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Capítulo 15. África Central


Figura 15-1. África Central: mapa de la cubierta forestal

1. Burundi

2. Camerún

3. República Centroafricana

4. Congo

5. República Democrática del Congo

6. Gabón

7. Guinea Ecuatorial

8. Rwanda

El África central[30] es una subregión muy importante desde el punto de vista forestal pues cerca del 57 por ciento del territorio está cubierto de bosques naturales. Esta subregión alberga la mayor masa contigua de bosques húmedos tropicales que queda en el continente africano y la segunda en magnitud en el mundo (después de los bosques amazónicos). Esta cubierta forestal casi uniforme se extiende por el Gabón, Guinea Ecuatorial, el Congo, la mayor parte del Camerún y la República Democrática del Congo, así como por una zona de dimensiones reducidas de la República Centroafricana (Figura 15-1). La República Democrática del Congo es el país más grande de esta subregión, con más de 226 millones de hectáreas de tierras. Burundi y Rwanda figuran entre los países más pequeños de África central y del continente. La subregión se destaca por una distribución climática por zonas que da lugar a un gradiente de ecosistemas y en consecuencia de diversidad biológica. Los bosques pluviales de especies latifoliadas perennes de tierras bajas (incluidos los bosques de pantano situados principalmente en el Congo oriental y en la parte occidental de la República Democrática del Congo) y los bosques latifoliados semiperennes predominan en esta subregión y figuran entre los más abundantes de África. Los bosques montanos (en Rwanda, Burundi, el Camerún y la República Democrática del Congo) poseen una menor variedad biológica aunque con frecuencia cuentan con un mayor número de especies endémicas (UICN 1996). En África central existen también bosques secos, situados en el norte de la República Centroafricana y en el Camerún.

Esta subregión posee abundantes recursos naturales, y ha desempeñado un papel fundamental en la historia, que sigue desempeñando actualmente, como reservorio para la exportación de materia prima a las naciones industrializadas. En particular, la madera, y en fecha más reciente, el petróleo, representan los principales productos para la exportación. Los bosques se aprovechan en múltiples formas, incluida la colección de productos no maderables, la explotación de madera con bajo impacto, y hasta la extracción de madera comercial en forma intensiva. África central no constituye una entidad política o socioeconómica uniforme: más del 70 por ciento de su población vive en el medio rural, si bien el Gabón y el Congo están más urbanizados. Algunas regiones registran densidades demográficas que figuran entre las más bajas de África. A pesar de ello, Rwanda y Burundi son países muy poblados, y el 90 por ciento de sus poblaciones viven en condiciones rurales. En general, los países centroafricanos son algunos de los menos favorecidos del mundo, si se exceptúa al Gabón (FAO 2000).

Tabla 15-1. África Central: recursos forestales y manejo

País/área

Área de la tierra

Área de bosque en 2000

Cambio del área 1990-2000 (total de bosque)

Volumen y biomasa por encima del suelo (total de bosque)

Bosques bajo plan de manejo

Bosques naturales

Plantaciones forestales

Área total de bosques

000 ha

000 ha

000 ha

000 ha

%

ha/cápita

000 ha/año

%

m3/ha

t/ha

000 ha

%

Burundi

2 568

21

73

94

3.7

n.s.

-15

-9.0

110

187

-

-

Camerún

46 540

23 778

80

23 858

51.3

1.6

-222

-0.9

135

131

-

-

República Centroafricana

62 297

22 903

4

22 907

36.8

6.5

-30

-0.1

85

113

269*

n.ap.

Congo

34 150

21 977

83

22 060

64.6

7.7

-17

-0.1

132

213

-

-

República Democrática del Congo

226 705

135 110

97

135 207

59.6

2.7

-532

-0.4

133

225

-

-

Gabón

25 767

21 790

36

21 826

84.7

18.2

-10

n.s.

128

137

-

-

Guinea Ecuatorial

2 805

1 752

-

1 752

62.5

4.0

-11

-0.6

93

158

-

-

Rwanda

2 466

46

261

307

12.4

n.s.

-15

-3.9

110

187

-

-

Total de África Central

403298

227377

634

228011

56.5

2.6

-852

-0.4

127

194

-

-

Total de África

2978394

641830

8036

649866

21.8

0.8

-5 262

-0.8

72

109

-

-

TOTAL MUNDIAL

13063900

3682722

186733

3869455

29.6

0.6

-9 391

-0.2

100

109

-

-

Fuente: Apéndice 3, Tablas 3, 4, 6, 7 y 9.

