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VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

A. Preámbulo

Los criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible constituyen un marco importante para ayudar a los países a recopilar, almacenar y difundir información forestal confiable y fundamentada sobre una base científica, necesaria para supervisar y evaluar las condiciones de los bosques. A su vez, esta información representa un medio para influenciar las políticas y decisiones con el fin de lograr la ordenación forestal sostenible.

Desde 1990, cuando se iniciaron las actividades sobre los criterios e indicadores, se han alcanzado importantes avances en la ejecución de la ordenación forestal sostenible. En el último decenio, unos 150 países en asociación con uno o más de los nueve procesos regionales e internacionales1 y la comunidad internacional han ratificado los criterios e indicadores como un instrumento importante para evaluar y supervisar el estado y las tendencias de los recursos forestales de los países. La elaboración y aplicación de los criterios e indicadores está ayudando a desarrollar una visión común de lo que constituye la ordenación forestal sostenible.

Ahora es necesario asegurar que el impulso de los últimos años no se pierda y que se logre el reconocimiento de los criterios e indicadores a nivel mundial. La experiencia adquirida y las lecciones aprendidas en la última década deben utilizarse para mejorar la aplicación de los criterios e indicadores.

El progreso en la aplicación de los criterios e indicadores depende de las condiciones de cada país, la comprensión de los conceptos de la ordenación forestal sostenible, las capacidades técnicas e institucionales, la disponibilidad de recursos y el compromiso político. Si bien varios países han movilizado recursos para la aplicación de criterios e indicadores, inclusive con el apoyo de organizaciones internacionales y países donantes, se necesita un mayor compromiso nacional y cooperación internacional para desarrollar las capacidades a nivel nacional y local en los países en desarrollo.

La sustentabilidad es un concepto dinámico y en evolución. La elaboración de criterios e indicadores debe ser un proceso continuo en el ámbito nacional y regional basado en los conocimientos y experiencias acumulados. Los criterios e indicadores deben revisarse periódicamente para reflejar las condiciones políticas, socioeconómicas y ambientales de los países así como los valores cambiantes de la sociedad, la experiencia adquirida, la nueva información científica y los avances tecnológicos para la medición de indicadores.

B. Conclusiones

1. Los criterios e indicadores tienen muchas aplicaciones. Sirven de marco para fijar metas, supervisar la ordenación forestal sostenible y los programas forestales nacionales, poner en práctica la certificación, facilitar la planificación estratégica, y comunicar el progreso alcanzado a los responsables de formular políticas y al público, entre otros usos. Los criterios e indicadores pueden también ayudar a establecer vínculos entre los interesados.

2. La institucionalización e integración de los criterios e indicadores en los PFN u otros procesos de políticas puede facilitar el progreso hacia la ordenación forestal sostenible. En este contexto, los criterios e indicadores constituyen un instrumento útil para controlar la eficiencia y eficacia de estos programas y otros proyectos afines. Por lo tanto, los criterios e indicadores y los PFN se benefician y apoyan mutuamente.

3. La contribución de la ordenación forestal sostenible a la mitigación de la pobreza, los recursos hídricos, energía, salud, agricultura y diversidad biológica no es suficientemente reconocida por muchos gobiernos, organizaciones internacionales u otros interesados. Los criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible deben emplearse en las campañas de divulgación y educación pública como instrumentos importantes para mejorar su reconocimiento y su coordinación entre distintos sectores.

4. No basta con que sólo los profesionales forestales y las instituciones y organizaciones relacionadas con los bosques participen en los procesos orientados a la ordenación forestal sostenible, tales como los criterios e indicadores. Se necesita la coordinación nacional para ayudar a asegurar que la ordenación forestal sostenible contribuya a los avances y esfuerzos de otros sectores y se beneficie con los mismos, por ejemplo en materia de mitigación de la pobreza, agricultura, seguridad alimentaria, energía, recursos hídricos, minería, diversidad biológica y el desarrollo sostenible en general.

5. Con una amplia participación de los sectores gubernamental y no gubernamental en el trabajo relacionado con los criterios e indicadores, se mejora:

6. La participación eficaz de los interesados en la elaboración y aplicación de los criterios e indicadores puede aumentarse si se tienen en cuenta sus necesidades e intereses y si se les informa sobre las ventajas potenciales que pueden derivarse de los criterios e indicadores.

