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Anexo 3
El modelo del crecimiento íctico

Este Anexo resume las características básicas del modelo del crecimiento íctico aplicado en este estudio, junto con los resultados de su validación y calibración. La estructura del modelo se analiza en profundidad en otra publicación (Bolte, Nath and Ernst, 1995).

LA ESTRUCTURA DEL MODELO

En general, el crecimiento íctico depende principalmente del tamaño (o peso ) del pez, la disponibilidad de alimentos, el fotoperíodo, la temperatura, el oxígeno disuelto y las concentraciones de amonio no ionizado (Brett et al., 1969; Cuenco et al., 1985). Al parecer, estas variables afectan el crecimiento íctico por la influencia que ejercen en la ingesta de alimentos (Brett, 1979). El modelo de crecimiento desarrollado por Bolte, Nath and Ernst (1995) permite considerar los efectos de todas estas variables sobre el crecimiento íctico.

En el caso de este estudio, se supuso que el oxígeno disuelto (OD) y el amoníaco están presentes en concentraciones que no afectan negativamente el crecimiento íctico. Además, si bien el desarrollo reproductivo también influye sobre el crecimiento, se supuso que tales influencias son insignificantes (por ej. como podría ser el caso en estanques de producción intensiva de carpas o en un cultivo monosexuado de tilapia del Nilo).

Efectos del tamaño

Hay consenso en que el índice de crecimiento íctico aumenta a una tasa descendente en relación con el tamaño o peso (W)2; además, se pueden regular los índices de los procesos catabólicos y anabólicos en relación con el peso de los peces, con los consiguientes efectos sobre su crecimiento (von Bertalanffy, 1938). Esto queda expresado en la siguiente ecuación sobre la tasa de crecimiento íctico, que tiene exponentes distintos para el anabolismo y el catabolismo (m y n respectivamente) (von Bertalanffy, 1938; Ursin, 1967):

donde: H = coeficiente de anabolismo (d1-m); y

k = coeficiente de catabolismo (d1-n).

La ecuación A3.1 se integra sobre el período de simulación para obtener los pesos pronosticados para los peces.

2 Las abreviaturas de las ecuaciones se mantuvieron tal como en la versión inglesa original

Efectos de la disponibilidad de alimentos

El parámetro H de la Ecuación A3.1 se puede ampliar de la siguiente manera, con el fin de considerar la ración diaria, el catabolismo de la alimentación y la digestibilidad del alimento consumido (Ursin, 1967):

donde: a = fracción del alimento asimilado que se utiliza para el catabolismo de alimentación (0–1);

b = eficiencia de la asimilación de alimentos (0–1); y

R = ración diaria (g d-1), que es la suma de la ingesta diaria de alimento endógeno o natural (Rn) y de suplemento alimentario (Rs).

En términos de energía, b corresponde a la proporción de energía bruta o ingesta de alimentos que está disponible como energía metabolizable. El término b (1 - a) representa la energía que está disponible para el crecimiento y para el catabolismo de ayuno.

Sobre la base de estudios anteriores (por ej., Winberg, 1960; Ursin, 1967), la ración diaria se puede calcular como una función del tamaño del pez, la disponibilidad de alimentos (f; 0–1) y las condiciones ambientales (E):

R = h f E Wm(A3.3)

donde: h = coefíciente de consumo de alimento.

El parámetro f es la relación entre la tasa de ingesta real de alimento (R) y la tasa de ingesta real para alcanzar saciedad total (Rmax; se obtiene estableciendo f = 1 en la Ecuación A3.3). En los estanques fertilizados, f = fn (la proporción de recursos en alimentos naturales en la dieta). En los estanques que reciben suplementos alimentarios, f = fn + fs, donde fs corresponde a la proporción de alimento artifícial en la dieta. En el caso de los estanques donde sólo se utilizan alimentos naturales para favorecer el crecimiento íctico, f = fs..

