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Capítulo 50. Revisión del proceso FRA 2000


DISPONIBILIDAD DE LA INFORMACIÓN

FRA 2000 se llevó a cabo con la ambición de abarcar una amplia gama de variables relevantes al sector forestal en el ámbito internacional. La intención era ampliar el enfoque de la evaluación mundial, partiendo del enfoque anterior, fuertemente concentrado en estadísticas sobre el área del bosque, para abordar temas forestales más complejos. Los nuevos temas incluían aspectos cualitativos de los bosques tales como la diversidad biológica, la biomasa y la disponibilidad para la producción de madera así como los parámetros de manejo, cuales la situación de la planificación del manejo forestal y las áreas protegidas.

FRA 2000 utilizó la información nacional mejor y más relevante acerca de los recursos forestales. Aunque algunos países mejoraron notablemente su intervención, y no obstante la cantidad de informes sobre los recursos forestales aumentara durante el decenio de 1990, muchos países aún carecen de los datos fundamentales necesarios para evaluar de manera precisa la situación y los cambios que se verifican en sus bosques. La mayoría de los países actualizaron sus estimaciones de la cubierta forestal durante el decenio de 1990, a menudo mediante técnicas de teledetección, pero en muchos casos la metodología no era compatible con los estudios anteriores, haciendo que las estimaciones de cambio fuesen difíciles de realizar. Se carece de inventarios de fechas diferentes y susceptibles de comparación, mientras que existe una necesidad de mejorar tanto la exactitud como la profundidad de la información que proporcionan los inventarios forestales.

En el curso del estudio sobre el área del bosque y los cambios que se verifican en ella, se notó que existían muchos documentos y publicaciones relativos al área de bosque, pero algunos datos no eran representativos o derivaban de fuentes secundarias. Fue posible producir información sobre el cambio del área de bosque con cierta precisión, pero los datos sobre los cambios cualitativos como la degradación del bosque faltaban en general, aún en los países desarrollados que cuentan con metodologías avanzadas para realizar inventarios forestales.

Se llevaron a cabo inventarios sistemáticos de campo que miden el volumen, la biomasa y la productividad de los bosques en muchos países, pero a menudo en áreas limitadas. Como resultado, las estimaciones nacionales para el volumen, la biomasa tenían que ser extrapoladas a partir de los estudios locales.

Aunque la diversidad biológica fue estudiada de manera amplia, la mayoría de los estudios se enfocan en un ecosistema o especie específica, y se produjo poca información sistemática y cuantitativa en el ámbito nacional. Aún se siguen desarrollando conceptos básicos para metodologías de evaluación en mayor escala. En el ámbito de FRA 2000 se propusieron indicadores simplificados tales como la cantidad de especies amenazadas, análisis espaciales del grado de perturbación de los bosques, pero no se lograron más progresos en la evaluación de este aspecto importante de los bosques.

Los sectores de información sobre las áreas objeto de manejo forestal, no mejoró, en general, durante el decenio pasado, aunque el enfoque sobre la certificación aportó un grado de calidad para obtener mayor información sobre las áreas que formaban parte de un programa de certificación. FRA 2000 recolectó estimaciones de las áreas de bosque sujetas a planes de manejo forestal y de las que se encuentran bajo programas de certificación, pero se requiere más trabajo para evaluar la eficacia del manejo forestal en áreas grandes. Los crecientes compromisos nacionales para ejecutar criterios e indicadores para el manejo forestal sostenible dejan entrever esperanzas de que durante el próximo decenio se alcanzarán grandes logros en esta área tan importante. Sin embargo un requisito fundamental previo para lograr el manejo forestal sostenible consiste en realizar mayores esfuerzos (incluyendo la financiación) para incorporar más área forestal a un manejo eficaz.

Se lograron mejorías considerables cuando se produjeron estimaciones de las áreas protegidas. El problema de los datos en este sector consiste en una falta aparente de coherencia en cuanto a la interpretación que los países ejercieron respecto a las categorías de manejo de áreas protegidas de UICN. No se contaba con una metodología susceptible de aplicación general para evaluar la eficacia del manejo en las áreas protegidas, hasta que la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN (CMAP 2000) y la metodología de evaluación rápida de la Alianza del Banco Mundial y del WWF, basada en un marco de la CMAP fueron creadas. Sin embargo, es muy prematuro afirmar que los nuevos métodos facilitarán la estandarización de la evaluación para medir la eficacia del manejo en las áreas protegidas.

