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Los bosques, parte integrante de la vida finlandesa

J. Heino y J. Karvonen

Jan Heino es Director General de Metsähallitus, empresa forestal estatal de Finlandia, Vantaa, Finlandia.
Juhani Karvonen es Director Ejecutivo de la Asociación Forestal Finlandesa, Helsinki, Finlandia.

En Finlandia, uno de los países con más densidad forestal del mundo, casi el 60 por ciento de los bosques son propiedad de ciudadanos privados, el acceso a todos los bosques es libre y casi todos los ciudadanos tienen una opinión sobre los bosques y la silvicultura.

En la mayoría de los países industrializados, la importancia directa de los bosques para el sustento de los habitantes ha descendido radicalmente en pocos decenios. Actualmente, la población rural es una minoría y pocas veces depende económicamente de los bosques. Sin embargo, los efectos de la silvicultura sobre el paisaje son muy visibles para muchas personas, porque en esos países la extracción de madera se realiza en gran escala. En el marco de una silvicultura ambiental, social y económicamente sostenible, es posible combinar equilibradamente diferentes formas de uso de la tierra como producción de madera, actividades recreativas y promoción de la diversidad biológica. No obstante, a medida que las vidas humanas transcurren más alejadas de los bosques, es probable que pocas personas comprendan realmente las cuestiones forestales; y sin esa comprensión, las industrias forestales experimentarán un mayor riesgo de conflictos relacionados con el uso de la tierra (Hellström, 2001).

Desde los puntos de vista económico, ambiental, social y cultural, los bosques son la característica natural más importante de Finlandia. Finlandia es uno de los países del mundo con más densidad forestal: tiene más de 4 hectáreas de bosque por persona (FAO, 2002), diez veces más que el conjunto de Europa occidental. Los finlandeses consideran que la silvicultura y las industrias forestales son sectores muy importantes para su economía y para el medio ambiente. La relación particularmente estrecha entre los finlandeses y sus bosques se explica por la repartida propiedad forestal (casi una de cada cinco familias posee una parcela forestal), la libertad de acceso público a todos los bosques y la buena cooperación entre el sector forestal y las autoridades de la educación.

La Asociación Forestal Finlandesa (FFA) –entidad cooperativa que representa a las organizaciones relacionadas con los bosques en Finlandia, como propietarios privados, industrias forestales, la Empresa Forestal Estatal Finlandesa y organizaciones de investigación, recreativas y educacionales– sigue la evolución de la opinión pública mediante estudios regulares y rigurosos. En este artículo se exponen algunos resultados de encuestas relativas al
desarrollo forestal, encargadas por la FFA y realizadas por la agencia consultora Taloustutkimus Oy (TOY Research) en el último decenio. Taloustutkimus hizo entrevistas directas a unas 1 000 personas seleccionadas por muestreo aleatorio entre toda la población de Finlandia. Se siguieron normas internacionales para la selección de la muestra y la formulación de las preguntas.

Una de las observaciones más importantes derivadas de estos estudios es que la mayoría de los finlandeses de hoy tienen una opinión clara sobre las cuestiones forestales. En las consultas de opinión la proporción de respuestas «no sabe» es insignificante en comparación con encuestas equivalentes sobre los bosques realizadas en otros países.

La mayoría de los finlandeses viven entre bosques, si no todo el año al menos durante las vacaciones

C. PALMBERG-LERCHE


CADA FINLANDÉS TIENE SU OPINIÓN SOBRE LOS BOSQUES

Estando casi tres cuartas partes de la superficie terrestre de Finlandia cubierta por los bosques y siendo dilatada la historia de las industrias forestales, cada finlandés mantiene opiniones personales y específicas sobre los bosques.

Según un viejo dicho finlandés, los hombres temen el fin de los bosques y las mujeres temen el fin del mundo. El temor por la muerte de los bosques estuvo en un tiempo justificado; a fines del siglo XIX el cultivo migratorio era todavía corriente y las organizaciones forestales tenían recursos muy limitados para promover una silvicultura racional. Hoy, sin embargo, la transformación de los bosques de coníferas boreales de Finlandia ocurre sólo en circunstancias excepcionales, y a los finlandeses les importan menos las pérdidas de bosques que el valor recreativo de éstos y la conservación de la biodiversidad.

