Perspectivas alimentarias No.3/4 1996

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PERSPECTIVAS ACTUALES DE LA PRODUCCION Y LAS COSECHAS

SITUACION POR REGIONES


ASIA

Las perspectivas para la cosecha de trigo de invierno de 1996 en Asia son en general favorables. En China, las plantaciones de trigo de invierno crecieron en aproximadamente un 2 por ciento respecto al año anterior y se informa que la situación de la cosecha es satisfactoria. Se espera una cosecha superior a la media, semejante a la del año pasado, a pesar de la sequía registrada anteriormente en el norte y la posibilidad de una infestación de plagas en algunas regiones. En la India, se prevé una cosecha muy buena cercana a la producción récord del año pasado, de 65,4 millones de toneladas, un 9 por ciento más que el objetivo oficial de 60 millones de toneladas. También se prevén cosechas superiores a la media en la República Islámica del Irán y el Pakistán, donde actualmente se pronostica que la producción será superior en un 3 por ciento a la cosecha récord del año pasado, de 17 millones de toneladas. En cambio, es probable que la del Afganistán vuelva a ser limitada debido a la escasez de insumos agrícolas y la inseguridad. En Iraq, se prevé que la producción se verá limitada por la grave escasez de piezas de repuesto para la maquinaria agrícola y otros insumos agrícolas. A raíz de las medidas de política adoptadas por el Gobierno para limitar la producción interna, la producción de trigo de Arabia Saudita debería ser marcadamente limitada. Las condiciones de crecimiento son satisfactorias en Siria y Turquía gracias a las lluvias suficientes re-cibidas. Las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de invierno de 1996 de la región son fa-vorables. Se está preparando la tierra para la siembra de la cosecha principal de cereales secundarios de 1996, que normalmente comienza en abril.

En China, ha comenzado la siembra de la cosecha temprana de arroz de 1996. En las provincias del sur la humedad del suelo es suficiente, mientras que en el norte la sequía ha afectado a los suministros de agua en el río Yangtze, lo cual podría afectar a las zonas arroceras vecinas. El Gobierno ha redoblado los esfuerzos para sostener la producción de 1996. El precio de compra de los cereales (incluido el arroz) ha subido en un 20 por ciento para alentar a los agricultores a seguir produciendo. En los últimos años, la pérdida de mano de obra rural desplazada al sector urbano ha sido una de las limitaciones importantes del crecimiento de la producción agrícola. En Indonesia, la campaña principal de arroz de 1996 está más adelantada. En Java la recolección de la cosecha de arroz de la temporada húmeda se extiende desde febrero hasta junio y se señala que las condiciones son favorables. Pese a los daños causados por las inundaciones a comienzos del año, los informes oficiales indican que se podrían obtener 51,2 millones de toneladas de arroz, 2,7 millones de toneladas más que el año pasado. En Malasia, las perspectivas de 1996 son favorables. En la mayoría de los años, la producción arrocera ha estado en torno a los 2,1 millones de toneladas. En Sri Lanka, la sequía que impera desde octubre ha afectado a una gran parte del país. En consecuencia, no se pudo sembrar en cerca de 50 000 hectáreas de arroz y la cosecha Maha (principal) debería verse menguada en un 23 por ciento, reduciéndose a menos de 1,4 millones de toneladas. Es probable que esta grave sequía afecte también a la cosecha Yala (segunda) ya que, según se informa, el nivel de los suministros de agua de los embalses de riego es extremadamente bajo.

En el Japón y la República de Corea las plantaciones arroceras comienzan normalmente en torno a abril. Para 1996 se ha fijado un objetivo de producción de 6,6 millones de toneladas en la República de Corea, un 3 por ciento más que la cosecha obtenida el año anterior. En el Japón, en virtud del programa de detracción de tierras agrícolas se detraerán del cultivo de arroz unas 750 000 hectáreas, lo que representa una disminución de la superficie arrocera ligeramente mayor que en 1995. En otras partes de Asia, para la campaña arrocera de 1996 se espera la llegada de las lluvias monzónicas que generalmente empiezan alrededor de junio.


