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Capítulo 18. Islas pequeñas de África


Figura 18-1. Islas pequeñas: mapa de la cubierta forestal

1. Cabo Verde

2. Comoras

3. Mauricio

4. Reunión

5. Santo Tomé y Príncipe

6. Seychelles

Los países incluidos en esta subregión son las islas de Cabo Verde, las Comoras, Mauricio, Reunión, Santo Tomé y Príncipe y Seychelles (Figura 18-1)[33], que abarcan una superficie total de 1 181 millones de hectáreas. Los bosques representan el 21 por ciento de esta superficie.

En un principio, las islas de Cabo Verde albergaban una extensa cubierta de bosque seco sabanero, pero en su mayor parte ésta se eliminó para convertirla en tierra de cultivo, lo cual, junto con el clima árido y el terreno escarpado, ha conducido a una erosión del suelo y desertificación generalizadas. A pesar de ello, es posible dividir el archipiélago en cuatro zonas ecológicas amplias (árida, semiárida, subhúmeda y húmeda), según con la altitud y la media anual de precipitaciones, que oscila entre 200 mm en las zonas áridas de la costa a más de 1 000 mm en las zonas húmedas de montaña. Gran parte de la cubierta forestal comprende plantaciones agroforestales relativamente inmaduras, en las que se utilizan especies como Prosopis juliflora, Leucaena leucocephala y Jatropha curcas.

Originalmente, las islas Comoras poseían una gran riqueza forestal, pero la mayor parte de los bosques de las tierras bajas han sido desbrozados con fines agrícolas. Los bosques de las tierras altas en Mohéli han sufrido un menor degrado, y aún pueden observarse restos de bosques tropicales en las laderas montañosas y bosques nubosos por encima de los 600 m. La isla de Grande Comore está más degradada, debido a que también las erupciones del volcán Kartala dejan sentir sus efectos en la vegetación. En la isla de Anjouan existen vestigios de bosques pluviales en la Forêt de Moya. Estas tres islas poseen áreas de manglares y vegetación en hilera. Su clima está básicamente determinado por los vientos, esto es el monzón de la India (dirección nordeste) durante la calurosa estación húmeda y los alisios del sur y sudeste en la fría estación seca.

Los bosques de Mauricio ocupaban anteriormente gran parte de la isla, con bosques húmedos de hoja perenne de baja altura en el sur y el este del país, bosques húmedos de tierras altas en el centro, bosques secos de palmeras en el norte y bosques secos sabaneros en el oeste. Una gran proporción de los bosques naturales, de propiedad estatal, se encuentra protegidos, y la actividad forestal más importantes consiste en un programa de reforestación relativamente extendido.

En un principio, espesos bosques tropicales poblaban la isla Reunión, pero muchos de éstos se han destinado para el uso agrícola. Entre las especies más comunes figuran Cryptomeria spp. y varias clases de palmas. Gran parte de las especies de plantas de la isla son endémicas. Esta vegetación es frágil y se ve amenazada por diversas actividades realizadas por los humanos, entre ellas: producción de madera, turismo, recolección de productos en los bosques secundarios e introducción de especies exóticas invasivas.

Tabla 18-1. Islas pequeñas: recursos forestales y manejo

País/área

Área de la tierra

Área de bosque en 2000

Cambio del área 1990-2000 (total de bosque)

Volumen y biomasa por encima del suelo (total de bosque)

Bosques bajo plan de manejo

Bosques naturales

Plantaciones forestales

Superficie total de bosques

000 ha

000 ha

000 ha

000 ha

%

ha/cápita

000 ha/año

%

m3/ha

t/ha

000 ha

%

Cabo Verde

403

0

85

85

21.1

0.2

5

9.3

83

127

-

-

Comoras

186

6

2

8

4.3

n.s.

n.s.

-4.3

60

65

-

-

Mauricio

202

3

13

16

7.9

n.s.

n.s.

-0.6

88

95

-

-

Reunión

250

68

3

71

28.4

0.1

-1

-0.8

115

160

-

-

Santo Tomé y Príncipe

95

27

-

27

28.3

0.2

n.s.

n.s.

108

116

-

-

Seychelles

45

25

5

30

66.7

0.4

n.s.

n.s.

29

49

-

-

Pequeñas islas de África

1 181

130

107

237

20.1

0.1

4

1.9

88

121

-

-

Total de África

2978394

641830

8036

649866

21.8

0.8

-5 262

-0.8

72

109

-

-

TOTAL MUNDIAL

13063900

3682722

186733

3869455

29.6

0.6

-9 391

-0.2

100

109

-

-

Fuente: Apéndice 3, Tablas 3, 4, 6, 7 y 9.

