FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.5, noviembre 2002 - Página 3

Página anteriorIndicePágina siguiente

SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS


PANORAMA GENERAL

En noviembre de 2002, el número de los países que sufren graves dificultades alimentarias en todo el mundo se cifra en 39: 25 en África, 6 en Asia, 6 en América Latina y 2 en Europa.

En el África austral, la ya difícil situación en el suministro de alimentos, debida a dos malas cosechas consecutivas, se va haciendo cada vez peor al ir disminuyendo las reservas alimentarias y por el ritmo lento de las importaciones. Particularmente crítica es la situación alimentaria en Zimbabwe donde un grave déficit de alimentos está afectando a la mitad de la población. La asistencia alimentaria a las personas más necesitadas es insuficiente y llega con lentitud, mientras que las importaciones comerciales se ven impedidas por el empeoramiento de la crisis económica. El PMA ha pedido 993 000 toneladas de ayuda alimentaria para prestar asistencia hasta marzo de 2003 a 10,3 millones de personas más afectadas de los 14,4 millones que se encuentran en una grave situación de riesgo y necesitan asistencia alimentaria en el África austral. A principios de noviembre las promesas recibidas para responder a dicha necesidad ascendían a alrededor de 637 000 toneladas. Aunque en octubre se agilizaron en la subregión las distribuciones de ayuda alimentaria, en Zimbabwe fueron muy inferiores al objetivo debido a que las contribuciones fueron insuficientes, y también en Zambia donde las distribuciones se retrasaron debido al rechazo por parte del gobierno de los cereales modificados genéticamente (MG). Urge la necesidad de promesas de ayuda alimentaria adicionales y de que se acelere la entrega de las importaciones comerciales contratadas para evitar que la situación alimentaria empeo-re rápidamente. Se han comenzado a cultivar los cereales de 2003 con perspectivas hasta ahora favorables, gracias a las precipitaciones en general abundantes recibidas a partir de la segunda década de octubre. En Malawi, sin embargo, y en las partes septentrionales de Zambia predomina un tiempo seco fuera de estación.

En la Región de los Grandes Lagos, las perspectivas para las cosechas de la primera temporada de 2003 son malas en Burundi y Rwanda debido a las precipitaciones inferiores a la media recibidas en septiembre y octubre. En muchas zonas se prevé una merma de la producción. En Burundi, los efectos del tiempo seco agravados por el empeoramiento de la situación de seguridad determinan un aumento de las personas necesitadas de asistencia alimentaria de urgencia. En la República Democrática del Congo la situación alimentaria y nutricional ha empeorado ulteriormente como consecuencia de la reanudación de las hostilidades y del desplazamiento en gran escala de la población.

En el África oriental, hay una grave escasez de alimentos en algunas partes determinada principalmente por la sequía, y crece el número de las personas que necesitan asistencia alimentaria.

En Eritrea, la situación alimentaria es grave debido al fracaso de las lluvias cortas 'azmera' y a la insuficiencia de las lluvias largas 'kiremti'. El gobierno de Eritrea ha formulado un llamamiento pidiendo asistencia alimentaria de urgencia para alrededor de 1,4 millones de personas. En Etiopía, las escasas lluvias recibidas en la temporada secundaria 'belg' y el retraso y cese temprano de las de la actual temporada principal 'meher' han creado una situación alimentaria alarmante. Numerosos animales han muerto y en varias partes del país se registran migraciones insólitas en busca de agua y pastizales. Ante esta situación, el gobierno ha formulado recientemente un llamamiento a la comunidad internacional pidiendo asistencia alimentaria para alrededor de 6 millones de personas. En Kenya, la cosecha actual de maíz ha contribuido a mejorar la situación general del suministro de alimentos en las principales provincias productoras. En cambio, en los distritos de Mandera, Turkana, Samburu, Marsabit, West Pokot y Baringo la situación en el suministro de alimentos constituye un motivo de preocupación a pesar de las lluvias benéficas recibidas últimamente. En el Sudán, las perspectivas para las cosechas son desfavorables por causa del retraso de las lluvias y del desplazamiento de la población meridional determinado por una reciente escalada del conflicto que viene arrastrándose desde hace mucho tiempo. En Somalia, pese a las buenas lluvias recibidas en la actual temporada secundaria 'deyr' y al rendimiento favorable de las cosechas de la temporada principal 'gu', recogidas en agosto, constituyen motivos de grave preocupación la constante inseguridad que reina en algunas partes y la escalada de los conflictos que obligan a la población a desplazarse. En Uganda, a pesar de que la situación en el suministro de alimentos se mantiene en general estable, la irregularidad de las lluvias recibidas en algunas partes y los desplazamientos de la población registrados últimamente en el norte plantean graves problemas alimentarios en las zonas afectadas. En Tanzanía, las buenas cosechas obtenidas últimamente de los cultivos de la temporada principal han mejorado en general la disponibilidad de alimentos.

