Perspectivas alimentarias 1/97

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COMERCIO

Según los pronósticos, en 1996/97 el comercio mundial de cereales descenderá a 186 millones de toneladas, 20 millones de toneladas, o sea el 10 por ciento, menos que el año anterior, pero alrededor de 1 500 000 toneladas más de lo indicado en el informe de noviembre. Según los pronósticos actuales, el nivel de las importaciones mundiales de cereales sería el más bajo desde mediados de los años ochenta. La mayor parte de la fuerte contracción de este año se debe a una disminución de las importaciones de trigo y cereales secundarios, mientras que la disminución de las de arroz probablemente será menos pronunciada.

El comercio mundial de trigo y harina de trigo (en equivalente de trigo) en 1996/97 (julio/junio) se pronostica en 84 millones de toneladas, igual que en el informe anterior, y 10 millones de toneladas, o sea el 11 por ciento, menos que el total estimado para 1995/96. La mayor parte de la disminución de las importaciones con respecto al año pasado se debe a unos pronósticos mucho más bajos para China y algunos países de Africa. Es probable que en 1996/97 las importaciones totales de trigo de los países en desarrollo desciendan a 67 millones de toneladas, 8 millones de toneladas, o sea el 11 por ciento, menos que en 1995/96. En Asia, debido a la excelente cosecha de este año y al ritmo lento de las importaciones de trigo en comparación con el mismo período del año pasado, el pronóstico relativo a las importaciones de trigo de China (incluida la provincia de Taiwán) se ha reducido a 6 millones de toneladas, 8 millones de toneladas, o sea casi el 60 por ciento, menos que las importaciones estimadas en 1995/96 y 3 millones de toneladas menos de lo que se había previsto en noviembre de 1996.

SITUACION GENERAL DE LAS IMPORTACIONES MUNDIALES DE CEREALES

Trigo Cereales secund. Arroz (elaborado) Total

1995/96 1996/97 1995/96 1996/97 1996 1997 1995/96 1996/97

( . . . . . . . . . . millones de toneladas . . . . . . . . . .)
Asia 47,6 42,6 57,4 54,4 10,0 9,1 115,0 106,1
Africa 19,7 16,4 9,2 6,8 3,9 4,1 32,8 27,2
América Central 4,6 4,6 9,7 7,7 1,5 1,4 15,7 13,8
América del Sur 10,8 10,3 5,2 5,1 1,3 1,5 17,3 16,9
América del Norte 1,8 2,1 3,8 3,3 0,5 0,5 6,1 5,8
Europa 5,4 4,8 6,4 5,6 1,1 1,0 12,9 11,5
CEI 4,0 2,7 0,5 0,3 0,4 0,4 5,0 3,4
Oceanía 0,4 0,5 0,2 0,1 0,3 0,3 1,0 1,0
TOTAL MUNDIAL 94,4 84,0 92,4 83,3 19,0 18,5 1/ 205,8 185,7
Países en desarrollo 75,8 67,4 59,3 51,6 16,0 15,1 151,1 134,1
Países desarrollados 18,6 16,6 33,1 31,7 3,1 3,4 54,8 51,6

FUENTE: FAO
1/ Muy provisional.

En cambio, la India debería de importar este año alrededor de 1 500 000 toneladas para controlar el alza de los precios y aumentar los suministros internos. Este mes también se ha aumentado el pronóstico de las importaciones de trigo del Pakistán, a 2 300 000 toneladas, tras la decisión del Gobierno de aumentar el objetivo de importación de trigo a 2 300 000 toneladas para compensar el volumen menor de lo previsto de la producción. También se han aumentado las importaciones de trigo de la República Democrática de Corea a 250 000 toneladas, 200 000 toneladas más que los pronósticos anteriores.

Se prevé que este año disminuirán las importaciones totales de trigo de los países en desarrollo de Africa, debido principalmente a una notable recuperación de la producción de Marruecos y Túnez. Las compras que efectuará Marruecos este año se pronostican actualmente en alrededor de un millón de toneladas, 2 millones de toneladas menos que el año pasado. De resultas de una producción sin precedentes de trigo, las importaciones de Túnez deberían volver a niveles más normales, de alrededor de 500 000 toneladas, frente a un millón de toneladas importadas anualmente en los dos últimos años. También se prevén importaciones ligeramente menores en algunos países en desarrollo del Africa subsahariana, especialmente Etiopía y Zimbabwe, debido al aumento de la producción interna. Para la mayoría de los otros países, las importaciones de este año deberían mantenerse cercanas al volumen estimado del año pasado. Según los pronósticos, las importaciones totales de trigo de América Latina y el Caribe disminuirán ligeramente respecto a 1995/96. Se prevé que las importaciones de México se mantendrán sin modificaciones en el nivel del año pasado, de 1 600 000 toneladas, pero el Brasil, Colombia y el Perú importarán algo menos.