Los índices de ingesta de alimento natural y/o artificial se pueden obtener como el producto de sus respectivas proporciones y Rmax (por ej., Rn = fn Rmax).

Resulta difícil pronosticar el parámetro fn, porque la producción de alimento natural varía considerablemente dependiendo de factores tales como agua, suelos y clima, así como de las prácticas de manejo. Además, la biomasa íctica de un estanque también determina la disponibilidad de alimento natural. Efectivamente, estudios efectuados por Hepher (1978) sugieren que esta variable puede ser el principal factor que controla la disponibilidad de alimento natural, dentro de un determinado conjunto de cóndiciones de cultivo. Al parecer, durante la fase inicial de la producción piscícola en estanques fertilizados se produce suficiente alimento natural como para mantener a los peces alimentados a saciedad, (es decir, f = 1), pero una vez que la biomasa íctica (BI) del estanque sobrepasa la “biomasa íctica crítica” (BIC), disminuye la disponibilidad de alimento natural hasta que se alcanza la capacidad de carga del estanque (Hepher, 1978). Si bien las disponibilidad endógena de alimento puede descender a cero, al parecer esta situación no ocurre en los estanques fertilizados, tal vez porque hay suficiente alimento como para satisfacer las necesidad de mantenimiento de los peces, incluso si la biomasa es relativamente alta, como resultado de la adaptación a la situación de deficiencia en la disponibilidad de alimentos (Hepher et al., 1983; Hepher 1988). Una expresión sencilla para aproximar la relación entre disponibilidad de alimento natural y biomasa íctica (kg m-3) es la siguiente (Bolte, Nath and Ernst, 1995):

fn = 1.0si BI < BIC 
BIC/BI,si BI ≥ BIC(A3.4)

Pareciera que esta expresión refleja bien el fenómeno de que la disponibilidad de alimento natural disminuye a medida que la biomasa íctica sobrepasa la BIC y se acerca a la capacidad de carga del estanque. Para aplicar la Ecuación A3.4, es necesario efectuar un cálculo de la BIC, valor que puede ser aproximado a base de los datos del crecimiento íctico observado, como la biomasa en el punto en que las tasas individuales de crecimiento alcanzan el máximo.

Aparte de los pronósticos del crecimiento íctico, el cálculo de las necesidades alimentarias es un importante resultado del modelo. Para tal fin, resulta conveniente definir un nivel de saciedad o meta de la alimentación como parámetro ft (0 ≤ ft ≤ 1). Este parámetro de control permite pronosticar el crecimiento y las necesidades alimentarias dentro de diferentes intensidades de cultivo. La ración diaria correspondiente a un nivel meta de alimentación en estanques que sólo reciben alimentación artificial (es decir, se supone que fn es igual a cero) se obtiene como producto de ft y Rmax.

Si se dispone tanto de alimento natural como de suplementos alimentarios, el modelo de crecimiento supone que los peces consumen de preferencia el primero antes que el segundo. Así pues, el suplemento es consumido sólo si fn (calculado de la Ecuación A3.4) es menos que ft.. Luego, el consumo de suplemento alimentario se calcula como el producto de (ft - fn) y Rmax.

Efectos de las variables ambientales

Las variables ambientales consideradas en el modelo de crecimiento se limitan al fotoperíodo y a la temperatura, y se supone que el parámetro E a usar en la Ecuación A3.3 es el producto de los escalares del fotoperíodo (π) y de la temperatura (τ), parámetros adicionales que se calculan según se describe a continuación.

Fotoperíodo

La mayoría de los peces cultivados tienden a alimentarse solamente durante el día. Se pueden obtener estimaciones del fotoperíodo diario en diferentes localidades, mediante cálculos del ángulo de la hora desde el amanecer hasta la puesta del sol (Hsieh, 1986). El modelo de crecimiento utiliza el escalar π basado en estos cálculos para ajustar la ingesta diaria de alimentos. Por ejemplo, un fotoperíodo de 12 h daría como resultado π = 0.5.

