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7 Uso de la información de mercados para programar la producción


Principales asuntos tratados en el Capítulo 7

Uso de la información de mercados para planear la producción

Las actividades que los extensionistas necesitan llevar a cabo para poder aconsejar a los agricultores incluyen ...

Con esta información pueden ayudar a los agricultores a ...

La información sobre los efectos de la tasa de inflación que predomina es esencial y con frecuencia puede mostrar un panorama diferente de las tendencias de precios

La información sobre los efectos de la tasa de inflación que predomina es esencial y con frecuencia puede mostrar un panorama diferente de las tendencias de precios

Antes de diversificar con nuevos cultivos es importante asegurarse de cómo se va comercializar la producción

Los extensionistas también necesitarán aprender sobre ...

Aunque muchos agricultores pueden hacer uso de la información de mercados para negociar con los comerciantes, pocos agricultores pequeños, quizás ninguno, están en capacidad de hacer los cálculos necesarios para decidir si deben o no plantar diferentes cultivos o plantar los ya existentes en una época distinta. Para ello necesitan apoyo de los extensionistas. Quizás algunos de los cálculos sean demasiado complejos aún para los extensionistas y es preferible que sean realizados por el mismo SIM o por funcionarios de la sede principal del servicio de extensión.

ACTIVIDADES DE APOYO A LA PLANEACIÓN DE LA PRODUCCIÓN

Algunas de las actividades que deben ser llevadas a cabo, bien a nivel local o a nivel nacional, con el fin de que los agricultores usen la información de mercados para efectos de la planeación de la producción, son:

Representar los cambios de precios en gráficas

Los extensionistas pueden ayudar a los agricultores con la representación en gráficas de los cambios en los precios de los distintos productos cultivados en sus regiones. Esto puede hacerse semanalmente mediante el uso de los precios transmitidos por el SIM. Alternativamente, si el SIM publica reportes anuales esta tarea puede hacerse cada año cuando se disponga de estos informes. Existe un problema con esto y es que muchos SIM no publican informes anuales y, cuando lo hacen, con frecuencia los publican muy tarde.

Con la creciente disponibilidad de computadores, fácilmente pueden prepararse los cuadros o gráficas de tendencias de precios. Sin embargo, es posible que transcurran varios años antes de que los computadores estén ampliamente disponibles en las oficinas de la mayoría de los extensionistas. En consecuencia, muchos de ellos tendrán que emplear los medios más tradicionales para elaborar los cuadros.

La representación de los cambios en precios en gráficas en papel es tarea relativamente simple. Una línea dibujada a lo largo del fondo de la hoja de papel (conocida como el eje “X”) puede ser dividida en 52 distancias iguales, una para cada semana del año. Una línea ascendente al lado izquierdo de la hoja (el eje “Y”) puede usarse para indicar los precios. Para evitar lo que frecuentemente sucede, “que los precios se salgan de la página” los valores de los precios para este eje deben ser calculados como sigue. Tómese el precio máximo del año anterior e insértese una escala de precios en forma tal que el precio máximo quede representado en algún lugar entre la mitad y los tres cuartos superiores de la página, dejando espacio para el título y para los precios máximos más altos de este año. Si ha habido inflación significativa será necesario ajustar la escala (por ejemplo, si el precio más alto del último año fue $18 pero el país tuvo una inflación del 100 por ciento, entonces debe dejarse espacio en la gráfica para que permita representar el precio más alto para este año de al menos $36).

La escala de precios para el eje “Y” debe escogerse de forma tal que permita representarlos en la forma más fácil posible. El precio máximo esperado deberá aproximarse a una cifra que, cuando se divida por la cantidad de líneas horizontales en la página, dé un número que pueda ser representado fácilmente. Por ejemplo, si hay 200 líneas en el eje izquierdo entonces:

Los extensionistas pueden ayudar a los agricultores representando en gráficas las tendencias de los precios

Nota: Cuando los cuadros de variaciones en precios se encuentran disponibles en las oficinas de extensión, ellos pueden ser consultados por agricultores que desean ver cómo se han comportado los precios en años anteriores y cómo se están comportando en el año presente.

