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4. Panorama general de los estudios de medición de la capacidad


La medición de la capacidad y las tasas de utilización de la capacidad en varios sectores de la economía no constituyen un fenómeno nuevo.[29] Se han realizado estudios sobre la capacidad y la eficiencia en los sectores de la agricultura, la medicina y la industria manufacturera, así como en la pesca nacional y extranjera.

Por ejemplo, Morrison (1985) utilizó los datos anuales de la industria manufacturera de los Estados Unidos correspondientes a 1954-1980 para elaborar y comparar índices tradicionales y mediciones alternativas de utilización de la capacidad económica. El método de fronteras de producción estocástica se ha utilizado para realizar un estudio comparativo de los agricultores que cultivan trigo en el Pakistán (Battese y Broca, 1996) y para determinar la eficiencia técnica de 26 servicios de abastecimiento de agua en las zonas rurales de Nevada (Bhattacharyya y otros, 1995). Reinhard y Thijssen (1998) utilizaron un enfoque de función de distancia para definir y estimar la medición de la eficiencia de utilización de un recurso estudiando un grupo de granjas de producción láctea de Holanda para caracterizar la contaminación de fuente no localizada. Fare y otros (1989) elaboraron un enfoque no paramétrico para medir la capacidad, la competencia y la eficiencia en hospitales.

Estos estudios son indicativos de la metrología de la capacidad que se ha utilizado en numerosas industrias y que es bien aceptada por los científicos y también por una amplia variedad de administradores y responsables de la adopción de decisiones. Lo nuevo es el deseo de los administradores pesqueros de abordar explícitamente la cuestión de la capacidad pesquera.

Aunque los niveles de utilización excesiva de la capacidad se mencionan en diversos estudios sobre la pesca internacionales o de los Estados Unidos, la naturaleza peculiar de la mayor parte de las pesquerías a menudo se deja de lado cuando se emplean métodos tradicionales de medición de la capacidad. El enfoque metodológico tradicional supone la existencia de mercados relativamente eficientes para la asignación de los bienes y servicios utilizados en el proceso de producción.

En la mayor parte de las pesquerías estadounidenses e internacionales, existen amplias externalidades de mercado (usualmente denominadas "externalidades de dominio público"), que dan lugar a un conjunto de incentivos que pueden causar graves deficiencias en la asignación de los recursos utilizados en el proceso de producción. Un síntoma de esta mala asignación de recursos es la utilización excesiva de capital y mano de obra en la producción de pescado.

Como consecuencia de ello, las estimaciones de utilización de la capacidad basadas en los métodos actualmente existentes de análisis envolvente de datos (AED) y de fronteras de producción estocástica (FPE) indican estimaciones del exceso de capacidad demasiado grandes en las pesquerías de libre acceso y de libre acceso reglamentado cuando se utilizan reglamentos de mando y control para tratar de limitar los niveles de captura.

Lo más importante para los administradores pesqueros es que estos métodos elaborados para medir el exceso de capacidad en una pesquería de libre acceso reglamentado no dan cuenta correctamente de la sobrecapacidad que existe como resultado de la externalidad de dominio público.

4.1 Medición de la capacidad en la pesca mundial

El interés por el problema de la capacidad pesquera ha aumentado continuamente durante el último decenio, tanto a nivel internacional como nacional, y los estudios internacionales que han tratado de medir los niveles de capacidad pesquera mundial a menudo se citan como ejemplos del modo en que los niveles excesivos de inversiones en la tecnología de captura pesquera han dado lugar a una gran reducción de las poblaciones mundiales de peces.

Por ejemplo, Fitzpatrick (1995) calculó un aumento del 270 por ciento de la media del potencial de pesca entre 1965 y 1995; básicamente, una tasa media de crecimiento anual del 9 por ciento. Este incremento del potencial de pesca de los buques se ha visto acompañado de un aumento del total de buques, de 0,6 millones en 1970 a 1,2 millones en 1992, es decir, una tasa media de crecimiento anual del 2,2 por ciento. García y Newton (1995) estimaron que la capacidad pesquera mundial se debería reducir en un 25 por ciento para que los ingresos cubrieran los costos de explotación, y en un 53 por ciento para que los ingresos cubrieran los costos totales. De modo análogo, se necesitaría una reducción sustancial de la capacidad de la flota mundial - quizá una reducción de hasta el 50 por ciento de la capacidad pesquera mundial existente - para que los niveles guardaran proporción con la productividad sostenible de los recursos (Mace, 1996).

