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4. ANÁLISIS

LA POTENCIALIDAD DE LA PISCICULTURA DULCEACUÍCOLA EN AMÉRICA LATINA

Los resultados de este estudio son bastante positivos para el desarrollo de la piscicultura de agua dulce en América Latina, ya que indican que la explotación comercial y en pequeña escala es posible en extensas zonas, sin encarar serias dificultades, sea por la falta de aptitud de factores que son esenciales para el desarrollo y la operación de granjas piscícolas, o por problemas de temperatura que limitan el crecimiento íctico. Uno de los resultados más significativos de este estudio es que, desde el punto de vista de la piscicultura comercial, la conjunción de centros urbanos relativamente bien poblados con una infraestructura vial adyacente, hace que extensas zonas aptas para la piscicultura resulten fácilmente accesibles a los mercados urbanos. Otro resultado significativo es que extensas zonas de América Latina son aptas para la explotación de una serie de especies. El número de cosechas anuales puede elevarse al máximo mediante una combinación de tasas relativamente altas de alimentación con pesos moderados de cosecha.

Desde el punto de vista de los países, los resultados también son por lo general positivos. En cuanto al cultivo de tilapia del Nilo, en 19 de los 21 países continentales, las zonas del territorio nacional que por lo menos son aptas fluctúan entre 6 y el 100%, y en ellas se pueden obtener por lo menos 0,9 cosechas al año. En cuanto al cultivo de la carpa en pequeña escala, los resultados señalan que 20 de los 21 países poseen ciertas áreas que son por lo menos aptas, las que varían entre el 24 y el 99% de la superficie del territorio nacional. En éstas, se pueden obtener por lo menos 0,9 cosechas al año.

La explotación comercial de la tilapia del Nilo, con la combinación de 75% de tasa de alimentación × por bajo peso de cosecha, es factible en 18 de los 21 países. La superficie de estos países que clasifica como por lo menos apta fluctúa entre el 14 y el 95%, con la posibilidad de obtener al menos 1,2 cosechas/a. Los resultados correspondientes a la carpa señalan que su explotación es posible en la totalidad de los 21 países, y entre el 4 y el 99% de las superficies de ellos es al menos apta para este efecto, siendo posible obtener por lo menos 1,2 cosechas anuales. De estos 21 países, en 19 y 18 de ellos se pueden cultivar tambaqui y pacu, respectivamente, en superficies que fluctúan entre el 8 y el 99% y entre el 18 y el 98% para cada una de estas especies. Los rendimientos correspondientes son de al menos 0,7 y 1 cosechas/a, respectivamente.

La superficie potencialmente apta para la piscicultura de agua dulce de América Latina es superior, en términos relativos, a la de África. Es decir, alrededor del 31% de África es potencialmente apta para la piscicultura de pequeña escala de la tilapia del Nilo y un 13% para la explotación comercial de la misma especie, de la que se pueden obtener entre 1 y 2 cosechas/a (Kapetsky, 1994). En cambio, el 38% y el 60% de América Latina clasifican como apta y muy apta para la explotación de la tilapia del Nilo y de la carpa, respectivamente, pudiéndose obtener 0,9 a 1,8 cosechas/a. Del 19 al 44% de América Latina clasifica entre apta y muy apta para la explotación comercial de estas dos especies, cuyos rendimientos oscilan entre 1,2 y 2,4 cosechas/a en algunas zonas. No obstante, en términos absolutos, la situación es todo lo contrario. La parte continental de América Latina ocupa alrededor del 60% de la superficie del África y, desde este punto de vista, la superficie apta para la explotación en pequeña escala de la tilapia del Nilo que tiene América Latina corresponde a ⅔ de la del África y al 80% de la que este continente tiene como apta para su explotación comercial.

INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LOS MODELOS Y DE LOS FACTORES

Las estimaciones de la superficie potencialmente apta (o no apta) para el desarrollo piscícola dependen de muchos factores. Entre éstos figura el uso de los factores substitutivos, la selección de umbrales para describir las diversas clases de aptitud y el uso de estimaciones nominales de las superficies.

FACTORES SUBSTITUTIVOS

Fue necesario utilizar factores substitutivos cuando no se disponía de datos sobre los factores reales. Por ejemplo, con el fin de estimar la disponibilidad de subproductos agrícolas como insumos para alimentos o fertilizantes, fue preciso utilizar las estimaciones de la aptitud de las tierras para la agricultura, puesto que no existían mapas suficientemente comprensivos como para mostrar la distribución espacial real de la agricultura a una resolución que sirviera para este estudio. El empleo de la densidad demográfica en sustitución de la potencialidad de las ventas en la granja, así como del tamaño de la población, en lugar de la demanda del mercado en los centros urbanos, son otros ejemplos al respecto.