Las reservas forestales finlandesas han crecido excepcionalmente en volumen y extensión en el siglo pasado, gracias básicamente a la mejor silvicultura. Por ejemplo, el crecimiento forestal total anual en Finlandia es hoy superior en un tercio al de mediados del siglo XX, y los bosques contienen un 30 por ciento más de madera (FFRI, 2002). El uso industrial de los recursos forestales es eficiente en Finlandia. Del incremento total anual de los bosques (80 millones de metros cúbicos), unos 60 millones de metros cúbicos se utilizan como materia prima para las industrias de productos forestales (FFIF, 2003). Las actividades forestales son pues visibles en todo el país y durante todas las estaciones.

Sin un amplio consenso social sobre la política forestal y una comprensión fundamental de los recursos forestales, tales prácticas forestales intensivas no serían posibles. Por supuesto, este consenso no se ha logrado enteramente sin conflicto, especialmente en lo que respecta a cuestiones de protección. A veces los debates sobre gestión forestal han sido agresivos, especialmente sobre el tema de la conservación. En la mayoría de los casos de protección controvertidos, las organizaciones no gubernamentales ecologistas –tanto las nacionales como las internacionales a las que aquéllas han pedido ayuda– han desempeñado un papel importante. El debate abierto y la comunicación siguen siendo una parte esencial de la política y las práctica forestales contemporáneas. Además de facilitar información, estas prácticas permiten que se escuchen las voces de los ciudadanos y estimulan la participación de propietarios de bosques y otros grupos interesados.


¿QUÉ PIENSAN EXACTAMENTE LOS FINLANDESES DE SUS BOSQUES?

La industria forestal es muy importante para los finlandeses. En la última década del siglo XX, la silvicultura era todavía el sector dominante en la economía nacional. Actualmente las industrias metalúrgica y electrónica tienen un enorme éxito y constituyen sectores de magnitud igualmente considerable por los ingresos derivados de la exportación; no obstante, el 90 por ciento de los finlandeses siguen viendo en la industria forestal la base y la garantía de su prosperidad, y es previsible que esta opinión se mantenga en el futuro (Figura 1). Ello se debe sobre todo a que la industria forestal finlandesa ha conseguido permanecer firmemente a la altura de los progresos internacionales. Las tres mayores compañías forestales finlandesas figuran entre las diez mayores del mundo.

Los finlandeses han adoptado una actitud muy positiva respecto a la gestión y al uso de sus bosques. Más de tres de cada cuatro ciudadanos creen que la gestión forestal en su localidad y en las cercanías inmediatas es muy buena o bastante buena (Figura 2). Un quinto de la población tiene una opinión más negativa. Respecto a la conservación de los bosques, la situación es análoga, una cuarta parte de los ciudadanos esperan que se realicen inversiones adicionales para mejorar la conservación, mientras que otros están satisfechos con la situación actual (Figura 3). La conservación de la biodiversidad es un tema frecuentemente suscitado en los debates públicos casi semanalmente. Aproximadamente tres de cada cuatro finlandeses cree que la gestión forestal ha mejorado durante los últimos diez años (Figura 4). Este nivel de satisfacción indica que la política gubernamental y las actividades de los grupos de propietarios forestales para la gestión y la conservación de los recursos naturales se han realizado en la dirección justa.

Muchos especialistas e investigadores forestales finlandeses figuran entre las autoridades más prestigiosas en su especialidad, y en las cuestiones de ordenación forestal los finlandeses tienen confianza en los expertos (Figura 5). A este respecto, Finlandia parece diferir notablemente de muchos otros países forestales (Demoskop Ab, 2000). Las organizaciones de conservación de la naturaleza, tenida en muchos países como la fuente más fidedigna de información, se sitúan a la par con los medios informativos y la industria como fuentes de información forestal en Finlandia. Las únicas fuentes que se valoran por debajo son los políticos, ¡en Finlandia como en cualquier otro país del mundo!

1
Importancia de los bosques

Notas: Finlandeses de 15 a 74 años. 1994, n = 982;
1996, n = 959; 1997, n = 942; 1998, n = 1 016;
2000, n = 1 032; 2001, n = 1 009.

Fuente: Taloustutkimus Oy, 2002.