* Resultados parciales únicamente. No se dispone de datos nacionales.

RECURSOS FORESTALES

Los conocimientos en materia de recursos forestales son muy escasos y la mayor parte de los inventarios forestales centroafricanos abarcan tan sólo una parte del sector forestal productivo (el Camerún, el Congo, el Gabón, Rwanda y la República Centroafricana). A nivel nacional, la poca información existente acerca de las zonas boscosas es obsoleta y necesita ser actualizada. El último inventario forestal de Burundi se remonta a 1976 y de la República Democrática del Congo a 1982; y los datos nacionales más recientes son los de Guinea Ecuatorial (1992). Por consiguiente, las cifras que se presentan en el Tabla 15-1 se basan en su mayoría en las estimaciones hechas por expertos nacionales. Asimismo, en 1999 se organizó en el Gabón un taller para colectar datos sobre esta subregión, en el que participaron todos los países centroafricanos (FAO 2000).

Los bosques centroafricanos ocupan el segundo lugar entre los bosques pluviales más grandes del mundo y constituyen el 35 por ciento de la superficie forestal africana así como el 6 por ciento, aproximadamente, de la cubierta forestal mundial. Más del 60 por ciento de la superficie forestal de la subregión se halla en la República Democrática del Congo. El Gabón es el país más boscoso, pues un 85 por ciento de su superficie terrestre total está cubierta de bosques. Burundi y Rwanda, por su parte, poseen la proporción más reducida de cubierta forestal (4 y 12 por ciento, respectivamente). A pesar de que se carece de estadísticas exactas, está claro que los bosques de la cuenca del Congo han sufrido niveles anuales de tala relativamente bajos si se les compara con el resto del continente. No obstante, han estado sujetos a una degradación progresiva que no es fácil estimar. Burundi y Rwanda registran los niveles anuales más elevados de cambio forestal negativo mientras que el Congo, la República Centroafricana y el Gabón presentan tasas anuales inferiores o iguales a -0.1 por ciento (Tabla 15-1 y la Figura 15-2). En la República Democrática del Congo y el Camerún se desbrozan cada año las zonas de mayores dimensiones.

Debido a la gran cantidad de recursos forestales del África central, los esfuerzos de reforestación han sido mínimos. Además, esos esfuerzos han consistido principalmente en el establecimiento de plantaciones forestales más que en la reforestación de las zonas sobreexplotadas o degradadas. En la subregión se han establecido unas 634 000 ha de plantaciones con diversos niveles de éxito. Muchas plantaciones en Camerún, Gabón y la República Democrática del Congo han fracasado por falta de mantenimiento o debido a un manejo inadecuada. Además, se carece de estadísticas exactas sobre plantaciones y tasas de reforestación. De hecho, en algunos países se ha dejado de ejercer control estatal, ocasionando así la disminución gradual de conocimientos especializados acerca de las plantaciones nacionales. Más de la mitad de las plantaciones están ubicadas en Burundi y Rwanda como resultado de un programa extensivo de plantaciones instituido entre 1975 y los primeros años de 1990 (FAO 2000).

La cantidad y calidad de los recursos forestales disponibles representan un potencial de considerable importancia: de hecho, el volumen total de los bosques centroafricanos constituye más del 60 por ciento de la totalidad del volumen del continente y el 7 por ciento del volumen del mundo entero. El volumen de bosques de África central se estima en 47 000 millones de metros cúbicos con corteza, lo que corresponde a un promedio de 127 m3 por hectárea. En términos de biomasa, la estimación asciende a más de 44 000 millones de toneladas debido a la elevada densidad de la madera y el alto porcentaje de ramas que equivalen a una media de 194 toneladas por hectárea. Los bosques de esta subregión constituyen cerca de dos tercios de la reserva de biomasa forestal del continente africano. La mayor parte de los datos concernientes al volumen y la biomasa de casi todos los países centroafricanos proceden de los inventarios forestales existentes (Guinea Ecuatorial, el Camerún, la República Centroafricana y la República Democrática del Congo). Respecto de los demás países, los cálculos se basan en las estimaciones hechas por expertos (Burundi, Rwanda y el Gabón) o en la extrapolación de datos procedentes de países vecinos que poseen características ecológicas parecidas (el caso del Congo).

