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Incendios forestales y políticas de manejo del fuego en Turquía - Dr. Ertugrul Bilgili[45]

RESUMEN

Los incendios forestales son un fenómeno constante y siempre han tenido una influencia fundamental en los bosques turcos. Con sus aspectos sociales, económicos y ambientales complejos, la silvicultura turca presenta grandes desafíos para la sociedad en general, y para el servicio forestal y los investigadores que se ocupan de incendios en particular. Este informe presenta y analiza el actual estado de los incendios forestales y las políticas asociadas con el manejo del fuego en Turquía.

INTRODUCCIÓN

Turquía es un país con una superficie de 77,079 millones ha, de las cuales 20,749 millones ha están cubiertas de bosques, lo que representa cerca del 26% del entero territorio nacional. Casi 12 millones ha de tierras forestales están propensas a los incendios o se hallan bajo su amenaza. Gran parte de los incendios se producen cuando en el sur y el oeste de Anatolia predomina el clima mediterráneo, caracterizado por altas temperaturas y precipitaciones escasas o inexistentes. En el período comprendido entre 1937 y 1998, 63 804 incendios devastaron un total 1 477 186 ha de terrenos boscosos, lo que significa que cada año se verificaron 1 046 incendios que abarcaron 24 210 ha, con un promedio de superficie quemada por incendio de 21 ha. Aunque en los últimos años se ha producido un incremento gradual en el número de incendios, debido al uso más común y eficaz de la tecnología en materia de transporte, comunicación y extinción de incendios, el área afectada se ha reducido de la mitad y oscila entre los 12 000 y 14 000 como promedio (Mol y Kucukosmanoglu 1997). Esto resulta particularmente evidente en los datos de los últimos cuatro años (véase cuadro), con excepción de la temporada de incendios de 1996, en la que un único incendio arrasó más de 7 000 ha.

Cuadro: número de incendios y superficie afectada en Turquía entre 1987 y 1998

Años

Número de incendios

Área quemada (ha)

1987

1 310

10 746

1988

1 372

18 210

1989

1 633

12 610

1990

1 725

13 000

1991

1 453

7 590

1992

2 110

12 312

1993

2 547

13 734

1994

3 221

20 982

1995

1 768

4 790

1996

1 645

14 922

1997

1 339

6 316

19981

1 761

5 938

Total

21 884

141 150

1 1998, datos del 10 de octubre de 1998.
CAUSA DE LOS INCENDIOS

La mayoría de los incendios forestales en Turquía es originada por el hombre. Los incendios provocados por la población representan el 97% de los casos, mientras que los rayos son responsables del 3% restante. De los incendios desencadenados por el hombre, el 23% fue de origen doloso, el 27% debido a negligencia y falta de cuidado y el 50% de origen desconocido (Mol y Kuçukosmanoglu 1997). Estos últimos comprenden aquellos casos para los cuales no se ha podido determinar ninguna causa conocida. Sin embargo, es muy probable que las proporciones de las primeras dos categorías de causas (es decir, origen doloso, negligencia y falta de cuidado) respecto a las causas desconocidas sean semejantes a las de las causas conocidas. En este caso, los incendios premeditados representan casi el 35% de todos los incendios, cifra ligeramente superior al valor medio (32%) registrado en los bosques templados del hemisferio septentrional (Mol et. al., 1997). Seguramente se trata de una proporción muy grande, que se toma en cuenta seriamente en la planificación de la prevención, presupresión y supresión de los incendios.

Los incendios de origen doloso se deben a distintas razones. Cerca de 8,8 millones de personas viven en 17 445 pueblos que se hallan en los bosques o en sus cercanías (Anon. 1991). Los niveles de vida socioeconómicos de la mayor parte de éstas se encuentran muy por debajo de la media nacional. Los habitantes con ingresos y niveles de vida bajos ven los bosques como un terreno que puede generar ingresos para su sustento. Por tanto, los hombres incendian los bosques para crear trabajos que les devengarán provisiones o bien manipulan la vegetación para mejorar y producir plantas útiles para que sus animales pasten. Los conflictos entre la población y los oficiales forestales, o entre los pastores y los distintos aldeanos también han sido identificados como causa de incendios.

En Turquía no están trazados completamente los límites que separan las tierras públicas y las privadas. Sólo en el 30% del entero territorio nacional los límites de las propiedades están definidos. Por tanto, siempre hay contenciosos y conflictos relativos a la propiedad en los bosques y áreas protegidas y en sus cercanías.

Sin embargo, frecuentemente la mayoría de los incendios es provocada por la población por pura inadvertencia o accidente. Por lo general, estos tipos de incendio ocurren en o cerca de las zonas recreativas y de los camping, en la interfaz urbana-forestal o a lo largo de las carreteras principales. En 1996, por ejemplo, el grande incendio forestal de Marmaris, que se extendió por más de 7 000 ha, estalló en un camping de las cercanías. Generalmente los incendios de este tipo son ocasionados por personas que ignoran los peligros de los incendios forestales o con poca conciencia del valor de los bosques.