UMBRALES Y PUNTAJES

Los resultados se vieron afectados por la selección de umbrales para cada factor y para los modelos comercial y de pequeña escala, y su equivalente en el modelo de rendimiento de pescado, a saber, la especificación de las combinaciones de tasa de alimentación × peso de cosecha. En cada caso, los umbrales se basaron en valores o en indicaciones encontradas en la bibliografía consultada, o en la asesoría de especialistas, como fue el caso para determinar la importancia relativa de los factores para los modelos. Con todo, en ciertas ocasiones fue necesario utilizar los datos ya clasificados como, por ejemplo, los rangos del tamaño de la población de centros urbanos, que se utilizaron para estimar la demanda potencial de pescado cultivado.

Con el fin de facilitar el tratamiento y la interpretación de los resultados, en todo el estudio se emplearon cuatro clases de aptitud, desde muy apta hasta no apta. Con el fin de reducir al mínimo la subjetividad en el proceso de clasificación, la selección de umbrales siempre se basó en un examen de los trazados de la frecuencia de cada celda de cuadrícula para cada factor y modelo.

ESTIMACIONES DE LA SUPERFICIE NOMINAL Y POTENCIALIDAD REAL

Para evitar una grave error en la interpretación de nuestros resultados, es importante tener presente que nuestras estimaciones de las zonas potencialmente aptas para el desarrollo de la piscicultura deben interpretarse en el sentido estricto de tales términos, por cuanto no todas estas zonas pueden destinarse a la piscicultura. De hecho, en términos prácticos, es probable que sólo una pequeña porción de ellas esté disponible en algunos lugares. Por ejemplo, en algunas de tales zonas, especialmente en aquellas con densidades demográficas relativamente altas, la tierra ya puede estar entregada a otros usos que resultan mucho más lucrativos de lo que puede resultar la piscicultura.

Hay además otro aspecto que hace que las superficies estimadas parezcan más grandes de lo que probablemente sean. Esto tiene que ver con la falta de mapas digitales de las áreas protegidas y reservadas de varios países, tales como Argentina, Chile, Guayana francesa, Guyana, México, Paraguay y Uruguay. Es así como en estos países, parte de la superficie que se ha identificado como potencialmente apta para la explotación piscícola está indudablemente reservada para otros usos.

INTERPRETACIÓN DEL RENDIMIENTO POTENCIAL POR ESPECIES

Tambaqui y pacu

Los resultados obtenidos para el tambaqui y el pacu son algo inesperados para las aguas más cálidas de América Latina, porque se considera que la primera de estas especies crece más rápidamente en aguas que tienen entre 25 y 35°C (por ej., Saint-Paul y Werder, 1980; Saint-Paul, 1989). Si bien algunos experimentos (por ej., Miyasaka y Castagnolli, 1992) han demostrado que el pacu puede crecer mejor que el tambaqui en temperaturas que fluctúan en promedio de 27 a 30°C, sospechamos que los resultados en cuanto a cosechas/a obtenidos para estas especies (Figuras 3.19 y 3.24) pueden deberse en parte a la falta de suficientes datos sobre engorde, que permita mejorar la parametrización del modelo de crecimiento del tambaqui (ver también el Anexo 3). Sin embargo, el Pacu muestra indudablemente una mejor tolerancia que el tambaqui a las temperaturas más bajas (Saint-Paul, 1989) y, por lo tanto, tal vez no deba sorprender el mayor rendimiento de cosechas/a registrado para esta especie desde el centro de Brasil hacia el sur (Figura 3.24) en comparación con el del tambaqui (Figura 3.19).

Perfeccionamientos

Este estudio es a la vez más perfeccionado y más complejo que la evaluación estratégica de la potencialidad de la agricultura en el África realizado por Kapetsky (1994). Su perfeccionamiento más importante consistió en que los nuevos datos permitieron cuadruplicar la resolución usada en el África (es decir, celdas cada 5 minutos de arco), lo que permitía utilizar mucho más los resultados para evaluar la potencialidad para la piscicultura en el ámbito de los países. El estudio se hizo más complejo al efectuar estimaciones directas del potencial de rendimiento en términos del número de cosechas anuales que eran posibles con cada una de las cuatro especies, al integrar elementos del modelo desarrollado por POND©. En el África, se investigó solamente una especie y sólo se efectuaron estimaciones indirectas del potencial.