Gráfico 4: Representación de precios a lo largo de varios años

Para los agricultores interesados en variaciones estacionales de precios puede ser de utilidad que los precios de varios años se representen en una misma gráfica (ver Gráfico 4). Para evitar confusión cuando unas líneas se cruzan con otras, se recomienda emplear diferentes colores para cada año. Los agricultores pueden tener esperanzas de que, ocasionalmente, debido a factores no usuales, van a recibir mayores ingresos que los esperados. Pero su planeación debe ser hecha con base en las experiencias de un año normal. Sin embargo, cuando los extensionistas analizan con los agricultores los precios anuales representados en una gráfica, no deben olvidar llamar la atención sobre aquellos años inusuales en que haya habido tendencias anormales de precios, para que de esta forma los agricultores entiendan los riesgos que pueden enfrentar. Por ejemplo, como resultado de condiciones del tiempo poco usuales o de otro factor anormal.

Información sobre efectos de la tasa de inflación predominante

Infortunadamente, muchos países continúan experimentando rápidos aumentos en los precios, situación que debe ser tenida en cuenta por los extensionistas cuando tienen que aconsejar a los agricultores sobre qué productos cultivar, cuánto deben almacenar o cuándo comercializar. Muchos agricultores tienen problemas para entender el concepto de inflación y para darse cuenta que aunque el precio que reciban por sus cosechas está aumentando ellos no necesariamente van a estar mejor. En efecto, la inflación puede convertir una actividad aparentemente rentable en una de pérdidas.

Como ejemplo, considérese el caso de agricultores que tienen dos opciones para vender el arroz en cáscara (paddy). Pueden venderlo a un comerciante o a un molinero que les pagarán hoy en efectivo $100 por tonelada, o pueden venderlo a un comerciante que les pagará $110 a un plazo de dos meses. Sin embargo, si la tasa de inflación es del 5 por ciento por mes el precio “real”, o ajustado por la inflación (ver Recuadro 5) en dos meses es ligeramente menor que $100. En consecuencia, no hay razón para que el agricultor venda al segundo comerciante cuando este no le está ofreciendo un precio más alto en términos reales.

Los agricultores que planean entrar en la producción de la temporada baja pueden consultar una gráfica de precios en una oficina de extensión y advertir que el precio en enero 2000 fue de $4 por kilogramo mientras que el precio en julio del mismo año fue de $6 por kilogramo. Aunque saben que sus costos de producción serán levemente más altos en julio que en enero, pueden decidir, con base en las gráficas, que en el año 2001 deben plantar el cultivo para cosecharlo en julio, y no en enero. Sin embargo, si el ritmo de inflación en el país es tal que los precios se doblan cada año, entonces, los precios entre enero y julio se incrementarán aproximadamente en la mitad. En consecuencia, el precio “real” era el mismo y los agricultores hubieran perdido dinero debido a que sus costos de producción eran más altos.

Para medir los efectos de la inflación (esto es, deflactar) es necesario tener cifras actualizadas del índice de precios al consumidor o, mejor aún, del índice de precios rurales. Normalmente estos son suministrados por los departamentos oficiales de estadística, pero se presenta el problema de que con frecuencia transcurren varios meses y aun varios años para que los índices se publiquen después de haber sido calculados. Aun en los casos en que la información se encuentre disponible en tiempo razonablemente rápido, los extensionistas pueden tener dificultades para conseguirla. Los servicios públicos de extensión deberían considerar la posibilidad de hacer circular esta información; alternativamente, los SIM podrían hacer lo propio.

