L. 't Mannetje |
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Department of Plant Sciences |
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Wageningen University |
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INTRODUCCIóN
Los forrajes, los residuos de cosecha y los subproductos son usualmente consumidos en forma fresca por los animales domésticos. Sin embargo, es posible transformarlos para conservarlos y utilizarlos en el futuro durante períodos de escasez de alimentos. La conservación de forrajes puede efectuarse por medio del secado al sol henificación- del secado artificial -fabricación de harinas, y por la adición de ácidos o la fermentación -ensilaje.
La henificación es difícil de realizar en las áreas tropicales porque en el momento en que el forraje tiene una calidad aceptable para su conservación al inicio de la época lluviosa, las condiciones climáticas no permiten un secado solar eficaz y confiable. Por otra parte, el secado artificial es caro y el equipo necesario rara vez se encuentra disponible. El empleo de algunos ácidos puede resultar costoso para los pequeños campesinos y su empleo implica además cierto peligro. Por ello, el proceso de fermentación natural para obtener el ensilaje de ciertos alimentos, ya sea en su estado fresco o, de preferencia, empleando material ya marchito, sea una opción para su conservación en las zonas tropicales.
El ensilaje se obtiene ya sea de forrajees, residuos de cosecha o subproductos agrícolas e industriales preservados con ácidos, sean estos agregados o producidos en un proceso de fermentación natural. El forraje fresco es cosechado, o se recolectan los residuos y subproductos; esta materia prima puede ser triturada o sometida a un acondicionamiento previo; a veces se agregan ciertos aditivos; luego este material se almacena en un ambiente hermético sin aire, lo que favorece el desarrollo de bacterias anaeróbicas facultativas, presentes en el forraje o agregadas como inoculantes que convertirán rápidamente los carbohidratos solubles en ácidos. La calidad del producto ensilado depende del valor nutritivo de la materia prima usada y de los productos presentes en el proceso de fermentación como los tipos de ácidos y la cantidad de amoníaco. Al finalizar el proceso, el pH de un buen ensilaje es tan bajo que impide todo tipo de vida y es así como el alimento podrá ser preservado mientras no se altere el ambiente hermético.
La decisión de iniciar un programa de ensilaje debe tomarse cuando se reúnan tres condiciones esenciales:
(i) ¿Existe una necesidad objetiva y concreta para hacer uso del ensilaje?
(ii) De ser así, ¿existe suficiente cantidad de forrajes u otros productos de buena calidad para ensilar?
(iii) Si la respuesta es positiva, ¿se cuenta con las condiciones para hacer un buen ensilaje?
¿Es necesario hacer uso del ensilaje?
El uso del ensilaje es muy común en sistemas de producción animal intensiva de zonas templadas, principalmente por dos razones. Primero, porque durante el invierno no se dispone de un alimento de calidad en los campos y segundo, porque durante todo el año se puede disponer de un suplemento preservado de alta calidad (p. ej.: ensilaje de maíz) para complementar el consumo de pasto y así mejorar la producción de leche o la utilización del nitrógeno.
La decisión de hacer uso del ensilaje en las zonas tropicales debe considerar el tipo de sistema de producción y las condiciones climáticas. En general, la conservación de alimentos es viable económicamente sólo en sistemas de producción intensiva, como la lechería comercial orientada a la venta de leche fresca. En segundo lugar, bajo condiciones climáticas húmedas o subhúmedas que permiten producir forraje verde durante todo el año, la conservación de forraje resulta antieconómica. Si la calidad del forraje proveniente de pasturas permanentes, de praderas naturales o de bordes de caminos es inadecuada, casi siempre será posible sembrar un cultivo forrajero (Saleem, 1985) o cosechar y almacenar forraje (Andrade et al., 1998) o usar bancos forrajeros (Milera et al. 1994; Peters et al., 1994).
El tipo de forraje a ser ensilado puede provenir de gramíneas, leguminosas, cultivos forrajeros (sorgo, maíz), residuos de cosechas o subproductos. El período de uso del ensilaje depende de las razones que se tienen para producirlo. Si el ensilaje proviene de forrajes o de cultivos forrajeros de alta calidad, disponibles en forma estacional, entonces probablemente se le utilizará en un período de pocos meses. También se le puede utilizar para paliar el efecto de períodos anuales de escasez o como prevención de riesgos causados en años de sequías periódicas. El ensilaje también es empleado como un tipo de alimento principal en la ración de animales engordados a corral (feedlot).
¿Existe suficiente cantidad de buen forraje para ensilar?
