FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias 02/1998

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AFRICA


AFRICA DEL NORTE

ARGELIA (10 de febrero)

Tras unas lluvias buenas caídas en octubre y que permitieron la siembra temprana de los cereales de invierno, a partir de diciembre las precipitaciones han sido insuficientes en las partes occiden-tales y centrales del país. Una sequía persistente ha agotado las reservas de humedad del suelo en esas zonas y aumentado el estrés de los cultivos. Las perspectivas, sin embargo, para la cosecha de 1998 que se recogerá en mayo/junio se presentan favorables hasta ahora, aunque todavía ha-cen falta lluvias oportunas durante el resto del período vegetativo. Puede que aparezcan langostas adultas del desierto dispersas en algunos lugares del centro y sur del Sahara, y se reproduzcan en zonas de precipitaciones o escorrentías recientes.

Como consecuencia de unas condiciones atmosféricas desfavorables, en 1997 la producción de ce-reales disminuyó a alrededor de 1 080 000 toneladas con respecto al volumen récord de 4,6 millo-nes de toneladas de 1996. Las importaciones de cereales en 1997/98 (julio/junio) se pronostican en alrededor de 5,5 millones de toneladas.

EGIPTO (10 de febrero)

Las perspectivas para la cosecha de trigo, principalmente de regadío, que se recogerá a partir de mediados de abril de 1998, son favorables. La superficie sembrada con trigo debería aumentar, y la producción de 1997 se calcula en alrededor de 5,8 millones de toneladas, mientras que la de maíz se estima en 5,9 millones de toneladas. La Autoridad General Egipcia para el Suministro de Productos está aplicando una política encaminada a reducir la dependencia del país respecto de las importaciones de trigo utilizando más harina de trigo y de maíz producida localmente para satisfacer la creciente demanda interna.

El 6 de enero de 1998, apareció un enjambre inmaduro de 5 km2 desde Wadi Frukit, cerca de la frontera meridional con el Sudán. También se señaló la presencia de otros enjambres inmaduros de gran densidad procedentes del sur. La mayor parte de ellos se estableció en las zonas ribereñas y subribereñas, entre Halaib y Shalatein. Se emprendieron operaciones de lucha, aunque muchos de los enjambres se fraccionaron y algunos se desplazaron hacia el este cruzando el Mar Rojo. A finales de enero, algunos de los enjambres habían comenzado a madurar, y se trataron más de 11 000 hectáreas. Es probable que en las próximas semanas cuando empiecen los vientos del sur aparezcan otros enjambres en las llanuras costeras sudorientales. La mayoría de los enjambres deberían proseguir hacia el este cruzando el Mar Rojo, mientras que unos pocos podrían quedarse en las zonas verdes, donde madurarían o se desplazarían hacia el norte a lo largo de la costa.

Las importaciones de trigo y harina de trigo en 1997/98 (julio/junio) se pronostican en 7 millones de toneladas, volumen marginalmente inferior al del año anterior. Las de cereales secundarios se pronostican en 2,8 millones de toneladas, alrededor de un 9 por ciento menos que el año pasado.

MARRUECOS (10 de febrero)

En la mayor parte del país se recibieron precipitaciones superiores a lo normal, salvo en el sur, donde las lluvias siguen siendo inferiores a lo normal. Hasta ahora la pluviosidad acumulativa ha sido superior a lo normal en la mayoría de las zonas agrícolas. Los cultivos se están desarrollando satisfactoriamente, y las perspectivas para la cosecha de 1998 (junio/julio) son en general favorables. Es posible que aparezcan en el extremo sudoeste langostas del desierto, adultas y en fase solitaria, y se reproduzcan en zonas de precipitaciones recientes.

La producción de cereales en 1997, principalmente trigo y cebada, estimada en 4,1 millones de to-neladas, fue inferior en un 60 por ciento a la de 1996, debido a unas condiciones de crecimiento desfavorables. Como parte de los esfuerzos que está realizando el Gobierno para ampliar el riego de las tierras de labrantío, para finales de 1997 se habían regado alrededor de 1 millón de hectáreas de tierras agrícolas.

Las importaciones de trigo en 1997/98 (julio/junio) se pronostican en 2,4 millones de toneladas, frente a 1,3 millones de toneladas en 1996/97.

TUNEZ (10 de febrero)

A partir de septiembre se han recibido precipitaciones suficientes, que permitieron la siembra de la cosecha de invierno en la mayor parte del país. En las zonas septentrionales, sin embargo, la siem-bra se retrasó algo como consecuencia del estado deficiente de los campos. En general, las pers-pectivas para la cosecha de invierno de 1998 que se recogerá en mayo/junio siguen siendo hasta ahora favorables. Para alentar a los agricultores a aumentar la superficie cultivada, el Gobierno ha decidido congelar los precios de los fertilizantes a los niveles del año pasado y ha proporcionado otros incentivos, por ejemplo subvenciones y créditos. La producción de cereales en 1997, estimada en 1,1 millones de toneladas, es muy inferior a la del año anterior, debido a una gran escasez de precipitaciones.

Las importaciones de trigo y cebada en 1997/98 se pronostican en 1,3 millones de toneladas y 300 000 toneladas, respectivamente.


AFRICA OCCIDENTAL

BENIN (10 de febrero)

Predominan condiciones estacionales secas. Gracias a unas condiciones de crecimiento favorables, la producción de cereales de 1997 se estima en un volumen muy superior a la media de 915 000 toneladas, compuestas de 728 000 toneladas de maíz, 158 000 toneladas de mijo y sorgo, y 29 000 toneladas de arroz. La producción total de raíces y tubérculos, situada en alrededor de 3 440 000 toneladas, es superior en alrededor del 20 por ciento a la del año pasado, y la de cereales y legumbres se calcula en 100 000 toneladas, 35 por ciento más que el nivel del año pasado.

Tras la recolección de las cosechas principales, la situación general de los suministros alimentarios es satisfactoria. El Gobierno está creando una reserva de seguridad de alrededor de 1 000 toneladas de maíz, y ayudando a la constitución de existencias a nivel de explotación agrícola. El país vende maíz, ñame y gari (ñame elaborado) al Níger y a Nigeria. La necesidad de importación de cereales para 1998 (enero/diciembre) se estima en 205 000 toneladas (incluidas las reexporta-ciones), principalmente trigo y arroz.

BURKINA FASO (9 de febrero)

Predominan condiciones estacionales secas, y a principios de febrero se han registrado temperaturas superiores a lo normal. El Gobierno publicó últimamente las cifras definitivas de la producción de cereales de 1997/98. La producción total de cereales se estima ahora en alrededor de 2 millones de toneladas, alrededor de un 19 por ciento menos que en 1996 y un 18 por ciento menos que la media de los últimos cinco años, lo que representa el nivel más bajo desde 1990. También se ha revisado la lista de las zonas deficitarias.

A raíz de esta cosecha inferior a la media, la situación general de los suministros de alimentos será difícil en las zonas que obtuvieron una cosecha escasa. El Gobierno ha estimado en 67 200 toneladas la ayuda alimentaria de urgencia que hace falta para cubrir las necesidades de consumo de 800 000 personas durante siete meses, y ha emprendido un programa de emergencia, que comprende proyectos de producción fuera de estación, proyectos nutricionales y de reconstitución de bancos de cereales, así como ayuda alimentaria de urgencia, con el fin de asistir a las poblaciones afectadas por las malas cosechas obtenidas en 1997. El Gobierno proporcionará 9 000 toneladas de cereales a bancos de cereales y apoyará las actividades pecuarias en las zonas afectadas. También están recibiendo ayuda alimentaria los refugiados tuareg de Malí.

CABO VERDE (16 de febrero)

Predominan condiciones estacionales secas. En la mayoría de las zonas rurales se ha producido un grave brote de peste porcina africana, enfermedad vírica de cerdos domésticos muy contagiosa. A pesar de dos cosechas malas consecutivas, la situación general de los suministros de alimentos sigue siendo satisfactoria, ya que el país importa la mayor parte de lo que necesita para el consumo. Sin embargo, puede que necesiten ayuda las poblaciones rurales afectadas, especialmente de las zonas semiáridas o áridas. Para la campaña comercial de 1997/98, la necesidad de importación de cereales se estima en 100 000 toneladas.

CÔTE D'IVOIRE (10 de febrero)

La producción de cereales de 1997 se estima actualmente en 1,5 millones de toneladas, en torno al mismo nivel del año pasado. El arroz de montaña, que representa la mayor parte de la producción arrocera del país, se ha visto afectado por la sequía y la producción debería ser inferior a lo normal.

La situación general de los suministros de alimentos es satisfactoria, y los mercados están suficien-temente abastecidos. Ha comenzado una repatriación organizada de refugiados liberianos que ter-minará hacia fin de año. En los departamentos occidentales quedan alrededor de 210 000 refugia-dos liberianos, cuyo estado nutricional es adecuado. Se está proporcionando ayuda alimentaria a 50 000 personas vulnerables, y a 30 000 niños mediante la alimentación escolar. La necesidad de importación de cereales para 1998 (enero/diciembre) se estima en 610 000 toneladas, principal-mente trigo y arroz.

