FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.5, noviembre 2000 - Page 3

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS

PANORAMA GENERAL

El número de personas en todo el mundo que experimentan una grave escasez de alimentos ha aumentado de forma pronunciada, de 52 millones en el mismo período del año pasado a 62 millones actualmente. Una gran parte de este aumento se ha producido en el Africa subsahariana, donde el número de las personas afectadas ha pasado de 19 millones a alrededor de 28 millones. La situación es particularmente difícil en Kenya, Eritrea, Etiopía y algunas partes de Tanzanía, que probablemente seguirán teniendo una grave situación de escasez alimentaria hasta bien entrado el año próximo. En otras partes del continente, aunque se ha registrado alguna mejora en la producción de alimentos en Liberia y la República de Congo, los efectos de la guerra civil continuarán trastornando la agricultura y los suministros de alimentos en Sierra Leona y la República Democrática del Congo. Por el contrario, las perspectivas alimentarias son en general favorables en el Africa austral, donde se pronostica un aumento de alrededor del 17 por ciento de la producción de 2000 con respecto al año pasado.

También sigue siendo extremadamente difícil la situación en grandes partes de Asia debido primeramente a la sequía y más recientemente a las inundaciones. Algunas partes de Camboya y Viet Nam siguen todavía anegadas, lo que limita las actividades humanitarias y agrícolas. Es probable que otra sequía registrada también este año en el oeste y centro de la India agudice una situación humanitaria ya de por sí difícil. En otras partes de la región la sequía anterior redujo significativamente la producción de cereales en muchos países. En la República Popular Democrática de Corea, el Afganistán y el Iraq, existe una preocupación particular por la situación alimentaria que ya es difícil. En los países asiáticos de la CEI (Armenia, Georgia y Tayikistán) la situación alimentaria seguirá siendo extremadamente difícil el año próximo debido a que la producción total acusó un descenso de aproximadamente 5 millones de toneladas.

Según los pronósticos, la producción de cereales en la CE, en los países de la CEI situados al oeste de los Urales y en los países Bálticos aumentará con respecto al año pasado. En cambio, en los Balcanes la producción de primavera fue muy escasa debido a unas condiciones calurosas y secas.

En los Estados Unidos, la producción de trigo de 2000 descendió alrededor de 3,5 por ciento respecto a 1999 y la de cereales secundarios fue muy inferior a las previsiones aunque superior a la del año pasado.

SITUACION POR REGIONES

Africa

En Africa oriental, pese a unas lluvias benéficas recibidas en algunas partes, la situación alimentaria sigue siendo inestable debido a la persistencia de la sequía y, en algunas partes, a los disturbios civiles. Actualmente, más de 20 millones de personas necesitan asistencia alimentaria de urgencia, y se supone que los alimentos seguirán escaseando hasta bien entrado el año 2001. Además, los pastores de Somalia, Etiopía, Eritrea, el Sudán y Djibouti se verán gravemente afectados por la reciente prohibición (19 de septiembre) impuesta por los principales países importadores de la Península Arabe de las importaciones de ganado de esos países debido a la fiebre del valle del Rift. En 1998 una prohibición semejante afectó gravemente durante todo un año las economías de los países exportadores del Cuerno.