Temperatura

El consumo de alimentos tiende a aumentar con la temperatura (T), desde un límite inferior, por debajo del cual los peces no se alimentarán (Tmm), hasta alcanzar la temperatura óptima (Topt) para una determinada especie; más allá de Topt, el consumo desciende rápidamente hasta cero, hasta que se alcanza un límite superior (Tmax), por sobre el cual los peces no consumirán alimento (Brett et al., 1969). Cuenco et al. (1985) recurren a una función triangular para describir esta relación. Con todo, muchas especies, como las tilapias (Caulton, 1978), tienden a mostrar una tasa máxima de consumo alimentario dentro de una escala de temperaturas, antes que a una temperatura óptima única. Por consiguiente, la función adimensional usada por Svirezhev et al. (1984), que es algo pareja alrededor de una temperatura óptima conocida, es más apropiada para describir los efectos de la temperatura sobre la ingesta alimentaria y, por lo tanto, el anabolismo. Esta función es la siguiente:

τ = exp{-4.6 [(Τopt - Τ)/(Τopt - Τmin)]4},siΤ <Τopt 
  (A3.5)
   exp{-4.6 [(Τ - Τopt)/(Τmax - Τopt)]4},si Τ ≥ Τopt 

Con todo, el catabolismo aumenta exponencialmente con la temperatura, dentro de límites de tolerancia para una determinada especie (Ursin 1967; ver también Cuenco et al., 1985). En el modelo de crecimiento, la función exponencial sugerida por Ursin ha sido modificada para incluir el límite inferior de la tolerancia a la temperatura para la especie dada (que se supone es equivalente a Τmin), de la siguiente manera:

k = kmin exp [s (Τ - Τmin)](A3.6)

donde: k = coeficiente del catabolismo de ayuno (g1-n/day);

kmin = coeficiente de catabolismo de ayuno a Τmin (g1-n/dia); y

s = una constante para describir los efectos de la temperatura sobre el catabolismo °C-1).

LA CALIBRACIÓN DEL MODELO

Se ha calibrado el modelo de crecimiento (parametrizado) para cuatro especies ícticas, a saber, tilapia del Nilo (Oreochromis. Niloticus), tambaqui (Colossoma macropomum), pacu (Piaractus mesopotamicus), y carpa común (Cyprinus carpio). Se calcularon diez parámetros para cada especie. Entre éstos están los parámetros de anabolismo (b, h, and m), los de catabolismo (a, kmin, s, and n) y las magnitudes escalares de temperatura (Tmin, Tmax, and Topt).

El cálculo del parámetro se efectuó mediante el uso de un algoritmo adaptativo no lineal e iterativo de búsqueda, ejecutado en el programa POND (Bolte and Nath, 1996). En el Cuadro A3.1 aparece un listado de los parámetros estimados para las cuadro especies ícticas. Más adelante, se analizan la procedencia de los datos usados para la calibración del modelo y los resultados de las estimaciones de los parámetros, para cada una de estas especies. En las fuentes de datos, las tasas de alimentación estaban por lo general consignadas en % de peso corporal (PC) por día, y se utilizaron para estimar la cantidad de alimento disponible para ser ingerida por los peces. Se supuso que, una vez saciados los peces, todo alimento excedente se perdía.

Tilapia del Nilo

Para la calibración del modelo se utilizaron los datos provenientes de un experimento realizado en la estación de investigaciones de El Carao, en Honduras (Teichert-Coddington et al., 1991). A continuación se resumen los datos del experimento dados a conocer por estos autores

El experimento abarcó los cuatro tratamientos siguientes (repetidos tres veces en estanques de barro de 0,1 ha):

En todos los tratamientos, el estiércol y el alimento se suministraron a razón de 1000 kg ha-1 wk-1 (sobre la base de materia seca) y al 3% de la biomasa íctica estimada, respectivamente. Se sembró tilapia del Nilo con inversión de sexo (peso promedio de 28.5 g) a razón de 1 pez m-2 y cosechadas después de 147 días.

