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Características relevantes de la agricultura orgánica


La agricultura orgánica presenta una serie de características distintivas. Estos rasgos permiten identificar las fuerzas que actúan en el proceso de crecimiento de la producción y las ventas de los productos orgánicos. Podemos mencionar:

la agricultura orgánica es un sistema de producción orientado a los procesos, más que a los productos;

el proceso de la agricultura orgánica implica restricciones significativas que elevan los costos de producción y comercialización;

los consumidores compran los productos principalmente porque perciben los beneficios que aportan a la salud, a la seguridad en los alimentos y al medio ambiente.

Producción orientada a los procesos

La característica más notable de la agricultura orgánica es el énfasis que pone en el proceso de producción, en vez de en el producto en sí mismo. Con un esquema de certificación creíble, el consumidor tiene la garantía de que los productos se producen de acuerdo con ciertas normas definidas y que seguramente:

tienen un nivel bajo de residuos de plaguicidas;

se cultivan con métodos que son favorables al medio ambiente y que respetan ciertas normas, como por ejemplo, el tratamiento humanitario de los animales;

ofrecen pagos justos a los productores, especialmente en los países en desarrollo.

Estas características no son observables en los productos en sí. Al no saber exactamente qué están comprando, es posible que los consumidores se inclinen a elegir productos que aunque no sean orgánicos ofrezcan características similares, por ejemplo los animales «criados al aire libre». Las ventas orgánicas futuras muy probablemente tendrán que competir con productos que utilizan etiquetas ecológicas, pero que posiblemente no tienen ninguna verificación y son de costos más bajos, comparados con los precios de los productos orgánicos.

La agricultura orgánica es un sistema de producción orientado a los procesos, más que a los productos.

Costos de producción y comercialización

La característica principal de los métodos de producción orgánica es la restricción en el uso de:

fertilizantes y plaguicidas sintéticos para la producción de cultivos y forraje;

productos sanitarios sintéticos, estimulantes y hormonas para el crecimiento en la producción de los animales de cría;

conservantes sintéticos, y radiación en la manipulación postcosecha;

organismos genéticamente modificados, en todas las etapas de la cadena alimenticia.

Estas limitaciones implican la introducción de cambios en las rotaciones para alejarse de los monocultivos, y en los sistemas dedicados sólo a los cultivos, incluir la cría de algunos animales. En las granjas orgánicas, los rendimientos son en general más bajos si se los compara con los de los sistemas agrícolas de altos insumos, especialmente durante los años de conversión. Por ejemplo, en Europa, se observó que el rendimiento de las cosechas de cereales representa aproximadamente un 60 y 70 por ciento de los rendimientos obtenidos con altos insumos externos. La carga animal en los pastos orgánicos también tiende a ser menor[128]. Como en general el ganado ofrece un beneficio por hectárea menor que el de los cultivos, los productores de animales y de cultivos orgánicos se encuentran en doble desventaja, ya que obtienen menos rendimientos, especialmente durante el proceso de conversión, y una mezcla de producción menos favorable. Sin embargo, esto se puede compensar con precios de producción más altos y costos de insumos más bajos. Hay que señalar que muchos agricultores orgánicos europeos reciben subsidios adicionales.

Recuadro 1: Algodón orgánico certificado en Uganda

La producción de algodón se introdujo en Uganda en la década de 1940, pero el sector prácticamente se derrumbó entre 1972 y 1986 debido a los bajos precios, la falta o demora de los pagos y un entorno político desfavorable atribuido a la rebelión armada y a la inseguridad. El período posterior a 1986 presenció una reactivación de la agricultura y un rejuvenecimiento del sector de los cultivos comercializables. Esto pavimentó el camino para la producción orgánica de algodón, junto con la producción convencional, en ciertos distritos de Uganda incluyendo las regiones de bajo potencial en el este y el noreste. En 1994, participaban en la producción orgánica de algodón solamente 200 agricultores. En el año 2000, unos 24 000 habían adoptado los métodos orgánicos.

Sistemas de producción

La mayoría de los productores de algodón son agricultores de bajos recursos que cultivan en pequeña escala. El manejo de la fertilidad del suelo se realiza con prácticas culturales tradicionales, como por ejemplo el uso del barbecho y las rotaciones. La diferencia principal entre la producción orgánica y la convencional es que el algodón convencional se produce con pequeñas cantidades de fertilizantes minerales y plaguicidas químicos mientras que los agricultores orgánicos confían en las rotaciones de los cultivos y en el control natural de las plagas. La producción orgánica de algodón es fundamentalmente una actividad comercial del sector privado, organizada por exportadores, mientras que el sistema convencional está regulado por el gobierno (La Autoridad para el desarrollo del algodón y funcionarios agrícolas).

La producción del algodón convencional no está bien organizada, aunque la Autoridad para el desarrollo del algodón y los funcionarios agrícolas tienen el mandato de facilitar la producción y la comercialización a través de cooperativas. Esta falta de organización se atribuye a un servicio de extensión ineficiente y a los bajos precios.

Apoyo

Al principio, el gobierno se opuso a la producción de algodón orgánico. Sin embargo, a medida que los funcionarios empezaron a observar resultados positivos, comenzaron a eximir a algunas zonas de Uganda de sus campañas de promoción de plaguicidas. Un distrito de Uganda comenzó recientemente a promover las técnicas orgánicas de cultivo. No obstante, la iniciativa de cultivar algodón orgánico ha recibido escaso apoyo en materia de investigación. Por eso se hace necesario que aumentar las posibilidades de esta actividad a través de la investigación y la capacitación.

Al ser impulsada por el mercado, la producción de algodón orgánico se estructura bien si cuenta con un apoyo importante. Los agricultores que se dedican a la producción orgánica del algodón reciben el apoyo de la Promoción para la Exportación de Productos Orgánicos de África (EPOPA), programa regulado por la Autoridad Sueca para el Desarrollo Internacional. EPOPA trabaja con grandes grupos de pequeños agricultores (por ejemplo, cooperativas) y brinda asesoramiento técnico sobre producción y comercialización. También conecta a exportadores e importadores de algodón orgánico con los mercados europeos, por ejemplo Suecia. Algunos grupos de exportadores, como por ejemplo la organización African Fair Trade, participan en el programa como compradores de algodón orgánico, pero también financian los cultivos y le garantizan a los agricultores precios mínimos justos. Dentro de este programa EPOPA, se contrató a un organismo certificador sueco (KRAV) para que prestara servicios de inspección y certificación a los agricultores orgánicos y se están usando los Sistemas de Control Interno (ICS) de acuerdo con las pautas ISO 53. También se brindan servicios de extensión.

Desempeño agrícola y económico

La producción de algodón tiene un rendimiento de 1 000 y 1 250 kg por hectárea sembrada que dan entre 300 y 320 kg de algodón desmotado. Al estudiar los sistemas orgánicos y convencionales, van Elzakker y Tulip (2000) elaboraron un informe que señala que los agricultores orgánicos han comenzado a obtener altos rendimientos de algodón comparados con los de los sistemas de cultivo convencional en los mismos lugares estudiados.

El desempeño económico de la producción de algodón orgánico es mucho más alto que el desempeño de la producción convencional gracias a los sobreprecios recibidos. En promedio, el algodón orgánico recibe un 20 por ciento de sobreprecio en las exportaciones. Aproximadamente la mitad va al agricultor, lo que significa una prima del 15 ó 20 por ciento sobre el precio de salida de la granja. Los agricultores orgánicos pueden, por lo tanto, obtener una buena tasa de rendimiento de su mano de obra, lo que ha provocado que muchos se sientan atraídos por la producción orgánica.

Los exportadores también alcanzan márgenes de ganancia más altos que los exportadores de algodón cultivado con las técnicas convencionales. El costo de inspección y certificación, aunque al principio era alto, bajó sustancialmente desde que la producción orgánica de algodón se ha impuesto.

