Los orujos brutos contienen la cáscara del hueso en trozos, la piel y la pulpa molida de la aceituna, alrededor del 25 por ciento de agua y aún una pequeña cantidad de aceite que favorecen su rápida alteración.
Los orujos agotados se diferencian sobre todo por su menos contenido de aceite y un bajo contenido de agua, ya que han sido deshidratados durante el proceso de extracción.
Los orujos agotados parcialmente deshuesados están formados fundamentalmente por la pulpa (mesocarpio) y todavía contienen una pequeña proporción de cáscaras que no pueden ser separadas completamente utilizando los procedimientos del tamizado y la corriente de aire.
En la Figura 4 se señalan los rendimientos en distintos tipos de orujos a partir de aceitunas tratadas, así como su composición física respectiva.
El principal problema que plantea la conservación de los orujos es su contenido de agua relativamente alto y la presencia de una cantidad aún importante de sustancias grasas. Expuestos al aire, estos orujos se rancian rapidamente y resultan pronto no aptos para el consumo animal.
Se estima que los orujos brutos obtenidos por centrifugación, que son más húmedos, se deterioran después de 4 a 5 días, mientras que los orujos obtenidos por presión lo hacen después de unos 15 días y cuando están deshidratados nos se conservarían más allá de 45 días. Por el contrario, los orujos agotados que además han sido deshidratados en el proceso de extracción podrían conservarse más de un año.
La deshidratación es hoy un proceso caro habida cuenta de los elevados costos de la energía que para ello se requiere. Además, su eficacia como forma de conservación de los orujos brutos aún ricos en sustancias grasas parece muy limitada.
Los pocos ensayos efectuados en pequeña escala de conservación por ensilado indican una posibilidad de conservación más sencilla, económica y eficaz utilizando el método de ensilado por amontonamiento, que permite almacenar cantidades muy variables que oscilan desde algunas toneladas a varios centenares.
Dado que el orujo bruto fresco se conserva muy poco tiempo, debe distribuirse muy rápidamente a los animales o ensilarse lo antes posible para que no se altere.
Sin embargo, debe observarse que económicamente suele ser más rentable extraer antes el aceite de orujo, pero cuando por razones concretas no se realiza esta extracción, el orujo bruto puede conservarse para ser distribuido posteriormente a los animales.
Para comprender mejor la diversa composición química de los distintos tipos de orujo, tal vez sea útil recordar (Cuadro 4) la composición química de los distintos componentes de la aceituna.
Cuadro 4: Composición química de los componentes de la aceituna madura
Parte | Sustancias nitrogenadas totales | Sustancias grasas | Celulosa bruta | Materias minerales | Extracto no nitrogenado |
Epicarpio | 9,8 | 3,4 | 2,4 | 1,6 | 82,8 |
Mesocarpio | 9,6 | 51,8 | 12,0 | 2,3 | 24,2 |
Endocarpio (hueso y almendra) | 1,2 | 0,8 | 74,1 | 1,2 | 22,7 |
Fuente: Maymone y otros, 1961.
Es evidente que la parte más rica en aceite es el mesocarpio (o pulpa) y la más rica en celulosa bruta el endocarpio (o hueso).
A diferencia de las otras tortas oleaginosas, los orujos brutos son pobres en sustancias nitrogenadas y ricos en celulosa bruta. Son relativamente ricos en sustancias grasas. Su agotamiento con disolventes disminuye el contenido de sustancias grasas y aumenta relativamente el de otros componentes. El deshuesado parcial por tamizado o por corriente de aire reduce el contenido de celulosa bruta (Cuadro 5).
Las pulpas, al haber sido totalmente separadas del hueso antes de la presión, son las que contienen menos celulosa bruta.
Cuadro 5: Composición química indicativa de los distintos tipos de orujos
% de materia seca | |||||
Tipo | Materia seca | Materias minerales | Sustancias nitrogenadas totales | Celulosa bruta | Materias grasas |
Orujo bruto | 75–80 | 3–5 | 5–10 | 35–50 | 8–15 |
Orujo graso parcialmente deshuesado | 80–95 | 6–7 | 9–12 | 20–30 | 15–30 |
Orujo agotado | 85–90 | 7–10 | 8–10 | 35–40 | 4–6 |
Orujo agotado parcialmente deshuesado | 85–90 | 6–8 | 9–14 | 15–35 | 4–6 |
Pulpa grasa | 35–40 | 5–8 | 9–13 | 16–25 | 26–33 |
Fuente: Diversos autores.
Los valores que acaban de indicarse varían mucho sobre todo en el caso de los orujos brutos y los orujos grasos parcialmente deshuesados, y son sólo indicativos.
Debe tenerse en cuenta que estos distintos orujos provienen de aceitunas de diverso origen y han sido sometidos a tratamientos diferentes, lo que explica la heterogeneidad de algunos resultados.
a) La celulosa bruta
Como se ha indicado anteriormente, la proporción de celulosa bruta en los orujos no deshuesados es alta. El deshuesado parcial reduce considerablemente este contenido, pero incluso la pulpa pura contiene alrededor del 20 por ciento de celulosa bruta.