En otros estudios, como en un resumen de los resultados de varios análisis de AED y de cresta a cresta de la capacidad pesquera en los que se utilizaron principalmente datos sobre los insumos de determinadas pesquerías del Canadá y de Estados Miembros de la FAO (Hsu, 2000), se constató que:

4.2 Medición de la capacidad en determinadas pesquerías comerciales

Aunque la bibliografía sobre la capacidad en la pesca comercial no es abundante, varios documentos y estudios de casos han arrojado alguna luz sobre distintos aspectos de este complejo problema:

El estudio realizado por Ward y otros (2000) ofrece una fuente de información que se puede utilizar para ayudar a determinar si el exceso de capacidad constituye un problema grave en una determinada pesquería. Este estudio analiza la bibliografía publicada disponible y evalúa los niveles de capacidad en las pesquerías estadounidenses utilizando estas mediciones aceptadas de la capacidad y la utilización de capacidad.

4.2.1 Primeros estudios

Uno de los primeros esfuerzos para estimar los niveles de capacidad en la pesca de los Estados Unidos fue realizado por Ballard y Roberts (1977), que utilizaron el método de cresta a cresta para estimar las tasas de utilización de la capacidad de 10 pesquerías costeras del Pacífico que, en 1973, representaban el 86 por ciento del valor en dólares y el 72 por ciento del peso total de desembarques en la región del Pacífico. A lo largo del período de 24 años, el tonelaje en estas pesquerías aumentó un 197,4 por ciento, el valor real de la pesquería aumentó sólo un 65,4 por ciento, y las capturas se redujeron en un 0,5 por ciento. En el Cuadro 1 se indica que el nivel de utilización de la capacidad se redujo durante el período analizado.

Sin embargo, este enfoque requiere algunas advertencias. En primer lugar, las cifras sólo indican que existen posibilidades de un aumento de las capturas sin nuevas aportaciones importantes de capital, esto es, que una tasa de utilización de la capacidad del 50 por ciento no significa que la flota sería económicamente más eficiente con una reducción de su tamaño del 50 por ciento. En segundo lugar, las fluctuaciones de las condiciones meteorológicas o de las poblaciones biológicas pueden dar lugar a la exageración de la capacidad de captura potencial de la flota, haciendo que los años de cresta sean anormalmente elevados y los otros años parezcan excesivamente bajos. En tercer lugar, la tendencia tecnológica utilizada para estimar la producción potencial por unidad de insumo se calcula como cambio porcentual en la producción por unidad de insumo a lo largo del período transcurrido entre las crestas y, como resultado de ello, puede verse influido por políticas reglamentarias y cambios en los niveles de aptitud laboral, ocasionando estimaciones sesgadas de las tasas de capacidad.

Smith y Hanna (1990) estimaron tasas de utilización de la capacidad para la pesca con redes de arrastre de fondo de Oregón entre 1976 y 1985. La utilización de la capacidad se calculó multiplicando el número de buques, su tamaño, la eficiencia técnica y el número de viajes. En el Cuadro 2 se indica que la utilización alcanzó su máximo en 1976 y se redujo hasta el 3,9 por ciento en 1980.

Cuadro 1 Tasas de utilización de la capacidad en 10 importantes pesquerías de la costa del Pacífico
(Ballard y Roberts, 1977)

AÑO

ESPECIES

ATÚN BLANCO

CANGREJO DE DUNGENESS

CENTOLLA

PECES DE FONDO

ARENQUE

SALMÓN (PESCA POR ENMALLE)

SALMÓN (CACEO)

SALMÓN (REDES DE CERCO)

