Perspectivas alimentarias 03/97

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PERSPECTIVAS ACTUALES DE LA PRODUCCION Y LAS COSECHAS


SITUACION POR REGIONES


ASIA

En Asia, las perspectivas para la cosecha de trigo de invierno de 1997 siguen siendo en general favorables. En China, las condiciones de humedad del suelo para la cosecha de trigo de invierno que se recogerá a partir de mayo y junio son satisfactorias, no obstante el tiempo cálido de fuera de estación registrado a mediados y finales de febrero, que mermó algo la resistencia de los cultivos en las llanuras del norte, y la sequía que está afectando la provincia oriental de Shandong. En el sur, los cultivos se están desarrollando, y en el norte están saliendo de la fase de dormición. En la India, a pesar de unas escasas precipitaciones intermitentes recibidas al comienzo de la temporada, los abastecimientos de riego son suficientes y se prevé una buena cosecha de trigo de alrededor de 64,5 millones de toneladas, volumen marcadamente superior al de 62,6 millones de toneladas de 1995/96, en que la cosecha se vio afectada por la enfermedad de la roya y las tempera-turas altas que predominaron durante la cosecha en el principal estado productor de Punjab. Se señala que la compra de trigo por parte de la Corporación de Alimentos de la India (CAI) comenzó el 17 de marzo, en vez del 1º de abril como suele ser. En el Pakistán, unas precipitaciones caídas últimamente favorecieron los cultivos en fase reproductiva y de granazón, y las condiciones para el trigo de invierno que se cosechará a partir de abril y mayo son en general satisfactorias, previéndose una producción superior a la media de 17 millones de toneladas, semejante a la del año pasado. También se prevé una producción superior a la media en Bangladesh, semejante a la de 1,32 millones de toneladas del año pasado.

En algunas partes ya han comenzado los preparativos de la tierra para la siembra de cereales secundarios de 1997, aunque la mayor parte de los cultivos se plantará recién en junio cuando comience el monzón sudoccidental. Aunque se prevé que el aumento de la superficie sembrada en China y otros países productores, unido a una mayor utilización de variedades híbridas, determinará un incremento mode-rado de la producción total en 1997, la producción de-finitiva dependerá mucho del resultado del monzón sudoccidental de este año.

En el Afganistán, las perspectivas para las cosechas de invierno de 1997 siguen siendo inciertas debido a que continúan la escasez de insumos, los daños a los sistemas de riego y la inseguridad. Tam-bién en el Iraq, las perspectivas para las cosechas de invierno de 1997 siguen siendo inciertas debido a con-diciones secas y a escasez de insumos esenciales. En Arabia Saudita, se estima que la superficie plantada con trigo y cebada para la cosecha de 1997 ha dismi-nuido por quinto año consecutivo.

En Asia, ya se ha recogido la mayor parte de la cosecha principal de arroz de 1996, y en muchos países ha comenzado la segunda o tercera campaña. En base a las estimaciones de la cosecha principal y a los probables rendimientos de los cultivos en pie, la producción total de arroz de la región se calcula en 514 millones de toneladas, alrededor de 12,3 millones de toneladas más que el año anterior, pero 2,4 millones de toneladas menos que la estimación realizada el año pasado. Myanmar y la India han rebajado sus estimaciones tanto de la producción de 1995 como de 1996. En cambio, la producción arrocera de China (Continental) en 1996 se pronostica ahora oficialmente en 189,73 millones de toneladas, frente a los 188 millones de toneladas calculados anteriormente. El Pakistán ha aumentado su cálculo sobre la producción de arroz en 1996 a 6,4 millones de toneladas, 7,5 por ciento más que el año anterior, y notablemente más que la producción calculada anteriormente. La mayor parte del incremento se dio en el arroz del IRRI en el Sindh. El 34 por ciento de la producción total (o sea, 1,46 millones de toneladas de arroz elaborado) correspondió a variedades de Basmati de Punjab.

En otras partes, la tercera y segunda campaña agrícola se están desarrollando en condiciones en general normales. En Bangladesh, se ha sembrado la cosecha Boro y, según los primeros indicios, se obtendrían 7,5 millones de toneladas (en equivalente de arroz elaborado), volumen ligeramente superior al del año anterior. En la India, la abundancia de abastecimiento de agua beneficiará seguramente la cosecha de arroz Rabi.