En el África central, las perspectivas para las cosechas de la República Centroafricana son inciertas debido a las lluvias irregulares e inferiores a la media que afectaron al desarrollo de los cultivos en algunas regiones. El recrudecimiento de las hostilidades en Bangui, la capital, ha desplazado a un gran número de sus residentes.

En el África septentrional, se han empezado a sembrar el trigo y los cereales secundarios de invierno que se cosecharán en la primavera de 2003. La producción total de cereales de 2002 fue de 28 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al de la producción de 2001 pero superior a la media de los últimos cinco años (de alrededor de 26,7 millones de toneladas). En Egipto y Marruecos la producción ha acusado incrementos significativos. En cambio, en Argelia y Túnez la producción de trigo y cereales secundarios disminuyó considerablemente con respecto a los niveles de 2001, como consecuencia principalmente del tiempo seco imperante durante la siembra y la fase inicial.

En el África occidental, el rendimiento de la cosecha de cereales de 2002 es variado en el Sahel. Tras las primeras lluvias caídas en junio sobrevino una racha seca que duró desde principios de julio hasta el final de agosto y afectó gravemente a los cultivos en Cabo Verde, Gambia, Guinea-Bissau, Mauritania y el Senegal. La producción de los cultivos de secano descendió de forma pronunciada, aunque las precipitaciones recibidas en agosto redujeron algo las pérdidas. En cambio, en las partes orientales y centrales del Sahel (los principales países productores) las condiciones de crecimiento fueron más favorables, pese a que la estación de las lluvias tuvo un comienzo irregular que obligó a resembrar. Una serie de misiones conjuntas de evaluación de cosechas enviadas en octubre por la FAO y el CILSS a los nueve países miembros del CILSS estimó la producción total de cereales de 2002 en 11,3 millones de toneladas, un 3 por ciento menos que en 2001 pero un 11 por ciento más que el nivel medio de producción. En Cabo Verde, Guinea-Bissau y Mauritania se prevén cosechas inferiores a la media, mientras que en el Chad, Gambia, Malí y el Senegal la producción debería de estar cercana a la media. En Burkina Faso y el Níger se prevén producciones superiores a la media. En cuanto a los países situados a lo largo del Golfo de Guinea, las perspectivas para las cosechas son en general favorables en Benin, Nigeria y el Togo, pero menos favorables en Ghana, debido a las lluvias inferiores a lo normal recibidas en septiembre y octubre. En Liberia, la reanudación de los disturbios civiles ha perturbado las actividades agrícolas, lo que hace prever para este año una producción arrocera menguada. En Côte d'Ivoire, se pronostica una merma de la producción de arroz y de otros cereales como consecuencia del tiempo desfavorable y de los conflictos que obligaron a muchos agricultores a abandonar sus tierras.