7. El manejo de bosques con participación comunitaria puede mejorarse supervisando la aplicación de los criterios e indicadores.

8. Existen varios mecanismos innovadores para fomentar la participación y el diálogo de los interesados en la elaboración y aplicación de los criterios e indicadores, inclusive mesas redondas, sondeos de opinión pública, comités conjuntos de manejo forestal, etc.

9. Para la elaboración y aplicación de los criterios e indicadores, es indispensable contar con un compromiso político en todos los niveles, especialmente en el ámbito nacional. La participación de los países en los procesos de criterios e indicadores demuestra un compromiso político y debería aumentarse.

10. Un compromiso político en el ámbito regional, especialmente a nivel ministerial, puede ofrecer un marco sólido para los esfuerzos nacionales y las peticiones coordinadas de ayuda externa, facilitar la compatibilidad de ideas y aprovechar al máximo las capacidades técnicas.

11. Es preciso fortalecer la colaboración y coordinación entre los distintos procesos de criterios e indicadores y entre el sector forestal y otros sectores e iniciativas internacionales relacionadas con indicadores.

12. Se necesitan enfoques innovadores para mejorar la eficacia y eficiencia de las instituciones forestales. Ello podría incluir la redefinición de las funciones y mandatos de los actores públicos, privados y de la sociedad civil, así como la tercerización de algunas funciones tales como las actividades de supervisión y control en relación con la aplicación de los criterios e indicadores.

13. Con frecuencia, el aprovechamiento del potencial de los criterios e indicadores como instrumentos para la ordenación forestal sostenible se ve limitado por una falta de capacidad, especialmente en los países en desarrollo, incluso los países con baja cobertura forestal, y a nivel local.

14. La ayuda para el desarrollo en el sector forestal de muchos países en desarrollo ha disminuido en los últimos años. La comunidad de donantes debería continuar guiándose por las prioridades fijadas por los gobiernos nacionales. Por lo tanto, es preciso mejorar la imagen del sector forestal y el papel de la ordenación forestal sostenible y los criterios e indicadores en los programas de políticas nacionales e internacionales.

15. Los bosques de los países con baja cobertura forestal (PBCF), si bien son reducidos, tienen gran importancia a nivel nacional y mundial para la biodiversidad. En este contexto, los foros forestales regionales e internacionales pertinentes deben tener debidamente en cuenta sus necesidades y requerimientos especiales para la elaboración y aplicación de criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible.

16. Existe asimismo la necesidad de atraer y movilizar financiamiento nacional y externo, inclusive del sector privado, y ayudar a asegurar un uso más eficiente de los mecanismos institucionales y de financiación existentes para respaldar la elaboración y aplicación de criterios e indicadores.

17. Los indicadores a nivel nacional establecidos en los procesos regionales e internacionales probablemente deban ser adaptados por los países para reflejar sus condiciones específicas.

18. No todos los indicadores a nivel nacional son aplicables a nivel subnacional, y sus prioridades para la presentación de informes, evaluación y seguimiento pueden variar de un nivel a otro.

19. Los objetivos de la ordenación pueden determinar la aplicabilidad de los indicadores a nivel de la unidad de ordenación forestal. Pese a las diferencias entre los indicadores a nivel subnacional y de la unidad de ordenación forestal, la situación del progreso alcanzado a nivel nacional para la ordenación forestal sostenible puede determinarse con la suma de los indicadores a niveles inferiores si los indicadores a nivel subnacional o de la unidad de ordenación forestal son representativos de las condiciones generales del país.

20. La adopción y aplicación de criterios e indicadores a nivel nacional, subnacional y de la unidad de ordenación forestal puede facilitarse mediante leyes e incentivos (p.ej. acceso a financiación, políticas fiscales y certificación, entre otros).

21. Los criterios e indicadores ofrecen un marco para muchos de los sistemas de certificación existentes. En algunos casos, la certificación puede servir también para apoyar la elaboración y aplicación de los criterios e indicadores.