CAMARÓN

ATÚN TROPICAL

1956

92,7










1957

107,3*



100,0*







1958

69,6



102,3*







1959

89,3

100,0*

88,3

100,0*

100,0*





73,4

1960

49,6

90,3

84,8

57,8

49,9

28,1

2,8

7,2

85,2

78,4

1961

48,1

81,2

100,0*

56,2

46,0

27,6

3,4

12,2

100,0*

100,0*

1962

64,2

58,3

83,5

68,0

70,6

22,1

3,7

14,0

68,4

85,9

1963

80,8

60,9

100,0

67,8

68,1

15,5

5,0

12,5

70,0

85,6

1964

67,3

53,2

76,3

64,9

69,5

24,1

4,8

17,4

55,4

100,0*

1965

46,5

59,0

100,0*

74,5

53,1

33,6

4,5

10,2

60,0

93,7

1966

37,5

84,8

67,9

67,1

29,6

27,2

3,7

18,3

100,0*

75,4

1967

48,0

90,8

66,5

58,4

27,0

18,8

4,0

8,2

67,0

100,0*

1968

47,7

100,0*

29,9

61,1

60,3

16,8

2,9

15,7

84,1

77,8

1969

36,2

73,5

20,8

61,1

47,2

15,5

2,1

11,3

73,4

74,1

1970

47,2

82,2

18,5

58,4

30,2

28,4

3,1

13,8

100,0*

76,8

1971

39,1

47,2

26,1

41,2

10,3

18,2

3,1

12,9

83,2

61,2

1972

44,6

27,4

34,8

53,4

26,2

15,3

2,5

9,0

66,4

53,0

1973

33,6

14,3

21,1

52,0

19,4

11,5

2,8

7,6

74,4

51,0

1974










46,5

1975










42,6

* indica un año cresta para la evaluación de tendencias

Cuadro 2 Utilización anual de capacidad de la flota con redes de arrastre en Oregón, 1976-85 (Smith y Hanna, 1990)

AÑO

CAPACIDAD ANUAL DE LA FLOTA*

CAPACIDAD DE CAPTURA ANUAL EN TONELADAS NETAS

UTILIZACIÓN EN % CAPTURA/CAPACIDAD

1976

74480

6258

8,4

1977

80322

5235

6,5

1978

131487

7958

6,1

1979

216792

11389

5,3

1980

238294

9356

3,9

1981

220382

11326

5,1

1982

294240

15810

5,4

1983

278051

16233

5,8

1984

245448

11650

4,7

1985

206949

11612

5,6

*La capacidad de la flota en el Cuadro 2, Smith y Hanna (1990), prevé 28 viajes.

La eliminación de la pesca extranjera entre 1976 y 1982 hizo que la flota nacional triplicara su capacidad, ya que nuevos buques de mayor tamaño ingresaron en la pesquería. Las grandes capturas de rascacios iniciadas en 1981 hicieron que las tasas de utilización de la capacidad aumentaran hasta 1983. La recesión de 1982 hizo que los costos fijos y variables de la pesquería aumentaran, lo que dio lugar a una reducción del tamaño de la flota (capacidad anual de la flota en el Cuadro 2) mientras que las reglamentaciones redujeron los niveles de captura (capacidad anual de captura en toneladas netas en el Cuadro 2) causando una disminución de la utilización de la capacidad después de 1984.

Este análisis demostró que ninguna medida de ordenación controlará eficazmente el aumento de la capacidad.

4.2.2 Otros estudios de medición de la capacidad

El análisis envolvente de datos (AED) fue aplicado a la estimación de la capacidad pesquera nacional por Kirkley y Squires (1999) y por Kirkley y otros (1999).

Estos estudios utilizaron el AED en datos correspondientes a 10 buques dedicados a la pesca de vieiras en el Atlántico noroccidental entre 1987 y 1990. Dichos estudios constataron un considerable exceso de capacidad en relación con los niveles de captura actuales en esta flota tomada como muestra. Los buques explotados de manera eficiente pudieron incrementar su producción total en aproximadamente el 50,8 por ciento entre 1987 y 1990. El funcionamiento al nivel óptimo de días en el mar y de tamaño de la tripulación a lo largo de 285 días, con sujeción a las condiciones del recurso, hubiera permitido que la producción aumentara en otro 39,9 por ciento.