La situación alimentaria es particularmente grave en Kenya, Eritrea y Etiopía, donde todavía se necesitan cuantiosas importaciones de cereales, principalmente como ayuda alimentaria, para conjurar la inanición. En Kenya, persiste la escasez de alimentos provocada por la sequía, y se estiman en cerca de 3,3 millones de personas las que necesitan con urgencia asistencia alimentaria. La grave escasez de agua y de pastizales provocó grandes pérdidas de ganado en las partes septentrionales y orientales. En Eritrea, el desplazamiento masivo de los agricultores de las regiones de Gash Barke y Debub, ricas en agricultura, que representan más del 70 por ciento de la producción cerealera, ha comprometido la campaña agrícola de este año. La situación del suministro de alimentos a los más de 1,5 millones de personas desplazadas por la guerra es un motivo de grave preocupación. En Etiopía, a pesar de unas lluvias benéficas recibidas últimamente, la situación general de los suministros alimentarios sigue siendo muy inestable. Unos 10 millones de personas necesitan asistencia alimentaria. En Somalia, la cosecha buena de la temporada principal ("Gu"), precedida por una cosecha satisfactoria de la temporada secundaria ("Deyr"), obtenida en algunas partes del sur, ha mejorado en general las perspectivas alimentarias. En el Sudán, las perspectivas para la producción de cereales de 2000 son contradictorias. En algunas partes del sur la situación alimentaria es alarmante debido a la sequía y a los disturbios civiles. En Tanzanía, se prevé un descenso de la producción en algunas regiones debido al retraso y la insuficiencia de las lluvias. Varias regiones están haciendo frente a una grave escasez de alimentos. En Uganda, aunque en general la situación de los suministros alimentarios es satisfactoria, en el nordeste sigue siendo inestable debido principalmente a la mala cosecha de la campaña pasada.

En la región de los Grandes Lagos, una sequía prolongada desde mayo a mediados de octubre afectó a los rendimientos de los alimentos básicos de Rwanda y Burundi (bananos y yuca), y retrasó la plantación de las cosechas de cereales y frijoles de la primera temporada de 2001. En Rwanda, el Gobierno ha hecho un llamamiento pidiendo alimentos e insumos agrícolas para 267 000 personas muy afectadas.

En el Africa austral, se ha comenzado a plantar la cosecha de cereales secundarios de 2001. Unas lluvias de nivel medio a superior a la media caídas a partir de la segunda quincena de octubre mejoraron la humedad del suelo para las operaciones de campo y beneficiaron a los cultivos tempranos. En conjunto, las condiciones de crecimiento son hasta ahora favorables. Pero en Sudáfrica se prevé una reducción de la superficie plantada en reacción a los precios bajos, y también en Zimbabwe, debido al programa de reasentamiento en las explotaciones comerciales, pero estas reducciones podrían verse compensadas por aumentos en otros países. La recolección de la cosecha de trigo de 2000 está muy avanzada en la subregión. La producción total se pronostica en 2,2 millones de toneladas, alrededor de 10 por ciento más que en 1999 pero aún así inferior a la media de los últimos cinco años. La producción de Sudáfrica, que representa más del 80 por ciento de la producción total regional, debería superar en 22 por ciento a la mala cosecha del año pasado. En Zimbabwe, se pronostica que la producción será inferior en una cuarta parte a la del año pasado debido a la inseguridad imperante durante el período de siembra.

La producción total de cereales secundarios de la subregión en 2000 se estima en alrededor de 19 millones de toneladas, 24 por ciento más que el año anterior. La producción favorable se debe a las copiosas lluvias recibidas durante el período vegetativo, a pesar de las graves inundaciones y pérdidas de cosechas sufridas en algunas partes. En Sudáfrica, Zimbabwe, Zambia, Namibia y Botswana la producción aumentó considerable-mente. En Malawi, la producción de cereales secundarios alcanzó el mismo nivel máximo del año pasado. En cambio, Mozambique, Madagascar, Angola, Swazilandia y Lesotho obtuvieron cosechas menores.

La situación del suministro de alimentos es en general satisfactoria debido a la buena cosecha de cereales de este año y a la capacidad de importaciones comerciales de la mayoría de los países de la subregión. Sin embargo, la situación alimentaria sigue siendo inestable para un número cada vez mayor de personas desplazadas en el interior de Angola, país desgarrado por la guerra. Se estima que 1,9 millones de personas necesitan asistencia alimentaria de urgencia. También necesitan ayuda alimentaria 240 000 personas que están pasando graves dificultades alimentarias en el sur de Madagascar, región afectada por la sequía. En Mozambique, a pesar de una notable mejoría registrada en la situación del suministro de alimentos en las partes meridionales, se sigue necesitando ayuda alimentaria para 172 000 personas muy vulnerables, incluidas las más afectadas por las grandes inundaciones de principios de este año.