Es esencial que la información sobre inflación esté disponible mensualmente. Si las cifras sobre inflación anual se usan para deflactar mensualmente los precios se llegará a considerables inexactitudes y mientras más alta sea la tasa de inflación mayores serán las inexactitudes. Si los extensionistas disponen de información mensual sobre inflación y precios, están en capacidad de deflactar los precios sin mucha dificultad, con el uso de una calculadora de bolsillo. La técnica consiste en establecer un dato base, por ejemplo, Enero 1º de 1999 y deflactar todos los precios desde esta fecha en adelante. El Cuadro 5 muestra cómo se hace.

Cuadro 5

Información sobre la inflación predominante mediante el empleo del Índice de Precios al Consumidor (IPC)


(a)
Precio promedio mensual del producto

(b)
Índice de precios al consumidor
(1980 = 100)

(c)
IPC
dividido por el IPC de enero de 1999

Precio promedio mensual ajustado
(a ÷ c)

Ene

120

500

1.0

120.0

Feb

130

507

1.014

128.2

Mar

130

515

1.03

126.2

Abr

110

520

1.04

105.8

May

85

528

1.056

80.5

Jun

50

535

1.07

46.7

Jul

45

540

1.08

41.7

Ago

55

550

1.1

50.0

Sep

65

557

1.114

58.3

Oct

85

565

1.13

75.2

Nov

110

575

1.15

95.7

Dic

120

582

1.164

103.1

Ene

130

590

1.18

110.2

Feb

135

600

1.2

112.5

Mar

140

615

1.23

113.8

Apr

115

626

1.252

91.9

May

90

640

1.28

70.3

Jun

55

653

1.306

42.1

Jul

50

665

1.33

37.6

Ago

60

672

1.344

44.6

Sep

70

675

1.35

51.9

Oct

95

685

1.37

69.3

Nov

115

695

1.39

82.7

Dic

125

700

1.4

89.3

Nota: Ver en Gráfica 6 el registro de precios promedios mensuales frente a precios promedios mensuales ajustados con la inflación

Gráfico 6: Un ejemplo del impacto de la inflación sobre los precios

Recuadro 4

Cómo entender la inflación

Comoquiera que con frecuencia los agricultores tienen dificultades para entender la idea de la inflación, los extensionistas pueden ayudarles en esa tarea comparando los precios en finca con los costos crecientes de otros bienes. Por ejemplo, si el agricultor vende su arroz en cáscara (paddy) por $100 en mayo, ¿cuántos sacos de fertilizante podrá comprar con ese dinero?, ¿cuántos podrá comprar en noviembre? Inflación significa que podrá comprar menos sacos en noviembre que en mayo.


Recuadro 5

Inflación y almacenamiento

Considere la posición de un agricultor africano productor de maíz que cosecha el producto en mayo. Tiene la opción de venderlo inmediatamente, o de guardarlo hasta noviembre cuando se espera que los precios aumenten a niveles mucho más altos.

El precio del maíz en mayo es:

$100

El precio del maíz en noviembre es:

150

El aumento en el precio es de:

50

El costo para el agricultor por almacenamiento durante seis meses es de:

20

La utilidad del agricultor por almacenar es de:

$30

En este ejemplo parece que almacenar es una buena idea. Sin embargo, si se calcula el precio “real” el panorama cambia radicalmente.

Supóngase, por ejemplo, que la inflación está alrededor del 60 por ciento por año y que en el período mayo-nov los precios subirán un 30 por ciento. Entonces:

El precio del maíz en mayo es:

$100

El precio del maíz en noviembre es:

150

El precio “real” del maíz en noviembre es:

115

El aumento “real” en el precio es de:

15

El costo para el agricultor por almacenamiento durante seis meses es de:

20

La pérdida para el agricultor por almacenar es de:

$5

De esta forma, es esencial tener en cuenta la inflación cuando se asesora a los agricultores en la decisión sobre si se debe almacenar.

Nota: El precio “real” es calculado dividiendo el precio actual por el amontar de los precios que han subido más 100. El resultado es después multipicado por 100. Así es que, con el 30 por ciento de inflación el precio “real” es ($150 ÷ 130) × 100 o $115.