El algodón convencional recibe un precio bajo y ninguna prima, situación que se ve empeorada por las deficientes infraestructuras de comercialización. Sin embargo, el precio más alto que se paga por el algodón orgánico ha tenido una influencia positiva en el precio convencional, ya que los compradores del algodón convencional se ven forzados a ofrecer mejores precios, (aunque más bajos que los ofrecidos por el algodón orgánico) y otros incentivos, como por ejemplo herramientas de cultivo, para asegurar su aprovisionamiento.

Fuente: Walaga, 1997; van Elzakker y Tulip, 2000

A menudo se puede observar que el desempeño económico de las granjas orgánicas es equiparable al de las granjas convencionales, aun sin subsidios adicionales y, algunas veces, incluso sin sobreprecios. Por ejemplo, en un estudio realizado sobre la agricultura orgánica europea en varios países, se señala que «las ganancias de las granjas orgánicas son bastante similares a las de las granjas convencionales equivalentes.» Los autores[129] hacen la salvedad de que el grado de variación que existe en las muestras es muy elevado y destacan los riesgos y las posibilidades implícitas. En un estudio anterior, Lampkin y Padel (1994) hacen referencia a resultados similares observados en varios países europeos. Un estudio realizado en Dinamarca con datos del año 1996 demostró que tres tipos de granjas orgánicas (cerealeras, lecheras y de cría de cerdos) eran igualmente o más rentables que las granjas convencionales de características similares[130]. En general, es más fácil convertir granjas lecheras que las de cría intensiva de animales.

Gran parte del precio al consumidor está representado por los costos incurridos una vez que los productos, tanto convencionales como orgánicos, salen de la granja. Un pan le cuesta al consumidor entre diez y veinte veces más de lo que recibe el productor por el trigo, en parte debido a las diferentes etapas de procesamiento (almacenamiento, manipulación, distribución, molienda, horneado y venta al por menor). Pero incluso los productos que han sufrido relativamente poco procesamiento, la leche por ejemplo, acaban siendo tres veces más caros en el mercado minorista. Los costos de comercialización de los productos orgánicos son más altos por la necesidad de mantenerlos apartados y de esa manera preservar su identidad orgánica. Además, la certificación y la pequeña escala de distribución contribuyen a elevar los costos. A medida que la agricultura orgánica vaya logrando una mayor participación en el mercado, las economías de escala podrán disminuir estos costos de manera significativa.

Beneficios para el consumidor

No es fácil generalizar sobre las razones por las cuales los consumidores adquieren productos orgánicos[131]. Muchos creen que son mejores para la salud o que tienen mejores cualidades organolépticas. Estas afirmaciones son difíciles de comprobar[132], aunque algunos informes recientes señalan que hay una diferencia real en cuanto al contenido de nutrientes y vitaminas[133]. Para algunas personas, la seguridad de los alimentos parece ser el aspecto fundamental, mientras que para otras, los temas que conciernen al medio ambiente son de primordial importancia.

Se considera que los métodos de producción orgánica, comparados con los de la agricultura convencional, tienen menos efectos perjudiciales sobre el medio ambiente. Esto no es sorprendente, ya que el medio ambiente es el objetivo original de la agricultura orgánica. Una mayor preferencia por la agricultura orgánica reduciría los costos de limpieza ambiental y disminuiría el daño relacionado con las externalidades. Los subsidios a la agricultura orgánica se promocionan como justificados por los beneficios ambientales que esta produce. La agricultura orgánica es un enfoque que se puede utilizar para alcanzar objetivos de calidad ambiental. Los responsables de la formulación de políticas agrícolas están comenzando a evaluar formas de facilitar el desarrollo de la agricultura orgánica para potenciar al máximo los beneficios al medio ambiente.

La agricultura orgánica gana terreno

Superficie con agricultura orgánica certificada

La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM) colaboró con la Fundación para la Ecología y la Agricultura (SOL) en Alemania para obtener cálculos actualizados de la tierra orgánica certificada[134]. De acuerdo con este estudio, la superficie global de la tierra bajo agricultura orgánica certificada en el año 2002 era de 17,8 millones de hectáreas de los cuales:

7,7 m ha están ubicadas en Oceanía (principalmente en Australia);
4,2 m ha en Europa (Italia cuenta con la superficie más grande, 1 millón de hectáreas);
3,7 m ha en América Latina (casi la totalidad en Argentina);
1,3 m ha en América del Norte (EE.UU. con casi 0,9 millones de hectáreas);
94 000 hectáreas en Asia;
60 000 en África.

Figura 1: Cálculos aproximados (bajos) mundiales de las tierras orgánicas certificadas, 2002

La falta de un sistema de recopilación de datos de la agricultura orgánica, de reconocimiento mundial, es un inconveniente serio en términos de confiabilidad de la información. Algunos de los datos publicados por la FAO en el año 2002 sugieren que las cifras mencionadas están por debajo de lo que corresponde a las tierras orgánicas certificadas. En realidad:

Argentina tiene 3,2 millones de hectáreas de tierras orgánicas certificadas[135] (en lugar de los 2,8 millones informadas por SOL);

Uganda tiene 122 000 ha[136] (en vez de las 5 000 hectáreas informadas por SOL);

Sudáfrica tiene 45 000 ha[137] (en vez de las 6 000 hectáreas informadas por SOL);

India[138] estima una superficie de tierras orgánicas certificadas de 41 000 ha (mientras que SOL informa 2 800 ha).

Esos pocos ejemplos insinúan una superficie de tierra orgánica certificada que supera en un medio millón de hectáreas las cifras disponibles.

Uso de la tierra

Menos de la mitad de los 18 millones de hectáreas mundiales de tierra orgánica certificada está destinada a la agricultura. En Australia, alrededor de 7 millones de hectareas certificadas orgánicas son tierras de pastoreo. Estas tierras pertenecen a un grupo económico (Organic Beef Enterprises, OBE), que cuenta con 30 miembros. Un miembro de OBE tiene la propiedad más grande del mundo (994 000 ha) junto con otras cuatro propiedades, con un total de 3 248 290 ha[139]. En Argentina, el 91 por ciento de las tierras orgánicas certificadas (ó 2,9 millones ha) son tierras de pastoreo natural para ovejas y ganado (por ejemplo, la Patagonia) y zonas de bosques para apicultura. También aquí, un solo propietario posee dos extensas propiedades de pastoreo de ovejas que abarcan 0,5 millones de hectáreas[140]. Tanto en Australia como en Argentina, la naturaleza extensiva de los sistemas de cría de animales es la opción de manejo más adecuada para las condiciones de tierras secas y es común que haya grandes granjas. En contraste con estas enormes propiedades dedicadas a la producción orgánica de animales, los pequeños agricultores orgánicos se caracterizan por dedicarse a tierras agrícolas (con unas pocas excepciones).

En los Estados Unidos de América, a fines de los años 90, menos del 1 por ciento de los cultivos y tierras de pastoreo (es decir, 545 000 ha[141]) obtuvo la certificación orgánica a pesar de la rápida expansión (23 por ciento anual) de las ventas minoristas durante esa década.

Las estadísticas del Departamento de Agricultura de los EE.UU. muestran que la superficie de tierras de cultivo orgánico certificado en 1997 era de 345 000 hectáreas, más que el doble de las estimaciones de 1992. Los cultivos más significativos son trigo (50 000 ha), maíz (17 000 ha), cebada (12 000 ha) y avena (12 000 ha). En total, los granos orgánicos mostraron un crecimiento anual del 23 por ciento en los dos años desde la encuesta anterior realizada en 1995. Sin embargo, estos cultivos abarcan sólo el 0,2 por ciento de la superficie total de granos cultivada en los Estados Unidos. En términos de avances en la producción convencional, los cultivos más significativos son la escanda (triticum spelta) (37 por ciento de la superficie convencional), el trigo sarraceno (30 por ciento), las hierbas (37 por ciento) y las verduras mixtas en parcelas que ocupan menos de 2 ha (37 por ciento).