Se comprobó que la utilización de la capacidad por viaje, sobre la base de la producción y las limitaciones del recurso observadas, era bastante baja, pero era relativamente elevada en términos de eficiencia técnica. La ineficiencia técnica parecía constituir un motivo importante por el cual los buques no habían funcionado en un nivel cercano a la capacidad óptima, pero las tasas de utilización de la capacidad diferían en función del criterio de medición utilizado. Si se medía en relación con los días de pesca por año, las tasas de utilización de la capacidad eran mucho más altas que si se medían en relación con el número óptimo de días de pesca por año; por ejemplo, el 96,6 en comparación con el 85,6 de tasa de utilización de la capacidad, respectivamente.

Un modelo bioeconómico, elaborado por Edwards y Murawski (1993), evaluó los beneficios económicos que podían obtenerse de la captura eficiente en la pesca de peces de fondo de Nueva Inglaterra. Si bien no era una estimación directa de la capacidad de captura, este estudio indicó que se podían generar beneficios netos sustanciales si la pesca se explotaba conforme a su nivel social óptimo. En el Cuadro 3 se indica que se estimó que el esfuerzo óptimo era un 70 por ciento menos que el esfuerzo en 1989. Se estimó que el exceso de esfuerzo de pesca era del 60 por ciento en la pesca de bacalao del Atlántico, el 70 por ciento en la pesca de la limanda nórdica, y del 80 por ciento en la pesca del eglefino.

Una medición de la utilización de la capacidad basada en la producción estimaría el nivel de desembarques que se podrían realizar potencialmente en relación con el nivel de captura actual. No obstante, su enfoque basado en los insumos permitía la determinación del nivel de esfuerzo necesario para maximizar los beneficios netos del país. Mediante la determinación del nivel óptimo del esfuerzo de pesca necesario para capturar un nivel dado de producción, el estudio facilitó una indicación del nivel sustancial de exceso de capacidad que parecía existir en esta pesquería.

Cuadro 3 Captura eficiente del recurso de peces de fondo de Nueva Inglaterra, 1989 (Edwards y Murawski, 1993)

ESPECIES/APAREJOS

ESFUERZO DE PESCA

ACTUAL

SOSTENIBLE

ÓPTIMO SOCIAL

Arte de puertas: todas las especies

75

49

22

Bacalao del Atlántico

80

71

31

Limanda nórdica

57

26

17

Eglefino

145

42

28

Kirkley y Squires (1988) utilizaron un método hedónico para estimar el capital social y las inversiones en la pesca con arte de puertas en Nueva Inglaterra. Se estimó un índice de valores de capital social constante en dólares sobre la base de una submuestra de esta flota pesquera. En el Cuadro 4 se indica que las fluctuaciones de inversiones de capital no coincidían necesariamente con el número de buques. El número de buques dedicado a la pesca de arrastre aumentó todos los años después de 1965. Sin embargo, los niveles de capital social fluctuaron en el mismo período e incluso se redujeron en cuatro de esos años.

Cuadro 4 Índices de capital social sobre la base de un valor en dólares constante y número de buques (Kirkley y Squires, 1988)


CAPITAL SOCIAL

VALOR CONSTANTE EN DÓLARES

NÚMERO DE BUQUES

AÑO

ARRASTRERO*

DRAGA*

TOTAL

ARRASTRERO*

DRAGA*

TOTAL

1965

100

100

100

100

100

100

1966

111

91

105

102

94

104

1967

152

70

119

109

77

106

1968

110

95

103

104

106

103

1969

113

79

98

104

106

101

1970

99

51

80

108

74

102

1971

91

79

86

108

83

104

1972

104

48

89

108

74

110

1973

109

44

92

105

79

112

1974

82

26

72

107

49

117

1975

112

32

96

105

66

124

1976

80

47

83

109

202

132

1977

111

87

115

107

202

141

1978

144

79

133

116

189

148

1979

175

168

190

137

313

186

1980

201

211

222

158

440

212

1981

167

185

192

158

413

210

*Tipo de aparejo asignado en función de la mayor parte de días de ausencia del puerto.

