportación de pescado, pero también son importantes los cefalópodos y el atún en conserva.

POLITICA Y ADMINISTRACION PESQUERAS

La sostenibilidad de los recursos pesqueros es un problema decisivo para muchos países. Los recursos costeros están, por lo general, gravemente sobreexplotados por un sector superpoblado de pescadores artesanales, donde las tasas de captura, las tallas y calidad del pescado y, en algunos casos, los ingresos obtenidos por los pescadores están disminuyendo. En las zonas costeras son frecuentes los conflictos entre las pesquerías en pequeña escala y los arrastreros. Además, la administración pesquera se complica todavía más por la falta de datos detallados para la evaluación de poblaciones. La ordenación de las pesquerías costeras choca con el obstáculo adicional de la gran diversidad de recursos y métodos de explotación. Los actuales sistemas centralizados de ordenación estatal, vigentes en muchos países, no pueden regular debidamente las pesquerías en unos caladeros muy dispersos. En algunos países, se están estableciendo contactos entre las comunidades locales y el gobierno central para elaborar un sistema de ordenación de base comunitaria. Se están aplicando también otras medidas de ordenación con el fin de mejorar la situación y, por lo general, es esfuerzo de pesca se regula mediante algún tipo de sistema de licencias relativo al número de embarcaciones o artes. La prohibición de la pesca de arrastre en algunas zonas de Indonesia es también un ejemplo interesante. Los pescadores de esas pesquerías se dedican ahora a la pesca pelágica de altura y al cultivo del camarón, lo que ha reducido notablemente los conflictos.

Figura 63 Producción pesquera por categorías de especies

Figura 64 Importaciones y exportaciones pesqueras por principales países comerciantes en 1994

Los recursos y el hábitat costeros están amenazados por la rápida degradación ambiental. La de origen humano, asociada a la acuicultura y a la piscicultura, es un problema de gran envergadura. Los requisitos ambientales fijados por el comercio internacional en lo tocante a la selectividad de los artes de pesca han tenido también influencia en Asia. Se están examinado los beneficios de los sistemas más favorables al medio ambiente, como los dispositivos de reducción de las capturas incidentales y los de exclusión de tortugas, así como los efectos de su obligatoriedad. Los productores asiáticos han protestado contra los requisitos de utilización de dispositivos de exclusión de las tortugas impuestos por los Estados Unidos como condición para poder tener acceso a su mercado, y lo han señalado a la atención de la OMC como una violación de los acuerdos internacionales de comercio.

Las capturas incidentales de los arrastreros dedicados al camarón y a los peces de aleta son un fenómeno común en esta región. Antes de la intensificación de la maricultura costera, la mayor parte de las capturas incidentales se arrojaba al mar y sólo se desembarcaba una pequeña parte. Con el desarrollo de sistemas de agua marina refrigerada para el almacenamiento a bordo y dada la mayor demanda de pienso para la acuicultura, ahora se desembarca una parte mucho mayor de las capturas incidentales. Los peces de mayor calidad se utilizan como alimento para otros peces o para cangrejos. Otras parte de las capturas incidentales se convierten en harina de pescado. Además, la elaboración de pescado y productos pesqueros ha creado mercados para las capturas incidentales. No obstante, la utilización de éstas depende de la ubicación de los caladeros y los puertos, de la situación socioeconómica de las comunidades pesqueras y de la infraestructura. En las pesquerías poco desarrolladas de las zonas remotas, quizá no haya otra alternativa que deshacerse de las capturas incidentales (Recuadro 20).

PERSPECTIVAS

La población regional está aumentado con rapidez y el pescado es una fuente habitual de proteína animal para la mayor parte de los habitantes. Los mercados internos deben crecer en respuesta al aumento de los ingresos, y la subida de los precios en los mercados internacionales contribuirá a la expansión de las exportaciones de pescado y productos pesqueros de valor elevado, tan-to naturales como cultivados. El mayor nivel de ingresos significa también un mayor comercio intrarregional tanto de productos de alto precio como de productos baratos para el consumo general. En el año 2010 los suministros de pescado deberán aumentar 6 millones de toneladas simplemente para mantener los actuales niveles de consumo per cápita; el efecto del crecimiento económico en la demanda significa que el volumen de la producción tendrá que aumentar todavía más.

