FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.3, junio 2002 - página 3

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS


PANORAMA GENERAL

En junio de 2002, el número de los países con graves dificultades alimentarias se cifra en 32, 21 de los cuales se encuentran en África.

En África austral, la producción de cereales de 2002 decreció de forma pronunciada por segundo año consecutivo en la mayoría de los países. Los mayores descensos se registraron en Zimbabwe, Zambia y Malawi. Sólo Sudáfrica y Mozambique registraron aumentos. Las siembras y los rendimientos disminuyeron gravemente debido a una racha seca prolongada a partir de enero y a las lluvias excesivas recibidas en algunas partes, unidas a la disminución de la superficie sembrada en Zimbabwe por las actividades de adquisición de tierras. El consumo del maíz verde antes de la cosecha como consecuencia de la grave escasez de alimentos sufrida en los tres primeros meses del año disminuyó ulteriormente la producción. La producción total de maíz (excluidos Sudáfrica y Mozambique) es acentuadamente menor que la mala producción de 2001, y este año la situación es mucho peor porque las existencias se agotaron en todos los países. Se estima que alrededor de 13 millones de personas necesitan más de 1 millón de toneladas de asistencia alimentaria de urgencia. El PMA está preparando actualmente una operación de urgencia regional que debería comenzar a principios de julio.

En África oriental, las buenas cosechas de la temporada secundaria y las lluvias abundantes de la temporada principal recibidas en la mayor parte de la región han mejorado ulteriormente las perspectivas para el suministro de alimentos en 2002/03. Se señala que la situación del ganado ha mejorado en la mayor parte del país debido a la reposición de aguas y pastizales. Sin embargo, en algunas partes las inundaciones y derrumbes han provocado pérdidas de vidas humanas y la destrucción de cultivos y propiedades. En Kenya, las intensas lluvias, inundaciones y derrumbes registrados en abril y mayo de 2002 provocaron la muerte de más de 40 personas y dejaron sin vivienda a decenas de miles. También quedaron destruidas grandes extensiones de tierras cultivadas. Las partes más afectadas son las zonas bajas cercanas al Lago Victoria en el oeste de Kenya, donde los ríos se salieron de madre, anegaron campos y destruyeron caminos, y el distrito del río Tana en el este. Análogamente, unas precipitaciones intensas caídas en algunas partes del sur de Tanzanía y del oeste de Uganda causaron pérdidas de vidas humanas y daños localizados a los cultivos y propiedades. En Somalia, la reciente escalada del conflicto ha agravado la ya inestable situación alimentaria y trastornado la actividad agrícola en algunas partes. Numerosas personas se han desplazado, la mayor parte de ellas hacia los países vecinos. La inseguridad y la disminución de los ingresos en divisas debida a la prohibición de las importaciones de ganado procedente del África oriental impuesta por los países de la Península Arábica continúan afectando negativamente a la seguridad alimentaria de amplios sectores de la población. En Rwanda y Burundi, las perspectivas para la cosecha de la segunda temporada de 2002 son favorables.

En África central, las condiciones de crecimiento son hasta ahora favorables en el Camerún y la República Centroafricana. En la República del Congo, sin embargo, la reanudación de las hostilidades en la región de Pool (en los alrededores de Brazzaville, la capital) a finales de marzo ha dado lugar a nuevos desplazamientos de la población y a un empeoramiento de la situación alimentaria. En la República Democrática del Congo, las actividades agrícolas continúan viéndose trastornadas por la persistencia de los conflictos civiles.

En África septentrional, recién ha comenzado la recolección de las cosechas de cereales de invierno de 2002. Los pronósticos iniciales indican producciones totales de cereales inferiores a la media en Marruecos y Túnez, como consecuencia principalmente de la disminución de las siembras y de unos rendimientos inferiores a lo normal causados por la insuficiencia de las precipitaciones recibidas en las principales zonas productoras. En Egipto, en cambio, se prevén producciones del trigo y la cebada de regadío superiores a la media. En Argelia, unas lluvias entre normales y superiores a lo normal recibidas últimamente beneficiaron el desarrollo de los cultivos, que se habían visto afectados por un tiempo seco prolongado, y se pronostican provisionalmente producciones entre medias y superiores a la media.