En el hemisferio sur y la zona ecuatorial, la campaña arrocera de 1997 está muy avanzada. En Indonesia, ha comenzado la recolección de la cosecha de la temporada principal de 1997 y las condiciones son en general favorables. Para 1997 se ha establecido un objetivo de producción de 52,2 millones de toneladas de arroz, lo que representaría un volumen superior en casi un 5 por ciento a la cosecha de 1996. El precio de sustentación al productor del arroz se ha aumentado en un 16,6 por ciento, como un estímulo a los agricultores para compensarlos por la disminución de las subvenciones que ha provocado un aumento general del 21 por ciento en los precios de los ferti-lizantes. Ha comenzado la recolección de la cosecha Maha en Sri Lanka, donde el año pasado la producción arrocera nacional sufrió un serio contratiempo a causa de la sequía. Las condiciones generales para la cose-cha Maha de 1997 son satisfactorias, aunque informes anteriores habían señalado que algunas zonas habían resultado perjudicadas por la inseguridad respecto a los abastecimientos de agua.

En el hemisferio norte, la campaña arrocera de 1997 ha comenzado en China con la siembra de arroz temprano. En general, las condiciones del tiempo son normales. En 1996, se obtuvieron alrededor de 44 millones de toneladas de arroz temprano, lo que representó el 23 por ciento de la producción total del país. En el Japón, la siembra de la cosecha de arroz de 1997 está a punto de comenzar. Para la presente campaña, el programa total de detracción de tierras se ha fijado en 787 000 hectáreas, como el año anterior; pero los precios de sustentación para el arroz han bajado, por primera vez en 6 años, en 1,6 por ciento.


AFRICA

AFRICA SEPTENTRIONAL:

Las perspectivas para las cosechas de trigo de 1997 de la subregión, que se recogerán a partir de junio, son en general desfavorables debido a las prolongadas condiciones secas imperantes. En Argelia, debido al tiempo seco que afectó las principales zonas de cereales de invierno desde el comienzo de la temporada, resultó una fase de despunte deficiente y un crecimiento frenado de las plantas. También en Túnez y Marruecos, fuera de algunas precipitaciones recibidas en febrero la campaña agrícola de invierno se ha caracterizado hasta ahora por unas condiciones en general secas que están perjudicando el potencial de rendimiento. Según las previsiones, la producción descenderá de forma pronunciada en estos países respecto a la buena cosecha de 1996, aunque manteniendo un nivel superior a la cosecha gravemente reducida por la sequía de 1995. Para evitar una ulterior reducción del potencial de rendimiento se deberían recibir dentro de poco unas lluvias abundantes. En Egipto, las condiciones de crecimiento son satisfactorias para la cosecha de trigo, en su mayor parte de regadío, que se recogerá a partir de mediados de mayo, y la producción podría aumentar ligeramente respecto al año anterior. También debería de descender algo en 1997 respecto al buen nivel del año anterior la producción total de cereales secundarios de la subregión. En Egipto, los problemas relacionados con la utilización del agua debería dar lugar a una significativa reducción de la siembra de arroz en 1997. Los planes actuales apuntan a una siembra de sólo 360 000 hectáreas, frente a más de medio millón de hectáreas que se han cultivado anualmente desde 1992. Normalmente, la mayor parte del arroz se planta entre abril y junio.

AFRICA OCCIDENTAL:

En el Africa occidental, las lluvias han comenzado en el sur de los países del Golfo de Guinea, mientras que en otras partes predominan condiciones secas. En 1996, unas condiciones de crecimiento favorables dieron lugar a cosechas de cereales secundarios entre medias y superiores a la media en los principales países del Africa occidental. En el Sahel, sin embargo, la producción fue inferior a la media en Cabo Verde, el Chad y Mauritania, y en algunas regiones tradicionalmente deficitarias de Malí y el Níger. Además, los disturbios civiles han limitado mucho la producción en Liberia y Sierra Leona. En el sur de los países del Golfo de Guinea se recibieron las primeras lluvias a principios de marzo, y han comen-zado los preparativos de la tierra para la primera cose-cha de maíz, mientras que en el norte predominan condiciones estacionalmente secas. En Liberia y Sierra Leona, la situación de seguridad está mejorando y los programas de reconstrucción están distribuyendo insumos agrícolas a los agricultores afectados por la guerra.