AFRICA

AFRICA SEPTENTRIONAL: Las perspectivas para las cosechas de trigo de 1996 de la subregión, que se recogerán a partir de junio, son en general favorables y se prevé un considerable aumento de la producción. En Argelia, donde las plantaciones de las zonas central y occidental se vieron retrasadas por la insuficiencia de las precipitaciones caídas al comienzo del período vegetativo, las lluvias recibidas a partir de enero mantuvieron unas condiciones de humedad beneficiosas. Las lluvias abundantes que cayeron en la primera quincena de marzo en Túnez siguieron beneficiando el desarrollo de los cultivos y una temperatura inferior a lo normal favoreció la acumulación de humedad del suelo. Se espera que la producción sea el doble del escaso volumen del año pasado. En Marruecos, unas precipitaciones intensas caídas al comienzo del año causaron algunos daños a los cultivos y a la infraestructura pero aumentaron notablemente el nivel de los embalses de agua del país. Se prevé una marcada recuperación de la producción de trigo en 1996. En Egipto, donde la cosecha de trigo es principalmente de regadío, las condiciones de crecimiento son satisfactorias. Sin embargo, debido a unas lluvias inferiores a lo normal recibidas en las zonas de secano, se señala que la superficie total es ligeramente inferior a la del año pasado. En 1996 la producción total de cereales secundarios de la subregión debería recuperarse de forma pronunciada respecto de la cosecha afectada por la sequía del año pasado.

AFRICA OCCIDENTAL: Unas condiciones estacio-nalmente secas predominan en la zona saheliana donde en 1995 se obtuvieron cosechas en general buenas. La producción total de cereales se ha revisado ligeramente a la baja, a 9,4 millones de toneladas, volumen inferior al nivel sin precedentes de 10 millones de toneladas de 1994, pero aún así superior a la media. La producción alcanzó un nivel récord o estuvo cercana a los niveles récord registrados anteriormente en Gambia, Guinea-Bissau, Mauritania y el Senegal. La producción decreció respecto a la de 1994 en Burkina Faso, el Chad, Malí y Níger, pero fue normal o superior a lo normal. En Cabo Verde, la cosecha de maíz fue normal.

En los países costeros, desde Guinea hasta Nigeria, comenzó a llover en el sur, lo que permitió la siembra de la primera cosecha de maíz de 1996. En 1995, la producción total de cereales se calcula en 19 millones de toneladas para los ocho países costeros, una producción casi normal. En Liberia y Sierra Leona, los desplazamientos de la población y la inseguridad han trastornado gravemente la producción agrícola y la producción de cereales de 1995 fue muy escasa. El proceso de pacificación que culminó en Liberia en 1995 ha dado lugar a un mejoramiento de la situación de los suministros de alimentos de la población afectada, si bien las condiciones de seguridad son todavía difíciles. En Sierra Leona, los disturbios civiles recién están empezando a ceder. Se ha reanudado el transporte de ayuda alimentaria desde Freedom hacia el este pero las condiciones de seguridad son todavía difíciles. Han empezado las negociaciones entre los rebeldes y el Gobierno y se espera que culminarán con el cese de las hostilidades y el inicio de un proceso de pacificación. Según las estimaciones actuales, hay más de 3 millones de personas afectadas en la región, de las cuales alrededor de 1 a 1,5 millones están recibiendo asistencia alimentaria.

AFRICA CENTRAL: En 1995 la producción de cereales secundarios fue entre normal y superior a lo normal en la mayoría de los países. En el sur del Camerún se ha empezado a preparar la tierra para la primera cosecha de maíz de 1996. En el norte del Zaire se está sembrando el maíz, y en el centro y sur del país está creciendo satisfactoriamente.

AFRICA ORIENTAL: En 1995 la producción total de trigo de la subregión fue de unos 2,5 millones de toneladas, un 15 por ciento más que la producción superior a la media del año anterior. En el Sudán ha comenzado la recolección de la cosecha de trigo de 1996. Según los informes, la situación de la cosecha es buena gracias al tiempo favorable imperante durante la campaña, y los últimos pronósticos indican una producción de 570 000 toneladas, una cuarta parte más que en 1995.