Solamente deben ensilarse el excedente de la producción de forraje, los residuos de cosechas o los subproductos que no tengan otro valor económico. Sin embargo, en condiciones de lluvias irregulares, el agricultor no podrá saber hasta bien avanzada la estación, si podrá disponer de excedentes de forraje; esto introduce un conflicto entre la disponibilidad de forraje y de calidad nutritiva. La calidad es óptima al inicio del desarrollo de las plantas, pero en ese momento el agricultor no puede saber con certeza si dispondrá de suficiente forraje como para contar con excedentes. Cuando pueda tener esa certeza, la calidad de dicho forraje podría ser tan pobre que no se justifica su conservación. Para resolver el dilema de como contar con material para ensilar, es posible sembrar cultivos forrajeros para ser cosechados, o almacenar residuos de cosecha, subproductos, o materiales de desecho, que se puedan ensilar.
¿Se cuenta con las condiciones necesarias para hacer un buen ensilaje?
El ensilaje es útil sólo si el producto ensilado es de buena calidad, o sea que ha sido bien preservado, que tiene una alta digestibilidad y una buena concentración proteica. Los prerequistos primordiales que debe tener el material a ensilar son: a) cosecha en un período temprano de crecimiento de la planta cuando tiene su mejor valor nutritivo; y b) que contenga una buena concentración de azúcares para asegurar una buena fermentación. El material a ensilar debe ser fácilmente compactable y será cubierto de modo de excluir el aire dentro del silo. Cuando el material pese a su buena calidad, no contenga suficiente cantidad de azúcares, será preciso agregar melaza o alguna otra fuente de azúcares que faciliten la fermentación. El triturado del forraje antes de ensilar facilita la compactación del material. Las gramíneas tropicales (C4) se caracterizan por un bajo contenido de carbohidratos solubles, con la excepción del maíz y del sorgo. Por ello, para asegurar un ensilaje de buena calidad pueda ser más aconsejable sembrar maíz o sorgo, que utilizar pastos tropicales. También pueden ocurrir problemas al distribuir el ensilaje dañado por mohos que, gracias a las altas temperaturas tropicales, logran desarrollarse rápidamente. Se recomienda por ello a los campesinos que el volumen del ensilado sea pequeño, de modo que cada silo pueda ser distribuido en uno o dos días. Un ensilaje mal hecho y mal manejado es un riesgo para la salud tanto de los animales como de las personas.
Mayores antecedentes sobre las condiciones necesarias para el uso del ensilaje bajo condiciones tropicales pueden consultarse en el trabajo de Catchpoole y Henzell (1971).
LA CONFERENCIA
El propósito de esta Conferencia es el efectuar una reseña sobre el potencial del ensilaje como una técnica apropiada para los sistemas de producción animal en la zona tropical enfocando muy particularmente su aplicación en el ámbito de los pequeños agricultores
Se presentan un conjunto de estudios y de carteles técnicos que cubren los aspectos principales de las actividades relacionadas con el uso del ensilaje bajo esas condiciones. El primer estudio describe la teoría del ensilado, el proceso de la fermentación y los problemas que deberán ser resueltos para obtener un ensilaje de buena calidad. A continuación se presentan estudios y carteles técnicos sobre el uso del ensilaje en sistemas de producción animal tanto en gran y pequeña escala; el empleo de mezclas de gramíneas y leguminosas, de cereales y de cultivos forrajeros y de subproductos agrícolas e industriales; el uso de técnicas de cosecha y de ensilado; y el empleo de aditivos para mejorar el uso del ensilaje de forrajes bajo condiciones tropicales.
REFERENCIAS
Andrade, I.F., Atkinson, L.G., Sollenberger, L.E., Ruegsegger, G.J., Misley, P., & Kalmbacher, R.S. 1998. Stockpiling herbaceous tropical legumes for dry-season feed in Jamaica. Trop. Grassl., 32: 166-172.
Catchpoole, V.R., & Henzell, E.F. 1971. Silage and silage making from tropical herbage species. Herb. Abstr., 41: 213-221.
Milera, M., Iglesias, J., Remy, V., & Cabrera, N. 1994. Empleo del banco de proteina de Leucaena leucocephala cv Peru para la produccion de leche. [Use of a protein bank of Leucaena leucocephala cv. Peru for milk production.] Pastos y Forrajes, 17: 73-82.
Peters, M., Tarawali, S.A., & Alkamper, J. 1994. Evaluation of tropical pasture legumes for fodder banks in subhumid Nigeria. - 1. Accessions of Centrosema brasilianum, C. pascuorum, Chamaecrista rotundifolia and Stylosanthes hamata. Trop. Grassl., 28: 65-73.
Saleem, M.A.M. 1985. Effect of sowing time on the grain yield and fodder potential of sorghum undersown with stylo in the subhumid zone of Nigeria. Trop. Agric., 62: 151-153.
C.C. Wong |
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Livestock Research Centre |
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Malysian Agricultural Research and Development Institute (MARDI) |
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INTRODUCCIóN
En muchos países en vías de desarrollo de la región del trópico húmedo del sudeste asiático, los pequeños agricultores que se ocupan principalmente de la producción de rumiantes dependen de pasturas naturales para su alimentación. Estos forrajes crecen en los bordes de caminos y en terrenos incultos. En Malasia y otros países de la región, abunda el forraje verde durante casi todo el año. Sin embargo, la alimentación puede ser un problema serio cuando, por causa de la sequía, escasea el forraje. Por esa razón, se fomenta la conservación de forrajes con el propósito de asegurar su disponibilidad en períodos de crisis (Mohd Najib et al., 1993).