ASESORAMIENTO A LOS AGRICULTORES SOBRE PRODUCCIÓN

Para capacitar a los agricultores en la toma de decisiones sobre qué producir, cuándo cosechar, y si se debe almacenar, debe suministrarse a los mismos información segura (confiable) sobre precios de mercado a largo plazo.

Sin embargo, toda esta información se perderá si los agricultores no cuentan también con información sobre:

La información sobre los aspectos anteriores depende principalmente de circunstancias locales y no puede ser cubierta en esta guía. Sin embargo, los extensionistas necesitan asegurarse de que tienen esta información antes de estimular a los agricultores a embarcarse en negocios nuevos, posiblemente riesgosos.

PLANEACIÓN DE LA PRODUCCIÓN Y DEL MERCADEO

Cuando existen datos de precios para varios productos a lo largo de varios años los agricultores tienen la posibilidad de aprovecharla para ayudarse en:

Planeación del cultivo de nuevos productos

Es posible que los agricultores consideren que los ingresos que les están generando los productos tradicionales no sean satisfactorios. Esto puede deberse a cambios en políticas gubernamentales que hayan eliminado los subsidios a la producción. Puede deberse también a que muchos otros agricultores han estado cultivando el producto y los precios están descendiendo. Puede ser debido a factores ambientales tales como reducción en la fertilidad del suelo o cambios en el clima, que hacen que un producto ya no pueda ser sembrado en condiciones de rentabilidad. Más probablemente aún, puede suceder simplemente que los agricultores quieran tener mayores ingresos para mejorar el bienestar de sus familias y deseen encontrar cultivos que les den mayores utilidades.

Con la ayuda de los extensionistas y de otras personas, los agricultores pueden identificar los cultivos indicados para su región. Hecho esto deben resolver el problema de los costos de producción. Mediante la consulta de información sobre precios de mercado en los años precedentes podrán estimar lo que probablemente estarán en capacidad de vender de los nuevos productos. Deben entonces comparar estos precios con los costos de producción y ver si les resulta más rentable cultivar nuevos productos o continuar con los tradicionales. Esto puede ser hecho mediante el análisis de margen bruto, tal como se describe en el Anexo 1.

Un problema que tiene este enfoque es que si los agricultores están pensando en cultivar productos que nunca han sido sembrados en sus regiones, van a tener poca información para calcular los costos de comercialización. Un problema más serio aún es que si los productos no han sido cultivados en la región con anterioridad es posible que no haya comerciantes dispuestos a comprarlos. En este caso, los extensionistas pueden jugar un importante papel poniéndose en contacto con los comerciantes; bien con aquellos que adquieren las cosechas en otras regiones o con compradores de productos tradicionales que puedan estar interesados en comprar los nuevos. De otra forma, los agricultores podrían encontrarse en situación de no tener a quien vender los nuevos productos.

Producción de temporada baja

La producción de cultivos en temporada baja es viable únicamente cuando estos no pueden ser almacenados. Poca duda existe cuando se trata de producir en temporadas diferentes a las de los demás agricultores cultivos esenciales como maíz y arroz, porque esta clase de productos siempre está disponible a todo lo largo del año. Así, generalmente la producción de temporada baja es la de productos hortícolas.

Cuando los agricultores planean la producción de temporada baja, necesitan revisar las tendencias estacionales de precios de los años anteriores más recientes.

Los servicios de extensión podrían apoyar a los agricultores poniendo a su disposición esta información, tal como se indica en el Gráfico 4 y, posiblemente, promediando precios deflactados mensualmente para períodos de 3 a 5 años. Esta información daría a los agricultores una indicación del movimiento estacional promedio de los precios. Sin embargo, es preciso tener cuidado cuando el comportamiento de los precios no muestra cambios significativos debido a que, por ejemplo, gran cantidad de otros agricultores están empezando a pasarse a la producción de temporada baja.