Varios parámetros de evaluación como los incendios forestales, extracciones y productos forestales no madereros, serían relativamente directos y pertinentes para evaluar si los países tienen la intención y la capacidad de adoptar un enfoque común para el monitoreo y la redacción de informes. La FAO propone facilitar el desarrollo de definiciones y estándares para reportes de informes y trabajar con los países a fin de que los ejecuten.

En resumen, la disponibilidad de información nacional y mundial no era satisfactoria en una serie de temas considerados importantes para el desarrollo de las políticas forestales. Además, hasta que no mejore la información de base para parámetros forestales importantes, entre ellos la degradación de la diversidad biológica, la productividad y su cambio en el curso del tiempo, existe el riesgo de que las políticas internacionales y los acuerdos tales como el Convenio marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio

Climático (CMNUCC) y el Convenio de Biodiversidad (CBD) se guíen por suposiciones generales o extrapolaciones a partir de estudios científicos no válidos, incompletos o parciales.

ESTIMANDO EL ÁREA DE BOSQUE Y EL CAMBIO EN ELLA

Al igual que en las evaluaciones anteriores, las estimaciones del área de bosque y del cambio que se verifica en ella constituyeron la médula de FRA 2000. Ya sea que se haya hecho o no demasiado hincapié en ellos, estos parámetros seguirán siendo los más investigados en el contexto de las evaluaciones de los recursos forestales mundiales. Es inevitable que las estimaciones despierten controversias debido a la susceptibilidad de índole política que conlleva el tema base del material, especialmente en lo que se refiere a la deforestación en los trópicos (Matthews 2001; Stokstad 2001).

FRA 2000 proporciona estimaciones transparentes, cuyo origen se puede remontar examinando los datos primarios y los documentos de origen. Este enfoque contribuirá a establecer un conjunto de datos primarios de índole internacional y ayudará a contrarrestar el reciclaje de estadísticas imprecisas presentes en muchos informes. Al indicar cuándo la información disponible es de baja calidad, la FAO espera crear un incentivo para mejorar los datos de base. El informe de FRA 2000 fue realizado con la intención de establecer un proceso de mejoramiento continuo en donde la información nueva puede ser incorporada cuando ésta se encuentra disponible.

Este enfoque no hace que los resultados sean más confiables - sólo más accesibles. La confiabilidad puede surgir únicamente a partir del mejoramiento de la calidad y periodicidad de los estudios nacionales y los informes remitidos a la evaluación mundial, así como mediante la información de índole regional producida directamente por el equipo de evaluación, incluyendo el análisis de teledetección. La colaboración con los países y con los expertos nacionales fue muy fructífera en FRA 2000 y los resultados finales se fundan en todos los datos disponibles y pertinentes sobre el área de bosque y del cambio que se verificó en ella, en el ámbito nacional.

Según se concluye en el Capítulo1, la precisión de las estimaciones de índole mundial sobre el área de bosque y el cambio que se verifica en ella, es válida desde el punto de vista estadístico, no obstante, algunos materiales de origen pueden contener desviaciones de los valores reales. Es probable que un análisis objetivo revelaría algunos casos en donde las estadísticas del área de bosque registradas por los países eran muy altas, y otros en los cuales éstas eran muy bajas. Por ejemplo, un estudio realizado recientemente en la región tropical húmeda sugiere que la regeneración de los bosques secundarios ha sido fuertemente subestimada en las estadísticas registradas por los países de la región. Por lo tanto, es importante seguir mejorando la capacidad científica, la metodología y la coherencia de la evaluación del área de bosque y tratar de garantizar que los resultados de este trabajo sean procesados de la manera más objetiva posible.