Del análisis de las fibras con el método de Van Soest y otros (1975) se desprende que los orujos tienen un contenido muy elevado de componentes de pared celular (NDF), lignocelulosa (ADF) y lignina (ADL) (Cuadro 6).
Cuadro 6: Características de los componentes de pared celular de los orujos
Orujo agotado (Túnez)1 | Orujo agotado parcialmente deshuesado | |||
Túnez 1 | España 2 | Grecia 3 | ||
NDF | 72 | 55 | 70 | 83 |
ADF | 60 | 45 | - | 64 |
ADL | 31 | 29 | 31 | 24 |
Fuente: 1 Nefzaoui, 1979.
2 Alibes y Berge, 1983, resultados no publicados.
3 Ohlde y Becker, 1982.
En consecuencia, resulta paradójico que el tamizado reduzca sobre todo el contenido de celulosa y muy poco el de lignina. El contenido de los orujos de aceituna de componentes de pared celular es comparable al de la paja de cereal, pero con un grado de lignificación aparentemente más alto.
b) Las sustancias nitrogenadas totales
Su contenido varía según el tipo de orujo (véase el Cuadro 5), pero sigue siendo relativamente reducido. El nitrógeno proteico constituye más del 95 por ciento del nitrógeno total y su solubilidad es muy pequeña (1,5 por ciento del nitrógeno total según Zelter, 1968, citado por Theriez y Boule, 1970, y Gomez Cabrera, 1983, comunicación personal; 3 por ciento según Nefzaoui, 1983). Además, gran parte de las proteínas (80 a 90 por ciento) está vinculada a la parte de lignocelulosa (ADF - N) (Nefzaoui, 1983).
c) Los lípidos
Las sustancias grasas de los orujos son muy ricas en ácidos grasos C16 y C18 saturados, que constituyen el 96 por ciento del total de los ácidos grasos. Los orujos son muy vulnerables al oxígeno de la atmósfera, que en gran parte es el causante de la alteración de las propiedades organolépticas. Sin embargo, Theriez y Boule (1970) han observado que el aceite rancio de los orujos parece no ser la causa de la disminución de la digestibilidad observada in vitro, ya que los resultados obtenidos con orujos almacenados durante más de un año son iguales a los de los orujos frescos.
Las sustancias grasas del orujo bruto pueden constituir una aportación importante de energía, pero en el caso de los orujos agotados dicha aportación es limitada.
Muchos experimentos han indicado una “mala digestibilidad” de los orujos de aceituna, lo que podría deberse a una disminución de la actividad de la flora del rumen, que (si se mide por los gases desprendidos) puede reducirse en un 40 por ciento tras la ingestión del orujo bruto (Theriez y Boule, 1970). La amoniogénesis del líquido del rumen de los ovinos al recibir los orujos confirma también la disminución de la actividad de la flora del rumen (Balti, 1974; Nefzaoui y Abdouli, 1979; Nefzaoui y otros, 1982).
Pueden formularse tres hipótesis:
La fuerte concentración de ácidos grasos libres en el rumen puede producir alteraciones en la digestión y el apetito. Las sustancias grasas pueden actuar por uno o varios de los factores siguientes:
La cantidad. Los rumiantes son sensibles a una ingestión de grasa superior al 5 por ciento de la materia seca de la ración (Erwin y otros, 1956; Buysse, 1962; Yanschoubroek, 1965).
La naturaleza de los ácidos grasos. Zerawski y otros (1965) han observado que la ingestión de 90 g. de una mezcla de ácidos grasos C16 y C18 (de alto contenido en los orujos) durante un período de 24 horas entraña una disminución en un 5 por ciento aproximadamente del metano desprendido.
Los posibles productos de oxidación, cuya toxicidad puede alcanzar niveles peligrosos, si bien la digestibilidad in vitro es idéntica tanto en los orujos brutos frescos como en los de un año (Theriez y Boule, 1970).
Podrían ser compuestos simples, del tipo de los fenoles, que inhibirían la fermentación, o más complejos, del tipo de los taninos, que harían insolubles las proteínas de la ración o del propio orujo (Theriez y Boule, 1970).
Sin embargo, los resultados generalmente mencionados en la bibliografía se refieren al fruto antes de la extracción del aceite, cuando precisamente mediante esta operación se elimina gran cantidad de polifenoles y de taninos en los alpechines.
Los análisis de orujos realizados por Nefzaoui (1978, 1980) han indicado niveles de tanino inferiores al 1 por ciento, que son insuficientes para ejercer una influencia negativa en la actividad de los microorganismos del rumen y la digestibilidad de las proteínas, y niveles de polifenoles entre el 0,15 y el 0, 75 por ciento de la materia seca, lo que es insuficiente para ejercer una acción inhibidora en la fermentación.
Los orujos de aceituna son particularmente ricos en lignina y pobres en contenido celular. Parece que, como con la paja, se produce un fenómeno de “protección” de los hidratos de carbono vinculados a la lignina. En efecto, cuando se han tratado los orujos con álcalis, su digestibilidad in vitro casi se ha cuadruplicado (Nefzaoui, 1983).