La cosecha de cereales secundarios de la temporada principal de 1995, cuya recolección terminó recién en diciembre en algunos países, fue en general buena, pero el rendimiento varió considerablemente de un país a otro. En Etiopía, Uganda y Tanzanía, se obtuvieron cosechas sin precedentes; en Kenya y el Sudán la producción disminuyó pero fue entre normal y superior a lo normal. En cambio, en Somalia y Eritrea, la cosecha de cereales secundarios resultó muy menguada debido a la irregularidad de las lluvias y las infestaciones de plagas.

Se ha terminado de recolectar una buena cosecha secundaria de cereales secundarios de 1995/96 en la subregión, salvo en Etiopía donde las cosechas "belg" se recogerán a partir de junio. En Etiopía, se prevé una cosecha secundaria "belg" normal gracias a unas lluvias suficientes recibidas en la segunda quincena de febrero y la primera quincena de marzo, mientras que en algunas partes de Tanzanía la cosecha secundaria de cereales secundarios fue reducida. Las perspectivas para la cosecha de maíz de la temporada principal de 1996 en las zonas de precipitaciones unimodales son favorables gracias a las copiosas lluvias caídas desde el comienzo de la temporada. En Kenya, la cosecha de cereales secundarios de "lluvias cortas", recientemente recolectada, fue en general normal, pese a que en la provincia oriental se cultivó menos. Se ha comenzado a sembrar los cereales secundarios de la temporada principal de 1996. En Uganda, la segunda cosecha de cereales secundarios recientemente recolectada fue superior a la media gracias a unas buenas lluvias recibidas. En Somalia, la cosecha de la temporada secundaria "Der" fue superior a la media, gracias a las copiosas lluvias recibidas durante la campaña. En Burundi y Rwanda, se han cosechado los cereales de la primera temporada de 1996, con una producción inferior a lo normal, pese al incremento de la producción en Rwanda.

AFRICA AUSTRAL: las últimas estimaciones cifran la cosecha de trigo de 1995 de la subregión en 2,3 millones de toneladas, de las cuales 2,1 millones de toneladas se produjeron en Sudáfrica, volumen ligera-mente inferior al pronóstico anterior como consecuen-cia de las malas condiciones del tiempo registradas en el estado de Orange Free durante el período de la cosecha. Sin embargo, dicho volumen de producción de Sudáfrica sería todavía superior en un 17 por ciento al del año anterior. En Zimbabwe, la cosecha de trigo fue menos de la mitad del año anterior y muy inferior a la media, debido a la falta de agua de riego.

Las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de 1996, cuya recolección comenzará en abril, son favorables en la mayoría de los países. Pese al retraso de las lluvias en Malawi, Mozambique, Zambia y Zimbabwe, las precipitaciones han sido en general buenas en la subregión salvo en Namibia donde la pluviosidad acumulativa ha sido muy inferior a lo normal. Según los primeros indicios, la producción de la subregión podría ser superior a la media y muy superior a la producción reducida por la sequía del año pasado debido a un incremento de la superficie sem-brada y a la previsión de rendimientos superiores a la media. En Angola, unas lluvias buenas y las condicio-nes en general pacíficas imperantes en todo el país han dado lugar a un fuerte incremento de la superficie sembrada. En general, se prevé una cosecha superior a la media aunque los rendimientos podrían verse afectados por la escasez de insumos en algunas regio-nes como consecuencia de las dificultades en materia de transporte. En Mozambique, en las provincias del sur el maíz se ha visto perjudicado por una racha de gran sequía registrada en enero y seguida de lluvias excesivas y graves inundaciones en febrero. En Sudáfrica, puede que unas lluvias intensas hayan causado algunos daños a las cosechas en la zona oriental de maíz y en Kwazulu-Natal. No obstante, el pronóstico inicial de la cosecha de maíz sudafricano indica una cosecha superior a la media, el doble de la producción afectada por la sequía de 1995 que fue de 4,6 millones de toneladas. Asimismo se prevé una buena cosecha en Zimbabwe, el segundo productor de la subregión, donde se pronostica una producción de maíz de más de 2 millones de toneladas.

