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5.- DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES


El principal objeto del proceso antes descrito es ayudar a los expertos nacionales en la elaboración de informes sobre el estado de los recursos genéticos forestales, adoptando decisiones sobre la importancia de las especies de árboles forestales y apreciando el nivel de urgencia de las acciones necesarias para cada especie. La lista final de las especies prioritarias debe responder a la siguiente interrogante: "Cuándo se dispone a nivel nacional de recursos materiales, financieros y humanos forzosamente limitados, para los recursos genéticos forestales, ¿a qué especies y actividades podrían asignarse tales recursos con el fin de lograr la máxima eficacia?"

Durante el proceso de jerarquización, habrá que formular cierto número de suposiciones. A continuación se describen las principales que deben tenerse en cuenta para comprender el alcance y los límites de este ejercicio:

1. Solamente se deben considerar árboles leñosos (y según proceda, arbustos, palmeras, bambúes o ratán) excluyendo otras plantas, animales y microorganismos.

2. El nivel máximo de complejidad biológica considerado en el proceso es la especie. El nivel de especie es el nivel mejor conocido desde un punto de vista técnico y científico, el más accesible y el de interés más directo para la población rural. Otros niveles de diversidad biológica, como los ecosistemas, paisajes o interacciones, no son considerados, por lo tanto, directamente en el informe nacional.

3. La información proporcionada se basa en la opinión del experto. El método es por lo tanto deliberadamente empírico y utiliza los datos existentes y la información y la bibliografía disponibles, sin acudir a la recolección de series uniformes de datos cuantitativos o análisis estadísticos.[4]

4. El método es de carácter utilitario y orientado fuertemente a la acción; sólo se consideran especies con valor comprobado (cualquiera que sea el tipo de valor). El proceso pretende ser de carácter holístico (deben considerarse todos los tipos de valor asignados a la especie) y neutral (no debe haber una jerarquía preestablecida entre los diferentes tipos de valor). En particular, no debe favorecerse la preminencia del valor económico. Los países deben decidir las prioridades referentes a las especies forestales de acuerdo con su propia escala de valores y preferencias.

5. Con el fin de contar con una extensa variedad de preferencias representadas, deben establecerse consultas con todos los agentes sectoriales, particularmente con representantes de las autoridades locales, organizaciones profesionales, servicios agrícolas, pastorales y forestales, ONGs, viveros privados y públicos, asociaciones de conservación de la naturaleza y también con científicos e investigadores, agentes de desarrollo rural, etc. En forma Análoga, el informe nacional debe reflejar, con objetividad, las opiniones expresadas por los diversos agentes entrevistados.

Las limitaciones de la metodología propuesta incluyen lo siguiente:

1. Las especies más importantes a nivel nacional pueden no tener el mismo nivel de prioridad para un grupo social determinado o para una población o una comunidad rural determinada. Se ha obtenido mucha experiencia en estudios de grupos sociales de carácter rural, con distintos niveles de organización social, por una importante serie de instituciones.[5]

2. Las directrices hacen hincapié en la importancia de la evaluación de las especies antes de su selección como especies prioritarias y no eligen específicamente especies o poblaciones en peligro o amenazadas, debido a su estado de amenaza.

3. Existen otras iniciativas que abarcan, al menos parcialmente, aquellas especies que no están consideradas como muy importantes. Para efectos de información, tales iniciativas nacionales o internacionales incluyen la elaboración de estudios sobre el Estado de la biodiversidad y Planes de Acción dentro del marco del Convenio de Diversidad Biológica; el establecimiento y mantenimiento de redes de áreas protegidas y reservas naturales; y la actualización de las listas mundiales de especies arbóreas amenazadas o en peligro por parte de la UICN y el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación (WCMC).

Las prioridades no son ni universales ni definitivas por naturaleza. Las listas de especies arbóreas prioritarias con respecto a su valor utilitario para el uso humano tendrán que revisarse y actualizarse con períodos regulares. No obstante, representan las opciones actuales a nivel nacional y se utilizarán durante el proceso de los talleres regionales, para determinar las prioridades a nivel eco-regional o regional.


[4] En cuanto a ejemplos de análisis y jerarquización de carácter científico, véase Oldfield et al., 1998. La Lista Mundial de Árboles Amenazados, y los comentarios en la Revista Forestal de la Commonwealth 77 (4), 1998, p 291-293. DANIDA FSC Technical Note 48 y FAO, DFSC e IPGRI, 2001 (citadas previamente)
[5] Véase en especial el trabajo de ICRAF e ISNAR en las tierras bajas semiáridas de África Occidental (SALWA).

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