|
|
 |
Si se realizan las previsiones actuales tocantes a la disminución de la producción mundial de cereales en 1999, los remanentes mundiales de cereales acusarán una reducción significativa por primera vez desde 1996, pese al crecimiento lento de la utilización previsto en la próxima campaña. Por consiguiente, las existencias mundiales de cereales al final de las campañas comerciales del 2000 se cifran provisionalmente en 315 millones de toneladas, lo que representa una disminución de unos 23 millones de toneladas, equivalentes al 7 por ciento, respecto a sus niveles de apertura. En base a esto, la relación entre las existencias y la utilización puede descender ligeramente por debajo del 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera el mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial, y anuncia un equilibrio más estrecho entre la oferta y la demanda mundiales. Tomados individualmente, es probable que las existencias de trigo sean las que más desciendan, a 122 millones de toneladas, lo que representa una disminución de 16 millones de toneladas respecto al nivel inicial. Según las proyecciones, las existencias mundiales de cereales secundarios alcanzarán los 140 millones de toneladas, 6 millones de toneladas menos que sus niveles de apertura, mientras que la disminución de las existencias arroceras debería limitarse a alrededor de 1 millón de toneladas. La merma se concentrará principalmente en las existencias de los países importadores. El descenso de las existencias totales de cereales de los grandes exportadores debería ser pequeño, considerando que las perspectivas de su producción son relativamente buenas y que con probabilidad la utilización interna y las exportaciones seguirán registrando un crecimiento lento. En efecto, a pesar de la reducción prevista de las existencias de los principales exportadores en vista de la fuerte disminución de los remanentes de los países importadores, la proporción mundial de las existencias de los principales exportadores debería aumentar por cuarto año consecutivo.
Las existencias mundiales de cereales al término de las actuales campañas comerciales de 1998/99 en cada uno de los países se calculan en alrededor de 337 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que su nivel relativamente alto de apertura y alrededor de 7 millones de toneladas más de lo indicado en el informe de abril. Este mes se ha aumentado la estimación de las existencias finales debido principalmente a las revisiones al alza de las estimaciones de la producción de 1998 y al crecimiento más lento de la utilización. Se estima actualmente que las existencias de trigo y cereales secundarios seguirán aumentando con respecto a los niveles de apertura, pero es probable que los inventarios de arroz disminuyan. La mayor parte de la acumulación de las existencias de cereales de este año tiene lugar en los grandes países exportadores en los que la combinación de una producción abundante y oportunidades de exportación en general menores ha permitido la reconstitución de las existencias por tercer año consecutivo. Situadas en torno a los 153 millones de toneladas, la proporción de las existencias totales de cereales en los principales países exportadores sería del 45 por ciento, nivel semejante a los de finales de los años ochenta, lo que indica una recuperación continua después de la fuerte disminución registrada en 1996.
Según las estimaciones, las existencias mundiales de trigo para las campañas agrícolas nacionales que terminan en 1999 alcanzarán los 138 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al nivel inicial a pesar de la significativa disminución de los remanentes de varios países importadores. Se supone que las existencias de trigo en China y la Federación de Rusia disminuirán más drásticamente, en alrededor de 11 millones de toneladas en total, a causa principalmente de la merma de la producción. En cambio, las existencias de los cinco principales exportadores, como grupo, aumentarán por tercer año consecutivo hasta alcanzar los 56 millones de toneladas, lo que representa un aumento de 16 millones de toneladas, equivalentes al 40 por ciento, respecto a su nivel de apertura. Ello se debe principalmente a un alza considerable de la producción, especialmente en la CE y los Estados Unidos, y a la disminución de la demanda mundial que ha impedido un aumento significativo de las exportaciones. En el Canadá, la razón principal del aumento previsto de las existencias fue el retraso de los envíos de exportación a causa de la huelga de portuarios en Vancouver. En la CE, pese a un considerable crecimiento de la utilización interna e, incluso, un moderado aumento de las exportaciones, la cosecha récord del año pasado ha aumentado ulteriormente las existencias de intervención, hasta el punto de que la capacidad de almacenamiento fue totalmente colmada y en algunos países resultó escasa.
Tras los niveles casi máximos de la producción de 1998, se calcula que las existencias remanentes mundiales de cereales secundarios para las campañas agrícolas que terminan en 1999 aumentarán a 146 millones de toneladas. El pronóstico de este mes ha subido 3 millones de toneladas respecto a lo indicado en el informe de abril, debido a las últimas estimaciones oficiales de las existencias finales en los Estados Unidos que indican un nivel de remanentes superior a lo que se había previsto anteriormente. En su conjunto, la reposición prevista este año en los principales países exportadores compensará con creces la fuerte disminución de las existencias prevista en los países importadores, especialmente la Federación de Rusia.
Años agrícolas que finalizan en:
| |||
1998
|
1999 estim.
|
2000 pronóst.
| |
(. . . millones de toneladas . . .)
| |||
Trigo
|
136,9
|
138,1
|
122,5
|
Cereales secundarios
|
131,3
|
140,9
|
142,7
|
Arroz (elabor.)
|
56,4
|
55,3
|
50,3
|
TOTAL
|
335,0
|
337,1
|
314,5
|
del cual:Principales exportadores
|
126,5
|
152,6
|
146,8
|
Otros países
|
208,5
|
184,5
|
167,8
|
Según las estimaciones, las existencias remanentes totales de los principales países exportadores de cereales secundarios aumentarán por tercer año consecutivo, a causa principalmente de su producción abundante y de la demanda débil de exportaciones. El incremento mayor (12 millones de toneladas, equivalentes al 32 por ciento) se prevé en los Estados Unidos, donde la cosecha de maíz de 1998 fue la segunda mayor de su historia. Se supone que el aumento de la producción de maíz no será absorbido por el incremento de la utilización interna y de las exportaciones durante la campaña comercial 1998/99. En la CE, se estima que las existencias finales se mantendrán cercanas al alto nivel del año anterior, mientras que las existencias de intervención de cebada y centeno podrían aumentar ulteriormente pese a una disminución de su producción y al incremento de las exportaciones. Ello se debe principalmente a una disminución de la utilización interna, ya que se han usado cantidades grandes de trigo de calidad inferior para reemplazar a los cereales secundarios en los forrajes. En otras partes, se estima una reposición de las existencias de cereales secundarios en China de alrededor de 4 millones de toneladas como consecuencia de la abundante cosecha obtenida en 1998, las escasas exportaciones realizadas y el crecimiento lento de la utilización interna de forrajes.
El pronóstico de la FAO relativo a las existencias mundiales de arroz al cierre de las campañas comerciales que terminan en 1999 se ha aumentado con respecto al informe anterior en 2,9 millones de toneladas, situándose ahora en 53,2 millones de toneladas. El aumento se debe principalmente al crecimiento de los niveles de las existencias previsto en la India tras la revisión al alza del nivel de producción de 1998-99 realizada por el Gobierno. Así y todo, las existencias mundiales serán inferiores en alrededor de 2 millones de toneladas a las existencias finales de las campañas comerciales que terminaron en 1998. La mayor parte de esta disminución se debe a China, el Japón, y Egipto. La disminución prevista en las existencias de China se atribuye a los problemas de suministro interno relacionados con las inundaciones que afectaron al país en 1998/99. En el Japón, a la política encaminada a limitar la producción interna para ir reduciendo con el tiempo las existencias arroceras del país. En Egipto, la reducción prevista de las existencias se debe a la política gubernamental de reducir la producción limitando la superficie sembrada con arroz.