Las importaciones totales de trigo de los países desarrollados deberían de disminuir por cuarto año consecutivo. Las de este año se pronostican en cerca de 17 millones de toneladas, 2 millones de toneladas menos que el año anterior, lo que representa el 20 por ciento del total mundial. Las importaciones de trigo de la CEI deberían de disminuir a 2 700 000 toneladas, 1 300 000 toneladas menos que el reducido volumen del año pasado, debido principalmente a una disminución de las compras de la Federación de Rusia. En Europa, la disminución prevista de las importaciones de la CE se ve compensada con creces por las compras probablemente mayores de Bulgaria y Rumania.

Pese a la contracción prevista del comercio mundial de trigo en 1996/97 (julio/junio), se pronostica que las exportaciones totales de los 5 principales exportadores alcanzarán los 80 millones de toneladas, unas 600 000 toneladas más que en 1995/96, lo que representa el 95 por ciento del total mundial, frente al 88 por ciento del año pasado. Entre los grandes exportadores, sólo los Estados Unidos deberían terminar la campaña con exportaciones sig-nificativamente menores que el año pasado. En cam-bio, es probable que la producción récord de la Argentina y Australia aumente su participación en el mercado de exportación de este año, y también aumentarán probablemente las ventas del Canadá y la CE. Entre los países exportadores menos importantes, se prevé que ni la India ni la Arabia Saudita estarán en el mercado de exportación en la presente campaña, mientras que los envíos de Turquía podrían mantenerse en el nivel del año pasado, de alrededor de un millón de toneladas. En Europa, también es probable que disminuyan considerablemente las exportaciones de varios países extracomunitarios. Bulgaria no tendrá suministros exportables, mientras que los envíos de Rumania deberían ser insignificantes después de haber llegado a alrededor de 2 millones de toneladas en 1995/96. Según las previsiones, Polonia exportará alrededor de 200 000 toneladas, el mismo volumen que el año anterior. Las exportaciones de Hungría podrían alcanzar el millón de toneladas, lo que representa una disminución del 50 por ciento respecto al año pasado.

El pronóstico relativo al comercio mundial de cereales secundarios en 1996/97 (julio/junio), situado en 83 300 000 toneladas, es muy inferior al volumen del año pasado, estimado en alrededor de 92 millones de toneladas, pese a un ajuste al alza de 1 300 000 toneladas desde el último informe. Sería el nivel del comercio mundial de cereales secundarios más bajo desde 1987/88, en que las importaciones se situaron en torno a los 82 millones de toneladas. La disminución prevista del comercio mundial debería afectar a casi todos los principales tipos de cereales secundarios, salvo la cebada, que podría aumentar ligeramente. Las importaciones de maíz, que normalmente representan alrededor del 70 por ciento del comercio mundial de cereales secundarios, son las que probablemente disminuirán más, a alrededor de 60 millones de toneladas, unos 9 millones de toneladas menos que en 1995/96.

Semejante a la situación del trigo de este año, la mayor parte de la disminución prevista en las importaciones de cereales secundarios de 1996/97 se produciría en los países en desarrollo que, como grupo, importarán alrededor de 52 millones de toneladas este año, casi 8 millones de toneladas, o sea el 13 por ciento, menos que el año pasado. El descenso mayor debería de producirse en Asia, principalmente en China donde, como consecuencia de una excelente cosecha, las importaciones probablemente pasarán de más de 5 millones de toneladas en 1995/96 a menos de 2 millones de toneladas en 1996/97. Las importaciones de la República de Corea, el segundo importador mundial de cereales secundarios después del Japón, se pronostican en 10 millones de toneladas, 500 000 toneladas menos que el año anterior, aunque es probable que la disminución se vea compensada por el aumento de las importaciones de trigo de baja calidad. En cambio, es probable que la Arabia Saudita, el mayor importador mundial de cebada, aumente este año sus compras, aprovechando que en la presente campaña los precios han bajado y hay una gran cantidad de suministros en el mercado mundial.