JUSTIFICACIóN PARA LA CONSERVACIóN DE FORRAJES
La cosecha de forraje espontáneo, tradicionalmente efectuada en sistemas de subsistencia por campesinos dueños de pocos animales, es actualmente menos frecuente. Las aspiraciones de los campesinos del sudeste asiático que se dedican a la lechería han cambiado después de la bonanza económica de los años 1980 y 1990. A medida que los campesinos avanzaron económicamente el manejo de su producción requiere disponer de cierta seguridad forrajera ya que los mayores ingresos son acompañados por un incremento de las aspiraciones sociales en la comunidad (Hassan Wahab y Devendra, 1982).
Los productores no disponen de tiempo para cosechar forraje, ni en la época de siembras ni en la época de las cosechas, y menos aún durante las principales fiestas o celebraciones religiosas. La mayor incertidumbre de las lluvias de los últimos años también los desalienta. El efecto de las sequías disminuye sensiblemente la producción de materia seca, mientras que las lluvias excesivas causan inundaciones que pueden afectar la producción, la cosecha y el transporte del forraje. El progreso económico induce límites al pastoreo en el borde de los caminos por los riesgos de accidentes de tránsito y el acceso de animales a las grandes carreteras está prohibido.
El incremento demográfico ejerce cada vez mayor presión sobre el uso de la tierra agrícola en esta región. Ha aumentado el uso ilícito de terrenos reservados para el pastoreo comunal. Esto ha provocado una reducción del acceso a recursos forrajeros gratuitos de dichos terrenos. Por lo tanto, las técnicas de conservación de forraje son prioritarias para su empleo en períodos de alta disponibilidad de forraje verde. El ensilaje durante la época de lluvias, es una alternativa para paliar la escasez de forraje durante el resto del año.
PRODUCCIÓN DE ENSILAJE EN EL TRóPICO
La técnica del ensilaje se ajusta mejor a regiones templadas con estaciones bien definidas que a las regiones tropicales siempre verdes. No obstante, el uso del ensilaje ha comenzado a responder a los intereses de los pequeños productores lecheros en Malasia. Una ventaja de la técnica del ensilaje es estar menos condicionada a las condiciones climáticas que la henificación.
El uso del ensilaje en el trópico interesa por diversas razones. A medida que los países progresan los agricultores presentan nuevas aspiraciones y el productor ya no acepta que la cosecha diaria de forraje, aún en mal tiempo, sea la única opción para alimentar a sus animales. Muchos buscan alternativas que les permitan disponer de alimentos baratos, que puedan ser almacenados y utilizados con facilidad y la práctica del ensilaje les ofrece tal oportunidad.
Los campesinos progresistas han aumentado el tamaño de sus hatos y saben que para tener éxito se requiere suministrar una alimentación de calidad. El buen manejo animal es cada vez más una inversión financiera y no una forma de subsistencia, por lo que los productores requieren la seguridad de un acceso seguro a una buena alimentación para sus animales. El ensilaje les ofrece la posibilidad de asegurar alimentos durante épocas de alta producción para conservarlos para su empleo futuro, especialmente en períodos de escasez. El ensilaje puede ser conservado por meses y aún por años y puede ser usado en cualquier momento, especialmente durante períodos de sequía (Koon, 1993).
CALIDAD DEL ENSILAJE
El ensilaje de maíz en grano ha sido el forraje principal de los bovinos en América del Norte y en menor medida en Europa. La planta de maíz tiene una alta capacidad de conversión de la radiación solar en materiales vegetales. El elevado contenido en almidón de su grano hace que tenga un contenido energético más alto que el heno o el forraje de sorgo y que, por lo tanto, sea un buen material para ensilar (Mooi, 1991). En cambio, muchos forrajes tropicales y subproductos agrícolas generalmente tienen un valor nutritivo de baja calidad y si bien es posible ensilarlos, el su escaso contenido en energía digestible no permite mantener las exigencias de animales de alta productividad. Es preciso buscar nuevos métodos de ensilaje. En Malasia, las plantaciones de palma aceitera producen, semanalmente y en gran abundancia, frondas que podrían emplearse como forraje. A pesar de que tienen un bajo valor nutritivo es preciso encontrar formas de conservación que mejoren su valor nutritivo sin grandes pérdidas de nutrientes. Es necesario investigar sobre nuevas formas para la conservación de forrajes tropicales empleando las técnicas del ensilaje.
REFERENCIAS
Hassan Wahab, & Devendra, C. 1982. An assessment of feed resources, feeding systems and problems concerning smallholder dairy cattle production in the milk collection centre, Jasin, Malacca. MARDI Report, No. 77. 45 p.
