1. Los días 14 y 15 de marzo de 1995, se celebró en Roma, por invitación del Director General de la FAO, una Reunión Ministerial sobre la Pesca con el fin de examinar la situación de la pesca mundial y las actividades de la FAO en aplicación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD).

2. Después de examinar las novedades más recientes, la Reunión hizo recomendaciones sobre la acuicultura y proporcionó orientaciones sobre la función del sector en relación con la seguridad alimentaria en los países en desarrollo.

3. La Reunión aprobó el Consenso sobre la Pesca Mundial.

4. La Reunión Ministerial expresó su reconocimiento al Director General por su oportuna iniciativa y por la información facilitada por la FAO acerca de la situación mundial de la pesca y la acuicultura. Reconociendo que las reuniones a nivel ministerial resultaban apropiadas para intercambiar opiniones y formular recomendaciones sobre cuestiones estratégicas y de políticas a nivel internacional, y en vista de la situación crítica con que se enfrentaría la pesca mundial en los años siguientes, invitó al Director General a consultar a los miembros de todas las regiones sobre la convocación de otras reuniones ministeriales, según fuera necesario.

5. En el curso del debate, la Reunión Ministerial tomó nota del análisis de la FAO, según el cual los problemas de la sobrepesca, en general, y de la capacidad excesiva de las flotas pesqueras industriales, en particular, amenazan la sostenibilidad de los recursos pesqueros mundiales para las generaciones actuales y futuras. Reconoció la necesidad de una cooperación y coordinación internacionales continuas para restablecer la sostenibilidad de la pesca mundial. Afirmó que, para mantener los recursos pesqueros y los ecosistemas acuáticos del mundo, es decisivo mejorar la conservación y ordenación pesqueras y la protección de las pesquerías contra actividades perjudiciales que se realizan en la mar y en tierra firme. Se señaló la importancia especial del sector pesquero para los pequeños estados insulares en desarrollo.

6. Reconociendo la importancia socioeconómica, ambiental y nutricional de la pesca, así como la demanda creciente de productos pesqueros, la Reunión Ministerial concluyó que es preciso adoptar urgentemente nuevas medidas para:

• eliminar la sobrepesca,
• reconstruir y ampliar las poblaciones de peces,
• reducir al mínimo las prácticas pesqueras que ocasionan derroche,
• fomentar la acuicultura sostenible,
• rehabilitar los hábitat de los peces, y
• fomentar la pesca de especies nuevas y alternativas basándose en principios de sostenibilidad científica y ordenación responsable.

7. Se reconoció que, si no se adoptan estas medidas, seguirá disminuyendo el 70 por ciento de las poblaciones de peces que se consideran ya plenamente explotadas, explotadas en exceso, agotadas, o en curso de recuperación. Con estos cambios en las estrategias de ordenación pesquera y en la defensa de los hábitat pesqueros, se puede mantener en los niveles actuales la contribución de la pesca de captura a los suministros alimentarios mundiales. La Reunión tomó nota con satisfacción de que una acuicultura eficiente puede contribuir a satisfacer la demanda creciente de proteínas de pescado. Exhortó a que se adopte un enfoque por ecosistemas para la conservación y ordenación pesqueras. Asimismo, acogió con agrado la celebración de la Conferencia Internacional sobre la Contribución Sostenible de la Pesca a la Seguridad Alimentaria, en Kioto, Japón, en Diciembre de 1995.

8. La Reunión Ministerial expresó su profundo aprecio por los amplios esfuerzos desplegados por la FAO para señalar a la atención de la comunidad internacional la situación crítica de la pesca. Reafirmó que la FAO tiene un mandato claro con respecto al sector pesquero y, dentro del sistema de las Naciones Unidas, es el organismo especializado líder que cuenta con una amplia y extensa competencia técnica en la materia. Se congratuló por la asistencia técnica que la FAO presta a sus Estados Miembros para afrontar los problemas de la pesca y la acuicultura, y destacó la necesidad de evitar la duplicación de esfuerzos dentro del sistema de las Naciones Unidas entre los organismos especializados en cuestiones pesqueras. Acogió favorablemente la contribución continua de la FAO, con arreglo a la distribución de responsabilidades acordada, a la preparación del examen de la aplicación del Capítulo 17 del Programa 21 que se efectuará en 1996.

9. La Reunión Ministerial elogió también al Comité de Pesca de la FAO por su continua excelencia como foro competente para el examen intergubernamental de cuestiones técnicas relacionadas con la pesca mundial, lo cual se había puesto de manifiesto una vez más en el informe del 21º período de sesiones del Comité de Pesca, celebrado en Roma del 10 al 13 de marzo de 1995.

10. Para responder con eficacia a la situación actual de la pesca y a las dificultades que pueden preverse para satisfacer la demanda creciente de pescado y conservar los ecosistemas acuáticos, la Reunión Ministerial de Roma instó a los gobiernos y organizaciones internacionales a adoptar prontamente medidas para:

• reducir a niveles sostenibles la pesca en las zonas y de las poblaciones que se hallan sometidas actualmente a una explotación muy intensa o excesiva;
• adoptar políticas, aplicar medidas y elaborar técnicas para reducir las capturas incidentales, los descartes de peces y las pérdidas posteriores a la captura;
• examinar la capacidad de las flotas pesqueras en relación con los rendimientos sostenibles de los recursos pesqueros y reducirlas cuando sea necesario;
• fortalecer e impulsar las organizaciones y acuerdos pesqueros regionales, subregionales y nacionales para aplicar medidas de conservación y ordenación;
• tener constantemente en examen la eficacia de las medidas de conservación y ordenación destinadas a asegurar la sostenibilidad a largo plazo de las pesquerías y los ecosistemas acuáticos;
• seguir prestando, y de ser posible, aumentar la asistencia técnica, financiera y de otro tipo a los países en desarrollo, en particular a los menos adelantados, para apoyar sus esfuerzos en materia de conservación y ordenación pesqueras y en el desarrollo de la acuicultura;
• alentar a los Estados a seguir fomentando una acuicultura ecológicamente segura, como factor importante de la seguridad alimentaria general;
• fortalecer la investigación pesquera e intensificar la cooperación entre instituciones de investigación;
• ampliar las consultas sobre pesca con el sector privado y las organizaciones no gubernamentales;
• aplicar eficazmente las normas pertinentes del derecho internacional sobre pesca y asuntos conexos, que se reflejan en las disposiciones de la Convención Internacional sobre el Derecho del Mar;
• contribuir a la conclusión con éxito de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre las Poblaciones de Peces cuyos Territorios se encuentran dentro y fuera de las zonas económicas exclusivas y las poblaciones de peces altamente migratorias;
• completar el Código Internacional de Conducta para la Pesca Responsable con vistas a presentar el texto final a la Conferencia de la FAO en octubre de 1995; y
• considerar la ratificación del Acuerdo para promover el cumplimiento de las medidas internacionales de conservación y ordenación por los buques pesqueros que pescan en alta mar.