CHAD (9 de febrero)

Predominan condiciones estacionales secas. Ha comenzado la cosecha de los cultivos de aluvión y, según unas encuestas realizadas últimamente, la producción no disminuirá significativamente a raíz de las infestaciones de langostas migratorias africanas que se registraron al final de 1997 en Chari y Baguirmi, las principales zonas productoras de cultivos de aluvión. Una misión conjunta de evalua-ción de cultivos de la FAO y el CILSS, llevada a cabo al final de octubre, estimó la producción total de cereales de 1997/98 en 993 300 toneladas, 13 por ciento más que en 1996 y 9 por ciento más que la media de los últimos cinco años. Teniendo en cuenta que las perspectivas para los cultivos de decrecida son mejores de lo que se había previsto anteriormente, es probable que esa cifra se revise ligeramente al alza.

Se prevé que la situación general de los suministros de alimentos será mejor en 1997/98 que en 1996/97. En general, los mercados están bien abastecidos y los precios del mijo han bajado en la zona saheliana, salvo en Karem y en algunas partes de la Prefectura de Batha, donde subieron ligeramente. En general están más bajos que en el mismo período del año anterior, lo que mejora las relaciones de intercambio para los ganaderos. Se han registrado algunos desplazamientos de poblaciones en el norte de Kanem y en las zonas fronterizas de Batha, Guéra y Ouddaï. La reserva nacional de seguridad, cuyo nivel recomendado es de 22 000 toneladas, se ha agotado. Ello podría impedir las intervenciones en las zonas vulnerables. Se insta a los donantes a que ayuden a la reposición de la reserva nacional de seguridad efectuando compras en el lugar.

GAMBIA (9 de febrero)

Predominan condiciones estacionales secas. La producción total de cereales en 1997 se estima en 84 750 toneladas, alrededor de un 24 por ciento menos que el año pasado y un volumen considerablemente inferior a la media. Ello se debe en gran parte a la fuerte disminución de la producción de maíz y del arroz de montaña como consecuencia de la larga racha seca registrada en julio/agosto.

A raíz de esta cosecha menguada, la situación de los suministros de alimentos será más difícil en 1998 que en 1997. Las zonas más afectadas son Badibou y Jokadou en el Departamento de la Ribera Norte (DRN), Saloum en la parte septentrional del Departamento del Río Central (DRC); y Wuli y Sandou, en el norte del Departamento de Río Alto (DRA). Es probable, sin embargo, que las perspectivas buenas para el maní alivien la situación de los ingresos de los agricultores en algunas zonas.

GHANA (10 de febrero)

Predominan condiciones estacionales secas. La producción total de cereales de 1997 se estima en 1 770 000 toneladas, volumen cercano a lo normal pero inferior en un 2,5 por ciento al del año pasado. No obstante, la producción de mijo y maíz ha sido considerablemente inferior a lo normal en el extremo norte y se necesita alguna ayuda para proporcionar semillas y suministros alimentarios a las zonas afectadas. El déficit neto de cereales en la región oriental, la más afectada, se calcula en 14 000 toneladas de mijo y maíz. La producción de raíces y tubérculos fue ligeramente superior a la media y cercana a los 13 millones de toneladas. Como consecuencia del bajo nivel de las reservas de agua, en el norte podría quedar afectada la horticultura de la temporada seca, fuente de cereales y legumbres. En esta región se está llevando a cabo una misión de la FAO y el PMA para evaluar sus necesidades.

Tras la recolección de las cosechas principales, la situación general de los suministros de alimentos es satisfactoria, aunque podría empeorar en los meses venideros debido a la escasa producción obtenida en el norte. Quedan todavía algunos refugiados togoleses en Ghana, tras las grandes repatriaciones efectuadas en 1996. También están recibiendo ayuda alimentaria alrededor de 30 000 refugiados liberianos. La necesidad de importación de cereales de 1998 se estima en 410 000 toneladas, principalmente trigo y arroz.

GUINEA (10 de febrero)

La producción de cereales en 1997 se estima en 840 000 toneladas, volumen cercano a la media. Sin embargo, el elevado número de refugiados que hay en algunas de las principales zonas productoras está causando daños considerables, tales como la degradación de los suelos y la desforestación, y es posible que sean limitadas las actividades productivas que se realicen en dichas zonas.

Las últimas estimaciones cifran el número total de refugiados liberianos y sierraleoneses en Guinea en 405 000, ubicados principalmente en las zonas fronterizas y en Conakry. Se está proporcionando ayuda alimentaria a los 60 000 refugiados sierraleoneses y 60 000 liberianos más vulnerables. También reciben ayuda alimentaria, a través de la alimentación escolar, alrededor de 45 000 niños. Se ha comenzado una repatriación organizada de refugiados liberianos, que terminará a fin de año. La presencia de los refugiados hace crecer la demanda de artículos alimenticios, lo que se traduce en un rápido agotamiento de las existencias disponibles y un aumento de los precios. La necesidad de importación de cereales para 1998 se calcula en 400 000 toneladas.

GUINEA-BISSAU (9 de febrero)

Predominan condiciones estacionales secas. Una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS calculó la producción total de cereales de 1997 en 186 000 toneladas, 29 por ciento más que el nivel de 1996 y un volumen superior a la media de los últimos cinco años.

Tras esta buena cosecha, la situación general de los suministros de alimentos es satisfactoria. En general, los mercados están bien abastecidos, y los precios se mantienen estables. A raíz de la entrada de Guinea-Bissau en la UMOA (Union Monétaire Ouest Africaine) y la zona franca, los precios de los alimentos han aumentado algo, principalmente los del arroz. Las importaciones de cereales durante la campaña comercial de 1997/98 se estiman en 76 000 toneladas.

LIBERIA* (10 de febrero)

Gracias a unas condiciones climáticas buenas, a una situación de seguridad suficiente y a la distribución de insumos agrícolas, la producción de cereales se estima provisionalmente en 168 000 toneladas, 75 por ciento más que el año pasado y alrededor del 60 por ciento de los niveles anteriores a la guerra. La producción de yuca es de alrededor de 280 000 toneladas, un volumen considerablemente superior también al del año anterior.

Gracias a una situación de seguridad estable en todo el país, se puede entregar ayuda humanitaria en la mayoría de las zonas, y la situación nutricional de la población va mejorando. La oferta de alimentos en el mercado urbano se mantiene estable, si bien la mayor parte de los alimentos disponibles proviene de la asistencia humanitaria. Los precios siguen siendo altos en los mercados urbanos y la mayor parte de la población utiliza la yuca como sucedáneo del arroz. Todas las infraestructuras, sin embargo, han quedado destruidas después de la guerra, lo que impide la comercialización de productos alimenticios. Se ha formulado un llamamiento consolidado de las Naciones Unidas, en el que se incluyen programas de rehabilitación agrícola. Liberia sigue dependiendo mucho de la ayuda alimentaria, especialmente para los distritos en los que vive un número elevado de refugiados. En diciembre, se estimaba que el número de refugiados y personas desplazadas era de alrededor de 700 000, la mayor parte de los cuales recibe ayuda alimentaria. Están llegando nuevos refugiados sierraleoneses, como consecuencia de las hostilidades y de la inseguridad reinantes en Sierra Leona y el Gobierno ha pedido ayuda internacional para más de 100 000 refugiados. Gracias a la estabilidad de la situación de seguridad, hay refugiados liberianos que están regresando de los países vecinos, en los cuales se ha comenzado a organizar la repatriación de alrededor de 480 000, que debería terminar para fines de 1998, mientras que unos 120 000 ya han regresado espontáneamente. La necesidad de importación de cereales para 1998 (enero/diciembre) se estima actualmente en 210 000 toneladas, de las cuales 110 000 toneladas de ayuda alimentaria.

MALI (5 de febrero)

Predominan condiciones calurosas y secas propias de la estación, pero a principios de febrero se han registrado temperaturas superiores a lo normal en el sur del país. Ha comenzado la recolección de los cultivos de decrecida, y las perspectivas son favorables. Una misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS estimó la producción total de cereales de 1997/98 en 2,4 millones de toneladas, 7 por ciento más que en 1996 y un volumen superior a la media de los últimos cinco años. La producción arrocera alcanzó un nuevo nivel récord de 663 000 toneladas. Es posible que aparezca un número bajo de langostas del desierto en los principales wadis de Adrar des Iforas y el Valle de Tilemsi y que se reproduzcan en el caso de que llueva.