Koon, L.L. 1993. Production of Silawrap silage from fodder grass species for dry season feeding. p. 99-101, in: Strategies for suitable forage-based livestock production in Southeast Asia. Proceedings of the Third Meeting of the Regional Working Group on Grazing and Feed Resources of Southeast Asia. 31 January - 6 February 1993, Khon Kaen, Thailand.
Mohd Najib, M.A., Aminah, A., & Idris, A.B. 1993. Forage conservation for livestock smallholders in Malaysia. p. 103-109, in: Strategies for suitable forage-based livestock production in Southeast Asia. Proceedings of the Third Meeting of the Regional Working Group on Grazing and Feed Resources of Southeast Asia. 31 January - 6 February 1993, Khon Kaen, Thailand.
Mooi, K.C. 1991. Varietal and density effects on vegetable corn and forage production. MARDI Research Journal, 19: 217-223.
F. Y. Chin y A.B. Idris |
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Department of Veterinary Services |
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Kuala Lumpur, Malasia |
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El Departamento de Servicios Veterinarios (DVS) de Malasia hace uso del ensilaje como una forma de conservación de forraje desde la década de 1960. Las especies ensiladas incluyen pastos, maíz y variedades de sorgo forrajero. Las construcciones incluyen silos trinchera con paredes de concreto o en madera, silos fosa y silos parva. También se han usado para el ensilaje tambores y bolsas plásticas. Otro método consiste en sellar pequeñas pacas cilíndricas de pasto con una película plástica.
Los silos horizontales se han usado para ensilar pastos, maíz y sorgo forrajero. Estos silos horizontales son de dos tipos: en superficie (trinchera y parva) y bajo tierra (fosa). Los silos trinchera pueden variar en tamaño desde 4 m², con paredes de madera hasta aquellos de gran tamaño, permanentes, de concreto, con una altura de 125 a 175 cm, y una superficie de 13 m ´ 5 m. Las labores de ensilaje para estos últimos son totalmente mecanizadas. Tanto la cosecha, el transporte del forraje y el llenado del silo se hacen con tractores, cosechadoras y camiones de volteo. El apisonado y la compactación del forraje dentro del silo se efectúa por la presión de las ruedas de un tractor que marcha sistemáticamente sobre el material ensilado. Varias fincas del Servicio disponen de este tipo de silo trinchera. Los silos fosa tienen dimensiones de 20 m ´ 5 m; se construyen por lo general en laderas de tal forma que la altura al fondo del silo es de 3 m desde donde disminuye progresivamente hasta la entrada del silo. El silo parva ha sido empleado con éxito en la finca del Instituto de Enseñanza del DVS entre 1983 y 1985. Durante dicho período 400 toneladas de varios tipos de forraje como Brachiaria decumbens, Setaria sphacelata cv Kazungula, pasto Guinea (Panicum maximum) y pasto elefante (Pennisetum purpureum) fueron ensilados en silo parva.
En 1985 y 1986, en la región norte del país se emplearon pequeños silos torre, para ensilar sorgo forrajero (cvv. Sugargraze y Jumbo), maíz y pasto elefante. La comunidad de productores lecheros de esta zona ha respondido favorablemente a la recomendación de ensilar forraje para poder asegurar una alimentación estable del ganado durante todo el año. Cada pequeño silo torre fue hecho con tubos de concreto de 2 m de diámetro y 3 m de altura, que permite ensilar 10 t de forraje fresco el que se transforma en unas 7,5 t de ensilaje. Durante los dos años que duró el programa, se ensilaron 250 t de sorgo forrajero, 66 t de maíz y 30 t de pasto elefante.
El ensilaje se ha extendido progresivamente a residuos de cosecha locales, como los tallos del maíz dulce y las frondas de la palma aceitera. Actualmente el ensilaje de los tallos de maíz dulce se está efectuado en tambores y bolsas de plástico. Desde el inicio en 1994 del programa de ensilaje de la caña de maíz, se estima que se han producido cerca de 400 t de ensilaje para la alimentación del ganado. Los agricultores que participan en los planes para integrar las actividades ganaderas con el cultivo de la palma aceitera, han sido estimulados a ensilar las frondas trituradas en tambores de plástico; este ensilaje se distribuye como un suplemento para contrarrestar problemas de escasez de forraje. El ensilaje de las frondas de palma en tambores de plástico se ha convertido en una técnica muy difundida ya que los tambores resultan convenientes para su llenado, compactación, sellado, manipulación y distribución del ensilaje. El tipo de ensilado empleando el sellado mecánico de pequeñas pacas cilíndricas con una película protectora fue introducido en 1991. Este tipo de ensilado se ha empleado preferentemente para el ensilaje de pastos y ha sido usado en tres fincas que manejan rumiantes junto con una área de reserva para pastar. Se han producido anualmente unas 500 pacas de ensilaje, lo que equivale a 15 t; con este ensilaje se ha alimentado ganado bovino y ovino durante la época seca. Hasta la fecha se han producido ya unas 290 t de ensilaje empleando este tipo de empacado.