En primer lugar, conviene recordar que al estudiar determinados subproductos del tipo de los orujos, varios investigadores (Michalet-Doreau, 1981; Orskov, 1977; Preston, 1981) han destacado la importancia del nivel de participación del alimento en la ración total, el tipo de alimentos (forrajes, concentrados) con que se combinan, el nivel de alimentación del animal y finalmente el método de cálculo o estimación de la digestibilidad.
Son limitados los estudios realizados sobre la digestibilidad de los orujos y sus resultados son muy heterogéneos. En el Cuadro 7 se reseñan los principales resultados de digestibilidad in vivo obtenidos con distintos tipos de orujo.
Cuadro 7: Principales resultados de digestibilidad in-vivo de los distintos tipos de orujo de aceituna
Tipo de orujo | Método de determinación | Materia seca | Materia orgánica | Sustancias nitrogenadas totales | Sustancias grasas | Celulosa bruta | Fuente |
Pulpa grasa | Por diferencia, ovinos Por diferencia, ovino (24% de la ración) Por diferencia, ovinos (15% de la ración) | - | - 43,7 57,4 | 21,6 13,4 66,8 | 85,6 - 90,0 | 0 - - | Maymone et al, 1961 Theriez, Boule, 1970 " " |
Pulpa agotada | Por diferencia, ovinos (21% de la ración) | - | 69,4 | 28,0 | - | - | Theriez, Boule, 1970 |
Orujo bruto | In vivo, en ovinos In vivo, en ovinos In vivo, por diferencia en ovinos - - In vivo, por diferencia en ovinos | - - 32,9 - - - | 30,8 - 35,4 26,2 31,0 45,7 | 6,6 - 24,5 10,0 9,0 23,6 | 65,5 86 57,7 89,6 89,2 75,2 | 28,4 0 29,6 - 29,6 - | Kellner, 1924 Meade, Guilbert, 1927 Boza, Varela, 1960 Boza et al, 1970 " " " " Theriez, Boule, 1970 |
Orujo parcialmente deshuesado, graso | Por regresión, ovinos Directo, ovinos Por diferencia, ovinos | 41,9 - - | 49,9 37,2 21,6 | 32,5 19,4 15,5 | 91,5 84,1 85,5 | 22,2 33,6 12,8 | Ben Hamouda, 1975 Maymone, Carusi, 1935 Maymone, et al, 1961 |
Orujo parcialmente deshuesado, agotado | Por diferencia, ovinos " " " " " " Por regresión, ovinos Directo, ovinos " " " " - - Por diferencia, ovinos - - | - - - 43,0 48,1 30,5 36,4 - - 19,1 36,7 50,5 57,4 | - - - 54,0 50,0 32,2 39,6 48,0 18,8 - 36,7 51,9 57,6 | 10,1 14,0 46,0 35,9 32,2 38,8 29,0 52,1 8,0 25,4 15,8 9,9 11,0 | 67,9 60,9 56,0 - 80,2 81,8 77,4 77,8 27,6 88,9 74,1 88,0 90,5 | 11,1 17,9 28,0 36,4 47,3 22,5 39,1 47,9 16,6 7,0 - 57,0 66,4 | Maymone et al, 1961 " " " " Maymone, Carusi, 1935 Nefzaoui, 1978 Nefzaoui, Abdouli, 1979 Nefzaoui, 1980 Nefzaoui et al, 1982 Eraso et al, 1978 " " " " Valamotis, 1983 Accardi et al, 1979 Duranti et al, 1978 " " " " |
De la experiencia adquirida se desprende que a veces es difícil clasificar con exactitud de qué orujo se trata, y las condiciones de los ensayos no siempre están claramente definidas y además corresponden a años diferentes, productos de diverso origen etc., lo que con frecuencia crea problemas para la interpretación de los resultados obtenidos.
No obstante, pueden formularse las conclusiones generales siguientes:
la digestibilidad de la materia seca y de la materia orgánica es reducida (20 a 50 por ciento), independientemente del tipo de orujo de que se trate;
las sustancias grasas son siempre muy digestibles 60 a 90 por ciento);
las sustancias nitrogenadas tienen una digestibilidad reducida (promedio del 20 al 25 por ciento), pero muy variable;
la celulosa bruta es de una digestibilidad estimada que oscila de 0 al 40 por ciento.
Los datos disponibles son escasos y se refieren fundamentalmente a los orujos parcialmente deshuesados, sean agotados o no (Nefzaoui, 1983; Boza y otros, 1970; Eraso y otros, 1978). Los orujos como tales son poco apetitosos y se consumen poco. En la mayor parte de los ensayos descritos, la melaza de remolacha representaba del 8 al 10 por ciento (y a veces hasta el 30 por ciento). En tales condiciones, las raciones que tienen una parte más o menos importante (20 a 83 por ciento) de orujos se ingieren muy bien:
85 a 130 g de materia seca½día½p0,75
o 1,4 a 2,2 kg de MS½día para los ovinos.