Gracias a la cosecha buena que se ha obtenido, la situación general de los suministros de alimentos es satisfactoria. Los mercados están bien abastecidos y los precios de los cereales bajaron a partir de agosto/septiembre, alcanzando niveles en general mucho más bajos que los del mismo período de 1996. Sin embargo, el sistema nacional de alerta temprana (SAP) clasificó como zonas en riesgo de dificultades alimentarias al distrito de Aourou, de la región de Kayes y a algunos distritos del norte y oeste de la región Tombouctou, que han obtenido cosechas malas debido a unas condiciones de crecimiento desfavorables o a las invasiones de plagas. Puede que algunos otros distritos tengan que hacer frente también a dificultades económicas. El SAP recomendó que se promovieran actividades generadoras de ingresos para las poblaciones y se crearan reservas locales de seguridad, especialmente a través de bancos de cereales. Calculó en 2 500 toneladas de cereales las posibles necesidades de urgencia de las poblaciones afectadas de la zona de Tombouctou, y en 205 toneladas las de la región de Kayes. La reserva nacional de seguridad se cifra en 29 500 toneladas de mijo o sorgo, lo que representa un volumen superior al del año pasado que facilitará las intervenciones durante la próxima campaña comercial, si hacen falta. En las zonas de mayor riesgo, especialmente las regiones de Tombouctou y Gao, se cuenta con existencias. Se está prestando asistencia alimentaria a los tuareg que han regresado de los países vecinos. En cambio, en el nordeste hay refugiados del Níger. Se cuenta con excedentes exportables para transacciones triangulares con los países vecinos deficitarios, especialmente el norte y centro del Senegal, Mauritania, y algunas zonas del Níger o de Burkina Faso.

MAURITANIA (9 de febrero)

En el sur reina una tiempo particularmente cálido. Está comenzando la recolección de las cosechas de decrecida y fuera de estación, cuya producción debería compensar la cosecha muy mala obtenida al final de 1997, a raíz del tiempo seco que imperó durante el período vegetativo. Los servicios nacionales de estadística efectuarán en breve una revisión de las estimaciones preparadas al final de octubre por la misión conjunta de evaluación de cultivos de la FAO y el CILSS, para integrar la producción de las cosechas de decrecida y fuera de estación. La situación de los pastizales es favorable. Durante el mes de diciembre aparecieron langostas del desierto en fase solitaria en algunos lugares de las zonas de Atar y Zouerate.

Se prevé que la situación general de los suministros de alimentos será difícil para los agricultores afectados por la producción deficiente de los cultivos de secano, especialmente en Gorgol y Guidimaka. La mala producción de secano del Senegal limitará también la posibilidad de importar en la zona del río Senegal. A raíz de las considerables importaciones comerciales efectuadas últimamente, los precios del trigo y el arroz se mantienen en general estables. Los de los cereales secundarios locales también, o bien han bajado ligeramente tras la recolección de los cultivos de secano, pero siguen siendo altos.

NIGER (9 de febrero)

Predomina un tiempo caluroso y seco propio de la estación, pero a principios de febrero ha habido temperaturas superiores a lo normal. Ha comenzado la recolección de los cultivos de decrecida, y la producción total de cereales de 1997/98 se calcula en 2 250 000 toneladas, volumen marginalmente inferior al de 1996, pero superior en un 4 por ciento a la media de los últimos cinco años. Según los últimos informes, la reproducción en pequeña escala de las langostas del desierto, que había comenzado en septiembre, continuó al final de 1997 en algunas partes del Tamesna. Entre Agadez y Arlit aparecieron grupos de adultos, así como langostas en fase solitaria y saltones, y se han registrado infestaciones semejantes también en algunos lugares del noroeste de Arlit. Persistirá un número reducido de adultos en fase solitaria en algunos lugares del Tamesna.

Pese a la cosecha media obtenida este año, se prevé que el suministro de alimentos será difícil en algunas zonas deficitarias que obtuvieron cosechas malas, algunas por segundo o tercer año consecutivo. Los precios de los cereales son particularmente altos, especialmente en los departamentos de Tillabery, Agadez, Tahoua y Diffa. El sistema nacional de alerta temprano (SAP) estimó que las zonas más afectadas eran los distritos de Diffa, Abalack, Agadez, Ouallam, Tchitabaradebm Arlit, Bilma, Maïné Soroa, N'Guigmi y Tchirozerine, siendo las primeras cinco las que corren un riesgo mayor. El Gobierno ha lanzado un llamamiento para una prestación de asistencia internacional encaminada a atender las necesidades de las poblaciones afectadas en las zonas vulnerables. En especial ha pedido que los proyectos en curso en las zonas afectadas organizaran actividades en las semanas venideras encaminadas a la producción fuera de estación a efectos de impedir que la población se desplazara. Se señala, sin embargo, que en el norte del departamento de Tillabery se han producido migraciones superiores a lo normal de familias o de hombres en busca de trabajo.

A raíz del llamamiento del Gobierno, algunos donantes han ofrecido asistencia para proyectos de horticultura fuera de estación o prometido contribuciones de ayuda alimen-taria.

NIGERIA (10 de febrero)

Durante todo el período vegetativo han escaseado los fertilizantes, las semillas mejoradas y los plaguicidas. No obstante, gracias a unas condiciones de crecimiento favorables, la producción total de cereales de 1997 se calcula en 22,2 millones de toneladas, o sea un 2,5 por ciento más que el año pasado. La de raíces y tubérculos se estima en 58 millones de toneladas, volumen ligeramente superior a la media. Se señala que ha disminuido la producción de cultivos comerciales, especialmente cacao y caucho, como consecuencia de las políticas agrícolas que favorecen a los cultivos comerciales.

El suministro de alimentos se ve restringido todavía por la gran cuantía de pérdidas post-cosecha y los altos costos de distribución, pero es satisfactorio gracias a la comercialización de las cosechas principales. La necesidad de importación de cereales para 1998 se estima en 1,3 millones de toneladas, incluidos un millón de toneladas de trigo y 200 000 toneladas de arroz.

SENEGAL (18 de febrero)

Predomima un tiempo caluroso y seco propio de la estación, pero a principios de febrero se han registrado temperaturas superiores a lo normal. Ha comenzado la recolección de los cultivos de decrecida y las perspectivas son más favorables que el año anterior. Debido a una larga racha de tiempo seco registrada en julio y agosto, la producción total de cereales de secano se estima en 774 000 toneladas, alrededor de un 20 por ciento menos que el año anterior y un volumen inferior a la media, a lo que hay que añadir la producción de cultivos de decrecida y fuera de estación, que se pronostica en alrededor de 40 000 toneladas.

A raíz de la menguada cosecha de cereales de 1997, en la campaña comercial de 1997/98 la situación general de los suministros de alimentos se presentará difícil. En las zonas urbanas, el suministro de alimentos es suficiente pese al aumento del precio del arroz importado registrado a principios de enero de 1998. En las zonas rurales, los precios del arroz se mantienen en general estables, pero los de los cereales secundarios están subiendo en las zonas que en 1997 obtuvieron una cosecha mala de secano, especialmente en el norte y el centro norte. Las zonas de mayor riesgo están ubicadas en el centro y el norte, en las regiones de Diambel, Fatick, Louga, Thiès y Saint Louis. En septiembre, el Gobierno comenzó a distribuir alimentos en las zonas afectadas, y pidió ayuda para la realización de actividades productivas de fuera de estación y la movilización de cereales desde las zonas excedentarias del sur. A mediados de enero, el Gobierno hizo un llamamiento pidiendo ayuda alimentaria por un total de 82 600 toneladas para atender las necesidades de alrededor de 2,5 millones de personas.

SIERRA LEONA* (10 de febrero)

Mientras en Freetown la situación de los suministros de alimentos podría mejorar gracias a los acontecimientos registrados últimamente en Sierra Leona, es probable que empeore en las zonas rurales. Como ahora las fuerzas militares de la Comunidad Económica de los Estados del Africa Occidental controlan Freetown, pronto podría levantarse el embargo económico vigente desde 1997, lo que permitirá alguna mejora del funcionamiento de los mercados de alimentos así como el flujo de suministros de alimentos de socorro a la capital. En cambio, el retorno de la inseguridad en las zonas rurales podría impedir en los meses venideros los preparativos para la próxima cosecha de arroz, así como las actividades de rehabilitación agrícola, lo que agravaría la ya inestable situación de los suministros alimentarios.

Desde que se ha empezado a aplicar el embargo económico en agosto de 1997, el país ha recibido muy poca asistencia humanitaria, a pesar del acuerdo estipulado entre las Naciones Unidas y la ECOWAS sobre los mecanismos relativos a la exención de sanciones para dicha asistencia. Asimismo, debido a las restricciones de las actividades comerciales internas y al estado deficiente de las infraestructuras, la movilización de los suministros alimentarios disponibles se ha visto entorpecida, y los precios de los alimentos han subido a niveles que están fuera del alcance de la mayoría de la población.