La cosecha de arroz de 1995 de la subregión se calcula en 2,6 millones de toneladas. La campaña de 1996 está muy adelantada en Madagascar, el principal productor de arroz de la subregión. La pluviosidad ha sido suficiente pero las perspectivas para la cosecha siguen siendo inciertas debido a los ciclones ocurridos en enero que pueden haber causado daños a zonas agrícolas muy extensas.


AMERICA CENTRAL Y EL CARIBE

La recolección de la cosecha de trigo de 1995/96 ha comenzado en las principales zonas productoras de regadío del noroeste de México, que representa la mayor parte de la producción de la subregión. La cosecha se vio afectada por el mal tiempo durante la siembra y por la escasez de agua de riego desde diciembre. Los pronósticos iniciales cifran la producción de 1996 en alrededor de 3,7 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al nivel bajo de 1995, debido principalmente a un moderado incremento de la superficie sembrada. El sector se ve todavía afectado por la escasez de créditos y el alto costo de los insumos agrícolas a causa de la devaluación de la moneda.

Los trabajos de campo continúan en la mayoría de los países centroamericanos para la siembra de los cereales secundarios de la temporada principal de 1996 que está a punto de comenzar. En México, la superficie sembrada con maíz debería volver a la normalidad, siempre y cuando persista el buen tiempo, particularmente en las principales zonas central y austral de maíz donde las cosechas se han visto gravemente afectadas por la sequía del año pasado. También se prevé que aumentarán considerablemente las plantaciones de sorgo con respecto a 1995. En El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua se prevén plantaciones casi normales, debido principalmente a una buena estación de las lluvias que ha conservado la humedad del suelo. En el Caribe, unas lluvias normales caídas en la República Dominicana a partir de enero han favorecido las siembras de los cereales secundarios de la primera temporada de 1996 y de los cultivos alimentarios secundarios. En Haití, las perspectivas para la siembra de maíz y sorgo de la primera temporada de 1996 son inciertas como consecuencia de las lluvias intensas y persistentes caídas en las últimas semanas. En Cuba, pese a las lluvias inferiores a lo normal recibidas en el oeste y centro del país, las condiciones de crecimiento son buenas para la cosecha de maíz de la segunda temporada de 1995/96, así como para otros cultivos alimentarios secundarios.


AMERICA DEL SUR

En el sur de la subregión unas lluvias normales caídas a partir de febrero en las principales zonas productoras de trigo han contribuido a reponer la humedad del suelo, en preparación para la siembra de la cosecha de 1996/97. En Argentina, las plantaciones deberían aumentar debido a unos precios

atractivos para los productores, y debería recuperarse del nivel reducido por la sequía del año pasado. En el Brasil, está por comenzar en los principales estados productores la siembra de la cosecha de trigo de 1996. Se prevé un aumento de la superficie sembrada como reacción a la fuerte demanda interna y a los esfuerzos realizados por el Gobierno para estimular una recuperación de la producción, tras la mala cosecha de 1995, mediante un aumento de los créditos disponibles para los agricultores. En el Uruguay, donde la siembra comenzará a partir de mayo, se prevé que la superficie triguera se acercará al nivel normal de 1995. En Chile, la cosecha de 1996 se ha visto afectada por una grave sequía, y la producción sufrió pérdidas importantes. En los países andinos, la recolección de la cosecha de trigo de la temporada principal de 1996 ha comenzado en condiciones favorables y se prevé una producción superior a la media. En Ecuador, unas lluvias ligeramente inferiores a lo normal recibidas en febrero en las principales zonas productoras de las montañas beneficiaron la siembra de la cosecha de la temporada principal de 1996 ya comenzada. Según los pronósticos iniciales, la producción será cercana al rendimiento medio de 1995. En Perú, unas lluvias entre normales y superiores a lo normal han favorecido la siembra de la cosecha de trigo de 1996 en las principales zonas productoras del país. La superficie plantada debería decrecer ligeramente respecto al nivel de 1995 pero todavía sería superior a la media.