Los recursos de la pesca marina están por lo general totalmente explotados y ofrecen a los países de la región pocas oportunidades de aumentar el suministro nacional de proteína. La mayor parte de los peces pelágicos, crustáceos y especies demersales de los caladeros de la costa del golfo de Tailandia, el golfo de Tonkin, el golfo de Bengala y el mar de China meridional han estado totalmente explotados o agotados. A pesar de que en el caso de algunas especies (por ejemplo, anchoas y los pequeños túnidos y cefalópodos del Pacífico centro-occidental) el nivel de explotación ha sido moderado, es muy poco probable que la demanda futura se pueda atender gracias a un aumento significativo de la producción de la pesca marina. De hecho, muchas poblaciones intensamente explotadas deberán rehabilitarse con urgencia mediante medidas drásticas de reducción del esfuerzo de pesca.

La acuicultura y, en menor medida, las pesquerías continentales pueden ofrecer considerables oportunidades de desarrollo y contribuir a la producción de pescado regional, sobre todo en Bangladesh, Camboya, Filipinas, India, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Tailandia y Viet Nam. No obstante, en el futuro la región deberá recurrir cada vez más a las importaciones de productos pesqueros.

Notes

1 El presente examen está basado en el estudio preparado por el Grupo de acción interdepartamental de la FAO bajo la dirección de M. Hotta, Dirección de Políticas y Planificación Pesqueras, Servicio de Planificación del Desarrollo.


RECUADRO 20
Capturas incidentales y descartes en las pesquerías del camarón de Malasia

Las capturas incidentales de la pesca de arrastre en Malasia están integradas por peces de escama, cefalópodos, conchas y otros crustáceos de menor valor. Aunque los pescadores suelen consumir en casa o vender la mayor parte de las capturas incidentales que se pueden comercializar como alimentos, gran parte del resto se considera como morralla y no se utiliza como alimento. Muchas veces se desembarca y se vende a los piscicultores, como alimento para sus peces cultivados.

Los resultados de un estudio realizado en 1992 sobre las pesquerías del camarón en Kuala Sepetang, en la costa occidental de Malasia peninsular, revelan que las capturas incidentales de los artes de pesca tradicionales son menores que las de los arrastres comerciales. Los arrastres utilizados para el camarón tenían un coeficiente camarón/pescado de entre 1:1,6 y 1:6,1, mientras que con la red de trasmallo ese coeficiente oscilaba normalmente entre 1:0,4 y 1:1,2 (con excepción de dos meses, en que el volumen de las capturas incidentales era mayor). Parte de las capturas incidentales de la pesca tradicional se utilizaba como pienso en la acuicultura local practicada por pescadores artesanales. Algunos arrastreros arrojan sus capturas incidentales al mar, ya que la captura principal les permite obtener ingresos suficientes. Otra razón alegada para justificar los descartes era la falta de un sector local de elaboración del pescado de desecho.

Fuentes: Adnan bin Nuruddin, A. y Fong, L.C. 1994. Biosocioeconomics of fishing for shrimp in Kuala Sepetang, Malaysia. Madrás, India; Chee, P.E. 1996. A review of the by-catch and discards in the fisheries of Southeast Asia. Penang, Malasia, Fisheries Research Institute.

8. Africa subsahariana1

Esta región comprende el continente africano con excepción de los Estados de Africa del Norte ribereños del Mediterráneo (incluido Marruecos). La pesca marina se concentra en el Atlántico centro-oriental, el Atlántico sudoriental y el océano Indico occidental.

La pesca desempeña un papel importante en muchos países africanos, en los que representa una fuente notable de suministro de proteína animal, de ingreso de divisas y de empleo rural. Hay ocho millones de personas directa o indirectamente empleadas en este sector. La producción total de los países de la región ascendió a 3,9 millones de toneladas en 19942. El consumo de pescado con fines alimentarios ha disminuido recientemente, pasando de un suministro medio per cápita de unos 9 kg en 1990 a menos de 7 kg en 1994 (equivalente de peso en vivo). La balanza comercial ha sido positiva (en lo que se refiere al valor) durante el pasado decenio, aun cuando la región ocupa sólo un lugar secundario en el comercio internacional.