2
Calidad de la gestión forestal

Notas: Finlandeses de 15 a 74 años. 1997, n = 942;
1998, n = 1 016; 2000, n = 1 032; 2001, n = 1 009.

Fuente: Taloustutkimus Oy, 2002.


3
Conservación de los bosques

Notas: Finlandeses de 15 a 74 años. 1997, n = 942;
1998, n = 1 016; 2000, n = 1 032; 2001, n = 1 009.
Fuente: Taloustutkimus Oy, 200


4
Cambio en la gestión forestal

Notas: Finlandeses de 15 a 74 años. 1996, n = 959; 1997, n = 942;
1998, n = 1 016; 2000, n = 1 032; 2001, n = 1 009.
Fuente: Taloustutkimus Oy, 2002.


5
Fuentes de información más fidedignas

Notas: Finlandeses de 15 a 74 años, n = 1 009.
Fuente: Taloustutkimus Oy, 2002.


POR QUÉ LOS FINLANDESES CONFÍAN EN SU ADMINISTRACIÓN FORESTAL

Para comprender por qué los finlandeses están generalmente satisfechos con la silvicultura nacional es necesario examinar detenidamente algunas circunstancias básicas como la estructura de la propiedad forestal, las tradiciones, la política forestal y protectora y las actividades cooperativas entre los sectores forestal y educativo.

Finlandia es un país relativamente extenso con una población muy dispersa de sólo 5 millones de habitantes. Los finlandeses viven literalmente entre sus bosques. Los ciudadanos urbanos permanecen en contacto con el campo, por lo menos durante el verano. Una familia finlandesa de cada tres posee una casita de vacaciones, a menudo situada junto a un lago en el bosque. Estudios reiterados han mostrado que las visitas al bosque se consideran como una de las más importantes actividades recreativas en Finlandia. Los finlandeses viven cerca de sus bosques y la mayor parte de los habitantes están acostumbrados a pasear en la naturaleza desde su infancia, especialmente en las inmediaciones de sus casas y sus chalés de vacaciones.

Casi una familia finlandesa de cada cinco posee un trozo de bosque. Personas privadas y familias poseen casi el 60 por ciento de los 22 millones de hectáreas de tierras forestales del país. Hay en Finlandia unas 440 000 propiedades privadas con una extensión media de 30 hectáreas (FFRI, 2002). El hecho de que los bosques tengan muchos propietarios, entre ellos ciudadanos ordinarios y consumidores, hombres y mujeres de diversa posición social y financiera, ha sido una ventaja para atenuar los conflictos entre distintos tipos de usuarios de los bosques.

Aunque la propiedad forestal y la venta de madera no constituyen ya casi nunca ocupaciones exclusivas, son fuentes importantes de ingresos complementarios. Más de tres cuartas partes de la madera en bruto utilizada en la industria se obtienen de bosques privados.

Los cambios sociales y la migración a la ciudad durante los últimos decenios han afectado mucho a la silvicultura familiar. La división creciente de la propiedad forestal al repartirse ésta entre los hijos herederos ha tenido repercusiones sobre los objetivos de los propietarios y sobre el uso del bosque. Además, hay más proporción que antaño de propietarios urbanos y de mujeres, y el promedio de edad del propietario forestal es más alto. Aunque la mayoría de los propietarios siguen diciendo que el beneficio económico es importante, clasifican al mismo tiempo con igual importancia el uso recreativo y el disfrute estético de sus bosques.

Un factor importante que influye en la percepción pública de los bosques es el principio de libre acceso, que significa que los visitantes pueden pasear, esquiar o hacer ciclismo en tierras ajenas a condición de no perturbar la paz ni molestar o hacer daño en campos y plantaciones. Se permiten pues visitas temporales para actividades recreativas como natación o acampadas de corta duración. Los derechos tradicionales, no obstante, no incluyen el uso de motos de montaña en los bosques. La pesca y la caza son actividades sujetas a licencia, mientras que la recogida de frutos, setas y flores silvestres no protegidas está autorizada, con algunas excepciones para uso comercial (véase Ministry of Agriculture and Forestry, 1999).