Los orujos de aceituna, que tienen un alto contenido de lignocelulosa, se degradan, según Nefzaoui (1983), muy lentamente, y los valores máximos que se alcanzan son muy reducidos (el 32 por ciento de la MS se degrada después de haber permanecido 72 horas en el rumen, en el caso del orujo tamizado agotado). Las proteínas también se degradan poco porque del 75 al 90 por ciento del nitrógeno está unido a la parte de lignocelulosa, lo que hace que la solubilidad del nitrógeno sólo sea del 2,3 por ciento (N soluble como porcentaje del N total) en el caso de orujo bruto y del 0,2 al 0,4 por ciento en el caso de los orujos tamizados.
Los pocos datos de que se dispone proceden de trabajos realizados en Túnez por Nefzaoui y otros (1979, 1982) en relación con el orujo agotado tamizado.
La amoniogénesis es limitada cuando este orujo de distribuye ad libitum a ovinos. En efecto, la producción de NH3 es inferior al umbral límite de 50 mg½1 de jugos de rumen. Cuando en las raciones se sustituye un 40 por ciento de cebada por un 40 por ciento de orujos, la producción de NH3 oscila entre 64 y 78 mg½litro, con arreglo a la hora de la muestra.
La ingestión de orujo de aceituna sólo engendra una débil producción de ácidos grasos volátiles totales (51 mM½1) La proporción de los distintos ácidos grasos volátiles (71 por ciento de ácido acético, 19 por ciento de ácido propiónico y 10 por ciento de ácido butírico) corresponde al tipo de fermentación característica de los alimentos bastos (paja, heno).
El pH del jugo del rumen de los animales alimentados con orujos de aceituna varía de 6,6 a 7,2, por lo que favorece una actividad celulolítica óptima.
Las características físicas de los orujos tamizados agotados (partículas de 1 a 4 mm) no los emparenta directamente con los forrajes bastos (paja, heno). Sin embargo, estos orujos permiten una rumia y una ingestión completamente normales e idénticas a las del heno picado (Cuadro 8). Este aspecto favorable de los orujos es consecuencia de su riqueza en elementos estructurales (contenido elevado de componentes de pared celular y sobre todo de lignocelulosa).
Cuadro 8: Comportamiento alimentario de los ovinos de raza Texel a los que se administra orujo agotado y tamizado (Nefzaoui y otros, 1982)
Heno picado (1) | Heno granulado(1) | Orujo (2) | Orujo granulado (3) | Orujo con 4% de soda granulada (4) | Orujo con 3% de NH3 (5) | |
Tiempo de ingestión % | 20,40 | 14,80 | 19,1 | 9,0 | 14,1 | 16,7 |
Tiempo de rumia % | 32,90 | 6,10 | 36,4 | 30,4 | 28,8 | 32,1 |
Número de raciones de rumia nrr½día | - | - | 709,0 | 494,0 | 436,0 | 574,0 |
Duración de la ración (segundos) | - | - | 44,0 | 53,0 | 57,0 | 48,0 |
DUI, minutos½g MSi½p0,75 | - | - | 3,2 | 1, | 1,7 | 2,7 |
DUR, minutos½g MSi½p0,75 | - | - | 6,2 | 3,8 | 3,4 | 5,2 |
Ración unitaria de rumia (nrr½g MSi½p0,75) | - | - | 8,51 | 4,3 | 3,6 | 6,5 |
1) Según Y. Ruckebusch y J.P. Marquet, 1963.
2) Orujo con un 8 por ciento de melaza de remolacha y 100 g de cebada triturada, consumo ad libitum (seis ovinos, duración de registro de 12 días).
3) Orujo con el 8 por ciento de melaza de remolacha y el 1,5 por ciento de urea, posteriormente granulado. Distribuido solo, consumo ad libitum - Idem 2.
4) Orujo tratado previamente con 40 g de NaOH kg - Idem 2
5) Orujo tratado previamente con un 3 por ciento de amoníaco gaseoso - Idem 2
DUI : duración unitaria de ingestión
DUR : duración unitaria de rumia.
Como en el caso de la paja, es sobre todo el tratamiento con álcalis el que ha sido objeto de más investigaciones.
Las pequeñas cantidades de soda, que son inferiores al 4 por ciento, sólo tienen efectos limitados en la digestibilidad in-vitro de la materia seca. La digestibilidad aumenta gradualmente hasta alcanzar valores del 50 al 70 por ciento cuando se emplean cantidades del 6 al 8 por ciento de soda (Abdouli, 1979; Nefzaoui, 1979). El lavado y la filtración del orujo para eliminar el exceso de soda reduce la digestibilidad.
El tratamiento de los orujos grasos con soda puede entrañar la formación de jabón por saponificación. Este fenómeno también ha sido destacado por Karalazoo (1979). De ahí la necesidad de tratar únicamente los orujos agotados o de utilizar álcalis (Na2CO3, NH4OH), que no provocan reacciones de saponificación.
a) Influencia del tratamiento en la composición química:
Aparte del aumento previsible del contenido de cenizas, el tratamiento modifica sobre todo el contenido de componentes de pared celular (Cuadro 9) y de la fracción nitrogenada vinculada al ADF.