Entre otros perfeccionamientos figuran:

No obstante, todavía se pueden introducir otros perfeccionamientos, algunos de los cuales podrían llevarse a cabo con los datos existentes. Por ejemplo, se podrían usar datos meteorológicos estocásticos para examinar los mejores y los peores casos para la operación de estanques y la producción íctica. Este análisis podría incluir los efectos que tienen las variaciones interanuales de la temperatura sobre el crecimiento y la producción de peces, así como los efectos de las precipitaciones y de la evaporación sobre la disponibilidad de agua y los costos de operación de estanques. Otro perfeccionamiento podría ser el traslapar los resultados de la explotación comercial, con el fin de determinar dónde coinciden los mejores resultados de todas las cuatro especies.

Para efectuar otros perfeccionamientos sería preciso contar con nuevos datos y metodología. Entre los más importantes pueden mencionarse:

  1. Cubierta terrestre a una resolución de 1 km:

  2. Un conjunto completo de datos poligonales de las áreas protegidas, que incluya a todos los países latinoamericanos.

  3. Un conjunto de datos sobre precipitación cada 5 minutos de arco, que abarque al Caribe, para permitir la incorporación de los países insulares del Caribe en los análisis del potencial piscícola.

  4. Ampliar el estudio para:

No obstante, llegaría un cierto punto, por cierto no muy distante de hasta donde se ha llegado en este estudio, en que se perdería la utilidad de un SIG a escala continental, y en que resultaría mejor realizar un SIG nacional, a objeto de incorporar más factores al análisis, y sacar provecho de datos obtenidos a resoluciones superiores a las que son apropiadas a escala continental.

VERIFICACIÓN

Los resultados del ejercicio de verificación indicaron que se puede confiar razonablemente en los pronósticos del modelo comercial sobre la aptitud de los “sitios” de las celdas para la piscicultura comercial. No obstante, es preciso tener en cuenta que el modelo comercial se basa sólo en cinco factores muy generales, que aparecen en una combinación ponderada. Como es bien sabido, los pesos de los factores pueden cambiar en relación con la especie en cultivo, la intensidad de la explotación y la ubicación de la empresa. En la actualidad, los modelos de producción comercial y de pequeña escala abordan la importancia relativa de los factores de un modo muy general, y esto se puede mejorar si hubiera interés en utilizar diferentes especies y diferentes sistemas de cultivo.

Se han estudiado por lo menos tres posibles razones para la falta de correspondencia entre los rendimientos pronosticados para la tilapia del Nilo en los sitios de las celdas y en las granjas productivas. De éstas, las evidencias sugieren que la baja producción de cosechas/a puede explicarse porque las temperaturas del agua pronosticadas fueron inferiores a los valores observados. También es probable que los otros dos factores (es decir, las diferencias en el potencial de crecimiento entre las distintas clases de tilapia y los umbrales más bajos de la temperatura utilizados para la tilapia del Nilo) puedan haber contribuido al bajo rendimiento de cosechas/a. En resumidas cuentas, el ejercicio de verificación sugiere que es probable que el modelo de rendimiento haya pronosticado un menor potencial de rendimiento de la tilapia en alturas superiores a unos 600 m, que no es el caso en la realidad.

CONCLUSIONES

FACTORES QUE AFECTAN EL DESARROLLO Y LA OPERACIÓN DE GRANJAS PISCÍCOLAS

La parte continental de América Latina tiene un elevado potencial para la piscicultura de agua dulce. El factor más importante -el potencial del mercado urbano - tiene un alto puntaje en gran parte del continente, lo que significa que el bajo índice de desarrollo no se debe a la falta de acceso fisico a los mercados, a los que se puede llegar fácilmente desde las localidades aptas para la piscicultura.

Pareciera que América Latina tiene una superficie relativa potencialmente apta para la piscicultura de agua dulce superior a la del África.

EL RENDIMIENTO POTENCIAL DE LAS ESPECIES

En términos globales, los resultados indican que, en América Latina, la potencialidad de la producción piscícola comercial en un sistema que combine el cosechar peces de gran tamaño pero aplicando bajas tasas de alimentación son mínimas.