Como en muchos otros países, no obstante, los cambios estructurales de la sociedad han tendido a reducir el interés de los finlandeses por la mejor manera de utilizar los recursos forestales. La urbanización ha tendido a debilitar el vínculo entre la juventud y los bosques. En vista de ello, las autoridades docentes y las organizaciones del sector forestal han intensificado su cooperación hace unos veinte años. Materiales educativos, una red de personal forestal profesional que informa y asesora a las escuelas y una serie de competiciones nacionales sobre conocimientos forestales son algunos de los frutos de esta cooperación. La FFA, como organización máxima para el sector forestal, coordina estas iniciativas entre una red compuesta de organizaciones forestales como centros forestales regionales, escuelas forestales, la empresa forestal estatal y las compañías industriales forestales. La colaboración facilita, por ejemplo, la asistencia práctica para aconsejar dónde y cómo organizar visitas educativas a los bosques. Se incluyen incluso centros preescolares o parvularios, pero se trata sobre todo de atender a alumnos de 12 y 13 años (FFA, 2003).

En la sociedad más urbanizada de hoy, actividades educacionales como visitas escolares a los bosques, organizadas conjuntamente por autoridades docentes y organizaciones del sector forestal, ayudan a reforzar el vínculo entre la juventud y los bosques

FINNISH FOREST ASSOCIATION/E. OKSANEN


Es necesario facilitar información básica interactiva a largo plazo a los responsables de las decisiones y al público, como se vio en este foro de debate sobre cuestiones forestales, para mantener las actuales actitudes positivas ante la silvicultura en Finlandia

FINNISH FOREST ASSOCIATION/E. OKSANEN


POLÍTICA FORESTAL Y PROTECCIÓN DE LOS BOSQUES

El marco de la política forestal de Finlandia para el comienzo del nuevo milenio se trazó en el programa forestal nacional 2010 (Ministry of Agriculture and Forestry, 2001), aprobado en marzo de 1999. El nuevo gobierno, elegido en las elecciones de marzo del mismo año, incluía el programa forestal nacional en la plataforma gubernamental de política y protección forestales. Una política forestal estable contribuye notablemente a mitigar los conflictos de intereses entre grupos de usuarios de las tierras.

En general, la población está satisfecha con la política forestal y protectora que se aplica (Taloustutkimus Oy, 2002). Por supuesto, si en una encuesta se pregunta «¿Le gustaría que se clasifiquen más bosques como zonas protegidas?», la mayoría de las respuestas serían positivas, tal vez con la excepción de algunas poblaciones rurales que podrían perder algo de su producción maderera (WWF Finland, 2002). Pero si se pregunta «Está dispuesto a pagar más impuestos para que se clasifiquen más bosques como zonas protegidas», es probable que la respuesta sea diferente. Esta ha sido la conclusión de algunos estudios sobre cuestionarios en Finlandia, en los que las ONG ecologistas tienden a formular sus preguntas sin mencionar el precio de las medidas protectoras.

La falta de indicación del precio a pagar suele relacionarse con el debate sobre la protección de bosques estatales, que ocupan 9 millones de hectáreas, el 30 por ciento de la superficie forestal del país. De esta extensión, sólo 3,4 millones de hectáreas se utilizan para producir madera. Los ecologistas piden reiteradamente al Gobierno y a Metsähallitus, la empresa estatal que supervisa las operaciones forestales comerciales y las actividades de conservación en tierras y aguas estatales, que conserven más bosques estatales mediante medidas más estrictas; sostienen que esto no costará nada o que el costo será muy bajo en comparación con el costo en tierras de propiedad privada. Desde el punto de vista de la economía forestal, las medidas de protección son por supuesto tan caras en tierras estatales como en las privadas. Al considerar una protección adicional en tierras estatales sería más importante comparar medidas alternativas encaminadas a promover valores como la biodiversidad forestal. Esto precisamente se ha hecho recientemente; el Gobierno ha emprendido un programa, incluidas varias medidas innovadoras sobre bosques estatales y privados, basado en el informe de un comité establecido para analizar la situación de las zonas protegidas en el sur de Finlandia (Ministry of Agriculture and Forestry, 1999).

Metsähallitus tiene la obligación de administrar y utilizar los bosques estatales y las zonas de conservación de la naturaleza de manera congruente con los principios ecológicos y debe promover tanto la conservación de la naturaleza como su uso recreativo. Tras los inventarios ecológicos realizados después de la Segunda Guerra Mundial, prácticamente todas las zonas consideradas merecedoras de protección fueron acotadas como parques nacionales, reservas naturales estrictas u otras zonas completamente protegidas. Además, importantes extensiones en los bosques productivos no se explotan porque se han respetado como biotopos básicos en la planificación ecológica paisajística (véase www.metsa.fi).