RECURSOS Y PRODUCCION

Figura 65 Producción pesquera regional y en porcentaje de la producción mundial

Pesca marina

La pesca marina de captura representa aproximadamente el 60 por ciento de la producción regional de pescado y alcanzó un volumen total de 4,2 millones de toneladas en 1994; de ese total, 2,3 millones de toneladas habían sido capturadas por flotas nacionales y 1,8 millones por embarcaciones extranjeras. Las pesquerías están concentradas en cuatro áreas principales.

En el sur, que comprende las aguas de Angola, Namibia y Sudáfrica, la merluza del Cabo es la especie más importante, en lo que al volumen de las capturas se refiere. Las principales poblaciones pelágicas son la sardina y la anchoa. Las poblaciones de anchoa han acusado grandes diferencias, pero en general se observa una tendencia descendente. El geriocangrejo rojo y la langosta del Cabo son los crustáceos más importante, pero las capturas del segundo de ellos han disminuido de forma constante desde el decenio de 1950. Si se prescinde de algunas pequeñas especies pelágicas, la mayor parte de las poblaciones están totalmente explotadas, incluidas la mayor parte de las poblaciones demersales.

En la zona central, desde Gabón hasta Guinea, los recursos son menos abundantes. La importante población de peces ballesta ha desaparecido prácticamente. Las poblaciones tradicionales de altura han sido objeto de intensas actividades de pesca, y el esfuerzo de pesca ha aumentado desde 1984. En una zona, estimaciones recientes revelan un descenso de aproximadamente el 50 por ciento del total de la biomasa. No obstante, hay oportunidades de ampliar la explotación de las pequeñas especies pelágicas y de las poblaciones demersales de la plataforma profunda y el talud continental en la mayor parte de las aguas situadas al sur del golfo de Guinea. Existen poblaciones localizadas, pero económicamente importantes, de camarón, sobre todo frente a las desembocaduras de los ríos y entradas de las lagunas, en el golfo de Guinea y también frente a la parte septentrional de la costa. Los recursos son abundantes en la parte septentrional de la costa occidental. La mayor parte de las especies demersales están totalmente explotadas. Desde Mauritania a Guinea-Bissau, las pequeñas especies pelágicas son por lo general abundantes; entre ellas predominan la sardinela, el jurel y la sardina. Los desembarques de estos recursos han disminuido enormemente debido al descenso del esfuerzo de pesca. Los cefalópodos se pescan en las aguas situadas frente a Senegal y Mauritania y sur de Marruecos3.

En la zona situada frente a la costa oriental de Africa, las capturas representan menos del 10 por ciento del total regional (sumando la producción extranjera y nacional). Las pequeñas especies pelágicas son menos abundantes que frente a la costa occidental. La mayor parte de las especies de pescado de escama así como los crustáceos se pescan en forma menos intensiva, excepto frente a las costas de Somalia y Eritrea.

Los atunes, bonitos y otras grandes especies pelágicas son capturadas en aguas de altura (por grandes embarcaciones con redes de cerco) así como en la costa (con caña y línea) en toda la región africana.

Casi la mitad del total de la producción marina regional es capturada todavía por flotas extranjeras, en su mayor parte en el océano Atlántico, aun cuando sus capturas han disminuido rápidamente en los últimos años. Tras la retirada parcial de las flotas de Europa oriental y la ex Unión Soviética de la costa del Africa occidental, la producción total de pequeñas especies pelágicas ha disminuido un 72 por ciento entre 1990 y 1992. Las pesquerías artesanales (con canoas y pequeñas embarcaciones) representan más del 70 por ciento de los desembarques internos en la costa oriental y aproximadamente la mitad en la occidental. La eficiencia del sector artesanal es ahora mayor, y las capturas con canoa se incrementaron en 1990 respecto a 1980. El sector se caracteriza por una elevada concentración de mano de obra; en algunos de los pequeños países insulares, más de un tercio de los trabajadores agrícolas trabaja también en actividades relacionadas con la pesca.

Los resultados económicos obtenidos por las flotas industriales tanto extranjeras (si se exceptúa la pesquería del atún) como nacionales son por lo general poco satisfactorios. Hay una frecuente rotación de empresas locales. Las pesquerías demersales industriales pueden ser inestables debido a la sobrecapacidad y a la falta de una ordenación adecuada. La sobrecapacidad es especialmente importante en el caso de los buques dedicados a la captura de cefalópodos y camarón. En lo que respecta al tonelaje, las flotas nacionales se duplicaron en el período comprendido entre 1980 y 1990 (sobre todo en la costa occidental). No obstante, el crecimiento de las flotas nacionales no debe interpretarse como una intensificación general del esfuerzo de pesca, ya que ha ido acompañado de una disminución de las actividades realizadas por flotas extranjeras.