En África central existe una excepcional diversidad biológica así como un elevado nivel de endemismo. Por ejemplo, la República Democrática del Congo posee más de 11 000 especies de plantas, de las cuales más del 30 por ciento son endémicas. En este país pueden encontrarse asimismo más de 1 100 especies de aves y 400 especies de mamíferos (estas dos cifras corresponden a los niveles más altos hallados en África) (Tchatat 1999). Los bosques densos de la subregión cuentan con un fuerte potencial maderero que se deriva en parte de sus especies comerciales de gran valor, en particular especies de secuoyas pertenecientes principalmente a la familia de las Meliaceae. Entre las especies comerciales de mayor importancia figuran, okoumé (Aucoumea klaineana), limba (Terminalia superba), tiama (Entandrophragma angolense) y sapelli (Entandrophragma cylindricum). No obstante, el nivel de extracción es uniformemente inferior al de incremento. En efecto, a pesar de la variedad de sus especies y la abundancia de árboles de grandes dimensiones, los bosques pluviales contienen sólo un número limitado de especies comercializables, y los árboles explotables están presentes en forma esparcida. Estos dos factores, aunados al difícil acceso (debido a la ausencia de carreteras) y a los problemas inherentes al transporte de la madera hacen que la recolección sea un proceso selectivo y mucho más reducido de lo que permitiría su volumen potencialmente explotable. Además, dependiendo de las condiciones del mercado, los concesionarios con frecuencia se limitan a extraer únicamente la madera de calidad más elevada, que se halla principalmente en los bosques cerrados (CMVC. 1997). Sin embargo, la sobreexplotación aumenta a medida que crecen las necesidades de la población, como en el caso de los bosques montanos de Burundi y Rwanda (FAO 2000).

Figura 15-2. África Central: área de bosque natural y plantaciones forestales en 2000 y variaciones netas del área entre 1990 y 2000

También la madera que se obtiene de los árboles fuera del bosque tiene su importancia, especialmente en los lugares en que escasean los bosques naturales, como en Rwanda y Burundi, donde se estimulan los sistemas agroforestales y las pequeñas plantaciones de propiedad privada a los fines del suministro de productos forestales (FAO 2000).

MANEJO Y USOS DE LOS BOSQUES

Ninguno de los países de África central proporcionó información acerca de las áreas forestales incluidas en un plan de manejo aprobado a nivel nacional (Tabla 15-1). Sin embargo, se han emprendido notables esfuerzos a fin de establecer un marco para la ejecución sobre el terreno de prácticas de manejo forestal sostenible en la subregión (FAO 2000). Así pues, en un reciente estudio de la OIMT (Poore y Thang 2000) se señaló que el Camerún es uno de tan sólo seis países productores tropicales de la OIMT que al parecer ha reunido todas las condiciones necesarias para permitirle manejar sus unidades de manejo forestal en forma sostenible.

Todos los países centroafricanos han adoptado estrategias y planes de acción forestal que tienen en cuenta sus exigencias específicas. Algunas de esas políticas son muy recientes (el Gabón, el Camerún y la República Centroafricana). Si bien los países han además modificado sus leyes forestales y sus reglamentos en materia de manejo, algunos de ellos han demorado su aplicación a causa de la aparición de disturbios políticos, dificultades económicas o violentas crisis civiles. Por añadidura, las actuales condiciones técnicas, financieras, políticas e institucionales no son favorables en la mayor parte de los países (FAO 2000; Dupuy et al. 1999).

En la actualidad, casi todos los bosques centroafricanos pertenecen al Estado, aunque algunos países han mantenido los derechos tradicionales de tenencia de la tierra (como en el Gabón, el Camerún y la República Centroafricana). Un departamento público de bosques se encarga de el manejo de los bosques y éstos se clasifican, de acuerdo con sus características, como bosques de producción, bosques de protección o reservas naturales. Por lo general, a la administración forestal incumbe la realización de las actividades de conservación, reforestación y explotación forestales así como la elaboración de los inventarios forestales y la preparación y ejecución de los planes de manejo. Sin embargo, en África central muchas administraciones forestales carecen de los recursos necesarios para desempeñar eficientemente sus funciones y administrar grandes áreas forestales a nivel nacional (FAO 2000; CARPE 1996).