Por el contrario, en general los resultados señalan que el tipo de piscicultura comercial intensiva que combina una alta tasa de alimentación con bajo peso de cosecha tiene una potencialidad elevada, en el caso de todas las especies. También es evidente que se pueden utilizar los modelos de crecimiento que tienen en cuenta las temperaturas preferidas por estas especies para estimar si su cultivo resulta apto en diferentes regiones. Como es natural, la disponibilidad de alevines, alimentos apropiados, mercados locales y potencial de exportación - entre otros factores - serán factores decisivos para seleccionar el tipo de especie adecuado para una determinada región.

LA POTENCIALIDAD GLOBAL

El 38% y el 60% de la superficie de América Latina clasifica entre apta y muy apta para la explotación en pequeña escala de tilapia del Nilo y carpa, respectivamente. En estas mismas áreas, se pueden obtener entre 0,9 y 1,7 cosechas/a de tilapia y de 0,9 a 1,8 cosechas/a de carpa si se extraen con un peso moderado.

En cuanto a estas mismas dos especies, del 19% al 44% de América Latina califica desde apta a muy apta para la piscicultura comercial, y se pueden obtener en estas mismas áreas entre 1,2 y 2,4 cosechas/a de tilapia y de 1,2 a 2,3 cosechas/a de carpa si se las alimenta al 75% de saciedad y se las cosecha a un peso moderado. El tambaqui y el pacu ocupan un lugar intermedio en función de la superficie que ya sea es apta o muy apta para la explotación comercial. Se pueden lograr de 0,7 a 1,4 cosechas/a de tambaqui y de 1,0 a 2 cosechas/a de pacu en las zonas que son aptas o muy aptas, con una alimentación al 75% de saciedad y cosechándolos con pesos moderados.

VERIFICACIÓN

Si bien el ejercicio de verificación se realizó solamente en un país y recabó información en granjas que cultivaban principalmente tilapia, se logró una visión profunda sobre la utilidad del modelo comercial y del modelo de rendimiento para pronosticar el potencial de la piscicultura. Según los resultados, el modelo comercial proporciona pronósticos bastante razonables para la combinación ponderada de los cinco factores que ha incorporado. El modelo de rendimiento depende en gran medida de los buenos pronósticos de la temperatura del agua. La falta de un conjunto de datos cuadriculados completos sobre variables meteorológicas puede haber sido la razón principal por la cual las temperaturas pronosticadas fueron inferiores a los valores reales informados por las granjas mismas. Los pronósticos más bajos del potencial de rendimiento también pueden deberse a que se cultivaban diferentes clases de tilapia (por ej. con diferentes grados de tolerancia al frío). Es posible soslayar este problema reformulando los parámetros del modelo de crecimiento para las variedades de especies tolerantes al frío, como es el caso de la tilapia del Nilo.

Con todo, la conclusión más importante de este estudio es que el modelo comercial y el modelo de rendimiento parecen funcionar bien juntos para ofrecer indicaciones razonables de la potencialidad de la piscicultura. Por lo tanto, para mejorar los pronósticos, la principal tarea consiste en introducir perfeccionamientos, pero es innecesaria una reconstrucción.

APLICACIONES FUTURAS

De acuerdo con la experiencia obtenida en este estudio, se pueden prever una serie de aplicaciones futuras, algunas de las cuales se mencionan a continuación.

La potencialidad de la pesca continental

En las zonas donde son corrientes las masas de agua de uso comunitario - pequeños embalses - hay buenas posibilidades de aumentar el abastecimiento de pescado mediante varios tipos de mejoras. Las interrogantes fundamentales son:

El modelo de crecimiento constituye una herramienta para examinar los efectos de la temperatura sobre la potencialidad de rendimiento íctico, tanto en las situaciones mejoradas como en las que no lo han sido. Por ejemplo, debiera permitir equiparar las especies que se están considerando para repoblamiento con un régimen de temperaturas que favorezca su crecimiento.

En cuanto al pronóstico de la temperatura del agua, un pequeño embalse representa un gran estanque. Por consiguiente, no se prevén grandes dificultades para estimar las temperaturas del agua en embalses pequeños.

Desde el punto de vista de la disponibilidad de agua, se puede aplicar la metodología del balance de agua, modificada según el tamaño del embalse.

Respecto al potencial productivo, aparte de la temperatura del agua también serán importantes las características de los suelos que afectan la fertilidad del agua. Por lo general éstas se pueden deducir de los datos cuadriculados con los atributos de los suelos.


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