Los agricultores necesitan decidir en qué época desean cosechar. Esta decisión puede ser orientada por la temporada en la que los precios son más atractivos, pero de todas formas ellos necesitan considerar también otros factores. Estos pueden incluir:

Una vez que los agricultores han decidido la época de cosecha, entonces tienen que conseguir información sobre los costos probables de producción. Generalmente ellos saben cuánto son los costos de producción en la temporada principal pero no conocen mucho sobre los costos de temporada baja. Estos serán más altos debido a que:

De acuerdo con lo anterior, los extensionistas necesitan estar en capacidad de suministrar, o al menos de saber en dónde obtener, información sobre los aspectos mencionados y de ayudar a calcular los nuevos costos de producción. Una vez estos han sido calculados, el extensionista y el agricultor pueden volver al cuadro de precios y hacer el análisis de margen bruto para verificar si es cierto que la producción de temporada baja va a resultar más productiva.

Almacenamiento de productos para esperar precios más altos

Si bien la producción de temporada baja es dedicada principalmente a la obtención de productos hortícolas, el almacenamiento en la finca se usa especialmente para productos procesables menos perecederos tales como arroz en cáscara (paddy), maíz, y papa, así como cebolla cabezona y ajo. La información de mercados puede ser usada para ayudar a los agricultores a decidir si almacenan o no en un determinado año. También puede usarse para ayudarles a decidir si invierten en la construcción de un depósito cuando no cuentan con él. Generalmente es una mala idea almacenar productos sin disponer de las capacidades suficientes para hacerlo, pues las pérdidas en cantidad y en calidad impedirán que el agricultor se beneficie de los mayores precios de la temporada.

Con base en información sobre variaciones estacionales de precios en años anteriores puede estimarse cuánto puede ser el crecimiento probable del precio de la producción en un año promedio. Sin embargo, la decisión final sobre si se almacena debe estar basada en el conocimiento que se tenga acerca de la cosecha. Puede que la producción en algunos años sea tan grande que posiblemente no se justifique almacenarla con la esperanza de lograr un precio mayor. Más aún, un agricultor que venda su producción inmediatamente después de que esté lista podría poner el dinero en el banco y ganar intereses. Para tomar la decisión de almacenar es preciso que haciéndolo se gane más dinero que poniéndolo en el banco. Esto debe ser tenido en cuenta cuando se calcula la utilidad del almacenamiento y el impacto de la inflación.

El Cuadro 7 muestra el cálculo de la utilidad de almacenamiento, y el mismo cálculo se muestra gráficamente en el Gráfico 8. Se supone aquí que el agricultor ya dispone de un depósito y que los costos de almacenamiento se limitan al mantenimiento de ese depósito, a la compra de material de empaque y pesticidas, si se necesitan, y a cualquier costo de mano de obra involucrado en los procesos de almacenar y desalmacenar.

El Cuadro 7 y el Gráfico 8 están basados en el supuesto de que la cosecha de la producción empieza en mayo y continúa hasta fines de julio. Puede verse que el almacenamiento llega a ser más provechoso si el producto almacenado se vende a partir de enero, y que la mayor utilidad se obtiene en marzo. Sin embargo, a medida que se acerca la nueva temporada los precios empiezan a caer y los productores registrarían pérdidas si almacenaran sus productos hasta mayo.

Cuadro 7

Cálculo de la utilidad del almacenamiento en pesos por tonelada


Ago

Sep

Oct

Nov

Dic

Ene

Feb

Mar

Abr

May

Costo











Costo anual de mantenimiento e insecticidas

20

20

20

20

20

20

20

20

20

20

Intereses dejados de ganar en el banco

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

Valor de la cosecha en julio

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

Costo total del almacenamiento

122

124

126

128

130

132

134

136

138

140

Precio de venta

100

100

105

115

130

145

160

165

160

120

Utilidad del almacenamiento

-22

-24

-21

-13

0

13

26

29

22

-20

Nota: Se supone que los intereses bancarios sobre depósitos son del 2% por mes

Gráfico 8: Ejemplo de la utilidad del almacenamiento


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