22. Es preciso compatibilizar los conceptos y términos relacionados con los criterios e indicadores a fin de establecer una visión común de lo que constituye la ordenación forestal sostenible y los criterios e indicadores.

23. La cobertura y calidad de los datos disponibles en todos los niveles es una importante limitación para la aplicación eficaz de los criterios e indicadores y de la ordenación forestal sostenible.

24. Si bien los inventarios y evaluaciones forestales nacionales son importantes para compilar información sobre criterios e indicadores a nivel nacional, se deben tener en cuenta también otras fuentes, tales como datos de censos, datos económicos nacionales, datos sobre la calidad del agua a nivel nacional, e información sobre el cambio climático.

25. Los inventarios y evaluaciones forestales nacionales constituyen una fuente básica de información sobre los indicadores para su uso a nivel nacional. Pueden impulsar la acción en el ámbito nacional y fomentar la compatibilidad y comparabilidad en el ámbito regional. Existe la necesidad de asegurar que los datos recopilados sean compatibles con las necesidades institucionales y relativas a políticas y con las condiciones ambientales. Existe potencial para un mayor desarrollo de inventarios y evaluaciones forestales nacionales para responder mejor a las necesidades expresadas por los procesos nacionales de criterios e indicadores.

26. Los criterios e indicadores se reconocen como una contribución útil al marco general de la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (ERFM) coordinada por la FAO. La información generada por la ERFM facilitará el uso de los criterios e indicadores en los foros nacionales e internacionales, inclusive el FNUB y otros convenios y procesos internacionales pertinentes.

27. Es preciso mejorar la coordinación y el intercambio de información entre las organizaciones nacionales e internacionales que recopilan datos relacionados con el ámbito forestal.

28. Los participantes acogieron con beneplácito la creación del Grupo Especial sobre la Racionalización de Informes de la Alianza de Cooperación sobre Bosques y sus labores para compatibilizar y racionalizar los requisitos para la presentación de informes, facilitando incluso el acceso a la información forestal nacional mediante una página web.

29. Los participantes debatieron las ventajas potenciales de un conjunto común de criterios basados en los criterios existentes elaborados por los procesos regionales e internacionales de criterios e indicadores, para facilitar el intercambio de información y demostrar el progreso alcanzado hacia la ordenación forestal sostenible a nivel internacional. Los participantes identificaron las siguientes áreas temáticas en relación con la ordenación forestal sostenible que son comunes a todos los procesos de criterios e indicadores regionales e internacionales:

30. Es necesario utilizar eficazmente el FNUB como foro mundial de políticas que puede aumentar el grado de compromiso a alto nivel y mejorar la acción en favor de la ordenación forestal sostenible en el ámbito nacional e internacional. Además, debe brindarse total apoyo a los esfuerzos de coordinación y compatibilización de la CPF con el fin de facilitar y racionalizar la presentación de informes nacionales.

C. Recomendaciones

A fin de fortalecer la elaboración y aplicación de criterios e indicadores, fomentar el compromiso político para el uso de criterios e indicadores como instrumentos para la ordenación forestal sostenible, consolidar la capacidad institucional y la participación de los interesados para aplicar los criterios e indicadores y facilitar el intercambio de información entre todas las partes interesadas, y contribuir a la labor del FNUB y las iniciativas internacionales sobre indicadores relacionados con el desarrollo sostenible, los participantes de la conferencia recomendaron lo siguiente:

1. Los países deberían elaborar criterios e indicadores e integrarlos en sus PFN u otros marcos de políticas similares y, cuando corresponda, en otros procesos relacionados con el desarrollo sostenible. En este contexto, es esencial la cooperación y coordinación intersectorial.

2. Los países y las organizaciones internacionales, así como el FNUB, en sus campañas de divulgación y otras actividades relacionadas con la ordenación forestal sostenible y los criterios e indicadores, deberían comprometer activamente a otros sectores afines, por ejemplo, recursos hídricos, energía, salud, agricultura y diversidad biológica, para aumentar la concientización sobre el trabajo del sector forestal en relación con los criterios e indicadores y la aplicación potencial de este trabajo en otros sectores, y mantener los bosques en los programas de políticas nacionales e internacionales.