En África occidental, la estación de las lluvias ya ha comenzado de lleno en los países del Golfo de Guinea. La primera cosecha de maíz se está desarrollando satisfactoriamente en el sur y el centro, mientras en el norte están despuntando el mijo y sorgo. En Liberia, sin embargo, la intensificación de los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes en las regiones del norte, noroeste y central han causado nuevos desplazamientos de la población y trastornado la campaña agrícola. En el Sahel, las primeras lluvias permitieron realizar los preparativos de la tierra y las siembras tempranas en el sur del Níger, Malí, Burkina Faso, el Chad y el extremo sudeste del Senegal; en el resto del Senegal, Cabo Verde, Gambia y Mauritania predominan condiciones estacionalmente secas. En Guinea-Bissau, la estación de las lluvias se ha retrasado. Gracias a unas cosechas de cereales en general buenas obtenidas en 2001, la situación del suministro de alimentos es satisfactoria en todos los países, salvo Mauritania, que obtuvo malas cosechas.

En Asia, la recolección de las cosechas de cereales de invierno ha terminado o está muy avanzada en la mayoría de los países, y ha comenzado la siembra de los cultivos de arroz y cereales secundarios. Varios países de la región prevén producciones menores este año. En China, se prevé que la producción de trigo disminuirá en alrededor de 6 millones de toneladas con respecto al año pasado debido a la disminución de la superficie sembrada con la importante cosecha de trigo de invierno. La producción arrocera se pronostica en 179,5 millones de toneladas (equivalentes a 123 millones de toneladas de arroz elaborado), 8 por ciento menos que la media de 1997-2001. Se pronostica que la producción de cereales de Indonesia disminuirá debido principalmente a los daños causados por las inundaciones de principios de este año. En el Japón, se estima que la producción arrocera de 2001 ha disminuido en un 4 por ciento a 11,3 millones de toneladas. En el Pakistán, la escasez de agua para riego redundará en una producción de cereales algo menor. En la República Popular Democrática de Corea, no obstante el aumento de la producción de alimentos en 2001, faltan 1 470 000 toneladas para cubrir las necesidades. En Tailandia, Camboya, Laos y Viet Nam se han empezado a sembrar las cosechas principales de arroz de la estación húmeda que representan la mayor parte de la producción arrocera total. Se esperan buenas cosechas de cereales en la India, cuyas reservas de trigo y arroz han crecido a niveles sin precedentes debido a varias cosechas excelentes consecutivas.

En el Cercano Oriente, las condiciones atmosféricas favorables imperantes en la mayoría de los países han impulsado la producción interna de alimentos. Sin embargo, en el Afganistán una plaga de langostas, la peor en 30 años, y unas inundaciones registradas en algunas partes han afectado a las perspectivas de las cosechas. La situación alimentaria sigue siendo grave, no obstante la calma relativa que reina en el país y el mejoramiento de las condiciones para la entrega de la asistencia alimentaria. El regreso en gran escala de los refugiados y los déficit de financiación de los organismos humanitarios constituyen un motivo de grave preocupación. Años de disturbios civiles y una serie de graves sequías han expuesto a millones de personas a una situación extrema de penuria. En la Ribera Occidental y la Faja de Gaza la situación alimentaria también constituye un motivo de grave preocupación debido a la escasez y a la desorganización del mercado, factores que se ven ulteriormente agravados por las continuas operaciones militares y las actuales tensiones de la situación política.

En la CEI asiática, en varios países escasean los alimentos debido al nivel inferior a lo normal de las nevadas, una fuente de riego importante, a la invasión de langostas y a la recesión económica general registrada en los últimos tres años. Los países más afectados son Tayikistán, Georgia y Uzbekistán. Algunas mejoras registradas en las precipitaciones podrían verse contrarrestadas por la reciente invasión de langostas.

En América Latina y el Caribe, la siembra de las cosechas de cereales y frijoles de la primera temporada (principal) de 2002/03 ha comenzado con la llegada de las lluvias estacionales. Se prevé una recuperación de la producción con respecto a las cosechas afectadas por la sequía del año pasado. El sector cafetero, fuente principal de divisas, continúa sufriendo a causa de la baja de los precios internacionales. Se sigue prestando asistencia alimentaria a los grupos rurales vulnerables de El Salvador y Guatemala. En Haití, algunas zonas del noroeste se vieron afectadas por semanas de graves sequías con los consiguientes daños a los cultivos, mientras que en el sur las intensas lluvias e inundaciones registradas en los últimos días de mayo causaron graves daños a las viviendas y a la infraestructura rural. En Jamaica, las fuertes lluvias que provocaron inundaciones y derrumbes damnificaron las viviendas y la infraestructura rural en el sur y sudoeste del país. También se señalan daños a los cultivos y al ganado.