Los datos experimentales para este estudio fueron extraídos de la base de datos en acuicultura que mantiene el PD/A CRSP. El procedimiento de estimación de parámetros abarcó el pronóstico simultáneo de la temperatura del agua (utilizando los datos meteorológicos diarios de la base de datos del CRSP) y del crecimiento íctico. Para la calibración del modelo solamente se utilizaron los datos de crecimiento de los tratamiento EP1 y EP3. Los datos de los otros dos tratamientos se utilizaron para la validación (ver el siguiente apartado sobre Validación del Modelo). Las BIC para los tratamientos EP1 y EP3 se calcularon a base de los datos sobre el crecimiento observado, que eran de 0.156 y 0.143 kg m-3, respectivamente. Las corridas de la simulación suponían que el consumo de alimento comenzaría solamente una vez que se hubiera sobrepasado la BIC.

Los parámetros estimados mediante los datos de este experimento (Cuadro A3.1) arrojaron buenos pronósticos del crecimiento de la tilapia del Nilo (Figura A3.1; Cuadro A3.2). Se supone que las menores tasas de crecimiento obtenidas con el tratamiento EP3 se debieron a la limitación del alimento, puesto que el suplemento alimentario comenzó a administrarse mucho después de que se hubiera alcanzado la BIC. Aparentemente, los período de crecimiento lento pronosticados por el modelo para ambos tratamientos se debieron a las bajas temperaturas del agua (del orden de 19° a 22°C).

Tambaqui

Se utilizaron los datos provenientes del experimento de 255 días de duración llevado a cabo en el Centro de Pesquisa e Treinamento em Aquicultura (CEPTA), en Itiquira, Brasil, (Merola y Pagan-Font, 1988) para calibrar el modelo de crecimiento del tambaqui. Se hizo una siembra de peces con un peso promedio de 11.7 g a una densidad de 1.7 peces m-2, en un estanque de barro de 0.71 ha. Se les suministró alimento a tasas que fluctuaban entre 3.5% y 2% PC d-1, dependiendo del tamaño de los peces. Se utilizaron los datos de temperatura del agua en series de tiempo dados a conocer por Merola y Pagan-Font (1988) como insumo para el modelo de crecimiento. Para estimar el parámetro de esta especie se supuso que el alimento era la única fuente de nutrición.

Los parámetros más aptos para el tambaqui (Cuadro A3.1) arrojaron el perfil de crecimiento que aparece en la Figura A3.2 (ver también Cuadro A3.2). Los pesos simulados mostraron la tendencia a desviarse ligeramente de los pesos observados, talvez como resultado de la extrema sensibilidad de esta especie a las bajas temperaturas del agua (< 20°C), característica que posiblemente no esté bien representada en la función de la temperatura para el anabolismo (Ecuación A3.6). Probablemente hubiera sido posible generar un conjunto más apropiado de parámetros para el tambaqui, si se hubieran efectuado otras repeticiones del mencionado experimento.

Pacu

El modelo de crecimiento del pacu se basó en datos obtenidos en Lima et al., (1988). Dicho estudio abarcó dos fases en estanques de 0.1 ha, a saber, cultivo de alevines durante 230 días (dos repeticiones), seguido por una fase de engorde que duró 89 días (tres repeticiones). Las tasas de repoblación fueron de 2 y 0.6–0.8 peces m-2, respectivamente, para las dos fases. Las tasas de alimentación fluctuaron entre 1.5 y 3% PC d-1; la calibración del modelo supuso que las tasas disminuían a medida que aumentaba la biomasa. Debido a que el modelo de crecimiento no tiene en cuenta los efectos de la densidad de repoblación en los estanques alimentados, se combinaron los datos de ambas fases para la calibración del modelo, lo que permitió el análisis del crecimiento durante un período de cultivo más prolongado. Se utilizaron las series de tiempo de la temperatura del agua informados por Lima et al. (1988) como un insumo para el modelo de crecimiento íctico.