3. Los países deberían utilizar indicadores aceptados a nivel nacional o regional como un medio para informar a los dirigentes y al público sobre el estado de los bosques, cambios importantes registrados en los mismos, y sus impactos en otros sectores relacionados y no relacionados.

4. Los países deberían fomentar la amplia participación de todos los interesados pertinentes en un proceso transparente, continuo y reiterado para la elaboración, aplicación y supervisión de los criterios e indicadores, a fin de fortalecer el compromiso político, inclusive el compromiso de la sociedad civil, y desarrollar capacidad para tal actividad, empleando mecanismos innovadores según sea necesario.

5. Los países deberían utilizar los foros locales y nacionales existentes como canales de comunicación para los criterios e indicadores. Deberían emplearse mensajes dirigidos que tengan en cuenta las percepciones, necesidades y capacidades de los diferentes grupos de interesados (propietarios de bosques, industriales, comunidades dependientes del bosque, poblaciones urbanas, grupos indígenas, etc.).

6. Los países deberían identificar o establecer, según corresponda, entidades nacionales y subnacionales para fomentar y supervisar la aplicación de los criterios e indicadores.

7. Los países con capacidad limitada deberían comenzar con un conjunto central de indicadores de fácil medición y comprensión, y ampliar dicho conjunto gradualmente para cubrir otros indicadores de la ordenación forestal sostenible. Los indicadores a nivel de la unidad de ordenación forestal y local deberían responder a las necesidades específicas de las comunidades, los pequeños terratenientes y los administradores forestales.

8. Las universidades y otras instituciones de enseñanza deberían incorporar en sus programas de estudio la última información sobre la ordenación forestal sostenible y técnicas para la elaboración y aplicación de criterios e indicadores, inclusive las áreas de la resolución de conflictos, participación de interesados y divulgación pública.

9. Los países en desarrollo deberían crear un entorno favorable para atraer inversiones nacionales y extranjeras en el sector forestal, inclusive para la aplicación de criterios e indicadores, y movilizar otros recursos nacionales y externos con ese fin mediante alianzas bilaterales e internacionales.

10. Los países y los procesos de criterios e indicadores deberían buscar apoyo para sus actividades sobre criterios e indicadores a través de la FAO, la OIMT, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y otras organizaciones e instancias pertinentes. En este contexto, la comunidad de donantes debería apoyar los esfuerzos de los países en desarrollo facilitando, por ejemplo, respaldo financiero, tecnología y conocimientos técnicos.

11. Los procesos de criterios e indicadores y sus países miembros deberían fortalecer la cooperación, inclusive la cooperación Sur-Sur y Norte-Sur, intercambiando experiencias y conocimientos técnicos, por ejemplo, mediante reuniones conjuntas, talleres, conferencias ministeriales, redes electrónicas y otros mecanismos apropiados.

12. Los países que actualmente no sean miembros de ningún proceso regional o internacional de criterios e indicadores deberían considerar la posibilidad de afiliarse a uno de ellos.

13. En los enfoques voluntarios, tales como los sistemas de certificación, debería estimularse el uso de criterios e indicadores como un patrón de referencia útil para fomentar el seguimiento de la ordenación forestal sostenible.

14. Los países y procesos deberían utilizar los mecanismos y foros existentes, tales como las comisiones forestales regionales, el Grupo Especial de la CPF y los grupos de expertos existentes, para aumentar la colaboración y cooperación entre los distintos procesos de criterios e indicadores, fomentando incluso el desarrollo de capacidad.

15. Los procesos de criterios e indicadores y sus países miembros deberían utilizar las redes y grupos de expertos forestales existentes para apoyar una mayor elaboración y aplicación de criterios e indicadores.

16. Las instituciones nacionales e internacionales deberían llevar a cabo investigación sobre los criterios e indicadores que sean difíciles de medir, inclusive la diversidad biológica, los productos forestales no maderables, los valores no relacionados con el mercado, la conservación de suelos y recursos hídricos, el secuestro de carbono, y los aspectos y valores sociales y culturales. La UIOIF, los centros del GCIAI, el CDB, el CNULD y el CMNUCC deberían facilitar esta investigación de acuerdo con sus respectivos mandatos.