En el Africa septentrional, han comenzado los preparativos para la plantación de las cosechas de invierno de 2000. Se estima que la producción total de trigo es inferior a la media (9,6 millones de toneladas), e inferior en un 15 por ciento a la del año pasado. Esto se debe a unas condiciones secas prolongadas que afectaron negativamente durante el período vegetativo a los rendimientos y a la producción de todos los países de la subregión, con excepción de Egipto donde el trigo es en su mayor parte de regadío. En Argelia y Marruecos, la producción es muy inferior a la media e inferior en alrededor de 37 por ciento a la de 1999, mientras que en Túnez ha descendido 43 por ciento a un nivel inferior a la media. La producción de cereales secundarios de 2000 en la subregión se estima en 8,7 millones de toneladas, alrededor de 12 por ciento menos que el año anterior, debido a unas condiciones atmosféricas desfavorables en Argelia, Marruecos y Túnez. En Egipto, la producción aumentó alrededor de 3 por ciento.

En el Africa occidental, las perspectivas para las cosechas son contradictorias. En el Sahel, se han comenzado a recoger los cereales secundarios. En la mitad occidental de la región del Sahel los cultivos se encuentran en una situación en general satisfactoria, mientras que unas rachas secas registradas en agosto y septiembre afectaron a los cultivos en el centro y este de Burkina Faso, en la mayor parte del Níger y en la zona saheliana del Chad. Una serie de misiones conjuntas FAO/CILSS de evaluación de cultivos llevadas a cabo en octubre en los nueve países del Sahel que son miembros del CILSS estimaron la producción total de cereales de 2000 en 9,5 millones de toneladas, alrededor de 16 por ciento menos que la producción récord de 1999. Se prevén cosechas inferiores a la media en Burkina Faso, Mauritania y el Chad, mientras que en Malí y el Níger la producción está cercana a la media, y en Cabo Verde, Guinea Bissau y el Senegal es superior a la media. En Gambia se prevé una cosecha sin precedentes. Los pastizales abundan en general en todas las zonas pastorales, pero ahora se están secando. Se han registrado invasiones de saltamontes en el Chad, Malí, Mauritania, el Níger y el Senegal, y se ha señalado un pequeño brote de langostas del desierto en el centro de Mauritania y el norte de Malí.

Gracias a unas condiciones de crecimiento en general favorables, las perspectivas para la cosecha en los países costeros del Golfo de Guinea son positivas. En Sierra Leona, sin embargo, la reanudación de las hostilidades en octubre afectó a las actividades agropecuarias y a las operaciones de socorro, causando nuevos desplazamientos de la población. En cambio, en Liberia, se prevé alguna mejora de la producción de alimentos. Al final de noviembre y principios de diciembre de 2000, una misión de evaluación de cultivos del SMIA examinará las perspectivas de la cosecha y la situación del suministro de alimentos.

En el Africa central, las perspectivas para las cosechas son en general favorables en la República Centroafricana y el Camerún. Tras la firma del acuerdo de paz, la situación de seguridad ha mejorado en la República del Congo pero todavía no se ha recuperado la producción de alimentos. En la República Democrática del Congo, la guerra civil continúa trastornando todas las actividades económicas y agrícolas. El número de las personas desplazadas en el interior del país se estima en 1,8 millones, pero la inseguridad dificulta mucho el acceso a las personas que necesitan asistencia.