FRA 2000 condujo estudios independientes para respaldar y completar la información obtenida gracias a los países. La elaboración del mapa de la cubierta forestal, mediante una cobertura de teledetección de resolución gruesa del 100 por ciento proporcionó una visión de conjunto de la distribución de los bosques así como un instrumento para realizar análisis espaciales de alcance mundial. Sin embargo, la baja resolución espacial de los datos de teledetección significó que los resultados no podían ser utilizados para mejorar los resultados en el área del bosque o el cambio en ella. Al contrario, la encuesta de teledetección de FRA 2000 sobre los cambios de la cubierta forestal en los bosques tropicales, realizada mediante imágenes de alta resolución, fue extremadamente útil. El 10 por ciento del muestreo, que compara las mismas áreas de muestreo de 1990, proporcionó información estadística válida sobre las dinámicas del cambio en el área en los ámbitos regional y de todos los países tropicales. Los resultados no fueron utilizados para estimar el área del bosque en el ámbito nacional, pero si aportaron una validación importante de los datos por país una vez que estos fueran agregados en el ámbito regional. Esto fue especialmente útil para África tropical, en donde, de lo contrario, hubiera sido difícil calibrar la estimación del cambio del área de bosque.

La documentación de las fuentes para estimar el área de bosque y el cambio del área de bosque supera la que existía cuando se realizaron las evaluaciones forestales anteriores. Se utilizó una combinación de insumos bien elaborados a fin de sacar conclusiones acerca de los cambios del área de bosque entre 1990 y 2000. Éstos comprenden las estimaciones nacionales de FRA 2000 sobre los bosques y plantaciones, así como el estudio de teledetección de los trópicos.

El resultado sobre el cambio neto del área de bosque en el ámbito mundial (-9.4 millones de hectáreas anuales) indica que hubo una pérdida neta de bosques más baja en 2000, respecto a los resultados de las evaluaciones mundiales anteriores, lo cual se atribuye principalmente a una tasa de mayor expansión de bosques nuevos. Mientras que esta tasa de cambio menor se basa en la evaluación más ambiciosa y precisa realizada hasta la fecha, el significado y la importancia de esta tendencia aparente, aún no se conoce. Podría tratarse de una tendencia real, pero también podría deberse a condiciones temporáneas del decenio de 1990.

Confirmar que existe un desplazamiento en el ritmo de cambio constituye siempre un desafío que requiere una serie temporal larga, y análisis cuidadosos. Al estudiar los cambios basados en los informes nacionales, es necesario tomar en cuenta que el año de referencia promedio para la medición del área fue el 1994 para todo el ámbito mundial, y de varios años antes en muchas áreas (África, por ejemplo). En consecuencia las tendencias estimadas para los países africanos se refieren sobre todo al decenio de 1980, mientras que las tasas de cambio fueron extrapoladas al decenio de 1990.

En FRA 1990, la falta de información actualizada en muchos países en desarrollo se abordó mediante la elaboración de un modelo que predecía la tasa de cambio por país, basándose principalmente en la densidad y crecimiento de la población y en el área climática. Este enfoque puede ser válido para una estimación única de tiempo, pero cuenta con un valor limitado en el estudio de tendencias en el curso del tiempo, dado que el modelo producirá una serie temporal basada en sus parámetros guía más que en observaciones reales. Debido a la causa de esta desviación potencial y a la intención de producir estimaciones transparentes, el enfoque de modelo utilizado en FRA 1990 no fue utilizado en FRA 2000 para estimar las áreas de cambio.

A fin de apoyar las estimaciones realizadas en el ámbito nacional, el estudio de teledetección de FRA 2000 fue diseñado para estudiar los cambios durante el período de tiempo más reciente, y para comparar las tendencias entre 1980-1990 y 1990-2000 para los trópicos. El diseño estadístico hizo que fuese posible establecer intervalos de confiabilidad para las estimaciones. La estimación sobre el cambio del área de bosque durante el decenio de 1990 fue inferior a la del decenio de 1980, pero la diferencia no fue considerable desde el punto de vista estadístico. De tal manera que no fue posible confirmar una pérdida de área menor para los trópicos basándose únicamente en el estudio de teledetección.

Las regiones no tropicales en su totalidad, registraron un aumento considerable de bosques durante el decenio de 1990. Dado que el año de referencia fue considerablemente posterior en esos países, es válido sacar la conclusión de que los bosques se estaban expandiendo más en las regiones no tropicales durante el decenio de 1990 que durante el decenio anterior.