Menos de la mitad de los 18 millones de hectáreas mundiales de tierra orgánica certificada está destinada a la agricultura.

La superficie de las tierras de pastoreo orgánicas en los Estados Unidos ascendía a 200 000 hectáreas en 1997, con un aumento del 80 por ciento respecto a 1995. Aproximadamente un tercio de la superficie orgánica certificada en 1997 se encontraba en Alaska y casi la mitad en Colorado, donde la productividad puede no ser tan alta como la de otras regiones. Existe poca relación entre el número de animales y la superficie orgánica certificada. Las cifras de ganado vacuno cayeron de 6 796 en 1992 a 4 429 en 1997. Los grandes aumentos que se registraron desde 1992 fueron en las vacas lecheras (de 2 265 a 12 897) y las gallinas ponedoras (de 44 000 a 538 000). Si se suman los cultivos, los pastizales y las tierras de pastoreo se obtiene, en el año 1997, una superficie dedicada a la producción orgánica certificada de un 0,2 por ciento del total de la tierra agrícola de los Estados Unidos[142].

Los datos del uso de la tierra agrícola orgánica certificada en la Unión Europea indican un aumento anual promedio del 24,5 por ciento en los cinco años anteriores al 200017. La información reveló una variación considerable en los países de la Unión Europea, con los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia y Suecia) y Austria utilizando por encima de un 5 por ciento de tierras arables. Grecia, Portugal y España muestran índices de crecimiento aún más altos. La contribución más rápida al crecimiento de la Unión Europea en los últimos años proviene de Italia y del Reino Unido, ya que estos países tienen una base de tierras mucho myor que la de los países del norte. Los cambios en los pagos gubernamentales a los agricultores orgánicos aumentaron significativamente la producción orgánica en estos países.

Figura 2: Pastizales orgánicos y tierra arable orgánica en los países con mayor superficie

Recuadro 2: Agricultura orgánica en Australia

En los últimos años hubo en Australia un aumento significativo de la superficie de tierra destinada a la producción de alimentos orgánicos. Se estima que alcanza aproximadamente unos 7,5 millones de hectáreas, de los cuales la gran mayoría se destina a las empresas de carne orgánica. Sólo medio millón de hectáreas se dedica a la producción agrícola.

La definición australiana

La definición australiana de agricultura orgánica afirma que «orgánico (biodinámico, biológico, ecológico o cualquier otro término similar) significa producido por medio de prácticas específicas de manejo que cuidan el medio ambiente y el suelo. Los químicos sintéticos (incluyendo plaguicidas y fertilizantes) no están permitidos fuera de los enumerados en el Anexo I de la Norma Nacional de Productos Orgánicos y Biodinámicos».

Legislación y políticas

La producción orgánica en Australia tiene protección legal desde 1992, con enmiendas de 1998. La legislación cubre la producción de cultivos, la crianza de animales y el procesamiento, empaquetado, almacenamiento, transporte y etiquetado de los alimentos. La legislación no ordena que cada granja que etiquete o venda sus productos como orgánicos deba ser certificada, sólo se implementa para la exportación de los productos agrícolas etiquetados como orgánicos.

Estas normas nacionales se usan para determinar la equivalencia entre los productos orgánicos nacionales e importados producidos orgánicamente. Los organismos de certificación que desean acreditarse conforme a estas normas deben solicitarlo al Servicio Australiano de Inspección y Cuarentena, la autoridad competente que aprueba las acreditaciones. A fines del año 2000 habían obtenido la acreditación del Gobierno siete organismos de certificación australianos. De estos siete organismos de certificación, cinco pueden exportar a la Unión Europea según las disposiciones del Artículo 11 de la Regulación de la UE 2092/91; sin embargo, los siete organismos pueden exportar a países no europeos, por ejemplo Canadá, Japón, Suiza y los Estados Unidos. Sólo un organismo de certificación nacional, la Asociación Nacional para la Agricultura Sostenible, está acreditado ante la IFOAM. En la actualidad, no hay organismos de certificación extranjeros trabajando en Australia y ningún organismo de certificación local trabaja en asociación con organismos de certificación internacionales.

El objetivo de la política gubernamental con respecto a la agricultura orgánica es promover el desarrollo rural y alentar al mismo tiempo la exportación de los productos orgánicos australianos. Los departamentos agrícolas regionales del Gobierno son la estructura responsable de la agricultura orgánica y aunque no hay un apoyo económico directo, en 2000-2001 se entregaron 250 000 $A (aproximadamente 130 000 $EE.UU.) para investigación y hasta 1.000.000 $A (520 000 $EE.UU.) para apoyo de los agricultores. La mayoría de los programas de promoción de la agricultura orgánica fueron, sin embargo, responsabilidad de organismos privados (por ejemplo Agricultores Orgánicos de Canberra y Agricultores Orgánicos de Brisbane) y es a través de estas organizaciones que los agricultores orgánicos acceden a la capacitación y a la asistencia técnica.

El mercado agrícola orgánico

En 1996 se estimaba que el sector orgánico en Australia llegaba a los 90 millones $A (70 millones $EE.UU.) con otros 30 millones $A (23 millones $EE.UU.) proveniente de las exportaciones. Ahora, se calcula que el mercado potencial incluyendo las exportaciones podría superar los 200 millones $A (155 millones $EE.UU.).

Se desconoce el valor total de los productos orgánicos importados, pero consisten principalmente en granos orgánicos de los Estados Unidos. Las exportaciones orgánicas incluyen productos de huerta, granos y productos procesados a Asia; productos de huerta, granos, vino y carne a la Unión Europea y carne a los Estados Unidos.

En el mercado local, los productos orgánicos reciben un sobreprecio importante, comparado con el precio de los productos cultivados con técnicas convencionales. En el caso de los cereales y los productos animales varía entre el 50 por ciento y el 75 por ciento y para las frutas y verduras es en general el 50 por ciento o el 60 por ciento. La mayor parte de los alimentos orgánicos se venden en los supermercados, pero también en comercios especializados y en restaurantes. Hay una sola asociación de comerciantes minoristas orgánicos: la Asociación de Minoristas y Agricultores Orgánicos de Australia, con sede en Victoria.

Fuente: suministrado para FAO por el Servicio de Inspección y Cuarentena Australiano, Mayo 2001

Cuadro 1: Uso de la tierra orgánica certificada en la Unión Europea, 2000

País

Uso de la tierra (ha)

Porción de la superficie agrícola total

Índices de crecimient anual promedio en cinco años

Austria

267 000

7,74

-4

Bélgica

20 265

1,52

43

Dinamarca

165 258

6,09

32

Finlandia

147 423

5,66

27

Francia

370 000

1,22

26

Alemania

546 023

3,15

12

Grecia

24 800

0,43

60

Irlanda

32 355

0,73

21

Italia

1 040 377

6,02

38

Luxemburgo

1 030

0,81

13

Países Bajos

27 820

1,40

17

Portugal

50 000

1,26

36

España

380 920

1,52

74

Suecia

171 682

4,99

16

Reino Unido

500 000

3,15

59

Unión Europea

3 744 953

2,76

24,5

Fuente: Organic Centre Wales.
(los cálculos no incluyen el uso de la tierra orgánica no certificada de Alemania y Suecia).

Hay también una nueva categoría de agricultores orgánicos: los agricultores con subsidios. En países como Austria, Finlandia, Italia y Suecia, una gran proporción de la tierra orgánica es manejada por agricultores que no venden sus productos como orgánicos. Por ejemplo, en Suecia, la tierra manejada orgánicamente representa el 14 por ciento del total de tierras agrícolas. Sin embargo, sólo un 7 por ciento de esta superficie es tierra orgánica certificada. Suecia es el único país de la Unión Europea donde los agricultores orgánicos reciben subsidios sin estar certificados como orgánicos[143].