En Asia, las perspectivas iniciales son en general favorables para los cultivos de cereales, principalmente de regadío, que se están sembrando ahora y se recogerán en 2003. En cambio, el rendimiento de la cosecha de la temporada principal, que en la mayoría de los países ya ha terminado, se vio afectado por el comportamiento variable del monzón de 2002 y por otros fenómenos atmosféricos irregulares. Lo cual determinó producciones de cereales inferiores a la media y déficit de alimentos en algunos países, mientras que en otros se obtuvieron cosechas excelentes. En la República Popular Democrática de Corea, una misión conjunta FAO/PMA de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos enviada en octubre llegó a la conclusión de que, pese a un mejoramiento de la producción cerealera, los suministros de alimentos nacionales continuaban siendo inferiores a la demanda y debían complementarse con importaciones de cereales. Habida cuenta de las importaciones comerciales, la necesidad de ayuda alimentaria para 2002/03 se estima en 980 000 toneladas de cereales. Se necesitan con urgencia promesas de donantes para cubrir la operación de urgencia del PMA en lo que falta de 2002 y en el primer trimestre de 2003. En Mongolia, unas precipitaciones inferiores al 50 por ciento de lo normal y las abrasadoras temperaturas registradas en el verano de 2002 afectaron seriamente tanto a la producción de cereales como a la producción pecuaria agravando la situación alimentaria de la población agrícola ya castigada por otros desastres. El déficit de suministros deberá colmarse con alimentos de socorro.

En el Cercano Oriente, las condiciones atmosféricas favorables registradas en la mayoría de los países han impulsado la producción interna de alimentos. En el Afganistán, la producción agrícola se ha recuperado fuertemente, lo que redujo las necesidades de importación de cereales en más de una tercera parte con respecto a los dos años anteriores. La falta de financiación para hacer frente a la repatriación en gran escala de los refugiados constituye un motivo de grave preocupación. Para que la economía afgana pueda recuperarse rápidamente es fundamental que se invierta en el sector agrícola, particularmente en obras de rehabilitación, mejoramiento y mantenimiento de la infraestructura de riego. En la República Islámica del Irán, las lluvias torrenciales caídas en agosto en las provincias nordorientales provocaron riadas repentinas y derrumbes, que afectaron a 100 000 personas y causaron 37 víctimas. En la Ribera Occidental y en la Faja de Gaza la situación alimentaria es grave debido a que las familias deben permanecer encerradas en sus hogares por los toques de queda y las operaciones militares.

En la CEI asiática, las cosechas de cereales de este año se han recuperado de forma pronunciada debido principalmente al mejoramiento de las precipitaciones y a unas condiciones de crecimiento relativamente mejores. En la República de Kirguistán y en Uzbekistán, Turkmenistán, Azerbaiyán y Armenia las cosechas de cereales han mejorado notoriamente. En cambio, en Tayikistán y Georgia el suministro de alimentos sigue siendo más bien difícil.

En América Central, las perspectivas para las cosechas de cereales y frijoles de la segunda temporada de 2002/03 son favorables. En El Salvador, Guatemala y Honduras se han comenzado a recoger las cosechas y se prevén producciones de maíz de nivel medio, mientras que en Nicaragua la producción debería ser superior a la media. Sin embargo, en algunas comunidades localizadas de la subregión, particularmente las afectadas por la crisis que atraviesa el sector cafetero, la situación en el suministro de alimentos continúa siendo difícil. En muchas zonas las plantaciones han tenido que cerrar y miles de trabajadores quedaron sin trabajo. A las familias más afectadas se está distribuyendo asistencia alimentaria de la comunidad internacional. En el Caribe, el paso de los huracanes 'Isidore' y 'Lili' por Cuba y Jamaica al final de septiembre y en los primeros días de octubre causó daños considerables a cultivos comerciales importantes, como los cítricos, el tabaco y el azúcar, así como a las viviendas e infraestructuras rurales. En Haití, las lluvias estacionales están beneficiando la siembra de los cultivos de cereales secundarios y frijoles de la segunda temporada, que al principio del año se habían visto perjudicados por el tiempo seco, particularmente en el noroeste. En los departamentos meridionales del país, se está prestando asistencia alimentaria a los agricultores afectados por el mal tiempo imperante durante la siembra y el período vegetativo.