Finalmente, es útil examinar las razones verosímiles de este cambio en los contexto social y de uso de la tierra más amplios. El cambio del área de bosque depende en gran parte de la demanda de tierra para otros propósitos. Dos tendencias respaldan la conclusión de que la tasa de deforestación puede estar disminuyendo. En primer lugar, la disminución de la demanda de tierra por parte del sector agrícola y los programas de forestación están llevando a la expansión de los bosques en los países templados y boreales. En segundo lugar, los procesos de urbanización que produce el desarrollo de las economías nacionales son considerables en la mayor parte del mundo, lo cual puede reducir la demanda de tierras para uso agrícola en las áreas rurales. En este caso las tierras agrícolas que ya no se necesitan, a menudo se convierte en bosque, mientras que la tierra convertida a usos urbanos puede o no ser tierra forestal.

En resumen, FRA 2000 concluyó que el cambio neto mundial del área de bosque fue inferior durante el decenio de 1990, respecto al decenio de 1980, mientras que la tasa de pérdida de bosque natural siguió siendo aproximadamente la misma.

TELEDETECCIÓN

Las tecnologías de teledetección forman parte de un área en donde existe un potencial prometedor para mejorar las evaluaciones en el futuro. Las tecnologías de teledección pueden suministrar imágenes de características físicas o biológicas de la misma superficie de la tierra en diferentes períodos de tiempo. FRA 2000 utilizó tecnología de teledetección para crear nuevos mapas forestales mundiales y validar las estimaciones de cambio de área del bosque. Teóricamente, la teledetección es menos costosa que los inventarios tradicionales de campo cuando se llevan a cabo sobre grandes áreas de tierra (aunque el estudio de teledetección de FRA 2000 se vio limitado paradójicamente, debido a limitaciones de financiación).

Sin embargo, la teledetección sólo puede abordar parámetros que estén bien interelacionados con la información visual de las imágenes aéreas; por ello excluye los parámetros esenciales y proporciona sólo un grado de precisión limitado para variables biofísicas básicas tales como volumen de la madera y biomasa. Además, los enfoques de tecnología intensiva, en general, excluyen la participación de la población local, limitando así la propiedad y la utilización local de la información. De esta manera, una combinación de metodologías de teledetección y de campo seguirán siendo necesarias en el futuro.

SOLIDEZ Y DEBILIDAD DEL ENFOQUE DE FRA 2000

FRA 2000 fue llevado a cabo para responder a la demanda mundial, es decir a las recomendaciones presentadas en el contexto del Comité de Montes de la FAO (COFO). La cuarta sesión del Grupo Intergubernamental de Bosques (IPF) adoptó el plan para efectuar la evaluación elaborada durante la Consulta de Expertos de FRA 2000 (Kotka III). El fundamento de FRA 2000 fue la información proporcionada por los países del mundo. Desde el principio se reconoció que habría una variación considerable en la calidad y disponibilidad completa de esta información, así como existe considerable variación en las capacidades institucionales de los países en las distintas áreas de trabajo. Se tuvo conciencia de que los esfuerzos principales consistían en validar y extrapolar los datos a partir de la información proporcionada por los países. Los problemas relacionados con la incoherencia de la calidad de los datos y de la información insuficiente por país constituyen las principales debilidades de FRA 2000. Pero el hecho de que FRA 2000 está basado en la información nacional también constituye su fuerza principal. Es del todo natural que aquellos que poseen y suministran la información y que son responsables de ella serán quienes probablemente se sentirán más comprometidos en utilizarla y mejorarla para influenciar sus decisiones políticas.

FRA 2000 también contó con la participación activa de especialistas y organizaciones internacionales durante todas las fases del trabajo, principiando por la Consulta de expertos (Kotka III) que estableció el marco de trabajo para la evaluación. Por ejemplo, los mapas mundiales fueron elaborados en colaboración con el Centro de datos EROS en los Estados Unidos. Las estimaciones de los bosques protegidos fueron elaboradas en colaboración con el Centro Mundial de Vigilancia para la Conservación del PNUMA (PNUMA-CMVC) en el Reino Unido. Se adoptó una presentación transparente y visionaria de los resultados, la cual incentiva a lograr un mejoramiento continuo en la información de base. En el futuro, cualquier organización individual, o país que elabore información más confiable o actual, será incentivado para que la aporte tan pronto como se encuentre disponible, de manera que pueda ser utilizada para fortalecer la próxima evaluación mundial.