En Japón, de acuerdo con el informe del Centro de Comercio Internacional (ITC), la superficie de producción orgánica en el año 2000 era de sólo 1 000 ha, apenas 0,02 por ciento de la superficie total en producción. Otros cálculos indican 5 000 hectáreas[144]. Estos cálculos pequeños son coherentes con los cálculos de las importaciones que representan el 80 ó 90 por ciento del mercado.

ITC[145] informa que aproximadamente cien países en desarrollo producen productos orgánicos certificados en cantidades comerciales. La superficie de tierra con manejo orgánico en África, Asia y América Latina es, en la actualidad, pequeña, pero está en rápido crecimiento. Un excelente ejemplo es Argentina, donde la producción orgánica creció desde 231 000 ha en 1997 para alcanzar las 3 200 000 ha en el año 2001, lo que representa un crecimiento del 90 por ciento anual[146]. De igual manera se está expandiendo la tierra con manejo orgánico certificado en África. Las superficies más grandes se encuentran en Uganda (122 000 ha)[147] y Sudáfrica (45 000 ha)[148].

Otros ejemplos de tierras orgánicas certificadas en países en desarrollo son: Brasil (270 000 ha), México (86 000 ha), India (41 000 ha), China (40 000 ha), Perú (27 000 ha), Colombia (23.000 ha), Turquía (21 000 ha), Paraguay (19 000 ha), Túnez (18 000 ha), Marruecos (12 000 ha), Costa Rica (10.000 ha), Rusia (10 000 ha) y Zambia (6 700 ha)[149].

Figura 3: Tierras orgánicas certificadas en algunos países en desarrollo, 2002

Un mercado minorista en expansión

Por falta de datos sobre producción, quizás la mejor información que se puede tomar para evaluar el tamaño y el crecimiento del mercado orgánico sea la venta minorista. ITC estimó que las ventas minoristas de bebidas y alimentos orgánicos en los principales mercados alcanzan unos 16 mil millones de $EE.UU. en 2000, con 7 mil millones de $EE.UU. en Europa y 8 mil millones de $EE.UU. en los Estados Unidos (ver el Cuadro 2).

El mercado japonés está dominado por las importaciones, con un 80 ó 90 por ciento de productos extranjeros. El Departamento de Agricultura de EE.UU. estima que las ventas orgánicas en Japón alcanzaron los 3,2 mil millones de $EE.UU. en 2000 pero quizás sólo el diez por ciento del mercado, 300 millones de $EE.UU., era verdaderamente orgánico[150]. El mercado parece estar creciendo con fuerza (15 por ciento) desde una base mínima, aunque algunos exportadores informan que hay una confusión en el mercado desde la introducción de las Normas Orgánicas de Japón en 2001 y una caída del 90 por ciento en las exportaciones orgánicas a Japón. Parece que algunos minoristas encontraron problemas para la continuidad del abastecimiento bajo las nuevas normas que son más exigentes, y prescindieron de las ventas orgánicas, prefiriendo en su lugar los productos «sin agregados químicos». Muchos de estos productos habían llevado previamente la etiqueta de «orgánicos» y, después de la introducción de las normas, se volvieron a etiquetar y se promocionaron como «verdes»[151]. Otro obstáculo es que la fruta orgánica importada a Japón corre el riesgo de ser fumigada al entrar al país. Si esto ocurre, ya no se podrá vender como orgánica. Estos impedimentos limitan el desarrollo del mercado orgánico en Japón.

ITC estimó que las ventas minoristas de bebidas y alimentos orgánicos en los principales mercados alcanzan unos 16 mil millones de $EE.UU. en 2000, con 7 mil millones de $EE.UU. en Europa y 8 mil millones de $EE.UU. en los Estados Unidos.

Recuadro 3: Agricultura orgánica en los Estados Unidos de América

El mercado agrícola orgánico

Las ventas minoristas de bebidas y alimentos orgánicos en los Estados Unidos ascendieron a unos 8 mil millones $EE.UU. en el año 2 000 (y se esperaba que alcanzaran los 9,5 mil millones $EE.UU. en 2001) convirtiendo a ese país en el mercado más grande del mundo para este grupo de productos. Fuentes de la industria esperan que el fuerte crecimiento experimentado en los últimos años continúe en el mediano y largo plazo, con cálculos que indican que podría alcanzar los 20 mil millones $EE.UU. en 2005. Una comercialización agresiva y la mayor conciencia de los consumidores son fuerzas que impulsan este crecimiento, pero el hecho de que los principales fabricantes de alimentos del país estén interesados en desarrollar líneas de productos orgánicos puede también resultar en un crecimiento del mercado de esos productos.

El Servicio de Investigación Económica (ERS) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) estima que 5 000 agricultores obtuvieron certificación (otorgada por el estado o por organismos de certificación privados) como productores orgánicos en 1997. De acuerdo con los datos de la Fundación de Investigación en Agricultura Orgánica, esta cifra aumentó a 6 600 en 1999 y llegó a 7 800 en enero del 2000. Sin embargo, hay también un número desconocido de agricultores orgánicos no certificados, ya que el Programa Orgánico Nacional (NOP) exime a los pequeños productores del proceso de certificación.

En 1997, 545 000 ha. fueron certificadas como orgánicas en 49 estados, lo que constituye un aumento del 44 por ciento desde 1992. Al tiempo que las tierras de cultivo se beneficiaron con esta expansión y alcanzaron aproximadamente el 63 por ciento del total de las tierras orgánicas en 1997, la superficie de las tierras de pastizales orgánicos descendió a menos del 37 por ciento. Los cinco estados agrícolas más importantes (California, Idaho, Minnesota, Montana y Dakota del Norte) agrupaban casi la mitad del total de las tierras de cultivo en 1997, mientras que los 10 estados más grandes (Colorado, Florida, Iowa, Nebraska y Wisconsin) reunían dos tercios. La Figura adjunta muestra cómo se usa esta tierra orgánica de cultivo. Aunque la tierra de cultivo orgánica se expandió rápidamente en los últimos años, sólo el 0,23 por ciento del total se certificó como orgánica 1997 y existían grandes diferencias entre los distintos tipos de cultivos (ver la Figura a continuación). Por ejemplo, sólo el 0,1 por ciento de los cultivos de maíz, soya y algodón se cultivó con sistemas de manejo orgánico certificado en 1997, comparado con el 1-2 por ciento de los cultivos de avena, centeno, arvejas secas y lentejas, lechuga, manzana y uva y aproximadamente un tercio de trigo sarraceno, escanda (triticum spelta), hierbas y verduras mixtas (entre 30,1 y 37,6 por ciento). No se dispone de estadísticas en cuanto a los volúmenes de producción.

También hubo marcados incrementos entre 1992 y 1997 en el caso de las vacas lecheras orgánicas (469 por ciento), las gallinas ponedoras (1 123 por ciento) y los pollos parrilleros (120 por ciento) contándose con 23 estados que criaron animales orgánicos certificados; aunque en el mismo período, la producción de carne de vaca orgánica disminuyó un 35 por ciento, los cerdos un 65 por ciento y las ovejas y corderos un 42 por ciento. Una vez más no se cuenta con estadísticas sobre los volúmenes de producción; sin embargo, menos del 1 por ciento de la producción total de animales en los Estados Unidos es orgánica. Una de las principales causas es que hasta febrero de 1999 no había etiqueta orgánica para las carnes y aves, mientras que los productos agrícolas y los derivados de animales que no eran carnes tuvieron su etiqueta orgánica ya en 1990. A partir de que el USDA aprobó la etiqueta en 1999, la demanda comenzó a crecer.

De acuerdo con una fuente de la industria, alrededor del 80 por ciento de la producción orgánica proviene en la actualidad de granjas familiares y los agricultores orgánicos producen en áreas más pequeñas que los agricultores convencionales (especialmente en el caso de las verduras). Sin embargo, hay algunas granjas orgánicas que operan en gran escala, por ejemplo, Pavich Family Farms en California, que administra más de 1 600 ha de tierra orgánica y 200 ha en estado de conversión al sistema orgánico. Pavich Family Farms es el agricultor y despachante de uvas de mesa orgánicas más grande del mundo y provee al mercado con más de 60 variedades de frutas y verduras que se comercializan con el nombre comercial Pavich.