Las simulaciones efectuadas con el modelo calibrado (Figura A3.3; Cuadro A3.2) señalan que el conjunto de parámetros más apropiados (Cuadro A3.1) arroja una buena correspondencia con los datos observados. El modelo también pronostica con exactitud los períodos de bajo crecimiento relacionados con bajas temperaturas del agua durante la fase inicial del cultivo.

Carpa común

No se disponía de informes escritos sobre perfíles del crecimiento íctico, temperatura del agua y tasas de alimentación para la carpa común en América Latina.. Por lo tanto, para la calibración del modelo se recurrió a datos obtenidos en experimentos realizados durante el período 1969– 1974 en la Estación Experimental de Golysz, en Polonia. Los datos sobre temperaturas promedio mensuales del agua fueron extraídos de Szumiec (1979a), las tasas de alimentación de Szumiec (1979b) y los de crecimiento de Szumiec y Szumiec (1985).

Para la estimación se parámetros se utilizaron los datos del crecimiento íctico de 1 a 2 años (C1–2). Los pronósticos del modelo con el conjunto de los parámetros más aptos (Cuadro A3.1) tienen una correspondencia muy buena con los datos de crecimiento observados (Figura A3.4; Cuadro A3.2).

LA VALIDACIÓN DEL MODELO

Tilapia del Nilo

Como ya se señaló, se utilizaron los datos de dos de los tratamientos (EP y EP2) del experimento realizado por Teichert-Coddington et al. (1991) para validar el modelo. Las BIC promedio de estos dos tratamientos fueron calculadas a base de los datos de crecimiento observado, que eran de 0.144 y 0.204 kg m-3, respectivamente.

Los pronósticos de crecimiento eran comparables a los datos observados (Figura A3.5; Cuadro A3.2), aunque algo más altos para el tratamiento EP2. Esta discrepancia puede haberse originado en el valor más alto de BIC estimado para los estanques EP2, en comparación con el rango de 0.143 a 0.156 kg m-3 de los otros estanques de este experimento. Una vez más, las fases de bajo crecimiento en los perfíles de crecimiento simulados se debieron aparentemente a que las temperaturas del agua eran inferiores a las óptimas. También es interesante observar que, en los cuatro tratamientos del experimento, los pesos de los peces hasta el día 60 (Figuras A3.1 y A3.5) no eran significativamente diferentes, lo que sugiere que la provisión de suplemento alimentario en los estanques bien fertilizados no se justifica sino hasta que se haya alcanzado la BIC.

Se realizaron validaciones adicionales (aunque no se consignan aquí los perfiles de crecimiento) para evaluar los pronósticos del modelo en recintos del CRSP en Honduras (El Carao) y Tailandia (AIT). Estos experimentos se describen en Teichert-Coddington et al. (1990) y en Diana et al. (1993), respectivamente. En la Estación de El Carao, el peso final pronosticado en un ensayo de 132 días de duración en estanques fertilizados resultó comparable con la media de los pesos observados (Cuadro A3.2). En el recinto del AIT, donde los peces fueron alimentados hasta la saciedad total, el peso final simulado fue 13.5% superior al promedio observado (Cuadro A3.2). Este resultado no es totalmente inesperado, puesto que Diana et al. (1993) dieron cuenta de una correlación entre el crecimiento íctico y períodos de bajas concentraciones de oxígeno disuelto en los estanques del AIT. Como ya señalado, no se tuvieron en cuenta estos efectos en las corridas de las simulaciones con el modelo de crecimiento íctico.

En general, los resultados del modelo de validación para la tilapia del Nilo sugieren que el modelo de crecimiento arrojará pronósticos de los pesos de los peces que serán suficientemente exactos para efectuar estudios a escala regional.