Si las hostilidades se propagan a las zonas rurales, que en 1997 se habían mantenido en una situación relativamente tranquila, no se podrán realizar actividades agrícolas muy importantes, tales como la preparación de la tierra y la siembra de la cosecha de arroz, que normalmente comienza en abril. El aumento de la inseguridad impedirá asimismo la distribución de insumos a los agricultores, y expondrá los sembrados de yuca o arroz o las existencias de las fincas al asalto de los combatientes. En consecuencia, es posible que disminuyan en 1998 la superficie plantada y la producción agrícola si no se restablece plenamente la paz en todo el país.

Las estimaciones de la FAO relativas a la necesidad de importación de cereales para 1998 en Sierra Leona se cifran en alrededor de 260 000 toneladas. Si se restablece la paz y se levanta pronto el embargo, se calcula que los comerciantes locales importarán alrededor de 180 000 toneladas de cereales al final de 1998, y que quedará una necesidad de ayuda alimentaria de 80 000 toneladas. Si no se logran rápidamente dichas condiciones y la asistencia humani-taria sigue viéndose restringida, el país podría tener que hacer frente a una crisis alimentaria de gran escala.

TOGO (10 de febrero)

Predomina un tiempo caluroso y seco propio de la estación. Como consecuencia de unas condicio-nes climáticas en general buenas, la producción total de cereales para 1997 se calcula en 770 000 toneladas, alrededor de un 18 por ciento más que el año anterior. La producción de raíces y tubérculos se estima en 1,2 millones de toneladas, volumen superior a la media, mientras que la de legumbres alcanza las 102 000 toneladas, alrededor de un 13 por ciento menos que el año pasado.

Los mercados están bien abastecidos de productos alimenticios, gracias a la comercialización de las cosechas principales. La necesidad de importación de cereales para 1998 (enero/diciembre) se estima en 90 000 toneladas de trigo y arroz.


AFRICA CENTRAL

CAMERUN (9 de febrero)

Las perspectivas para la producción de cereales de 1997 son en general buenas. Sin embargo, al final de 1997 se han producido infestaciones de langostas migratorias africanas en el norte, de enjambres procedentes del sur del Chad, que han causado daños a los cultivos de mijo y sorgo que se estaban cosechando, y constituían también una amenaza para los cultivos de aluvión. Según encuestas realizadas últimamente, queda todavía sólo una cantidad limitada de langostas en fase solitaria, que no representan un riesgo para los cultivos de decrecida. El resto de las langostas migratorias africanas emigró al sur de la región donde probablemente se reproducirán cuando comience la próxima estación de las lluvias en junio/julio de 1998.

La situación de los suministros de alimentos será algo difícil en las zonas tradicionalmente deficitarias del norte. La mayoría de los refugiados que habían huido de las hostilidades registradas en la República del Congo ya ha regresado. La necesidad de importación de cereales para 1997/98 (julio/junio) se estima en 260 000 toneladas de trigo y arroz y 10 000 toneladas de cereales secundarios.

CONGO, REPUBLICA DEL (9 de febrero)

Un equipo de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, que visitó el país como parte de una misión interinstitucional del 18 al 30 de enero de 1998, observó que las consecuencias de los disturbios civiles se habían hecho sentir más en la producción pecuaria que en la producción agrícola, ya que la yuca, alimento básico principal, es un cultivo perdurable. Por otro lado, los habitantes de la ciudad de Brazzaville que han perdido su empleo en el sector privado a raíz de la destrucción del centro industrial y comercial experimentarán grandes dificultades para conseguir alimentos suficientes. Los precios de los alimentos son altos a causa de los problemas relativos al transporte y la comercialización.

Sobre la base de una población total estimada en 3 124 000 habitantes a mediados de 1998, y teniendo en cuenta los desechos y otros usos alimentarios, la producción total de alimentos en equivalentes en cereales será inferior en unas 118 000 toneladas a las necesidades del consumo en 1998. Normalmente, dicho déficit se cubriría comercialmente ya que el país cuenta con la necesaria capacidad de importación. Sin embargo, debido al trastorno de las actividades comerciales, particularmente en Brazzaville, se supone que para 1998 las importaciones comerciales de alimentos alcanzarán sólo el 80 por ciento del nivel de 1995/96, o sea 72 000 toneladas. Lo cual deja un déficit de importación de 46 000 toneladas, que debería cubrirse mediante una variedad de mecanismos (aumentando las actividades de la pesca y la caza, sembrando cultivos de ciclo corto, etc.) y la ayuda alimentaria destinada a grupos vulnerables, tales como PDI, refugiados, víctimas de las inundaciones, niños no acompañados y otros.

CONGO, REPUBLICA DEMOCRATICA DEL* (18 de febrero)

Unas lluvias torrenciales caídas en enero causaron inundaciones y corrimientos de tierras en algunas regiones del país. En la región oriental de Kivu, ha quedado interrumpida la carretera que une Bukavu con Uvira. Los precios ya se han duplicado en Uvira debido a la dificultad del transporte de productos a través de la conexión de servicios entre Dar-Es-Salaam-Kigoma y Uvira. Los importadores están explorando ahora la conexión entre Mombasa-Uganda-Goma. Entre tanto, debido al derrumbe del puente de ferrocarril entre Kalemie y Kindu, hubo que buscar otra ruta para trasbordar los productos.

En Kisangani se han producido inundaciones y una epidemia de cólera, y una misión mixta de las Naciones Unidas visitó la ciudad para evaluar las necesidades de la población afectada. Más de 1 500 personas han contraído el cólera, de las cuales han muerto 250, y se ha proporcionado ayuda de urgencia por vía aérea.

Las inundaciones han afectado también a Kinshasa, donde el río Congo ha alcanzado los niveles más altos en por lo menos cinco años, desbordando en algunas zonas. Grandes inundaciones se produjeron también en la ciudad de Mbandaka, donde resultaron afectadas alrededor de 4 000 personas, así como en Kalemie, en el sudeste, que en diciembre ha quedado aislada del país al derrumbarse un puente.

La situación de los suministros de alimentos es crítica en el este, donde se señala la existencia de una situación de malnutrición grave entre los refugiados que quedan, y donde la situación de seguridad se mantiene tensa. El recrudecimiento de los disturbios civiles en Kivu Norte y Kivu Sur ha dado lugar a considerables desplazamientos de población y desórdenes, mientras que debido a las inundaciones no se ha podido hacer llegar la asistencia humanitaria. Ha habido algunos combates en Uvira a mediados de febrero. Además de las 190 000 personas desplazadas en el interior (PDI), de las cuales unas 95 000 en Masisi, las fuentes humanitarias estiman en más de 20 000 el número de los refugiados que quedan. La OACNUR ha suspendido sus operaciones relacionadas con los refugiados rwandeses, así como las actividades de rehabilitación en esta región, y la supervisión y distribución de la ayuda alimentaria se siguen realizando en forma muy limitada. En la región de Uvira, están llegando refugiados de Burundi, entre 400 y 500 en las últimas semanas. Según la OACNUR, la mayoría de los refugiados se había ubicado en Sange y Kiliba, al norte de Uvira, y muchos de ellos se estaban integrando en las comunidades locales.

En el oeste, la mayoría de los 40 000 congoleses que habían buscado refugio en Kinshasa a raíz de las hostilidades registradas en Brazzaville ha regresado. En el sur del país hay alrededor de 50 000 refugiados angoleños que reciben asistencia y 119 000 que no reciben ayuda. Quedan, además, en el país alrededor de 92 000 refugiados sudaneses y 37 000 refugiados ugandeses.

La necesidad de importación de cereales para 1998 (enero/diciembre) se estima en 200 000 toneladas de trigo y arroz y 60 000 toneladas de cereales secundarios.

GABON (9 de febrero)

Los cultivos alimentarios básicos son la yuca y los plátanos, cuya producción es estima en alrededor de 330 000 toneladas. La producción de cereales en 1997, principalmente maíz, se calcula en alrededor de 25 000 toneladas. El país importa la mayor parte del trigo y arroz que necesita, que se estima en 76 000 toneladas. No hace falta ayuda alimentaria.

GUINEA ECUATORIAL (9 de febrero)

Los cultivos alimentarios básicos son la batata, la yuca y la banana. Anualmente se importan unas 10 000 toneladas de trigo y arroz, y la ayuda alimentaria para 1998 se calcula en 2 000 toneladas.

REPUBLICA CENTROAFRICANA (9 de febrero)

Gracias a unas condiciones de crecimiento favorables, la producción de cereales de 1997 se estima en alrededor de 120 000 toneladas, lo que representa un volumen superior a la media, y la de yuca se calcula en 580 000 toneladas.

A fines de mayo/principios de junio llegaron a la República Centroafricana alrededor de 35 000 refugiados de Rwanda, Burundi y la República Democrática del Congo. Hay también 27 400 refugiados sudaneses y alrededor de 5 000 chadianos que reciben asistencia. Para la campaña comercial de 1998 (enero/diciembre), la necesidad de importación de cereales se calcula en alrededor de 40 000 toneladas, principalmente trigo y arroz.