En la mayor parte del Africa occidental, se obtuvieron cosechas de arroz entre medias y supe-riores a la media en la campaña agrícola de 1996, y se estima que la producción total de arroz de la subregión ha alcanzado un nivel récord de 7,1 millones de tone-ladas, o sea alrededor de un 27 por ciento más que el año anterior. La mayoría de los países empiezan la siembra de la nueva campaña agrícola en torno a abril.

AFRICA CENTRAL:

En el Africa central, la producción de cereales secundarios de 1996 fue satisfactoria en el Camerún y la República Centroafricana. En el Zaire, se han co-sechado el arroz y el maíz en el norte, y se están de-sarrollando satisfactoriamente los cereales secundarios en el sur. En el este, los disturbios civiles y el éxodo de los refugiados rwandeses de los campamentos está impidiendo las actividades agrícolas y las operaciones de socorro.

AFRICA ORIENTAL:

Se estima que la cosecha de trigo de 1996/97 es de un nivel sin precedentes en la subregión. En el Sudán, donde ha comenzado la recolección de la co-secha, las perspectivas han mejorado gracias a unas condiciones favorables imperantes en febrero, y los últimos pronósticos señalan una producción de 630 000 toneladas, 20 por ciento más que el año pasa-do y un volumen superior a la media. En Etiopía, se re-cogió una cosecha récord de 2 millones de toneladas en diciembre pasado, mientras que en Kenya se ob-tuvo una cosecha excelente de 350 000 toneladas.

Ha terminado la recolección de los cereales secundarios de la temporada secundaria de 1996/97 en las zonas de precipitaciones bimodales. A raíz del fracaso de las "lluvias cortas", se obtuvieron malas cosechas en la mayoría de los países de la subregión. Las de la temporada principal, sin embargo, que se recogieron en diciembre pasado, fueron buenas en los principales países productores, y la producción total de cereales secundarios de 1996/97 se calcula en un volumen superior a la media de 2,3 millones de toneladas. En Etiopía, la cosecha de cereales secun-darios de la temporada principal alcanzó un nivel récord, pronosticándose en 9,4 millones de toneladas la producción total de 1996/97, incluida la cosecha belg. En las zonas agrícolas marginales del sur la segunda cosecha resultó muy escasa. En el Sudán, la cosecha de cereales secundarios de 1996/97 se calcula en 4,7 millones de toneladas, volumen muy su-peior a la mala cosecha del año anterior. En Tanzanía, la producción disminuyó respecto al año anterior a 3,6 millones de toneladas, pero fue superior a la media, debido a que la campaña agrícola principal fue buena pero la segunda arrojó una producción muy menguada. En Kenya, en general la producción de cereales secundarios disminuyó de forma pronunciada respecto del año pasado a un nivel inferior a lo normal de 2,4 millones de toneladas. La producción de la campaña agrícola principal resultó escasa debido a una dismi-nución de la superficie sembrada y del uso de insumos agrícolas, mientras que la campaña secundaria se vio gravemente afectada por la sequía. En Uganda, la cosecha principal de cereales secundarios de 1996 disminuyó con respecto al año anterior, pero se estima que todavía es superior a la media. La de la segunda temporada, sin embargo, disminuyó de forma pronun-ciada debido al tiempo seco reinante en la parte orien-tal y a la inseguridad que impera en el norte. En Somalia, la producción total de cereales secundarios de 1996/97 se calcula en 288 000 toneladas, volumen superior en un 10 por ciento al del año pasado pero inferior a la media anterior a la guerra. Mientras la co-secha de la temporada principal registró un aumento, la de la segunda temporada acusó una merma pronun-ciada debido al tiempo seco. La producción de ce-reales secundarios de la primera temporada de 1997 aumentó en Rwanda, pero disminuyó en Burundi.

AFRICA AUSTRAL:

Las estimaciones revisadas de la cosecha de trigo de 1996 señalan una producción de 3,1 millones de toneladas en la subregión, lo que representa un volumen superior en un 48 por ciento a la producción de 2,1 millones de toneladas del año anterior. De resultas de las abundantes reservas de agua para riego que sirvieron de estímulo para sembrar una superficie grande, la producción fue superior a la media en Lesotho, Sudáfrica y Zimbabwe, y superior a la del año anterior en Zambia. En Sudáfrica, las estimaciones revisadas indican una producción de 2,7 millones de toneladas en 1996, 37 por ciento más que la cosecha ya superior a la media del año anterior. En Zimbabwe y Lesotho, la producción triplicó la producción afectada por la sequía de 1995.