Cuadro 9: Contenido medio de components de pared celular del orujo tamizado agotado se haya tratado o no con el 4 por ciento de soda (6 por ciento de la MS) (Nefzaoui, 1979)
No tratado | Tratado (6% de NaOH½MS) | |
NDF ADF ADL corregido Hemi celulosa Celulosa ADF-N½N total, % | 60,1 49,9 26,8 10,2 23,1 94,9 | 47,2 38,8 17,5 8,3 21,3 74,6 |
b) Influencia en la utilización digestiva:
La degradabilidad de las proteínas y de la materia seca mejora. La digestibilidad in-vivo de la materia seca y, sobre todo, la de las proteínas y de la celulosa bruta aumentan (Cuadro 10).
Cuadro 10: Influencia del tratamiento con soda (tratamiento industrial) en la digestibilidad “in-vivo” de los orujos tamizados agotados
Método de distribución | Tratamiento | Coef. de utilización digestiva aparente | ||||||||
MS | MO | MAD | CB | NDF | ADF | ADL | H.C. | Cel. | ||
Distribuido solo, carneros negros de Thibar (1) | No tratado Tratado con 4% de NaOH | 48 52 | 50 52 | 32 43 | 47 55 | |||||
Con melaza de remolacha granulada distribuida con 100 de heno y 1,5% de urea, ovinos Texel (2) | No tratado Tratado con 4% de NaOH | 31 35 | 32 36 | 39 46 | 23 33 | 24 33 | 18 26 | 14 23 | 49 62 | 26 29 |
Concentrado de 40% de orujo, 49% de cebada, 8% de melaza de remolacha y 3% de minerales, carneros negros de Thibar (1) | No tratado Tratado con 4% de NaOH Tratado con 4% de NaOH + 1,5% de urea | 68 74 71 | 70 75 74 | 59 65 70 | 49 61 58 |
1) Orujo tamizado agotado con el 26 por ciento de CB, Nefzaoui, A. y H. Abdouli, 1979.
2) Orujo tamizado agotado con el 14 por ciento de CB, Nefzaoui, A. et al, 1982
La ingestión, que ya es importante, no aumenta. En cambio, el consumo de agua por el animal se duplica con creces y la excreción de orina se triplica también con creces.
Estudios realizados en microsilos (1,51) han demostrado que la digestibilidad “in-situ” mejora de manera importante utilizando grandes dosis de soda (8 por ciento) y es superior a la obtenida con el amoníaco (Cuadro 11).
Cuadro 11: Digestibilidad “in-situ” de ensilados de orujos tamizados agotados y tratados con álcalis (A. Nefzaoui y otros, 1982)
CUD a | MS | MO | ADF | SNT |
Testigo Amoníaco 2% " 4% " 6% " 8% | 51,68 60,25 58,32 63,04 64,28 | 51,23 61,53 60,36 63,86 65,34 | 36,73 45,88 38,89 48,18 49,87 | 59,32 81,34 83,80 86,90 89,54 |
Soda 4% " 6% " 8% | 62,86 62,46 78,51 | 62,00 60,55 77,67 | 46,63 47,17 62,04 | 72,84 73,93 79,35 |
Se han almacenado en sacos de plástico, con inyección de NH3 (3%), orujos tamizados tratados previamente con melaza. De ello se deriva un aumento importante de su valor nutritivo (Cuadro 12), en particular por:
Cuadro 12: Digestibilidad, ingestión y proporción de nitrógeno de los orujos tamizados agotados, ensilados con amoníaco gaseoso* (A. Nefzaoui y otros, 1983)
Orujo no tratado | Tratado con 3% de NH3 | |
Digestibilidad (%) MS MO SNT MG CB NDF ADF ADL Hemicelulosa Celulosa Ingestión g MS½día½P0,75 | 36 40 29 77 39 32 25 13 60 43 99 | 41 43 55 86 49 39 32 19 63 49 98 |
Proporción de nitrógeno: g N½día½p0,75 Ingerido Fecal Urinario Retenido | 1,903 (100%) 1,353 (71%) 0,240 (13%) | 3,610 (100%) 1,632 (45%) 1,147 (32%) |
Los ensayos realizados por Nefzaoui y Deswysen (1982) han demostrado que se conservaban muy bien los productos ensilados con un 70 por ciento de excrementos de aves que se habían acumulado durante menos de 21 días y el 30 por ciento de orujos tamizados agotados (según los criterios de apreciación del FLIEG).
Vaccarino y otros (1982) han comparado tratamientos con distintas dosis de NaOH y Na2CO3 en orujos parcialmente deshuesados durante 150 minutos a una temperatura de 70°C antes de añadir el disolvente. Ambos métodos mejoran considerablemente la digestibilidad in-vitro, aunque la soda resulta más eficaz (Cuadro 13).