Tambaqui

Son escasos los informes publicados sobre el cultivo de esta especie que incluya datos sobre su crecimiento, la temperatura del agua y su alimentación, así como pormenores sobre repoblación y cosecha. Para la calibración del modelo se utilizó el único informe que proporciona información pormenorizada (Merola y Pagan-Font, 1988).

Para la validación se utilizaron otros dos informes que incluían datos experimentales sobre el cultivo del tambaqui. El primero de ellos corresponde a un experimento con una duración de 129 días realizado en Gualaca, Panamá (Peralta y Teichert-Coddington, 1989). Los peces se sembraron a densidades de 0.25 y 1 pez m-2; para la validación del modelo se recurrió a los datos del último tratamiento. Como insumos para el modelo de crecimiento se utilizaron las tasas de alimentación consignadas por los autores. Debido a que no se proporcionaron las fechas de la siembra y de la cosecha, se supuso un período de cultivo que se extendió desde abril hasta agosto de 1996. En el segundo informe (Gomez et al., 1995) sólo se daba cuenta de los pesos mensuales de los peces y de las tasas de alimentación de un período de cultivo de 11 meses. La repoblación se efectuó a una densidad de 1 pez m-2. Se supuso un período de cultivo desde el 1° de enero hasta el 30 de noviembre. No se disponía de datos sobre la temperatura del agua en ninguno de los dos experimentos, de modo que se utilizó el modelo meteorológico de POND para pronosticar las temperaturas del agua de los estanques.

Los pesos finales pronosticados por el modelo de crecimiento en estos experimentos (Cuadro A3.2) fueron entre un 12 y un 14% inferiores a los pesos informados. Estas discrepancias pueden atribuirse a los deficientes pronósticos de las temperaturas del modelo meteorológico de POND (que suponía condiciones constantes de humedad relativa, cubierta de nubes y vientos) o períodos diferentes de cultivo en el experimento mismo, en comparación con los supuestos. Las discrepancias también pueden deberse a que los parámetros del modelo son inferiores a los ideales, ya que en los dos informes utilizados para validación los tambaquis se dejaron crecer hasta un tamaño superior al del experimento usado para la calibración del modelo (Merola y Pagan-Font, 1988; Cuadro A3.2). Peralta y Teichert-Coddington (1989) dieron cuenta de que la tasa de crecimiento del tambaqui aumenta después de haber alcanzado varios cientos de gramos. Con todo, ante la falta de mayores datos sobre crecimiento íctico y otros detalles sobre prácticas de engorde del tambaqui, se decidió aplicar para este especie el conjunto de parámetros (Cuadro A3.1) definidos para este estudio.

Pacu

La validación del modelo para el pacu se efectuó a base de los datos provenientes de ensayos experimentales realizados en otra estación del CEPTA, en Pirrassununga, Brasil. El primer conjunto de datos sobre alimentación, temperatura del agua y crecimiento se extrajo de un experimento realizado durante 1982-83 (Bernardino y Ferrari, 1989). El segundo conjunto fue proporcionado por un investigador del CEPTA (Dr Newton Castagnolli, comun. pers.) y provenía de un experimento realizado durante 1983–84.

Los resultados de la validación en este sitio (Figura A3.6; Cuadro A3.2) indican que los parámetros de crecimiento estimados tendrán como resultado perfiles razonables de crecimiento del pacu en condiciones de engorde. La discrepancia entre los pesos pronosticados y los observados durante la fase intermedia del cultivo en el experimento de 1983-84 (Figura A3.6) puede haber sido provocada por la aplicación de tasas inexactas de alimentación. Los informes originales indicaban que el alimento se suministraba a razón del 5% PC d-1 durante el primer mes de cultivo, y de allí en adelante a razón de 1–3% PC d-1. Sin embargo, no se dejó en claro cómo y cuándo se ajustaron las tasas de alimentación durante la última etapa. Las validaciones del modelo supusieron que la tasa de alimentación disminuía a medida que aumentaba la biomasa íctica, lo que pudo no haber sido el caso en el experimento mismo.