Las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de 1996/97 que se recogerá a partir de abril son, en general, favorables. A pesar de un comienzo relativamente tardío de las lluvias en algunas zonas y de unas condiciones secas registradas en otras partes de la subregión en enero, hasta ahora las precipitaciones han sido en general abundantes, y hasta excesivas en varias partes. En Angola, Botswana, Lesotho, Namibia y Swazilandia, se prevé otro año de buenas cosechas, siempre y cuando continúen hasta abril las condiciones favorables. Unas lluvias entre moderadas e intensas caídas en enero y febrero, particularmente en Malawi, Mozambique, Zambia y Zimbabwe, provocaron grandes inundacio-nes en los valles, que determinaron el desplazamiento de la población y pérdidas de propiedades y cultivos, y podrían dar lugar a una disminución de los ren-dimientos debido a la saturación de las tierras. Según los últimos indicios, la cosecha de maíz de Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe será menor que la producción extraordinaria que se había previsto anteriormente.

La campaña del arroz de 1997 está muy avanzada en la subregión. En Mozambique, comenzó normalmente pero se vio trastornada por unas rachas secas y calurosas que retrasaron la siembra en algunas zonas y, en algunos casos, obligó a resembrar. Según estimaciones provisionales, se producirán sólo 91 000 toneladas, frente a las 139 000 toneladas del año anterior. En Madagascar, al final de enero un ciclón causó daños a la cosecha de arroz en las zonas productoras del sur, pero las pérdidas de cultivos fue-ron mínimas, ya que la mayor parte de la cosecha ya se había recogido. Sin embargo, las perspectivas ge-nerales para la cosecha de 1997 son inciertas ante la posible amenaza de invasiones de langostas.


AMERICA CENTRAL Y EL CARIBE

La recolección de la cosecha de trigo de 1997 ha comenzado en algunas de las principales zonas de regadío del noroeste de México, que representa la mayor parte de la producción de la subregión. Las condiciones atmosféricas fueron favorables durante la siembra y la mayor parte del período vegetativo, y los niveles de los embalses de agua son suficientes. Se pronostica que la producción crecerá algo respecto a 1996 a un nivel en torno a la media de 3,8 millones de toneladas. Debido a que, pese al aumento de los costos de los insumos, la superficie sembrada aumentó como respuesta principalmente a las previsiones de un alza de los precios mínimos de sustentación al productor por parte del Gobierno.

Han comenzado los trabajos de campo en condiciones en general favorables en la mayoría de los países de la subregión para la temporada principal de siembra de cereales secundarios de 1997 (principalmente maíz). Según pronósticos provisionales, en México, el principal productor, la superficie sembrada con maíz será menor que la del año pasado, pero todavía muy superior a la media, mientras que la de sorgo debería ser de un nivel medio. En Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua, unas lluvias entre normales y abundantes caídas en las últimas semanas han conservado la humedad de los suelos, y se prevén siembras de maíz entre medias y superiores a la media, mientras que en Guatemala, la superficie plantada se pronostica ligeramente inferior a la media. En el Caribe, unas lluvias normales y bien distribuidas en la República Dominicana han favorecido los preparativos de la tierra para los cultivos de secano, y llenado los embalses de agua en las zonas de regadío. Se prevé una superficie de sorgo y maíz entre media y superior a la media, respectivamente. En Cuba, la siembra de la cosecha de maíz debería comenzar a partir de mayo, y se prevé una superficie plantada inferior a la media debido a que siguen escaseando los insumos agrícolas. En Haití, la superficie total plantada podría disminuir ligeramente respecto al nivel en torno a la media del año pasado. En el noroeste del país, es crítica la situación de las cosechas y de los alimentos como consecuencia de una prolongada racha seca que afectó gravemente a los cultivos en pie.


