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Capítulo 16. África Oriental


Figura 16-1. África Oriental: mapa de la cubierta forestal

1. Dijibouti

2. Eritrea

3. Etiopía

4. Kenya

5. Somalia

6. Sudán

7. Uganda

8. República Unida de Tanzanía

La subregión de África oriental está situada entre 21° de latitud norte y 11° de latitud sur. El Trópico de Cáncer atraviesa Egipto meridional cerca de su frontera con el Sudán. Esta subregión comprende a ocho países (Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenya, Somalia, el Sudán, Uganda y la República Unida de Tanzanía)[31], y abarca una superficie de 5.99 millones de Km2. El Sudán, con una superficie de 2.4 millones de Km2, es el país más grande de África. La subregión limita al este con el Mar Rojo y el Océano Índico (Figura 6-2).

El África oriental es una región relativamente árida que sufre una fuerte influencia del desierto del Sahara. Éste se extiende por más de 1millón de Km2, incluido todo el norte del Sudán. El clima se caracteriza por las elevadas temperaturas y la baja precipitación (inferior a 200 mm). También en Somalia, Djibouti y a lo largo de la costa de Eritrea se registra un clima muy árido o semiárido, con un régimen de precipitaciones que oscila entre 400 y 750 mm. La mayor parte de Etiopía y las montañas de Kenya poseen un clima montano, lo que conlleva una mayor precipitación y temperaturas más bajas. Uganda y la costa de la República Unida de Tanzanía se caracterizan principalmente por un clima muy húmedo con temperaturas altas y una estación seca muy breve.

El resto de Tanzanía, Kenya y Uganda tienen climas tropicales típicos, con una estación seca prolongada.

El África oriental ha padecido muchos problemas sociales: el Sudán enfrenta una guerra civil en la parte sur del país y Etiopía, Eritrea y Somalia han sido devastados por la guerra. Gran parte de la población de Rwanda cruzó las fronteras con objeto de refugiarse en Tanzanía y Uganda. Los refugiados de Somalia se encuentran en Etiopía y Kenya. Los efectos de la guerra, junto con el clima rígido, han ejercido una presión aún mayor en las tierras y a través de la deforestación han tenido un fuerte impacto. También los incendios representan un grave problema. Además, la desertificación ha aumentado, especialmente en el Sudán, donde 13 de sus 26 estados han sido declarados “afectados por la desertificación” por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (El Hassan y Mohamed 1999).

Tabla 16-1. África Oriental: recursos forestales y manejo

País/área

Área de la tierra

Área de bosque en 2000

Cambio del área 1990-2000 (total de bosque)

Volumen y biomasa por encima del suelo (total de bosque)

Bosques bajo plan de manejo

Bosques naturales

Plantaciones forestales

Área total de bosques

000 ha

000 ha

000 ha

000 ha

%

ha/cápita

000 ha/año

%

m3/ha

t/ha

000 ha

%

Djibouti

2 317

6

-

6

03

n.s.

n.s.

n.s.

21

46

-

-

Eritrea

11 759

1 563

22

1 585

13.5

0.4

-5

-0.3

23

32

-

-

Etiopía

110 430

4 377

216

4 593

4.2

0.1

-40

-0.8

56

79

112

2

Kenya

56 915

16 865

232

17 096

30.0

0.6

-93

-0.5

35

48

120*

n.ap.

Somalia

62 734

7 512

3

7 515

12.0

0.8

-77

-1.0

18

26

-

-

Sudán

237 600

60 986

641

61 627

25.9

2.1

-959

-1.4

9

12

-

-

Uganda

19 964

4 147

43

4 190

21.0

0.2

-91

-2.0

133

163

-

-

República Unida de Tanzanía

88 359

38 676

135

38 811

43.9

1.2

-91

-0.2

43

60

-

-

Total de África Oriental

590078

134132

1291

135423

23.0

0.7

-1 357

-1.0

28

38

-

-

Total de África

2978394

641830

8036

649866

21.8

0.8

-5 262

-0.8

72

109

-

-

TOTAL MUNDIAL

13063900

3682722

186733

3869455

29.6

0.6

-9 391

-0.2

100

109

-

-

Fuente: Apéndice 3 Tablas 3. 4, 6, 7 y 9.

* Resultados parciales únicamente. No se dispone de datos nacionales.