Figura 66 Utilización de pescado y suministro alimentario

Figura 67 Importaciones y exportaciones pesqueras (incluido el comercio intrarregional)

N.B. Las estadísticas de la FAO sobre el comercio comienzan en 1976

Una gran proporción de las capturas incidentales, en particular de las asociadas a las pesquerías demersales y de crustáceos, se descarta. En las pesquerías del camarón, por ejemplo, sólo se desembarca el 10-15 por ciento del total de las capturas incidentales, estimado en un millón de toneladas. Hay una tendencia hacia un mejor aprovechamiento de las capturas incidentales mediante la introducción de reglamentos específicos y el establecimiento de sistemas de recogida en el mar por pescadores locales (Recuadro 21).

Pesquerías en aguas continentales

La producción de la pesca de captura en aguas continentales ha aumentado durante el pasado decenio a un ritmo anual de aproximadamente el 3,5 por ciento, habiéndose alcanzado en 1994 un total de 1,6 millones de toneladas, que representaron más del 40 por ciento del total de la producción pesquera regional. Las principales especies son la perca del Nilo, la tilapia y el bagre. Las pesquerías continentales son sin duda importantes con respecto del suministro local de alimentos; aparte de la exportación de unas pocas toneladas de perca del Nilo, la producción continental se suele consumir en la región y representa casi la mitad de los suministros locales (excluidas las importaciones). Kenya, Nigeria, Tanzanía, Uganda y el Zaire son los principales productores de pescado de agua dulce, aportando en conjunto un 70 por ciento del total de las capturas. La producción de agua dulce en Africa está localizada; sólo el lago Victoria aporta una cuarta parte del total.

Las pesquerías de agua dulce son casi todas artesanales, y se requiere la adopción de sistemas adecuados de ordenación, ya que la mayor parte de los bancos de pesca muestran señales de explotación intensiva. Continúa la construcción de embalses, pero es preciso aumentar su productividad natural. La producción actual de los grandes sistemas lacustres es muy próxima a su potencial. Sólo se pueden someter a mayor presión las poblaciones pelágicas de alta mar poco explotadas.


RECUADRO 21
Aprovechamiento de las capturas incidentales de las pesquerías del camarón en la República Unida de Tanzanía

Aunque parte de las capturas incidentales asociadas a la pesca de arrastre del camarón se han desembarcado en Tanzanía desde que comenzaron las actividades industriales de arrastre en los años sesenta, la mayor parte de las capturas incidentales se arrojan al mar. Es difícil cuantificar los descartes, pero el coeficiente medio de las capturas de camarón/peces podría estimarse en 1:3, y se descartaría entre el 40 y el 60 por ciento del pescado. El descarte es un problema no sólo en la pesca industrial de arrastre del camarón sino también en el sector artesanal.

Más que un problema de comercialización, el descarte de las capturas incidentales ha sido por lo general consecuencia de la falta de medios de conservación a bordo de los arrastreros utilizados para la pesca del camarón. No obstante, el descenso reciente de las tasas de captura de camarón por embarcación/día demuestra que ahora hay posibilidades de almacenar las capturas incidentales. Los pescadores han mostrado también más interés en la venta de las capturas incidentales como complemento de sus ingresos. Además, el Gobierno ha comenzado a regular el desembarque de las mismas: los arrastreros que capturan camarón deben ir acompañados por un oficial de pesca en calidad de observador; la pesca debe detenerse a las 6 de la tarde para poder disponer del tiempo necesario para recoger las capturas incidentales y para impedir la destrucción de los artes artesanales lanzados en los mismos bancos de pesca; se ha dispuesto la renovación anual de las licencias de pesca como condición para el desembarque de un determinado volumen de capturas incidentales. Las medidas están dando resultados: las capturas incidentales están aumentando de nuevo y cada vez son más los pescadores que participan en su comercio. Por ejemplo, en 1989 en la ciudad de Bagamoyo no había ningún comprador dispuesto a recoger directamente las capturas incidentales de los arrastreros antes de que éstos los arrojasen al mar; en 1993 había unos 10.