AMERICA DEL SUR

Han comenzado en el sur de la subregión los trabajos de campo en preparación de la siembra de la cosecha de trigo de 1997/98. En la Argentina, donde en los dos últimos meses ha predominado en general un tiempo seco en las principales zonas productoras, la siembra debería comenzar a partir de finales de mayo, y los pronósticos iniciales indican una superficie cercana al nivel sin precedentes del año pasado. En el Brasil, unas lluvias entre normales y abundantes recibidas en febrero en las grandes zonas productoras contribuyeron a mejorar la humedad del suelo. La siembra ha comenzado, y es probable que la superficie plantada aumente respecto al año pasado a un nivel superior a la media, pero dependerá mucho de las medidas que adopte el Gobierno para financiar la cosecha. En el Uruguay, la siembra comenzará a partir de junio, y se prevé que la superficie plantada disminuirá respecto al nivel sin precedentes del año anterior, pero seguirá siendo superior a la media. En el Paraguay, la superficie plantada debería estar cercana al nivel récord del año pasado, mientras que en Chile se pronostica un aumento de las plantaciones. En los países andinos, la recolección de la cosecha de trigo de la temporada principal de 1996/97 se ha interrumpido en algunas partes de Bolivia, debido a unas lluvias torrenciales y a las inundaciones que pueden haber causado daños ingentes a la cosecha. En el Ecuador, como consecuencia de la irregularidad y mala distribución de las lluvias la siembra de la cosecha de 1997 se ha retrasado en las tierras altas, en las que se produce la mayor parte de la cosecha de trigo; con todo, se prevén plantaciones ligeramente superiores a la media. En el Perú, unas lluvias entre normales y abundantes caídas desde finales de febrero en las principales zonas productoras de trigo han interrumpido la siembra de la cosecha de 1997 que se recogerá a partir de mayo. Anteriormente, la siembra se había retrasado debido a la insuficiencia de las lluvias y, como consecuencia, la superficie sembrada probablemente será inferior al nivel récord del año pasado, aunque quizás superior a la media. En Colombia, la siembra ha comenzado en condiciones atmosféricas favorables, y se pronostica provisional-mente que la superficie plantada será ligeramente me-nor que la del año pasado.

En el sur de la subregión continúa la reco-lección de la cosecha de cereales secundarios de 1996/97 (principalmente maíz) con un tiempo en ge-neral seco. En todos los países se prevé una pro-ducción entre media y superior a la media. En la Argentina, la producción se pronostica en un nivel superior a la media de 14,4 millones de toneladas, pero inferior a la cosecha de 15,2 millones de toneladas de 1996. En el Brasil, donde la recolección se encuentra muy avanzada, unas lluvias beneficiosas recibidas en febrero contribuyeron a atenuar las repercusiones de una racha seca anterior, y la producción se pronostica provisionalmente en un nivel muy superior a la media de 34,2 millones de toneladas. En Chile, la producción se ha visto afectada por una prolongada racha seca, particularmente en el norte y centro del país; pero la producción total de maíz debería ser superior a la media. En el Uruguay, la recolección está muy avanzada, y la producción debería situarse en torno a la media, mientras que en el Paraguay se espera una cosecha récord de maíz. En los países andinos, en Bolivia, donde ha comenzado la recolección de la cosecha de la primera temporada de 1996/97, se señalan importantes pérdidas en el principal Departa-mento productor de Santa Cruz debidas a unas inten-sas lluvias y a las inundaciones. En el Perú, unas llu-vias entre normales y abundantes recibidas desde fina-les de febrero en la mayor parte del país han bene-ficiado la siembra de las cosechas de cereales secun-darios de la temporada principal, que se había re-trasado anteriormente a causa de una humedad insuficiente. Pese al exceso de precipitaciones y a las inundaciones registradas en algunas partes del sur del país, se pronostica que la superficie plantada será superior a la media. En el Ecuador, la siembra de las cosechas de cereales secundarios sigue en condiciones favorables, y se prevé que la superficie plantada estará cercana a un nivel récord. En Colombia, se está sembrando actualmente la cosecha de maíz, y se prevé que la superficie plantada será mayor que la del año pasado, aunque inferior a la media por tercer año consecutivo. En Venezuela, unas lluvias normales han beneficiado los trabajos de campo para la siembra de las cosechas de cereales secundarios de 1997.