AFRICA ORIENTAL

BURUNDI* (11 de febrero)

Está casi terminada la recolección de las cosechas de la primera temporada de 1998. Según los resultados provisionales de una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, la producción de alimentos de la presente campaña se mantendrá en el nivel bajo del año pasado, ya que el aumento de la superficie plantada se vio contrarrestada por una merma de los rendimientos. La estación de las lluvias llegó con un mes de retraso, lo que, unido a la escasez de semillas, limitó la expansión de la superficie plantada prevista a raíz de la repatriación de un gran número de personas que vivían en campamentos, el regreso de los refugiados de los países vecinos, y una mejora relativa de la situación de seguridad. Unas lluvias excesivas recibidas a partir de mediados de octubre y unas precipitaciones no estacionales caídas en enero provocaron inundaciones y pérdidas de cosechas en zonas pantanosas y, determinaron una disminución de los rendimientos de las cosechas de cereales y legumbres, beneficiaron a las raíces y tubérculos y a las bananas.

Debido a la cosecha menguada, en enero de 1998 los precios de los alimentos básicos han aumentado con respecto al nivel de hace un año. En 1998 se prevé un déficit considerable de alimentos, y la situación de los suministros alimentarios será difícil en el primer semestre para los sectores más pobres de la población.

ERITREA* (9 de febrero)

Unas lluvias no estacionales caídas en octubre durante la recolección deterioraron las pilas de cereales cosechados y redujeron el rendimiento de los cultivos ya perjudicados por la racha seca registrada en septiembre, cuando estaban en la fase crítica de la maduración. La producción de cereales se calcula en el mismo nivel bajo de 1996. Además, como consecuencia de las fuertes lluvias imprevistas, hubo grandes infestaciones de langostas en el norte, contra las cuales se han emprendido operaciones de lucha.

Los precios de los cereales, que suelen bajar durante la recolección, aumentaron de forma pronunciada en noviembre al preverse que la producción sería mala. Con una cosecha de cereales inferior a la media por tercer año consecutivo y una acentuada disminución de la capacidad de importación desde el vecino país de Etiopía, este año la situación alimentaria será difícil.

ETIOPIA* (9 de febrero)

Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA que visitó Etiopía del 2 de noviembre al 2 de diciembre de 1997 pronosticó una cosecha Meher de 8 786 000 toneladas de cereales y legumbres, lo que representa un volumen inferior en un 25,6 por ciento a las estimaciones realizadas por el Ministerio de Agricultura (MdA) después de la cosecha. La disminución se debe primordialmente a la escasez de las lluvias Belg, a las que siguieron precipitaciones tardías, escasas e irregulares durante el período vegetativo Meher, particularmente en las zonas de tierras bajas, agravadas por las lluvias extraordinariamente fuertes caídas durante la recolección. Otro de los factores que han contribuido a la disminución de la producción fue la reducción del 20 por ciento del uso de fertilizantes en las principales zonas productoras debida a la supresión de la restricción de subvenciones y créditos a los morosos. Con la asistencia del MdA, los equipos de pulverización lucharon eficazmente contra la oruga, que este año fue la plaga principal. Las plagas y enfermedades no migratorias, aunque las hubo, no se consideraron superiores a los niveles normales de tolerancia en la mayoría de las zonas. La producción pecuaria se vio amenazada por la sequía registrada a mediados de la temporada principal en todas las zonas agropecuarias, que causó un descenso del 60-70 por ciento de los precios, migraciones prematuras y un aumento de la morbilidad y mortalidad. Afortunadamente, las lluvias de octubre y noviembre revirtieron la situación, que ahora se ha normalizado.

Sobre la base de la estimación de la producción Meher indicada anteriormente y de un pronóstico relativo a la cosecha Belg de 1998, (320 000 toneladas de cereales y legumbres), la misión estima la necesidad total de importación de cereales para 1998 en 530 000 toneladas. Esta cifra comprende 420 000 toneladas de ayuda alimentaria de socorro para 5,3 millones de personas de las zonas rurales que obtuvieron una cosecha mala y se ven afectadas por una pobreza estructural. El déficit restante de 110 000 toneladas debería cubrirse con importaciones comerciales.

Al comienzo de la recolección de la cosecha Meher de 1997 los precios al por mayor de todos los cereales principales eran considerablemente superiores a los niveles del año pasado, con medias nacionales que oscilaban entre el 13 por ciento para el teff y el 53 por ciento para el maíz. Estos aumentos se debieron a la escasez de los suministros y al hecho de que los comerciantes habían previsto una producción menor que la del año pasado.

KENYA (9 de febrero)

Unas lluvias intensas caídas en noviembre y enero provocaron grandes inundaciones que causaron pérdidas de vidas humanas, y cuantiosos daños a la infraestructura y a las viviendas, dejaron muchas aldeas incomunicadas y desplazaron grandes sectores de la población local. Entre las zonas más afectadas se cuentan la provincia del litoral, la provincia nordoriental y algunas partes de la provincia oriental, que fueron declaradas zona de desastre por el Gobierno, el cual ha lanzado un llamamiento pidiendo asistencia internacional para hacer frente a la emergencia.

Las lluvias perjudicaron también la cosecha de maíz de 1997/98, el principal alimento básico del país. Unas lluvias torrenciales caídas en octubre y noviembre, durante la siembra de la cosecha de la temporada principal, que representa alrededor del 80 por ciento de la producción anual, redujeron los rendimientos del maíz ya afectados por la racha seca registrada durante la fase crítica de la granazón. Las fuertes lluvias caídas durante la recolección afectaron también los rendimientos del trigo. Pero el efecto peor de las inundaciones se dio en los cultivos de la segunda temporada, que se producen en las zonas de precipitaciones bimodales de las provincias occidentales, centrales y orientales, desde mediados de octubre hasta febrero. Se estima que la producción de maíz de la presente campaña ha disminuido en una tercera parte respecto a los niveles normales, mientras que la cosecha del frijol se vio muy menguada debido tanto al mal tiempo como a la falta de semillas. En total, la producción de maíz de 1997/98 se calcula en 2,3 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al nivel bajo de 1996/97 pero inferior a la media de los últimos cinco años. En consecuencia, se prevé que la situación de los suministros de alimentos se presentará difícil en los meses venideros. Las necesidades de importación de maíz, que en su mayor parte deberían cubrirse comercialmente, se estiman en 800 000 toneladas, frente a 1 millón de toneladas el año anterior.

Mientras, por un lado, las copiosas lluvias de los últimos meses mejoraron los pastizales para el ganado, por otro, un brote de la fiebre del Valle del Rift registrado en octubre, como consecuencia de las inundaciones que habían causado una explosión de la población del mosquito portador del virus, ha provocado la muerte de muchas personas. Esta situación ha favorecido, además, la aparición de un conjunto de enfermedades de animales que causaron la pérdida de miles de vacunos, ovejas, cabras y camellos.

RWANDA* (9 de febrero)

Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA realiza-da en la segunda quincena de enero observó que, al retrasarse en un mes el comienzo de las lluvias, la expansión de la superficie cultivada no había sido tan significativa como hubiera podido ser, mientras que las excesivas precipitaciones recibidas posteriormente habían pro-vocado inundaciones en los terrenos pantanosos del valle, afectando al 10 por ciento de la superficie sembrada y limitando los rendimientos de algunos cultivos. Entre los efectos ne-gativos de las lluvias y la humedad consiguiente figuran las enfermedades micóticas, la pro-liferación de malezas y una insuficiente exposición al sol. Resultaron particularmente afec-tados los rendimientos de los frijoles (enfermedades de raíces, mosca negra) y de las papas (mildiú), que podrían disminuir ulteriormente si continúan las lluvias no estacionales. La falta de semillas de calidad y de estacas también tuvo un efecto deprimente en los rendimientos en muchas zonas. En general, se estima que los rendimientos del sorgo, trigo, frijol, papa irlandesa y batata han disminuido en comparación con la temporada A del año pasado. En cambio, mejoraron los de la banana, el maíz, el arroz, el garbanzo, el maní, la soja, el taro, el ñame y la yuca. La producción total de cultivos alimentarios en la temporada A de 1998 se estima en 2 194 227 toneladas, lo que representa un aumento del 7 por ciento con respecto a la temporada A de 1997. Ello incluye alrededor de 77 400 toneladas de cereales (alrededor de un 18 por ciento menos que en la temporada A de 1997), unas 110 000 toneladas de legum-bres (7 por ciento más que en la temporada A de 1997, como consecuencia principalmente de un aumento significativo de la superficie plantada), 1,4 millones de toneladas de tonela-das de bananas (25 por ciento más) y unas 656 000 toneladas de raíces y tubérculos, casi el mismo volumen que el obtenido en la temporada A del año pasado.