Cuadro 13: Efectos del tratamiento de los orujos parcialmente deshuesados con NaOH o Na2CO3 en la digestibilidad in-vitro (Vaccarino y otros, 1982)
Testigo | Na OH, % | Na2 CO3 % | |||||
2,9 | 5,7 | 8,6 | 3,8 | 7,2 | 11,4 | ||
Digestibilidad de la materia orgánica | 15,8 | 20,7 | 32,3 | 50,8 | 26,9 | 40,6 | 47,9 |
Digestibilidad de la materia seca | 9,7 | 8,8 | 27,2 | 31,9 | 5,1 | 39,4 | 46,5 |
El único tratamiento mecánico práctico consiste en la separación parcial de la cáscara del hueso por tamizado o por corriente de aire. Con este tratamiento se reduce considerablemente la proporción de celulosa bruta (véase Cuadro 5) y de celulosa pura, pero paradójicamente muy poco la de lignina (véase Cuadro 6).
Del Cuadro 7 no se desprende claramente que el deshuesado parcial tenga efectos en la digestibilidad de los orujos no agotados ya que los resultados son tan escasos y heterogéneos que no se pueden sacar conclusiones precisas.
Sin embargo, estudios recientes (Nefzaoui y otros, 1983 - resultados no publicados), en los que se comparan orujos agotados no tamizados, tamizados y tratados con distintos álcalis (Figura 5), demuestran que el tamizado sólo mejoraría:
la digestibilidad de la materia orgánica en 10 o 15 puntos porcentuales, es decir en proporciones ligeramente inferiores a las del tratamiento con soda o amoníaco, pero superiores al tratamiento con Na2CO3 y urea;
la digestibilidad de las sustancias nitrogenadas en unos 30 puntos porcentuales, es decir mucho más que todos los otros tratamientos.
En consecuencia, parece que el tamizado es un método de tratamiento muy eficaz para mejorar el valor nutritivo de los orujos agotados.
Se han realizado pocos experimentos en este campo. Sin embargo, Karapinar (1977) y Worgan (1978) han comunicado que los tejidos contenidos en los orujos de aceituna son resistentes a la degradación microbiana. La realización de cultivos de hongos (funghi) en el residuo no han reducido de manera apreciable el contenido en fibras, incluso después de un tratamiento con álcalis. El cultivo de Sporotriclum pulverulentum en el residuo tamizado ha aumentado el contenido en sustancias nitrogenadas, pero no disminuye apreciablemente el contenido de celulosa bruta (Cuadro 14).
Figura 5: Efecto del tamizado del orujo agotado en comparación con diversos tratamientos con álcalis (Nefzaoui y otros, 1983)
Digestibilidad (en porcentaje) “in sacco” de la MO
Digestibilidad (en porcentaje) “in sacco” de las SNT
OTA = Orujo tamizado agotado
ONTA = Orujo no tamizado agotado
Cuadro 14: Acción de los hongos (S. pulverulentum) en los orujos de aceituna
Tratamiento | Rendimiento g/100 g de subproducto | Composición | ||
Materia seca | SNT | SNT | Celulosa bruta | |
Orujo | 100 | 7,3 | 7,3 | 42 |
Orujo molido, tamizado | 51 | 4,8 | 9,4 | 21 |
Cultivo de hongos | 43,5 | 6,3 | 14,5 | 20,7 |
Tratamiento con álcalis + hongos | 34 | 8,5 | 25 | 15 |
Fuentes: Karapinar (1977); Worgan (1978),
citados por Zoiopoulos, 1983.
Tradicionalmente, los orujos de aceituna, en sus distintas formas, se utilizan en la mayor parte de los países productores. Es curioso que se hayan realizado pocos estudios a fondo para determinar el efecto que sus distintos grados de incorporación tienen en las raciones de los animales.
Se utilizan en Túnez mezclados con salvado o incluso con cactos como alimento de los dromedarios durante gran parte del año o de los ovinos durante los períodos difíciles. Sin embargo, se han realizado muy pocos ensayos con este tipo de orujo.
a) Para ovinos Bloemeyer (1977), utilizando un concentrado que contenía de 0 al 40 por ciento de orujo con melaza-urea, ha obtenido aumentos de peso de 125 a 101 g½día en ovinos de pastoreo a los que se distribuyó 500 g de heno y el concentrado en función del peso en vivo (20 a 30 g½kg de peso en vivo).
Sustituyendo de 0 al 30% de la cebada por orujo en las raciones de los ovinos, Ben Ameur y Ben Hamouda (1975) han obtenido aumentos de peso muy similares, pero ligeramente decrecientes (de 274 g½día a 226 g½día), pero con un índice de consumo superior.
Accardi y otros (1979) han sustituido el 30 por ciento de heno de sulla por el 30 por ciento de orujos en raciones para corderos que estaban constituidas por un 38 por ciento de maíz y un 30 por ciento de torta de soja, con lo que obtuvieron un aumento de peso ligeramente inferior (191 g½día frente a 209 g½día) y un índice de consumo superior (4,91 frente a 4,24).
En Cerdeña, Piccarolo y Paschino (1978), Paschino y Piccarolo (1980), Dattilo (1980) y Dattilo y Congiu (1979) introdujeron orujos de aceituna tamizados (alrededor del 20 por ciento) en gránulos que contenían otros subproductos, con lo que obtuvieron una producción de leche de oveja comparable a la obtenida en pastoreo.