La campaña del arroz de 1997 está muy avanzada en la región, y ha comenzado ya la recolec-ción. La producción arrocera de la Argentina se estima en 1 075 000 toneladas, lo que representa un aumento de alrededor del 10 por ciento respecto al año pasado, a causa principalmente de una notable expansión de la superficie a cerca de 215 000 hectáreas, el doble de la superficie arrocera de hace un decenio. En el Brasil, el mayor productor de arroz de la región, la producción arrocera debería descender a menos de 10 millones de toneladas, el nivel más bajo del último decenio, y muy inferior a la ya mala producción de 1996. La disminución se debería principalmente a una reducción de la superficie plantada, lo que se explica por la dificultad que tienen los productores para conseguir crédito. En el Uruguay, pese a una disminución de las reservas de agua en las principales zonas productoras de regadío, la producción total de arroz de 1997 se prevé en torno a las 950 000 toneladas, volumen prácticamente invariado respecto a 1996. En el Perú, unas buenas lluvias recibidas en octubre y noviembre han beneficiado los cultivos de arroz en pie y se prevé que la producción superará los 1,2 millones de toneladas cosechados el año pasado.


AMERICA DEL NORTE

En los Estados Unidos, las perspectivas para la cosecha de trigo de 1997 son favorables. Las últimas estimaciones oficiales cifran la superficie plantada con trigo en 19,5 millones de hectáreas, 7 por ciento menos que la del año anterior, y la más pequeña desde 1978. Sin embargo, a mediados de marzo la situación de la mayor parte de los cultivos era entre buena y excelente, y se señalaba que la destrucción invernal era mucho menor que en 1995/96. Por consiguiente, la diferencia entre la superficie cultivada en 1996 y 1997 podría ser mucho menos pronunciada. Hay cultivos que están algo más adelantados de lo normal, y las condiciones de humedad son en general suficientes para un desarrollo satisfactorio. A diferencia de las previsiones anteriores, los últimos indicios hacen pensar que los agricultores podrían no compensar la disminución de las plan-aciones de trigo de invierno con trigo de primavera. El Informe del USDA sobre perspectivas de siembra (marzo) pronostica las plantaciones de trigo de primavera en un 11 por ciento menos que el año anterior, debido principalmente a que los precios de otros cultivos, como las semillas oleaginosas y el frijol comestible, son más atractivos. No obstante, como se señala un abandono menor del trigo de invierno, si las condiciones siguen siendo favorables la producción total de trigo podría incluso aumentar respecto de la cosecha inferior a la media de 1996. En el Canadá, la mayor parte de la cosecha de trigo que se recogerá en 1997 se sembrará recién en mayo y junio. Según los primeros indicios, la superficie de trigo de primavera disminuirá ligeramente a alrededor de 10 millones de hectáreas respecto a los 10,6 millones de hectáreas de 1996, debido a que, por rotación normal de las tierras, se vuelve a la producción de semillas oleaginosas. En base a estas intenciones de siembra provisionales, y suponiendo condiciones normales de crecimiento, la producción total del trigo canadiense debería descender en 1997 en unos 2 millones de toneladas respecto al año anterior, a alrededor de 28,5 millones de toneladas.

En los Estados Unidos, ya han comenzado en algunas zonas del sur los preparativos de la tierra y algo de la siembra temprana de las cosechas de cereales secundarios de 1997, pero la mayor parte de la siembra del maíz de los principales estados productores de la zona de maíz tiene lugar a partir de finales de abril. El Informe del USDA ha señalado que las siembras aumentarán un 2,4 por ciento. La mayor parte del aumento se registra en la zona de maíz en la que se prevé que los agricultores dejarán de cultivar la soja, que se vieron obligados a plantar el año pasado cuando unas lluvias torrenciales de primavera trastornaron el período normal de siembra del maíz, y volverán a cultivar maíz. Si se realizan las intenciones de siembra de los agricultores, y las condiciones del tiempo son normales durante el resto de la campaña, cabe esperar un aumento de alrededor del 2,5 por ciento de la producción total de cereales secundarios de los Estados Unidos. En Canadá, hay indicios de que, como en el caso del trigo, también las plantaciones de cereales secundarios disminuirán algo respecto al año anterior, pero seguirán siendo muy superiores a la media de los últimos cinco años. Sin embargo, el resultado de la campaña de siembra de primavera dependerá mucho de las condiciones del tiempo en las próximas semanas.

En los Estados Unidos, según los indicios provisionales del USDA, podría obtenerse en 1997 una producción ligeramente menor de arroz. El pronóstico, sin embargo, es muy provisional ya que la siembra de la nueva cosecha de arroz comienza normalmente en torno a abril.