MANEJO DEL FUEGO

En Turquía el manejo del fuego es una responsabilidad federal. Las empresas forestales estatales desempeñan sus funciones bajo el control de las juntas directivas regionales. Las políticas de control de incendios se han elaborado en conformidad con el fuerte énfasis puesto en el control total del fuego como respuesta a los incendios destructivos. Pese a los altos costos implicados, es responsabilidad y política del departamento de servicio forestal que todas las actividades necesarias se planifiquen y ejecuten inmediatamente. Sin embargo, en ningún momento se ha incorporado el uso beneficioso y la función ecológica del fuego en el proceso de planificación del manejo del mismo. Por tanto, el manejo del fuego se centra fundamentalmente en la prevención de los incendios y en las actividades de control.

Los programas de prevención de incendios se ocupan de todas las actividades que aspiran a reducir al mínimo la frecuencia de los incendios forestales. A este respecto, la determinación y el análisis de las causas de los incendios (esto es, quién provocó el incendio, dónde y cuándo se originó y, en el límite de lo posible, por qué) se consideran los primeros pasos para justificar y asignar el presupuesto a la prevención y presupresión. Por esta razón, la Sección para el Combate de Incendios y la Protección Forestal de la Junta Directiva General de Silvicultura ha puesto más énfasis en la determinación de las causas de incendios y en la inclusión de esos resultados en los expedientes de informe relativos a los incendios. Se está creando una base de datos nacional sobre incendios forestales que incluirá información acerca de todos los aspectos de los incendios de montes. La información recopilada sobre el terreno y las causas de los incendios se emplean para desarrollar y planificar técnicas de prevención. A este respecto, se están utilizando muchas técnicas con objeto de reducir los incendios ocasionados por la población que corresponden a dos categorías generales: disminución de los riesgos y reducción de combustibles.

El riesgo está asociado a la ignición. La disminución del riesgo implica aumentar el nivel de concienciación del público general y de varios grupos de responsabilidad en lo que respecta a los peligros de ignición y los incendios forestales por medio de la educación y la aplicación de la ley. El servicio forestal considera que una opinión pública fuertemente favorable representa un requisito imprescindible en la ejecución de cualquier esfuerzo que se proponga reducir el número de incendios provocados por la población. A este propósito se han utilizado todos los medios de comunicación disponibles. Esto supone la utilización de medios de comunicación de masa y locales, como la radio, televisión, periódicos, revistas, programas educativos en las escuelas, bases militares, clubes de servicios, señales y contactos personales. También la aplicación de la ley concerniente a los incendios ha sido una técnica potencialmente valiosa para la prevención de los incendios forestales ya que las leyes tienen el potencial de educar al público, así como disuadir a las personas negligentes o mal intencionadas de un comportamiento destructivo.

Puesto que la mayoría de los incendios es causada por pura inadvertencia y accidente, no importa cuán buenas son las actividades de educación y aplicación de la ley; no siempre se podrán prevenir todos los incendios. Estas causas se pueden reducir sólo mediante la modificación de las fuentes de ignición o de los combustibles, que actúan como receptores de ignición. En todas las superficies propensas al fuego se han llevado a cabo muchas formas de modificación de los combustibles.

A pesar de los altos costos de construcción y mantenimiento, los cortafuegos (caminos seguros en caso de incendios) y los cortacombustibles se han utilizado extensamente a fin de interrumpir la continuidad de los combustibles forestales. Este sistema se ha adoptado principalmente a lo largo y en los alrededores de las zonas de alto riesgo, como en los camping, vertederos, poblados, carreteras y vías férreas principales. Aunque el desbroce y la quema de los combustibles superficiales en los 15-20 m a cada lado de los rodales a lo largo de las principales carreteras es usual, es una práctica que requiere mucha mano de obra.

Como regla general, los cortafuegos se construyen en plantaciones y en zonas regeneradas naturalmente, y están sostenidos por ciertas especies resistentes al fuego (especialmente Cupressus sempervirens var. pyramidalis). Se plantan hasta cinco hileras de estas especies a lo largo de los cortafuegos. En las áreas cercanas a los poblados o en zonas críticas, se han utilizado (plantado) mucho ciertos árboles, como el pino piñonero (Pinus pinea), en lugar de otras especies. La población local cuida esas zonas podando los árboles, limpiando y recolectando sus piñas. Esta práctica no sólo ayuda a mantener una zona importante resistente al fuego, sino que también brinda una oportunidad a la población local para ganarse la vida. Otra actividad que cabe mencionar concerniente a la modificación de los combustibles es la producción de carbón vegetal mediante la utilización de algunas especies de arbusto, que normalmente no sería segada o utilizada (Serez et. al., 1997). Aquellos que producen carbón vegetal compran la madera que extraen a un precio muy bajo (cerca de 1/10 del precio al que venden el carbón). Una vez más, esto beneficia tanto a los bosques como a la población.