Asia

Cuando todavía algunos países no se habían recuperado de las catástrofes naturales sufridas anteriormente, se han producido nuevos tifones y tormentas que han aumentado los problemas y, en algunas partes, continuará la sequía o se extenderá más aún agravando la situación de miseria. En cuanto a los países más afectados por las inundaciones, las peores en decenios, en Camboya y Viet Nam las aguas todavía no se han retirado y crece la preocupación de que el arroz de la temporada principal tenga que retrasarse demasiado. También Laos resultó afectado por las inundaciones, aunque no tan gravemente. En Bangladesh y Filipinas, los tifones de la última parte de octubre perjudicaron ulteriormente a los cultivos (principalmente el arroz). Ahora bien, como estos países tienen dos y tres cosechas de arroz por año, las perspectivas siguen siendo en general satisfactorias. En la India, aunque la temporada monzónica resultó normal por la duodécima vez consecutiva, existe nuevamente la preocupación de la sequía en las partes occidentales y centrales, particularmente Gujarat, Rajastán, Madhya Pradesh y Maharastra, que también el año pasado se vieron perjudicadas. El problema del agua está alcanzando un nivel crítico por la considerable disminución de la capa freática tras dos años secos, y podría haber un grave déficit de agua para la plantación de la cosecha de la temporada de invierno (Rabi) que comenzará dentro de poco. Este año, una grave sequía redujo considerablemente la producción de trigo y maíz de China -12 y 20 por ciento, respectivamente - en comparación con la de 1999. En cambio, las perspectivas para el arroz mejoraron algo desde el último informe. Los graves efectos posteriores a la sequía siguen también sintiéndose en la República Islámica del Irán, afectada por un segundo año seco consecutivo, particularmente en el sector ganadero, ya que el año pasado murió un gran número de animales y las perspectivas para la recuperación de la cabaña en la próxima primavera son malas. En cuanto a los cereales, mucho dependerá de que las precipitaciones que se reciban alcancen para la recuperación del trigo, principal alimento básico, que se está sembrando en este momento. Persisten graves dificultades en cuanto al suministro de alimentos en la República Popular Democrática de Corea, donde la sequía imperante durante la campaña se sumó a los graves problemas que afectan continuamente a la agricultura para dar como resultado una mengua de la producción de cereales en 2000, después de dos años relativamente estables en 1998 y 1999. Este año, el país tiene el mayor déficit de alimentos desde 1997 (también afectado por la sequía), aunque esta vez cuenta con una cantidad considerable de promesas de ayuda alimentaria ya en cartera. Las catástrofes naturales (los rigores del invierno del año pasado y la sequía de este año) sumadas a los problemas económicos determinados por la transición continúan repercutiendo gravemente en las perspectivas alimentarias de Mongolia. Unos estudios realizados recientemente indican que en algunas zonas nómadas persiste una malnutrición crónica, y que muchas familias viven en extrema pobreza privadas casi totalmente de recursos.

En algunos países del Cercano Oriente, la persistencia de la sequía y los conflictos han puesto en peligro la subsistencia de millones de personas. En el Afganistán, ha surgido una crisis alimentaria muy grave después de dos años consecutivos de sequía y de continuos conflictos civiles. La sequía de 2000 ha diezmado los cultivos y el ganado en todo el país, dejando a 3 millones de personas necesitadas de urgente asistencia. Además, la intensificación del conflicto civil, particularmente en las partes septentrionales, ha provocado nuevos desplazamientos de la población y agravado la situación alimentaria ya de por sí inestable. En el Iraq, dos años de sequía han diezmado los cultivos y agravado la ya difícil situación del suministro de alimentos. Análogamente, en Jordania la sequía ha afectado gravemente a los cultivos y pastizales, dejando a miles de ganaderos con necesidad de asistencia.

En los países asiáticos de la CEI, se estima que la producción total de cereales descenderá 5 millones de toneladas a 20 millones de toneladas, debido principalmente a un descenso de la producción de trigo. En consecuencia, la situación de los suministros de alimentos debería ser extremadamente difícil y las necesidades de importación de cereales y de ayuda alimentaria han aumentado de forma pronunciada respecto al año pasado. En Kazajstán, la cosecha, pronosticada en 11,7 millones de toneladas, es inferior a la excelente producción del año pasado (14 millones de toneladas), pero situada en torno a la media; y los excedentes exportables del país, calculados en alrededor de 4,4 millones de toneladas, podrían contribuir a cubrir las necesidades de importación de la región.