RECURSOS FORESTALES

A causa de la gran complejidad de la situación social, existen muy pocos datos sobre los recursos forestales de África oriental: únicamente tres países poseen datos relativamente recientes. Eritrea cuenta con una cartografía de la cubierta forestal reciente, cuyo año de referencia es el 1997 (FAO 1997). Tanzanía ha finalizado hace poco el levantamiento de mapas forestales y de la cubierta de tierra con 1995 como año de referencia (República Unida de Tanzanía, HTS, 1997). Uganda posee un inventario de biomasa realizado en 1992 (Uganda FD 1996). El Sudán ha elaborado un inventario forestal parcial que abarca las regiones del “zona del caucho” (El Sudán FNC 2000). Los restantes países (Djibouti, Etiopía, Kenya y Somalia) disponen de información obsoleta y fragmentada. Para esos países, los datos se obtuvieron a partir de estimaciones hechas por expertos nacionales (Bekele 2000; Ndambiri y Kahuki 2000). La superficie forestal total evaluada por los inventarios corresponde a menos de 0.5 millones de Km2, lo que equivale a cerca de un tercio de toda la cubierta. El Sudán cuenta con el área de mayor extensión de cubierta forestal, esto es el 46 por ciento del total, seguido por Tanzanía con el 29 por ciento y Kenya con el 13 por ciento. El 12 por ciento remanente está distribuido en el resto de la subregión. La superficie de bosques del África oriental representa el 21 por ciento de toda la superficie forestal del continente africano y el 4 por ciento de los bosques mundiales (Figura 16-3 y el Tabla 16-1).

El área de bosques naturales de la subregión asciende a 134 millones de hectáreas. En Uganda se registra la tasa de deforestación más elevada, si bien el área más grande aquejada por este fenómeno se encuentra en el Sudán, en el que se estima que cada año se desboscan alrededor de 1 millón de hectáreas.

La fuerte deforestación de la subregión no se ve compensada por la plantación de árboles. En África oriental la madera se utiliza primariamente para obtener combustible. A pesar de las guerras que se han sucedido en el país, el Gobierno de Eritrea ha instituido un programa para proteger los bosques naturales mediante el cierre permanente o transitorio de zonas en las que crece vegetación natural, la replantación de especies nativas e incrementos de las áreas de plantaciones (FAO 1997). El programa de plantación de árboles se centra en gran medida en la plantación de Acacia senegal para la producción de goma arábiga. Las iniciativas más recientes relativas a la plantación de árboles en Etiopía se realizaron en el decenio de 1970 mediante el establecimiento de vastas plantaciones de eucaliptos. Hoy en día la mayor parte de esas áreas está degradada. En el Plan de Acción Forestal de Etiopía de 1994 se recomendó la aplicación de un firme programa de plantación de árboles en los 20 años subsiguientes. En los decenios de 1970 y 1980 se establecieron en Kenya considerables extensiones de plantaciones (Kenya MENR 1994), pero la superficie plantada sufrió una disminución en el decenio de 1990. Debido a la guerra civil no se tiene noticia de actividad alguna de plantación de árboles en Somalia. El Sudán, por su parte, posee las plantaciones más extensas, que abundan en Acacia senegal y A. nilotica (Sudán FNC 2000). Según las estimaciones, las plantaciones de Tanzanía equivalen al 0.3 por ciento de la superficie forestal total y se prevé que este porcentaje aumentará en el futuro. Allí, la leña representa el producto más importante. A fin de incrementar la demanda y asegurar la sostenibilidad de sus recursos, Tanzanía ha revisado en fecha reciente su plan estratégico forestal. En Uganda, si bien los bosques satisfacen cerca del 90 por ciento de la demanda energética del país, las plantaciones abarcan únicamente el 1 por ciento de toda el área forestal.

Figura 16-2. África Oriental: área de bosque natural y plantaciones forestales en 2000 y variaciones netas del área entre 1990 y 2000

MANEJO Y USOS DE LOS BOSQUES

En términos generales se carece de información en materia de manejo forestal en África oriental. Etiopía fue el único país de la región que aportó datos a nivel nacional al FRA 2000 respecto de las áreas forestales que están incluidas en un plan de manejo oficialmente aprobado en todo el país (Tabla 16-1), mientras que Kenya brindó información parcial (sólo en lo referente a las plantaciones). Aunque este dato no se haya señalado para el FRA 2000, algunos bosques ubicados en reservas naturales y parques nacionales también están incluidos en planes de manejo en diversos países de África oriental como Kenya, Tanzanía y Uganda.