En comparación con el promedio de la temporada A de 1989-93, la producción de la presente campaña es inferior en sólo un 5 por ciento a los niveles anteriores a la crisis. De todas formas, la producción de cultivos alimentarios en Rwanda está en proceso de recuperación. Pero cabe hacer una doble advertencia: primero, que actualmente hay más rwandeses que necesitan alimentos que antes de los disturbios civiles, y la producción actual per cápita alcanza sólo a alrededor del 80 por ciento de los niveles anteriores a la guerra, por lo que persistirán considerables déficit alimentarios. Y segundo, que si persisten las lluvias no estacionales una vez terminada la misión, las estimaciones de la producción tendrán que revisarse a la baja.

Debido a una producción insuficiente, los precios de los alimentos siguen subiendo, y se agrava la ya precaria situación de la seguridad alimentaria de un gran número de familias. La misión pronostica que para el primer semestre de 1998 se necesitarán 82 000 toneladas de ayuda alimentaria en equivalente en cereales; de las cuales ya se han prometido alrededor de 70 000 toneladas, mientras que quedan 12 000 toneladas sin cubrir debido a la inseguridad que existe en las zonas occidentales y a las actuales dificultades que existen en la región para el transporte terrestre.

La prioridad máxima en la próxima campaña consiste en resolver de manera sostenible la escasez de insumos, especialmente semillas y estacas, pero éste es un problema que tiene que enfrentarse también a largo plazo.

SOMALIA* (9 de febrero)

Unas lluvias torrenciales caídas a mediados de octubre causaron las peores inundaciones en decenios: alrededor de 2000 víctimas, 250 000 personas desplazadas, graves daños a las viviendas y a la infraestructura y pérdidas de cosechas y de ganado.

Siguió lloviendo intensamente hasta principios de enero, lo cual perjudicó a los cultivos "Deyr", que normalmente representan alrededor del 20 por ciento de la producción anual de cereales y se habían plantado justo antes de las inundaciones. Las zonas más afectadas fue-ron las partes agrícolas del sur, a lo largo de los ríos Juba y Shebelle, particularmente Bai-doa, Q/dhere, Dinsor, Bardere, Jilib, Jamame, Sablale, K/Warey, Brava, Kismayo, Xagar y Afmadow donde se estima que se ha perdido alrededor del 80 por ciento de la cosecha. Al bajar las aguas, se empezó a resembrar en diciembre en superficies extensas pero los resul-tados son inciertos. Para el país en conjunto, las estimaciones provisionales señalan una producción inferior a la mitad del nivel normal. Este es el cuarto año consecutivo en el que se obtiene una cosecha inferior a la media. Las inundaciones provocaron también pérdidas en las existencias de cereales de las familias, obtenidas de la temporada principal "Gu", cuya producción había sido mala debido también a unas rachas de sequía. La producción total de cereales de 1997/98 se estima provisionalmente en 260 000 toneladas, alrededor de 7 por ciento menos que el nivel inferior a la media del año pasado. Las necesidades de impor-tación para la campaña comercial de 1997/98 (agosto/julio) se han revisado al alza a 330 000 toneladas, de las cuales deberán cubrirse con ayuda alimentaria alrededor de 115 000 to-neladas. Sin embargo, hasta la fecha se han hecho sólo pocas promesas por un total de 15 000 toneladas.

Además de las inundaciones, que por sí solas provocaron pérdidas de ganado estimadas en 35 500 animales, un brote de la fiebre del Valle del Rift, combinado con otras enfermedades de animales, está causando desde diciembre de 1997 pérdidas de un gran número de anima-les, como camellos y cabras en las zonas nordorientales de Kenya y el sur de Somalia.

SUDAN* (9 de febrero)

Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA, que vi-sitó el Sudán desde el 15 de noviembre al 5 de diciembre de 1997, pronosticó la producción total de cereales de 1997/98 en 4 640 000 toneladas, incluidos 3 390 000 toneladas de sorgo, 570 000 toneladas de mijo, 630 000 toneladas de trigo (que se recogerá en abril de 1998), y una cantidad relativamente pequeña de maíz (50 000 toneladas) que se produce principal-mente en el sur. En comparación con la cosecha récord del año pasado, la producción total de cereales bajó en un 14 por ciento, (20 por ciento menos de sorgo, 27 por ciento más de mijo y 2 por ciento menos de trigo). La producción de los tres cereales es superior a la media de los últimos cinco años (1988/89-1992/93). La del sorgo es la tercera más alta de los últimos cinco años y la del mijo, la segunda (después de la excelente campaña de 1994/95).

Habida cuenta de las pérdidas, las semillas y otros usos, la producción total de cereales (4 640 000 toneladas) será inferior a la necesidad total del consumo en 1997/98. Sin embargo, debido a la extraordinaria cosecha de sorgo del año pasado y a la prohibición nacional de las exportaciones de dicho producto durante 1997, el nivel de las existencias remanentes al final de octubre de 1997 era elevado, calculado por la misión en 900 000 toneladas (principalmen-te sorgo), por lo que será necesario recurrir a dichas existencias para satisfacer las necesi-dades alimentarias del país.

Por lo tanto, las perspectivas alimentarias para 1997/98 son en general favorables, pero en Darfur Sur, Darfur Norte y Kordofan Norte habrá problemas de déficit alimentario. La situa-ción es muy grave en el sur, donde se estima que la producción de cereales ha disminuido en un 45 por ciento respecto al año pasado (salvo en Renk). Los estados más afectados son Equatoria oriental, Lakes, Bahr El Jebel y Bahr El Ghazal, en los que se perdió la cosecha de la primera temporada debido a una sequía temprana prolongada. Algunos cultivos de sorgo de la temporada larga sobrevivieron, pero con rendimientos bajos. La inseguridad ha vuelto a trastornar las actividades agrícolas en Bahr El Ghazal y en algunas partes de Jonglei. Además, por problemas logísticos y de inseguridad, la cantidad de alimentos que podrá transportarse a la región (incluso desde Renk, en el Nilo Alto) será limitada. La misión estima que entre el 60 y el 70 por ciento aproximadamente de la población de Equatoria oriental, Bahr El Ghazal, Lakes, algunas partes del estado de Jonglei y las zonas de transición necesitarán ayuda alimentaria de urgencia durante tres a seis meses en 1998. Se estima que 915 500 personas que obtuvieron una cosecha reducida necesitarán 30 000 toneladas de productos alimenticios, que se proporcionarán por conducto del PMA en Nairobi. Además se necesitarán 34 000 toneladas de ayuda alimentaria de socorro para 1,3 millones de personas desplazadas en los campamentos del sur, de las zonas de transición, y de Jartum.

En Darfur Norte, se perdió la cosecha debido a la sequía registrada en Umm Keddada, Mellit y Kutum, y ya escasean los alimentos. Los precios del mijo son altos, y los del ganado están descendiendo. Aun cuando, en conjunto, la producción de mijo en Darfur Norte es mejor que el año pasado, es improbable que muchas personas de estas dos provincias puedan comprar los alimentos que necesitan, por lo que harán falta intervenciones. La misión estima que 180 000 personas de Darfur Norte necesitarán 9 530 toneladas de ayuda alimentaria de urgencia entre abril y septiembre de 1998, y es posible que otras 14 000 personas afectadas por las inundaciones y los conflictos civiles en el sur de Tokar necesiten 300 toneladas de ayuda alimentaria durante tres a seis meses.

También suscita preocupación la situación en Kordofán Norte, cuya producción es mejor que el año pasado pero el Estado sigue siendo deficitario, y el valor de los cultivos comerciales y del ganado ha descendido. En particular, las provincias de Sodari y Bara han experimentado pérdidas de cosechas generalizadas, y en el segundo semestre será difícil conseguir suministros alimentarios suficientes. Se prevé que la ayuda alimentaria necesaria se comprará principalmente en el lugar, salvo cantidades limitadas que se importarán del sur, a causa de los problemas logísticos internos. Debido a las pérdidas de cosechas generalizadas registradas en el sur y en algunas partes de Darfur Norte y Kordofán Norte existe también una urgente necesidad de semillas para la próxima temporada de siembra.

TANZANIA (9 de febrero)

Unas lluvias intensas seguidas de inundaciones, registradas desde noviembre de 1997, han trastornado gravemente los sistemas de ferrocarriles y carreteras en el país, causando graves problemas al transporte de productos esenciales a las zonas necesitadas. Preocupan en particular las aldeas remotas, en las que los agricultores han perdido la producción o las existencias debido a las lluvias y a las que no se pueden transportar alimentos de socorro porque los caminos son intransitables.

Las lluvias intensas provocaron también pérdidas de cosechas y daños a la cosecha "Vuli" de 1997/98, que se siembra entre octubre y febrero. Las zonas más afectadas son las tierras bajas de las regiones de Mara, Arusha, Kilimanjaro, Tanga y Shinyanga, así como el sur de Mwanza donde predominan suelos arcillosos. Sin embargo, en las zonas de tierras altas, que también se cultivan, la producción será favorable gracias a la gran cantidad de precipitaciones recibidas. En general, las pérdidas registradas en las zonas de tierras bajas se verán compensadas por la buena producción de las tierras altas. Se prevé que la cosecha Vuli, que es la menos importante de las tres cosechas anuales del país, se recuperará después de varias cosechas consecutivas afectadas por la sequía.