En la mayoría de los países más pequeños de la región, la escasez de abastecimientos de agua de regadío y de lluvia han agudizado los problemas crónicos del sector agropecuario, dando lugar a malas cosechas. En las zonas más afectadas de Armenia, Georgia, Tayikistán y Karakalpakstan, Región Autónoma de Uzbekistán, las cosechas de secano prácticamente se han perdido y los rendimientos de los cultivos de regadío se han reducido a la mitad. Esto ha creado una situación de escasez de alimentos y graves déficit de semillas, que tendrá que resolverse para poder recuperar la producción del próximo año. Los cereales han sido los más afectados, pero también las papas, la fruta, las hortalizas, las semillas oleaginosas y otros cultivos de los que las familias dependen para la seguridad alimentaria. Además, han comenzado a escasear los pastizales naturales y el nivel de la producción de cereales forrajeros es bajo, lo que ha obligado a reducir considerablemente la cabaña ganadera. Dado que la producción pecuaria es una fuente importante de proteínas para las familias y, además, la venta de sus excedentes es una fuente importante de ingresos en efectivo para las familias rurales, este año hará falta una asistencia con cereales para piensos, además de un aumento de la ayuda alimentaria. La necesidad total de importaciones para la región se estima en 3,8 millones de toneladas, frente a los 3,3 millones de toneladas del año pasado. La necesidad de ayuda alimentaria se estima en 981 000 toneladas, incluidas 826 000 toneladas de trigo y 148 000 toneladas de cereales secundarios. Frente a esta necesidad, las promesas registradas hasta el momento ascienden a 360 000 toneladas.

En Armenia, la producción total de cereales y legumbres (219 000 toneladas) ha disminuido 27 por ciento respecto de 1999, mientras que la de papa probablemente descenderá 40 por ciento a 250 000 toneladas. Como consecuencia, se estima que la necesidad de importación de cereales aumentará a 515 000 toneladas, y la necesidad de ayuda alimentaria asciende a 145 000 toneladas. En Georgia, la producción total de cereales se estima ahora en 343 000 toneladas, lo que representa sólo el 44 por ciento de la producción estimada de 1999 y el 52 por ciento del nivel medio. La necesidad de importación de cereales de Georgia en 2000/01 se estima en 748 000 toneladas, y el déficit no cubierto en 235 000 toneladas. En Tayikistán, la necesidad de importación de cereales en la campaña comercial de 2000/01 (julio/junio) se calcula en 749 000 toneladas. Las necesidades de ayuda alimentaria no satisfechas ascienden a 295 000 toneladas. En Uzbekistán, todo parece indicar que la producción total de cereales será inferior en un 10 por ciento a la del año pasado, situándose por debajo de los 4 millones de toneladas, y que disminuirá también la de algodón. Este año, las poblaciones afectadas de Karakalpakstan necesitarán asistencia humanitaria. En Azerbaiyán, los niveles inferiores a lo normal de las precipitaciones y de los ríos principales han provocado pérdidas de cosecha. También en otras partes, como Kirguistán y Turkmenistán, la falta de agua ha causado pérdidas de cosecha, pero más localizadas. No obstante la escasez de agua, la cosecha de cereales y legumbres de 2000 en Turkmenistán es superior al objetivo.