Giouzelgiannis y otros (1978) introdujeron el 15 y el 25 por ciento de orujos (procedimiento Kourgi) en la ración de corderos y no registraron diferencias apreciables en lo referente al aumento de peso, la ingestión o la calidad del canal, y sólo el índice de consumo fue superior a nivel del 25 por ciento de orujos.
b) Para bovinos Ensayos realizados en Italia (Piccinnini, 1906; Gugnoni, 1920; Maymone y Giustozzi, 1935) parecen indicar que los orujos tienen un efecto positivo en el contenido de sustancias grasas de la leche de vaca, con una producción de leche (4% de MG) sensiblemente equivalente, cuando las vacas reciben de 1,8 a 4 kg de orujos½día.
En Grecia, Belibasakis (1982) incluyó en el concentrado alimenticio para las vacas lecheras una proporción del 10 al 20 por ciento de orujos y no observó diferencias apreciables en la producción y la composición de la leche.
Maymone y Giustozzi (1935), utilizando vaquillas de 295 kg a las que se alimentó durante 60 días con heno y ensilado de alfalfa más harina de maíz u orujos (con el 8 por ciento de MG), obtuvieron aumentos de peso, respectivamente, de 630 g½día (habiéndose consumido 922 g½día de maíz) y 370 g½día (cuando se consumieron 775 g½día de orujos).
a) En los ovinos
En Túnez, Nefzaoui y Ksaier (1981) han utilizado estos orujos en raciones de “hambre” constituyendo de 0 al 35 por ciento o el 70 por ciento del concentrado distribuido a ovejas primero gestantes y luego lactantes, además de 300 g de paja por día (Cuadro 15) durante 17 semanas. Los resultados obtenidos en las ovejas que recibieron un 35 por ciento de orujos fueron comparables a los de los testigos. Las que recibieron una proporción del 70 por ciento de orujos perdieron el 20 por ciento del peso, el peso de los corderos al nacer fue menor y el índice de mortalidad de éstos fue muy superior (61 por ciento frente al 29 por ciento). Es importante observar que esa ración permitió no sólo sobrevivir a las madres sino también recuperar un número nada despreciable de corderos durante un período de más de 4 meses.
Cuadro 15: Alimentación de ovejas gestantes, desde la monta hasta el parto, en Túnez central (Ousseltia), con raciones a base de orujos tamizados agotados (A. Nefzaoui y H. Ksaier, 1981)
Testigo | 35% de orujo | 70% de orujo | |
Composición de las raciones (%) Orujo Salvado Melaza Urea Minerales | 0,00 70,00 26,00 2,00 2,00 | 35,00 35,00 26,00 2,00 2,00 | 70,00 0,00 26,00 2,00 2,00 |
Resultados Número de animales Peso inicial en kg Peso final en kg Peso de los corderos al nacer Ingestión en gramos de MS/día/P0,75 | 20 52,35 57,30 3,50 76,00 | 20 52,15 57,33 3,30 105,00 | 20 52,45 42,77 2,60 85,00 |
1 Las ovejas son de raza barbarina con una edad media de seis años.
2 Los animales reciben 300 g/día de paja y las raciones a voluntad.
b) En bovinos
La sustitución en la alimentación de bovinos jóvenes de heno de veza - avena de calidad mediocre por 0-20-40-60 por ciento de orujo agotado tamizado supuso una disminución constante de la tasa de aumento de peso, que fue respectivamente de 536-260-190-39 g/día (Bougalech, 1980). En este caso también, la inclusión de una proporción tan elevada como el 60 por ciento de orujo en la ración permitió garantizar la manutención de los animales.
En Libia, O'Donovan (1983) utilizó 32 novillas Hollstein de 284 kg a las que se administró paja a voluntad (5,7 kg/día) y 2,7 kg de un concentrado que contenía 0-15-30-45 por ciento de orujos parcialmente deshuesados agotados, pero no hubo diferencias en el aumento de peso, que fue, respectivamente, de 688, 706, 695 y 698 g/día. En otro experimento con 12 novillas y 12 novillos Hollstein que pesaban 130 kg y a los que se distribuyó un mínimo de paja (0,6 kg/día) y 3,3 kg de un concentrado que contenía 0-15-30 por ciento de orujos se registraron aumentos de peso, respectivamente, de 1.029, 975 y 813 g/día.
El tratamiento con soda de los orujos agotados tamizados permite mejorar la digestibilidad (véase párrafo 2.5.1).
Cuadro 16: Engorde de ovinos de raza barbarina con orujos tamizados tratados o no con soda (A. Nefzaoui y H. Abdouli, 1979)
Testigo | 40% de orujo no tratado | 40% de orujo tratado con 4% de NaOH | 40% de orujo tratado con 4% de NaOH + urea | |
Composición de las raciones Orujo no tratado Orujo tratado con 4% de NaOH Cebada Melaza Urea Minerales + vitaminas | - - 89,00 8,00 - 3,00 | 40,00 - 49,00 8,00 - 3,00 | - 40,00 49,00 8,00 - 3,00 | - 40,00 47,40 8,00 1,60 3,00 |
Resultados Peso inicial en kg Peso final en kg Aumento de peso g/día Ingestión, g MS/día/P0,75 Indice de consumo, kg MS/aumento en kg | 41,94 54,18 175,00 89,00 9,29 | 37,49 49,31 169,00 109,00 10,94 | 37,64 52,09 206,00 108,00 9,04 | 36,78 51,04 203,00 110,00 9,24 |