Las lluvias de marzo recibidas en el sur de la subregión llegaron demasiado tarde para ayudar significativamente a los cultivos de cereales secundarios de 1996, que se vieron perjudicados por la sequía en el período vegetativo. Se prevé una producción menguada en los principales países productores. En la Argentina, donde se ha cosechado alrededor de un 18 por ciento de la superficie sembrada, los pronósticos iniciales cifran la producción en unos 10 millones de toneladas, frente a 11,4 millones de toneladas en 1995. También se pronostica que la producción de sorgo será inferior a la media. En el Brasil, donde la recolección está muy adelantada, la producción debería ser del orden de los 29 ó 29,5 millones de toneladas, volumen inferior a lo normal y a la producción récord de 36,2 millones de toneladas del año pasado. En Chile, está por comenzar la recolección y se pronostica provisionalmente una producción casi normal, mientras que en el Uruguay, donde se ha empezado ya a cosechar, se prevé una producción de maíz ligeramente inferior a la media. En cuanto a los países andinos, en Bolivia está por comenzar la recolección de la cosecha de maíz de la temporada principal de 1996, particularmente en las grandes zonas productoras del este y en los valles del interior, donde se prevé una producción entre normal y superior a lo normal. En el Ecuador, ha comenzado en las zonas costeras la recolección de la cosecha principal de maíz, especialmente amarillo, de 1996, mientras que la del maíz blanco, producido principalmente en las tierras altas, debería comenzar a partir de mayo. Un pronóstico provisional indica que la producción total de maíz debería disminuir respecto al nivel récord del año pasado pero seguiría siendo superior a la media. En el Perú, unas lluvias entre normales y abundantes caídas en las últimas semanas en las grandes zonas productoras de la costa de Cajamarca y en los llanos meridionales de Arequipa han contribuido al desarrollo de la cosecha del maíz blanco de 1996, al tiempo que continúa la recolección de la cosecha del maíz amarillo, particularmente en torno a la capital y en las principales zonas pro-ductoras de los departamentos de San Martín y Junín. Según los pronósticos, la producción total de maíz será cercana al buen nivel de 1995. En Venezuela, ha comenzado la siembra de las cosechas de maíz y sorgo de 1996 en algunas de las principales zonas productoras. La superficie sembrada debería disminuir nuevamente respecto a la superficie inferior a la media del año pasado, debido a las graves limitaciones financieras y administrativas del sector agrícola.

La campaña agrícola de arroz de 1996 de la región está bien adelantada. La mayoría de los países está ahora recogiendo la cosecha de la temporada principal. En la Argentina, los altos precios internacionales del arroz y los arreglos preferenciales convenidos en el marco del MERCOSUR han impulsado una considerable expansión de la superficie arrocera pero los cultivos se han visto perjudicados por la sequía. Se estima que la producción de arroz en 1996 probablemente será inferior en un 5 por ciento al volumen récord de 928 000 toneladas obtenidas en 1995. En cambio, es probable que en el Uruguay la producción arrocera de 1996 sea superior a la del año anterior. Aunque no ha aumentado la superficie sembrada con arroz, las condiciones de crecimiento favorables han mejorado las perspectivas de mejores rendimientos. En el Brasil, el mayor productor y consumidor de la región, la producción arrocera debería descender en 1 millón de toneladas a 10,2 millones de toneladas. Entre las principales razones que explican dicho descenso figura la disminución de la superficie sembrada en la región de Rio Grande do Sul, provocada por la baja del precio de sostenimiento al productor y el considerable aumento de los precios de los fertilizantes. En el Perú, los altos precios internos del arroz han alentado a los agricultores a aumentar la superficie sembrada en 1996. También se prevé una mayor producción arrocera en Chile, Ecuador y Venezuela.