En varios países, los bosques disponibles no pueden atender la creciente demanda de leña; al mismo tiempo, los países de esta región reconocen que los bosques naturales pueden ofrecer una variedad de productos valiosos si reciben un manejo adecuado. La diversidad biológica se considera como una fuente potencial de ingresos, especialmente cuando se toman en consideración a la fauna y flora silvestres.

Si bien el Sudán cuenta desde hace largo tiempo con una legislación forestal, el manejo de los bosques aún no se ha implantado eficazmente. A finales de los años ’80 se emanó una política forestal cuyo objetivo consistía en apartar como bosques bajo manejo sostenible el 20 por ciento del área del país. A principios del decenio de 1990, se había reservado cerca del 4 por ciento de la superficie forestal total con arreglo a un decreto presidencial, pero en relación con el FRA 2000 no se ha comunicado que las zonas previstas estén bajo manejo forestal (Sudán FNC 2001).

Etiopía es sobre todo un país agrícola y su cubierta forestal es limitada. Los bosques nativos continúan contrayéndose debido a la rápida deforestación, y actualmente las actividades forestales son objeto de una reorganización (Bekele 2000). El gobierno se está desplazando hacia un sistema federal y en el futuro las regiones se encargarán de llevar a cabo sus propias actividades forestales. Durante este período de transición se han emprendido muy pocas iniciativas.

Eritrea no cuenta con una tradición en cuanto a el manejo forestal oficial. Desde la independencia se ha formulado una sola política forestal y el esfuerzo de mayor envergadura ha consistido en tratar de reducir la degradación de los recursos del país mediante la plantación de árboles en las montañas y los escarpes y a lo largo de las carreteras.

En Somalia prácticamente no se realizan actividades de manejo forestal, existe poca información acerca de las necesidades en materia de leña y la mayor parte de las zonas están sujetas a una fuerte presión.

Por lo que se refiere a Kenya, las áreas forestales bajo manejo forestal comprenden principalmente plantaciones para uso industrial (Kenya MENR y FINNIDA 1992) y algunos bosques nativos de las zonas protegidas, si bien el gobierno reconoce el papel que desempeñan tales bosques para la agricultura y el manejo del ganado, así como su función clave en la sostenibilidad de la vida silvestre. En este país, la industria del turismo depende en gran medida de la fauna y flora silvestres y aporta una importante contribución a los ingresos nacionales.

En Tanzanía se hace gran uso de leña, pero los bosques representan también una fuente de ingresos gracias a los productos no madereros (miel, taninos, goma arábiga, etc.) y las actividades turísticas. De acuerdo con la Política Forestal Nacional (República Unida de Tanzanía MNRT 1998), se dedica cerca de un cuarto del área forestal a los parques nacionales, las reservas forestales y las reservas de caza. Estas áreas fueron reportadas bajo manejo, aunque en el marco del FRA 2000, no se haya suministrado información alguna en relación los planes de manejo forestal. En el contexto de la última revisión de la Política Forestal Nacional, que se publicó en 1998, el Ministerio de Recursos Naturales y Turismo declaró que el manejo sostenible de los recursos es un tema de fundamental importancia que merece especial atención, y además que intentará promover el manejo forestal sostenible fuera de las zonas de conservación de bosques. Dichos bosques están sujetos a la conversión a otros usos como la agricultura migratoria y el pastoreo, además de verse afectados por la degradación ocasionada por los frecuentes incendios.

En Uganda, la deforestación es un grave problema; los bosques están disminuyendo con rapidez a pesar de que el país es el más húmedo de la subregión. Ello obedece principalmente a la conversión de los bosques a la agricultura, y la corta de árboles para la obtención de combustible. En 1992, el gobierno intentó afrontar este problema por medio del Programa Nacional de Plantación de Árboles (Uganda 1998). Dicho programa contó también con la ayuda de ONGs y el sector privado que se ocupan de programas de forestación y reforestación de conformidad con prácticas agroforestales, en plantaciones perirubanas y parcelas madereras de propiedad privada. Asimismo, el gobierno y las ONGs convinieron en promover el uso de tecnologías de alto rendimiento energético.