Santo Tomé y Príncipe se compone de dos islas volcánicas situadas en el Golfo de Guinea. Bosques húmedos cubren casi tres cuartos de la superficie total y pueden dividirse en tres zonas, a saber: bosque húmedo cerrado de baja altura, bosque húmedo submontano de especies perennifolias y bosque nuboso cerrado. Gran parte del bosque de baja altura ha sido desbrozado y en la actualidad comprende principalmente vegetación de sabana en el norte y palmeras y cocoteros en el sur. Aún así, el bosque montano tropical permanece en su mayoría inalterado. El bosque nuboso alberga árboles bajos de copas abiertas. Santo Tomé y Príncipe actualmente no poseen ninguna área protegida en forma oficial. La mayor parte de los bosques primarios que aún existen ha logrado sobrevivir gracias a la inaccesibilidad de las laderas escarpadas de las zonas húmedas y más inhóspitas de la isla, que no son aptas para la realización de actividades de cultivo o para que los humanos habiten en ellas. De hecho, el bosque primario posee muy pocos recursos madereros explotables (en términos de especies y tamaño) y no sufre presión alguna por lo que concierne a la recolección de leña.

Las principales áreas de bosques naturales en Seychelles están situadas en las tierras altas de las islas de Mahe y Silhouette y en el Vallée du Mai en la isla de Praslin. Esta última alberga la palma de coco-de-mer (Lodoicea maldivica), que se halla únicamente en Seychelles. Los bosques de tierras bajas de los que aún quedan rastros incluyen especies como Calophyllum inophyllum. Los bosques de tierras altas son en su mayoría bosques secundarios y están ubicados en lugares inaccesibles. Las islas mayores también cuentan con áreas de bosques secos de palmas, que se dan exclusivamente en Seychelles. Los pequeños islotes coralinos están por lo general cubiertos de matorrales que incluyen especies como Pemphis acidula. Asimismo, alrededor del litoral de ciertas islas se pueden observar algunos manglares. Seychelles ha establecido un patrimonio de plantaciones forestales relativamente amplio, siendo las especies primarias Casuarina spp. y Albizia spp. Gran parte del territorio del país se halla en áreas protegidas.

RECURSOS FORESTALES

Seychelles posee el mayor porcentaje de cubierta forestal de las islas, mientras que Reunión y Santo Tomé y Príncipe cuentan con el área forestal de mayor amplitud (Tabla 18-1). Las Comoras poseen la tasa de deforestación más elevada del grupo. Por su parte, Cabo Verde dispone de una superficie de plantaciones relativamente grande, que constituye su única cubierta forestal, la cual ha permitido un incremento neto de la cubierta en los últimos diez años (Figura 18-1). En otras islas de la subregión pueden encontrarse plantaciones destinadas a fines industriales.

MANEJO Y USOS DE LOS BOSQUES

En Cabo Verde, el Plan de Acción Forestal Tropical proporcionó orientación para el manejo integrado de los recursos forestales en el país, cuyas características esenciales son la total participación de las comunidades que dependen de los bosques, el establecimiento de un proceso de planificación forestal nacional y la elaboración de un enfoque multisectorial de la ejecución del Plan de Acción Forestal (Cabo Verde MPAR 1994). Actualmente no existen áreas oficialmente protegidas.

En las Comoras los bosques son de fundamental importancia pues suministran más del 78 por ciento de las necesidades energéticas del país. Las prácticas de explotación no han sido reglamentadas. La mayor parte de las áreas forestales pertenece al Estado, que sucesivamente permite a la industria privada acceder a ellas. Las Comoras se está orientando hacia una mejor manejo forestal y técnicas de protección más eficaces. Se ha propuesto una reforma de la legislación y las políticas en materia de bosques, además de la elaboración de inventarios forestales, la delimitación de los usos para la agricultura y las actividades forestales, las prácticas silvícolas, el establecimiento de reservas forestales, la reglamentación de la explotación y aprovechamiento forestales (tanto en los bosques naturales como en las plantaciones), actividades de desarrollo destinadas a las comunidades y actividades de capacitación a fin de reforzar el sector forestal (Houssen 2000).

En Mauricio, los bosques autóctonos han desaparecido en su mayoría, con la excepción de unas pocas áreas inaccesibles que han sido declaradas reservas naturales y parques naturales. Se ha transformado a casi todos los bosques autóctonos en tierras de cultivo o en plantaciones con especies de rápido crecimiento. Los bosques pertenecen tanto al Estado como al sector privado. Sin embargo el Estado cuenta con un número considerablemente mayor de existencias madereras en crecimiento (Appanah 2000).