AMERICA DEL NORTE

En los Estados Unidos las perspectivas para la cosecha de trigo de 1996 son inciertas. El informe del USDA sobre las perspectivas de siembra (29 de marzo) indicaba que las plantaciones de trigo de invierno habían aumentado en casi un 7 por ciento respecto al año anterior, a unos 21 millones de hectáreas, pero a raíz de las condiciones desfavorables del tiempo registradas en otoño e invierno dicha superficie debería disminuir en un 10 a 15 por ciento. Ya se ha arado la tierra donde se habían plantado otros cultivos, para reemplazarlos con cereales de primavera. Aunque las condiciones del tiempo mejoraron ligeramente a mediados de marzo con las lluvias que cayeron en las grandes praderas centrales, gran parte del resto de la cosecha de invierno, cuya situación era ya mala, sigue afectada por la sequedad del suelo y las grandes oscilaciones de vientos y temperaturas. Por lo que se refiere al trigo de primavera que se sembrará en las semanas venideras, el USDA pronostica un aumento del 3,2 por ciento de la superficie con respecto a 1995. Aunque los altos precios del trigo siguen constituyendo un incentivo, también son firmes los precios de los cereales forrajeros y de las semillas oleaginosas. Sin embargo, la superficie definitiva de trigo para la cosecha de 1996 seguirá dependiendo mucho de las condiciones del tiempo en las semanas venideras. En base a la situación de la cosecha hasta el momento y a los indicios sobre la siembra de primavera, y suponiendo que predomine un tiempo normal durante el resto de la campaña, la superficie total de trigo para la cosecha de 1996 debería aumentar en un 5 por ciento aproximadamente. Por consiguiente, suponiendo unos rendimientos medios, la producción total de trigo podría aumentar en alrededor de un 10 por ciento respecto a 1995, situándose en 65 millones de toneladas. En el Canadá, donde todavía tiene que comenzar la siembra de la mayor parte de los cultivos de trigo y cereales secundarios de 1996, los primeros indicios señalan un incremento de alrededor de un 10 por ciento de la superficie de trigo de primavera. Se sigue volviendo, pues, al cultivo del trigo en tierras dedicadas en 1993 y 1994 a la producción de semillas oleaginosas.

Ha empezado la siembra de las cosechas de cereales secundarios de 1996 en algunas zonas del sur de los Estados Unidos, pero la mayor parte de la cosecha de maíz se planta en la zona de maíz a partir de finales de abril. El USDA prevé que la superficie sembrada aumentará en un 12 por ciento aproximadamente, debido a un programa de reducción de la superficie (PRS) del maíz del cero por ciento, a la posibilidad de los productores de aumentar las plantaciones en tierras transferidas del programa de conservación de las reservas a largo plazo, y a unos precios interesantes. Sin embargo, el tiempo también ejercerá una gran influencia en el resultado de las siembras de 1996. Hay falta de humedad en algunas partes de la zona de maíz, pero la situación podría mejorar si se recibieran lluvias suficientes en las semanas venideras. Si las intenciones de siembra de los agricultores se realizan y las condiciones del tiempo son normales en el resto de la campaña, se podría prever un incremento de hasta un 30 por ciento de la cosecha de cereales secundarios de los Estados Unidos con respecto a la producción inferior a la media de 1995. En el Canadá, como en el caso del trigo, la siembra de la cosecha de cereales secundarios de 1996 comenzará en abril. Según los primeros indicios, la superficie total de cereales secundarios aumentará marginalmente, manteniéndose por encima de la media de los últimos cinco años.

En los Estados Unidos, la siembra de la cosecha de arroz de 1996 ha comenzado en algunas partes del sur. El programa arrocero de este año no se ha ultimado, pero se han adoptado algunas disposiciones provisionales. Aunque no ha pasado la ley agrícola definitiva de 1996, se prevé que se eliminarán los precios de sostenimiento indicativos para el arroz, las aportaciones para enjugar el déficit y el programa de reducción de la superficie para permitir a los productores una mayor sensibilidad a los precios de mercado de diferentes cultivos. El USDA pronostica que en 1996 la superficie sembrada con arroz disminuirá en alrededor de un 4 por ciento.