En América del Sur, la recolección de la cosecha de maíz de 2002 está muy avanzada y se prevé una producción en torno a la media, como resultado del mal tiempo. En Brasil, está en curso la recolección de la cosecha de maíz de la segunda temporada (“zafrinha”), de la que se prevén resultados excelentes. En el Uruguay, se ha terminado de recoger la importante cosecha de arroz de 2002, cuya producción se calcula en un volumen inferior a la media. En los países andinos, unas precipitaciones entre normales y abundantes recibidas en Colombia están beneficiando la siembra de las cosechas de cereales de la primera temporada de 2002/03, mientras que en el Ecuador se pronostica un aumento del 27 por ciento, aproximadamente, de la cosecha de maíz de 2002, que se está recogiendo actualmente. En el Perú, se han empezado a recoger las cosechas de trigo, maíz y arroz de 2002 con producciones pronosticadas en un nivel superior a la media.

En Europa, se pronostica que la producción de maíz de la CE en 2002 aumentará de forma pronunciada gracias a una significativa expansión de superficie sembrada con trigo de invierno y a unas buenas perspectivas de rendimiento gracias a unas condiciones del tiempo en general favorables. La producción total de trigo de la Comunidad se pronostica en casi 106 millones de toneladas, alrededor de un 15 por ciento más que el año pasado. Con respecto a los cereales secundarios, la disminución prevista en la superficie sembrada podría verse compensada por los mejores rendimientos obtenidos este año, y la producción total de cereales secundarios se pronostica actualmente en 106,7 millones de toneladas, 2 millones de toneladas menos que el año pasado. Según se prevé, la mayor parte de los países de Europa oriental obtendrá cosechas de cereales semejantes a las del año anterior, o menores. A pesar de las condiciones atmosféricas en general favorables imperantes en la mayor parte de la región, en algunos países las siembras han disminuido. Una excepción podría ser Bulgaria, donde todo parece indicar un aumento de la producción de trigo y cereales secundarios.

En la CEI europea se estima que la producción de cereales de 2002 disminuirá en cerca de 15 millones de toneladas con respecto al año pasado. La merma se debe principalmente a las condiciones desfavorables del tiempo imperante en la Federación de Rusia y Ucrania.

En los Balcanes, se estima que la producción de cereales será casi igual a la de la cosecha mejorada del año anterior. Sin embargo, puede que las inundaciones torrenciales y los granizos, que en esta región normalmente se producen al final de la primavera y en el verano, comprometan las cosechas de verano.

En América del Norte, este año la producción de trigo podría descender nuevamente en los Estados Unidos debido a que la superficie volvió a decrecer y en algunas partes ha reinado un tiempo seco. La producción total de trigo en 2002 se pronostica actualmente en poco menos de 50 millones de toneladas. Con respecto a los cereales secundarios, tomando como base los datos relativos a la superficie sembrada y suponiendo condiciones atmosféricas normales durante el resto de la campaña, la producción total de cereales secundarios de 2002 se pronostica en alrededor de 267 millones de toneladas, un 2 por ciento más que el año anterior, correspondiendo al maíz 245 millones de toneladas. Según las estimaciones, también en el Canadá la superficie sembrada con trigo para la cosecha de 2002 será menor que la del año anterior pero se espera que los rendimientos vuelvan a ser de nivel medio después de los malos resultados obtenidos el año pasado, y se pronostica que la producción total de trigo del país aumentará a alrededor de 23 millones de toneladas. Con respecto a los cereales secundarios, las informaciones más recientes continúan indicando un aumento de la superficie y de la producción.

En Oceanía, las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno de 2002 en Australia han empeorado en los últimos dos meses debido a la falta de precipitaciones para la siembra. Se pronostica que la superficie sembrada con trigo descenderá como consecuencia y es probable que también los rendimientos disminuyan respecto al año anterior y sean inferiores a la media, pero, lo mismo que para la superficie plantada, el resultado final dependerá decisivamente de la cantidad de precipitaciones que se reciban en las semanas venideras. También se pronostica un descenso de la producción de cebada, el principal cereal secundario.


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