Los trabajos sobre ensilaje del DVS han incluido la siembra asociada de maíz con Brachiaria brizantha para cosechar la mezcla y ensilarla. De esta forma se verificó exitosamente la posibilidad de efectuar una cosecha inicial bajo forma de ensilaje a partir de una siembra de una forrajera en terreno recién incorporado al cultivo, o en rebrotes de campos para pastar. Por lo tanto, la cosecha para el ensilaje antecede al período de pastoreo del forraje. Esta estrategia busca optimizar el uso de la tierra que se está incorporando al cultivo o donde se trata de regenerar su productividad para pastar la pradera en forma permanente.
Syed Hassan Raza |
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Department of Livestock Management |
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University of Agriculture |
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Faisalabad, Pakistán |
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INTRODUCCIóN
En Pakistán hay anualmente dos períodos que afectan la producción animal y que corresponden a momentos en que hay una intensa escasez de forraje (mayo-junio y octubre-noviembre). Dichos problemas se podrían evitar conservando como ensilaje el excedente estacional de forraje de la época de alta producción. La técnica del ensilaje fue introducida hace unas dos décadas por varias agencias gubernamentales e internacionales. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos hechos y de los aportes de recursos humanos y financieros, el ensilaje no ha sido adoptado en los sistemas tradicionales de alimentación y producción ganadera. El presente estudio ha tratado de dilucidar sobre las causas que pueden explicar el fracaso del uso del ensilaje para la alimentación animal bajo las condiciones de Pakistán.
MATERIALES Y MéTODOS
Usando un cuestionario pre-ensayado se entrevistaron durante 30 minutos 150 ganaderos elegidos al azar en diversas comunidades agrícolas, la mitad de ellos trabajando en zonas bajo la supervisión de instituciones gubernamentales (AUGII) y el resto a cierta distancia de dichas zonas (FAD) en distintas comunidades agrícolas. La entrevista versó sobre temas relativos al ensilaje, su costo, su uso en la alimentación y otros temas afines.
RESULTADOS Y DISCUSIóN
Los resultados mostraron que más del 90 por ciento de los ganaderos en zonas AUGII conocían la técnica del ensilaje y de su uso, mientras que sólo 10 por ciento de aquellos en zonas FAD conocían esta técnica (Cuadro 1).
Cuadro 1. Respuestas de los ganaderos sobre la opción técnica del ensilaje (%)
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Conocimiento de la técnica |
Empleo en la alimentación |
Interesados en usar el ensilaje |
Interesados en ensilaje preparado comercialmente |
AUGII |
90 |
70 |
20 |
60 |
FAD |
10 |
5 |
- |
20 |
Se pudo concluir que los ganaderos de las zonas AUGII, dado que conocían más sobre el uso del ensilaje en la alimentación, deseaban mantener dicha técnica, pero no podían permitírselo por el alto costo de producción y de mano de obra. Sin embargo, se mostraron interesados en opciones comerciales para comprar ensilaje a precios razonables, como en la venta de alimento para aves. El impacto de la asistencia técnica de las agencias tanto de gobierno como internacionales se limitó en su alcance sólo a los ganaderos localizados cerca de instituciones del gobierno o en zonas periurbanas.
Cuadro 2. Problemas propios de la técnica y del uso del ensilaje detectados en la encuesta (%)
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Costo |
Tiempo |
Poca tierra y/o animales |
Calidad del ensilaje |
Costo/ beneficio |
AUGII |
80 |
60 |
90 |
70 |
80 |
FAD |
NR |
80 |
70 |
NR |
NR |
NR = No responde.
Las causas principales que explican el fracaso en adoptar el ensilaje son la pequeña superficie agrícola y el escaso número de animales (Cuadro 2). La mayoría de los encuestados sólo disponían de 1,2 a 2 hectáreas de tierra por unidad familiar, siendo su interés principal el cultivo de renta. Sus rebaños también eran pequeños y su producción era destinada al autoconsumo familiar. En tales condiciones resultaba más sencillo al ganadero el cosechar a mano el forraje que crece en tierras comunales, bordes de caminos y canales u obtener cuotas de forraje de fincas comerciales de gran tamaño donde trabaja como obrero, que practicar el ensilaje.
CONCLUSIONES
(iv) El alto costo de producción, poca tierra disponible y escaso número de animal son las causas que dificultan el desarrollo del uso del ensilaje.
(v) La relación costo:beneficio es exigua, agravada por el reducido tamaño de las unidades productivas.
(vi) Con el propósito de reducir el costo de producción, se debería incentivar la fabricación del ensilaje comercial en gran escala para la venta.
(vii) Es esencial promover un trabajo efectivo de extensión y de análisis crítico de los datos de retroalimentación recibidos de parte de los productores.