CONCLUSIONES Y TEMAS

La evaluación de los bosques relativa a esta subregión no fue una tarea sin tropiezos. La mayor parte del trabajo se llevó a cabo en colaboración con expertos locales que suministraron información y conocimientos. Los resultados alcanzados ponen de relieve una situación de degradación y reducción progresivas de los bosques del África oriental debido a la situación social inducida por la guerra, la presión demográfica y el reducido potencial de superficies forestales. Además, las guerras han aumentado el nivel de pobreza en la zona y han representado un desincentivo para los donantes e inversión.

Los incendios forestales representan un grave problema en la mayor parte de la región. Desafortunadamente, aunque si los países son conscientes de sus consecuencias, casi no existen programas destinados a su monitoreo y control.

La desertificación está afectando gradualmente a las zonas áridas y calurosas del Sudán, Eritrea, Etiopía, Djibouti y Somalia. Los recursos forestales se ven seriamente amenazados por la sequía y por actividades adversas realizadas por los humanos como el pastoreo, los incendios y la agricultura migratoria. Hace falta aplicar con urgencia programas de forestación y reforestación, y las zonas degradadas en los alrededores de asentamientos de grandes proporciones exigen una acción inmediata. También es preciso elaborar programas para reemplazar con otras fuentes de energía, al menos por lo que concierne a las exigencias industriales.

Es necesario desarrollar y aplicar políticas forestales apropiadas; y es urgente llevar a cabo un manejo forestal sostenible, especialmente en los países que dependen de los bosques para la obtención de leña, madera, productos forestales no madereros y el turismo. Los países con recursos forestales escasos o en disminución, como el Sudán, Eritrea y Somalia, necesitan adoptar políticas forestales que sustenten la plantación de árboles y el manejo forestal.

BIBLIOGRAFÍA

Bekele, M. 2000. Ethiopia submission to FRA 2000.

Centre de Coopération Internationale en Recherche agronomique pour le Développement - Institut d’élevage et de Médecine Vétérinaire des Pays Tropicaux (CIRAD-IEMVT). 1991. Carte de la végétation et des ressources pastorales. 1/250 000. Institut de la carte internationale de la végétation (1987).

El Hassan, H.M. & Mohamed, Y. 1999. Comunicación personal.

Etiopía. Ministry of Natural Resources Development and Environmental Protection (MNRDEP). 1994. Ethiopian Forestry Action Program (EFAP).

FAO. 1993. Forest plantation inventory and management planning - Kenya - project findings and recommendations. FO:DP/KEN/86/052. Informe final. Nairobi.

FAO. 1997. Support to forestry and wildlife sub-sector. Pre-investment study. TCP/ERI/6721. Roma

Getachew, E. 1999. Assessment of fuelwood resources in Acacia woodlands in the rift valley of Ethiopia. Towards the development of planning tools for sustainable management. Doctoral thesis. Swedish University of Agricultural Sciences, Umeaa, Suecia.

Hawkes, M.D. 1991. Lower Shabelle Region woodland inventory starter kit - Forestry development and strengthening of the forestry department. GCP/SOM/042/FIN. Roma, FAO.

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Kenya. MENR. 1994. Kenya Forestry Master Plan. Kenya.

Ndambiri, J.K. & Kahuki, C.D. 2000. Kenya submission to FRA 2000.

Sudán. Forest National Corporation (FNC). 2000. Country submission to FRA 2000.

Sudán. FNC. 2001. Summary brief on the forestry sector in the Sudan.

República Unida de Tanzanía. Hunting Technical Services (HTS). 1997. Forest resources mapping project. National Reconnaissance Level Land Use and Natural Resources Mapping Project. Dar es Salaam, United Republic of Tanzania, Ministry of Natural Resources and Tourism (MNRT).

República Unida de Tanzanía - Ministry of Natural Resources and Tourism (MNRT). 1998. National Forest Policy. Dar es Salaam.

Uganda. Forest Department, Ministry of National Resources (FD, MNR). 1996. The national biomass study (NBS). Kampala. www.imul.com/forestry/forestry.html

Uganda. 1998. Country report on assessment of the intergovernmental panel on forest proposal.


[31] Para más detalles sobre cada país véase www.fao.org/forestry

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