La planificación forestal es un instrumento muy utilizado, no sólo para organizar la gestión forestal, sino también para combinar los diversos usos de la tierra. En tierras estatales, se ha introducido con éxito la planificación participativa. Actualmente, los planes ecológicos paisajísticos abarcan todos los bosques estatales, contribuyendo a suavizar notablemente los posibles conflictos entre usos y usuarios diferentes de la tierra.


CONCLUSIONES

Para trazar políticas forestales eficientes y hacerlas aceptables, es esencial conocer las actitudes públicas ante la silvicultura y la protección de la naturaleza. Como tales actitudes son cambiantes, hay que repetir los estudios periódicamente. Hoy día, el personal forestal tiene no sólo que estar atento al escenario nacional, sino estudiar también las tendencias en los países que constituyen los mercados principales de los productos forestales finales. Circula una gran cantidad de informaciones incorrectas, por lo tanto es necesaria una comunicación profesional constante sobre producción maderera y promoción de la biodiversidad. Los cambios demográficos y educacionales dificultarán probablemente en el futuro el mantenimiento de las actitudes actuales finlandesas muy positivas ante la silvicultura. Para muchos países en Europa parece difícil suscitar una aceptación general del sector forestal. En los países más desarrollados, los valores «verdes» están teniendo más aceptación en el conjunto de la población y en el grupo cada vez más amplio y diverso de propietarios de bosques privados. En el futuro serán necesarias estructuras eficientes así establecidas, que faciliten el suministro de información básica a largo plazo a los responsables de las decisiones, a los grupos interesados y al público en general. Los especialistas forestales deberían tratar de mejorar e incluso crear nuevos instrumentos de comunicación a medida que cambia la sociedad, y deberían difundir mensajes directos y sencillos. Si los silvicultores no se colocan en vanguardia promoviendo la aceptación del sector por parte del conjunto de la sociedad, es evidente el riesgo de que terminen en una posición pasiva o puramente defensiva.

Bibliografía

Demoskop Ab. 2000. The public opinion in Holland, Germany and Great Britain 1999. Stockholm. Documento en Internet: www.smy.fi/tiedotteet/Demoskop99.pdf

FAO. 2002. Evaluación de los recursos forestales mundiales 2000 – Informe principal. Estudio FAO: Montes N° 140. Roma.

Finnish Forest Association (FFA). 2003. Finnish Forest Association – cooperation in the interests of forestry. Helsinki, Finlandia. Documento en Internet: www.smy.fi/smy-gb.html

Finnish Forest Industries Federation (FFIF). 2003. The Finnish forest industry facts and figures 2002. Helsinki, Finlandia.

Finnish Forest Research Institute (FFRI). 2002. The Finnish Statistical Yearbook of Forestry 2001. Helsinki, Finlandia. Disponible en Internet: www.metla.fi/ohjelma/vmi/nfi.htm

Hellström, E. 2001. Conflict cultures – qualitative comparative analysis of environmental conflicts in forestry. Silva Fennica Monographs No. 2. Helsinki, Finlandia, FFRI y Finnish Society of Forest Science. Disponible en Internet: www.metla.fi/silvafennica/abs/sma/sma002.htm

Ministry of Agriculture and Forestry, Finland. 1999. Everyman’s right in Finland. 16th ed. Helsinki, Finlandia. Disponible en Internet: www.ymparisto.fi/eng/environ/naturcon/everyman/manindex.htm

Ministry of Agriculture and Forestry, Finland. 2001. National forest programme. Helsinki, Finlandia. Documento en Internet: www.mmm.fi/english/forestry/program.htm

Taloustutkimus Oy (TOY Research). 2002. Forest and Wood 2001. Helsinki, Finlandia.

WWF Finland. 2002. Metsä soikoon! Tietoa päättäjille Etelä-Suomen metsien suojelusta. [¡Que juegue el bosque! Información para responsables de decisiones sobre conservación de bosques en el sur de Finlandia.] Disponible en Internet: www.wwf.fi/www/uploads/pdf/metsasoikoon100dpi.pdf

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