Importaciones y exportaciones

Como los productos orgánicos no están clasificados por separado en la Organización Mundial de Aduanas, hay pocas estadísticas disponibles del comercio exterior de productos orgánicos, mientras que los Estados Unidos no tienen estadísticas oficiales, sólo cálculos estimativos. El Estudio sobre Exportación de Productos Orgánicos de los Estados Unidos a Asia y Europa realizado por la Asociación de Comercio Orgánico (OTA, Organic Trade Association) afirma que los Estados Unidos exportan más de 40 millones de $EE.UU. anuales en productos orgánicos al Reino Unido y entre 40 y 60 millones de $EE.UU. a Japón. Las exportaciones orgánicas de los Estados Unidos a Europa crecen aproximadamente un 15 por ciento por año, mientras que las exportaciones a Japón crecieron entre un 30 y un 50 por ciento al año.

A pesar de la gran escala de producción y exportación desde los Estados Unidos, también existen muchas oportunidades para importar. Más específicamente en el caso de los productos tropicales que no se cultivan en los Estados Unidos, los productos de fuera de estación que tienen períodos de escasez temporal o más permanente debido a la mayor demanda, y las especialidades o productos exóticos (por ejemplo, vinos, alimentos autóctonos o alimentos envasados por el comercio minorista).

Canales de distribución

Tradicionalmente, los productos orgánicos se han vendido fuera del sistema de distribución convencional, por ejemplo, en ventas realizadas en las granjas, en los mercados al aire libre, en comercios de comestibles especializados y en los minoristas de productos naturales. De igual manera, la mayor parte del procesamiento y el envasado estaba a cargo de empresas pequeñas y medianas, en lugar de los grandes fabricantes de alimentos. Sin embargo, a medida que el mercado orgánico fue creciendo, las ventas también se trasladaron al comercio minorista tradicional y empezó a participar cada vez más la industria alimenticia convencional.

En general, el consumidor de productos ecológicos puede esperar un sobreprecio del 10 ó 20 por ciento sobre los productos, o un máximo de 25 por ciento. Sobreprecios más altos alejarían a los consumidores. Los exportadores de los países en desarrollo también pueden recibir primas del orden del 10 y 25 por ciento, aunque en algunos casos hasta pueden llegar a ser de 100 por ciento o más, si el producto escasea.

Importadores y proveedores de ingredientes: se encuentran en todo la nación, pero en especial en California y los Estados de Nueva York y Nueva Jersey. Tienden a especializarse en ciertos grupos de productos, como por ejemplo frutas y verduras, frutas secas, especias e hierbas. Algunos de estos proveedores tienen una línea orgánica junto con una convencional, otras se especializan en orgánicos y han construido su negocio desde cero.

Distribuidores y mayoristas de alimentos naturales: hay muchos mayoristas, distribuidores y comerciantes que participan en la distribución de bebidas y alimentos orgánicos en todo el país. Sin embargo, algunas importantes empresas, por ejemplo, las distribuidoras de alimentos naturales, están desempeñando un papel destacado, en particular con los comestibles procesados y envasados. Pueden importar los productos en forma directa o a través de empresas asociadas, pero obtienen la mayor parte de sus productos de importadores orgánicos especializados o de productores y fabricantes internos.

Procesadores y fabricantes de comestibles: en general son empresas pequeñas y medianas que han sido pioneros en el procesamiento y la fabricación de los productos orgánicos y están ubicadas cerca de la comunidad agrícola. Hoy día, las empresas pequeñas todavía desempeñan un papel relevante en la industria orgánica, pero es significativo que haya cada vez más fabricantes y comerciantes tradicionales de comestibles, incluyendo las grandes empresas multinacionales, que estén desarrollando y comercializando líneas de productos ecológicos, para lo que utilizan ingredientes nacionales y extranjeros. De hecho, en la actualidad, la mayor parte de las ventas se realizan a través de dos canales principales: los comercios minoristas de productos naturales y los supermercados convencionales.

Mercados de exportación: el sector privado, la Asociación de Comercio Orgánico (OTA) y el USDA participan activamente en la promoción de las exportaciones de bebidas y alimentos orgánicos de los Estados Unidos. La OTA y USDA financian de manera conjunta algunas actividades para promover las exportaciones, y el Programa para el Acceso a los Mercados, organizado por USDA, entregó 48 000 $EE.UU. en el año 2001 con una cantidad similar prevista para el 2002. En el año 2001, OTA también publicó «Buying Organic Products from the United States» para promocionar las ventas internacionales de los productos orgánicos de los Estados Unidos.

Tierras de cultivo certificadas como orgánicas (1997)

Fuente: ITC, 2002

Los Estados Unidos de América, el único gran mercado por valor de 8 mil millones de dólares en el año 2000, espera un fuerte crecimiento en las ventas minoristas orgánicas, llegando tal vez a los 20 mil millones de $EE.UU. en el año 2005. El cálculo actual representa un crecimiento del 23 por ciento anual sobre los diez años anteriores. El crecimiento de los últimos años se atribuye a las dudas que provocan en los consumidores los organismos modificados genéticamente, y a que los supermercados incluyen líneas orgánicas en sus estantes[152].

Hay algunas evidencias de que las primas orgánicas en los Estados Unidos son tan altas como en Europa. En toda la década del 90 se observaron primas del 100 por ciento en varias frutas y verduras y en los productos lácteos. Kortbetch-Olesen, 2002, señala, sin embargo, que las primas al consumidor se encuentran en general dentro del 10 y el 20 por ciento, aunque los exportadores ocasionalmente pueden recibir sobreprecios del 100 por ciento si escasean los suministros. En los mercados de los Estados Unidos, los consumidores parecen estar más preocupados por el medio ambiente que en Europa, donde la seguridad y la salud de los alimentos parecen ser un problema mayor[153]. El Departamento de Agricultura de EE.UU. pronostica que la agricultura orgánica seguirá siendo un sector en expansión durante un cierto tiempo. En contraste con Europa, el contribuyente norteamericano no ha subsidiado en el pasado a los agricultores orgánicos, aunque algunos estados ofrecen asistencia financiera para la certificación. Es probable que esto cambie con la Ley Agrícola del año 2002 de EE.UU. que ofrece asistencia financiera para la certificación orgánica en todo el país.

Cuadro 2: El mercado internacional de alimentos y bebidas orgánicos

País plazo

Ventas minoristas 2000
($EE.UU.m)

Participación en el mercado
(%)

Índices de crecimiento anual esperado a mediano
(%)

Alemania

2 200-2 400

1,25-1,5

10-15

Reino Unido

1 000-1 050

1,0

25-30

Italia

1 000-1 050

1,0

15-20

Francia

750-800

1,0

15-20

Suiza

425-450

2,0-2,5

15-20

Dinamarca

350-375

2,5-3,0

10-15

Austria

250-300

2,0

10-15

Países Bajos

225-275

0,75-1,0

10-20

Suecia

125-150

1

20-25

Resto de Europa

300-400

-

-

Sub-Total (Europa)

6 625-7 250

-

-

Estados Unidos

8 000

1,5

15-20

Japón

300*

-

15-20

Australia

170

-

-

Nueva Zelanda

59

-

-

Argentina

20

-

-

China

12

-

-

Taiwan

10

-

-

Filipinas

6

-

-

Total

15 202-15 827

1,0

15-20**

Fuente: ITC 2001, Departamento de Agricultura de EE.UU. del año 2000, y cálculos propios.

*ITC calcula las ventas orgánicas japonesas en 2 500 millones $EE.UU., pero esto incluye los alimentos producidos localmente comercializados como «libres de sustancias químicas» o «con bajo contenido de sustancias químicas» (ver el texto).