Carpa común

Para la validación del modelo se aplicaron los datos de crecimiento de peces de dos a tres años de edad (C2–3), recabados en la Estación de Investigaciones de Golysz, en Polonia (Szumiec y Szumiec, 1985). Los datos sobre alimentación y temperatura provinieron de las fuentes enumeradas en el apartado sobre Calibración del Modelo. Los pronósticos de crecimiento (Figura A3.7; Cuadro A3.2) fueron algo inferiores a los valores observados, lo que puede atribuirse a las diferentes sensibilidades a la temperatura de los peces más grandes en comparación con los más chicos. También es posible que las temperaturas del agua durante el período en que se obtuvieron los datos de crecimiento (Szumiec y Szumiec, 1985) fueran diferentes a los datos de la temperatura promedio obtenidos en la estación de Golysz (Szumiec, 1979a) y que se utilizaron como insumo para el modelo.

Se efectuaron otras validaciones para comparar el resultado del modelo con los datos sobre el crecimiento de la carpa incluidos en un informe sobre estanques israelíes (Rappaport y Sarig, 1979), que también sirvió de referencia para obtener datos sobre temperatura del agua. En el caso de la carpa sembrada a razón de 1 pez m-2 en mayo y cosechada después de 58 días, el modelo pronostica un peso de 503.3 g, comparado con un peso observado de 482.0 g. De igual modo, los pesos finales observados y los simulados de los peces sembrados en julio y cosechados 52 días después fueron de 533.0 y 540.6 g, respectivamente. Finalmente, los pesos observados y los simulados de los peces sembrados en septiembre y cosechados 48 días después fueron de 335.0 y 347.9 g, respectivamente.

Los resultados de la validación que se obtuvieron de los estanques polacos e israelíes sugieren la probabilidad de que los pronósticos efectuados a base de los parámetros establecidos para la carpa común (Cuadro A3.1) sean adecuados para utilizarlos en la proyección del crecimiento que forme parte de procesos de planificación.

Cuadro A3.1 Parámetros más apropiados de crecimiento estimados para cuatro especies ícticas.

ParámetroTilapia del NiloTambaquiPacuCarpa común
Parámetros de anabolismo    
Eficiencia de asimilación (b)
0.71080.66950.77190.7129
Exponente de anabolismo (m)
0.62770.68550.71540.6722
Coeficiente de consumo de alimento (h)
0.47680.28630.24150.3282
Parámetros de catabolismo0.05590.10570.05290.0786
Coef. de cat. de alimentación (a)
0.83730.53360.53320.5166
Exponente de catabolismo (n)
0.01040.01460.00940.0104
Coef. de catab. mín. (kmin)
0.02880.01100.02900.0027
Parámetro de temperatura (s)
    
Escalares de temperatura18.714.417.510.1
Minimo (Tmin)
39.738.631.436.2
Máximo (Tmax)
32.429.028.130.6
Optimo (Topt)
    

Cuadro A3.2. Resumen de los resultados de la calibración y de la validación del modelo para las cuatro especies seleccionadas para el análisis.

