El Cercano Oriente comprende una superficie inmensa y muy diversificada. El predominio del islam, en sus distintas versiones, es uno de los factores unificadores de la región. Las tradiciones igualitarias del islam inculcaron en los sistemas primitivos de tenencia de la tierra los principios de la justicia y la igualdad social. En el siglo XIX, la administración otomana codificó los sistemas vigentes de tenencia de la tierra en un conjunto de reglamentos que todavía siguen vigentes en gran parte de la región, pero muchos de los Estados independientes aparecidos en el siglo XX emprendieron reformas agrarias redistributivas, sin examinar primero las tendencias de privatización de la tierra vigentes en otros lugares. Al mismo tiempo, el acceso a la tierra y su utilización continúan estando regulados en buena parte por el sistema heredado del pasado.
Los sistemas vigentes de tenencia de la tierra no logran abordar algunos problemas tradicionales: los hogares sin tierras y los pequeños agricultores continúan compitiendo por unas tierras de cultivo escasas y fragmentadas, y las poblaciones pastoriles están perdiendo el control de esas zonas de pastoreo tradicionales. El acceso al agua está adquiriendo cada vez más importancia, a medida que aumenta el número de usuarios. Estas y otras grandes cuestiones son valoradas con frecuencia de distinta manera por los gobiernos y por los ciudadanos. Por ello, es fundamental hacer lo posible por conseguir que la toma de decisiones esté inspirada en un planteamiento participativo, que cuente con la intervención de las poblaciones rurales afectadas.