1 Cada lote está formado por 10 ovinos machos de edades entre 15 y 16 meses.
2 Los animales reciben 200 g de heno de veza-avena por día y los concentrados a voluntad.
3 El ensayo duró 90 días.
La sustitución del 40 por ciento de cebada por el 40 por ciento de orujo no tratado en el concentrado distribuido ad libitum a ovinos que recibían además 200 g/día de heno no influyó en su proceso de crecimiento, mientras que el tratamiento con el 4 por ciento de soda permitió aumentar el peso y mejorar el índice de consumo. La adición de urea no modificó este resultado (Cuadro 16). Sin embargo, las diferencias no son espectaculares. Ello puede deberse a que la proporción de orujo sigue siendo limitada (40 por ciento de la ración), a que el resto de la ración es bastante rica (alrededor del 50 por ciento de cebada y el 8 por ciento de melaza) y a que la proporción de soda es sin duda demasiado reducida (sólo el 4 por ciento) (véase el párrafo 2.5.2). En las circunstancias económicas actuales es dudoso que este tratamiento con soda resulte rentable por este mejoramiento limitado de los resultados.
Las previsiones de tratamiento de orujos agotados para la producción de furfurol en Túnez y sin duda en otros países debería entrañar un aumento de la proporción de orujos agotados parcialmente deshuesados. Sería posible - y deseable - efectuar el deshuesado en las fábricas de extracción y no en la fábrica de furfurol, ya que de esa manera se podrían reducir los costos de transporte y mantener los orujos más cerca de las zonas de cría y, en consecuencia, hacerlos más facilmente disponibles para los ganaderos.
Los orujos son alimentos bastos lignocelulósicos por:
el comportamiento alimentario y merícico de los animales que los consumen.
Los orujos probablemente no contienen sustancias tóxicas o inhibidoras. Su mala utilización digestiva y metabólica se debería principalmente a su alto grado de lignificación y a los procesos tecnológicos empleados en la extracción del aceite, en los que son objeto frecuentemente de un fuerte calentamiento.
Administrados solos:
suponen una producción reducida de amoníaco y de ácidos grasos volátiles, lo que demuestra su limitado valor nutritivo.
La película y las cáscaras son poco digestibles. El valor nutritivo del orujo mejora con el tamizado, que elimina parcial o totalmente las cáscaras. Un tamizado “a fondo” que no dejara más que un producto muy ligero constituido principalmente por la película tendría un efecto contrario. En la operación del tamizado se deben conservar los trozos de la almendra triturada, que son particularmente ricos en proteínas y son muy digestivos.
Su utilización sin ningún tipo de tratamiento previo puede garantizar:
el mantenimiento y la salvaguardia del ganado en condiciones difíciles, a niveles de aporte más elevados (70 por ciento).
Algunos tratamientos pueden mejorar el valor nutritivo de los orujos:
el tratamiento con amoníaco gaseoso (ensilado) sería más prometedor por el hecho de mejorar la digestibilidad y representar un aporte de nitrógeno suplementario.
Indudablemente sería rentable complementar los orujos con una fuente nitrogenada de buena calidad y de bajo costo, y los primeros ensayos con excrementos de aves parecen prometedores.
En el Cuadro 17 se resumen las posibilidades de utilización de los orujos de aceituna en la alimentación de los animales. Dado el estado actual de los conocimientos parece que todos los tipos de orujos pueden utilizarse sin riesgo ad libitum en operaciones de salvaguardia, pero ninguno puede garantizar un tipo de producción intensiva.
Cuadro 17: Posibilidades de utilización de los distintos tipos de orujo en la alimentación animal
Tipo de orujo | Mantenimiento | Producción moderada | Producción intensiva | |
Tipo de producción | ||||
Orujo agotado | ad libitum + forraje + .. | - | - | - |
Orujo bruto | ad libitum + forraje + .. | ad libitum + forraje + .. | - | - |
Orujo tamizado graso | ad libitum + forraje + .. | <30% | <30% | - |
Orujo tamizado agotado | ad libitum + forraje + .. | ad libitum + forraje + .. | <40–50% | - |
Pulpa | idem orujo tamizado graso |
No se conoce prácticamente ningún experimento con porcinos, a no ser el de Maymone y Durante (1945), que sustituyeron el 50 por ciento del maíz de una ración concentrada que contenía el 70 por ciento, con lo que obtuvieron aumentos de peso, respectivamente, de 940 g½día con el 70 por ciento de maíz, y 770 g½día con el 50 por ciento de orujos grasos (20 por ciento de MG) parcialmente dehuesados, y el 20 por ciento de maíz durante un período de 64 días con cerdos que pesaban alrededor de 16 kg al principio. Sin embargo, no se han confirmado estos resultados ulteriormente con otros ensayos, y son difíciles de explicar habida cuenta del contenido de lignocelulosa de los orujos.