EUROPA

Las perspectivas iniciales para las cosechas de trigo y cereales secundarios de 1996 de la región son satisfactorias. La mayor parte de los cultivos de la mayoría de las zonas están en la fase de latencia, salvo en el sur de España, Portugal e Italia donde ya ha comenzado el período vegetativo. Una suficiente cubierta de nieve en las regiones sudorientales sigue protegiendo a los cultivos de las temperaturas extremadamente frías al propio tiempo que unas precipitaciones regulares caídas en todo el resto de la región contribuyeron a conservar la reserva de humedad del suelo para el crecimiento de primavera. En la CE, la superficie sembrada con cereales de invierno aumentó algo, particularmente en Francia, Alemania y el Reino Unido, los tres principales productores, debido a una reducción de las restricciones a la superficie, y a las condiciones favorables del otoño. La mayor parte del incremento se registró en el trigo, con aumentos menores en el centeno y la cebada. El resultado de la siembra de cereales en esta primavera será importante para la cosecha total pero los informes sobre la superficie y la situación de los cultivos de invierno indican que la producción total de cereales de la Comunidad aumentará en alrededor de un 5 por ciento. En la CE, la siembra del arroz generalmente comienza en torno a abril. Sin embargo, unas buenas lluvias recibidas en España han estimulado la siembra temprana de dicho producto.

En otras partes de la región, hay indicios de que las siembras de cereales de invierno en los países orientales se han mantenido en gran parte cercanas a las del año pasado o han disminuido ligeramente en algunas partes donde la limitación de las finanzas sigue condicionando a los agricultores. En esto se exceptúa principalmente Polonia, donde la superficie de cereales de invierno se calcula oficialmente en 5 millones de hectáreas, un 4,5 por ciento más que el año pasado. Las siembras de trigo de invierno se cifra en 1,8 millones de hectáreas, 78 000 hectáreas más que en 1995, y las plantaciones de centeno aumentaron en 146 000 hectáreas a 2,4 millones de hectáreas. Sin embargo, se señala que el invierno ha sido muy duro y el porcentaje de destrucción invernal podría ser algo superior a lo normal. En Bulgaria, las últimas estimaciones oficiales cifran las plantaciones de trigo de invierno entre 800 000 y 850 000 hectáreas, frente a las 910 000 hectáreas del año anterior. En Hungría, aunque no se dispone de estimaciones oficiales, se considera que las plantaciones de invierno se han visto limitadas por la escasez de finanzas de los productores. En Rumania, los últimos informes indican que el trigo de invierno se sembró en 1,2 millones de hectáreas frente a un nivel superior a la media de 4,2 millones de hectáreas del año anterior. Las condiciones del tiempo en las semanas venideras y el acceso a los insumos para la siembra de la cosecha de primavera serán importantes para la cosecha de 1996 en los países orientales, pero según los actuales indicios las cosechas de la mayoría de dichos países deberían mantenerse en torno a los volúmenes del año pasado. En la República Federal Yugoslava (Serbia y Montenegro) se prevé que la producción de trigo de invierno de 1996 disminuirá debido a una reducción de la superficie sembrada y al aumento del costo de los insumos agrícolas. Sin embargo, la superficie sembrada con cultivos de primavera, principalmente maíz, debería aumentar gracias a los incentivos a la producción ofrecidos por el Gobierno. En Croacia, la cosecha de trigo de 1996 se pronostica en 856 000 toneladas, lo que representaría una producción inferior en un 12 por ciento a la del año pasado debido a una disminución de la superficie sembrada. En Bosnia y Herzegovina, las perspectivas para la cosecha de trigo son favorables gracias al aumento de la superficie sembrada en las zonas centrales y a las condiciones hasta ahora satisfactorias del tiempo. La superficie sembrada con cultivos de primavera debería aumentar en las zonas serbias al haberse levantado las sanciones económicas. En Eslovenia y la ex República Yugoslava de Macedonia, se prevén unas cosechas normales de trigo como consecuencia del tiempo normal registrado hasta ahora.