**Promedio ponderado.

En la Unión Europea, las cadenas minoristas o las empresas procesadoras de alimentos están muy activas aumentando la oferta de productos orgánicos para mejorar la competitividad y responder a la creciente demanda de los consumidores. Los mayoristas o procesadores ofrecen a los productores contratos de largo plazo que garantizan durante varios años un sobreprecio por los productos orgánicos. Los sobreprecios de los productos básicos orgánicos son un 20 por ciento más bajos en los países que tienen una alta participación de cadenas minoristas de alimentos (por ejemplo, Austria, Dinamarca, Suiza), básicamente debido a los menores costos de distribución. En el año 2000, la Unión Europea era un importador neto de cereales, semillas oleaginosas, verduras y carnes orgánicos y un exportador neto de aceitunas, vino y productos lácteos orgánicos. Los sobreprecios variaban desde el 31 por ciento en el caso del vino tinto de mesa orgánico hasta el 113 por ciento para el pollo orgánico. Los países que tienen la mayor participación de productos orgánicos en su mercado (por ejemplo, Dinamarca y Suecia) tienen una etiqueta nacional que cuenta con el reconocimiento de los consumidores[154].

El papel que desempeñan las grandes industrias alimenticias en el impulso de la agricultura orgánica se ilustra con más detalle en el sector lácteo de Nueva Zelanda. El ingreso en septiembre de 2002, de Productos Lácteos de Nueva Zelanda, una división de comercialización de ingredientes y de fabricación con sede en Fonterra, en el procesamiento de leche orgánica para producir quesos cheddar orgánicos está cambiando la composición y el volumen de las exportaciones orgánicas. La decisión de ingresar en el mercado orgánico se tomó después de una extensa evaluación para comprobar si el mercado garantizaría que las primas de por lo menos el 20 por ciento fueran sostenibles a largo plazo, a fin de justificar la estructura de mayores costos (tanto de la producción como del procesamiento en la granja)[155].

En la mayoría de los países en desarrollo no hay mercados para los productos orgánicos certificados. Sin embargo, en algunos países se están desarrollando mercados orgánicos urbanos (por ejemplo, en Argentina, Brasil, China, Egipto, Jordania). Se espera que la mayor demanda de alimentos orgánicos en los países desarrollados beneficie a las exportaciones de los países en desarrollo, a través de nuevas oportunidades de mercado y sobreprecios, especialmente para los productos tropicales y fuera de estación. Los exportadores de los países en desarrollo, no obstante, necesitarán igualar las condiciones de producción y certificación de los exportadores de los países desarrollados y superar las preferencias de los consumidores por la producción local.

Características de los mercados

Variaciones en la participación de los mercados

A pesar de las altas tasas de crecimiento, las ventas de los productos agrícolas orgánicos en los países industrializados en el año 2000 se estimaron en menos del 2 por ciento del total de las ventas minoristas mundiales de comestibles. No obstante, en determinados países y para determinados productos, la participación de los productos agrícolas orgánicos en el mercado puede ser apreciablemente mayor. Los productos de huerta orgánicos de la Columbia Británica, en Canadá, ocupan un 8,7 por ciento de las ventas comerciales[156]. Las ventas de alimentos orgánicos en Dinamarca ocuparon el 3 por ciento del mercado. En Alemania, ciertos productos básicos como por ejemplo los productos lácteos orgánicos ocupan más del 10 por ciento del mercado y los alimentos orgánicos para bebés entre el 80 y el 90 por ciento[157]. El café orgánico representa el 0,2 por ciento del consumo mundial de café y ocupa el 0,5 por ciento de los mercados de café de los Estados Unidos y de la Unión Europea[158].

Flujo y reflujo de las ventas

A pesar de los índices de crecimientos positivos que se enumeran en el Cuadro 2, las ventas orgánicas se han estancado en algunos mercados en países que previamente tuvieron un crecimiento sostenible durante varios años (por ejemplo, Austria, Dinamarca, los Países Bajos y Suiza)[159]. Esto indica que los mercados no se expanden de manera continua y pueden revertirse debido tanto a cambios en la oferta que aumentan o reducen los precios, como a los efectos de las políticas y promociones o a la inconstancia de los compradores. Está claro que los diferentes mercados están siendo impulsados por una variedad de factores.

El crecimiento del consumo de verduras orgánicas se detuvo en los Países Bajos en 1997, aunque se duplicó en Bélgica, Grecia y Suiza[160]. Las ventas de cereales también se redujeron en los Países Bajos desde 1993 a 1997[161] mientras que el crecimiento continuó siendo fuerte en Finlandia. En los Estados Unidos, el sector orgánico creció rápidamente entre 1972 y 1975, luego se hundió y comenzó a crecer nuevamente entre 1978 y 1981. Entre 1981 y 1983, el sector orgánico de los Estados Unidos no quedó excluido de la sucesión de quiebras que afectaron a todo el sector agrícola. Combinado con la desfavorable política del USDA hacia la agricultura orgánica, fue necesaria una década para reconstruir la infraestructura de producción y comercialización de los productos orgánicos básicos y volver a los niveles que había tenido en los años 80.

No parece haber una relación evidente entre la participación de la producción orgánica medida en superficie bajo manejo orgánico y la participación en el mercado orgánico, en Europa al menos[162]. Los mercados de los productos lácteos varían diez veces si se comparan los índices de Suecia (2-3 por ciento) y de Finlandia (0,2-0,3 por ciento), aunque la porción de tierra con manejo orgánico es similar.

Falta de transparencia en los mercados

ITC informa que «la transparencia de los mercados orgánicos está lejos de ser óptima»: es necesario recopilar datos durante varios años para poder identificar los mercados en aumento y pronosticar su desarrollo.

A medida que los mercados maduran, es razonable esperar que la información vaya fluyendo rápidamente a través de ellos, lo que implicará que los productores, distribuidores y consumidores respondan de manera inmediata a los cambios. Esto se muestra por la ausencia de sacudidas fuertes de precios y de diferencias de precios regionales entre los mercados. En el caso de los productos básicos de fácil almacenamiento y transporte, por ejemplo trigo y arroz, sería esperable encontrar precios relativamente similares en todo el mercado europeo. En el sector orgánico, esto parece válido en el caso de los productos lácteos, con sobreprecios en toda Europa de alrededor del 20-30 por ciento, pero no así en los otros productos principales.

A medida que el mercado orgánico madure, también deberá tornarse más eficiente. La oferta excesiva de productos orgánicos no puede ser absorbida por los mercados a menos que todos participantes trabajen conjuntamente para beneficiarse de las economías de escala. Los mayores volúmenes de productos orgánicos deben resultar en una disminución de los sobreprecios orgánicos, en particular al reducir los costos de transporte y el margen de la comercialización.

A medida que el mercado orgánico madure, deberá tornarse más eficiente. La oferta excesiva de productos orgánicos no puede ser absorbida por los mercados a menos que todos los participantes trabajen conjuntamente para beneficiarse de las economías de escala.

Márgenes de comercialización altos

Los márgenes de comercialización representan un impedimento para la rápida expansión futura del sector alimentario orgánico. Tradicionalmente, los productos orgánicos se vendían a través de canales alternativos, es decir, con entregas a domicilio, en las granjas, en los mercados al aire libre y en los comercios de alimentos naturales en vez de los supermercados. Algunos consumidores gozaban del placer de conseguir sus comestibles directamente de manos de los productores, casi como si ellos mismos los cultivaran, y los productores tenían la oportunidad de recoger parte de los márgenes de comercialización.

Con el aumento de las distancias entre los productores y consumidores, y con el ingreso de comerciantes y minoristas al sector orgánico, los márgenes de comercialización aumentaron. Existen, desde ya, razones para la existencia de estos altos márgenes. Los márgenes reflejan los pagos de almacenamiento, transporte, manipulación, empaquetado, procesamiento y seguros. Como los productores orgánicos representan una pequeña proporción de la industria alimenticia, los productores individuales están dispersos, lo que suma costos de transporte. El almacenamiento puede ser más caro al no utilizarse plaguicidas. La necesidad de separar los productos puede aumentar los costos de manipulación y exige empaquetado y etiquetado individual. Algunas veces, la falta de infraestructura (molinos que puedan mantener la separación entre los productos convencionales y orgánicos) hizo que los productores tuvieran que realizar ellos mismos algunas tareas de manipulación.