Estos compradores tienen problemas en lo que respecta a los acuerdos de venta. La negociación oficial con la compañía propietaria de los arrastreros puede ser difícil. La negociación directa con el capitán del arrastrero hace imprevisible el resultado de la transacción, y el trueque entre pescadores artesanales y la tripulación (intercambio de cigarrillos y verduras por pescado) sin acuerdos previos da lugar a retrasos en la recepción de las capturas incidentales y no garantiza los suministros. El transporte puede ser también un problema debido a la falta de embarcaciones con motor, a los elevados costos y a la falta de caminos de acceso a los mercados.

De todas formas, parece que existe un mercado para las capturas incidentales y la infraestructura actual permitiría absorber un volumen mayor de pescado. Si se intensifican las actividades de recuperación de capturas incidentales de los arrastreros dedicados a la pesca del camarón, sería posible perfeccionar el sistema en el futuro y de esa manera mejorar el suministro de alimentos.

Fuente: Gobierno de Madagascar PNUD-CTPD FAO. 1995. Utilization of by-catch shrimp trawlers. Informe y actas de un taller de cooperación técnica entre países en desarrollo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Nosy Be, Madagascar, 6-8 de junio de 1995.

Acuicultura

Aunque no constituye una práctica tradicional como en Asia, la acuicultura está comenzando a difundirse en Africa. El continente africano sólo aporta el 0,2 por ciento del total de la producción mundial, y varios países sólo tienen una producción acuícola incipiente o imprevisible. En conjunto, en 1994 se produjeron en la región 33 000 t de pescado. Sólo Kenya, Madagascar, Nigeria, Sudáfrica y Zambia produjeron más de 1 000 t en cada caso, pero esos países han duplicado su producción varias veces en los diez últimos años.

Entre las principales especies cultivadas se incluyen peces de aleta (tilapias, bagres, carpas), moluscos y camarones. Los pescados de agua dulce constituyen más del 80 por ciento del total de la producción, y en Africa casi todas las actividades piscícolas son realizadas en pequeños estanques de agua dulce por agricultores de subsistencia, que practican la acuicultura como segunda actividad. El cultivo comercial del camarón se está introduciendo en algunos países, en particular Madagascar, Mozambique, Guinea y Kenya. El ulterior desarrollo de la acuicultura se ve obstaculizado por el escaso apoyo institucional y los cambios climáticos. Además, la dependencia de la asistencia externa para los proyectos de desarrollo hace que los esfuerzos no sean muy sostenibles.

PRODUCTOS Y MERCADOS

El pescado es un alimento muy cotizado en Africa. Representa el 18 por ciento del total de proteína animal en el conjunto de la región, pero en algunos países del Africa occidental la proporción llega al 40-60 por ciento. Se consume con frecuencia en pequeñas cantidades durante las comidas de cada día, cuyo principal componente suelen ser alimentos feculentos. Del pescado se consumen casi todas sus partes, por lo que representa una aportación significativa a los suministros de calcio y de yodo.

El consumo de pescado en la región puede ser más importante de lo que podrían hacer pensar las cifras sobre el suministro per cápita. Según estadísticas de la FAO, durante los últimos años el consumo de pescado ha disminuido más de 2 kg anuales por persona: el suministro ha bajado desde 8,8 kg en 1984 a 6,8 kg en 1994 (equivalente de peso en vivo). Ello se debe ante todo al rápido crecimiento demográfico, al descenso de las importaciones, agravado por la pérdida de poder adquisitivo de algunos países ribereños del golfo de Guinea, y a la parte cada vez menor de la producción nacional reservada para los mercados locales conforme las pesquerías artesanales se han ido orientando cada vez más hacia los lucrativos mercados de exportación. No obstante, la mayor parte de la producción pesquera se sigue utilizando como alimento para la población local. Se registra un descenso semejante del consumo de carne en los últimos años.

Los productos pesqueros de origen local se comercializan por lo general frescos, ahumados y secos o salados y secos. Los consumidores prefieren los productos frescos, y aproximadamente la mitad del volumen consumido corresponde a peces de escama frescos. No obstante, debido a las dificultades de transporte, muchas veces los productos frescos sólo se pueden conseguir cerca de los centros de producción. Las mujeres desempeñan un papel importante en la elaboración y comercialización, en particular en el Africa occidental. Las importaciones son, sobre todo, de productos congelados.

