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1. INTRODUCCIÓN

ANTECEDENTES

Dada la situación actual, caracterizada por la estabilización o incluso descenso en las capturas de la pesca tradicional de captura, por el crecimiento demográfico en aumento y la constante alza en la demanda de alimentos, se nos plantea el importante desafio de revisar la índole y la potencialidad del sector acuícola y de preguntarnos en qué medida podría este sector satisfacer el aumento previsto en la demanda de sus productos. La acuicultura es una actividad notable por su diversidad, y el apreciar esta característica es fundamental para comprender las cuestiones críticas que inciden sobre su desarrollo futuro. Esto debe tenerse en cuenta al evaluar las necesidades de toda clase de recursos, la forma en que este sector se puede desarrollar independientemente del sector pesquero, las perspectivas que se ofrecen a los productores de todos los ámbitos económicos o localidades, o las oportunidades para desarrollar nuevos mercados (Muir, 1995).

Este estudio representa un intento por satisfacer parte de la necesidad de información sobre la potencialidad de la acuicultura en América Latina y se ha basado en la experiencia lograda en el Africa en el análisis de factores que son importantes para el desarrollo y la operación de la acuicultura (Kapetsky, 1994) y en las repercusiones que el desarrollo acuícola tiene para la seguridad alimentaria (Kapetsky, 1995). Al propio tiempo, integra un modelo de crecimiento para mejorar las estimaciones de los rendimientos, con el fin de calcular la potencialidad para la explotación piscícola en aguas dulces templadas y cálidas de América Latina.

OBJETIVOS

Este estudio tuvo dos finalidades:

EVALUACIONES ESTRATÉGICAS DE LAS POTENCIALIDADES DE LA ACUICULTURA

Este estudio se ejecutó mediante la aplicación de un sistema de información geográfica (SIG) en los análisis básicos. El SIG consiste en un sistema integrado de “hardware”, programas computacionales y personal que se utilizan para manipular, almacenar y analizar datos espaciales (geográficos) y preparar los informes respectivos. Al permitir la manipulación de grandes conjuntos de datos espaciales y al proporcionar un marco analítico rígido, es posible integrar diversos conocimientos que pueden ser de índole tanto cualitativa como cuantitativa, tales como tipo de suelo, estimaciones de las necesidades de agua y del rendimiento potencial, mediante el uso de modelos, etc. Al permitir el examen minucioso de unidades relativamente pequeñas (es decir, celdas de cuadrículas de 9 km × 9 km) para determinar la potencialidad de la explotación piscícola de América Latina, la tecnología del SIG ofrece un medio para responder a las interrogantes de dónde está el potencial, de qué calidad es y cuánta superficie abarca.

El SIG se está empleando cada vez más en acuicultura. Meaden y Kapetsky (1991) han dado cuenta de la metodología del SIG que es apropiada para la acuicultura y Kapestsky y Travaglia (1994) han hecho un recuento de sus aplicaciones. La mayoría de sus aplicaciones en acuicultura se refieren a la selección de sitios dentro de zonas geográficas más bien reducidas, aunque algunos autores han hecho evaluaciones estratégicas de las potencialidades de la acuicultura para zonas más extensas, como para países, en el caso de Kapetsky et al. (1991) y de estados (Kapetsky, Hill y Worthy (1990); Aguilar-Manjarrez y Ross, (1993); y Aguilar-Manjarrez (1996)). Con todo, la única evaluación estratégica de alcance continental de la potencialidad para la acuicultura ha sido la realizada por Kapetsky (1994).

La metodología del SIG puede complementar otras, como la empleada por Muir (1995) para calcular la potencialidad de la acuicultura mundial sobre una base de país por país, mediante el uso de indicadores sobre desarrollo, recursos e ingresos; y por Born, Verdegem y Huisman (1994), que examinaron los factores macroeconómicos que incidían sobre la producción acuícola mundial de una región a la otra.