América Latina

En América Central y el Caribe, las principales actividades agrícolas en curso actualmente incluyen la plantación de las cosechas de cereales y frijoles de la segunda temporada de 2000/01, que ya está casi terminada. Las perspectivas alimentarias son malas para El Salvador, Honduras y Nicaragua, países afectados por una canícula excepcionalmente prolongada en el verano y, últimamente, por unas lluvias torrenciales e inundaciones causadas por el huracán "Keith". Belice ha sido el país más afectado, en el que el sector de las exportaciones agropecuarias ha acusado daños enormes. También se señalan algunos daños en el sector agrícola de Guatemala, aunque de todas maneras se prevén producciones de cereales y frijoles cercanas al nivel medio. En México, recién ha comenzado la recolección de la importante cosecha de maíz de primavera y verano y se pronostican provisionalmente producciones de nivel medio. En Haití, la producción total de cereales y otros cultivos alimentarios de 2000/01 debería ser de escasas proporciones a causa de un tiempo seco que afectó a los cultivos durante el primer semestre. En Cuba y la República Dominicana se prevén producciones de nivel medio.

En las partes australes de América del sur, ha comenzado la recolección de la cosecha de trigo de 2000/01. Las condiciones atmosféricas han afectado gravemente a los cultivos del Brasil, previéndose por ello una disminución de la producción. En la Argentina, el principal productor de la subregión, se prevé una producción media. En Chile y el Uruguay, se espera una recuperación respecto de las cosechas afectadas por las condiciones atmosféricas del año anterior. También ha comenzado en las zonas australes la siembra de la cosecha de maíz de 2000/01 en una superficie pronosticada provisionalmente en torno a la media. En los países andinos, se prevé una excelente cosecha de maíz de 2000 en el Perú, y es probable que en el Ecuador la producción sea ligeramente superior a la media. En Colombia y Venezuela, la producción de maíz debería ser de nivel medio. En Bolivia, han comenzado los trabajos de campo en preparación de las cosechas de cereales y papas de 2001, aunque también se informa de algunas plantaciones tempranas, particularmente en los valles.

Europa

La producción total de cereales de 2000 en la CE se pronostica en casi 216 millones de toneladas, 6 por ciento más que el año pasado y que la media de los últimos cinco años. La producción de trigo y cereales secundarios ha aumentado, mientras que ha disminuido la pequeña cosecha de arroz cáscara. Las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno son inciertas después de unas intensas lluvias generalizadas que han impedido la plantación en algunas partes, particularmente en el norte de Italia. La excepción con respecto a la tónica en general húmeda es la Península Ibérica, donde se necesitan más precipitaciones para favorecer las cosechas de trigo y cebada de invierno. Entre los países de Europa oriental, la persistencia de unas condiciones secas está dificultando la plantación de los cereales de otoño. Se necesitan precipitaciones abundantes, de lo contrario las superficies plantadas resultarán más reducidas de lo previsto. Es probable que la situación de los cultivos durante la latencia sea mala y, por consiguiente, estén más expuestos a los rigores invernales.

En los países de la CEI situados al oeste de los Urales, la cosecha está prácticamente terminada. Hay indicios de que la producción agregada de Belarús, Moldova, la Federación de Rusia y Ucrania supera en 8 millones de toneladas a la del año pasado, debido a una cosecha mejor obtenida en la Federación de Rusia y Belarús (11 millones de toneladas más), compensada por una mengua de las cosechas de Moldova y Ucrania. La producción total de trigo podría aumentar cerca de 3 millones de toneladas, mientras que la de cereales secundarios aumentó 5,5 millones de toneladas. Las importaciones totales de cereales deberían descender 4 millones de toneladas a cerca de 6 millones de toneladas, debido a que la situación de los suministros se ha hecho más fácil en la Federación de Rusia, pero también a la escasez de suministros en otras partes. Es probable que en la Federación de Rusia la cosecha de cereales y legumbres de 2000 alcance los 71 millones de toneladas, cerca de 20 por ciento más que la estimación de la producción del año pasado hecha por la FAO. Las importaciones de cereales podrían reducirse en 2000/01 a la mitad de las del año pasado, que fueron de 8 millones de toneladas. En Ucrania, es probable que los problemas económicos de las explotaciones agrícolas y unas condiciones atmosféricas muy variadas hayan redundado en una cosecha de cereales (25 millones de toneladas) inferior incluso a la del año pasado (26 millones de toneladas). Sólo en julio el país ya ha importado 100 000 toneladas de trigo, cuando en todo el período 1999/2000 las importaciones alcanzaron a poco menos de 0,5 millones de toneladas. Después de tres malas cosechas consecutivas, se prevé que las exportaciones de cereales descenderán en 2000/01 respecto de los 3 millones de toneladas de 1999/2000. En Belarús, la producción de cereales y legumbres de 2000 podría recuperarse a 4,7 millones de toneladas, volumen todavía inferior a la media pero muy superior a la mala cosecha del año pasado (3,6 millones de toneladas). En Moldova, es probable que la sequía haya reducido la producción total de cereales y legumbres de 2000 a 1,8 millones de toneladas. Se han prohibido las exportaciones de trigo para garantizar los suministros internos.