En Santo Tomé y Príncipe, la cubierta de bosques naturales puede dividirse en dos categorías: la reserva ecológica y la zona comercial. Los bosques secundarios son sobre todo el resultado de la regeneración de especies autóctonas en tierras que anteriormente albergaban plantaciones de cacao y cafetales. Los bosques se aprovechan además para brindar sombra en los sistemas agrícolas y pastorales. La explotación forestal se basa en las diversas exigencias, que oscilan entre la producción maderera y el consumo de leña. La tala de árboles requiere el permiso de la Dirección Nacional de Agricultura y Bosques (Soto Flandes 1985).

En Seychelles, el sector forestal aporta menos del 0.4 por ciento de la economía nacional y por ello se considera una esfera de importancia marginal. Sin embargo, los bosques revisten una importancia considerable para el turismo. También el abastecimiento de agua depende en gran medida de la cubierta que brindan los bosques. La mayor parte de la superficie forestal es natural, y cerca del 45 por ciento de ella ha sido declarada parque nacional o zona de conservación. Los principales problemas relativos a el manejo forestal se derivan del avance de las viviendas, la existencia de especies exóticas invasivas que están en conflicto con las especies endémicas y autóctonas y la prevención y control de incendios forestales (Vielle 2000).

En Santo Tomé y Príncipe, la cubierta de bosques naturales puede dividirse en dos categorías: la reserva ecológica y la zona comercial. Los bosques secundarios son sobre todo el resultado de la regeneración de especies autóctonas en tierras que anteriormente albergaban plantaciones de cacao y cafetales. Los bosques se aprovechan además para brindar sombra en los sistemas agrícolas y pastorales. La explotación forestal se basa en las diversas exigencias, que oscilan entre la producción maderera y el consumo de leña. La tala de árboles requiere el permiso de la Dirección Nacional de Agricultura y Bosques (Soto Flandes 1985).

En Seychelles, el sector forestal aporta menos del 0.4 por ciento de la economía nacional y por ello se considera una esfera de importancia marginal. Sin embargo, los bosques revisten una importancia considerable para el turismo. También el abastecimiento de agua depende en gran medida de la cubierta que brindan los bosques. La mayor parte de la superficie forestal es natural, y cerca del 45 por ciento de ella ha sido declarada parque nacional o zona de conservación. Los principales problemas relativos a el manejo forestal se derivan del avance de las viviendas, la existencia de especies exóticas invasivas que están en conflicto con las especies endémicas y autóctonas y la prevención y control de incendios forestales (Vielle 2000).

Figura 18-2. Islas pequeñas: área de bosque natural y plantaciones forestales en 2000 y variaciones netas del área entre 1990 y 2000

CONCLUSIONES Y TEMAS

En esta subregión se están desplegando esfuerzos para promover una forma idónea en el manejo forestal. En los países con bosques naturales, se han elaborado políticas y leyes encaminadas a la protección de tales espacios. En todos los países se observa un incremento de las plantaciones, destinadas a la producción de energía y al abastecimiento de madera. Asimismo, se han ejecutado planes de manejo y se han aplicado reglamentos en materia de aprovechamiento de recursos a fin de poner un freno a las prácticas ilícitas y destructivas en las zonas arboladas. En los últimos diez años se ha fomentado la realización de actividades agroforestales, agrosilvopastoriles y en materia de protección, así como la capacitación del personal y el fortalecimiento general de la esfera forestal.

BIBLIOGRAFÍA

Appanah, P.S. 2000. Mauritius. Rapports nationaux sur le secteur forestier. Collection and analysis for the sustainable management of forest. 15 a 18 de julio, Madagascar. Programa de asociación CE-FAO (1998-2000).

Cabo Verde. Ministère de pêches, agriculture et animation rurale (MPAR). 1994. Tropical Forest Action Plan Cape Verde, principal document. Praia, Direction générale de l’agriculture, de la sylviculture et l’élevage.

Houssen, M.A. 2000. Comoros. Rapports nationaux sur le secteur forestier. Collection and analysis for the sustainable management of forest. 15 a 18 de julio, Madagascar. Programa de asociación CE-FAO (1998-2000).

Santo Tomé. Ministério da Economia. 2000. Rapport, situation des forêts et de la faune sauvage en Sao Tomé-et-Principe. São Tomé, Direcção das Florestas.

Soto Flandes, M. 1985. Rapport de mission de planification forestière. Sao Tomé-et-Principe. Roma, FAO.

Vielle, M. de Ker. 2000. Seychelles. Rapports nationaux sur le secteur forestier. Collection and analysis for the sustainable management of forest. 15 a 18 de julio, Madagascar. Programa de asociación CE-FAO (1998-2000).


[33] Para más detalles sobre cada país véase www.fao.org/forestry

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