LA EXPANSIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LAS EVALUACIONES FORESTALES

FRA 2000 compartió un problema considerable con la mayoría de los procesos y programas forestales. La mayoría de la interacción se realizó dentro del sector forestal tradicional. Las agencias forestales nacionales proporcionaron los datos, mientras que los expertos forestales en las organizaciones internacionales, universidades y organizaciones no gubernamentales proporcionaron los conocimientos profesionales. Pero los impactos más negativos sobre los bosques tienen su origen en otros sectores. Además, la mayoría de los países que han tenido éxito al lograr la estabilización de sus áreas de bosque son países desarrollados cuyos ciudadanos no necesitan explotar los recursos forestales para tratar de sustraerse a la pobreza. FRA 2000 hubiera podido beneficiarse a través de una interacción intersectorial mayor. Un desafío importante para la realización de evaluaciones forestales mundiales será promover la participación de otros sectores de la sociedad, a fin de integrar mejor la evaluación con otras disciplinas y encontrar nuevas formas de utilizar el conocimiento sobre los bosques, a fin de mejorar las vidas de los ciudadanos del mundo.

La interacción entre los sectores agrícola y forestal es fundamental para la forma en que se utiliza la tierra y por lo tanto, para la dinámica de los bosques. El desarrollo económico a menudo conduce a una agricultura que requiere de una inversión intensiva de capital, así como una disminución del área necesaria para la producción agrícola; en tales casos (por ejemplo, en todas las áreas rurales del este de los Estados Unidos) los bosques a menudo se extienden hacia las tierras que anteriormente eran agrícolas. Las políticas relacionadas con el desarrollo de infraestructura (por ejemplo, carreteras y suministro de energía) a menudo ejercen una influencia sobre el uso y la extensión de los bosques. El desarrollo general de las economías puede crear oportunidades de empleo en las áreas urbanas y menor dependencia de los recursos forestales para satisfacer las necesidades básicas tales como la leña. La mayoría de estos temas se sitúa fuera del marco de trabajo de una evaluación de los recursos forestales mundiales en este momento, pero sería importante incorporar estudios intersectoriales cuando se diseñen evaluaciones forestales mundiales (y nacionales) en el futuro. En el ámbito local, el conocimiento acerca de los recursos forestales mundiales a menudo es pertinente o esencial para efectuar el manejo forestal. Dicho conocimiento también puede ser pertinente cuando se agrega en los ámbitos nacional o mundial. Por ejemplo, la distribución de los tipos de suelo y la productividad (que afecta los flujos de depósito de carbono), la ubicación y las dinámicas de especies raras (que afecten la diversidad biológica) y los impactos y beneficios de la utilización de la tierra (que afectan el manejo forestal sostenible) son temas importantes que se estudian y debaten con frecuencia en este informe. La población que vive y trabaja en los bosques tiene grandes cantidades de conocimiento acerca de estos temas. Este conocimiento a menudo se registra bajo forma de estudios locales o de estudios de caso.

Es difícil imaginar de qué forma la evaluación mundial de los bosques puede abordar de manera eficaz los temas controvertidos tales como la tala ilegal, pero tales áreas no deberían ser caracterizadas como imposibles cuando se planifican las evaluaciones futuras.

La época actual es muy estimulante para la expansión del conocimiento, ya que instrumentos nuevos permiten compartir información de una manera sin precedentes. Uno de los principales desafíos de las evaluaciones forestales en el futuro será expandir la participación de la población local y de los expertos de otros sectores y disciplinas a fin de compartir y utilizar el conocimiento de maneras nuevas.

BIBLIOGRAFÍA

IUCN World Commission on Protected Areas (WCPA). 2000. Evaluating effectiveness: a framework for assessing management of protected areas, by M. Hockings with S. Stolton and N. Dudley. Best Practice Protected Area Guidelines Series No. 6. Cambridge, UK, WWF/IUCN Forest.

Matthews, E. 2001. Understanding FRA 2000. World Resources Institute Forest Briefing No. 1. Washington, DC, WRI. www.wri.org/pdf/fra2000.pdf.

Stokstad, E. 2001. UN report suggests slowed forest losses. Science, 291(5512): 2294.


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