En Africa, se pronostica que las importaciones totales de cereales secundarios de los países en desarrollo descenderán a alrededor de 6 500 000 toneladas, 2 millones de toneladas menos que en 1995/96. La mayor parte de la disminución se deberá a una menor demanda de Argelia, Marruecos y Túnez, como consecuencia principalmente del aumento de la producción interna. También se pronostica que descenderán, en alrededor de 500 000 toneladas, las importaciones totales de los países en desarrollo del Africa subsahariana. La mayor parte de la disminución se prevé en algunos países del Africa austral, particularmente en Zimbabwe y Zambia, a raíz de un fuerte aumento de la producción de maíz. En cambio, las importaciones de maíz de Kenya aumentarán de forma pronunciada debido a la escasa producción de 1996.

En América Latina y el Caribe, es probable que la disminución de las compras de México compense con creces el aumento pronosticado de las importaciones de algunos países de América del Sur, particularmente el Brasil. En México, cuyas perspectivas para la cosecha de sorgo de este año son favorables, las importaciones de ese cereal podrían disminuir. En cambio, Brasil comprará más maíz este año para compensar el déficit de la producción interna.

Las importaciones totales de cereales secundarios de los países desarrollados deberían llegar en 1996/97 a alrededor de 32 millones de toneladas, 1 500 000 toneladas menos que en 1995/96 aproximadamente. La mayor parte de la disminución debería registrarse en la CE, donde la gran producción de este año limitará las importaciones a alrededor de 2 500 000 toneladas, frente a los 4 400 000 toneladas de 1995/96. En cambio, debido a un descenso de la producción interna, Bulgaria podría importar alrededor de 500 000 toneladas de maíz y cebada. En Rumania, se prevé que la disminución de la producción dará lugar a una gran cantidad de importaciones de cebada (unas 400 000 toneladas). En otras partes, se pronostica que, tras un año de moderada disminución, las compras del Japón, el mayor importador mundial de cereales secundarios, aumentarán en 500 000 toneladas a 20 600 000 toneladas, principalmente para reponer las existencias.

Mientras el comercio mundial de cereales secundarios descendería notablemente este año como consecuencia del aumento de la producción de algunos países importadores, el incremento de la producción en casi todos los principales países exportadores contribuyó a una considerable mejora de la situación de sus suministros internos y, por ende, a un aumento de sus disponibilidades exportables. Una notable recuperación en los Estados Unidos, combinada con una producción récord en la CE y unas cosechas superiores a la media en casi todos los principales países exportadores de cereales secundarios aportaron alivio al mercado, que estaba muy flojo antes de que se terminaran las principales cosechas en octubre. Además, también es probable que este año vuelvan a niveles más normales las existencias exportables de algunos de los países exportadores más pequeños, entre ellos Sudáfrica, Turquía y Hungría, mientras que según se desprende de los últimos informes sobre China podría estar a punto de suspenderse la prohibición de las exportaciones de maíz, lo que permitiría al país volver al mercado de exportación.

En 1996 el comercio internacional de arroz pasó de un nivel récord de casi 21 millones de toneladas a poco más de 19 millones de toneladas. Muchos de los exportadores tradicionales se vieron afectados por el considerable debilitamiento de la demanda de importaciones. Las exportaciones de Tailandia descendieron en 700 000 toneladas a 5 300 000 toneladas, y las de los Estados Unidos disminuyeron en 300 000 toneladas a 2 600 000 toneladas. Las exportaciones de arroz de la India, que habían alcanzado un nivel récord de 4 200 000 toneladas el año anterior, descendieron drásticamente a unos 3 400 000 toneladas. En cambio, Viet Nam, que perdió una parte considerable de su comercio mundial en 1995 al surgir la India como fuerte competidor, aumentó sus exportaciones de arroz a un nivel sin pre-cedentes de 3 100 000 toneladas. Las exportaciones de China, que en 1995 fueron insignificantes, en 1996 se recuperaron a 260 000 toneladas. En el Pakistán, la fijación de precios más competitivos, especialmente tras la devaluación de la rupia, aumentó las exportaciones a 1 500 000 toneladas, aproximada-mente.

Como la producción mundial de arroz volvió a alcanzar otra vez un nivel récord en 1996, es probable que en 1997 la demanda mundial de importaciones sea relativamente débil. Según las proyecciones, el comercio mundial de arroz será de 18 500 000 toneladas, nivel menor que en 1996 pero superior al pronóstico anterior. La revisión al alza se debe principalmente al aumento del pronóstico relativo a las importaciones del Iraq, la República Democrática de Corea y el Japón.