Para efectuar evaluaciones estratégicas de la potencialidad regional para la acuicultura de estanque es preciso contar con estimaciones de los rendimientos ícticos que pueden obtenerse en diferentes lugares geográficos. En el ya mencionado estudio efectuado en el África (Kapetsky, 1994), los rendimientos ícticos (expresados en cosechas/a) se estimaron sobre la base de los umbrales de temperatura establecidos para la especie modelo (tilapia del Nilo, Oreochromis niloticus). No obstante, esta metodología no puede hacerse extensiva fácilmente a otras especies que pueden ser de interés. Además, esta metodología no considera directamente los efectos que puede tener la variación estacional de la temperatura del agua sobre los índices de consumo de alimentos y del crecimiento íctico, como tampoco da cuenta de la incidencia que tienen otros factores (tales como niveles de alimentación, fotoperíodo y tamaño del pescado) sobre estos índices. Bolte, Nath y Ernst (1995) han desarrollado un modelo del crecimiento del pescado que tiene en cuenta los efectos de todos estos factores sobre el peso del pescado y, por ende, sobre los rendimientos. También se han desarrollado técnicas para ajustar automáticamente los parámetros de este modelo según las distintas especies ícticas (Bolte y Nath, 1996).

La variable ‘temperatura del agua’ es un insumo importante para la evaluación de los rendimientos ícticos a escala regional. Una modalidad para estimar esta variable consiste en el uso de modelos de balance calórico (por ej., el de Fritz, Meredith y Middleton, 1980). Estos modelos dan cuenta de los efectos que tienen las variaciones geográficas en la temperatura del aire y en otras características climáticas (radiación solar, cubierta de nubes, velocidad del viento y humedad relativa) sobre la temperatura del agua del estanque. Nath (1996) ha desarrollado un modelo del balance calórico para ser usado en la acuicultura en estanques.

Tanto el modelo de balance calórico como el de crecimiento ya mencionados han sido incorporados el sistema POND©1 (Bolte, Nath y Ernst, 1995; Nath, Bolte y Ernst, 1995), que se opera en ambiente Windows.

1 La Universidad del Estado de Oregon tiene los derechos de autor del sistema POND, que se desarrolló como parte de las actividades del Programa “Pond Dynamics/Aquaculture Collaborative Research Support Program (PD/A CRSP)” y que está parcialmente apoyado por la Agencia para el Desarrollo Internacional.

Figura 1.1 Producción de la pesca continental, la maricultura y la acuicultura continental en América Latina 1984–1994

Figura 1.1

LA PRODUCCIÓN DE LA ACUICULTURA DULCEACUÍCOLA EN AMÉRICA LATINA

La producción de la acuicultura dulceacuícola está aumentando en América Latina, aunque en términos absolutos siga siendo pequeña comparada con la producción de la pesca continental y sea algo inferior a la producción de la maricultura (Figura 1.1). Los datos más recientes recabados corresponden al año 1994 y según ellos, la acuicultura de agua dulce producía 120.000 ton, mientras que la maricultura producía más del doble, o sea, 286 000 ton. Las capturas provenientes de la pesca continental, calculadas en 500 000 ton, sobrepasaban ambos tipos de acuicultura. En cambio, la producción de la pesca marina era de unos 23 millones de toneladas.

LA ACUICULTURA COMERCIAL Y DE PEQUEÑA ESCALA EN AMÉRICA LATINA CONTINENTAL

Martinez-Espinosa (1994, 1995) analizan dos tipos de acuicultura rural en América Latina. El primero es el que practican “los más pobres de entre los pobres”, o sea, la acuicultura de subsistencia, caracterizada por un costo sumamente bajo, con los consiguientes rendimientos del mismo orden. Los productores que tienen algún excedente lo venden o truecan localmente. El segundo es el tipo que practican los “menos pobres”, con costos entre bajos y medios y con una producción que fluctúa entre esas magnitudes. Es el tipo de acuicultura propio de los agricultores que agregan este rubro a sus actividades agrícolas tradicionales. Un tercer tipo, el “industrial”, puede referirse a una actividad corporativa y con grandes inversiones, que se lleva adelante en forma exclusiva.

De los distintos tipos, es el segundo, con inversiones y rendimientos entre bajos y medianos, el que aparentemente tiene una excelente potencialidad.

Este estudio estima las potencialidades en tres categorias que corresponden bastante bien a las situaciones antes descritas: agricultura de pequeña escala y agricultura comercial de dos clases. La primera, de pequeña escala, corresponde a la de inversiones y rendimientos muy bajos. La primera clase de la agricultura comercial corresponde a la semi-intensiva, en que el agricultor ampliaría sus actividades agrícolas tradicionales para incorporar a la acuicultura. La segunda clase de la agricultura comercial es la intensiva, y corresponde a quienes emprenderían la acuicultura a escala industrial.


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