Los obstáculos al comercio intrarregional son los elevados costos de transporte y almacenamiento, las inadecuadas prácticas de manipulación, la limitación de las redes de distribución y la falta de armonización y de aplicación de los reglamentos sobre el comercio de pescado. Persisten obstáculos arancelarios y otras restricciones en los países pertenecientes a uniones aduaneras. El comercio más importante es la exportación de pequeñas especies pelágicas congeladas desde la costa noroccidental hacia el sur con destino a los países del golfo de Guinea.

Aunque la balanza comercial de la región ha sido positiva, en lo que se refiere al valor, desde mediados de los años ochenta Africa continúa siendo importadora neta de pescado si se consideran las cifras relativas al volumen. Muchos países tienen un comercio de exportación - pequeño pero creciente - de especies demersales y crustáceos frescos y congelados, sobre todo con destino a la UE. No obstante, si la balanza comercial se mantiene positiva en términos generales, ello se debe a los volúmenes relativamente importantes de exportación de un reducido grupo de países. La dependencia del mercado de la UE podría provocar dificultades en el futuro en la medida en que el comercio se vaya liberalizando y los países de Africa, el Caribe y el Pacífico pierdan su condición preferencial (Recuadro 22).

Figura 68 Producción pesquera por categorías de especies

Figura 69 Importaciones y exportaciones pesqueras por principales países comerciantes en 1994

POLITICAS Y ORDENACION PESQUERAS

Desde mitad de los años ochenta, muchos países han tratado de formular planes sectoriales a medio plazo en apoyo de las políticas macroeconómicas del gobierno, pero muchas veces estos planes no se han hecho realidad. Los principales obstáculos a una buena planificación de la ordenación pesquera son las limitaciones presupuestarias, la falta de base institucional y la ausencia de voluntad política de aplicar las políticas y medidas de ordenación. Los ajustes estructurales y otros recortes presupuestarios afines han provocado también una reducción de las subvenciones concedidas a la pesca.


RECUADRO 22
La Ronda Uruguay del GATT de negociaciones comerciales multilaterales y las exportaciones subsaharianas de productos pesqueros a la UE

Varios países en desarrollo tienen en la actualidad acceso al mercado de la Unión Europea en virtud de las disposiciones comerciales de la Convención de Lomé, acuerdo entre la UE y 69 países de Africa, el Caribe y el Pacífico (países ACP). En virtud de este acuerdo, las exportaciones pesqueras de los países ACP pueden entrar en la UE con franquicia arancelaria. Los países ACP africanos dependen considerablemente del mercado de la UE, destino del 75 a 85 por ciento del total de sus exportaciones de pescado. Además de especies demersales, se exportan dos principales tipos de productos pesqueros: crustáceos - que representan aproximadamente un cuarto del valor de las exportaciones pesqueras de la región, y entre los que destaca el camarón de Côte d’Ivoire, Senegal, Madagascar y Mozambique - y atún - que representa un tercio del valor total de las exportaciones y es en su mayor parte atún en conserva de Côte d’Ivoire, Mauricio y Senegal -.

En la Ronda Uruguay del GATT de 1994 se llegó a la conclusión de que los regímenes aduaneros debían armonizarse a escala mundial. En lo que a los productos pesqueros se refiere, el principal resultado de las negociaciones fue un acuerdo de reducir los derechos aduaneros un promedio del 26 por ciento, lo que significa que muchos países importadores tendrán que bajar los aranceles de varios productos. La reducción de los aranceles se realizará en forma progresiva durante un período de cinco años. Mientras que el Japón y los Estados Unidos están reduciendo sus derechos aduaneros en forma considerable, varios de los aranceles aplicados por la UE a los productos pesqueros no han sufrido prácticamente cambios. Una excepción importante para los exportadores africanos es que los aranceles de importación del camarón tropical pasarán del 18 al 12 por ciento. El atún en conserva, por el contrario, continuará sometido a un arancel de importación del 24 por ciento. Las actuales concesiones de la UE deben someterse a una nueva negociación, y es posible que en el futuro se introduzcan nuevas reducciones.

Para los países ACP subsaharianos esta evolución significará con el tiempo una mayor competencia de otros países en desarrollo. El margen preferencial disfrutado por los países ACP descenderá y, de conformidad con el principio del GATT de que todos los interlocutores comerciales deben recibir el mismo trato, es posible que el futuro de la Convención de Lomé esté comprometido.