Las importaciones del Japón en el año civil 1997 deberían de aumentar respecto al nivel de 1996. Ello se debe, en parte, a que sus compras de arroz realizadas al final de la campaña, de conformidad con sus compromisos mínimos en materia de acceso a los mercados correspondientes al ejercicio de 1996, probablemente llegarán en el año civil 1997. Además, el compromiso del Japón en materia de acceso a los mercados de arroz en el ejercicio de 1997 totaliza 531 000 toneladas (arroz elaborado), frente a 455 000 toneladas en el ejercicio de 1996. El cumplimiento de todo el compromiso correspondiente al ejercicio de 1997 en el año civil dependerá del resultado de su cosecha de arroz. Se prevé que la producción podría reducirse debido a unos planes encaminados a bajar el precio de sostenimiento del arroz en un 1,1 por ciento, por primera vez en seis años.

La aceptación, por parte del Iraq, de las condiciones de las Naciones Unidas sobre la venta de petróleo por alimentos debería allanar el camino para que el país aumente las importaciones de arroz. Debido a lo cual, el pronóstico de las importaciones arroceras del Iraq se ha aumentado a 600 000 toneladas. Según indicios oficiales, se comprarían alrededor de 340 000 toneladas de arroz en el primer semestre. También han mejorado las perspectivas para un aumento de las importaciones de la RPD de Corea, si bien prácticamente todas serían en forma de ayuda alimentaria.

Pese a las expectativas de un aumento de las transacciones arroceras por parte del Iraq, el Japón y la RPD de Corea, se pronostica que las importaciones totales de Asia disminuirán a causa de una probable reducción de las de Bangladesh, China, Indonesia y Filipinas. En comparación con años anteriores, el suministro de arroz ha mejorado en los cuatro países gracias a una recuperación de su producción y/o existencias. Sin embargo, aun en esos países la situación es relativamente inestable y todavía puede cambiar si se producen alteraciones en el resultado de las cosechas del arroz en pie. En Filipinas, sigue habiendo aprehensión a la posibilidad de que aumenten los precios internos del arroz, como ocurrió en 1995, lo que ha dado lugar a conversaciones sobre la posible necesidad de aumentar las importaciones a pesar de la recuperación de la producción.

Fuera de Asia, la demanda de importaciones se mantendría relativamente fuerte. Brasil debería de aumentar sus importaciones en 1997. Ante la probabilidad de una mala producción en 1997, tras la merma de un millón de toneladas en 1996, se prevé que las existencias descenderán. Aunque la mayor parte de sus importaciones normalmente provienen de los socios comerciales del MERCOSUR, principalmente la Argentina y el Uruguay, la capacidad de estos países para satisfacer la demanda de arroz del Brasil dependerá totalmente de la magnitud de su producción en 1997. Es probable que las importaciones de los países de América del Norte y América Central, especialmente el Canadá y los Estados Unidos, seguirán su tendencia ascendente. La reciente supresión en México de la prohibición de importar arroz de Asia podría mejorar las perspectivas de exportación de los exportadores asiáticos. Africa, que en 1996 importó grandes cantidades de arroz, gracias a la liberalización de las importaciones de ese producto en varios de los principales países consumidores, podría seguir teniendo una presencia fuerte en el mercado mundial de arroz, aunque las cantidades definitivas que se comprarían dependerían de los precios internacionales del arroz.

Es probable que casi todos los exportadores sientan las repercusiones del debilitamiento de la demanda mundial de arroz. Se pronostica que las exportaciones de los Estados Unidos descenderán en 1997 en 300 000 toneladas a 2 300 000 toneladas, y las de la India podrían sufrir un descenso considerable. El retorno al sistema de gravámenes que exige a los exportadores entregar a la Corporación de Alimentos de la India entre el 50 y el 75 por ciento de sus compras de arroz podría afectar a la competitividad de las exportaciones, especialmente en vista de la débil demanda internacional y la mayor competencia por la participación en el mercado.

También podrían descender las exportaciones de Viet Nam. Sin embargo, mucho dependería del resultado de la cosecha de invierno y primavera que se recoge en 1997 y de la política que adopte con respecto a las exportaciones. La supresión, en octubre pasado, del contingente de exportación de arroz contribuyó notablemente a la recuperación del comercio de Viet Nam en 1996. Las exportaciones de Tailandia podrían aumentar en 1997, pero las perspectivas siguen siendo un tanto inciertas. En los últimos años, los precios de exportación del arroz de Tailandia han sido más resistentes y menos sensibles a la presión a la baja ejercida por el debilitamiento de la demanda internacional. Esto podría hacer que sus compradores tradicionales recurrieran nuevamente a otras fuentes.


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