Di Jin y otros (2000) utilizaron un método similar para llevar a cabo un análisis de la productividad total de los factores a fin de separar los cambios en la abundancia de poblaciones de las mejoras en la eficiencia técnica de la misma pesquería. La reducción anual global de la productividad total de los factores constatada en la pesquería de peces de fondo de Nueva Inglaterra entre 1964 y 1993, del 6,6 por ciento, se debió principalmente a una reducción de la abundancia de la población de peces. Si se introduce una corrección correspondiente a la reducción de la abundancia de poblaciones, la productividad total de los factores en realidad aumentó un 4,8 por ciento anual como promedio.

Estos resultados confirman que el problema fundamental en la pesca de peces de fondo de Nueva Inglaterra es el exceso de capacidad.

El Servicio Nacional de Pesca Marítima utilizó un método cualitativo para medir la sobrecapacidad (Ward y otros, 2001), que incluyó una evaluación de los niveles de capacidad de captura en las pesquerías gestionadas por el Gobierno federal.

Una evaluación cualitativa inicial determinó que la sobrecapacidad es un problema que exige la atención de los administradores pesqueros en el 55 por ciento de las pesquerías de administración federal revisadas en siete informes regionales. Entre las pesquerías que no tenían sobrecapacidad figuraban dos pesquerías de cupos individuales transferibles de la costa oriental, varias pesquerías de especies pelágicas de bajo valor en la costa oriental y la occidental, y varias pesquerías en pequeña escala, en gran medida de tiempo parcial y de subsistencia en el Pacífico occidental y el Caribe estadounidense.

Estos resultados sugirieron que la sobrecapacidad en las pesquerías gestionadas a nivel federal es una cuestión de ordenación que debería ser abordada por los administradores pesqueros.

4.3 Medición de la capacidad en la pesca de recreo

La capacidad no es sólo una cuestión que interesa a la pesca comercial; también puede interesar a la pesca de recreo. Además, se ha señalado que el exceso de capacidad en la pesca de recreo constituye una preocupación respecto de la cual no se dispone de los datos necesarios para realizar mediciones de la capacidad y el concepto relativo a la pesca de recreo no se comprende bien (Kirkley, 1998).

La definición y la medición de los niveles de capacidad en la pesca de recreo resultan complicadas. En primer lugar, el resultado de la pesca de recreo no consiste en las libras desembarcadas o el número de peces capturados, sino en la calidad de la experiencia de la pesca de recreo. Si bien la calidad de esta experiencia guarda relación con el número de peces capturados, también incluye otros factores. Lamentablemente, por lo general no se dispone de datos sobre la calidad de la experiencia de pesca, la calidad potencial máxima para el pescador o incluso la captura potencial máxima.

Una segunda cuestión es la determinación de la compensación entre el trabajo y el ocio y el modo en que esto afecta a la consiguiente evaluación de la satisfacción derivada de la pesca o los niveles de utilidad. En tercer lugar, la determinación de la demanda de viajes de recreo resulta decisiva para evaluar la capacidad de recreo.

Utilizando un método basado en la producción física, Kirkley (1998) estimó la capacidad y la utilización de capacidad de la pesca de recreo en el Golfo de México y el Atlántico entre 1986 y 1995, definiendo la capacidad como la captura potencial máxima en función del número de viajes de pesca, utilizando un enfoque de cresta a cresta (Cuadro 5).

Cuadro 5 Capturas y esfuerzo de la pesca de recreo en el Atlántico y el Golfo, 1985-1995 (Kirkley, 1998)

AÑO

CAPTURAS

VIAJES

CAPTURAS POR VIAJE

CAPACIDAD

UTILIZACIÓN DE LA CAPACIDAD

1986

407

60

6,78

407

100

1987

272

51

5,33

346

79

1988

291

59

4,93

400

73

1989

248

49

5,08

332

75

1990

250

46

5,43

312

75

1991

385

58

6,63

393

98

1992

292

53

5,51

360

81

1993

284

51

5,57

346

82

1994

331

58

5,71

393

84

1995

312

58

5,38

393

79

En relación con la utilización de la capacidad, los pescadores de recreo capturaban normalmente menos pescado que el máximo que podrían haber capturado si el recurso o algún otro factor no hubiesen limitado sus niveles de captura, pero se formularon algunas hipótesis extremas para utilizar esta definición de la capacidad y de la utilización de la capacidad.