A raíz de la sequía destructiva de 1996/97, se perdió una gran cantidad de ganado en las zonas pastorales, pero las lluvias intensas caídas en los últimos meses han producido un efecto muy beneficioso en los pastizales, que redundará en la recuperación del sector ganadero. Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria de las familias, dicha recuperación tiene consecuencia importantes para algunos sectores de la población, tales como los Masai, que dependen mucho del ganado.

Puede que en las zonas centrales y meridionales, en las que los cultivos de cereales de la temporada principal de 1998 se encuentran en fase de desarrollo, las pérdidas de cosechas por las inundaciones registradas en las zonas de tierras bajas de las regiones de Iringa y Mbeya hayan sido significativas. Pero, en general, las copiosas precipitaciones de los últimos meses han sido beneficiosas y, si predomina un tiempo favorable en lo que resta del período vegetativo, la producción podría recuperarse con respecto al nivel bajo de 1997. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA ha regresado recientemente del país y está ultimando su informe.

UGANDA (9 de febrero)

La recolección de las cosechas de la segunda temporada de 1997 está casi terminada. Unas lluvias intensas caídas desde mediados de noviembre a principios de diciembre, principalmente en la parte oriental, provocaron inundaciones y aludes de lodo que causaron pérdidas de vidas humanas, daños a las viviendas y a la infraestructura, y pérdidas de cosechas localizadas. Sin embargo, las perspectivas generales para las actuales cosechas de la segunda temporada, que se están recogiendo ahora, son favorables. Pese a las pérdidas de cosechas localizadas, las lluvias abundantes caídas desde comienzos de la temporada resultaron beneficiosas para el desarrollo de los cultivos, y han mejorado además la situación de los pastizales y del ganado, particularmente en la región de Karamoja, que se había visto afectada anteriormente por un tiempo seco prolongado.

Se prevé que los precios del maíz y el frijol, que en diciembre de 1997 se habían duplicado en un año, bajarán al llegar a los mercados la nueva cosecha, y la situación difícil de los suministros alimentarios, tras dos menguadas cosechas consecutivas, debería aliviarse; aunque seguirá siendo difícil para un gran número de personas desplazadas en el norte, que se ven afectadas por la persistencia de los conflictos civiles.

Actualmente se está proporcionando asistencia alimentaria a la población afectada por las inundaciones, pero las operaciones se han visto impedidas por el mal estado de los caminos.


AFRICA AUSTRAL

ANGOLA* (11 de febrero)

Las condiciones han sido hasta ahora en general favorables para los cultivos en la mayor parte del país. La temporada tardó en comenzar, y hasta diciembre se habían recibido lluvias inferiores a lo normal en las zonas meridionales, pero en enero se recibieron lluvias generalizadas que han mejorado significativamente la situación de los cultivos, particularmente en las zonas productoras de cereales del centro y el sur. Con todo, las actividades agrícolas y la situación de los suministros de alimentos continúan viéndose trastornadas por los problemas de seguridad que se registran en algunas partes del país. Los cultivos tempranos ya han madurado y se prevé una cosecha casi normal.

La situación de los suministros de alimentos sigue siendo difícil en algunas partes del país, debido principalmente a la persistencia de los problemas de seguridad. Las promesas de ayuda alimentaria de los donantes ascienden hasta ahora a 273 000 toneladas, de las cuales ya se han entregado 167 000 toneladas. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA visitará el país en abril/mayo para examinar los resultados de la cosecha y calcular las necesidades de importación de cereales y de ayuda alimentaria para 1998/99.

BOTSWANA (10 de febrero)

Tras unas lluvias en general dispersas e inferiores a lo normal recibidas en la mayor parte del país entre octubre y diciembre, en enero de 1998 se recibieron lluvias abundantes y generalizadas, que fueron intensas en el norte y más ligeras en el sur. Ello dio lugar a un aumento pronunciado de la superficie plantada y a una situación mejorada para los cultivos que se encuentran ahora en el período de emergencia y vegetativo. Como en algunas zonas se ha sembrado tardíamente será de importancia decisiva para los cultivos que en febrero y marzo se reciban lluvias oportunas y bien distribuidas. Según los informes, el suministro de semillas cubre las necesidades normales.

La situación nacional de los suministros de alimentos sigue siendo en general satisfactoria. El nivel de las existencias que poseen la Junta Comercial y los fabricantes comerciales se considera suficiente para cubrir las necesidades durante el resto de la campaña comercial que termina en marzo. Sin embargo, como la cosecha de la campaña de 1996/97 ha sido escasa y es posible que muchos agricultores hayan aprovechado los precios favorables para vender la mayor parte de sus cereales a las industrias molineras, es probable que en las explotaciones agrícolas las existencias hayan disminuido mucho.

LESOTHO (10 de febrero)

Las perspectivas para la cosecha de 1997/98 son muy malas. La campaña agrícola se ha caracterizado por unas precipitaciones en general irregulares e inferiores a lo normal recibidas entre septiembre y diciembre, y por unas temperaturas altas registradas en muchas zonas que redujeron aún más el nivel de humedad del suelo. En consecuencia, los cultivos tempranos sufrieron por la gran falta de agua y en muchas zonas la siembra se retrasó. Unas lluvias generalizadas caídas en enero mejoraron significativamente la situación de los cultivos y alentaron a algunos agricultores a sembrar una superficie mayor, lo cual incrementará la superficie plantada, que a principios de enero se había pronosticado en sólo una tercera parte del nivel de 1996/97. El suministro de semillas y fertilizantes se considera suficiente, pero en febrero y marzo harán falta más lluvias para que los cultivos tardíos completen su ciclo de crecimiento. Debido a un período seco prolongado relacionado con El Niño se podría perder entre 25 y 50 por ciento de la cosecha de 1997.

A raíz de la cosecha de cereales inferior a la media de 1997, la situación de los suministros de alimentos sigue siendo difícil. Los niveles de las existencias eran relativamente bajos en enero, suficientes para atender las necesidades de consumo de sólo dos meses, aproximadamente. Se espera poca ayuda alimentaria durante la actual campaña comercial debido a que las promesas de 13 400 toneladas ya se han entregado.

MADAGASCAR (10 de febrero)

Pese al comienzo tardío de las lluvias que retrasó el trasplante del arroz en algunas zonas, en la mayoría se recibieron lluvias favorables en diciembre, enero y las dos primeras décadas de febrero. Se señala que la superficie plantada es normal, pero podría disminuir algo como consecuencia del retraso de la campaña. Sin embargo, la persistencia de enjambres de langostas migratorias africanas (Locusta migratoria capito) sigue siendo la mayor amenaza para las cosechas de 1998 que se recogerán en marzo/abril. Se ven en el sur y sudoeste del país, pero también en las principales zonas agrícolas occidentales y centrales. Están en marcha operaciones de lucha por aire y por tierra pero, dadas las posibles repercusiones de las langostas en los cultivos, las perspectivas para la cosecha son inciertas.

La situación de los suministros alimentarios es en general satisfactoria en todo el país, salvo en las zonas del sur donde la producción de 1997 resultó menguada por el efecto combinado de las langostas y la sequía. La ayuda alimentaria prometida por los donantes asciende a 29 500 toneladas, de las cuales ya se han entregado 16 000 toneladas.

MALAWI (9 de febrero)

Las perspectivas para las cosechas de cereales de 1997/98 son en general buenas. No obstante el comienzo tardío de la temporada, en la mayor parte del país las precipitaciones de este año han sido hasta ahora muy favorables. Las lluvias han sido en general ligeras en el sur pero fuertes en el norte, donde provocaron inundaciones en algunas zonas y pérdidas de propiedades y vidas humanas. La superficie total plantada debería ser semejante a la de 1996/97 pero quizás algo menor como consecuencia del comienzo tardío de las lluvias. El suministro de los principales insumos agrícolas se considera suficiente. Por lo tanto las perspectivas para la cosecha son en general favorables en las zonas septentrionales y centrales así como para los cultivos tempranos sembrados en el sur. Los resultados de los cultivos tardíos dependerán en gran parte de las lluvias que se reciban en febrero y marzo.

La situación de los suministros de alimentos sigue siendo difícil en el país, debido a la reducida cosecha de cereales de 1997. La necesidad de importación de cereales se estima en alrededor de 300 000 toneladas de maíz, y el Gobierno ha lanzado un llamamiento pidiendo asistencia internacional para importar una parte de los alimentos necesarios. Las promesas de ayuda alimentaria de los donantes, que ascienden a alrededor de 10 000 toneladas de cereales, ya se han entregado.