En América del Sur, se ha comenzado a recoger la cosecha de trigo de 2002 y a sembrar los cereales secundarios de la primera temporada de 2002/03 en las zonas australes de la subregión. Las condiciones de crecimiento son en general favorables, salvo en el Paraguay, donde una sequía prolongada está afectando a los departamentos occidentales, y el gobierno ha declarado el estado de emergencia y lanzado un llamamiento para pedir asistencia de urgencia, con inclusión de ayuda alimentaria. En cuanto a los países andinos, se estima provisionalmente que en el Perú la producción de trigo y maíz de 2002 alcanzó niveles muy superiores a la media, así como ha sido excelente también la cosecha de arroz. En el Ecuador, una serie de erupciones volcánicas registradas en octubre y principios de noviembre afectó a los cultivos y pastizales, pero la producción de maíz ha sido superior a la media.

En Europa, tras el aumento pronunciado de las cosechas de trigo obtenidas en algunos de los principales países productores se estima que la producción total de cereales de 2002 ha aumentado en la UE a alrededor de 212 millones de toneladas, un 5 por ciento más que el año pasado. La producción total de cereales secundarios sigue estimándose en alrededor de 105 millones de toneladas, alrededor de un 2 por ciento menos que el año pasado. En las partes septentrionales de la UE se han comenzado a sembrar los cereales de invierno en condiciones atmosféricas en general satisfactorias. En Europa oriental, la producción de trigo ha disminuido de forma pronunciada en Hungría y Rumania, pero en otras partes se obtuvieron producciones semejantes a los niveles del año pasado. Unas lluvias otoñales generalizadas han mejorado las condiciones de humedad del suelo en toda la región para la germinación de los cereales de invierno.

En la CEI europea, se prevé que la cosecha de cereales de la campaña comercial 2002/03 alcanzará un nivel cercano al de la cosecha excelente del año anterior. La cosecha de cereales de Rusia incluye este año 47,5 millones de toneladas de trigo y 35,3 millones de toneladas de cereales secundarios, frente a los 46,9 millones de toneladas y 35,9 millones de toneladas, respectivamente, obtenidos en la campaña comercial 2001/02. La cosecha de cereales de Ucrania incluye alrededor de 21 millones de toneladas de trigo y 15,9 millones de toneladas de cereales secundarios, frente a los 21,3 millones de toneladas de trigo y aproximadamente 15,9 millones de toneladas de cereales secundarios obtenidos en la campaña comercial 2001/02.

En los Balcanes, se estima que el nivel de la cosecha de cereales estará cercano al de la cosecha muy recuperada del año anterior. Las inundaciones torrenciales y el granizo, que normalmente causan daños a los cultivos de primavera, este año no han producido efectos importantes.

En América del Norte, las estimaciones oficiales más recientes cifran la producción de trigo de 2002 de los Estados Unidos en alrededor de 44 millones de toneladas, un 17 por ciento menos que la cosecha ya mermada de 2001. Habiéndose recogido la mayor parte de las cosechas de cereales secundarios al final de octubre, el pronóstico más reciente relativo a la producción total de cereales secundarios en los Estados Unidos se cifra en alrededor de 246 millones de toneladas, un 6,5 por ciento menos que el año pasado. El grueso de la cosecha de trigo de invierno que se recogerá en 2003 se sembró al final de octubre, con una proporción de siembra y de despunte ligeramente superior a lo normal para ese período del año. En conjunto, se señala que la situación de los nuevos cultivos es mejor que en el mismo período del año pasado. En el Canadá, la producción de cereales ha descendido de forma pronunciada en 2002 debido a una grave sequía registrada en algunas partes del país. La producción de trigo se estima oficialmente en 15,5 millones de toneladas, alrededor de un 25 por ciento menos que el año pasado, mientras que la de cereales secundarios se cifra en 19,8 millones de toneladas, un 13 por ciento menos que en 2001.

En Oceanía, la cosecha de los cereales de invierno está comenzando en Australia, donde los cultivos de este año se han visto gravemente afectados por la sequía. La producción de trigo se pronostica en alrededor de 10,1 millones de toneladas, un 58 por ciento menos que la cosecha casi récord del año anterior. También debería de descender de forma pronunciada la cosecha de cebada de invierno. Se necesitan buenas precipitaciones en las semanas venideras para que se pueda sembrar en las principales zonas de cultivos de verano. En Papua Nueva Guinea, una grave sequía registrada en la provincia de West New Britain ha obligado a los pobladores a abandonar sus aldeas.


Página anteriorIndicePágina siguiente