D.V. Rangnekar |
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BAIF Development Research Foundation |
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4, Shobhana Apartments |
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INTRODUCCIóN
India ha efectuado un considerable esfuerzo en términos de investigación y de planes de desarrollo para el uso del ensilaje, pero su nivel de adopción ha sido pobre. Siguiendo las prácticas empleadas en países de occidentales, se ha recurrido a esta técnica para mantener el ganado en buena condición productiva durante el período seco, cuando escasea el forraje verde. Las recomendaciones técnicas se apoyan en el supuesto que durante el período de cultivo debe existir un excedente de forraje que podría ser ensilado para poder complementar el forraje seco que se distribuye durante la temporada sin lluvia. Además se supone que la opción de usar el ensilaje implicaría un menor costo que el tener que suplir con alimentos concentrados. En apoyo de su uso fueron iniciados durante el período colonial varios proyectos de investigación, demostraciones en el terreno y planes especiales de fomento subsidiados que han continuado hasta hoy en día. Lamentablemente, salvo el caso de fincas institucionales, la adopción de la técnica del ensilaje por parte de pequeños campesinos es muy baja o prácticamente nula.
El autor colabora con una ONG local (BAIF) que ejecuta actividades de desarrollo rural integrado en operaciones ganaderas de gran escala ubicadas en seis estados de la nación y ha estado asociado particularmente con actividades de desarrollo en tres de sus estados occidentales. Las actividades de BAIF involucran a cerca de medio millón de campesinos, de los cuales un 80 por ciento posee pequeñas fincas que se encuentran ubicadas en zonas comúnmente sin riego y en regiones poco desarrolladas. Los planes de desarrollo ganadero han enfocado la posibilidad de crear empleo y generar ingreso en zonas rurales y así aliviar el problema de la pobreza. Para ello ha sido necesario tratar de elevar la productividad de la empresa ganadera, en parte introduciendo planes de mejora genética, pero sobretodo reforzando la disponibilidad de un aporte estable y nutritivo de alimentos para asegurar un buen comportamiento animal. El apoyo de BAIF comenzó con la introducción de una serie de tecnologías promisorias incluyendo la técnica del ensilaje. No obstante, muy pronto se encontró que lo que parecía prometedor, técnicamente factible y económicamente viable, no era adoptado por los pequeños campesinos. Por ello, resultó imperativo conocer la razón del aparente rechazo de esta tecnología. La colaboración con los campesinos y la experiencia profesional del trabajo directo en zonas rurales, indicaron que los aportes útiles para explicar este rechazo no provendrían de los técnicos, sino que debían ser indagados directamente entre los campesinos, de quienes se puede aprender mucho.
EL DILEMA DEL RECHAZO DE TECNOLOGÍAS VÁLIDAS Y ESTUDIOS CON AGRICULTORES
Como otras tecnologías agrícolas, el ensilaje era una técnica juzgada como válida y útil, que permitía mantener un buen nivel nutritivo del ganado en la temporada seca y a bajo costo. La gran mayoría de los resultados de investigaciones y de demostraciones aportan conclusiones favorables sobre el ensilaje. Programas especiales con subsidios, fueron creados para incentivar a los pequeños campesinos para que construyeran silos así como para comprar máquinas trituradoras de forraje. Con esto se presumía que, al menos durante la época de lluvias, una parte del excedente de forraje o de las pasturas naturales, serían ensilados. Como resultado, un cierto número de fincas institucionales -institutos de investigación, fincas universitarias y del gobierno estatal- adoptaron el ensilaje para la alimentación del ganado en época seca, si bien en estas fincas el uso del ensilaje es aún limitado.
Algunos estudios especiales han sido llevados a cabo con la colaboración de campesinos y del personal de extensión en ciertos lugares de tres estados de la India occidental (Gujarat, Rajasthan y Madhya Pradesh). Empleando una estrategia participativa se trabajó con pequeños grupos de discusión entre campesinos -incluyendo mujeres y hombres, y junto a los extensionistas, se dirigieron debates para identificar los temas prioritarios. Los integrantes de estos grupos fueron elegidos al azar y más de 300 familias campesinas participaron en estos grupos; entre ellos más de 100 campesinos colaboraron en demostraciones de ensilaje auspiciadas por los gobiernos estatales y las cooperativas lecheras. Los resultados de estos estudios participativos se resumen más abajo.
Aspectos tecnológicos
La mayoría de los extensionistas conocía el ensilaje y disponía de información básica pero no conocía la técnica a fondo ni tenía experiencia práctica. Sólo 15 por ciento tenía experiencia práctica en la fabricación del ensilaje.
La mayoría de los extensionistas indicó que los silos torre no eran apropiados ya que su costo era muy elevado. El silo fosa o el silo trinchera, empleando envolturas plásticas ofrecían buenas posibilidades, pero requerían mucha mano de obra. El triturado del forraje era una labor muy ardua, que requiere mucha mano de obra y, por ende, era poco practicado.