EUROPA

Las perspectivas iniciales para las cosechas de trigo y cereales secundarios de 1997 en la región siguen siendo satisfactorias. Según los informes, en la mayor parte de la región los daños invernales a los cultivos en pie han sido menores que el año anterior, y el tiempo está favoreciendo las actividades de siembra de primavera. Los últimos informes señalan un aumento de la siembra de cereales de invierno en la CE, a un nivel cercano al del año pasado o algo superior en la mayoría de los países de la región. Si bien los rendimientos deberían disminuir algo respecto a los excelentes niveles del año pasado, se prevén mejoras en algunos países orientales, aunque dependerá mucho de la posibilidad que tengan los agricultores de financiar los insumos indispensables.

Según estimaciones provisionales, después que las restricciones a la detracción de tierras en la campaña agrícola de 1997 se redujeron a la mitad, al 5 por ciento, la superficie total sembrada con cereales de invierno ha aumentado en la CE en un 2.5-3 por ciento aproximadamente, algo menos de lo previsto, debido muy probablemente a una disminución de la superficie plantada en la parte meridional de la Comunidad donde la humedad interrumpió la siembra de invierno. En esas zonas las plantaciones de maíz de primavera deberían aumentar, pero todavía es demasiado temprano para estimar el resultado definitivo de la siembra de primavera. Sin embargo, aun cuando la superficie total de cereales aumentara en la Comunidad en 1997, se prevé que la producción descenderá algo debido a una normalización de los rendimientos tras los niveles sin precedentes alcanzados el año pasado.

En otras partes de la región, hay indicios de que en los países orientales las plantaciones de cereales de invierno se han mantenido cercanas al nivel del año pasado o han aumentado algo. En Polonia, las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno son algo inciertas debido a una racha de tiempo frío registrada en febrero cuando la cubierta de nieve no fue suficiente para proteger los cultivos. Los informes señalan entre el 20 y el 40 por ciento, aproximadamente, de la cebada de invierno y hasta el 20 por ciento del trigo y centeno de invierno pueden haber resultado perjudicados, aunque todavía no se conoce el alcance total de los daños. En Rumania, las perspectivas para el desarrollo de los cereales de invierno son satisfactorias. Las condiciones del tiempo invernal han sido en general mucho más favorables que el año pasado en el que la tasa de los daños causados por el frío fue muy superior a lo normal. Las últimas estimaciones oficiales cifran la superficie sembrada con trigo de invierno para la cosecha de 1997 en alrededor de 2,1 millones de hectáreas, lo que representa un aumento de cerca del 20 por ciento respecto a la escasa superficie cultivada en 1996. En Hungría, aunque las actividades de campo de otoño tuvieron un mal comienzo en septiembre debido a unas lluvias intensas, se estima que la superficie sembrada con cereales de invierno será semejante a la del año anterior. Según los primeros indicios sobre las cosechas de verano, la superficie plantada con maíz disminuirá de forma pronunciada, debido a una saturación de maíz después de la buena cosecha del año pasado. En Bulgaria, se estima que la superficie plantada con cereales de invierno (principalmente trigo y cebada) ha aumentado en alrededor del 20 por ciento respecto al año anterior a casi a 1,5 millones de hectáreas, pese a la maquinaria en general insuficiente y anticuada, y a los limitados recursos financieros de los agricultores. Según las estimaciones, el trigo representa 1,2 millones de hectáreas, mientras que la cebada sólo 280 000 hectáreas. Aunque las condiciones del tiempo han sido hasta ahora favorables, las perspectivas de los rendimientos de los cultivos de invierno y de la superficie plantada con cultivos de primavera depende-rá mucho de la posibilidad que tengan los agricultores de financiar los insumos indispensables. En los países bálticos, las perspectivas iniciales para la cosecha de cereales de 1997 son satisfactorias y, si el tiempo es favorable, la producción podría estar cercana a los 4 millones de toneladas de 1996.

La siembra de la nueva cosecha de arroz debería comenzar pronto en la región. En la CE, por primera vez la campaña agrícola de 1997/98 experimentará una baja de los precios de intervención del arroz de la Comunidad, que en la campaña de 1999/2000 descenderán en un total de 15 por ciento respecto al nivel base de 1996/97. Para este año, el precio de intervención del arroz se ha fijado en 333,45 ECU por tonelada, 5 por ciento menos que los 351 ECU del año anterior. En 1997 se aplicará además un plan de ayuda compensatoria a los agricultores y se fijará simultáneamente una superficie máxima garantizada de producción arrocera para que no exceda el nivel tope. Estas medidas, que incluyen sanciones a la producción que exceda dicha superficie máxima garantizada, podrían disminuir la producción.