EspecieSitioFuente de datosPeríodo simuladoTratamientoaPeso final de peces (g) Observado Pronostic.(%) error(b) relativo
Calibrac.       
Tilapia del Nilo El Carao, Honduras127/7/89 al 21/12/89Alimento + Fertilizante276.4 294.2 +6.4
127/7/89 al 1/12/89(EP1) Alimento + Fertilizante258.4 251.4-2.7
TambaquiPirassununga, Brasil21/10/84 al 3/6/85(EP3) Alimentoc298.0 304.6+2.2
PacuItiquira, Brasil326/4/86 al 1/03/87Alimentod699.6 727.9+4.0
Carpa comúnGolysz, Polonia4–610/6/72 al 0/10/72eAlimento 400.0 401.8 +0.5 
 Validación Tilapia del Nilo  127/7/89 al 1/12/89 206.4 197.8-4.2
El Carao, Honduras127/7/89 al 1/12/89Sólo fertiliz. (EP) 256.5 275.3 +7.3
 711/8/88 al 0/12/88Alimento + Fertilizante131.3 124.7-5.0
El Carao, Honduras89/10/91 al 9/3/92(EP2) Fertilizante325.7 369.6+13.5h
AIT, Tailandia9sin fechasAlimento426.0 375.7-11.8h
 10sin fechasAlimento1240.0 1068.1-13.9h
Tambaqui Gualaca, Panamáf Colombiaf1125/2/82 al 5/2/83Alimento624.0 649.2+4.0
PacuPirassununga, Brasil1122/2/82 al 2/2/83Alimento567.0 589.7+4.0
Pirassununga,4–610/6/72 al 0/10/72eAlimento920.0 889.4-3.3
Brasilg129/5/78 al 0/6/78Alimento482.0 503.3+4.4
Carpa comúnGolysz, Polonia127/7/78 al 8/8/78Alimento533.0 540.6+1.4
 125/9/78 al 3/10/78Alimento335.0 347.9+3.9
Haifa, Israel     
   Alimento  
Haifa, Israel     
Haifa, Israel     

Notas: (a) Referirse al texto si se requiere alguna explicación de los códigos de tratamiento;
(b) Calculados como [(P - O)/O] * 100, donde P y O corresponden a los pesos pronosticados y observados (g), respectivamente;
(c)c Se agregaron fertilizantes orgánicos (estiércol de ave o de ganado vacuno) durante la fase inicial del estudio, pero después esto se suspendió porque, según un estudio paralelo, su aporte al crecimiento de los peces era mínimo;
(d) Se agregó estiércol de ganado vacuno durante los primeros ocho meses del estudio, pero resultó difícil evaluar sus efectos sobre el crecimiento y, por lo tanto, no se consideró en este análisis;
(e) Las estimaciones de las fechas de siembra y de cosecha son aproximadas porque los datos del crecimiento se extrajeron de un gráfico;
(f) Consultar el texto para conocer los otros supuestos que se hicieron para efectuar la validación del modelo;
(g) El Dr. Newton Castagnolli (com. personal) proporcionó los datos para este experimento;
(h) En el cuerpo del informe se analizan las posibles razones de estos valores relativamente altos que muestran los errores.

Fuentes de los datos: 1. Teichert-Coddington et al., 1991;
2. Merola & Pagan-Font, 1988;
3. Lima et al., 1988;
4. Szumiec, 1979a;
5. Szumiec, 1979b;
6. Szumiec & Szumiec, 1985;

7. Teichert-Coddington et al., 1990;
8. Diana et al., 1993;
9. Peralta & Teichert-Coddington, 1989;
10. Gomez et al., 1995;
11. Bernardino & Ferrari, 1989;
12. Rappaport & Sarig, 1979.

Figura A3.1

Figura A3.1. Resultados de la calibración del modelo de crecimiento para la tilapia del Nilo en El Carao, Honduras.

Figura A3.2

Figura A3.2. Resultados de la calibración del modelo de crecimiento para el tambaqui en Pirassununga, Brasil.

Figura A3.3

Figura A3.3. Resultados de la calibración del modelo de crecimiento para el pacu en Itiquira, Brasil.

Figura A3.4

Figura A3.4. Resultados de la calibración del modelo de crecimiento para la carpa común en Golysz, Polonia.

Figura A3.5

Figura A3.5. Resultados de la validación del modelo de crecimiento para la tilapia del Nilo en estanques fertilizados (CL) y en estanques tanto fertilizados como alimentados (CL2), en El Carao, Honduras.

Figura A3.6

Figura A3.6. Resultados de la validación del modelo de crecimiento para el pacu, durante los períodos 1982–83 y 1983–84 en Pirassununga, Brasil.

Figura A3.7

Figura A3.7. Resultados de la validación del modelo de crecimiento para la carpa común en Golysz, Polonia.

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