Es probable que los acuerdos comerciales internacionales recientemente negociados no tengan efectos inmediatos en las pesquerías africanas. Durante el período intermedio de ajuste a estos regímenes comerciales, el sector deberá adaptarse a las nuevas condiciones para seguir siendo competitivo.

Fuente: FAO. 1995. Impact of the last Act of the Uruguay Round on the fisheries of sub-Saharan Africa. FAO Fisheries Circular No. 897. Roma; FAO/GLOBEFISH. 1995. Impact of the Uruguay Round on international fish trade, por A. Filhol. FAO/GLOBEFISH Research Programme Vol. 38. Roma.

Las medidas más frecuentes de ordenación de los recursos marinos son los sistemas de contingentes y de licencias. En los países costeros, las licencias son una importante fuente de divisas. Con frecuencia, los acuerdos de pesca forman parte de negociaciones más complejas, en particular sobre el comercio. Además, los pescadores de subsistencia actúan en el marco de los sistemas tradicionales de ordenación, lo que convierte a la ordenación de los recursos en una tarea compleja y delicada.

La característica distintiva de las pesquerías de agua dulce africanas es su variabilidad anual. Casi el 60 por ciento del total de la superficie acuática corresponde a sistemas cuya extensión sufre fluctuaciones estacionales o anuales - embalses, pantanos y llanuras aluviales -. La ordenación biológica y social de esas pesquerías resulta especialmente difícil.

Tradicionalmente, la cooperación regional en relación con la política y ordenación pesqueras se ha llevado a cabo a través de los órganos subsidiarios de la FAO, por ejemplo, el Comité de Pesca para el Atlántico Centro-Oriental (CPACO). En los últimos años, se ha tratado de ampliar el mandato de las organizaciones pesqueras en aspectos relacionados con la ordenación o de establecer nuevos organismos, por ejemplo, la Conferencia Ministerial para la Cooperación Pesquera entre los Estados Africanos Ribereños del Océano Atlántico o la Comisión de Pesca del Lago Victoria. Se prevé que ello complemente las funciones de las numerosas agrupaciones económicas del continente que se ocupan de asuntos pesqueros pero que, con excepción de la Comunidad para el Desarrollo del Africa Meridional (SADC), no han adquirido en general la capacidad necesaria para aplicar estrategias eficaces de política y ordenación pesqueras.

PERSPECTIVAS

Según las proyecciones de las Naciones Unidas sobre el crecimiento demográfico, la población regional será de 700 millones de habitantes en el año 2000 y de 915 millones en el 2010. Suponiendo que se mantengan los actuales niveles de consumo de pescado per cápita, para atender la demanda del año 2010 se requerirá un crecimiento de los suministros totales del orden de 2 millones de toneladas.

Las principales posibilidades futuras de aumentar en la región los suministros de pescado para fines alimentarios son los programas de fomento de la productividad en pequeñas masas de agua, el progreso de la acuicultura y un mejor aprovechamiento de las pequeñas especies pelágicas, la redistribución de las flotas extranjeras y un aumento de las importaciones. Otros progresos podrían conseguirse con el establecimiento de regímenes de ordenación de las pesquerías, la reducción de los descartes de las pesquerías industriales y la introducción de prácticas más adecuadas de manipulación después de la captura y de redes de distribución.

Dado el modesto crecimiento de PIB previsto en los 15 próximos años, las perspectivas futuras parecen poco prometedoras. Como tendencias probables cabe señalar la intensificación de los obstáculos a las importaciones, la subida de los precios reales del pescado, el predominio de la demanda de especies de poco valor y la persistencia de las exportaciones de la mayor parte de la producción demersal. Al mismo tiempo, la reducción de las subvenciones públicas aumentará los costos de producción y debilitará la competitividad en los mercados de exportación. Las repercusiones en la seguridad y suministros alimentarios así como en los ingresos de divisas son difíciles de cuantificar, pero podrían ser motivo de preocupación en el futuro.

Notas

1 El presente examen está basado en el estudio preparado por el Grupo de acción interdepartamental de la FAO bajo la dirección de A. Bonzon, Dirección de Políticas y Planificación Pesqueras, Servicio de Planificación del Desarrollo.

2 Se excluye la producción de flotas extranjeras no desembarcada en la región.

3 Las pesquerías marroquíes se examinan en el estudio relativo al Cercano Oriente y Africa del Norte.

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