COMUNIDAD DE ESTADOS INDEPENDIENTES 1/

Las perspectivas para la cosecha de cereales y legumbres de 1996 son mejores que el año pasado. La superficie total sembrada con cereales de invierno que se recogerán en 1996 aumentó en casi 3 millones de hectáreas respecto al año anterior pero, situada en unos 28 millones de hectáreas, fue inferior a la media e inferior en 5 millones de hectáreas a la de 1993. Una gran nevada caída en las principales zonas productoras ha protegido a los cereales de invierno del frío intenso y aseguró buenas reservas de humedad para los cultivos de primavera. Los cultivos todavía están en su mayor parte en fase de latencia. El frío riguroso registrado en enero y febrero ha causado alguna destrucción invernal de las siembras en las zonas occidentales pero en general la situación de la cosecha es mejor que el año pasado en los principales estados productores. En la Federación de Rusia, donde se sembraron cultivos de invierno en 15,2 millones de hectáreas (1995: 11,9 millones de hectáreas), los indicios provisionales señalan que la situación de los cultivos sembrados en un 88 por ciento de la superficie es entre buena y satisfactoria. En Ucrania, donde también la superficie sembrada con trigo de invierno aumentó algo, se señala que la situación de la cosecha es en general satisfactoria. En Kazajstán, la superficie sembrada con cultivos de invierno aumentó a 1,2 millones de hectáreas, pero la mayor parte de la cosecha no se sembrará hasta mayo. En Uzbekistán y Turkmenistán la superficie de cereales de invierno aumentó marginalmente. En cambio, en Armenia, Georgia, Tayikistán y la República de Kirguistán las plantaciones de la cosecha principal de trigo se vieron limitadas por la escasez de créditos y semillas.


1/ La Comunidad de Estados Independientes (CEI) comprende los 12 Estados Miembros (Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldova, la Federa-ción de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán).

El resultado definitivo de la cosecha de 1996 en toda la CEI dependerá decisivamente de la superficie sembrada en primavera, de las condiciones del tiempo hasta la cosecha y de la medida en que se realicen los actuales planes encaminados a hacer que los agricultores puedan acceder más fácilmente a los fertilizantes y la maquinaria. En la Federación de Rusia, se espera que este año se sembrarán 55 millones de hectáreas con cereales y se prevé que la producción se recuperará a 77-80 millones de toneladas (1995: 63,5 millones de toneladas). En Ucrania y Kazajstán, la superficie sembrada podría ser cercana a la del año pasado pero la producción podría recuperarse respecto a los niveles reducidos por la sequía del año pasado.


OCEANIA

En Australia, la plantación de las cosechas principales de trigo y cereales secundarios de 1996 comenzará en mayo. Los pronósticos oficiales de finales de marzo cifran la superficie de trigo en un nivel superior a la media de 10,3 millones de hectáreas, alrededor de un 5 por ciento más que el año anterior. Se espera que los productores reaccionarán a los precios firmes internacionales. Sin embargo, los rendimientos podrían disminuir marginalmente respecto a los niveles superiores a la media obtenidos en 1995 y, suponiendo condiciones atmosféricas favorables, se pronostica que la producción aumentará en alrededor de un 4,5 por ciento. La superficie plantada con las cosechas principales de cereales secundarios de invierno, principalmente cebada y avena, debería disminuir ligeramente debido principalmente a que se volvió a cultivar trigo y, en consecuencia, se prevé que la producción de los cereales secundarios de invierno descenderá marginalmente. La cosecha menor de cereales secundarios de verano de 1996, principalmente sorgo, que se está recolectando ahora, se vio favorecida por unas buenas precipitaciones caídas en las últimas fases de desarrollo. Según las estimaciones, la producción aumentará en un 50 por ciento, por lo menos, respecto al volumen menguado del año anterior debido a un aumento de la superficie sembrada y a unos mejores rendimientos. Ya ha comenzado la recolección de la cosecha de arroz de 1996. La producción se pronostica en 1,28 millones de toneladas, un 13 por ciento más que el año anterior.


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