El manejo forestal encaminada a la explotación maderera se centra en la demarcación de las áreas que conforman las concesiones y el control del volumen extraído. Los bosques de producción se adjudican por lo general a compañías madereras o a personas físicas (es decir a concesionarios) con arreglo a acuerdos a largo plazo de mayor o menor duración (permisos provisionales de explotación). En el Gabón, es obligatoria la presentación de un inventario forestal y de una propuesta de un plan de manejo forestal antes de emprender toda actividad de explotación. En el Congo y el Camerún, el patrimonio forestal estatal se ha dividido en unidades de manejo forestal, cada una de las cuales (en principio) posee un área suficiente para abastecer una industria maderera en consonancia con planes coordinados de aprovechamiento y manejo de los recursos. En diversos proyectos se han establecido estrategias de manejo sostenible en relación con los recursos del bosque. También en el Camerún y en la República Centroafricana existen proyectos piloto para la producción forestal sostenible. En la región la producción de papel es casi inexistente; y en las estadísticas disponibles por lo general no se hace mención de la aportación exacta del sector forestal al estado. A pesar de ello, al parecer Burundi y Rwanda no disponen de los recursos suficientes para satisfacer las demandas internas, así que debe recurrirse a productos importados para complementar la producción nacional.

En África central, 65 millones de personas viven en los bosques o sus alrededores (Aubé 1996) y dependen de ellos para obtener energía, alimentos, medicinas, etc. Al igual que en otras regiones de África, los bosques son la principal fuente de energía doméstica. Cerca del 80 por ciento de la población del Camerún y de la República Democrática del Congo utilizan la leña para satisfacer sus exigencias en este sentido. En el Gabón y Rwanda, 80 a 94 por ciento del consumo total de combustible se deriva de la biomasa leñosa. Sin embargo, y a pesar de su importancia, se dispone de pocos datos debido al carácter no estructurado de la recolección de leña. También los productos forestales no madereros son importantes para la vida de las poblaciones locales y se utilizan ampliamente. En la cuenca del Congo la caza desempeña una función fundamental (Tchatat 1999). La información sobre los mercados y los modelos de consumo es escasa, y las pocas estadísticas disponibles provienen de estudios aislados.

En los países de África central existen amplias áreas forestales bajo protección establecidas por la legislación. Algunas zonas se destacan por la diversidad de plantas y animales y por lo general están protegidas (como los parques nacionales de Dja en el Camerún y de Dzanga-Ndoki en la República Centroafricana). Existen también diversos proyectos sobre zonas protegidas administrados por funcionarios regionales y nacionales. Asimismo, se cuenta con un volumen considerable de leyes relacionadas con las zonas protegidas a nivel nacional, si bien en gran parte son anticuadas y, en muchos casos, faltan recursos y mecanismos suficientes para lograr su eficaz aplicación (FAO 2000; Fotso 1996). En 1997, el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación estimó que existen unas 83 zonas legalmente protegidas las cuales abarcan el 5 por ciento, aproximadamente, de todas las tierras de la subregión (CMVC 1997).

CONCLUSIONES Y TEMAS

La información relativa a los recursos forestales de los ocho países centroafricanos se basa en gran medida en las estimaciones de expertos nacionales. Los datos de los inventarios forestales son a menudo poco fiables, anticuados, obsoletos o parciales, y con frecuencia no puede disponerse de ellos. En la actualidad la colecta de datos en el África central se realiza en su mayor parte como una de las actividades relacionadas con el manejo forestal. Hace falta aportar una mejora sustancial al acopio y análisis de datos estadísticos en el plano nacional a fin de obtener mejores conocimientos sobre los recursos forestales.

Todos los países centroafricanos han adoptado políticas de manejo forestal sostenible. Aún así, su ejecución por lo general no es adecuada debido a la falta de recursos y a deficiencias institucionales. Además, en algunos de esos países (Burundi, Rwanda, el Congo y la República Democrática del Congo), las crisis políticas y sociales acaecidas durante el último decenio han tenido efectos negativos en la sostenibilidad de los bosques. No obstante, las unidades de investigación científica nacionales han desplegado esfuerzos considerables en cada país a fin de mejorar la gestión técnica y económica de los bosques de producción (FAO 2000).

La deforestación del África central tiene múltiples causas: algunas de ellas son directas (agricultura, urbanización, minería, entre otras); otras son indirectas, como algunos factores socioeconómicos (presión demográfica, pobreza, fluctuaciones del mercado internacional, etc.) o políticos (inestabilidad política, etc.). Las causas principales de deforestación de los bosques densos son la agricultura (la agricultura migratoria y los cultivos comerciales) y la recolección de leña, sobre todo en las zonas con mayor densidad de población. La agricultura migratoria puede dar lugar a una grave degradación de los recursos forestales si no se ejecuta en forma sostenible. La República Democrática del Congo, el Camerún, Burundi y Rwanda registran altas tasas de incremento de población rural en la subregión, y como consecuencia de ello, en esos países la agricultura es una las causas primarias de deforestación, a diferencia de lo que ocurre en el Congo y el Gabón, países más urbanizados (CARPE 1996). Por otra parte, los recursos naturales en las zonas periurbanas están sujetos a una gran presión provocada por la expansión de las áreas urbanas y por su aprovechamiento para obtener leña y material de construcción (FAO 2000).