En primer lugar, se supuso que la demanda de pesca de recreo debía ser separable de la demanda de todos los demás bienes y servicios, con inclusión de otras actividades de recreo; más corrientemente, cuando los consumidores adquieren varios bienes y servicios, los reúnen en grupos, tales como alimentos, vivienda, ropa y actividad de recreo. No obstante, esta hipótesis acerca de la separabilidad permite un análisis de la demanda de pesca de recreo y, en consecuencia, de su utilización sin llevar a cabo un análisis de la demanda de todos los bienes y servicios. En segundo lugar, el método de cresta a cresta emplea la máxima producción por unidad de insumo (viajes) y la ajusta para tener en cuenta la evolución de la tecnología, pero en el estudio se supuso que la tecnología permanecía constante a lo largo del tiempo.

Como resultado de ello, el potencial máximo de captura física no es un indicador adecuado de la capacidad ni una evaluación de la utilización de capacidad en la pesca de recreo. No obstante, teniendo en cuenta las prácticas consuetudinarias y tradicionales de la pesca de recreo, representa un límite superior potencial de la captura máxima.

4.4 Medición de la capacidad en la pesca artesanal

No existen en la bibliografía mediciones de la utilización de la capacidad de la pesca artesanal.

Si bien se pueden calcular tasas de utilización de capacidad comparables para las empresas pesqueras comerciales de pequeña, mediana y gran escala, los pescadores artesanales y algunas veces los pescadores en pequeña escala a menudo se basan en resultados múltiples para asegurar su supervivencia económica y quizá incluso su supervivencia física.

La adopción de las mediciones de utilización de la capacidad existentes en el caso de la pesca en pequeña escala y artesanal exigiría suponer la separabilidad de resultados. No obstante, si se separa la capacidad de otros resultados necesarios para la supervivencia, las medidas de utilización de la capacidad existentes que se centran únicamente en los resultados pesqueros o los niveles de insumos quizá no proporcionan a los administradores pesqueros información suficiente para evaluar adecuadamente la pesca artesanal y en pequeña escala.

4.5 Resumen

A lo largo del tiempo se han llevado a cabo estudios de casos sobre la capacidad en diversas pesquerías, utilizando diferentes técnicas de medición cualitativas y cuantitativas. Por lo general, ellas indican que el exceso de capacidad es un problema de ordenación en las pesquerías en las que se calcularon las mediciones.

La utilización de diferentes métodos para medir la capacidad en distintos momentos generalmente impide la comparación directa de las estimaciones de capacidad entre estas pesquerías. Estos estudios también demuestran que fue necesario realizar numerosas suposiciones para elaborar estimaciones de la capacidad, especialmente en la pesca de recreo. Se necesita un método normalizado para medir la capacidad a fin de hacer posible comparaciones entre pesquerías, escalas de producción y diferentes períodos.

Sin embargo, y esto resulta más positivo, a pesar de que no es posible realizar comparaciones entre pesquerías, regiones o períodos distintos, estos estudios de casos indican el interés y la gravedad del exceso de capacidad en la pesca comercial y de recreo. Además, en la bibliografía no se dispone de estimaciones de capacidad correspondientes a numerosas pesquerías administradas, lo que indica la necesidad de contar con más análisis si los responsables de las políticas y los administradores desean centrarse en la reducción de la sobrecapacidad como estrategia para lograr una pesca sostenible.

Estos estudios de casos indican que aún es necesario resolver muchos problemas antes de que se pueda estimar la capacidad en la pesca de especies, zonas, productos y temporadas múltiples, y en la pesca artesanal y de recreo. Además, estas evaluaciones globales y estudios de casos individuales indican que la distinción entre los conceptos de exceso de capacidad y sobrecapacidad no se han incorporado explícitamente a las estimaciones de la capacidad pesquera.


[29] La Oficina del Censo estima habitualmente los niveles cuantitativos de capacidad industrial de los principales sectores económicos de los Estados Unidos.

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