17. La FAO debería utilizar las áreas temáticas comunes a todos los procesos regionales e internacionales de criterios e indicadores en el marco general de la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales y ayudar a asegurar la incorporación de los aspectos nacionales o regionales específicos en el proceso de evaluación.

18. Los países, con el apoyo de los miembros de la CPF y la comunidad de donantes, deberían establecer estrategias de recopilación de datos sobre criterios e indicadores que sean eficaces en función de los costos y deberían incorporar los elementos de los criterios e indicadores en sus evaluaciones e inventarios forestales nacionales.

19. Las organizaciones nacionales e internacionales encargadas de recopilar datos forestales deberían cooperar más eficazmente para ampliar la captura de datos sobre los criterios e indicadores y mejorar la compatibilidad de la información proveniente de las distintas fuentes.

20. El Grupo Especial de la CPF debería tener en cuenta el trabajo existente sobre criterios e indicadores en sus esfuerzos de racionalización, formular recomendaciones específicas a las entidades gubernamentales de los miembros de la CPF para reducir las obligaciones relacionadas con la presentación de informes a nivel nacional, e invitar a representantes de los procesos de criterios e indicadores con experiencia en la presentación de informes a participar en los trabajos del Grupo Especial. En este contexto, el Grupo Especial debería también fomentar el uso de criterios e indicadores forestales en otros procesos relacionados con indicadores.

21. La FAO y la OIMT, teniendo en cuenta las redes, mecanismos y foros existentes, deberían convocar lo antes posible una consulta internacional de expertos a fin de contribuir al trabajo del FNUB entre su tercero y cuarto período de sesiones, incluyendo representantes de los procesos de criterios e indicadores, países miembros y organizaciones internacionales, con el propósito de considerar y formular recomendaciones, incluso para el FNUB, con respecto a:

22. Los países deberían contemplar el uso de criterios e indicadores como una herramienta esencial para presentar informes al FNUB sobre el progreso alcanzado en la ordenación forestal sostenible. Todos aquellos procesos de criterios e indicadores y sus países miembros que ya preparan informes, o planean hacerlo, están invitados a presentar sus informes al FNUB. En este contexto, los países deberían ayudar a asegurar que el diálogo del FNUB tenga un enfoque claro sobre la ordenación forestal sostenible y que se reconozca la contribución de los criterios e indicadores a la ordenación forestal sostenible, así como la contribución de la ordenación forestal sostenible a otros sectores y al desarrollo sostenible

23. El Comité de Montes de la FAO debería reafirmar la aplicación de los criterios e indicadores como una prioridad del programa de la FAO, incluyendo la prestación de asistencia técnica y el desarrollo de capacidad, mediante el Mecanismo de Apoyo a los Programas Forestales Nacionales, sobre la base de las solicitudes de los países en desarrollo con necesidades y requerimientos especiales. Se recomendó también reforzar la participación de la FAO para facilitar la colaboración entre los distintos procesos de criterios e indicadores.

24. El Gobierno de Guatemala deberá presentar las conclusiones y recomendaciones de CICI - 2003 en el decimosexto período de sesiones del COFO (Roma, marzo de 2003), la Tercera Conferencia Ministerial sobre la Protección de Bosques en Europa (Viena, abril de 2003), el trigésimo cuarto período de sesiones del Consejo Internacional de las Maderas Tropicales (Panamá, mayo de 2003), el tercer período de sesiones del FNUB (Ginebra, mayo de 2003), el V Congreso Forestal Centroamericano (Panamá, mayo de 2003), la VI Conferencia de las Partes del Convenio de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (La Habana, agosto de 2003) y el XII Congreso Forestal Mundial (Quebec, septiembre de 2003), así como en otros foros pertinentes y otras reuniones organizadas bajo los auspicios del Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.


1 En el presente informe, los "procesos internacionales de criterios e indicadores" se refieren al Proceso de Montreal y la OIMT.

2 La Conferencia Ministerial sobre la Protección de Bosques en Europa (CMPBE) y los procesos de la zona árida de África incluyen la contribución de los bosques al ciclo mundial del carbono en este criterio. El Proceso de Montreal identifica la contribución de los bosques al ciclo mundial del carbono en lugar de este criterio.

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