COMUNIDAD DE ESTADOS INDEPENDIENTES 1/

En la CEI, las perspectivas para los cereales de invierno de 1997 son variadas. Se estima que la superficie total sembrada con cereales (principalmente trigo y centeno) ha descendido por lo menos en 1 millón de hectáreas a alrededor de 26 millones de hectáreas. El aumento de la superficie sembrada en Ucrania (+0,4 millones de hectáreas) y en la mayoría de los estados más pequeños, se ha visto contrarrestado por la disminución de la superficie sembrada en la Federación de Rusia (-1,2 millones de hectáreas), en Turkmenistán y Uzbekistán. En la Federación de Rusia, la siembra se retrasó por la escasez de capital circulante, combustible y maquinaria; en los estados del Asia Central, en la que la superficie de cereales ha aumentado muy rápidamente en los últimos años, la reducción obedece al esfuerzo de detener la disminución de los rendimientos por hectárea. Gracias a una buena cubierta de nieve caída en el invierno de este año, la destrucción invernal ha sido entre media e inferior a la media, y se señala que en general la situación de los cereales de invierno es buena. En Ucrania, hasta ahora las perspectivas son mejores que el año pasado

ahora las perspectivas son mejores que el año pasado pero es probable que la superficie cultivada en la Federación de Rusia descienda en 1-1,5 millones de hectáreas respecto a los 13,8 millones de hectáreas de 1996. Como los cereales de invierno representaron alrededor del 30 por ciento de la superficie sembrada en 1996 y casi el 40 por ciento de la producción total, las perspectivas finales para la cosecha de 1997 de-penderán decisivamente de las condiciones de creci-miento en primavera, del alcance de las plantaciones de cereales y de la posibilidad que tengan los agriculto-res de comprar los insumos necesarios.

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1/ La Comunidad de Estados Independientes (CEI) comprende los 12 Estados Miembros (Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguistán, Moldova, la Federa-ción de Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán).


OCEANIA

En Australia, la siembra de las cosechas prin-cipales de trigo y cereales secundarios comenzará en mayo. Según los últimos pronósticos oficiales, la su-perficie total de cereales de invierno disminuirá en alre-dedor del 2,5 por ciento respecto al alto nivel del año anterior. Se pronostica que las plantaciones de trigo disminuirán en 500 000 hectáreas a alrededor de 10,5 millones de hectáreas. Las intenciones de siembra de los agricultores están muy condicionadas por la previ-sión de una disminución de precios en la campaña co-mercial de 1997/98, pero también reflejan una limitada reposición de los rebaños de ovejas y el retorno al sis-tema normal de rotación de cultivos tras el trastorno causado por la prolongada sequía registrada en Queensland y Nuevo Gales del Sur. Se señala que las condiciones del suelo son buenas en la mayoría de las regiones de cultivos de invierno, lo que permite a los productores terminar los preparativos de la tierra; se necesitan algunas lluvias moderadas para que las in-tenciones de siembra de cultivos de invierno puedan realizarse al final de 1997. En base a los actuales indi-cios respecto a la superficie sembrada, y suponiendo una normalización de los rendimientos tras los exce-lentes niveles del año pasado, se pronostica provi-sionalmente que la producción de cereales de invierno decrecerá en alrededor de una cuarta parte respecto a 1996. Pronto comenzará la recolección de la cosecha menor de cereales secundarios de verano de 1997 (principalmente sorgo). Se pronostica que la produc-ción de sorgo disminuirá de forma pronunciada a alre-dedor de 1 millón de toneladas, respecto a la produc-ción de 1,6 millones de toneladas aproximadamente del año anterior. Unos precios menos favorables regis-trados antes de la siembra impulsaron el año pasado a los agricultores a preferir cultivos alternativos tales como el algodón y el frijol.

En Australia, ha comenzado la recolección de la cosecha de arroz de 1997. Unas buenas lluvias y la mejora de los abastecimientos de agua de riego en Nuevo Gales del Sur, donde prácticamente se cultiva todo el arroz, deberían aumentar la producción a 1,41 millones de toneladas de arroz, lo que representaría un aumento del 52 por ciento respecto a 1996.


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