La extracción de madera para uso comercial es selectivo en los países muy boscosos de la subregión da lugar a la degradación de los bosques más que a la deforestación. La degradación puede a su vez ocasionar el agotamiento de las especies comerciales a corto plazo. Tras diversas cosechas, el bosque denso se degrada con frecuencia hasta convertirse en un bosque abierto susceptible a los incendios (si bien éstos suelen ser más graves en otras tierras boscosas). Además, la construcción de vías de para la extracción de la madera, fomenta el asentamiento de las poblaciones la conversión de las áreas forestales en áreas agrícolas (FAO 2000; CMVC. 1997).

Las poblaciones que migran por razones de índole económica, social y política, han provocado la destrucción de los bosques mediante los asentamientos, la corta no controlada y el uso del fuego. Esta situación crítica puede inducir la destrucción de infraestructura y una inestabilidad general en el sector forestal. Tal fue el caso de Burundi y Rwanda durante el decenio pasado en que la mayor parte de las tierras productivas se destinaron al uso agrícola. En esos dos países se han emprendido iniciativas para repoblar las zonas degradadas o taladas, además que se ha iniciado la promoción de prácticas agroforestales (FAO 2000).

La participación popular en la planificación y ejecución de el manejo forestal ha registrado un incremento en los países de África central. Otros aspectos de importancia que cabe mencionar son el fortalecimiento de las instituciones que imparten capacitación forestal, la realización de programas de concienciación en materia de conservación dirigidos al público y la ejecución de actividades de investigación ecológica a largo plazo sobre el valor de los servicios que prestan los bosques.

BIBLIOGRAFÍA

Aubé, J. 1996. Étude pour favoriser le développement des produits forestiers non ligneux dans le cadre du Central African Regional Program for the Environment (CARPE). Washington, DC, Forestry Support Program, USAID. http://carpe.umd.edu/Products/

Central African Regional Program for the Environment (CARPE). 1996. CARPE workshop, Libreville, Gabon. Washington, DC, USAID. http://carpe.umd.edu/

CMVC. 1997. United Nations List of Protected Areas 1997. www.wcmc.org.uk/protected_areas/data/un_97_list.html

Dupuy, B., Maître, H.-F. & Amsallem, I. 1999. Techniques de gestion des écosystèmes forestiers tropicaux: état de l’art. Documento de trabajo FAO/FPIRS/05 preparado para el examen y la estrategia de la ejecución de la política forestal del Banco Mundial. FAO, Roma/Montpellier, Francia, Cirad Forêt.

FAO. 2000. Collecte et analyse de données pour l’aménagement durable des forêts - joindre les efforts nationaux et internationaux. Actas del taller subregional sobre estadísticas forestales. Programa de Asociación CE-FAO GCP/INT/679/EC, taller subregional para los países de la cuenca del Congo, Lambarene, Gabón, 27 de septiembre - 1 de octubre de 1999. Roma. www.fao.org/forestry/fon/fons/outlook/Africa/ACP/Lamb/Lamb-17.htm

Fotso, C. 1996. Problématique de la conservation de la biodiversité en Afrique centrale. Cameroun, Conservation et utilisation rationelle des Ecosystèmes Forestiers d’Afrique Centrale (ECOFAC). CARPE Libreville. USAID. http://carpe.umd.edu/products/

Poore, D. & Thang, H.C. 2000. Review of progress towards the year 2000 objective. Informe presentado al 28° período de sesiones del Consejo Internacional de las Maderas Tropicales, ITTC(XXVIII)/9/Rev. 2, 24-30 de mayo de 2000, Lima, Perú. Yokohama, Japón, OIMT.

Tchatat, M. 1999. Produits forestiers autres que le bois d’œuvre (PFAB): place dans l’aménagement durable des forêts denses humides d’Afrique centrale. Projet régional de capitalisation et transfert des recherches sur les écosystèmes forestiers de l’Afrique humide. Série FORAFRI. Document 18.

UICN. 1996. Atlas pour la conservation des forêts tropicales d’Afrique, ed. J.-P. de Monza. París.


[30] Para más detalles sobre cada país véase www.fao.org/forestry

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