Pequeña economía de escala

Aparentemente hay posibilidades de reducir los costos de comercialización a medida que el mercado orgánico crezca. Las economías de escala deberían reducir estos costos para acercarse a los márgenes de los productos convencionales. Si los costos de comercialización se pudieran reducir a los niveles convencionales, los costos adicionales de producción del 10-20 por ciento, e incluso el 50 por ciento, pasarían inadvertidos a los consumidores. La consecuencia de esto sería una rápida expansión del mercado orgánico.

Por ejemplo, el producto convencional por el cual el agricultor recibe 100 $EE.UU. se vende al consumidor final a 200 $EE.UU. Los sobreprecios orgánicos del 25 y 20 por ciento para el productor y el consumidor respectivamente implican que los productores orgánicos están recibiendo 125 $EE.UU. (=100 $EE.UU. *125 por ciento) y los consumidores orgánicos están pagando 240 $EE.UU. (=200 $EE.UU. *120 por ciento). Por lo tanto, el margen de comercialización orgánico es de 115 $EE.UU. (es decir, 240 $EE.UU.-125 $EE.UU.) comparado con el margen convencional de 100 $EE.UU. (es decir, 200 $EE.UU.-100 $EE.UU.). Cuando los márgenes de comercialización son altos, como por ejemplo en el caso de los productos con un alto grado de procesamiento, la prima minorista debería ser relativamente pequeña. Este es el caso de los cereales dinamarqueses (Cuadro 3). Cuando la prima minorista es cero, los costos de producción extra se absorben antes de llegar al consumidor.

Cuadro 3: Primas del productor y el minorista en Dinamarca, 1997-1998

Producto orgánico

Prima del productor (%)

Prima del minorista (%)

Verduras

25-50

20-50

Cereales

60-70

0-20

Productos lácteos

20-25

20-30

Papas

25-50

20-50

Frutas

>100

50-100

Fuente: Michelsen et al., 1999.

Alimentos con mínimo procesamiento

Los consumidores de productos orgánicos han manifestado siempre una preferencia por los alimentos que tienen poco procesamiento y las normas orgánicas reflejan esto hasta cierto punto, al alentar niveles mínimos de procesamiento. En la actualidad, la proporción de los productos procesados y el grado de procesamiento es más bien bajo, con la sola excepción, quizá, de los productos lácteos, bebidas y cereales. Este bajo nivel de procesamiento se puede atribuir a los valores tradicionalmente aceptados del significado del término orgánico, y la preocupación sobre la necesidad, o la ausencia, de aditivos para preservar el producto.

El procesamiento limitado restringe la variedad de productos que se pueden vender. A medida que la industria orgánica se desarrolla y se desplaza hacia los mercados tradicionales, aparece una mayor presión por parte de algunos productores y consumidores para que se aumenten los niveles de procesamiento. El desarrollo de la venta en los supermercados, que en general utilizan sistemas integrados verticalmente desde el productor al consumidor, hizo que aumentara la variedad de alimentos orgánicos procesados. Estas empresas tienen más posibilidades de buscar materia prima en el exterior. Existe un comercio cada vez mayor de productos que se envían desde los países en desarrollo a los países desarrollados para ser procesados. Un mayor nivel de procesamiento significa que las imperfecciones superficiales dejan de ser importantes en el caso de varios productos orgánicos, por ejemplo las frutas y verduras. Esta tendencia hacia la industrialización de la agricultura orgánica es resistida por muchos en la comunidad orgánica, ya que la consideran como un alejamiento de los valores tradicionales. El tamaño y la naturaleza del mercado orgánico certificado del futuro dependen en cierto modo de cómo se resuelva este tema.

Recuadro 4: Agricultura orgánica en Sudáfrica

Legislación

El sector orgánico certificado en Sudáfrica está surgiendo y todavía es muy pequeño. Actualmente, el gobierno sudafricano está elaborando normas nacionales mínimas para la agricultura orgánica. Estarán basadas en las recomendaciones de IFOAM, en las regulaciones de la Unión Europea y en fragmentos de las pautas del Codex Alimentarius, adecuadas a las condiciones sudafricanas. Cubrirán la producción de cultivos, la cría de animales, el procesamiento de los alimentos y la manipulación y etiquetado y obligarán a cada granja que venda o etiquete productos orgánicos a estar certificada. Se espera que estas normas sean aprobadas en el Parlamento con carácter de ley en el 2002. Entretanto, la Ley de Productos Agrícolas de 1990 (Ley 119 de 1990) incluye disposiciones que rigen la producción orgánica.

Apoyo para la agricultura orgánica

Aunque el Ministerio de Agricultura, a través del Directorio de Salud y Calidad Vegetal, es la agencia gubernamental responsable de la agricultura orgánica, el gobierno en sí no tiene una política formal que la promocione. Por el momento no hay programas de apoyo económico para la agricultura orgánica ni disposiciones presupuestarias específicas para la investigación, la capacitación o el apoyo a los mercados. La mayor parte del apoyo que recibe la agricultura orgánica en Sudáfrica proviene, por lo tanto, del sector privado, por ejemplo de la Asociación de Agricultura Orgánica de Sudáfrica (OAASA), la Asociación de Productores Orgánicos del Cabo y la Asociación Biodinámica de Sudáfrica. Estas instituciones han organizado cursos de capacitación para los agricultores, han iniciado campañas de concientización mediante la publicación y distribución de material escrito y realizan con regularidad campañas de información en los supermercados.

Inspección y certificación

La inspección y certificación de las granjas orgánicas de Sudáfrica se realiza a través de organismos de acreditación internacionales (por ejemplo ECOCERT, Soil Association y Société Générale de Surveillance (SGS)) y nacionales (por ejemplo, Afrisco y Bio- Org de Pretoria). De todos los organismos de certificación internacionales que funcionan en Sudáfrica, sólo SGS tiene una sucursal en Sudáfrica. Sin embargo, todos certifican los productos para exportarlos a los países de la Unión Europea según las disposiciones del Artículo 11 de la Regulación de la UE 2092/91. Los dos organismos de acreditación sudafricanos se manejan con los anteproyectos de las normas que está elaborando el gobierno. Todos los organismos de certificación se deben registrar ante el gobierno. Una vez que los anteproyectos entren en vigencia, los organismos de certificación deberán aplicar las normas mínimas y serán supervisados. El Departamento Nacional de Agricultura acreditará a los organismos de certificación.

El mercado orgánico

Los productos orgánicos en Sudáfrica en general se venden en los supermercados, en entregas a domicilio, directamente del agricultor, a través de restaurantes especializados y en mercados orgánicos especiales. Algunas escuelas han comenzado a servir comida orgánica. Se estima que las verduras reciben un sobreprecio de alrededor del 15 por ciento, mientras que las frutas y los productos animales reciben en general sobreprecios de aproximadamente un 10 por ciento.

Hay muchas etiquetas ecológicas en el mercado de Sudáfrica, aparte de las que proporcionan los tres organismos de certificación internacionales; muchos agricultores tienen sus propias marcas comerciales o comercializan los productos con el nombre de sus granjas o empresas, por ejemplo: Wensleydale (frutas y verduras), Sunmark (frutas y verduras), Pecans (nueces), Down to Earth Herbs (hierbas), Spier (frutas y verduras), Nature’s Best (granos, hierbas y verduras), Organic World (granos, frutas secas y semillas) además de muchas otras.