PRE/SUPRESIÓN DE INCENDIOS

El manejo del fuego depende de la detección anticipada, ataque rápido inicial y potente supresión. A cada región se ha suministrado un nivel suficiente de recursos y mano de obra para combatir los incendios forestales. Los recursos disponibles incluyen: 208 camiones antiincendio, 12 helicópteros, 11 aviones, 882 torres de observación, 8 472 radios, 650 brigadas de ataque inicial (de 12-15 hombres), y 120 cuadrillas-retén (de 40-50 hombres). Conforme se necesiten se están aportando nuevos recursos y adoptando nuevas tecnologías. Estos recursos se asignan a cada distrito sobre la base de los niveles de peligro de incendios y las superficies en cuestión. Un ejemplo de ello, son los equipos móviles dotados de motocicletas que controlan regularmente las zonas de alto peligro durante la temporada de incendios.

En conjunto, el 71% de los incendios se propagan por menos de 5 ha y suponen sólo el 8% del área quemada. En contraste, sólo el 1% de los incendios excede las 200 ha por lo que respecta a las dimensiones, pero éstos representan el 37% de la superficie total quemada (Kucukosmanoglu 1986).

INVESTIGACIÓN ACERCA DEL FUEGO

El fuego es una de las áreas que reciben menos atención en Turquía. No se han realizado estudios importantes acerca del comportamiento, la ecología o el rol del fuego en los ecosistemas forestales del país. Sin embargo, recientemente se ha intentado establecer un sistema nacional de evaluación del grado de peligro. Ya se han concluido los trabajos iniciales y se iniciaron las mediciones meteorológicas. Sobre la base de la humedad de la hojarasca y las mediciones meteorológicas en un tipo estándar de combustible (Pinus brutia) se desarrollará el sistema turco de índice meteorológico de peligro. Se están planificando experimentos acerca del comportamiento del fuego, cuyos resultados constituirán los primeros pasos para lograr la meta del desarrollo de un sistema de predicción del comportamiento del fuego. También se están utilizando cada vez más los sistemas de información geográfica en el manejo del fuego.

CONCLUSIONES

Los incendios forestales son un fenómeno constante y tienen un impacto considerable en la sostenibilidad de los bosques turcos, con aspectos sociales, económicos, ecológicos y ambientales complejos. Con todo, las políticas relativas a los incendios se formularon en modo de eliminar el fuego suponiendo que éste es siempre malo. Las políticas de control total de los incendios que actualmente se aplican han obtenido ciertos éxitos y tienen perspectivas. Sin embargo, tal vez esas políticas no sean tan apropiadas y atractivas como se piensa, en consideración del hecho que los grandes incendios de la historia reciente fueron resultado de la política de exclusión total del fuego en dichas áreas. Además, las presiones que implican ciertas realidades ecológicas y económicas, junto a nuestra mayor demanda de múltiples recursos, requieren el desarrollo de políticas y actitudes nuevas en cuanto al fuego. Al mismo tiempo, la complejidad creciente y la silvicultura sostenible requerirán una comprensión más profunda del fuego y el desarrollo de sistemas de manejo más eficaces. Sin embargo, esos sistemas de manejo eficaces no obtendrán éxito en ningún lugar a menos que incluyan las demandas y el reconocimiento del papel del fuego y la sociedad en los bosques, y Turquía, en este sentido, no es una excepción.

BIBLIOGRAFÍA

Anon. 1991. Orman Raporu (informe sobre la silvicultura). TUSIAD Yayin No: TUSIAD-T/91, 6.144 57 pp.

Kucukosmanoglu, A. 1986. Turkiye ormanlarinda cikan yanginlarin siniflandirilmasi ile buyuk yanginlarin cikma ve gelisme nedenleri (Clasificación de los incendios en los bosques de Turquía). Istanbul Universitesi, Orman Fakultesi Dergisi, Seri A, Cilt 36, Sayi 1.

Mol, T. y Kucukosmanoglu, A. 1997. Forest fires in Turkey. En las actas del XI Congreso Forestal Mundial, Antalya, Turquía.

Mol, T., Küçükosmanoglu, A., y Bilgili, E. 1997. Forest fires in a global environment and changing attitudes toward fire. XI Congreso Forestal Mundial, 13-22 de octubre de 1997, Antalya, Turquía.

Serez, M., Bilgili, E., Eroglu, M., y Goldammer, J.G., 1997. Bati Anadolu ormanlarinin yanginlara karsi korunmasi, alinmasi gereken onlemler ve teklifler (Medidas de prevención y sugerencias para la protección de los bosques de Bati Anadolu). Informe final, Ministerio de Montes, OGM y Karadeniz Teknik Universitesi. 34 pp.


[45] Karadeniz Technical University, Facultad de Ciencias Forestales, 61080-Trabzon, Turquía. Este informe es una versión abreviada y revisada de otro informe publicado en International Forest Fire News (IFFN), ejemplar de julio de 1997.

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