MOZAMBIQUE* (10 de febrero)

Los cultivos siguen beneficiándose de las condiciones favorables reinantes en la mayor parte del país, a pesar de la preocupación que suscita la posibilidad de una sequía relacionada con El Niño. Las lluvias comenzaron temprano en septiembre en las zonas del sur, y gradualmente fueron llegando a las principales provincias agrícolas del centro y del norte. En diciembre y enero las precipitaciones fueron normales y la situación de los cultivos es buena. El suministro de semillas y fertilizantes es suficiente. Entre las zonas que suscitan alguna preocupación se cuentan las provincias occidentales de Tete y Manica, en las que las rachas secas registradas en noviembre y diciembre y las inundaciones de enero han afectado a los cultivos de algunos distritos. El tiempo húmedo que continuó en febrero con lluvias intensas podría afectar los rendimientos en las zonas septentrionales y centrales en las que se produjo el anegamiento de los cultivos y la pérdida de nutrientes del suelo. Según los primeros indicios, la superficie plantada este año podría ser al menos semejante al nivel de 1996/97. Se prevé una cosecha casi normal de cereales y otros cultivos siempre y cuando las condiciones del tiempo sigan siendo buenas en el resto de la campaña.

Debido a la cosecha buena de 1997, la situación nacional de los suministros de alimentos es en general satisfactoria, y se registra un flujo constante de cereales desde las zonas excedentarias del centro y del norte hacia los distritos del sur. Una misión de evaluación de cultivos y suministros alimentarios de la FAO y el PMA visitará el país en abril/mayo para examinar el resultado de la cosecha y calcular las necesidades de importación de cereales y de ayuda alimentaria para 1998/99.

NAMIBIA (10 de febrero)

El estado del tiempo ha sido hasta ahora favorable en la mayoría de las zonas agrícolas del país, lo que reduce la preocupación por una sequía temprana en enero/febrero. Las precipitaciones recibidas a partir de enero han sido generalizadas e intensas en algunas zonas, y han mejorado considerablemente las condiciones de crecimiento de los cultivos en las regiones del nordeste y de Caprivi. También los pastizales se han beneficiado de estas condiciones favorables. Pero hacen falta todavía más lluvias en febrero y marzo para la maduración de los cultivos, que en su mayor parte se sembraron al final de diciembre y en enero. Si durante febrero y marzo predominara un tiempo seco se perjudicarían los rendimientos de los cultivos tardíos y se obtendría una cosecha inferior en un 10 a 20 por ciento a la excelente cosecha del año pasado.

La situación de los suministros de alimentos sigue siendo satisfactoria. Gracias a la cosecha buena de cereales de 1997, los suministros disponibles y las importaciones comerciales previstas deberían cubrir las necesidades de consumo hasta la próxima cosecha de abril.

SUDAFRICA (12 de febrero)

Al final de diciembre y en gran parte de enero se recibieron precipitaciones abundantes en la mayor parte del país, que representaron un alivio para los cultivos, tan necesario por otra parte, particular-mente en las zonas occidentales y orientales que habían recibido pocas lluvias durante las dos pri-meras décadas de diciembre. Ahora las condiciones de crecimiento han mejorado considerable-mente. Sin embargo, como consecuencia de las escasas lluvias de diciembre y de la posterior siem-bra tardía de cultivos, especialmente en las provincias de Free State, Mpumalanga y las del noroes-te, se prevé que la producción de maíz disminuirá en alrededor del 15 por ciento con respecto al año pasado. Además, la primera década de febrero se caracterizó por unas temperaturas superio-res a la media y unas precipitaciones inferiores a la media registradas en gran parte del país en un momento en que una gran parte del maíz estaba llegando a la fase crítica de la polinización. Si du-rante las semanas venideras continuara el tiempo seco, esta parte de la producción se vería gravemente afectada.

Ahora bien, como consecuencia de las lluvias buenas recibidas últimamente, se han llenado los embalses y ha aumentado la humedad del suelo y, particularmente en las zonas agrícolas comerciales, la posibilidad de riego contribuirá a amortiguar el impacto de la sequía. Si, en cambio, la sequía continuara, la producción disminuiría hasta en un 20 por ciento respecto al año pasado, lo que reduciría gravemente la capacidad del país para exportar maíz, particularmente a los países necesitados de la subregión.

La situación general de los suministros de alimentos sigue siendo satisfactoria. La cosecha de trigo recogida en noviembre de 1997 fue superior a la media (alrededor de 2,3 millones de toneladas), pero muy inferior a la cosecha buena del año pasado. La producción total de cereales de 1997 se estima en 11,9 millones de toneladas, también superior a la media pero inferior a la cosecha excelente del año anterior.

SWAZILANDIA (12 de febrero)

El estado del tiempo ha sido en general favorable desde octubre, con lluvias entre normales y superiores a lo normal recibidas en la mayor parte de las zonas productoras. Siguiendo las medidas relativas a la siembra para imprevistos sugeridas por el Gobierno, los agricultores comenzaron a sembrar temprano, especialmente en el Low Veld. En las zonas expuestas a la sequía se utilizaron variedades de maíz de maduración rápida y tolerantes a la sequía. La superficie plantada con maíz debería ser ligeramente inferior al nivel del año pasado, como consecuencia principalmente de la diversificación de los cultivos por parte de algunos agricultores. La cosecha temprana se encuentra ahora entre las fases de la formación de la mazorca y de la granazón, mientras que la tardía está al final del período vegetativo y su situación es buena. Las perspectivas para la cosecha son en general buenas pero los rendimientos podrían verse algo afectados por las lluvias superiores a lo normal recibidas en algunas zonas, que podrían causar la lixiviación de nutrientes y la infestación de malezas.

La situación nacional de los suministros de alimentos para la actual campaña comercial (1997/98) debería seguir siendo satisfactoria. Además con los suministros disponibles y las importaciones comerciales previstas deberían cubrirse las necesidades de consumo durante el resto de la campaña.

ZAMBIA (11 de febrero)

Hasta ahora las perspectivas iniciales para las cosechas de cereales de 1998 son en general favorables en las principales zonas productoras. Tras unas lluvias entre moderadas e intensas recibidas en muchas zonas en noviembre y diciembre, en enero y principios de febrero se recibieron en todo el país precipitaciones abundantes. Aunque las lluvias han beneficiado en gran parte a los cultivos de algunas zonas, los suelos se han anegado y han perdido nutrientes, lo cual podría perjudicar los rendimientos. Según los primeros indicios, la superficie plantada estará cercana al nivel de 1997 en las zonas muy productivas del norte y será ligeramente inferior en otras partes, con una tendencia a pasar del maíz al mijo/sorgo, pero también a otros cultivos tales como la paprica, el girasol, las semillas oleaginosas, el algodón y el tabaco. En general, en las provincias meridionales y occidentales, que en general son vulnerables a la sequía, la diversificación a cultivos no cereales en las zonas en las que preocupan las repercusiones de El Niño podría representar el 30 por ciento de la producción. Puede ser que también la superficie plantada por pequeños agricultores haya sido limitada en algunas zonas debido a la falta de créditos y de distribución de insumos. Se señala que la demanda efectiva de fertilizantes es escasa debido a que los precios están fuera del alcance de los pequeños agricultores.

La situación nacional de los suministros de alimentos para la campaña comercial de 1997/98 sigue siendo relativamente difícil. Se prevé, sin embargo, que la mayor parte de las necesidades de cereales se cubrirá a través de canales comerciales. El Gobierno y los comerciantes privados han hecho considerables contratos de importación, parte de los cuales se colocarán en reserva para mejorar los niveles de las existencias.

ZIMBABWE* (11 de febrero)

En noviembre y principios de diciembre se recibieron chaparrones entre moderados e intensos en las zonas septentrionales y centrales del país. En los distritos meridionales la siembra comenzó a fi-nales de noviembre, mientras que en otras partes se encontraba ya en una fase avanzada y los cul-tivos tempranos se hallaban en la última parte del período vegetativo o de florecimiento. Unas lluvias generalizadas siguieron beneficiando a los cultivos en la mayor parte del país. Las actuales han me-jorado la situación en la parte meridional del país en la que ha continuado el tiempo seco y en enero ha habido algunas siembras y resiembras. En general, el retraso de las lluvias, unido a los reitera-dos anuncios de sequía, determinó una disminución de la superficie plantada con respecto a 1997.

En febrero y marzo, se necesitan más lluvias para la maduración de los cultivos, particularmente en las zonas del sur. Una racha seca prolongada o una interrupción temprana de las lluvias en febrero podría provocar una pérdida total del 10 al 20 por ciento de las cosechas con respecto al nivel de 1997. Entre tanto, la situación de los suministros de alimentos es relativamente difícil. Debido a los disturbios registrados últimamente en la capital, el Gobierno está tratando de bajar el precio del maíz y ha vendido en el mercado parte de la reserva estratégica de cereales. En la próxima campaña co-mercial es posible que se disponga de menos existencias remanentes para amortiguar el impacto de la disminución de la producción, y el país podría convertirse en un importador neto. Es posible también que se necesite asistencia selectiva para grupos vulnerables de la población que viven en las regiones del sur y que obtendrán cosechas escasas como consecuencia de la irregularidad de las precipitaciones.


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