En los países bálticos, la situación económica y del suministro de alimentos se está recuperando de los contratiempos sufridos por la devaluación del rublo ruso. En los tres países, la producción de cereales de 2000 se ha recuperado de forma pronunciada.

En los países balcánicos, Bosnia y Herzegovina, Croacia y la República Federativa de Yugoslavia han sufrido los efectos de una primavera y verano calurosos y secos, que redundaron en cosechas de primavera muy reducidas (maíz, semillas oleaginosas, remolacha azucarera, papas y hortalizas). En Bosnia y Herzegovina, es probable que la necesidad de importación de trigo siga su tendencia al alza. En Croacia, la cosecha de trigo de invierno (1,1 millones de toneladas) se ha recuperado del bajo nivel del año pasado, pero la producción de maíz y otros cultivos de primavera ha descendido sobremanera y no se prevén exportaciones de maíz (sólo algo de trigo). En la República Federativa de Yugoslavia la campaña agrícola de 1999/2000 ha sido excepcionalmente difícil, como consecuencia de las catástrofes de origen humano, a las que hay que agregar las inundaciones y los anegamientos registrados en el invierno y la sequía prolongada durante la primavera y el verano. La producción de trigo no alcanza los 2 millones de toneladas, pero es suficiente para satisfacer las necesidades internas. La producción de los cultivos de primavera ha quedado muy afectada. El país depende de las exportaciones de productos agrícolas, como cereales, productos pecuarios y fruta, para financiar las importaciones esenciales de combustible, y las perspectivas anuncian un año difícil con aumento de los precios de los alimentos y del combustible. Las poblaciones con bajos ingresos necesitan asistencia.

América del Norte

La plantación del trigo de invierno en los Estados Unidos prácticamente ha terminado. El ritmo fue más lento de lo normal debido a unas condiciones excesivamente secas. Según los primeros indicios, el nivel de la superficie plantada sufrió pocos cambios respecto al año pasado. Sin embargo, es posible que a causa de la falta de humedad la situación de los cultivos sea inferior a la media, lo que los expondría más a los rigores del invierno. Según estimaciones oficiales, la cosecha de trigo de 2000 se sitúa ahora en 60,5 millones de toneladas, alrededor de 3,5 por ciento menos que en 1999. El pronóstico más reciente relativo a los cereales secundarios es de alrededor de 278 millones de toneladas, muy por debajo de lo previsto a causa del tiempo seco imperante al final de la campaña, pero todavía 5 por ciento más que en 1999. En el Canadá, la mayor parte de la cosecha de 2000 está terminada, más tarde de lo normal debido a las lluvias y a unas temperaturas frías. La producción tanto de trigo como de cereales secundarios es algo inferior a la del año pasado y a la media.

Oceanía

En Oceanía, las perspectivas para las cosechas de trigo y de los cereales secundarios menores de este año han empeorado debido a la persistencia de un tiempo caluroso y seco durante los últimos dos meses. Los cultivos del norte y el oeste, en particular, han sufrido los efectos del tiempo seco y caluroso que han perjudicado los rendimientos y la calidad. La FAO pronostica ahora la producción de trigo de 2000 en 20 millones de toneladas, volumen muy inferior al de 1999 e inferior a la media.


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