Los campesinos que participaron en las demostraciones tenían cierto conocimiento sobre el ensilaje que habían obtenido en las reuniones previas. Pero cuando las demostraciones encontraron problemas y no tuvieron éxito, este resultado influyó negativamente sobre los participantes, desmotivándolos.
La mayoría de las mujeres no conocían el ensilaje ya que no participaron en las demostraciones. Pero algunas mujeres se informaron sobre el ensilaje al participar en programas de capacitación y reuniones de extensión. La mayoría de las mujeres concordaban que el ensilaje era una técnica complicada y cara, si se tomaba en cuenta el triturado y apisonado del ensilaje; no creían que el esfuerzo y el costo requerido les permitirían obtener beneficios.
El personal de extensión no se esforzó por proponer nuevas alternativas para al ensilaje.
Cerca del 90 por ciento de los campesinos consideraba que el ensilaje recomendado era muy complicado y requería mucha mano de obra.
Adopción
Los estudios indicaron que cerca del 30 por ciento de los campesinos que participaron en las demostraciones y que recibieron un subsidio adoptaron la práctica del ensilaje, si bien solo por un corto período. No se observó adopción definitiva por parte de los campesinos en ninguna de las regiones. Sin embargo muchas fincas institucionales continúan usando el ensilaje. Las principales razones para la no adopción serían las siguientes:
La mayoría de los campesinos pensaban que los beneficios no se equiparaban con el esfuerzo requerido y el tiempo utilizado.
Muchas mujeres señalaron que sus animales producían poca leche, por lo que el costo y el trabajo requeridos para hacer y usar el ensilaje no eran rentables.
En zonas sin riego no había excedente forrajero para ensilar. El forraje se produce durante el período de lluvia. La cantidad de leguminosas era exigua y difíciles de ensilar.
Al disponer de riego se prefería tener dos o tres cosechas y cortar el forraje para darlo en verde.
En ciertos lugares sin riego había excedentes pero el ensilaje requería mucho trabajo.
La henificación era una alternativa más conveniente. El uso de heno de buena calidad es la práctica tradicional preferida, especialmente por las mujeres.
La mayoría de las mujeres aborrecía el olor del ensilaje y decía que los animales demoraban en aceptarlo y que algunos rechazaban comerlo.
OBSERVACIONES FINALES
Después de discutir con algunos investigadores el futuro de ciertas tecnologías como el ensilaje, la conclusión aportada era que "nuestro aporte ya ha concluido y ahora es la responsabilidad de los servicios de extensión y de los agricultores, evaluar su utilidad y adoptar lo que les parezca conveniente". Como en muchos otros casos el progreso de la investigación ha sido mucho más veloz que la aplicación de sus resultados en los planes de desarrollo. Ciertas respuestas del grupo de mujeres son muy importantes, ya que hicieron resaltar que, a no ser que sus animales pudiesen alcanzar mayores niveles de producción que justificaran el esfuerzo y costo de ensilar forraje, su adopción sería baja y que los subsidios serían de poca ayuda.
Evaluar el costo ha resultado complejo. El agricultor compara costos de producción de sus cultivos y de técnicas alternativas antes de tomar una decisión. Una vez más depende del margen de beneficio del producto animal. Un apreciación práctica es comparar costos entre el uso de concentrados con el uso de ensilaje. Pero quizás los factores de mera conveniencia y de facilidad resulten ser más determinantes que el factor costo y es más fácil usar concentrados para suplementar el uso de heno o paja, aunque estos sean de baja calidad. No es práctica común en India triturar el forraje; esto demora y complica el ensilaje de los forrajes.
Las conclusiones de los estudios de campo indican la necesidad de evaluar todo el conjunto del sistema de producción tal como funciona en la práctica, y de insistir en discutir directamente con los agricultores para lograr entender como viven su situación. Será importante identificar las opciones tecnológicas que puedan aplicarse en cada finca y será indispensable que los campesinos puedan visualizar los beneficios y deseen obtenerlos. Esto se aplica muy particularmente en el caso de las mujeres.
No obstante, es poco frecuente encontrar tales situaciones. Por ello, como una alternativa para economizar esfuerzos y otros recursos es necesario comenzar con un estudio analítico de la situación de partida, para luego decidir que cambios deberán introducirse. Lamentablemente, en India es poco frecuente encontrar que se aplique este procedimiento a trabajos de desarrollo ganadero o de investigación.
Ganda Nakamanee
Pakchong Animal Nutrition Research
Centre
Tailandia
INTRODUCCIóN
La principal dificultad para mantener el ganado lechero en Tailandia es la escasez de alimento, sobretodo durante la temporada seca. Los campesinos conocen el uso de residuos de cosecha para suplir la ración de base pero tienen poca experiencia en la conservación de forraje. A pesar del intenso trabajo de investigación sobre ensilaje realizado en centros de investigación y universidades, la adopción de esta técnica es generalmente baja. Las razones que explican esto serían:
La escasez de forraje;
el campesino estima que la técnica del ensilaje es complicada; y
el reducido capital disponible para invertir en maquinaria nueva.