Aunque el sector orgánico en Sudáfrica se encuentra en sus inicios, con cálculos oficiales que le atribuyeron sólo 5 000 ha orgánicas certificadas en el año 2000 y otras 1 000 en conversión, los agricultores orgánicos sudafricanos producen una gran variedad de productos. Entre ellos se incluyen cereales de varios tipos; verduras, raíces y tubérculos; hierbas y especias; frutas, nueces y té de ruibarbo. También se producen vino y aceite de oliva orgánico y se comenzaron a explotar tambos orgánicos en el noroeste.

De acuerdo con OAASA, sin embargo, la oferta de productos orgánicos es menor que la demanda. Por lo tanto, se importan muchos productos orgánicos, incluyendo granos, frutas secas, té de hierbas y té de Ceilán, alimentos procesados, salsas y productos de soya de Egipto, Europa, el Reino Unido y los Estados Unidos. También se importan de Nueva Zelanda frutas y verduras. Por otra parte, las exportaciones son básicamente hacia Europa e incluyen verduras y productos vegetales, frutas procesadas, azúcar, vino y té de ruibarbo. También se exportan uvas a los Estados Unidos.

La agricultura orgánica no certificada

No todos los agricultores orgánicos de Sudáfrica están certificados, aunque sigan los principios de la agricultura ecológica. OAASA estima que hay aproximadamente 100 agricultores que practican el cultivo orgánico pero no están certificados, ocupando unas 1 000 ha. Los destinos principales para sus productos son los mercados locales de los pueblos o los mercados de agricultores.

Perspectivas y restricciones

Como sucede en muchos sectores orgánicos en desarrollo, es necesario superar una serie de desafíos. Tal vez lo más importante, es que Sudáfrica carece de inspectores y auditores entrenados, y esto limita la capacidad de garantizar el cumplimiento de las normas agrícolas orgánicas. La infraestructura es débil, los costos de certificación son restrictivos y el conocimiento general del consumidor acerca de los beneficios de la agricultura orgánica es bajo.

Estimación de la superficie productiva de cultivos orgánicos (ha) 2000

Fuente: suministrado para FAO por el Departamento Nacional de Agricultura, Sudáfrica, enero 2002

Características del comercio internacional

Flujos comerciales

Si bien no se dispone de datos oficiales sobre el comercio de productos orgánicos, las evidencias muestran que, con la demanda sobrepasando a la producción, el comercio de los productos orgánicos en los países desarrollados es relativamente significativo.

Gran parte del intercambio comercial orgánico se realiza entre los países de la Unión Europea y entre los países del NAFTA. En cuanto al comercio orgánico intercontinental, se realiza entre los Estados Unidos y Europa. Un tercio de la producción orgánica de los Estados Unidos se exporta, principalmente a Canadá, Europa y Japón. Como se ha visto anteriormente, el 80-90 por ciento de los productos orgánicos que se consumen en Japón es de origen importado. Alrededor del 70 por ciento del consumo del Reino Unido es importado, principalmente de otros miembros de la Unión Europea.

Cada vez más, los países en desarrollo pueden cumplir con los requisitos de las normas correspondientes y proveen productos tropicales y de contraestación. Los mercados exportadores son el principal punto de venta para los productores orgánicos de muchos de los países en desarrollo, dada la pequeñez de los mercados locales. Egipto y Marruecos tienen la ventaja de la proximidad del expansivo mercado europeo, que busca productos frescos, naranjas por ejemplo, a lo largo de todo el año. Argentina tiene status de «Tercer País» en la UE, reduciendo los costos de recertificación y de inspección. China tiene el potencial de ser un país exportador clave aun en en desarrollo, con una gran superficie agrícola, costos bajos de mano de obra, y el mercado japonés muy cerca. En el futuro, los países que se unan a la Unión Europea tendrán mayores oportunidades para exportar a los miembros actuales. Chile está aumentando sus exportaciones de productos de huerta de contraestación a América del Norte.

Cada vez más, los países en desarrollo pueden cumplir con los requisitos de las normas correspondientes y proveen productos tropicales y de contraestación.

Acceso a los mercados

En términos de acceso al mercado, los productos orgánicos no tienen per se un acceso preferencial con respecto a los productos convencionales, y existen aranceles significativos (del 100 por ciento o más) sobre muchos de los productos agrícolas en la mayoría de los países desarrollados. No obstante, los aranceles agrícolas tienen un componente específico (que es $EE.UU./t) de modo que las mercaderías de alto valor tienen un porcentaje menor. Por ejemplo, las importaciones de arroz al Japón atraen un derecho aduanero de 402 yen ($EE.UU. 3,07) por kg. En términos de porcentajes, esto representa una tasa mayor sobre el arroz convencional comparado con el arroz orgánico de mayor precio. Como resultado, estos aranceles específicos favorecen la importación de los productos orgánicos.

Desde 1995, se importan muchos productos agrícolas con distintos tipos de arancel, con importaciones con sistema de cuotas que atraen un arancel nominal de un 5 por ciento, por ejemplo, mientras que las importaciones que exceden la cuota pueden enfrentar aranceles de 50 o 100 por ciento más. En estos niveles, los aranceles pueden, en verdad, evitar que ingresen importaciones que superen la cuota, lo cual es exactamente la intención en la mayoría de los casos. Las restricciones de este tipo deberían favorecer los productos de alto valor, como los artículos orgánicos. Esto se debe a que las cuotas se basan en las cantidades físicas y se puede proveer un mayor valor de exportaciones si el valor por unidad es más alto.

Sin embargo, lo que realmente sucede depende de cómo se administran las cuotas. Muchas son asignadas a los países que ya han exportado en el pasado. Esto dificulta el ingreso de países que no tienen una historia de exportaciones en el mercado. El segundo método es por orden de llegada. Esto significa que la cuota se asigna a quienes la solicitan por orden de llegada. Este método favorece a los países que tienen la capacidad de exportar a comienzos del período contable. No queda claro si esto favorece o no a los exportadores orgánicos. Por lo tanto, los cambios en los métodos con los que las importaciones se regulan pueden afectar a diferentes cultivos y a diferentes países de distintas maneras, algunos favoreciendo a los productores orgánicos, otros actuando en contra.


[128] Offermann y Nieberg, 1999.
[129] Op cit, nota 2.
[130] Wynen, 1998.
[131] Ver como ejemplo Lockie, et al., 2001.
[132] Stolze, et al., 2000.
[133] Soil Association, 2001; Worthington, 2001.
[134] Yussefi y Willer, 2002.
[135] SENASA, citado en Montenegro, 2002.
[136] Charles Walaga (comunicación personal).
[137] Gunnar Rundgren (comunicación personal).
[138] Ministerio de Agricultura, India (comunicación personal).
[139] Tim Marshall (comunicación personal).
[140] Laura Montenegro (comunicación personal).
[141] Datos de USDA informados en ITC, 2002. SOL informa un total de tierras orgánicas en los EE.UU. de 900 000 ha. El Servicio de Investigación Económica de USDA publicará los datos de agricultura orgánica correspondientes al período 2000-2001 en octubre de 2002.
[142] Greene, 2001.
[143] The Organic Standard, julio de 2002.
[144] Yussefi y Willer, 2002.
[145] ITC, 1998.
[146] Montenegro, 2002.
[147] Charles Walaga (comunicación personal).
[148] Gunnar Rundgren (comunicación personal).
[149] Con excepción de Brasil e India, estas cifras se obtuvieron de Yussefi y Willer, 2002.
[150] USDA, 2000.
[151] Mayo de 2001.
[152] ITC, 2002.
[153] Michelsen et al., 1999.
[154] Hamm, Gronefeld y Halpin, 2002.
[155] US/FAS, 2002.
[156] Macey, 2002.
[157] Bernard Declercq (comunicación personal).
[158] Vieira, 2001.
[159] Kortbech-Olesen, 2002.
[160] Michelsen et al., 1999.
[161] Los datos de los Países Bajos se deben interpretar con cautela, porque muchos productos son simplemente reexportados.
[162] Michelsen et al., 1999.

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