El presente estudio analiza la predisposición del pequeño campesino tailandés que mantiene ganado lechero, para adoptar el uso del ensilaje e indaga sobre los factores que influyen sobre esta predisposición. El estudio se realizó en el distrito de Sung Nuen, Nakornratchasima, en el Nordeste de Tailandia, entre las latitudes 14°30¢ y 15°15¢ N, y longitudes 101°43¢ y 101°56¢ E, con una pluviometría anual media de 805 mm. Los cultivos principales son arroz, maíz, yuca y caña de azúcar.
Un diagnóstico participativo sobre los problemas de la alimentación del ganado fue realizado con los campesinos en 1997. La dificultad mayor resultó ser la escasez de forraje de buena calidad durante la época seca. La solución tradicional para esto era suplementar la ración de base con residuos de cosecha, principalmente paja de arroz y hojas de caña de azúcar. Anteriormente, estos residuos se podían obtener en forma gratuita, pero con el aumento de la demanda es preciso pagarlos, el precio aumenta y los residuos de cosecha comienzan a escasear. Otro problema es el bajo contenido proteico de estos residuos, que no satisfacen los requerimientos nutritivos de los animales en producción durante la época seca. Por esta razón, los campesinos ahora muestran interés por informarse sobre técnicas de conservación de forraje, incluyendo el ensilaje.
DEMOSTRACIóN DE LA TéCNICA DEL ENSILAJE
La demostración reunió en Pakchong a 53 campesinos productores de leche, con el propósito de informarles sobre la técnica del ensilaje. La reunión fue organizada en colaboración entre el Centro de Investigación en Nutrición Animal de Patchong y el técnico en producción animal del distrito. La demostración incluyó tres diferentes técnicas para ensilar forraje:
silos trinchera;
bolsas de polietileno negras de 40 kg de capacidad; y
bolsas plásticas de 800 kg de capacidad.
Se escogió el ensilaje de maíz por ser este el cultivo más común de la zona. Los campesinos aportaron el forraje de maíz triturado y la mano de obra para realizar la demostración. Los funcionarios aportaron también mano de obra, materiales (bolsas plásticas) y consejo técnico. Posteriormente se realizaron visitas de seguimiento para vigilar si ocurrían problemas y para discutir con los campesinos sobre sus experiencias sobre la técnica del ensilaje. La totalidad de los 53 campesinos confirmaron su interés en ensayar el ensilaje en sus fincas. Uno de los campesinos introdujo variantes que incluían el ensilar forraje en cubos y en un silo fosa, con el propósito de vender forraje ensilado.
El rango de preferencias entre los campesinos sobre la forma de ensilar fue: 38 por ciento preferían el silo trinchera; 31 por ciento ensilar en cubos; 23 por ciento en bolsas pequeñas; y 8 por ciento en bolsas de 800 kg.
OBSERVACIONES DE LOS CAMPESINOS
Bolsas plásticas negras: baratas y facilitan la alimentación de los animales.
Bolsas plásticas grandes (800 kg): permiten ensilar un gran volumen cada vez.
Cubos plásticos: tienen un costo inicial más elevado que las bolsas pero pueden ser usados muchas veces y aseguran protección contra ataques de insectos y roedores.
Silo trinchera: inversión elevada para su construcción, pero tiene larga vida útil.
FACTORES QUE AFECTAN EL POTENCIAL DE ADOPCIóN DEL ENSILAJE
Convencimiento que la escasez de forraje de buena calidad en la época seca era su mayor problema.
Al "aprender haciendo" los campesinos comprobaron que la técnica del ensilaje no era tan complicada y difícil.
Los técnicos deben llegar a conocer cuales son las necesidades de los campesinos. Deben poder ofrecer varias opciones para resolver cada problema, y permitirles observar, comprar y evaluar, antes de escoger el modo de resolver el problema.
Es indispensable que cada campesino disponga de suficiente forraje para ensilar.
No todas las tecnologías de ensilaje son apropiadas para el uso por pequeños campesinos. El costo de la modalidad escogida para ensilar debe ser conmensurable con la disponibilidad de capital de la finca.
CONCLUSIONES
Existe cierto potencial para expandir el uso del ensilaje en el ámbito de las pequeñas fincas lecheras de Tailandia. Sin embargo, es preciso asegurarse que las opciones técnicas aconsejadas para el uso del ensilaje correspondan a las posibilidades de cada finca y que cada campesino pueda adaptarlas a su situación. El programa de trabajo con estos campesinos continúa, con el propósito de dar seguimiento al proceso de adopción del ensilaje, y para discutir con ellos las necesidades que se presentan; esto permite también lograr un mayor conocimiento de las diversas opciones para manejar el ensilaje y lograr identificar aquellas con mayores posibilidades de éxito en las condiciones particulares de cada lugar.